Festejando a El Tlacuache para

entrar al presente
Eduardo Corona-M. y Yamina Nassu Vargas Rivera
Centro INAH Morelos

E
l pasado 9 de diciembre se efectuó la presentación del volumen
en disco compacto “Trayectoria del suplemento cultural El
Tlacuache. Una experiencia de divulgación científica y cultural
(2001-2014)”, coordinado por quienes suscribimos este escrito. El
evento se efectuó en el Museo Regional Cuauhnáhuac, donde se
dieron cita una gran cantidad de personas, así como miembros de la
comunidad académica y cultural del Estado. Para dejar memoria de
este acto, se presentan los textos de los comentaristas que colaboraron
en el evento, a los que se les hicieron algunos ajustes editoriales sin
afectar su contenido principal. Queremos aprovechar y dejar constancia
de nuestro agradecimiento por sus comentarios.
El evento fue un éxito en muchos sentidos que trataremos de resumir
en los siguientes puntos:
1) El Tlacuache se sigue publicando cada semana y en el período
2015-2016 tiene casi 100 números más en su haber, esperamos que
tenga muchos más.
2) Con el evento se formaliza la incorporación del suplemento
al Centro de Información y Documentación (CID) del Centro INAH
Morelos, donde se pueden consultar todos los números en su totalidad,
incluyendo los archivos que comprenden el estudio introductorio y los
índices que contiene el disco. Ver: https://goo.gl/a37gGi
3) Se lanzó la página Facebook del suplemento (ver: https://goo.
gl/VP6BIr), donde los suscriptores podrán recibir cada semana la liga
para ver o descargar el número publicado. Los invitamos a suscribirse.
4) El INAH se comprometió a contribuir a la divulgación digital
del Suplemento a través de sus medios, lo que el Consejo Editorial
dará a conocer en su oportunidad.
Además, se considera que la edición se agotó, ya que fue distribuida
a diversos sitios público, como son: a medios de comunicación,
bibliotecas, centros de investigación, entre otros. Pero se puede
consultar a través de la liga del CID, ya mencionada:
Sin más preámbulos los invitamos a leer las participaciones de los
comentaristas de la presentación.
Las fotografías de este número fueron tomadas por Axel Zequeira y la
colaboración de Karina Morales, del INAH Morelos

El suplemento cultural “El Tlacuache”

es activo y polifacético
Mtro. Diego Prieto Hernández
Texto leido en el evento por el Mtro. Sergio Vélez,
asesor del Secretario Técnico.

E
l suplemento cultural de La Jornada de Morelos, “El Tlacuache”,
amplifica una experiencia de divulgación científica vertida en
distintos suplementos culturales por los miembros del Centro
INAH Morelos, que tuvo sus inicios desde la década de los años
ochenta del siglo pasado.
Hace quince años, con el empeño de la comunidad de este Centro
INAH y el apoyo del entonces director de La Jornada de Morelos,
el antropólogo Francisco Guerrero, nacieron estas páginas que hoy
constituyen el suplemento dedicado a la difusión cultural con más vida
en el Estado de Morelos, y también estamos seguros que se trata de una
experiencia inédita en el Instituto Nacional de Antropología e Historia.
León García Soler, Director subsecuente de La Jornada de Morelos
siguió apoyando su existencia. Este suplemento está marcado por el
compromiso de aportar al conocimiento de los patrimonios culturales,
históricos y naturales del territorio del Estado de Morelos, con base
en los avances y los resultados de los proyectos de investigación,
conservación y difusión, realizados en el Centro regional Morelos,
INAH. Muchos de los artículos publicados en El Tlacuache trascienden
también el interés y temas de lo local, y alcanzan el ámbito regional y
nacional.
Un recorrido por sus textos, permite encontrar informaciones y
reflexiones diversas sobre el labor del personal técnico, así como de los
profesionistas entre los cuales se cuentan arquitectos, los responsables
de los acervos del Centro, restauradores, y el personal de investigación
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que se desempeña en los ámbitos de la antropología, la arqueología,

la historia, la paleontología, la conservación, la museología, la
etnohistoria, la biología, la difusión y tantas otras áreas afines que
sustentan nuestro quehacer en torno a la protección y conservación del
patrimonio cultural. Incluso, el suplemento, también ha servido como
foro para manifestar claramente tanto las inquietudes y las demandas
de reivindicaciones sociales y políticas de la comunidad.
Por la amplitud de temas, este esfuerzo no podía quedarse disperso en
los archivos, por esto celebramos hoy la compilación que hicieron el
doctor Eduardo Corona y la antropóloga Yamina Nassu Vargas Rivera
para entregarnos un disco donde podemos consultar todos los números;
los coordinadores, incorporaron una serie de guías temáticas que
introducen a los lectores a la vasta información que se ha recopilado.
Es importante destacar que en los diferentes consejos editoriales y los
equipos de formadores de El Tlacuache han colaborado decenas de
investigadores que generosamente han dado su esfuerzo para que cada
domingo aparezca un nuevo ejemplar con contenidos novedosos y
relevantes sobre las investigaciones que se realizan en la institución. A
todos ellos ofrecemos nuestro más profundo agradecimiento.
Al reconocer la labor de todos y cada uno de los colaboradores de El
Tlacuache, saludo especialmente al Consejo Editorial actual, que está compilación que hoy nos reúne constituye una muestra de ellos; igual
integrado por el mismo doctor Eduardo Corona Martínez, el doctor que su incorporación al Centro de Información y Documentación del
Luis Miguel Morayta Mendoza, el maestro Raúl Francisco González INAH-Morelos: haremos lo propio para que El Tlacuache, nuestro
Quezada, la arqueóloga Giselle Canto Aguilar, el maestro Israel Tlacuache, esté vinculado a las páginas oficiales del INAH, y tenga una
Lazcarro Salgado y la diseñadora gráfica Joanna Morayta Konieczna. mayor visibilidad.
En su recorrido, El Tlacuache ha recibido críticas constructivas y Investigar, conservar y divulgar el patrimonio cultural, son las divisas
felicitaciones como el Reconocimiento al Mérito Estatal en Investigación, centrales para el INAH como institución pública. Dada su magnitud,
en materia de Divulgación y Comunicación, otorgado por el gobierno estas tareas únicamente pueden realizarse con la estrecha colaboración
del Estado de Morelos en 2014, y que seguimos festejando. de otras instituciones y, sobre todo, de la sociedad, haciendo más
El padrino de este Suplemento, Alfredo López Austin, ha señalado eficaces las tareas de promoción y protección del patrimonio cultural,
que: “Entre los múltiples mitos de los que es protagonista el tlacuache, generando la convicción de que todos somos parte del mismo.
destaca –sin duda- el del robo del fuego; y abundan las versiones de sus En la Secretaria de Cultura del gobierno federal, y especialmente en
heroicas aventuras […] robó el pulque y el tabaco, inventó el nombre el Instituto Nacional de Antropología e Historia, estamos convencidos
de los días, determinó que el gran río tuviera curvas, gobernó a los de que la difusión de estos contenidos debe cumplir un papel toral
demás animales antes de la creación… en fin, que el tlacuache es uno para los individuos, los actores sociales y políticos, así como para sus
de los personajes más activos y polifacéticos del tiempo primigenio”1. órganos de gobierno, en tanto que constituyen informaciones de las
En los tiempos actuales, igual que el animalito que le dio nombre, que pueden apropiarse, intervenirlas y reprocesarlas para generar un
nuestro suplemento sustrae el fuego del conocimiento para compartirlo diálogo fructífero y la construcción de nuevos y benéficos espacios e
entre sus lectores, y preserva las características de activo y polifacético. imaginarios sociales culturales.
Las vertiginosas transformaciones de los medios, al ritmo de los Felicitamos a la Coordinación Nacional de Difusión del INAH por el
avances de las tecnologías de la información, han estimulado a El proceso y cuidado editorial, incluido el diseño del libro en el que viene
Tlacuache para que, con astucia, se incorpore a estas dinámicas. La inserto el disco compacto.
1 Alfredo LÓPEZ AUSTIN, “Tlacuache: los animales como personajes Y felicitamos especialmente a todos aquellos que, durante quince años,
del mito”, Arqueología Mexicana 35, IIA-UNAM, También en: El han dado vida a El Tlacuache; y, a todos ustedes, muchas gracias por
Tlacuache 500, 31 dic 2011. En: http://www.academia.edu/8855355/ su atención.
El _Tlacuache_un_animal_elusivo

Celebrando a “El Tlacuache”

Mtro. Valentín López González Aranda,
Consejo de Cronistas de Cuernavaca, A.C.

[



Se debe celebrar] esta compilación digital de 654 ejemplares
del suplemento “El Tlacuache”. Cuyo primer número salió a la
luz el domingo primero de julio de 2001 en el periódico La Jornada.
Semana a semana esta publicación nos proporciona interesantes
artículos sobre aspectos relacionados con la misión del Instituto Nacional
de Antropología e Historia, como son: La conservación y difusión del
patrimonio arqueológico, antropológico, histórico y paleontológico,
principalmente del estado de Morelos, pues ocasionalmente podemos
encontrar temas nacionales o de otras regiones.
En “El Tlacuache” encontramos contenidos de diferente índole como:
Creencias religiosas, ritos y entierros prehispánicos, códices, juegos
de pelota, zonas arqueológicas, materiales arqueológicos que se
encontraron durante las excavaciones, procesos de producción antiguos
como la obtención de tintes para teñir telas, comercio nahua. El proceso
de evangelización en el estado, iconografía de las órdenes religiosas,
retablos, monasterios, capillas y templos, así como la restauración de
piezas importantes. Cuentos y leyendas de los pueblos morelenses,
rescate de archivos, personajes de nuestra historia. Patrimonio mueble
e inmueble de Morelos como Haciendas y murales contemporáneos, y
muchos temas más.
 domingo 25 de diciembre de 2016
Resultaban interesantes dos secciones que desgraciadamente no
tuvieron continuidad: La primera llevaba en nombre en náhuatl de la
flor de pericón, tan utilizada en nuestra tierra morelense. La sección
se llamaba “Yahutli” y era escrita por las biólogas Margarita Avilés y
Macrina Fuentes. En ella se daban a conocer las diferentes especies
de flora, frutos, especies arbóreas y plantas medicinales de nuestro
estado.
La otra sección se llamaba “Nuestro patrimonio desconocido” y las
autoras eran Teresita Loera y Anaite Monterforte, en donde se daban
a conocer de manera breve los retablos y el arte sacro que tenemos en
Morelos.
Sería muy largo mencionar a todos los investigadores que han
colaboraron y escrito en “El Tlacuache”, pero podemos señalar
algunos de ellos como: Miguel Morayta Mendoza, Barbara Konieczna,
Elvira Pruneda, Carlos Fernando Alessio Roble, el Arq. Juan Antonio
Peña Frutis, el Mtro. Israel Lazcarro Salgado, Carlos Barreto Zamudio,
Eduardo Corona, Georgina Yris López y muchos más.
La publicación semanal del suplemento “El Tlacuache” permanece y
deseamos que siga por mucho tiempo más. Esta versión digital recopila
hasta el número 654 del 28 de diciembre de 2014. Casi 14 años de
publicaciones.
Para un suplemento o una revista con estas características no es fácil
permanecer por tanto tiempo en circulación, solamente con la voluntad
y entusiasmo de una institución como el INAH se puede lograr.
En la historia editorial de nuestro estado existen varios ejemplos de
publicaciones con iguales objetivos, que surgieron gracias a esfuerzos
individuales o colectivos, pero que no pudieron prosperar debido a las
dificultades económicas o de organización, como es el caso de la revista
“Vitral”, que surgió en 1963 y que era un órgano de difusión cultural
del entonces Instituto de Ciencias y Artes del Estado de Morelos, y
cuyo director de la revista era mi padre Valentín López González.
El maestro Efraín Ernesto Pacheco que era un gran apasionado de la
escritura editaba la revista “Cultura”, y escribía su columna “Las fechas
y los hechos”, que publicaba en una revista mensual homónima.
Teodoro Lavín León a finales de los años 80 y principios de los 90
publicaba la revista “Guiaaaa”, que aunque su contenido se centraba
en aspectos culturales de Morelos, también incluía temas políticos y
sociales.
Obviamente no puedo dejar de señalar el antecedente de “El Tlacuache”
llamado “Tamoanchan”, era también suplemento, pero del periódico
El Regional y por un tiempo de la Unión de Morelos. Esta publicación
surgió en 1988 y permaneció durante los 90. Haciendo también
importantes aportaciones a la cultura morelense.
Actualmente el INAH Morelos está realizado valiosos esfuerzos para
también rescatar digitalmente los ejemplares de esa publicación. Pero
llevará un poco más de tiempo, pues no se cuenta actualmente con
todos los ejemplares y estamos en la búsqueda de los faltantes, y digo
estamos porque me han solicitado apoyo y hemos localizado en el
758
archivo de mi padre más de cien ejemplares.
Continuando con el tema de las publicaciones de difusión cultural,
podemos decir que la vida de éstas es relativamente corta y de difícil
manufactura.
Patricia Suárez O. coordinadora del suplemento que hoy nos reúne, en
el número 92 del domingo 6 de julio de 2003, para celebrar su segundo
aniversario, escribió un pequeño texto, que me gustó mucho y que
representa todas las dificultades que tienen que pasar los editores de
publicaciones culturales. Dicho texto se titula “A la caza del Tlacuache”,
el cual me permito recordar:
Siempre pensé que el Tlacuache, por la lentitud de sus movimientos,
era un animal muy fácil de capturar, pero ¡en que grave error me
encontraba!
La experiencia de estos dos años coordinando el suplemento me
demostró que no hay actividad más agotadora que la de estar a la caza de
un Tlacuache, por pequeño que este sea. Hay que aclarar que no todos
los tlacuaches son iguales: hay tlacuachillos, tlacuachones, señores
tlacuaches, tlacuaches imberbes, tlacuaches agazapados, tlacuatzins,
tlacuaches de cola corta, tlacuaches de pata dura, tlacuaches viscerales,
tlacuaches egocéntricos, tlacuaches que se hacen los muertos ¡en fin!
Cuando avizoro a cualquiera de estos ejemplares, primero tengo que
rondarlo, seducirlo, atraerlo y cuando ya estoy casi segura de tenerlo
en mi poder, ¡resulta que se escapó! dejándome el consabido recadito:
« mañana, al ratito, ya merito».
Pero insisto e insisto en corretearlo: aquí, allá y acullá; subo y bajo
buscando hasta en los lugares más recónditos: ¿correría al edificio de
Arqueología? ¡no!, ¿estará con los antropólogos? ¡no!, ¿lo escondieron
las biólogas? ¡no!, ¿se metería tal vez a Restauración?, ¿estará haciendo
su informe?, ¿se iría a atender una denuncia? !Uff!
Por fin toda atlacuachada lo atrapo en la Fototeca, con las químicas
o en cualquier otro lugar en donde menos me imaginaba. Cuando
finalmente lo capturo, lo acicalo: le enderezo las patas, le peino el lomo,
le arreglo las orejas, le aliso el pelo y, cuando muy oronda presento mi
trofeo para que lo evalúen, resulta que la preciada presa no llena los
requisitos indispensables para exhibirlo y tengo que volver a empezar
con mis pesquisas. Y esta danza se repite cada semana.
¡Ah! pero como lo disfruto
A pesar de los obstáculos y dificultades que se presentan en el camino
creo que la Delegación del Instituto Nacional de Antropología e
Historia, debe continuar con la importante tarea de comunicar a la
sociedad los resultados de sus investigaciones, descubrimientos y
trabajos que realizados.
Sus publicaciones harán que los morelenses y los arraigados en
nuestra entidad valoren y cuiden cada vez más el patrimonio cultural e
histórico de esta tierra. Sus textos nos harán reflexionar y despertará en
los jóvenes vocaciones para la antropología, la historia, la arqueología,
y la paleontología.
Sigan adelante con empeño y dedicación y muchas felicidades por este
gran logro.

El suplemento “El Tlacuache” y la tradición
de divulgar del Centro INAH Morelos
P
ermítanme decirles que en esta noche, debemos celebrar no
solo la obra sino los esfuerzos que han desplegado tanto los
miembros del Centro INAH Morelos como muchos
colaboradores externos para mantener viva la difusión y la divulgación
científica y cultural a través de varios suplementos que construyeron
una historia que se extiende por más de tres décadas.
¿Cómo comentar en unos minutos esta prolongadísima historia,
aunque hoy nos circunscribimos a quince años? Tratar de referirme a la
enorme cantidad de temas y autores involucrados me tomaría mucho
más que eso. Para lo que si me alcanza es para señalar ciertas etapas
e importantes apoyos, que han permitido la continuidad de nuestras
experiencias de divulgación y nuestro suplemento.
Valdría la pena evocar cual era la situación en cuanto a las instancias de
divulgación cultural al inicio de la década de los ochenta, justo cuando
se empieza el primer suplemento cultural del Centro INAH Morelos:
Tamoanchan.
Imaginar esa época es un poco complicado especialmente para los que
no había nacido aun o para los que eran muy pequeños entonces. No
existían teléfonos celulares, vamos la mitad de la población no tenía
teléfono de casa. No había televisión de paga, una buena parte de la
población no tenía televisión. Había un auditorio pequeño en el Hotel
Casino de la Selva, en donde se daban funciones de teatro y de cine.
Una delegación de Bellas Artes tenía un cine club intermitente. No
existía aún ni el Instituto de la Cultura, hoy Secretaría de la Cultura, ni
la delegación de la Dirección de Culturas Populares, ni la del Instituto
Nacional Indigenista, hoy la CDI. En la UAEM no existía la Facultad de
Humanidades. El Museo Cuauhnáhuac,(Palacio de Cortés) trataba de
crear un público y hasta un gusto por la divulgación de la cultura y a
veces de la ciencia. Los centros de investigación se multiplicaban, pero
sus instrumentos de divulgación hacía la sociedad morelense eran más
bien parcos. Pero si había el periódico El Nacional, ahora, El Regional,
que junto con el Centro INAH Morelos iniciaban un suplemento
cultural, el Tamoanchan.
Fueron apareciendo los suplementos dentro de las secciones locales
de los diarios de cobertura nacional. Estos suplementos tuvieron un
papel importante en la difusión y divulgación de: la historia, los procesos
sociales, la ciencia, la literatura y las demás artes entre otros aspectos.
www.morelos.inah.gob.mx
758 domingo 25 de diciembre de 2016
Dr. Luis Miguel Morayta Mendoza
Centro INAH Morelos
Entonces nuestro entrañable y extrañado amigo, el periodista Efraín
Pacheco Cedillo siendo director del periódico el Nacional, luego el
Regional, y su equipo, sin ninguna restricción y si con mucho impulso
nos abrieron las puertas, para crear el suplemento, Tamoanchan.
En una siguiente etapa tuvimos una breve temporada en el periódico La
Unión. Esta empresa iniciaba la transmisión por internet del periódico y
justo después del primer número recibimos comentarios desde Europa
del Este.
El antropólogo y entonces director de la Jornada del Sur, Francisco
Guerrero Garro, también nos abrió sus puertas y con mucho ánimo
ayudo en el nacimiento del suplemento “El Tlacuache”. Este afortunado
parto se vio enriquecido con el bondadoso apadrinamiento del Dr.
Alfredo López Austin.
Los suplementos en general desafortunadamente se fueron apagando
por varias razones, especialmente económicas. Pero tanto el apoyo
institucional como financiero del INAH, al igual que el que brindó
León García Soler, director subsecuente de la Jornada de Morelos, le
permitió al Tlacuache sobrevivir y existir hasta ahora
El Dr. López Austín nos recordó en una espléndida conferencia de
aniversario sobre “el mito del tlacuache” las cualidades de éste y el
papel que tuvo como proveedor del fuego y el tabaco. Entre estas
cualidades está el aguante a los golpes y su capacidad de fingirse
muerto. Así este suplemento ha superado duros embates y ha salido
adelante. A veces con errores propios, a veces con ataques desde
afuera, pero, al fin tlacuaches, seguimos vivos.
Esta incesante actividad dio lugar a que en 2014 el Gobierno del
Estado de Morelos le diera el reconocimiento al Mérito Estatal en
Investigación, en materia de divulgación y comunicación, premio que
festejamos como un reconocimiento a la colectividad “tlacuachera”.
Hoy gracias a Eduardo Corona Martínez y a Yamina Nassu Vargas
Rivera tenemos una obra en digital donde hay un acopio de más de
mil quinientos artículos. En ellos queda un acervo para la consulta
pero también significa un compendio del trabajo de varios Comités
Editoriales, formadores y autores. Trabajo con que han alimentado a
este necio y vivaracho ser, orgullo de una institución el INAH, el Centro
Regional Morelos, de la comunidad de los medios de comunicación
que lo han cobijado y de los autores participantes en esta incesante
tarea de divulgar los patrimonios históricos, culturales y naturales,
especialmente del estado de Morelos.
Seguiremos adelante.
Gracias.
Órgano de difusión de la comunidad de la Delegación INAH Morelos
Consejo Editorial
Eduardo Corona Martínez Luis Miguel Morayta Mendoza
Raúl Francisco González Quezada Giselle Canto Aguilar
Coordinación editorial de este número: Eduardo Corona Martínez
El contenido de los artículos es responsabilidad exclusiva de sus autores