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Análisis de Varias Variables

Ricardo A. Sáenz
Índice general

Parte 1. Preliminares
Capı́tulo 1. El espacio euclidiano 3
§1. Definiciones básicas 3
§2. Bestiario 9
§3. Topologı́a de Rn 10
§4. Sucesiones en Rn 16
§5. Conjuntos Compactos 18
Ejercicios 22
Capı́tulo 2. Funciones de varias variables 25
§1. Definiciones básicas 25
§2. Continuidad 26
§3. Funciones lineales 29
§4. Continuidad uniforme 31
§5. Oscilación 33
Ejercicios 35

Parte 2. Cálculo en el espacio Euclideano


Capı́tulo 3. Diferenciabilidad 39
§1. Derivada 39
§2. Derivadas parciales 47
§3. Teorema de la función inversa 51
§4. Teorema de la función implı́cita 55

iii
iv Índice general

§5. Derivadas de orden mayor 57


Ejercicios 62
Capı́tulo 4. Convexidad 65
§1. Conjuntos convexos 65
§2. Combinaciones convexas y simplejos 68
§3. Funciones convexas 70
§4. Puntos y valores extremos 75
Ejercicios 77
Capı́tulo 5. Integración 79
§1. La integral de Riemann en Rn 79
§2. Funciones Riemann-integrables 84
§3. Medida de Jordan 92
§4. El teorema de Fubini 95
Ejercicios 98
Capı́tulo 6. Cambio de variable y aplicaciones 101
§1. Particiones de la unidad 101
§2. La integral de Riemann en conjuntos abiertos 106
§3. Cambio de variable 114
§4. El teorema de Sard 120
§5. El teorema de punto fijo de Brouwer 123
Ejercicios 125

Parte 3. Análisis vectorial


Capı́tulo 7. Formas diferenciales 129
§1. Campos vectoriales 129
§2. Formas diferenciales en R3 131
§3. Algebra exterior 137
§4. Cambio de coordenadas 145
Ejercicios 149
Capı́tulo 8. El diferencial exterior 151
§1. El diferencial exterior 151
§2. Campos vectoriales y formas 154
§3. El lema de Poincaré 156
§4. Conjuntos simplemente conexos 160
Índice general v

Ejercicios 164
Capı́tulo 9. Integración de formas diferenciales 167
§1. Complejos en Rn 167
§2. Integrales de lı́nea 175
§3. Integración de formas diferenciales 181
§4. Teorema de Stokes 183
Ejercicios 188

Parte 4. Variedades diferenciables


Capı́tulo 10. Variedades diferenciables 193
§1. Variedades diferenciables en Rn 193
§2. Espacio tangente 198
§3. Variedades con frontera 201
Ejercicios 204
Capı́tulo 11. Orientación 207
§1. Campos vectoriales y formas diferenciales 207
§2. Orientación 210
§3. Orientación inducida en ∂M 214
Ejercicios 217
Capı́tulo 12. El teorema de Stokes 219
§1. Integración de formas en variedades 219
§2. El teorema de Stokes 223
§3. Volumen 225
§4. Los teoremas clásicos 229
Ejercicios 231
Parte 1

Preliminares
Capı́tulo 1

El espacio euclidiano

1. Definiciones básicas
El espacio euclidiano, denotado por Rn , está definido por el conjunto

(1.1) Rn = {x = (x1 , x2 , . . . , xn ) : xi ∈ R}.

Es decir, Rn es el producto cartesiano de n copias de R, el conjunto de los


números reales. Recordemos que R es un campo ordenado completo, es decir,
todo conjunto no vacı́o acotado por arriba tiene una mı́nima cota superior
(supremo). Una manera equivalente de enunciar la completitud de R es el
hecho de que toda sucesión de Cauchy en R converge. Hablaremos más sobre
sucesiones de Cauchy, particularmente en Rn , más adelante.
Notemos que, en la ecuación (1.1), las coordenadas de cada vector en
Rn se denotan con superı́ndices, en lugar de subı́ndices: x1 , x2 , etc. Esto nos
simplificará la notación más adelante.
Rn es un espacio vectorial con suma

x + y = (x1 + y 1 , x2 + y 2 , . . . , xn + y n )

y multiplicación escalar

αx = (αx1 , αx2 , . . . , αxn ).

Además, posee el producto interno


n
X
x · y = x1 y 1 + x2 y 2 + . . . + xn y n = xi y i ,
i=1

3
4 1. El espacio euclidiano

también denominado producto punto. Este, a su vez, induce la norma


v
u n
√ uX
|x| = x · x = t (xi )2 ,
i=1

llamada la norma euclideana.


Proposición 1.1. 1. |x| = 0 si y sólo si x = 0;
2. |αx| = |α||x| para todo α ∈ R, x ∈ Rn ;
3. Si x, y ∈ Rn ,
(1.2) |x · y| ≤ |x||y|;
4. Si x, y ∈ Rn ,
(1.3) |x + y| ≤ |x| + |y|.

La desigualdad (1.2) es llamada la desigualdad de Cauchy-Schwarz, mien-


tras que la (1.3) como la desigualdad del triángulo.

Demostración. La demostración de las propiedades (1) y (2) se dejan como


ejercicio. Para (3), si x = 0, entonces ambos lados de la ecuación (1.2) son
cero. Supongamos entonces que x 6= 0. Sea w el vector
y·x
w= x.
|x|2
El vector w es llamado la proyección de y sobre x (véase la figura 1).
Entonces,

x
w

Figura 1. Proyección de y en x

 y·x   y·x 
0 ≤ |y − w|2 = (y − w) · (y − w) = y − x · y − x
|x|2 |x|2
(y · x)2 (y · x)2 2 (y · x)2
= |y|2 − 2 + |x| = |y|2
− ,
|x|2 |x|4 |x|2
de lo cual la ecuación (1.2) se sigue inmediatamente.
1. Definiciones básicas 5

Para (4),
|x + y|2 = (x + y) · (x + y) = |x|2 + 2x · y + |y|2 ≤ |x|2 + 2|x||y| + |y|2 ,
donde la última desigualdad se sigue por la desigualdad de Cauchy-Schwarz.
Por lo tanto, tenemos
|x + y|2 ≤ (|x| + |y|)2 .

Observación 1.2. De la demostración de la proposición 1.1, podemos ob-
servar que tenemos igualdad en (1.2) si y solo si uno de los vectores x o y es
múltiplo escalar del otro. De hecho, si y es múltiplo escalar de x, entonces
y = w, su proyección sobre x.
Similarmente, tenemos igualdad en (1.3) si y solo si x·y = |x||y|, es decir,
cuando uno de los vectores x o y es múltiplo escalar del otro y x · y > 0.
Geométricamente, y se encuentra en la recta generada por x, y en la misma
dirección.

Decimos que los vectores u1 , u2 , . . . , um ∈ Rn generan Rn si para todo


x ∈ Rn existen α1 , . . . , αm tales que
x = α1 u1 + α2 u2 + . . . + αm um .
Es decir, todo x ∈ Rn es una combinación lineal de los vectores u1 , u2 ,
. . . , um .
Decimos que u1 , u2 , . . . , um son linealmente independientes si
α1 u1 + α2 u2 + . . . + αm um = 0
implica que
α1 = α2 = . . . = αm = 0.
Si u1 , u2 , . . . , um generan Rn y son linealmente independientes, entonces de-
cimos que forman una base. Enunciaremos el siguiente teorema, cuya de-
mostración se puede encontrar en cualquier libro de álgebra lineal.
Teorema 1.3. Si u1 , u2 , . . . , um forman una base de Rn , entonces m = n.

Es preciso observar que las bases no son únicas; además, si u1 , . . . , um for-


man una base de Rn , entonces, para cada x ∈ Rn , existen únicos α1 , . . . , αn
tales que
x = α1 u1 + α2 u2 + . . . + αn un .
Ejemplo 1.4. La base estándar de Rn está formada por los vectores e1 , e2 ,
. . . , en , donde
i-ésimo
z}|{
ei = (0, 0, . . . , 1 , . . . , 0).
6 1. El espacio euclidiano

De hecho, si x ∈ Rn ,
x = (x1 , x2 , . . . , xn ) = x1 e1 + x2 e2 + . . . + xn en .
En otras palabras, cada vector de Rn ya se encuentra representado en la
base estándar.

Ejemplo 1.5. En R2 , los vectores u1 = (1, 1), u2 = (1, −1) forman una
base, ya que
x1 + x2 x1 − x2
(x1 , x2 ) = u1 + u2
2 2
y son linealmente independientes.

Decimos que los vectores x, y ∈ Rn son ortogonales si x · y = 0. Por


ejemplo, como ei · ej = 0 si i 6= j, entonces los vectores e1 , . . . , en de la base
estándar son ortogonales entre sı́.
Decimos que u1 , u2 , . . . , un forman una base ortonormal (o.n.) si los vec-
tores son ortogonales entre sı́ y unitarios, es decir, |ui | = 1 para todo i.
Por ejemplo, la base estándar e1 , . . . , en es una base ortonormal.
Los vectores u1 = (1, 1) y u2 = (1, −1) son ortogonales, pero no unitarios.
Sin embargo, se pueden “normalizar”dividiendo cada vector entre su norma:
u1  1 1  u2  1 1 
v1 = = √ ,√ , v2 = = √ , −√ .
|u1 | 2 2 |u2 | 2 2
Proposición 1.6. Sea u1 , u2 , . . . , un una base ortonormal de Rn .
1. Si x ∈ Rn , x = (x · u1 )u1 + . . . + (x · un )un .
pP
2. Si x ∈ Rn , |x| = 2
i (x · ui ) .
3. Si x, y ∈ Rn ,
n
X
x·y = (x · ui )(y · ui ).
i=1

Demostración. 1. Si x = α1 u1 + α2 u2 + . . . + αn un , entonces
x · ui = (α1 u1 + α2 u2 + . . . + αn un ) · ui = αi ui · ui = αi .
2. Del inciso anterior,
X
n  X
n 
2
|x| = x · x = (x · ui )ui · (x · ui )ui
i=1 i=1
n
X Xn
= (x · ui )(x · uj )ui · uj = (x · ui )2 .
i,j=1 i=1
1. Definiciones básicas 7

3. Similarmente al inciso anterior,


X
n  X
n 
x·y = (x · ui )ui · (y · ui )ui
i=1 i=1
n
X n
X
= (x · ui )(y · uj )ui · uj = (x · ui )(y · ui ).
i,j=1 i=1

El espacio generado por los vectores v1 , v2 , . . . , vr es el subespacio de Rn


formado por todas las combinaciones lineales de v1 , v2 , . . . , vr , y se denota
por gen{v1 , v2 , . . . , vr }.
ProyV x es la proyección ortogonal de x sobre el subespacio V , es decir,
el único vector y ∈ V tal que x − y es ortogonal a todo vector en V .

Proposición 1.7. Si V es el subespacio de Rn generado por los vectores


ortonormales v1 , v2 , . . . , vr , entonces
r
X
ProyV x = (x · vi )vi .
i=1

Demostración. La misma demostración de la proposición 1.6 muestra que,


si z ∈ V , entonces
X r
z= (z · vi )vi ,
i=1
si v1 , v2 , . . . , vr son ortonormales.
Xr
Por lo tanto, si y = (x · vi )vi , entonces y ∈ V y, para z ∈ V ,
i=1

 r
X  X
r 
(x − y) · z = x − (x · vi )vi · (z · vi )vi
i=1 i=1
r
X r
X
=x· (z · vi )vi − (x · vi )(z · vi ) = 0.
i=1 i=1

El siguiente teorema nos garantiza que, dado un espacio generado por


vectores v1 , v2 , . . . , vr , siempre podemos escoger en él una base ortonormal.
Su demostración es constructiva, y al algoritmo resultante se le conoce como
el proceso de Gram-Schmidt.
8 1. El espacio euclidiano

Teorema 1.8 (Proceso de Gram-Schmidt). Sean v1 , v2 , . . . , vr vectores li-


nealmente independientes en Rn . Entonces existen vectores ortonormales
u1 , u2 , . . . , ur tales que
gen{u1 , u2 , . . . , uk } = gen{v1 , v2 , . . . , vk }
para k = 1, . . . , r.

Demostración. Tomamos
v1
u1 = .
|v1 |
Para construir u2 , sea
w2 = v2 − (v2 · u1 )u1 .
Vemos que w2 es ortogonal a u1 (figura 2), ası́ que tomamos

v2

u2
w2

u1

Figura 2. La construcción del vector w2 .

w2
u2 = .
|w2 |
Como u1 y u2 son combinaciones lineales de v1 y v2 ,
gen{u1 , u2 } ⊂ gen{v1 , v2 }.
De manera similar, v1 y v2 son combinaciones lineales de u1 y u2 , ası́ que
gen{v1 , v2 } ⊂ gen{u1 , u2 }.
Por inducción, para construir uk+1 tomamos
wk+1 = vk+1 − Proygen{u1 ,...,uk } vk+1 .
Entonces es fácil ver que wk+1 · ui = 0, i = 1, .., k, y wk+1 6= 0 por que los vi
son linealmente independientes. Por lo que escogemos
wk+1
uk+1 = .
|wk+1 |
Es fácil ver, como antes, que
gen{u1 , . . . , uk+1 } = gen{v1 , . . . , vk+1 }.

2. Bestiario 9

La proposición 1.6 y el proceso de Gram-schmidt implican que podrı́amos


escoger cualquier producto interno en Rn y serı́a indistinguible del producto
punto estándar, es decir, tendrı́amos la misma geometrı́a siempre y cuando
tomemos una base ortonormal respecto de dicho producto.

2. Bestiario
En esta sección listamos los subconjuntos de Rn de uso común, como
rectas, planos, o esferas, entre otros. La notación definida aquı́ será utilizada
en el resto del texto.

2.1. Rectas. La recta que pasa por x1 y x2 está parametrizada por


γ(t) = (1 − t)x1 + tx2 , t ∈ R.
Notemos que γ(0) = x1 y γ(1) = x2 . La restricción de γ a [0, 1] es el segmento
de x1 a x2 .

2.2. Hiperplanos. Un hiperplano es un conjunto de la forma


P = {x ∈ Rn : x · x0 = c},
donde x0 ∈ Rn , x0 6= 0, y c ∈ R. El hiperplano ortogonal a n ∈ R, que pasa
por x∗ ∈ R, está dado por
{x : (x − x∗ ) · n = 0}.
Un hiperplano P divide a Rn en dos semiespacios
{x : x · x0 > c} y {x : x · x0 < c}.
Si x0 = en y c = 0, a estos se les llama semiespacio superior e inferior de
Rn , respectivamente.

2.3. Esferas y Bolas. La esfera en Rn es el conjunto


Sn−1 = {x : |x| = 1},
es decir, el conjunto de vectores unitarios en Rn . La bola está dada por el
conjunto
Bn = {x : |x| ≤ 1}.
Si x0 ∈ Rn y r > 0, la esfera de radio r alrededor de x0 está dada por el
conjunto
Sr (x0 ) = {x : |x − x0 | = r} = rSn−1 + x0 ,
mientras que la bola de radio r alrededor de x0 está dada por
Br (x0 ) = {x : |x − x0 | ≤ r} = rBn + x0 .
La bola abierta de radio R alrededor de x0 es el conjunto
Br0 (x0 ) = {x : |x − x0 | < r}.
10 1. El espacio euclidiano

En la siguiente sección se aclarará la razón por la cual Br0 (x0 ) es llamada


bola abierta.

2.4. Conjuntos convexos y estrella. Decimos que A ⊂ Rn es un con-


junto convexo si, para todo x, y ∈ A, el segmento de x a y está en A. Decimos
que A ⊂ Rn es un conjunto estrella si existe x0 ∈ A tal que, para x ∈ A, el
segmento de x0 a x está en A. Véase la figura 3. Más adelante (capı́tulo 4)

(a) (b)

Figura 3. Ejemplos de un conjunto convexo (a) y un conjunto estrella (b).

estudiaremos los conjuntos convexos con más profundidad.

2.5. Rectángulos. Un rectángulo en Rn es un conjunto de la forma


R = I1 × I2 × . . . × In ,
el producto cartesiano de n intervalos acotados Ii en R. Si cada Ii es un
intervalo abierto, entonces decimos que R es un rectángulo abierto. Si cada
Ii es cerrado, entonces decimos que R es un rectángulo cerrado.1

3. Topologı́a de Rn
La topologı́a de un espacio permite estudiar los conceptos básicos del
análisis como convergencia (estudiada más tarde en este capı́tulo) o conti-
nuidad (estudiada en el siguiente capı́tulo). En esta sección estudiaremos las
principales propiedades topológicas del espacio euclideano.
Definición 1.9. Decimos que U ⊂ Rn es un conjunto abierto si, para cada
x ∈ U , existe ε > 0 tal que Bε0 (x) ⊂ U .
Ejemplo 1.10. Los conjuntos ∅ y Rn son abiertos. El caso de Rn es claro;
sin embargo, el hecho de que ∅ es abierto se debe a la veracidad del enunciado
“si x ∈ ∅, entonces existe ε > 0 tal que Bε0 (x) ⊂ ∅”, ya que “x ∈ ∅” es falso,
por la definición del conjunto vacı́o.
1Los rectángulos en Rn también son conocidos por los nombres cubo o hipercubo.
3. Topologı́a de Rn 11

Ejemplo 1.11. Una bola abierta es un conjunto abierto. Para mostrar esto,
consideremos la bola
Br0 (x) = {y ∈ Rn : |x − y| < r},
y tomamos y ∈ Br0 (x). Sean δ = r − |x − y| y z ∈ Bδ0 (y). Entonces, por la
desigualdad del triángulo,
|z − x| ≤ |z − y| + |y − x| < δ + |x − y| = r,
por lo que z ∈ Br0 (x) y por lo tanto Bδ0 (y) ⊂ Br0 (x).

Ejemplo 1.12. Un rectángulo abierto es un conjunto abierto: Si


R = (a1 , b1 ) × (a2 , b2 ) × · · · × (an , bn )
y x ∈ R, sea
1
ε= mı́n{x1 − a1 , b1 − x1 , . . . , xn − an , bn − xn }.
2
Entonces Bε0 (x) ⊂ R.

El ejemplo anterior permite concluir la siguiente proposición, la cual


provee una definición equivalente de conjunto abierto.

Proposición 1.13. U ⊂ Rn es abierto si, y solo si, para todo x ∈ U existe


un rectángulo abierto R tal que x ∈ R y R ⊂ U .

Demostración. Sea U abierto y x ∈ U . Entonces existe ε > 0 tal que


Bε (x) ⊂ U . Sea
 ε ε   ε ε   ε ε 
R = x1 − √ , x1 + √ × x2 − √ , x2 + √ ×· · ·× xn − √ , xn + √ .
n n n n n n
Entonces x ∈ R y R ⊂ Bε0 (x) ⊂ U .
Supongamos ahora que para cada x ∈ U podemos encontrar un rectángu-
lo abierto R = (a1 , b1 ) × (a2 , b2 ) × . . . × (an , bn ) tal que x ∈ R y R ⊂ U .
Sea
1
ε = mı́n{x1 − a1 , b1 − x1 , . . . , xn − an , bn − xn }.
2
0
Entonces Br (x) ⊂ R ⊂ U , y U es abierto. 

Si x ∈ Rn , una vecindad de x es un conjunto abierto U en Rn que lo


contiene, es decir, x ∈ U .

Definición 1.14. Sea A ⊂ Rn y x ∈ Rn . Decimos que x es un punto de


acumulación de A si, para todo r > 0, Br0 (x) ∩ A es infinito.
12 1. El espacio euclidiano

Observación 1.15. De manera análoga a la definición de abierto, podemos


mostrar que x es un punto de acumulación de A si, y solo si, para todo
rectángulo abierto R tal que x ∈ R, R ∩ A es infinito.
En general, x es un punto de acumulación de A si toda vecindad de x
contiene un número infinito de puntos en A.

Si el conjunto A tiene algún punto de acumulación, entonces A, por la


definición anterior, es infinito. Además, si x es un punto de acumulación de
A, entonces no necesariamente x ∈ A. Sin embargo, si x es un punto de
acumulación de A y x ∈ / A, entonces nos podemos “acercar” desde A a x
arbitrariamente; es decir, para todo r > 0, existe y ∈ A tal que |x − y| < r.
Proposición 1.16. Sea A ⊂ Rn y x ∈ Rn . x es un punto de acumulación
de A si, y solo si, para todo r > 0, Br0 (x) ∩ A \ {x} =
6 ∅.

Es decir, x es punto de acumulación de A si, y solo si, cada bola alrededor


de x contiene puntos de A distintos de x.

Demostración. Claramente, si x es punto de acumulación de A, Br0 (x) ∩


6 ∅ porque Br0 (x) ∩ A es infinito.
A \ {x} =
Para mostrar la inversa, suponemos que x no es punto de acumulación
de A. Entonces existe r > 0 tal que Br0 (x) ∩ A es finito. Si Br0 (x) ∩ A = {x},
entonces Br0 (x) ∩ A \ {x} = ∅. Suponemos entonces que
Br0 (x) ∩ A = {x1 , . . . , xk } =
6 {x},
y sea δ = mı́n{|xi − x| : xi 6= x}. Entonces Bδ0 (x) ∩ A \ {x} = ∅. 

Desde luego, esta proposición también se puede enunciar, de manera


equivalente, con rectángulos (ejercicio 11).
Definición 1.17. Decimos que A ⊂ Rn es cerrado si contiene todos sus
puntos de acumulación.

Esta definición sugiere que un conjunto cerrado no tiene “puntos cerca-


nos exteriores”, y de ahı́ el nombre “cerrado”. En particular, si A es cerrado
yx∈ / A, entonces existe r > 0 tal que Br0 (x) ∩ A es finito, digamos
Br0 (x) ∩ A = {x1 , . . . , xk }.
Si tomamos δ = mı́n{|xj − x| : j = 1, . . . , k}, entonces Bδ0 (x) ∩ A es vacı́o.
Ahora veamos la relación entre conjuntos cerrados y abiertos.
Proposición 1.18. A ⊂ Rn es cerrado si, y solo si, Rn \ A es abierto.

Demostración. Supongamos que A es cerrado y x ∈ Rn \A. Como x ∈ / A, x


0
no es punto de acumulación de A, ası́ que existe ε > 0 tal que Bε (x)∩ A = ∅.
Es decir, Bε0 (x) ⊂ Rn \ A. Ası́ que Rn \ A es abierto.
3. Topologı́a de Rn 13

Supongamos ahora que Rn \ A es abierto y x ∈ / A. Entonces x ∈ Rn \ A.


Como Rn \ A es abierto, existe ε > 0 tal Bε0 (x) ⊂ Rn \ A. Entonces Bε0 (x) ∩
A = ∅, por lo que x no es punto de acumulación de A. Por lo tanto, A es
cerrado. 

Esta proposicón nos permite definir, equivalentemente, un conjunto ce-


rrado simplemente como el complemento de un conjunto abierto, sin hacer
referencia a los puntos de acumulación. Sin embargo, de manera inversa,
también nos ofrece una alternativa: podemos definir primero los conjuntos
cerrados a través de sus puntos de acumulación, y luego definir un conjunto
abierto como el complemento de un conjunto cerrado. Cualquiera de estas
opciones es válida para definir la topologı́a en Rn , y todas son utilizadas en
distintos textos de análisis, dependiento del gusto del autor.
Definición 1.19. Sea A ⊂ Rn . La frontera de A, fr A, es el conjunto de
x ∈ Rn tales que, para todo ε > 0,
Bε0 (x) ∩ A 6= ∅ y Bε0 (x) ∩ (Rn \ A) 6= ∅.

Equivalentemente, x ∈ fr A si, y solo si, para todo rectángulo abierto R


que contiene a x,
R ∩ A 6= ∅ y R ∩ (Rn \ A) 6= ∅.
Véase la figura 4.

AC

Figura 4. Un punto en la frontera de A.

Notemos que, si x ∈ fr A, entonces x es un punto de acumulación de A o


de Rn \ A. Más aún, si x es un punto de acumulación de A y x ∈
/ A, entonces
x ∈ fr A.
14 1. El espacio euclidiano

Podemos observar, además, que fr A = fr(Rn \ A).


Ejemplo 1.20. fr Rn = fr ∅ = ∅.
Ejemplo 1.21. La frontera de un bola es una esfera. De hecho,
fr Br (x) = fr Br0 (x) = Sr (x).
Más aún, fr Sr (x) = Sr (x).
Ejemplo 1.22. Si R = (a1 , b1 ) × . . . × (an , bn ), entonces

fr R =
{a1 } × [a2 , b2 ] × . . . × [an , bn ] ∪ {b1 } × [a2 , b2 ] × . . . × [an , bn ] ∪ . . .
∪ [a1 , b1 ] × . . . × {bn }.
Es decir, fr R es la unión de las ”caras”de R.
T
Ejemplo 1.23. Sea Q = [0, 1] Q y consideremos Q × [0, 1] ⊂ R2 . (Véase
la figura 5.) Si x ∈ [0, 1] × [0, 1] y x ∈ (a, b) × (c, d) entonces existe
1

0 1/3 1/2 2/3 1

Figura 5. Representación simple del conjunto A = Q × [0, 1]. Nótese


que A está formado por la unión de rectas verticales, cada una sobre un
número racional en [0, 1].

q ∈ (a, b) ∩ [0, 1] ∩ Q,
ası́ que (q, x2 ) ∈ Q × [0, 1]. Además, existe
α ∈ (a, b) ∩ [0, 1] \ Q,
ası́ que (α, x2 ) ∈ R2 \ (Q × [0, 1]). Por lo tanto
fr(Q × [0, 1]) = [0, 1] × [0, 1].
Definición 1.24. Sea A ⊂ Rn . La cerradura de A, denotada por Ā, está de-
finida como la unión de A y sus puntos de acumulación.

La siguiente proposición establece algunas propiedades de la cerradura.


Proposición 1.25. Sea A ⊂ Rn .
3. Topologı́a de Rn 15

1. Ā es cerrado.
2. Si E es cerrado y E ⊃ A, entonces Ā ⊂ E.
3. Si A ⊂ B entonces Ā ⊂ B̄.
4. Ā = Ā.

Demostración. 1. Sea x un punto de acumulación de Ā y sea R un


rectángulo que contiene a x. Queremos mostrar que R∩A es infinito,
de tal forma que x es punto de acumulación de A y entonces x ∈ Ā.
Si no, como R ∩ Ā es infinito, podemos tomar y ∈ R ∩ (Ā \ A). Pero
entonces y es un punto de acumulación de A y, como y ∈ R, R ∩ A
es infinito, lo cual es una contradicción.
2. Si x es un punto de acumulación de A y A ⊂ E, entonces x es un
punto de acumulación de E. Como E es cerrado, x ∈ E. Pero esto
implica que Ā ⊂ E.
3. La demostración es similar a (2).
4. Por (1), Ā es cerrado, ası́ que, por (2), Ā ⊂ Ā. De (3), como A ⊂ Ā,
tenemos Ā ⊂ Ā.


La parte (2) de la proposición 1.25 implica que la cerradura del conjunto


A es el “menor” de los conjuntos cerrados que contienen a A.
Definición 1.26. Sea A ⊂ Rn . El interior de A es el conjunto
int(A) = A0 = {x ∈ A : existe ε > 0 tal que Bε0 (x) ⊂ A}.
El exterior de A está definido como el conjunto
ext(A) = {x ∈ Rn \ A : existe ε > 0 tal que Bε0 (x) ∩ A = ∅}.

Similarme a la cerradura, es posible mostrar que el interior de A es ahora


el “mayor” de los conjuntos abiertos contenidos en A (ejercicio 14). Además,
notamos que ext(A) = int(Rn \ A). La siguiente proposición es muy fácil de
demostrar (ejercicio 15).

Proposición 1.27. Sea A ⊂ Rn .


1. A0 = A \ fr A.
2. ext(A) = int(Rn \ Ā).
3. fr A = Ā ∩ (Rn \ A).
Ejemplo 1.28. Q0 = ∅ y Q̄ = R. Nótese que, en este caso, el interior es
vacı́o, aún cuando la cerradura es “grande”.
16 1. El espacio euclidiano

4. Sucesiones en Rn
Una sucesión en Rn es una función f : N → Rn . Si f (k) = xk , simple-
mente denotamos f como (xk )∞ k=0 , o simplemente como (xk )k o (xk ), si los
subı́ndices y sus rangos son claros. Notemos que
xk = (x1k , x2k , . . . , xnk ),
por lo que cada una de las coordenadas de los xk definen una sucesión (xik )k
en R.
Definición 1.29. Decimos que la sucesión (xk ) converge a L ∈ Rn si, para
todo ε > 0, existe N tal que, si k ≥ N ,
|L − xk | < ε.

Si la sucesión (xk ) converge a L, escribimos xk → L. Más aún, L es único


(ejercicio 16), y lo llamamos el lı́mite de (xk ), y escribimos
L = lı́m xk .

No es muy difı́cil verificar los siguientes enunciados, cada uno caracteri-


zando la convergencia de una sucesión:
1. La sucesión (xk ) converge a L ∈ Rn si, para todo ε > 0, existe N
tal que, para k ≥ N , xk ∈ Bε0 (L);
2. La sucesión (xk ) converge a L ∈ Rn si, para todo rectángulo abierto
R que contiene a x, existe N tal que, para k ≥ N , xk ∈ R.
Sin embargo, en la práctica, la siguiente proposición es muy útil.
Proposición 1.30. La sucesión (xk )k converge en Rn si, y solo si, cada
(xik )k converge en R.

Demostración. Suponemos que xk → L y sea ε > 0. Sea N tal que k ≥ N


implica |xk − L| < ε. Entonces, para k ≥ N ,
q
|xik − Li | ≤ (x1k − L1 )2 + . . . + (xik − Li )2 + . . . + (xnk − Ln )2 < ε.

Suponemos ahora que cada xik → Li , y sea ε > 0. Tomamos Ni tal que,
para k ≥ Ni ,
ε
|xik − Li | < √ .
n
Tomamos N = máxi Ni y L = (L1 , . . . , Ln ). Entonces, si k ≥ N ,
q r
1 2 n 2
ε2 ε2
|xk − L| ≤ (xk − L1 ) + . . . + (xk − Ln ) < + ... + = ε.
n n

4. Sucesiones en Rn 17

Decimos que (xk ) es una sucesión en A ⊂ Rn si xk ∈ A para todo


k. La siguiente proposición clasifica los conjuntos cerrados en términos de
sucesiones.
Proposición 1.31. Un conjunto A ⊂ Rn es cerrado si, y solo si, para toda
sucesión (xk ) en A que converge a L, L ∈ A.
En otras palabras, un conjunto es cerrado si contiene sus lı́mites.

Demostración. Supongamos que A es cerrado y sea (xk ) en A una sucesión


que converge a L. Sea R un rectángulo abierto que contiene a L, y ε > 0 tal
que Bε (L) ⊂ R. Entonces, como xk → L, existe K tal que xK ∈ R. Como
xK ∈ A, hemos demostrado que R ∩ A 6= ∅. Entonces, L está en A ó es un
punto de acumulación de A. Como A es cerrado, en ambos casos L ∈ A.
Supongamos ahora que toda sucesión en A que converge tiene su lı́mite
en A. Sea x un punto de acumulación de A. Para cada k ≥ 1, sea xk ∈ A tal
que |xk − x| < 1/k. Tal xk debe existir porque B1/k (x) ∩ A 6= ∅. Entonces
xk es una sucesión en A y xk → x, por lo que x ∈ A. 
Definición 1.32. Decimos que la sucesión (xk ) es acotada si existe M > 0
tal que xk ∈ BM (0) para todo k; es decir , |xk | ≤ M .
Equivalentemente, (xk ) es acotada si existe un rectángulo R tal que
xk ∈ R, para todo k. Más aún, (xk ) es acotada en Rn si, y solo si, cada (xik )
es acotada en R.
El siguiente teorema es muy importante, y es conocido como el teorema
de Bolzano-Weierstrass. Para su demostración asumiremos el teorema en la
recta real R.2
Teorema 1.33 (Bolzano-Weierstrass). Toda sucesión acotada tiene una
subsucesión que converge.

Demostración. Si (xk ) es acotada, cada (xik ) es acotada. Por el teorema de


Bolzano-Weierstrass en R, (x1k ) tiene una subsucesión que converge, digamos
(x1kl )l . Inductivamente, si
(x1kl )l , (x2kl )l , . . . , (xpkl )l
son subsucesiones convergentes de (x1k ), . . . , (xpk ), respectivamente, entonces
tomamos una subsucesión de (kl ) de tal forma que (xp+1 klm )m converge. Al
final, obtenemos subsucesiones
(x1kl )l , (x2kl )l , . . . , (xnkl )l
convergentes, por lo que (xkl ) es un subsucesión de (xk ) convergente, por la
proposicion 1.30. 
2Véase, por ejemplo, [Gaughan].
18 1. El espacio euclidiano

El teorema de Bolzano-Weierstrass nos permite demostrar la siguiente


propiedad de los conjuntos cerrados, de la cual haremos uso más adelante.
Proposición 1.34. Sea A un conjunto cerrado no vacı́o y x ∈ Rn . Entonces
existe un punto y ∈ A tal que |x − y| es mı́nimo.

Demostración. Sea x ∈ Rn y definimos d : A → R por d(y) = |x − y|. Sea


r0 = ı́nf{d(y) : y ∈ A}. Entonces, para todo k ≥ 1, existe yk ∈ A tal que
r0 ≤ d(yk ) < r0 + 1/k.
La sucesión (yk ) es acotada y, por el teorema de Bolzano-Weierstrass, tiene
una subsucesión que converge, digamos ykl → y. Como A es cerrado, la
proposición 1.31 implica que y ∈ A.
Además, d(y) = r0 . Para ver esto, dado ε > 0 tomamos K > 2/ε tal que
|yK − y| < ε/2. Entonces
1 ε
r0 ≤ d(y) = |x − y| ≤ |x − yK | + |yK − y| < r0 + + < r0 + ε.
K 2
Como ε > 0 es arbitrario, d(y) = r0 . 

Si x ∈ A, entonces d(x) = 0, por lo que d toma su mı́nimo en x. Ahora


bien, como A es cerrado, si x ∈
/ A, entonces x no es un punto de acumulación
de A y existe r > 0 tal que Br0 (x) ∩ A = ∅. Entonces r0 ≥ r > 0.
Definición 1.35. Decimos que la sucesión (xk ) es una sucesión de Cauchy
si, para cada ε > 0, existe N tal que, si k, l ≥ N , entonces |xk − xl | < ε.

En otras palabras, (xk ) es de Cauchy si sus términos se acercan entre sı́,


arbitrariamente.
Si una sucesión converge, entonces es de Cauchy. Para verificarlo, su-
ponemos que xk → L. Entonces, dado ε > 0, existe N tal que, si k ≥ N ,
|xk − L| < ε/2. Por lo tanto, si k, l ≥ N ,
ε ε
|xk − xl | ≤ |xk − L| + |L − xl | < + = ε.
2 2
De manera inversa, si (xk ) es de Cauchy, entonces converge. Esto se sigue
del teorema de Bolzano-Weierstrass (ejercicios 19-21).

5. Conjuntos Compactos
En esta sección estudiaremos los conjuntos compactos y su relación con
sucesiones en Rn . La idea de compacidad fue descubierta por Heine en el
estudio de funciones uniformemente continuas, las cuales estudiaremos en el
siguiente capı́tulo.
5. Conjuntos Compactos 19

Definición 1.36. Sea A ⊂ Rn . Una


S cubierta de A es una colección {Uα } de
conjuntos abiertos tales que A ⊂ α Uα .
Si {Uα } es una cubierta de A, una subcubierta
S es un subconjunto de
{Uα }, digamos {Uαβ } ⊂ {Uα }, tal que A ⊂ β Uαβ .
Decimos que A es compacto, si toda cubierta de A tiene una subcubierta
finita.
Ejemplo 1.37. ∅ es compacto.
Ejemplo 1.38. Un conjunto finito {x1 , x2 , . . . , xk } es compacto. Si {Uα } es
una cubierta de {x1 , x2 , . . . , xk }, existe, para cada i = 1, 2, .., k, αi tal que
xi ∈ Uαi . Entonces {Uα1 , Uα2 , . . . , Uαk } es una subcubierta finita.
Proposición 1.39. Si A es compacto, entonces es cerrado.

Demostración. Demostraremos que, si A no es cerrado, entonces existe


una cubierta de A que no tiene subcubiertas finitas, y por lo tanto no es
compacto.
Sea x ∈/ A un punto de acumulación de A. Entonces, para todo ε > 0,
n
Bε (x) ∩ A 6= ∅. Consideremos los conjuntosS Uk = Rn \ B1/k (x). Cada Uk
es abierto porque B1/k (x) es cerrado, y k Uk = R \ {x}. Como x ∈ / A,
entonces la colección {Uk : k ≥ 1} es una cubierta para A.
Sin embargo, {Uk : k ≥ 0} no tiene subcubiertas finitas: Para cada
colección finita Uk1 , . . . , Ukp , si N = máxi ki , entonces
p
\
Uki = UN = Rn \ B1/N (x).
i=1

Como BN (x) ∩ A 6= ∅, entonces {Uk1 , . . . , Ukp } no cubre a A. 

No todos los conjuntos cerrados son compactos. El espacio Rn es cerrado,


por ejemplo, pero no es compacto porque la cubierta de bolas Bk0 (0), k ≥ 1,
no tiene una subcubierta finita. Sin embargo, los subconjuntos cerrados de
conjuntos compactos sı́ lo son.
Proposición 1.40. Sean E ⊂ F ⊂ Rn . Si E es cerrado y F es compacto,
entonces E es compacto.

Demostración. Sea {Uα } una cubierta S de E. Como E es cerrado, entonces


n n
R \ E es abierto, ası́ que {R \ E} {Uα } es una cubierta de F . Como F es
compacto, tiene una subcubierta finita, digamos {Rn \E, Uα1 , Uα2 , . . . , Uαk }.
Entonces {Uα1 , Uα2 , . . . , Uαk } es una subcubierta finita para E. 
Definición 1.41. Decimos que un conjunto A es acotado si está contenido
en una bola BM (0), para algún M > 0.
20 1. El espacio euclidiano

De manera equivalente, A es acotado si existe un rectángulo R tal que


A ⊂ R.
Proposición 1.42. Si A es compacto, entonces es acotado.

Demostración. Al igual que en la demostración de la proposición 1.39,


mostraremos la contrapositiva. Es decir, supondremos que A no es acotado
para concluir que no es compacto.
S
Consideremos la colección {Bk0 (0) : k ≥ 1}. Como k Bk0 (0) = Rn ,
{Bk0 (0) : k ≥ 1} es una cubierta para A. Sin embargo, no tiene subcubiertas
finitas, porque
Bk01 (0) ∪ . . . ∪ Bk0p (0) = BN
0
(0) 6⊃ A,
donde N = máxi ki , porque A no es acotado. 

Las proposiciones 1.39 y 1.42 implican el siguiente teorema.


Teorema 1.43. Sea A un conjunto compacto y (xk ) una sucesión en A.
Entonces (xk ) tiene una subsucesión que converge en A.

Demostración. Como A es acotado, entonces la sucesión (xk ) tiene una


subsucesión que converge, por el teorema de Bolzano-Weierstrass. Como A
es cerrado, el lı́mite de esta subsucesión está en A. 

El siguiente teorema clasifica los conjuntos cerrados en Rn , y es conocido


como el teorema de Heine-Borel.
Teorema 1.44 (Heine-Borel). A ⊂ Rn es compacto si y sólo si A es cerrado
y acotado.

Demostración. Ya hemos demostrado que todo conjunto compacto es ce-


rrado y acotado (proposiciones 1.39 y 1.42).
Para la inversa, por la proposición 1.40, es suficiente con demostrar que
un rectángulo cerrado es compacto, y lo haremos por contradicción.
Sea R = [a1 , b1 ] × · · · × [an , bn ] un rectángulo cerrado en Rn , y {Uα } una
cubierta para R que no tiene subcubiertas finitas.
Observemos que R es la unión de 2n rectángulos cerrados I1 × · · · × In ,
aj + bj
donde cada Ij es [aj , cj ] o [cj , bj ], cj = , el punto medio del intervalo
2
[aj , bj ]. Entonces, para al menos uno de esos rectángulos, digamos R1 , {Uα }
no tiene subcubiertas finitas para R1 .
Continuamos de esta forma para obtener una sucesión R1 , R2 , . . . de
rectángulos cerrados tales que
1. {Uα } no tiene subcubiertas finitas para Rk ;
2. Rk+1 ⊂ Rk ; y
5. Conjuntos Compactos 21

bj − aj
3. si Rk = I1 × · · · × In , la longitud de cada intervalo Ij es .
2k
Tomamos xk ∈ Rk . Entonces cada sucesión (xjk ) satisface que, para
k, l ≥ N ,
bj − aj
|xjk − xjl | ≤ .
2N
Entonces cada (xjk ) es de Cauchy, y por lo tanto (xk ) es de Cauchy y converge
(ejercicios 18-21). Digamos xk → x.
Como R es cerrado, x ∈ R, y existe α0 tal que x ∈ Uα0 . Pero Uα0 es
abierto, por lo que existe un rectángulo abierto S tal que x ∈ S y S ⊂ Uα0 .
Si S = (p1 , q1 ) × · · · × (pn , qn ), sea
δ = mı́n {xj − pj , qj − xj },
1≤j≤n

bj − aj δ
y sea K tal que N
< para todo j = 1, . . . , n. Como RK es cerrado,
2 2
x ∈ RK , y entonces RK ⊂ S. Pero ası́, RK ⊂ Uα0 , lo cual contradice el
hecho que {Uα } no tiene subcubiertas finitas para RK .
Por lo tanto, todo rectángulo cerrado es compacto, como querı́amos ve-
rificar. 
Ejemplo 1.45. La bola Bn y la esfera Sn−1 son conjuntos cerrados y aco-
tados en Rn . Por el teorema de Heine-Borel, son compactos.

El teorema de Heine-Borel también implica la inversa del teorema 1.43.


Corolario 1.46. Si A es un conjunto tal que toda sucesión en A tiene una
subsucesión que converge en A, entonces A es compacto.

Demostración. Mostraremos que, si A es un conjunto que no es cerrado


o no es acotado, entonces tiene una sucesión sin subsucesiones convergentes
en A. De hecho, por la proposición 1.31, si no es cerrado entonces existe una
sucesión en A con lı́mite fuera de A.
Si A no es acotado, entonces existe una sucesión (xk ) en A tal que,
digamos, |xk | > k. Entonces (xk ) no tiene subsucesiones convergentes.
Por lo tanto, si A es un conjunto tal que toda sucesión en A tiene una
subsucesión que converge en A, entonces A es cerrado y acotado. Por el
teorema de Heine-Borel, A es compacto. 
22 1. El espacio euclidiano

Ejercicios

1. Muestra las primeras dos partes de la proposición 1.1.


2. Muestra la desigualdad del triángulo inversa: Si x, y ∈ Rn ,

|x| − |y| ≤ |x − y|.
3. Demuestra la identidad del palalelogramo: Si x, y ∈ Rn ,
1 
|x|2 + |y|2 = |x + y|2 + |x − y|2 .
2
Explica qué tiene que ver esta identidad con un paralelogramo.
4. Sea V un subespacio de Rn y x ∈ Rn . Si y1 , y2 ∈ V son tales que
x − y1 ⊥ z y x − y2 ⊥ z
para todo z ∈ V , muestra que y1 = y2 . (Sugerencia: Calcula |y1 − y2 |.)
5. Muestra que, si x1 , x2 ∈ Rn , el conjunto
{x ∈ Rn : |x − x1 | = |x − x2 |}
es un hiperplano.
6. Muestra que la intersección de dos rectángulos en Rn es vacı́a o es otro
rectángulo.
7. Muestra que U ∈ Rn es abierto si, y solo si, para todo x ∈ U existe ε > 0
tal que Bε (x) ⊂ U . En otras palabras, podemos definir a los conjuntos
abiertos en términos de bolas cerradas.
8. Muestra que un semiespacio es abierto.
n
S α } es una colección de conjuntos abiertos en R , en-
9. Muestra que si {U
tonces la unión α Uα es un conjunto abierto.
10. Muestra queTsi U1 , U2 , . . . , Uk son conjuntos abiertos en Rn , entonces la
intersección ki=1 Ui es un conjunto abierto.
11. Muestra que x es punto de acumulación de A si, y solo si, para todo
rectángulo abierto R que contiene a x, R ∩ A \ {x} =
6 ∅.
12. Muestra la tercera parte de la proposición 1.25.
13. Muestra que, si x ∈ (fr A) \ A, entonces x es un punto de acumulación
de A.
14. Sea A ∈ Rn y U ⊂ A abierto. Muestra que U ⊂ int A.
15. Demuestra la proposición 1.27.
16. Sea (xk ) una sucesión en Rn tal que xk → L y xk → M . Muestra que
L = M.
17. Muestra que, si (xk ) converge, entonces es acotada.
Ejercicios 23

18. Muestra que la sucesión (xk ) es de Cauchy en Rn si y solo si cada sucesión


(xik ) es de Cauchy en R.
19. Si (xk ) es una sucesión de Cauchy, entonces es acotada.
20. Sea (xk ) una sucesión de Cauchy tal que una subsucesión converge,
digamos xkl → L. Muestra que xk → L.
21. Concluye, de los problemas anteriores, que toda sucesión de Cauchy en
Rn converge. (Utiliza el teorema de Bolzano-Weierstrass.)
22. Muestra que todo conjunto infinito y acotado en Rn tiene un punto de
acumulación.
 1 3 
23. Considera, en R, la cubierta { , : n = 1, 2, . . .} del conjunto
n 1 1 o 2n 2n
1, , , . . . . Muestra que esta cubierta no tiene subcubiertas finitas.
2 3
24. Considera, en Rn , la cubierta {An }n ,
1 3
An = {x ∈ Rn : < |x| < },
2n 2n
para la bola punteada B1∗ (x) = {x : 0 < |x| ≤ 1}. Muestra que esta
cubierta no tiene subcubiertas finitas.
Capı́tulo 2

Funciones de varias
variables

1. Definiciones básicas
En este texto consideraremos funciones f : A → Rm , A ⊂ Rn . Dichas
funciones son comúnmente denominadas como funciones de varias varia-
bles, ya que cada coordenada de x ∈ A se puede ver como una variable
independiente de f . De hecho escribimos, para x ∈ A,

f (x) = f (x1 , x2 , . . . , xn ).

Para cada x ∈ A, f (x) ∈ Rm , y escribimos las coordenadas de este vector


como f i (x). Entonces

f (x) = (f 1 (x), f 2 (x), . . . , f m (x)).

Las funciones f i : A → R son llamadas componentes de f .


Recordemos que la imagen de f es el conjunto

f (A) = {f (x) ∈ Rm : x ⊂ A},

y la preimagen de B ⊂ Rm bajo f es

f −1 (B) = {x ∈ A : f (x) ∈ B}.

Si f : A → B, B ⊂ Rm , y g : B → Rp , entonces la composición
g ◦ f : A → Rp está dada por

g ◦ f (x) = g(f (x)).

25
26 2. Funciones de varias variables

Si f : A → Rm es inyectiva, entonces existe f −1 : f (A) → Rn tal que


f −1 (y) = x si y solo si f (x) = y. En tal caso, f −1 ◦ f : A → A es la función
identidad en A (x 7→ x), y f ◦ f −1 : f (A) → f (A) es la identidad en f (A).
También definiremos las proyecciones π i : Rn → R, las cuales están
dadas por π i (x) = xi . Notemos que, para f : A → Rm ,
f i = π i ◦ f.
Definición 2.1. Si x0 es un punto de acumulación de A, decimos que f :
A → Rm tiene lı́mite en x0 si existe L ∈ Rm tal que, para todo ε > 0, existe
δ > 0 tal que, si 0 < |x − x0 | < δ, entonces |f (x0 ) − L| < ε.

De existir, el punto L es único (ejercicio 1) y es llamado el lı́mite de f


en x0 . Escribimos
lı́m f (x) = L,
x→x0
o simplemente lı́mx0 f = L. En la definición de lı́mite notamos que x0 no
necesariamente está en A, y en tal caso f no está definida en x0 . De hecho,
cuando f sı́ está definida en x0 , no necesariamente f (x0 ) = L.
La relación entre el lı́mite de una función y el lı́mite de una sucesión
está dada por la siguiente proposición.
Proposición 2.2. Sea f : A → Rm y x0 un punto de acumulación de A.
Entonces
lı́m f (x) = L
x→x0
si, y solo si, para toda sucesión (xk ) en A que converge a x0 y xk 6= x0 para
todo k, la sucesión (f (xk )) en Rm converge a L.

Dejamos su demostración como ejercicio (ejercicio 2).

2. Continuidad
En esta sección estudiaremos las propiedades básicas de la funciones
continuas de varias variables.
Definición 2.3. Sea f : A → Rm . Decimos que f es continua en x0 ∈ A si,
para todo ε > 0, existe δ > 0 tal que, si |x − x0 | < δ, entonces
|f (x) − f (x0 )| < ε.

La definición de continuidad es local; es decir, la propiedad de conti-


nuidad se verifica en cada punto. Si una función f : A → Rm es continua
en cada punto x ∈ A de su dominio, simplemente diremos que es continua.
De manera similar, diremos que f es continua en B si es continua en cada
punto x ∈ B ⊂ A.
2. Continuidad 27

Ejemplo 2.4 (Constantes). Sea c ∈ Rm , y f : A → Rm dada por f (x) = c


para toda x ∈ A. Entonces f es continua.
Ejemplo 2.5 (Identidad). La función identidad f : Rn → Rn , dada por
f (x) = x, también es continua.
Ejemplo 2.6 (Proyecciones). Las proyecciones π i : Rn → R son continuas:
Sea x ∈ Rn y ε > 0. Si δ = ε y |x − x0 | < δ, entonces
|π i (x) − π i (x0 )| = |xi − xi0 | ≤ |x − x0 | < ε.

De hecho, el ejemplo anterior implica que una función f es continua si,


y solo si, cada una de sus componentes es continua (ejercicio 3.)
Ejemplo 2.7 (Operaciones vectoriales). Las operaciones vectoriales suma
(x, y) 7→ x + y y multiplicación escalar (λ, x) 7→ λx también son continuas.
Dejamos al lector su demostración como ejercicio (ejercicios 5 y 6).

Similarmente, la multiplicación (x, y) 7→ xy de dos números reales es


una función continua (ejercicio 7).
La composición de dos funciones continuas es continua.
Proposición 2.8. Sean f : A → B, B ⊂ Rm , g : B → Rp , f continua en
x0 ∈ A y g continua en f (x0 ), entonces g ◦ f : A → Rp es continua en x0 .

Demostración. Sea ε > 0, y sea η > 0 tal que, si |y − f (x0 )| < η, entonces
|g(y) − g(f (x0 ))| < ε. Tal η existe porque g es continua en f (x0 ). Ahora
bien, por la continuidad de f en x0 , existe δ > 0 tal que, si |x − x0 | < δ,
entonces |f (x) − f (x0 )| < η.
Por lo tanto, si |x − x0 | < δ, entonces |f (x) − f (x0 )| < η y
|g ◦ f (x) − g ◦ f (x0 )| = |g(f (x)) − g(f (x0 ))| < ε.
Ası́ que g ◦ f es continua en x0 . 

Esta proposición y los ejemplos anteriores implican el siguiente resultado,


cuya demostración de deja como ejercicio al lector (ejercicio 9).
Proposición 2.9. Sean f, g : A → Rm continuas en x0 ∈ A. Entonces
1. f + g es continua en x0 .
2. λf + µg es continua en x0 , λ, µ ∈ R.
3. f g es continua en x0 .
4. Si m = 1 y g(x0 ) 6= 0, entonces f /g está definida en un abierto
alrededor de x0 y es continua en x0 .

La relación entre continuidad y sucesiones es muy importante, y está da-


da por la siguiente proposición.
28 2. Funciones de varias variables

Proposición 2.10. Sea f : A → Rm y x0 ∈ A. Entonces f es continua en x0


si, y solo si, para toda sucesión (xk ) en A que converge a x0 , f (xk ) → f (x0 ).

Demostración. Suponemos primero que f es continua en x0 . Sea entonces


xk → x0 en A y ε > 0 dado. Como f es continua en x0 , existe δ > 0 tal que
|x − x0 | < δ implica que |f (x) − f (x0 )| < ε.
Como xk → x0 , entonces existe N tal que para k ≥ N , |xk − x0 | < δ.
Entonces, para k ≥ N , |f (xk ) − f (x0 )| < ε.
De manera inversa, suponemos que f no es continua en x0 . Entonces
existe ε0 > 0 tal que, para todo δ > 0, existe x ∈ A tal que |x − x0 | < δ y
|f (x) − f (x0 )| ≥ ε0 .
Entonces, para cada k ≥ 1, podemos escoger xk ∈ A tal que
1
|xk − x0 | < y |f (xk ) − f (x0 )| ≥ ε0 .
k
Tal sucesión (xk ) satisface que xk → x0 y f (xk ) 6→ f (x0 ). 

La proposición 2.10, junto con la proposición 2.2, implica la relación


entre continuidad en un punto de acumulación y el lı́mite de una función
(ejercicio 11).
Los resultados anteriores se refieren a la continuidad de una función de
manera local (en un punto). La siguiente proposición, sin embargo, analiza
la continuidad global de una función, es decir, en todo su dominio.
Proposición 2.11. f : A → Rm es continua si, y solo si, para todo abierto
V ⊂ Rm existe un abierto U ⊂ Rn tal que f −1 (V ) = U ∩ A.

Demostración. Supongamos que f es continua y sea V ⊂ Rm abierto.


Tomamos x ∈ f −1 (V ). Como V es abierto, existe ε > 0 tal que
Bε0 (f (x)) ⊂ V.
Como f es continua en x, existe δx > 0 tal que, si |x − y| < δx , entonces
|f (x) − f (y)| < ε, es decir f (y) ∈ Bε0 (f (x)). Entonces

f Bδ0x (x) ∩ A ⊂ Bε0 (f (x)) ⊂ V,
ası́ que Bδ0x (x) ∩ A ⊂ f −1 (V ). Tomamos entonces
[
U= Bδ0x (x).
x∈f −1 (V )

U es abierto y f −1 (V ) = U ∩ A.
Supongamos ahora que para todo abierto V ⊂ Rm existe un abierto U ⊂
Rn tal que f −1 (V ) = U ∩ A. Sea x ∈ A y ε > 0, y tomamos V = Bε0 (f (x)).
3. Funciones lineales 29

Entonces existe un abierto U ⊂ Rn tal que U ∩ A = f −1 (V ). Como x ∈ U ,


existe δ > 0 tal que Bδ0 (x) ⊂ U . Esto implica que
Bδ0 (x) ∩ A ⊂ f −1 (V ),
es decir
f (Bδ0 (x) ∩ A) ⊂ Bε0 (f (x)).
Esto significa que si |x − y| < δ, entonces |f (x) − f (y)| < ε, por lo que
entonces f es continua en x. 

La proposición anterior nos da un criterio muy cómodo de continuidad, y


además muy útil para entender las propiedades topológicas de las funciones
continuas.
Proposición 2.12. Si A es compacto y f : A → Rn es continua, entonces
f (A) es compacto.

Demostración. Sea {Vα } una cubierta de f (A). Como f es continua, por la


proposición 2.11, para cada α existe un abierto Uα tal que Uα ∩A = f −1 (Vα ).
Entonces {Uα } es una cubierta de A y, como A es compacto, tiene una
subcubierta finita, digamos {Uα1 , Uα2 , . . . , Uαk }. Como
A ⊂ Uα1 ∪ Uα2 ∪ . . . ∪ Uαk ,

f (A) ⊂ Vα1 ∪ Vα2 ∪ . . . ∪ Vαk .


Ası́ que {Vα1 , Vα2 , . . . , Vαk } es una cubierta finita de {Vα } para f (A). Por lo
tanto, f (A) es compacto. 

3. Funciones lineales
Definición 2.13. Sea f : Rn → Rm . Decimos que f es lineal si, para
x, y ∈ Rn , λ ∈ R,
f (x + y) = f (x) + f (y) y f (λx) = λf (x).

En esta sección repasaremos las propiedades básicas de las funciones


lineales. Primero, debemos observar que f (0) = 0 y, para cualquier combi-
nación lineal,
(2.1) f (α1 x1 + α2 x2 + . . . + αk xk ) = α1 f (x1 ) + α2 f (x2 ) + . . . + αk f (xk ).
De la ecuación (2.1) podemos concluir que, para x = (x1 , . . . , xn ),
f (x) = x1 f (e1 ) + x2 f (e2 ) + . . . + xn f (en ),
por lo que los valores f (e1 ), f (e2 ), . . . , f (en ) definen la función f en todo
Rn .
30 2. Funciones de varias variables

En general, si u1 , u2 , . . . , un forman una base de Rn , entonces los vectores


f (u1 ), . . . , f (un ) definen f en Rn , ya que
f (x) = f (a1 u1 + . . . + an un ) = a1 f (u1 ) + . . . + an f (un ).

Si escribimos f (ej ) = (a1j , a2j , . . . , am


j ), entonces

f i (x) = ai1 x1 + ai2 x2 + . . . + ain xn ,


ası́ que f está determinada por la multiplicación matricial
 1   1   1
f (x) a1 a12 . . . a1n x
 f 2 (x)   a2 a2 . . . a2   x2 
   1 2 n 
(2.2)  ..  =  .. .. . . ..   ..  .
 .   . . . .  . 
f m (x) am
1 am
2 . . . am
n xn

La expresión (2.2) nos permite concluir el siguiente resultado.


Proposición 2.14. Si f : Rn → Rm es lineal, entonces existe M > 0 tal
que |f (x)| ≤ M |x| para todo x ∈ Rn .

Demostración. Por la desigualdad de Cauchy-Schwarz,


|f i (x)| = |(ai1 , ai2 , . . . , ain ) · (x1 , x2 , . . . , xn )| ≤ Mi |x|,
donde Mi = |(ai1 , ai2 , . . . , ain )|. Entonces
p p
|f (x)| = (f 1 (x))2 + . . . + (f m (x))2 ≤ (M1 |x|)2 + . . . + (Mm |x|)2
q
= M12 + . . . + Mm 2 |x|,

p
por lo que la proposición es cierta con M = M12 + . . . + Mm 2. 

Esta proposición nos permite ahora garantizar la continuidad de las fun-


ciones lineales: Si f : Rn → Rm es lineal y x ∈ Rn , para cada ε > 0 dado,
tomamos δ = ε/M , donde M es la constante de la proposición (2.14). En-
tonces, si |x − y| < δ,
ε
|f (x) − f (y)| = |f (x − y)| ≤ M |x − y| < M = ε.
M
Una función f : A → Rm tal que existe M > 0 que satisface
|f (x) − f (y)| ≤ M |x − y|
es llamada una función de Lipschitz, y el ı́nfimo de tales M es llamada la
constante de Lipschitz de f . Por el párrafo anterior vemos que toda función
de Lipschitz es continua. De hecho, podemos decir más, lo cual discutiremos
en la siguiente sección.
4. Continuidad uniforme 31

4. Continuidad uniforme
Definición 2.15. Decimos que la función f : A → Rp es uniformemente
continua si, para todo ε > 0, existe δ > 0 tal que |x − y| < δ implica
|f (x) − f (y)| < ε, para todo x, y ∈ A.
La diferencia entre una función continua y una función uniformemente
continua es que, en el segundo caso, para cada ε > 0 podemos encontrar
el δ > 0 de la definición de continuidad independiente del punto donde
queremos verificar continuidad. Es decir, cuando una función es continua,
garantizamos que existe un δ > 0, que satisface la definición, para cada ε y
para cada x ∈ A, o sea, tal número δ depende de x.
De los comentarios finales de la sección anterior vemos que las funciones
lineales son uniformemente continuas. En general, las funciones de Lipschitz
son uniformemente continuas. Los detalles los dejamos al lector (ejercicio
12).
Ejemplo 2.16. La multiplicación (x, y) → xy de R2 → R es continua,
pero no uniformemente continua: Dado δ > 0, tomamos el punto (x0 , y0 ) =
(1/δ, 1/δ). Entonces, si x = x0 + δ/2 y y = y0 + δ/2, |(x0 , y0 ) − (x, y)| < δ y
 1 δ  1 δ  1 1 δ2

|xy − x0 y0 | = + + − · =1+ > 1.
δ 2 δ 2 δ δ 4
Ejemplo 2.17. Consideremos la función f : (0, ∞) → R dada por f (x) =
1/x. Esta función es continua por la proposición 2.9. Sin embargo, no es
uniformemente continua: Para cualquier δ > 0, si δ ≥ 1, tomamos x = 1 y
y = 1/2, entonces |x − y| < δ y |f (x) − f (y)| = 1; mientras que, si δ < 1, si
x = δ y y = δ/2, entonces |x − y| < δ y
1
|f (x) − f (y)| = > 1.

En el ejemplo anterior, f no es acotada en ninguna vecindad de 0. De
hecho, una función uniformemente continua en A tiene lı́mite en cualquier
punto de acumulación de A.
Teorema 2.18. Sea f : A → Rm uniformemente continua y x0 un punto
de acumulación de A. Entonces f tiene lı́mite en A.

Demostración. Sea (xk ) una sucesión en A que converge a x0 .1 Mostra-


remos que la sucesión (f (xk )) es de Cauchy, y por lo tanto converge en
Rm .
Sea ε > 0. Como f es uniformemente continua, existe δ > 0 tal que, si
|x − y| < δ, entonces |f (x) − f (y)| < ε. Como (xk ) converge, entonces es una
1No haremos explı́cita la condición x 6= x ya que, en caso de que x ∈ A, f de hecho tiene
k 0 0
lı́mite en x0 y lı́mx0 f = f (x0 ), por la continuidad de f .
32 2. Funciones de varias variables

sucesión de Cauchy en Rn y existe N tal que, para k, l ≥ N , |xk − xl | < δ.


Entonces, para k, l ≥ N , |f (xk ) − f (xl )| < ε, y por lo tanto (f (xk )) es una
sucesión de Cauchy. Entonces converge, digamos, a L ∈ Rm .
Mostraremos que
lı́m f (x0 ) = L.
x→x0
Sea ε < 0 dado, y sea δ > 0 tal que
ε
|f (x) − f (y)| < para todo |x − y| < δ.
2
Ahora bien, fijamos K tal que, para k ≥ K,
δ δ
|xk − x0 | < y |f (xk ) − L| < ,
2 2
donde (xk ) es la sucesión anterior. Entonces, si |x − x0 | < δ/2,
δ δ
|x − xK | ≤ |x − x0 | + |x0 − xK | < + = δ,
2 2
y luego |f (x) − f (xK )| < ε/2. Por lo tanto, si 0 < |x − x0 | < δ/2, tenemos
ε ε
|f (x) − L| < |f (x) − f (xK )| + |f (xK ) − L| < + = ε.
2 2


El ejemplo 2.17, junto con la proposición 2.18, muestran que una función
continua, en general, no es uniformemente continua. Sin embargo, el siguien-
te teorema establece cuándo podemos garantizar continuidad uniforme.
Teorema 2.19. Si f : A → Rm es continua y A es compacto, entonces f
es uniformemente continua.

Demostración. Sea ε < 0 dado. Para cada x ∈ A, sea δx > 0 tal que
|y − x| < δx implica que |f (y) − f (x)| < ε/2. La colección de bolas
{Bδ0x /2 (x) : x ∈ A}
es una cubierta de A. Como A es compacto, existen x1 , . . . , xk tales que
A ⊂ Bδ0x (x1 ) ∪ . . . ∪ Bδ0x /2 (xk ).
1 /2 k

1
Mostraremos que δ = mı́n{δx1 , . . . , δxk } satisface la definición de continui-
2
dad uniforme. Sean x, y ∈ A tales que |x−y| < δ. Sea i tal que x ∈ Bδ0x /2 (xi ).
i
Entonces |f (x) − f (xi )| < ε/2. Ahora bien,
δxi δx δx
|y − xi | ≤ |y − x| + |x − xi | < δ + ≤ i + i = δxi ,
2 2 2
y luego |f (y) − f (xi )| < ε/2. Entonces
ε ε
|f (x) − f (y)| ≤ |f (x) − f (xi )| + |f (xi ) − f (y)| < + = ε.
2 2
5. Oscilación 33

El teorema 2.19 será muy importante más adelante, cuando estudiemos


la integral de Riemann en Rn . En particular, este teorema garantiza que
una función continua definida en un rectángulo cerrado es uniformemente
continua.

5. Oscilación
En esta sección estudiamos la oscilación de una función en un punto, la
cual mide, de manera precisa, qué tan discontinua es una función. Esta idea
será de utilidad, al igual que continuidad uniforme, en nuestro estudio de la
integral de Riemann.
Sea A ⊂ Rn y f : A → R acotada. Definimos, para x0 ∈ A y δ > 0,
M (f, x0 , δ) = sup{f (x) : x ∈ A, |x − x0 | < δ},
m(f, x0 , δ) = ı́nf{f (x) : x ∈ A, |x − x0 | < δ}.
Observemos que, si η < δ,
M (f, x0 , η) ≤ M (f, x0 , δ) y m(f, x0 , η) ≥ m(f, x0 , δ),
por lo que
(2.3) M (f, x0 , η) − m(f, x0 , η) ≤ M (f, x0 , δ) − m(f, x0 , δ),
y entonces la función δ → M (f, x0 , δ) − m(f, x0 , δ) es decreciente.
Definición 2.20. Sea A ⊂ Rn y f : A → R una función acotada. La
oscilación de f en x0 ∈ A está definida por el lı́mite

(2.4) O(f, x0 ) = lı́m M (f, x0 , δ) − m(f, x0 , δ) .
δ→0

Por la observación anterior, este lı́mite (2.4) siempre existe y es igual a



ı́nf M (f, x0 , δ) − m(f, x0 , δ) .
δ>0

Ejemplo 2.21. Consideremos la función f : [0, 1] → R dada por



0 si x = 0
f (x) = 1
sen si x > 0.
x
(Figura 1.) Entonces, para cualquier δ > 0,
M (f, 0, δ) = 1 y m(f, 0, δ) = −1,
por lo que O(f, 0) = 2. En general
(
0 x>0
O(f, x) =
2 x = 0.
34 2. Funciones de varias variables

0.5

0.2 0.4 0.6 0.8 1

-0.5

-1

Figura 1. La función sen(1/x), x > 0, f (0) = 0. Notamos que O(f, 0) = 2.

Ejemplo 2.22 (Función de Dirichlet). Consideremos ahora f : [0, 1] → R


dada por (
1 x∈Q
f (x) =
0 x∈ / Q.
Para cualquier x ∈ [0, 1] y δ > 0, M (f, x, δ) = 1 y m(f, x, δ) = 0, por lo que
O(f, x) = 1 para todo x ∈ [0, 1].
Ejemplo 2.23 (Función de Dirichlet modificada). Sea f : [0, 1] → R dada
por (
1
x = pq , mcd(p, q) = 1
f (x) = q
0 x∈ / Q.
No es muy difı́cil ver que O(f, x) = f (x) (ejercicio 15).

En los ejemplos anteriores podemos observar que la oscilación es igual a


0 en los puntos donde cada función es continua. Esto, en general, es cierto.
Proposición 2.24. Sea f : A → R acotada y x ∈ A. Entonces f es continua
en x si, y solo si, O(f, x) = 0.

Demostración. Supongamos que f continua en x, y sea ε > 0. Entonces


existe δ > 0 tal que, si |x − y| < δ, entonces |f (x) − f (y)| < ε/2. Para
|x − y| < δ,
ε ε
f (x) − < f (y) < f (x) + ,
2 2
ası́ que
M (f, x, δ) ≤ f (x) + ε/2
m(f, x, δ) ≥ f (x) − ε/2.
y por lo tanto O(f, x) ≤ ε. Como ε es arbitrario, O(f, x) = 0.
La inversa se deja como ejercicio (ejercicio 16). 

Más adelante estudiaremos la oscilación de una función con más detalle.


Ejercicios 35

Ejercicios

1. Si f : A → Rm tiene lı́mites L y M en x0 , entonces L = M .


2. Demuestra la proposición 2.2.
3. Demuestra que la función f : A → Rm es continua en x ∈ A si y solo si
cada una de sus componentes f i : A → R es continua en x.
4. Considera la función en R2 definida por

 xy (x, y) 6= (0, 0)
f (x, y) = x2 + y 2
0 (x, y) = (0, 0).
Muestra que, aunque cada una de las funciones
x → f (x, y0 ) y y → f (x0 , y)
son continuas en R para cualquier x0 , y0 ∈ R, la función f no es continua
en (0, 0).
5. Demuestra que la función + : Rn × Rn → Rn dada por
+(x, y) = x + y
es continua. Es decir, la suma de vectores en Rn es continua.
6. Demuestra que la función ∗ : R × Rn → R dada por
∗(λ, x) = λx
es continua. Es decir, multiplicación escalar es continua.
7. Muestra que la función mult : R2 → R dada por mult(x1 , x2 ) = x1 x2 es
continua.
8. Sea f : A → Rm continua en x0 ∈ A tal que f (x0 ) 6= 0. Entonces existe
α > 0 y un conjunto abierto U ⊂ Rn tal que 0 ∈ U y |f (x)| > α para
todo x ∈ U ∩ A.
9. Utiliza los problemas anteriores para demostrar la proposición 2.9.
10. Sea f : A → Rm continua. Muestra que la función |f | : A → Rm dada
por |f |(x) = |f (x)| es continua.
11. Sea f : A → Rm y x0 un punto de acumulación de A. Muestra que f es
continua en x0 si, y solo si, lı́mx0 f = f (x0 ).
12. Muestra que una función de Lipschitz es uniformemente continua.
13. Sea E ⊂ Rn compacto y f : E → Rm continua. Muestra que existen
x1 , . . . , xn y y1 , . . . , yn en E tales que
f i (xi ) = máx{f i (x) : x ∈ E} y f i (yi ) = mı́n{f i (x) : x ∈ E}.
36 2. Funciones de varias variables

Es decir, cada una de las componentes de f toma su máximo y su mı́nimo


en E.
14. Similarmente al problema anterior, muestra que si E ⊂ Rn es compacto
y f : E → Rm es continua, entonces existen x′ , x′′ ∈ E tales que
|f (x′ )| = máx{|f (x)| : x ∈ E} y |f (x′′ )| = mı́n{|f (x)| : x ∈ E}.
15. Muestra que la oscilación O(f, x) en cada punto de la función

 1 x = p , mcd(p, q) = 1
f (x) = q q
0 x ∈ / Q,
satisface O(f, x) = f (x).
16. Demuestra la inversa de la proposición 2.24.
17. Calcula la oscilación en el punto (0, 0) de la función del problema 4.
Parte 2

Cálculo en el espacio
Euclideano
Capı́tulo 3

Diferenciabilidad

1. Derivada
En esta sección definimos el concepto de diferenciabilidad y de derivada
de una función de varias variables en un punto. Debido al hecho de que una
función en Rn depende no solo de una variable real y, además, sus valores son
vectores, no podemos definir la derivada en Rn de la manera convencional.
Sin embargo, sı́ motivaremos la definición de la derivada a partir de funciones
reales de una sola variable.
Recordemos que si f : R → R es diferenciable en x0 y f ′ (x0 ) es su
derivada en x0 , entonces
f (x) ≈ f (x0 ) + f ′ (x0 )(x − x0 )
es una aproximación lineal de f cerca de x0 . Esta observación nos motiva a
definir diferenciabilidad de una función en Rn de la siguiente manera.
Definición 3.1. Sea U abierto en Rn y f : U → Rm . Decimos que f es
diferenciable en x0 ∈ U si existe una transformación lineal T : Rn → Rm tal
que, para todo ε > 0, existe δ > 0 tal que si |x − x0 | < δ, x ∈ U , entonces
(3.1) |f (x) − f (x0 ) − T (x − x0 )| < ε|x − x0 |.

En otras palabras, f es diferenciable en x0 si, y solo si,


|f (x) − f (x0 ) − T (x − x0 )|
lı́m = 0,
x→x0 |x − x0 |
o, de forma equivalente,
|f (x + h) − f (x) − T h|
lı́m = 0.
h→0 |h|

39
40 3. Diferenciabilidad

La existencia de la transformación T también implica su unicidad, como


lo establece la siguiente proposición.

Proposición 3.2. Si f es diferenciable en x0 , entonces la función lineal T


en (3.1) es única.

Demostración. Supongamos que S : Rn → Rm es lineal y


|f (x0 + h) − f (x0 ) − Sh|
lı́m = 0.
h→0 |h|
Mostraremos que S = T . Demostraremos primero que
|T h − Sh|
→0
|h|
cuando h → 0. Ahora bien
|T h − Sh| |T h − (f (x0 + h) − f (x0 )) + (f (x0 + h) − f (x0 )) − Sh|
=
|h| |h|
|T h − (f (x0 + h) − f (x0 ))| |(f (x0 + h) − f (x0 )) − Sh|
≤ + .
|h| |h|
Como cada uno de los sumandos del lado derecho tiende a 0 cuando h → 0,
entonces
|T h − Sh|
lı́m = 0.
h→0 |h|
Ahora, sea x ∈ Rn , x 6= 0. Si hacemos h = tx, t ∈ R, entonces
|T (tx) − S(tx)|
lı́m = 0.
t→0 |tx|
Como T y S son lineales,
|T (tx) − S(tx)| |T x − Sx|
=
|tx| |x|
para todo t 6= 0, ası́ que T x = Sx. Como x ∈ Rn \ {0} es arbitrario,
S = T. 

La función lineal T es llamada la derivada de f en x0 , y se denota por


Df (x0 ).

Ejemplo 3.3. Sea f : R2 → R dada por f (x, y) = sen x. Demostraremos


que f es diferenciable en cada (x0 , y0 ) ∈ R2 y la función lineal Df (x0 , y0 ),
su derivada en (x0 , y0 ), está dada por
Df (x0 , y0 )(x, y) = x cos x0
1. Derivada 41

para cada (x, y) ∈ R2 . Sea (h, k) ∈ R2 , con (h, k) 6= (0, 0). Entonces, si T es
la transformación (x, y) 7→ x cos x0 ,
|f ((x0 , y0 ) + (h, k)) − f (x0 , y0 ) − T (h, k)|
|(h, k)|
| sen(x0 + h) − sen x0 − h cos x0 |
≤ →0
|h|
cuando (h, k) → (0, 0), porque
sen(x0 + h) − sen x0
lı́m = cos x0 .
h→0 h
Como todas las transformaciones lineales se pueden expresar como mul-
tiplicación por una matriz, lo mismo sucede para la transformación Df (x0 ).
En el ejemplo anterior,
 
 x
Df (x0 )(x, y) = (x cos x0 ) = cos x0 0 ,
y

ası́ que Df (x0 ) induce la matriz, de 1 × 2, dada por cos x0 0 .
A la matriz inducida por la transformación Df (x0 ) se le llama Jacobiano,
y la denotaremos por f ′ (x0 ).1

En el ejemplo anterior, f ′ (x0 ) = cos x0 0 .
La siguiente proposición establece la diferenciabilidad de las funciones
básicas.
Proposición 3.4. 1. Si f : Rn → Rm es constante, entonces
Df (x0 ) = 0
para cada x0 ∈ Rn .
2. Si f : Rn → Rm es lineal, entonces
Df (x0 ) = f
para cada x0 ∈ Rn .
3. Si sum : R2 → R está dada por sum(x, y) = x + y, entonces
D sum(x0 , y0 ) = sum
para cada (x0 , y0 ) ∈ R2 .
4. Si mult : R2 → R está dada por mult(x, y) = xy, entonces
D mult(x0 , y0 )(x, y) = y0 x + x0 y
para cada (x0 , y0 ) ∈ R2 .

1El Jacobiano de la función f también suele ser denotado por J(f ).


42 3. Diferenciabilidad

Demostración. 1. Si f es constante,
|f (x0 + h) − f (x0 )|
=0
|h|
para todo x0 , h ∈ Rn .
2. Si f es lineal, f (x0 + h) = f (x0 ) + f (h), ası́ que
|f (x0 + h) − f (x0 ) − f (h)|
=0
|h|
para todo x0 , h ∈ Rn .
3. Se sigue inmediatamente de la anterior porque sum es lineal.
4. Tenemos,

| mult(x0 + h, y0 + k) − mult(x0 , y0 ) − (y0 h + x0 k)|


=
|(h, k)|
|(x0 + h)(y0 + k) − x0 y0 − y0 h − x0 k| |hk|
√ =√
2
h +k 2 h2 + k2
1/2(h2 + k2 ) 1
≤ √ = |(h, k)| → 0
2
h +k 2 2
cuando (h, k) → 0.


Si una función es diferenciable, entonces es continua, como lo establece


la siguiente proposición cuya demostración dejamos como ejercicio (ejercicio
1).
Proposición 3.5. Si U ⊂ Rn y f : U → Rm es diferenciable en x0 ∈ U ,
entonces es continua en x0 .

En el capı́tulo anterior notamos que una función f es continua si, y


solo si, cada una de sus componentes f i es continua. Tenemos un resultado
análogo para diferenciabilidad.
Proposición 3.6. Sea f : U → Rm y x0 ∈ U . Entonces f es diferenciable
en x0 ∈ U si, y solo si, cada f i : U → R, i = 1, ..., m, es diferenciable en
x0 . En tal caso,

Df (x0 )(x) = Df 1 (x0 )(x), . . . , Df m (x0 )(x) .

Es decir, las componentes de la derivada de f son, precisamente, las


derivadas de las componentes de f . También podemos escribir esto como
Df (x0 ) = Df 1 (x0 ) ⊕ . . . ⊕ Df m(x0 ).
1. Derivada 43

Demostración. Supongamos primero que f es diferenciable en x0 y, para


cada i, sea Ti = π i ◦ Df (x0 ). Entonces
|f i (x0 + h) − f i (x0 ) − Ti h| |f (x0 + h) − f (x0 ) − Df (x0 )(h)|
≤ →0
|h| |h|
cuando h → 0, ası́ que cada f i es diferenciable en x0 y

Df i (x0 ) = π i ◦ Df (x0 ).

Supongamos ahora que cada f i es diferenciable en x0 y sea T : Rn → Rm


la transformación

T x = (Df 1 (x0 )(x), ..., Df m (x0 )(x)).

Dado ε > 0, escogemos δ > 0 tal que, si 0 < |h| < δ, cada
|f i (x0 + h) − f i (x0 ) − Df i (x0 )(h)| ε
<√ .
|h| m
Entonces, si 0 < |h| < δ,

|f (x0 + h) − f (x0 ) − T h|
=
|h|
v
um
1 u X 2
t f i (x0 + h) − f i (x0 ) − Df i (x0 )(h) < ε.
|h|
i=1

Por lo tanto f es diferenciable en x0 y Df (x0 ) = T . 

Ejemplo 3.7. Si f : R2 → R2 está dada por f (x, y) = (sen x, xy), entonces


Df (x0 , y0 )(x, y) = (x cos x0 , y0 x + x0 y),

es decir, el vector cuyas coordenadas son las derivadas de sen x y xy en


(x0 , y0 ), respectivamente. El Jacobiano está dado por
 
′ cos x0 0
f (x0 , y0 ) = .
y0 x0

Notamos que cada uno de los renglones de f ′ (x0 , y0 ) es (f i )′ (x0 , y0 ), el Ja-


cobiano de cada f i .

Teorema 3.8 (Regla de la cadena). Sean U ⊂ Rn y V ⊂ Rm abiertos,


f : U → V diferenciable en x0 ∈ U y g : V → Rp diferenciable en f (x0 ) ∈ V .
Entonces g ◦ f : U → Rp es diferenciable en x0 y
D(g ◦ f )(x0 ) = Dg(f (x0 )) ◦ Df (x0 ).
44 3. Diferenciabilidad

Es decir, la derivada de la composición de dos funciones está dada por


la composición de las derivadas. Esto implica, desde luego, que
(g ◦ f )′ (x0 ) = g′ (f (x0 )) · f ′ (x0 ),
expresión familiar en el cálculo de una variable real.

Demostración. Definimos y0 = f (x0 ), T = Df (x0 ) y S = Dg(y0 ). Mos-


traremos que D(g ◦ f )(x0 ) = S ◦ T , es decir,
|g ◦ f (x) − g(y0 ) − S ◦ T (x − x0 )|
lı́m = 0.
x→x0 |x − x0 |
Sean
ϕ(x) = f (x) − f (x0 ) − T (x − x0 ),
ψ(y) = g(y) − g(y0 ) − S(y − y0 ),
ρ(x) = g ◦ f (x) − g(y0 ) − S ◦ T (x − x0 ).
Como f y g son diferenciables en x0 y y0 , respectivamente,
|ϕ(x)| |ψ(y)|
lı́m = 0, lı́m = 0,
x→x0 |x − x0 | y→y0 |y − y0 |
y queremos demostrar que
|ρ(x)|
lı́m = 0.
x→x0 |x − x0 |
Observemos primero que
ρ(x) = g(f (x)) − g(y0 ) − S(T (x − x0 ))
= g(f (x)) − g(y0 ) − S(f (x) − y0 ) + S(ϕ(x))
= ψ(f (x)) + Sϕ(x).
Como T y S son lineales, existen M1 , M2 > 0 tales que
|T x| ≤ M1 |x| y |Sy| ≤ M2 |y|
para todo x ∈ Rn y y ∈ Rm . Ası́ que, primero, observamos que
|Sϕ(x)| |ϕ(x)|
≤ M2 →0
|x − x0 | |x − x0 |
cuando x → x0 . También tenemos que, para todo ε > 0, existe δ > 0 tal que
|ψ(y)| ≤ ε|y − y0 | para |y − y0 | < δ. Además, existe η tal que |x − x0 | < η
implica que |f (x)−y0 | < δ, porque f es continua (proposición 3.5). Entonces,
si |x − x0 | < η,
|ψ(f (x))| ≤ ε|f (x) − y0 | = ε|ϕ(x) + T (x − x0 )|
≤ ε|ϕ(x)| + ε|T (x − x0 )| ≤ ε|ϕ(x)| + εM1 |x − x0 |,
1. Derivada 45

ası́ que, para 0 < |x − x0 | < η,


|ψ(f (x))| |ϕ(x)|
≤ε + εM1 ,
|x − x0 | |x − x0 |
y luego
|ψ(f (x))|
lı́m = 0.
x→x0 |x − x0 |
Por lo tanto,
|ρ(x)| |ψ(f (x))| |Sϕ(x)|
≤ + →0
|x − x0 | |x − x0 | |x − x0 |
cuando x → x0 . 
Ejemplo 3.9. Sea f : R2 → R dada por f (x, y) = sen xy y (x0 , y0 ) ∈ R2 .
Entonces, como f = sen ◦ mult, podemos aplicar la regla de la cadena para
obtener
Df (x0 , y0 )(x, y) = D sen(x0 y0 )D mult(x0 , y0 )(x0 , y0 )
= cos(x0 y0 )(xy0 + yx0 ).
El Jacobiano está dado por
 
f ′ (x0 , y0 ) = cos(x0 y0 ) · y0 x0 = y0 cos(x0 y0 ) x0 cos(x0 y0 ) .

También podemos aplicar la regla de la cadena para demostrar las si-


guientes propiedades básicas del cálculo.
Corolario 3.10. Sea U ⊂ Rn abierto y f, g : U → Rm diferenciables en
x0 ∈ U . Entonces
1. f + g es diferenciable en x0 y
D(f + g)(x0 ) = Df (x0 ) + Dg(x0 ).
2. Si m = 1, f g es diferenciable en x0 y
D(f g)(x0 ) = f (x0 )Dg(x0 ) + g(x0 )Df (x0 ).

Demostración. 1. Sea F : U → R2 dada por F (x) = (f (x), g(x)).


Entonces f + g = sum ◦F y, por la regla de la cadena,
D(f + g)(x0 ) = D sum(F (x0 )) ◦ DF (x0 ).
Como D sum = sum y DF (x0 )(x) = (Df (x0 )(x), Dg(x0 )(x)), por
la proposición 3.6, tenemos que
D(f + g)(x0 )(x) = Df (x0 )(x) + Dg(x0 )(x).
2. f g = mult ◦F , ası́ que
D(f g)(x0 )(x) = D mult(f (x0 ), g(x0 ))(Df (x0 )(x), Dg(x0 )(x))
= g(x0 )Df (x0 )(x) + f (x0 )Dg(x0 )(x).

46 3. Diferenciabilidad

Podemos utilizar el razonamiento anterior también para la derivada de


una división de dos funciones. Por ejemplo, si f : U → R es diferenciable en
x0 ∈ U y f (x0 ) 6= 0, entonces la función
1
x 7→
f (x)
es la composición de f con la función y 7→ 1/y en R. Llamemos a la división
div. Entonces, para cada y0 6= 0 en R,
1
D div(y0 )(y) = − y.
y02
1
Entonces, la derivada de la función x 7→ es la transformación
f (x)
1
x 7→ D div(f (x0 )) ◦ Df (x0 )(x) = − Df (x0 )(x).
(f (x0 ))2

El siguiente ejemplo muestra cómo aplicar la regla de la cadena cuando


tenemos la composición de más de dos funciones.

Ejemplo 3.11. Sea f : R+ × R → R dada por

f (x, y) = xy .

Entonces f (x, y) = ey log x . Si F (x, y) = (log x, y) y exp(x) = ex ,

f = exp ◦ mult ◦F.

Tenemos, para (x0 , y0 ) ∈ R+ × R → R,


 
x  1
′  0
DF (x0 , y0 )(x, y) = ,y , F (x0 , y0 ) = x0 ,
x0 0 1

D mult(log x0 , y0 ) = xy0 + y log x0 , mult′ (log x0 , y0 ) = y0 log x0 ,
y

D exp(y0 log x0 )(x) = xey0 log x0 = xxy00 , exp′ (y0 log x0 ) = xy00 .

Entonces
x 
Df (x0 )(x, y) = D exp(y0 log x0 ) ◦ D mult(log x0 , y0 ) ,y
x0
 xy 
0
= xy00 + y log x0
x0
= xy0 xy00 −1 + yxy00 log x0 ,
2. Derivadas parciales 47

y el Jacobiano de f está dado por


 
1
y0   0
f ′ (x0 , y0 ) = x0 · y0 log x0 ·  x0
0 1
  y0  
= xy00 · log x0 = y0 x0y0 −1 xy00 log x0 .
x0

2. Derivadas parciales
El razonamiento descrito en la sección anterior para el cálculo de de-
rivadas no es muy útil en la práctica. En esta sección estudiaremos cómo
calcular derivadas, además de la diferenciabilidad de una función a través
de la diferenciabilidad “en cada una de sus variables”.
Iniciaremos la sección considerando funciones de valores reales.
Definición 3.12. Sea U ⊂ Rn abierto, f : U → R, x0 ∈ U y u ∈ Rn un
vector unitario. Si el lı́mite
f (x0 + tu) − f (x0 )
lı́m , t ∈ R,
t→0 t
existe, le llamamos la derivada direccional de f en la dirección u y se denota
por Du f (x0 ).

Si u = ei , Dei f (x0 ) es llamada la i-ésima derivada parcial de f en x0 , y


∂f
se denota por Di f (x0 ). También es denotada comúnmente como (x0 ).
∂xi
La i-ésima derivada parcial de f está dada entonces por
f (x10 , . . . , xi0 + h, . . . , xn0 ) − f (x10 , . . . , xi0 , . . . , xn0 )
Di f (x0 ) = lı́m .
h→0 h
h∈R

Es decir, Di f es la derivada de f vista como una función de una sola variable


xi , al considerar el resto de sus variables como constantes.
Ejemplo 3.13. Si f : R2 → R está dada por f (x, y) = sen xy, entonces
f (x0 + t, y0 ) − f (x0 , y0 )
D1 f (x0 , y0 ) = lı́m = y0 cos(x0 y0 ).
t→0 t
Como las derivadas parciales de una función son esencialmente derivadas
de funciones de una variable, no es sorpresa, entonces, que las derivadas
parciales satisfagan las mismas propiedades de la derivada en R.
Sea U abierto en Rn y x0 ∈ U . Decimos que f : U → R tiene un mı́nimo
local en x0 si existe una bola Bε (x0 ) ⊂ U tal que
f (x0 ) ≤ f (x) para todo x ∈ Bε (x0 ).
48 3. Diferenciabilidad

De manera similar, decimos que f tiene un máximo local en x0 si existe una


bola Bε (x0 ) ⊂ U tal que
f (x0 ) ≥ f (x) para todo x ∈ Bε (x0 ).
Proposición 3.14. Si f : U → R tiene un mı́nimo o máximo local en x0 y
sus derivadas parciales existen, entonces Di f (x0 ) = 0, i = 1, . . . , n.

La siguiente es una versión débil del teorema del valor medio.


Proposición 3.15. Si U ⊂ Rn es abierto, f : U → R es tal que sus deriva-
das parciales existen en cada x ∈ U , x0 ∈ U , y t ∈ R es tal que
(x10 , . . . , xi0 + s, . . . , xn0 ) ∈ U
para todo s ∈ [0, t] (o s ∈ [t, 0], si t < 0), entonces existe c entre xi0 y xi0 + t
tal que
f (x10 , . . . , xi0 + t, . . . , xn0 ) − f (x10 , . . . , xi0 , . . . , xn0 )
= tDi f (x10 , . . . , c, . . . , xn0 ).

Las demostraciones de estas proposiciones se siguen directamente de sus


versiones en una variable, y las dejamos como ejercicio (ejercicios 8 y 9).
Más adelante demostraremos una versión más útil de la proposición 3.15.
Si una función es diferenciable, entonces sus derivadas parciales existen,
como lo enuncia el siguiente teorema.
Teorema 3.16. Sea U ⊂ Rn abierto y f : U → R diferenciable en x0 ∈ U .
Entonces cada Di f (x0 ) existe y

f ′ (x0 ) = D1 f (x0 ) D2 f (x0 ) · · · Dn f (x0 ) .

En otras palabras, el Jacobiano es la matriz-renglón de las derivadas


parciales.

Demostración. Para demostrar que Di f (x0 ) existe, sea h : (−ε, ε) → U


dada por
h(t) = (x10 , . . . , xi0 + t, . . . , xn0 ) = x0 + tei ,
donde ε > 0 es suficientemente pequeño para garantizar que x0 + tei ∈ U
si |t| < ε. Entonces f (x0 + tei ) = f ◦ h(t) es una función de (−ε, ε) a R.
Como h es diferenciable en 0 y f es diferenciable en x0 = h(0), la regla de
la cadena implica que f ◦ h es diferenciable en 0. Pero
f ◦ h(t) − f ◦ h(0) f (x0 + tei ) − f (x0 )
(f ◦ h)′ (0) = lı́m = lı́m
t→0 t t→0 t
es precisamente Di f (x0 ), por lo que concluimos que existe. Además, por la
regla de la cadena,
(f ◦ h)′ (0) = f ′ (x0 ) · h′ (0) = f ′ (x0 ) · ei ,
2. Derivadas parciales 49

ası́ que Di f (x0 ) es la i-ésima componente de f ′ (x0 ). 

Podemos extender este resultado a funciones f con valores vectoriales.


En tal caso consideramos las derivadas parciales Dj f i de las componentes
de f .
Corolario 3.17. Sea U ⊂ Rn abierto y x0 ∈ U . Si f : U → Rm es diferen-
ciable en x0 , entonces cada Dj f i (x0 ) existe y f ′ (x0 ) es la matriz de m × n
con entradas Dj f i (x0 ).
Ejemplo 3.18. Consideremos de nuevo la función f (x, y) = (sen xy, xy ).
Del corolario 3.17 se obtiene inmediatamente que el Jacobiano de f en el
punto (x0 , y0 ) está dado por
 
′ y0 cos(x0 y0 ) x0 cos(x0 y0 )
f (x0 , y0 ) = .
y0 x0y0 −1 xy00 log x0

Sin embargo, la inversa del teorema 3.16 es falsa, como lo muestra el


siguiente ejemplo.
Ejemplo 3.19. Sea f : R2 → R dada por
(
1 si 0 < y < x2 ;
f (x, y) =
0 de otra forma.
Entonces f (x, 0) = f (0, y) = 0 para todo x, y, por lo que D1 f (0, 0) =
D2 f (0, 0) = 0. Sin embargo, f ni siquiera es continua en (0, 0).
De hecho, para cualquier vector unitario u ∈ R2 , f (tu) = 0 para t en un
intervalo alrededor de 0, ası́ que Du f (0, 0) = 0.

Sin embargo, obtenemos una versión inversa del teorema 3.16 si asumi-
mos continuidad de las derivadas parciales.
Teorema 3.20. Sea U ⊂ Rn abierto y x0 ∈ U . Si f : U → R es tal que cada
una de las derivadas parciales Di f (x) de f existen en una bola Bε (x0 ) ⊂ U
y son continuas en x0 , entonces f es diferenciable en x0 y su Jacobiano
está dado por

f ′ (x0 ) = D1 f (x0 ) D2 f (x0 ) · · · Dn f (x0 ) .

En las hipótesis del teorema 3.20 consideramos a las derivadas parciales


de f alrededor de x0 como funciones x 7→ Di f (x), definidas en una bola
Bε (x0 ). Si las derivadas parciales de f existen en Bε (x0 ) y son continuas en
x0 , decimos que f es continuamente diferenciable en x0 . Si f es continua-
mente diferenciable en cada punto de U , escribimos f ∈ C 1 (U ) (véase la
sección 5 de este capı́tulo).
50 3. Diferenciabilidad

Demostración. Supongamos que las derivadas parciales Di f (x) existen pa-


ra cada x ∈ Bε (x0 ). Si h es tal que x0 + h ∈ Bε0 (x0 ), por la proposición 3.15,

f (x10 + h1 , x20 + h2 , . . . , xn0 + hn ) − f (x10 , x20 , . . . , xn0 ) =


f (x10 + h1 , x20 + h2 , . . . , xn0 + hn ) − f (x10 , x20 + h2 , . . . , xn0 + hn )
+ f (x10 , x20 + h2 , . . . , xn0 + hn ) − f (x10 , x20 , x30 + h3 , . . . , xn0 + hn )
+ . . . + f (x10 , x20 , . . . , xn0 + hn ) − f (x10 , x20 , . . . , xn0 )
= D1 f (c1 , x20 + h2 , . . . , xn0 + hn )h1 + . . . + Dn f (x10 , x20 , . . . , cn )hn ,

donde cada uno de los ci ∈ R está entre xi0 y x0 + hi , por lo que ci → xi0
cuando |h| → 0. Entonces
P
|f (x0 + h) − f (x0 ) − i Di f (x0 )hi |

|h|
1
D1 f (c1 , x20 + h2 , . . . , xn0 + hn ) − D1 f (x0 ) |h | + . . .
|h|
|hn |
+ Dn f (x10 , x20 , . . . , cn ) − Dn f (x0 ) ,
|h|
y entonces
P
|f (x0 + h) − f (x0 ) − i Di f (x0 )hi |
lı́m = 0,
h→0 |h|
porque las Di f son continuas en x0 . 

Definición 3.21. Sea U ⊂ Rn es abierto. Decimos que f : U → Rm es


continuamente diferenciable en x0 si cada una de las derivadas parciales
Dj f i (x) existe en una bola Bε (x0 ) y es continua en x0 .

Corolario 3.22. Si f : U → Rm es continuamente diferenciable en x0 ,


entonces es diferenciable en x0 .

La inversa a este corolario es falsa, como lo muestra el siguiente y bien


conocido ejemplo.

Ejemplo 3.23. Sea f : R → R dada por


(
0 x = 0;
f (x) =
x2 sen x1 x 6= 0.
Entonces f es diferenciable en R, pero su derivada no es continua en 0.

Para terminar esta sección, establecemos la siguiente versión, clásica, de


la regla de la cadena.
3. Teorema de la función inversa 51

Corolario 3.24. Sean U ⊂ Rn , V ⊂ Rm abiertos, g : U → V continuamente


diferenciable en x0 ∈ U , y f : V → R diferenciable en g(x0 ). Entonces
m
X
(3.2) Di (f ◦ g)(x0 ) = Dj f (g(x0 ))Di gj (x0 ).
j=1

Demostración. Como g es continuamente diferenciable en x0 , g es dife-


renciable en x0 y por la regla de la cadena f ◦ g es diferenciable en x0 .
Además

(f ◦ g)′ (x0 ) = f ′ (g(x0 )) · g′ (x0 )


 
D1 g1 (x0 ) ... Dn g1 (x0 )
  2
 D1 g (x0 ) ... Dn g2 (x0 ) 

= D1 f (g(x0 )) . . . Dm f (g(x0 )) ·  .. .. .. ,
 . . . 
D1 gm (x0 ) . . . Dn gm (x0 )
de donde la ecuación (3.2) se sigue inmediatamente. 

3. Teorema de la función inversa


Si f : R → R es continuamente diferenciable en una vecindad de x0 ∈ R
y f ′ (x0 ) 6= 0, sabemos que existe una vecindad de x0 , digamos U , tal que f
es invertible en U , f −1 es diferenciable en f (U ) y
1
(f −1 )′ (f (x)) = .
f ′ (x)
A continuación estableceremos la versión de este resultado para funciones
en Rn , conocido como el teorema de la función inversa.

Teorema 3.25 (Función inversa). Sea U ⊂ Rn , x0 ∈ U y f : U → Rn


continuamente diferenciable en una vecindad de x0 , tal que det(f ′ (x0 )) 6= 0.
Entonces existe una vecindad V de x0 y una vecindad W de f (x0 ) tales que
f : V → W tiene inversa f −1 : W → V , f −1 es diferenciable en W y, para
cada y ∈ W ,
D(f −1 )(y) = [Df (f −1 (y))]−1 .
Equivalentemente,
(f −1 )′ (y) = [f ′ (f −1 (y))]−1 .

Es decir, la inversa f −1 es diferenciable y su matriz Jacobiana es la


inversa de la matriz Jacobiana de f . Para la demostración del teorema de la
función inversa haremos uso del siguiente lema, el cual se sigue del teorema
del valor medio.
52 3. Diferenciabilidad

Lema 3.26. Sea ε > 0, f : Bε0 (x0 ) → Rn continuamente diferenciable y


M > 0 tal que |Dj f i (x)| ≤ M para i, j = 1, . . . , n, x ∈ Bε0 (x0 ). Entonces
|f (x) − f (y)| ≤ n2 M |x − y|, x, y ∈ Bε0 (x0 ).

Demostración. Por la proposición 3.15, existen z1 , . . . , zn ∈ Bε0 (x0 ) tales


que
f i (x1 , x2 , . . . , xn ) − f i (y 1 , y 2 , . . . , y n ) =
f i (x1 , x2 , . . . , xn ) − f i (y 1 , x2 , . . . , xn ) + f i (y 1 , x2 , . . . , xn ) − f i (y 1 , y 2 , . . . , xn )
+ . . . + f i (y 1 , y 2 , . . . , y n−1 , xn ) − f i (y 1 , y 2 , . . . , y n )
= D1 f i (z1 )(x1 − y 1 ) + D2 f i (z2 )(x2 − y 2 ) + . . . + Dn f i (zn )(xn − y n ),
ası́ que
n
X
i i
|f (x) − f (y)| ≤ |Dj f i (zj )||xj − y j | ≤ nM |x − y|.
j=1

Por lo tanto |f (x) − f (y)| ≤ n2 M |x − y|. 

Demostración del teorema de la función inversa. Sea T = Df (x0 ).


Para la demostración empezaremos por observar que podemos asumir que
T es la identidad. Como det(f ′ (x0 )) 6= 0, T es invertible. Por la regla de la
cadena,
D(T −1 ◦ f )(x0 ) = DT −1 (f (x0 ))Df (x0 ) = T −1 ◦ T = I.
Es claro que, si el teorema es cierto para T −1 ◦ f , entonces será cierto para
f . De ahora en adelante, asumimos que T es la transformación identidad.
Dividiremos la demostración en una serie de pasos.
Paso 1. Existe ε > 0 tal que para todo x ∈ Bε (x0 ), x 6= x0 ,
f (x) 6= f (x0 ).

Esto es cierto porque, si f (x) = f (x0 ),


|f (x) − f (x0 ) − T (x − x0 )| |x − x0 |
= = 1.
|x − x0 | |x − x0 |
Pero el lı́mite cuando x → x0 es cero, lo cual inmediatamente implica el
paso 1.
De hecho, podemos escoger ε tal que
1. det(f ′ (x)) 6= 0 para x ∈ Bε (x0 ); y
2.
1
|Dj f i (x1 ) − Dj f i (x2 )| ≤
2n2
para x1 , x2 ∈ Bε (x0 ),
3. Teorema de la función inversa 53

porque f es continuamente diferenciable en una vecindad de x0 .


Paso 2. Para x1 , x2 ∈ Bε (x0 ), |x1 − x2 | ≤ 2|f (x1 ) − f (x2 )|.

Sea g : Bε (x0 ) → Rn dada por g(x) = f (x) − x. Entonces g es con-


tinuamente diferenciable en Bε0 (x0 ) y Dj gi (x0 ) = 0, porque Df (x0 ) es la
identidad y entonces Dg(x0 ) = 0. Ası́ que
1
|Dj gi (x)| = |Dj gi (x) − Dj gi (x0 )| = |Dj f i (x) − Dj f i (x0 )| ≤
2n2
para todo x ∈ Bε (x0 ). Entonces, por el lema 3.26, si x1 , x2 ∈ Bε (x0 ),
1 1
|g(x1 ) − g(x2 )| ≤ n2 2
|x1 − x2 | = |x1 − x2 |,
2n 2
por lo que
1
|x1 − x2 | − |f (x1 ) − f (x2 )| ≤ |x1 − x2 − (f (x1 ) − f (x2 ))| ≤ |x1 − x2 |,
2
1
y por lo tanto |x1 − x2 | ≤ |f (x1 ) − f (x2 )|.
2
Paso 3. Existe un abierto W ⊂ Rn , f (x0 ) ∈ W , tal que, si x ∈ Sε (x0 ),
entonces
|y − f (x0 )| < |y − f (x)|
para todo y ∈ W .

Por el paso 1, f (x) 6= f (x0 ) para x ∈ Sε (x0 ). Como la esfera Sε (x0 ) es


compacto, f (Sε (x0 )) es compacto, por lo que existe r > 0 tal que
|f (x0 ) − f (x)| ≥ r
para todo x ∈ Sε (x0 ). Sea W = Br/2 0 (f (x )). Entonces, si y ∈ W y x ∈
0
Sε (x0 ),
r
|y − f (x)| ≥ |f (x) − f (x0 )| − |f (x0 ) − y| > r − > |f (x0 ) − y|.
2
Paso 4. Para cada y ∈ W existe un único x ∈ Bε (x0 ) tal que f (x) = y.

Dado y ∈ W , sea h : Bε (x0 ) → R dada por h(x) = |y − f (x)|2 . Mos-


traremos que h toma un mı́nimo y que este mı́nimo es 0. Como Bε (x0 )
es compacto, h tiene un mı́nimo y, digamos, lo toma en x̄. Por el paso 3,
x̄ ∈
/ Sε (x0 ), ya que
h(x0 ) < h(x) para x ∈ Sε (x0 ).
Ası́ que x̄ ∈ Bε0 (x0 ), y entonces, por la proposición 3.14,
Dj (h(x̄)) = 0
54 3. Diferenciabilidad

para todo j. Esto significa que


Xn
2(y i − f i (x̄))Dj f i (x̄) = 0
i=1

para cada j = 1, . . . , n. Pero, como la matriz (Dj f i (x̄)) es no singular,


y i − f i (x̄) = 0 para todo i. Por lo tanto, f (x̄) = y. La unicidad se sigue del
paso 2.
El paso 4 implica que podemos definir f −1 : W → B0ε (x0 ) y, por el paso
2, para y1 , y2 ∈ W ,
(3.3) |f −1 (y1 ) − f −1 (y2 )| ≤ 2|y1 − y2 |.
Más aún, cuando restringimos f a V = f −1 (W ) ∩ Bε0 (x0 ), tenemos que
f −1 : W → V . Llegamos entonces al final de la demostración.
Paso 5. f −1 : W → V es diferenciable y, para y ∈ W ,
D(f −1 )(y) = Df (f −1 (y))−1 .

Sean y ∈ W , x = f −1 (y) y S = Df (x). Queremos demostrar que f −1 es


diferenciable en y y que Df −1 (y) = S −1 , es decir
|f −1 (z) − f −1 (y) − S −1 (z − y)|
lı́m = 0.
z→y |z − y|
Sea u = f −1 (z), y definimos
ϕ(u) = f (u) − f (x) − S(u − x).
Entonces
|ϕ(u)|
lı́m = 0.
u→x |u − x|
Pero
S −1 ϕ(u) = S −1 (z − y) − (f −1 (z) − f −1 (y)),
es decir,
f −1 (z) − f −1 (y) − S −1 (z − y) = −S −1 ϕ(u).
Lo que queremos mostrar entonces es que
|S −1 ϕ(f −1 (z))|
lı́m = 0.
z→y |z − y|
Sea M > 0 tal que |S −1 v| ≤ M |v| para todo v ∈ Rn . Entonces, por (3.3),
|S −1 ϕ(f −1 (z))| M |ϕ(f −1 (z))| |f −1 (z) − f −1 (y)|
≤ −1
|z − y| |f (z) − f −1 (y)| |z − y|
2M |ϕ(f −1 (z))|

|f −1 (z) − f −1 (y)|
para todo z ∈ W , z =
6 y, lo cual converge a 0 cuando z → y. 
4. Teorema de la función implı́cita 55

4. Teorema de la función implı́cita


En esta sección estudiamos la ecuación
f (x, y) = 0,
bajo ciertas condiciones de diferenciabilidad de la función f . En particular
nos interesa resolver la ecuación para, digamos, y y, si y = g(x) la satisface,
entonces también estamos interesados en la diferenciabilidad de g. El teore-
ma de la función implı́cita establece bajo qué condiciones está definida y es
diferenciable la solución y = g(x).
Teorema 3.27 (Función implı́cita). Sea A ⊂ Rn ×Rm abierto, (x0 , y0 ) ∈ A,
f : A → Rm continuamente diferenciable alrededor de (x0 , y0 ) y f (x0 , y0 ) =
0. Sea M la matriz de m × m dada por
(Dn+j f i (x0 , y0 )), i, j = 1, . . . m,
y suponemos que det M 6= 0. Entonces existe un abierto U ⊂ Rn × Rm ,
x0 ∈ U , y un abierto V ⊂ Rm , y0 ∈ V , tales que, para cada x ∈ U , existe
un único g(x) ∈ V tal que f (x, g(x)) = 0. Más aún, g es diferenciable.

Es decir, la ecuación
f (x, y) = 0
define implı́citamente a y como función de x, siempre y cuando las derivadas
en y formen una matriz no singular.
La demostración del teorema de la función implı́cita se sigue del teorema
de la función inversa.

Demostración. Sea F : Rn × Rm → Rn × Rm la función definida por


F (x, y) = (x, f (x, y)). Entonces la matriz Jacobiana F ′ (x0 , y0 ) está dada
por
 
1 ... 0 0 ... 0
 0 ... 0 0 ... 0 
 
 .. .. .. .. .. .. 
 . . . . . . 
 
 0 ... 1 0 ... 0 ,
 
D1 f (x0 , y0 ) . . . Dn f (x0 , y0 ) Dn+1 f (x0 , y0 ) . . . Dn+m f (xo , y0 )
1 1 1 1
 
 .. . . .. .. . . .. 
 . . . . . . 
D1 f m (x0 , y0 ) . . . Dn f m (x0 , y0 ) Dn+1 f m (x0 , y0 ) . . . Dn+m f m (xo , y0 )
es decir, es de la forma
 
I 0
F ′ (x0 , y0 ) = ,
∗ M
ası́ que det F ′ (x0 , y0 ) = det M 6= 0.
56 3. Diferenciabilidad

Por el teorema de la función inversa, existe un abierto U × V alrededor


de (x0 , y0 ) y un abierto W alrededor de F (x0 , y0 ) tales que F : U × V → W
tiene inversa F −1 : W → U × V y es diferenciable. No es difı́cil ver que esta
inversa es de la forma
F −1 (u, v) = (u, h(u, v)),
para cada (u, v) ∈ W , y h : W → V es diferenciable.
Como F −1 (x, v) = (x, h(x, v)),
(x, v) = F (x, h(x, v)) = (x, f (x, h(x, v))),
por lo que
(3.4) f (x, h(x, v)) = v.
Ası́ que f (x, h(x, 0)) = 0, y por lo tanto podemos escoger g(x) = h(x, 0). 

Es fácil calcular Dg(x) para cada x ∈ U : Como f (x, g(x)) = 0,


f i (x, g(x)) = 0
para cada i = 1, 2, ..., m. Calculando la j-ésima derivada parcial utilizando
la regla de la cadena,
Xm
i
(3.5) Dj f (x, g(x)) + Dn+l f i (x, g(x))Dj gl (x) = 0.
l=1
Ahora bien, 3.5 es un sistema lineal con m ecuaciones y m variables y,
además, 
det Dn+l f i (x, g(x)) i,l 6= 0.
Ası́ que podemos resolver, de forma unı́voca, para cada Dj gl (x).
Veamos esto a través de un ejemplo.
Ejemplo 3.28. Consideremos la ecuación
x2 y + 2xy 2 = 3,
alrededor del punto (1, 1). Como


D2 f (1, 1) = x2 + 4xy 6= 0,
(1,1)

la ecuación define implı́citamente a y como función de x, digamos y = g(x),


en una vecindad de (1, 1). Sean
f (x, y) = x2 y + 2xy 2 − 3 y F (x) = f (x, g(x)).
Entonces
F ′ (x) = D1 f (x, g(x)) + D2 f (x, g(x))g′ (x) = 0,
es decir
(2xg(x) + 2g(x)2 + (x2 + 4xg(x))g′ (x) = 0,
5. Derivadas de orden mayor 57

de donde obtenemos que


2xg(x) + 2g(x)2
g′ (x) = − .
x2 + 4xg(x)
Usualmente se escribe
dy 2xy + 2y 2
=− 2 .
dx x + 4xy
El teorema de la función implı́cita, a través de la ecuación (3.4), implica
que la función f es localmente una proyección sobre el espacio Rm . Este
resultado es conocido como el teorema del rango. Recordemos que, si M es
una matriz de n×m, su rango es el número máximo de columnas linealmente
independientes de M . Es decir, la dimensión de su imagen en Rm .
Teorema 3.29 (Rango). Sea A ⊂ Rn abierto y f : A → Rm continuamente
diferenciable en una vecindad de x0 tal que f (x0 ) = 0. Suponemos que m ≤ n
y que f ′ (x0 ) tiene rango igual a m. Entonces existe un abierto U ⊂ Rn ,
x0 ∈ U , y una función Ψ : U → Rn continuamente diferenciable tal que
f ◦ Ψ(x1 , . . . , xn ) = (xn−m+1 , . . . , xn ).

Demostración. f ′ (x0 ) tiene m columnas linealmente independientes, diga-


mos las columnas j1 < j2 < . . . < jm . Sea g : Rn → Rn una permutación tal
que
(x1 , x2 , . . . , xn ) = g(. . . , xj1 , . . . , xjm ).
Es decir, g manda las últimas m coordenadas de cada punto en Rn a las
coodernadas j1 , . . . , jm . Entonces, si A′ es el abierto g−1 (A), A′ ⊂ Rn−m ×Rm
y f ◦ g : A′ → Rm satisface las hipótesis del teorema de la función implı́cita,
ası́ que existe un abierto U ⊂ Rn y H : U → A′ tal que
f ◦ g ◦ H(x1 , . . . , xn ) = (xn−m+1 , . . . , xn ).
Nota que H es de la forma (x′ , x′′ ) 7→ (x′ , h(x′ , x′′ )), como en la ecuación
(3.4). Entonces tomamos Ψ = g ◦ H. 

5. Derivadas de orden mayor


Si la función f : Rn → Rm es diferenciable, las derivadas parciales
Di f (x) existen, y pueden ser ellas mismas diferenciables. Si cada Di f (x)
es diferenciable, entonces sus derivadas parciales existen y se denominan
derivadas parciales de segundo orden de f . Éstas se denotan por
Dij f (x) = Dj (Di f )(x).
Similarmente, las derivadas parciales de orden k se denotan por
Di1 i2 ...ik f (x) = Dik (· · · Di2 (Di1 f ) · · · )(x).
En general, Dij f (x) 6= Dji f (x), como lo muestra el siguiente ejemplo.
58 3. Diferenciabilidad

Ejemplo 3.30. Sea f : R2 → R dada por


 2 2
 xy(x − y ) (x, y) 6= (0, 0)
f (x, y) = x2 + y 2

0 (x, y) = (0, 0).
Sus derivadas parciales están dadas por
 4 2 3 5
 x y + 4x y − y (x, y) 6= (0, 0)
D1 f (x, y) = (x2 + y 2 )2

0 (x, y) = (0, 0),
 5 3 2 4
 x − 4x y − xy (x, y) 6= (0, 0)
D2 f (x, y) = (x2 + y 2 )2

0 (x, y) = (0, 0).
Para (x, y) 6= (0, 0),
x6 + 9x4 y 2 − 9x2 y 4 − y 6
D12 f (x, y) = D21 f (x, y) = .
(x2 + y 2 )3
Sin embargo,
D1 f (0, h) − D1 f (0, 0)
D12 f (0, 0) = lı́m = −1,
h→0 h
y
D2 f (h, 0) − D2 f (0, 0)
D21 f (0, 0) = lı́m = 1,
h→0 h
por lo que D12 f (0, 0) 6= D21 f (0, 0).

Nota que, en el ejemplo anterior, D12 f y D21 f no son continuas en


(0, 0). De hecho, ni siquiera tienen limite en (0, 0). Sin embargo, tenemos el
siguiente el teorema.
Teorema 3.31. Si Dij f y Dji f existen en un conjunto abierto que contiene
a x0 y son continuas en x0 , entonces
Dij f (x0 ) = Dji f (x0 ).

Demostración. Suponemos primero que f : R2 → R, i = 1, j = 2, y


definimos F : R2 → R, por
F (x) = f (x0 + x).
Tenemos entonces que
D1 F (0) = D1 f (x0 ), D2 F (0) = D2 f (x0 )
D12 F (0) = D12 f (x0 ), D21 F (0) = D21 f (x0 ).
5. Derivadas de orden mayor 59

Si definimos G : R2 → R por G(x1 , x2 ) = F (x2 , x1 ), D1 G(0) = D2 F (0) y


D12 G(0) = D21 F (0). Queremos demostrar entonces que
D12 G(0) = D12 F (0).
En búsqueda de una contradicción, suponemos que es falso y, sin pérdida de
generalidad,
D12 F (0) > D12 G(0).
Como ambas derivadas son continuas en (0, 0), existe un rectángulo R =
[−ε, ε] × [−ε, ε] tal que
D12 F (x) − D12 G(x) > 0
para x ∈ R. Entonces
D2 (D1 (F − G))(x1 , x2 ) > 0
para (x1 , x2 ) ∈ [−ε, ε] × [−ε, ε], ası́ que x2 7→ D1 (F − G)(x1 , x2 ) es estric-
tamente creciente en [−ε, ε] para cada x1 ∈ [−ε, ε]. En particular, tenemos
que
D1 (F − G)(x1 , ε) > D1 (F − G)(x1 , −ε).
Si definimos H : [−ε, ε] → R por
H(x1 ) = (F − G)(x1 , ε) − (F − G)(x1 , −ε),
H ′ (x) > 0 en [−ε, ε], por lo que es estrictamente creciente en [−ε, ε] y
entonces
(3.6) H(ε) > H(−ε).
Pero
H(ε) = F (ε, ε) − G(ε, ε) − F (ε, −ε) + G(ε, −ε)
y
H(−ε) = F (−ε, ε) − G(−ε, ε) − F (−ε, −ε) + G(−ε, −ε),
y, como G(x1 , x2 ) = F (x2 , x1 ),
H(ε) = −F (ε, −ε) + F (−ε, ε) = H(−ε) = F (−ε, ε) − F (ε, −ε),
por lo que H(ε) = H(−ε), lo cual es una contradicción con (3.6).
En el caso general, definimos φ : R2 → R por
i-ésimo jésimo
z}|{ z}|{
φ(u, v) = f (x10 , . . . , u , . . . , v , . . . , xn0 ).

Entonces Dij f (x0 ) = D12 φ(xi0 , xj0 ) y Dji f (x0 ) = D21 φ(xi0 , xj0 ), y el teorema
se sigue del caso de funciones de dos variables. 
60 3. Diferenciabilidad

Definición 3.32. Decimos que f : Rn → R es de clase C k , k = 1, 2, . . ., y


escribimos f ∈ C k , si las derivadas parciales de orden k
Di1 i2 ...ik f (x)
existen y son continuas. Decimos que f es de clase C 0 , o simplemente de
clase C, y escribimos f ∈ C 0 (f ∈ C, respectivamente), si f es continua.
Decimos que f es de clase C ∞ , denotado f ∈ C ∞ , si todas las derivadas
parciales de cualquier orden existen. Es decir, f ∈ C k para todo k ≥ 1.

Ejemplo 3.33. Sea, para k = 0, 1, 2, . . .,



xk sen 1 x 6= 0
fk (x) x
0 x = 0.

La diferenciabilidad de cada fk es descrita por la siguiente tabla.


k En 0, fk es Clase
0 discontinua ninguna
1 continua C
2 diferenciable, fk′ no continua C
3 ′
diferenciable con fk continua C1
4 ′ ′′
fk diferenciable, fk no continua C1
5 ′′
fk continua, pero no diferenciable C2
(n−1) (n)
2n fk diferenciable, pero fk no continua C n−1
(n)
2n + 1 fk continua, pero no diferenciable Cn

Sea f : Rn → R una función de clase C k . Definimos φ : R → R por

φ(t) = f (x0 + t(x − x0 )) = f (x10 + t(x1 − x10 ), . . . , xn0 + t(xn − xn0 )).
Entonces φ(0) = f (x0 ) y φ(1) = f (x). Como f ∈ C k (Rn ), φ ∈ C k (R) y
n
X k
Y
φ (k)
(t) = Di1 i2 ...ik f (x0 + t(x − x0 )) (xil − xi0l ).
i1 ,i2 ,...,ik =1 l=1

Por el teorema de Taylor, existe c ∈ [0, 1] tal que


φk−1 (0)
φ(1) = φ(0) + φ′ (0) + ... + + Rk ,
(k − 1)!
donde
φk (c)
. Rk =
k!
Estas observaciones implican el siguiente teorema.
5. Derivadas de orden mayor 61

Teorema 3.34. Si f ∈ C k , x0 , x ∈ Rn , entonces existe y entre x0 y x tal


que
n
X
(3.7) f (x) = f (x0 ) + Di f (x0 )(xi − xi0 )
i=1
n
X k−1
Y
1
+ ... + Di1 i2 ...ik−1 f (x0 ) (xil − xi0l ) + Rk (x),
(k − 1)!
i1 ,i2 ,...,ik =1 l=1

donde
n
X k
Y
1
Rk (x) = Di1 i2 ...ik f (y) (xil − xi0l ).
k!
i1 ,i2 ,...,ik =1 l=1

Al polinomio de la ecuación (3.7) se le llama polinomio de Taylor al-


rededor de x0 de f . Si f ∈ C ∞ , podemos calcular tantos sumandos como
queramos, y a la serie ası́ obtenida se le llama expansión de Taylor alrededor
de x0 . Si esta serie converge a f (x), es decir Rk (x) → 0, alrededor de x0 ,
entonces decimos que f es analı́tica real en x0 .
Ejemplo 3.35. Sea f (x, y) = sen xy. Entonces f (0, 0) = 0, y
D1 f (x, y) = y cos xy, D1 f (0, 0) = 0
D2 f (x, y) = x cos xy, D2 f (0, 0) = 0
D11 f (x, y) = −y 2 sen xy, D11 f (0, 0) = 0
D12 f (x, y) = cos xy − xy sen xy, D12 f (0, 0) = 1
D21 f (x, y) = cos xy − xy sen xy, D21 f (0, 0) = 1
D22 f (x, y) = −x2 cos xy, D22 f (0, 0) = 0.
Entonces, los primeros términos de la expansión de Taylor alrededor de (0, 0)
de sen xy son
1
(1(x − 0)(y − 0) + 1(y − 0)(x − 0)) = xy.
2
Nota que coinciden con el primer término de la expansión de sen w, con
w = xy.

Si una función es de clase C ∞ , entonces no necesariamente es analı́tica.


De hecho, es posible que la expansión converja a un lı́mite distinto de f (x),
como lo muestra que el siguiente ejemplo.
Ejemplo 3.36. Consideremos la función f : R → R dada por
( 1
e− x2 x = 6 0
f (x) =
0 x = 0.
62 3. Diferenciabilidad

Entonces f es de clase C ∞ , pero f (k)(0) = 0 para todo k. Entonces la


expansión Taylor de f alrededor de 0 es idénticamente 0, pero f (x) 6= 0
para todo x 6= 0.
Por lo tanto, su serie de Taylor no converge a f (x) para ningún punto
x 6= 0.

Ejercicios

1. Demuestra la proposición 3.5.


2. Sea U ⊂ Rn abierto y f, g : U → R tales que f es continua en x0 ∈ U ,
g es diferenciable en x0 y g(x0 ) = 0. Muestra que f g es diferenciable en
x0 .
3. Calcula la derivada y el Jacobiano de cada una de las siguientes funcio-
nes, utilizando la regla de la cadena.
a) (x, y) 7→ (x2 − y 2 , 2xy), en cada punto (x0 , y0 ) ∈ R2 ;
b) (x, y) 7→ (sen(x2 + xy + y 2 ), exy ), en cada punto (x0 , y0 ) ∈ R2 ;
4. Repite el ejercicio anterior utilizando derivadas parciales.
5. Si extendemos la definición de derivadas direccionales a vectores u no
necesariamente unitarios, demuestra que satisfacen
Dtu f (x0 ) = tDu f (x0 ),
Du+v f (x0 ) = Du f (x0 ) + Dv f (x0 ) si f es diferenciable en x0 .
6. Decimos que f : Rn → R es homogénea de grado α si f (tx) = tα f (x),
para x ∈ Rn , t > 0.
Si además f es diferenciable, muestra la fórmula de Euler
n
X
xi Di f (x) = αf (x).
i=1

7. Si f : Rn → R es diferenciable y f (0) = 0, demuestra que existen


gi : Rn → R tal que
n
X
f (x) = xi gi (x).
i=1
8. Demuestra la proposición 3.14.
9. Demuestra la proposición 3.15.
10. Sea A ⊂ Rn abierto y f : A → Rn inyectiva y continuamente diferencia-
ble tal que det f ′ (x) 6= 0 para todo x ∈ A. Muestra que f (A) es abierto
y f −1 : f (A) → A es diferenciable.
Muestra además que f (B) es abierto para todo B ⊂ A abierto.
Ejercicios 63

11. a) Sea f : R2 → R continuamente diferenciable. Muestra que f no es


inyectiva. (Sugerencia: Considera la función g(x, y) = f (x, y), y .)
b) Generaliza este resultado a funciones continuamente diferenciables
f : Rn → Rm , con m < n.
12. a) Muestra que si f : R → R satisface f ′ (x) 6= 0 para todo x ∈ R,
entonces f es inyectiva.
b) Sin embargo, muestra que f : R2 → R2 dada por
f (x, y) = (ex cos y, ex sen y)
satisface det f ′ (x, y) 6= 0 para todo (x, y) ∈ R2 , pero no es inyectiva.
13. Sea f : Rn → Rn continuamente diferenciable tal que existe c > 0 tal
que
|f (x) − f (y)| ≥ c|x − y|
n
para todo x, y ∈ R . Muestra que
a) f es inyectiva;
b) det f ′ (x) 6= 0 para todo x ∈ Rn ; y
c) f (Rn ) = Rn . (Sugerencia: Como en la demostración del Teorema
de la Función Inversa, considera la función g(x) = |y − f (x)|2 .)
14. Sea f : R → R dada por
( 1
e− x2 x 6= 0
f (x) =
0 x = 0.
Muestra por inducción que, para x 6= 0, k = 1, 2, . . .,
Pk (x) − 12
f (k)(x) = e x ,
Qk (x)
donde Pk y Qk son polinomios. Concluye que f ∈ C ∞ y f (k) (0) = 0 para
todo k.
15. Utiliza el ejercicio anterior para encontrar una función F : R → R,
F ∈ C ∞ , tal que F (x) = 0 para x ≤ 0 y F (x) > 0 para x > 0.
16. Encuentra una función G : R → R tal que G(x) > 0 para x ∈ (−1, 1) y
G(x) = 0 para |x| ≥ 1.
Capı́tulo 4

Convexidad

1. Conjuntos convexos
En este capı́tulo estudiaremos el concepto de convexidad, el cual es su-
mamente importante en el análisis. Estudiaremos conjuntos convexos y fun-
ciones convexas en Rn , ası́ como las propiedades y relaciones entre sus puntos
y valores extremos.
En esta sección estudiaremos los conjuntos convexos. Recordemos que
un conjunto K ⊂ Rn es convexo si, para todo x, y ∈ K y t ∈ [0, 1],

(1 − t)x + ty ∈ K.

Ejemplo 4.1. Un semiespacio

H = {x ∈ Rn : x · x0 ≥ c}

es convexo: Si x, y ∈ H, t ∈ [0, 1],

((1 − t)x + ty) · x0 = (1 − t)x · x0 + ty · x0 ≥ (1 − t)c + tc = c,

ası́ que (1 − t)x + ty ∈ H.

Proposición 4.2. La intersección de conjuntos convexos es convexo.

Demostración.
T Sea {Kα }α una colección de conjuntos convexos, y sean
x, y ∈ α Kα . Entonces x, y ∈ Kα para todo α y, si 0 ≤ t ≤ 1,

(1 − t)x + ty ∈ Kα
T
para todo α. Por lo tanto (1 − t)x + ty ∈ α Kα . 

65
66 4. Convexidad

Definición 4.3. Decimos que Ω ⊂ Rn es un polı́topo convexo si es la inter-


sección de un número finito de semiespacios cerrados. Es decir,
m
\
Ω= Hi , Hi = {x · xi ≥ ci }.
i=1

La proposición 4.2 justifica el adjetivo convexo en la definición anterior.


Definición 4.4. Sea K un conjunto convexo cerrado. Un hiperplano de
apoyo para K es un hiperplano
P = {x ∈ Rn : x · x0 = c}
tal que P ∩ K 6= ∅ y
K ⊂ HP = {x ∈ Rn : x · x0 ≥ c}.

Es decir, el hiperplano P interseca al convexo K, y K se encuentra de


un solo lado de P . El siguiente teorema establece que un conjunto convexo
cerrado tiene un hiperplano de apoyo en cada punto de su frontera.
Teorema 4.5. Sea K un conjunto convexo cerrado y x0 ∈ fr K. Entonces
existe un hiperplano de apoyo P para K tal que x0 ∈ P .

Demostración. Sea (yk ) una sucesión en Rn \ K tal que yk → x0 . Para


cada k, sea zk ∈ K un punto más cercano a yk en K, es decir
|zk − yk | ≤ |x − yk | para todo x ∈ K.
Tal punto existe por la proposición 1.34. Sea
zk − yk
uk = .
|zk − yk |
Como (uk ) es acotada, entonces existe una subsucesión que converge por el
teorema de Bolzano-Weierstrass. Para simplificar, supongamos que uk → u.
Sea
P = {x ∈ Rn : (x − x0 ) · u = 0}.
Vamos a demostrar que P es un hiperplano de apoyo para K. Es decir,
tenemos que mostrar que
K ⊂ {x ∈ Rn : (x − x0 ) · u ≥ 0}.

Sea x ∈ K y ε > 0. Vamos a mostrar que (x − x0 ) · u ≥ −ε


Demostraremos primero que (x − zk ) · uk ≥ 0 para todo k. Si t ∈ [0, 1] y
y = (1 − t)zk + tx,
entonces y ∈ K y
|y − yk | ≥ |zk − yk |.
1. Conjuntos convexos 67

En otras palabras, |y − yk |2 ≥ |zk − yk |2 . Además


|y − yk |2 = |(1 − t)zk + tx − yk |2 = |t(x − zk ) + (zk − yk )|2
= t2 |x − zk |2 + 2t(x − zk ) · (zk − yk ) + |zk − yk |2 ,
por lo que, si t 6= 0,
t|x − zk |2 + 2(x − zk ) · (zk − yk ) ≥ 0.
Como t ∈ (0, 1] es arbitrario, obtenemos 2(x − zk ) · (zk − yk ) ≥ 0. Por lo
tanto
(x − zk ) · uk ≥ 0.

Dado ε > 0, tomamos k tal que


ε ε
|uk − u| < y |yk − x0 | < .
2(|x − x0 | + 1) 4
Entonces, como |uk | = 1,
|(x − x0 ) · u − (x − zk ) · uk |
≤ |(x − x0 ) · u − (x − x0 ) · uk | + |(x − x0 ) · uk − (x − zk ) · uk |
≤ |x − x0 ||u − uk | + |uk ||zk − x0 |
ε
< + |zk − yk | + |yk − x0 |
2
ε ε ε
≤ + 2|x0 − yk | < + 2 = ε,
2 2 4
donde también hemos usado el hecho que |zk − yk | ≤ |x − yk |. Por lo tanto,
como (x − zk ) · uk ≥ 0,
(x − x0 ) · u ≥ (x − x0 ) · u − (x − zk ) · uk ≥ −ε.

Por lo tanto, como ε > 0 es arbitrario,


(x − x0 ) · u ≥ 0.


Corolario 4.6. Sea K un conjunto convexo cerrado no vacı́o y tal que


K 6= Rn . Entonces K es la intersección de semiespacios cerrados.

Demostración.
T Para cada x ∈ fr K, tomamos un hiperplano de apoyo Px
con x ∈ Px K. Dejamos como ejercicio (ejercicio 2) verificar que
\
K= H Px .
x∈fr K


68 4. Convexidad

2. Combinaciones convexas y simplejos


Definición 4.7. Una combinación convexa de x1 , . . . , xm ∈ Rn es una com-
binación lineal
m
X
ti xi
i=1
tal que
m
X
ti ≥ 0, i = 1, . . . , m, y ti = 1.
i=1

Ejemplo 4.8. El vector (1 − t)x + ty, t ∈ [0, 1], es una combinación convexa
de x y y: t, 1 − t ≥ 0 y (1 − t) + t = 1.

Proposición 4.9. K ⊂ Rn es convexo si, y solo si, es cerrado bajo combi-


naciones convexas.

Demostración. Si K es cerrado bajo combinaciones convexas, entonces es


convexo simplemente por la definición de convexidad y el ejemplo 4.8.
P
. , xm ∈ K, y t1 , . . . , tm ≥ 0 tales que
Sea K convexo, x1 , . . P ti = 1.
m
Queremos demostrar que i=1 ti xi ∈ K. Esto lo haremos por inducción en
m: si m = 2, (1 − t)x1 + tx2 ∈ K por la definición de convexo.
PmSea m > 2 y suponemos que el resultado es cierto para m − 1. Si tm = 1,
i=1 ti xi = xm ∈ K. Supongamos entonces que tm < 1. Sabemos que

t1 + t2 + . . . + tm−1 = 1 − tm .
Entonces
t1 t2 tm−1
+ + ... + =1
1 − tm 1 − tm 1 − tm
y, por inducción,
t1 t2 tm−1
x̄ = x1 + x2 + . . . + xm−1 ∈ K.
1 − tm 1 − tm 1 − tm
Entonces, como K es convexo y x̄, xm ∈ K,
t1 x1 + . . . + tm−1 xm−1 + tm xm = (1 − tm )x̄ + tm xm ∈ K.


La siguiente proposición implica que, en toda combinación convexa, solo


n + 1 puntos son suficientes.

Proposición 4.10. Sea S ⊂ Rn , y sea x la combinación convexa de puntos


en S. Entonces x es la combinación convexa de a lo más n + 1 puntos de S
2. Combinaciones convexas y simplejos 69

Demostración. Supongamos que


Xm m
X
x= ti xi , ti ≥ 0, ti = 1,
i=1 i=1
y m > n + 1. Vamos a demostrar que x es la combinación convexa de a lo
más m − 1 de las xi . Claramente podemos asumir que todo ti > 0.
Como m − 1 > n,
x1 − xm , x2 − xm , . . . , xm−1 − xm
son linealmente dependientes, ası́ que existen c1 , c2 , . . . , cm−1 , no todos cero,
tales que
c1 (x1 − xm ) + c2 (x2 − xm ) + . . . + cm−1 (xm−1 − xm ) = 0.
Sea cm = −(c1 + c2 + . . . + cm−1 ). Entonces
m
X
c1 x1 + c2 x2 + . . . + cm−1 xm−1 + cm xm = 0 y ci = 0.
i=1
Sea α tal que
1 c1 cm
= máx{ , . . . , },
α t1 tm
y si = ti − αci . Observamos que α > 0. Como αci ≤ ti para todo ci 6= 0,
si ≥ 0 y
Xm m
X X m
si = ti − α ci = 1.
i=1 i=1 i=1
Además, si0 = 0 para algún i0 . Entonces
m
X X X X
si xi = (ti − αci )xi = ti xi − α ci xi = x,
i=1
i0 6=0

por lo que x es combinación convexa de los m − 1 i, i 6= i0 . 


Definición 4.11. Sean x0 , x1 , ..., xr ∈ Rn tales que
x1 − x0 , x2 − x0 , . . . , xr − x0
son linealmente independientes. El r-simplejo generado por x0 , x1 , . . . , xr es
el conjunto de todas las combinaciones convexas de x0 , x1 , . . . , xr . Véase la
figura 1.

Si K es el r-simplejo generado por P x0 , x1 , . . . , xr y x ∈ K, entonces


existen únicos t0 , t1 , . . . , tr tales que x = ri=0 ti xi (ejercicio 4.) A las coor-
denadas del vector (t0 , t1 , ..., tr ) se les llama coordenadas baricéntricas de
K.
El simplejo estándar en Rn es el n-simplejo generado por 0, e1 , e2 , . . . , en .
70 4. Convexidad

.
x0 x0 x1

0−simplejo 1−simplejo

x2 x2

x3
x0 x1
x0 x1
2−simplejo 3−simplejo

Figura 1. r-simplejos con r = 0, 1, 2, 3.

3. Funciones convexas
En esta sección estudiaremos a las funciones complejas y algunas de sus
propiedades analı́ticas.

Definición 4.12. Sea K ⊂ Rn convexo y f : K → R. Decimos que f es


convexa si, para x1 , x2 ∈ K y t ∈ [0, 1],

f (tx1 + (1 − t)x2 ) ≤ tf (x1 ) + (1 − t)f (x2 ).


Pm
Es fácil verificar que si f : K → R es convexa y i=1 ti xi es una combi-
nación convexa de x1 , . . . , xm ∈ K, entonces
X
m  Xm
f ti xi ≤ ti f (xi ).
i=1 i=1

Véase el ejercicio 8.

Ejemplo 4.13. f : Rn → R, f (x) = |x| es una función convexa:

|tx1 + (1 − t)x2 | ≤ t|x1 | + (1 − t)|x2 |,


por la desigualdad del triańgulo y el hecho que t, 1 − t ≥ 0.

Para f : K → R, definimos el conjunto K + ⊂ Rn+1 como

K + = {(x, z) ∈ K × R : z ≥ f (x)}.

K + es entonces el conjunto de puntos en Rn+1 que están arriba de la gráfica


de f .

Proposición 4.14. f : K → R es convexa si, y solo si, K + es convexo.


3. Funciones convexas 71

Demostración. Supongamos que f es convexa y sean (x1 , z1 ), (x2 , z2 ) ∈


K + . Entonces z1 ≥ f (x1 ) y z2 ≥ f (x2 ), y queremos mostrar que, para
t ∈ [0, 1],
t(x1 , z1 ) + (1 − t)(x2 , z2 ) = (tx1 + (1 − t)x2 , tz1 + (1 − t)z2 ) ∈ K + ,
es decir,
tz1 + (1 − t)z2 ≥ f (tx1 + (1 − t)x2 ).
Pero, como f es convexa,
f (tx1 + (1 − t)x2 ) ≤ tf (x1 ) + (1 − t)f (x2 ) ≤ tz1 + (1 − t)z2 .
Entonces K + es convexo.
Supongamos ahora que K + es convexo. Tomamos x1 , x2 ∈ K. Entonces
(x1 , f (x1 )) ∈ K + y (x2 , f (x2 )) ∈ K + . Como K + es convexo, para t ∈ [0, 1]
t(x1 , f (x1 ))+(1−t)(x2 , f (x2 )) = (tx1 +(1−t)x2 , tf (x1 )+(1−t)f (x2 )) ∈ K + .
Pero esto quiere decir
tf (x1 ) + (1 − t)f (x2 ) ≥ f (tx1 + (1 − t)x2 ).
Por lo tanto f es convexa. 

La siguiente proposición nos será de utilidad más adelante. Primero de-


finimos, para c ∈ R, el conjunto
Kc = {x ∈ K : f (x) ≤ c},
el corte de f a la altura c. Véase la figura 2.
y

c c

Kc

Figura 2. El conjunto de las x tal que f (x) queda por debajo de c es Kc .

Proposición 4.15. Si f es convexa en K, entonces cada Kc es convexo.

Demostración. Sean x1 , x2 ∈ Kc . Entonces f (x1 ) ≤ c, f (x2 ) ≤ c. Como f


es convexa, para t ∈ [0, 1],
f (tx1 + (1 − t)x2 ) ≤ tf (x1 ) + (1 − t)f (x2 ) ≤ tc + (1 − t)c = c,
por lo que entonces tx1 + (1 − t)x2 ∈ Kc . 
72 4. Convexidad

La inversa de la proposición 4.15 es falsa.


Ejemplo 4.16. Consideremos f : R → R dada por f (x) = x3 . Entonces

K = R y cada Kc es el intervalo (−∞, 3 c), ası́ que es convexo. Sin embargo,
f no es convexa.
Ejemplo 4.17. Sea A ⊂ Rn un conjunto cerrado tal que A 6= ∅. Definimos
f : Rn → R como
f (x) = mı́n{|x − y| : y ∈ A}.
Tal mı́nimo existe por la proposición 1.34. Demostraremos que f es convexa
si, y solo si, A es convexo.
Si f es convexa, entonces, como A = K0 , A es convexo, por la proposición
4.15.
Supongamos ahora que A es convexo. Sean x1 , x2 ∈ Rn y t ∈ [0, 1].
Tomamos y1 , y2 ∈ A tales que f (x1 ) = |x1 − y1 |, f (x2 ) = |x2 − y2 |. Como A
es convexo, ty1 + (1 − t)y2 ∈ A, ası́ que
f (tx1 + (1 − t)x2 ) ≤ |tx1 + (1 − t)x2 − (ty1 + (1 − t)y2 )|
≤ t|x1 − y1 | + (1 − t)|x2 − y2 | = tf (x1 ) + (1 − t)f (x2 ).
Entonces f es convexa.

Ahora estudiaremos la continuidad de las funciones convexas. Primero,


observemos que no todas las funciones convexas son continuas.
Ejemplo 4.18. Sea f : [0, 1] → R dada por
(
1, x = 0, 1
f (x) =
0, 0 < x < 1
Entonces f es convexa, pero no es continua en 0 ni en 1.

Sin embargo, notemos que la función f no es continua precisamente en


los extremos de [0, 1].
Teorema 4.19. Sea K ⊂ Rn convexo y abierto, y f : K → R convexa.
Entonces f es continua.
Lema 4.20. Sea R un rectángulo cerrado. Entonces R es el conjunto de
todas las combinaciones convexas de sus vértices.

En otras palabras, si R = [a1 , b1 ] × · · · × [an , bn ], el conjunto V de sus


vértices es el conjunto
V = {(c1 , c2 , ..., cn ) : ci = ai o bi }.
Entonces R es el conjunto de todas las combinaciones convexas de puntos
en V .
La demostración del lema 4.20 la dejamos como ejercicio (ejercicio 7).
3. Funciones convexas 73

Demostración. Sea x0 ∈ K y R ⊂ K un rectángulo con centro en x0 y


de lado 2r, como se muestra en la figura 3. Sea B la bola cerrada Br (x0 ) y

x0 + u

x0
r

x0 − u
2r

Figura 3. El rectángulo de la demostración del teorema 4.19.

x ∈ B. Entonces la recta que pasa por x0 y x corta a fr B en dos vectores,


|x − x0 |
digamos x0 + u y x0 − u, con |u| = r. Entonces, si t = , x y x0
r
satisfacen las siguientes relaciones convexas:
x = (1 − t)x0 + t(x0 + u),
1 t
x0 = x+ (x0 − u).
t+1 t+1
Sea V el conjunto de vértices de R, y
M = máx{f (y) : y ∈ V }.
Como f es convexa, el lema 4.20 implica que, para z ∈ R, f (z) ≤ M . Además
(4.1) f (x) ≤ (1 − t)f (x0 ) + tf (x0 + u)
y
1 t
(4.2) f (x0 ) ≤ f (x) + f (x0 − u).
t+1 t+1
De (4.1) obtenemos
f (x) ≤ (1 − t)f (x0 ) + tM,
por lo que
f (x) − f (x0 ) ≤ t(M − f (x0 )).
De (4.2),
1 t
f (x0 ) ≤ f (x) + M,
t+1 t+1
ası́ que
t(f (x0 ) − M ) ≤ f (x) − f (x0 ).
Entonces
|M − f (x0 )|
|f (x) − f (x0 )| ≤ t|M − f (x0 )| = |x − x0 |.
r
74 4. Convexidad

Dado ε > 0, escogemos


n rε o
δ = mı́n r, .
|M − f (x0 )| + 1
Entonces |x − x0 | < δ implica que |f (x) − f (x0 )| < ε. 

El siguiente teorema establece un criterio para la convexidad de funciones


diferenciables.

Teorema 4.21. Sea f diferenciable en K. Entonces f es convexa si, y solo


si,
(4.3) f (x) ≥ f (x0 ) + Df (x0 )(x − x0 )
para todo x, x0 ∈ K.

Demostración. Supongamos que f es convexa, y sea h = x − x0 . Como f


es convexa, para t ∈ (0, 1]
f (x0 + th) ≤ (1 − t)f (x0 ) + tf (x0 + h),
por lo que
f (x0 + th) − f (x0 ) ≤ t(f (x0 + h) − f (x0 )).
Restamos Df (x0 )(th) = tDf (x0 )(h)) de la desigualdad, dividimos entre t y
obtenemos
f (x0 + th) − f (x0 ) − Df (x0 )(th)
≤ f (x0 + h) − f (x0 ) − Df (x0 )(h).
t
Como f es diferenciable, el lado izquierdo de la desigualdad va a 0 cuando
t → 0. Entonces
f (x0 + h) − f (x0 ) − Df (x0 )(h) ≥ 0,
es decir
f (x) ≥ f (x0 ) + Df (x0 )(x − x0 ).
Supongamos ahora que la desigualdad (4.3) es cierta para todo x0 , x ∈
K. Sean x1 , x2 ∈ K, x1 6= x2 , t ∈ (0, 1) y x = (1− t)x1 + tx2 . Demostraremos
que
f (x) ≤ (1 − t)f (x1 ) + tf (x2 ).

Tenemos
f (x1 ) ≥ f (x) + Df (x)(x1 − x)
y
f (x2 ) ≥ f (x) + Df (x)(x2 − x),
4. Puntos y valores extremos 75

ası́ que
(1 − t)f (x1 ) + tf (x2 )
 
≥ (1 − t) f (x) + Df (x)(x1 − x) + t f (x) + Df (x)(x2 − x)

= f (x) + Df (x) (1 − t)x1 + tx2 − x = f (x).


Como f (x0 ) + Df (x0 )(x − x0 ) es la aproximación lineal de f en el pun-


to x0 , entonces el teorema 4.21 establece que una función diferenciable es
convexa si, y solo si, su gráfica se encuentra arriba de la gráfica de su apro-
ximación lineal en cada punto.

4. Puntos y valores extremos


En esta sección estudiaremos los puntos extremos de conjuntos convexos,
y su relación con los valores extremos (máximos y mı́nimos) de las funciones
convexas.
Definición 4.22. Sea K ⊂ Rn convexo. Decimos que x ∈ K es un punto
extremo de K si no existen x1 , x2 ∈ K, t ∈ (0, 1) tales que x = (1−t)x1 −tx2 .

Es decir, los puntos extremos de un conjunto convexo K son aquéllos


que no son combinaciones convexas no triviales de puntos en K. No es difı́cil
ver que los puntos extremos de K se encuestran en su frontera (ejercicio 14).
Proposición 4.23. Sea K ⊂ Rn convexo y compacto. Entonces todo punto
de K es combinación convexa de puntos extremos de K.

Demostración. Demostraremos esta proposición por inducción en n. Cuan-


do n = 1, K es un intervalo cerrado, y la proposición es cierta porque, si
x ∈ [a, b], entonces
b−x x−a
x= a+ b.
b−a b−a
Suponemos entonces que el resultado es cierto para n − 1. Sea K ⊂ Rn
convexo y compacto. Primero, tomemos x0 ∈ T fr K. Sea P un hiperplano
de apoyo a K tal que x0 ∈ K ∩ P . Pero K P puede ser identificado
con un subconjunto convexo en Rn−1 (ejercicio 15). Por inducción, x0 es
combinación convexa de puntos extremos de K ∩ P , que a su vez son puntos
extremos de K (ejercicio 16).
Si x0 ∈ K 0 , sea L una recta que contiene a x0 . Entonces, como K es
convexo y compacto,
L ∩ fr K = {x1 , x2 },
y x0 es combinación convexa de x1 y x2 , que a su vez son, cada uno, una
combinación convexa de puntos extremos de K. 
76 4. Convexidad

Corolario 4.24. Si f : K → R es continua y convexa en el conjunto convexo


compacto K, entonces su máximo ocurre en algún punto extremo de K.

Demostración. Si x ∈ K, entonces
X m
x= ti xi ,
i=1
P
donde i ti = 1 y los xi son puntos extremos de K. Entonces
m
X m
X
f (x) ≤ ti f (xi ) ≤ ti M = M,
i=1 i=1
donde
M = sup{f (y) : y es punto extremo de K}.
Como f es continua, f toma su máximo, y entonces lo debe tomar en un
extremo. 

La hipótesis de continuidad en el corolario fue utilizada para garantizar


que f toma su máximo en K, aunque no siempre es necesaria esta hipótesis.
Por ejemplo, si K es un polı́topo convexo compacto, entonces tiene sola-
mente un número finito de puntos extremos (ejercicio 17). Ası́ que el máximo
de f sobre K es simplemente
M = máx{f (y) : y es punto extremo de K},
el cual siempre existe porque {f (y) : y es punto extremo de K} es finito.
Si f : Rn → R es lineal, entonces claramente es convexa. Si K ⊂ R es
convexo y compacto, sea M el máximo de f en K y definimos
K ′ = {x ∈ K : f (x) = M }.
Corolario 4.25. x ∈ K ′ si, y solo si, x es combinación convexa de puntos
extremos de K contenidos en K ′ .
P P
Demostración. Sea x ∈ K ′ , y x = i ti xi , ti > 0, i ti = 1, donde los
xi son puntos extremos de K. Si f (xj ) < M para algún j, entonces, como
tj > 0,
X X
M = f (x) = ti f (xi ) ≤ ti M + tj f (xj ) < M,
i i6=j
una contradicción. Entonces f (xi ) = M para todo i, es decir, xi ∈ K ′ para
todo i.
P
Si x = i ti xi , con xi ∈ K ′ para todo i,
k
X
f (x) = ti f (xi ) = M,
i=1
Ejercicios 77

P
porque f es lineal y i ti = 1. 

Ejercicios

1. Muestra que si P es un hiperplano de apoyo del conjunto convexo cerrado


K, entonces P ∩ K ⊂ fr K.
2. Termina la demostración del corolario 4.6.
3. Sea K ⊂ Rn un conjunto convexo cerrado no vacı́o tal que Rn \ K 6= ∅
es convexo. Muestra que K es un semiespacio cerrado.
4. Muestra que si x se puede representar como combinación convexa de
x0 , x1 , . . . , xr de dos formas distintas, entonces los vectores
x1 − x0 , x2 − x0 , . . . , xr − x0
son linealmente dependientes.
5. Sea x una combinación convexa de x1 , . . . , xm , y cada xj una combina-
ción convexa de yj1 , . . . , yjmj . Muestra que x es una combinación con-
vexa de de todos los yjk .
6. Sea S ⊂ Rn . Sea Ŝ la cerradura convexa de S: el conjunto de todas las
combinaciones convexas de puntos en S.
a) Muestra que Ŝ es convexo; y
b) Muestra que si K es convexo y S ⊂ K, entonces Ŝ ⊂ K.
7. Demuestra el lema 4.20.
Pr
8. Muestra que si f : K → R es convexa y i=1 ti xi es una combinación
convexa de x1 , . . . , xr ∈ K, entonces
X
r  r
X
f ti xi ≤ ti f (xi ).
i=1 i=1

9. Sean f, g : K → R convexas y sea h : K → R dada por


h(x) = máx{f (x), g(x)}.
Muestra que h es convexa.
10. Sea f : K → R continua tal que
1  1 
f (x1 + x2 ) ≤ f (x1 ) + f (x2 )
2 2
para todo x1 , x2 ∈ K. Muestra que f es convexa.
11. Sea f : (a, b) → R doblemente diferenciable. Entonces f es convexa si,
y solo si, f ′′ (x) > 0 para todo x ∈ (a, b).
78 4. Convexidad

12. Sean a, b > 0 y 0 < t < 1. Muestra que


a1−t bt ≤ (1 − t)a + tb.
(Sugerencia: Muestra que la función t → a(b/a)t es convexa utilizando
el ejercicio anterior.)
13. Muestra la desigualdad de Hölder: si x, y ∈ Rn , y p, q > 1 son tales que
1 1
+ = 1, entonces
p q
Xn X
n 1/p  X
n 1/q
i i i p
|x y | ≤ |x | |y i |q .
i=1 i=1 i=1
(Sugerencia: Utiliza el ejercicio anterior.)
14. Muestra que si x es un punto extremo del conjunto convexo K, entonces
x ∈ fr K.
15. Sea P un hiperplano en Rn y x0 ∈ P . Muestra que existe una isometrı́a
ψ : P → Rn−1 tal que ψ(x0 ) = 0.
16. Muestra que si P es un hiperplano de apoyo del conjunto convexo K y
x es un punto extremo de K ∩ P , entonces x es un punto extremo de K.
17. Sea K un polı́topo convexo. Muestra que K tiene un número finito de
puntos extremos.
18. Muestra que un polı́topo compacto es la unión finita de simplejos. Si el
polı́topo tiene r vectores linealmente independientes, muestra que es la
unión finita de r-simplejos.
Capı́tulo 5

Integración

1. La integral de Riemann en Rn
Empecemos por recordar la integral de Riemann de una función acotada
f : [a, b] → R. Una partición P de [a, b] es un subconjunto finito P ⊂ [a, b]
tal que a, b ∈ P. Escribimos
P = {x0 = a < x1 < . . . < xN = b}.
Definimos entonces la suma inferior de f con respecto a P como
N
X
L(f, P) = mi (f )(xi − xi−1 ),
i=1

y la suma superior de f con respecto a P como


N
X
U (f, P) = Mi (f )(xi − xi−1 ),
i=1

donde
mi (f ) = ı́nf{f (x) : x ∈ [xi−1 , xi ]} y Mi (f ) = sup{f (x) : x ∈ [xi−1 , xi ]}.

Decimos entonces que f es Riemann-integrable si


L(f ) = sup{L(f, P) : P partición de [a, b]}
y
U (f ) = ı́nf{U (f, P) : P partición de [a, b]}
Rb
son iguales, y escribimos a f = L(f ) = U (f ).
La definición de la integral de Riemann de una función sobre un rectángu-
lo en Rn está motivada a partir de la definición anterior. Observamos que

79
80 5. Integración

L(f, P) y U (f, P) son sumas de la longitud de cada intervalo multiplicado


por mi (f ) y Mi (f ), respectivamente. Ası́ que lo primero que debemos hacer
es extender nuestra definición de longitud de un intervalo en R a volumen
de un rectángulo en Rn .
Definición 5.1. Sea R = [a1 , b1 ]×. . . ×[an , bn ] ⊂ Rn un rectángulo cerrado.
El volumen de R, denotado por v(R), se define como
v(R) = (b1 − a1 )(b2 − a2 ) . . . (bn − an ).

Ahora definimos una partición de un rectángulo cerrado R. Para cada


i, tomamos una partición Pi de [ai , bi ], y sea P el conjunto de todos los
rectángulos de la forma
S = [y1 , z1 ] × [y2 , z2 ] × . . . × [yn , zn ],
donde yi , zi ∈ Pi son consecutivos. A cada S ∈ P lo llamamos subrectángulo
de R. P está formada entonces por N = N1 N2 · · · Nn subrectángulos, y cada
uno de los lados de los subrectágulos de R en P corresponde a algún intervalo
en [ai , bi ], inducido por Pi . Denotaremos a P como
P = (P1 , P2 , ...Pn ),
donde cada Pi es partición de [ai , bi ].
No es muy difı́cil ver que, si P es un partición del rectángulo cerrado R,
entonces X
v(S) = v(R).
S∈P
(Ejercicio 1.)
Definición 5.2. Sea f : R → R acotada. La suma inferior de f con respecto
a P está dada por X
L(f, P) = mS (f )v(S),
S∈P
donde mS (f ) = ı́nf{f (x) : x ∈ S} y v(S) es el volumen de S.
La suma superior de f con respecto a P está dada por
X
U (f, P) = MS (f )v(S),
S∈P

donde MS (f ) = sup{f (x) : x ∈ S}.

Es claro que, para cada partición P de R, L(f, P) ≤ U (f, P). Además,


para cualquiera dos particiones P y Q,
L(f, P) ≤ U (f, Q).
Demostraremos esto a continuación, y para tal efecto definiremos el concepto
de refinamiento.
1. La integral de Riemann en Rn 81

Decimos que Q = (Q1 , Q2 , . . . , Qn ) es un refinamiento de P si Pi ⊂


Qi , para cada i. Es decir, cada rectángulo en Q es subrectángulo de algún
rectángulo en P.
Proposición 5.3. Si Q es un refinamiento de P,
L(f, P) ≤ L(f, Q) y U (f, Q) ≤ U (f, P).

Demostración. Si T ∈ Q, existe S ∈ P tal que T ⊂ S, y


mT (f ) ≥ mS (f ), MT (f ) ≤ MS (f ).
Además, cada S ∈ P está subdividido en rectángulos T1 , T2 , . . . , Tk ∈ Q, y
v(S) = v(T1 ) + v(T2 ) + . . . + v(Tk ).
Entonces
k
X k
X k
X
mS (f )v(S) = mS (f ) v(Tj ) = mS (f )v(Tj ) ≤ mTj (f )v(Tj ).
j=1 j=1 j=1

Ası́ que L(f, P) ≤ L(f, Q).


De la misma forma,
k
X k
X
MS (f )v(S) = MS (f )v(Tj ) ≥ MTj (f )v(Tj ),
j=1 j=1

ası́ que U (f, P) ≥ U (f, Q). 

Nota que L(f, P) ≤ L(f, Q) ≤ U (f, Q) ≤ U (f, P).


Corolario 5.4. Si P y Q son particiones de R, L(f, P) ≤ U (f, Q).

Demostración. Sea R la partición


R = (P1 ∪ Q1 , P2 ∪ Q2 , . . . , Pn ∪ Qn ).
Entonces R es un refinamiento de P y de Q y, por la proposición anterior,
L(f, P) ≤ L(f, R) ≤ U (f, R) ≤ U (f, Q).


Sea R ⊂ Rn un rectángulo cerrado y f : R → R acotada. Definimos la


suma inferior de f como
L(f ) = sup{L(f, P) : P partición de R},
y la suma superior de f como
U (f ) = ı́nf{U (f, P) : P partición de R}.
Por el corolario 5.4, L(f ) y U (f ) existen para cualquier función acotada
f : R → R y, además L(f ) ≤ U (f ).
82 5. Integración

Definición 5.5. Decimos que la función acotada f : R → R es Riemann-


integrable si L(f ) = U (f ). Al valor común de L(f ) y U (f ) se la llama la
integral de f y se denota por Z
f,
R
o por R f, si deseamos hacer explı́cito el dominio de f .
Ejemplo 5.6 (Funciones constantes). Sea f : R → R dada por f (x) = c
para algún c ∈ R. Si P es una partición de R y S ∈ P,
mS (f ) = MS (f ) = c,
ası́ que L(f, P) = U (f, P) = cv(R). Claramente L(f ) = U (f ) y entonces
Z
f = c v(R).

Ejemplo 5.7. Sea f : [0, 1] × [0, 1] → R dada por


(
1 x∈Q
f (x, y) =
0 x∈ / Q.
Si P es partición de R y S ∈ P, entonces existen puntos (r, y) y (α, z) en S
tales que r ∈ Q y α ∈ / Q. Entonces mS (f ) = 0 y MS (f ) para todo S ∈ P, lo
cual implica que L(f, P) = 0 y U (f, P) = v([0, 1] × [0, 1]) = 1. Entonces
L(f ) = 0 < U (f ) = 1,
por lo que f no es Riemann-integrable.
Teorema 5.8. Sea f : R → R acotada. Entonces f es Riemann-integrable
si, y solo si, para cada ε > 0 existe una partición P tal que
U (f, P) − L(f, P) < ε.
R
Demostración. Si f es Riemann-integrable, entonces L(f ) = f = U (f ).
Sea ε > 0. Entonces existen particiones P y Q tales que
Z Z
ε ε
L(f, P) > f − y U (f, Q) < f + .
2 2
Si
R = (P1 ∪ Q1 , P2 ∪ Q2 , . . . , Pn ∪ Qn ),
entonces
L(f, P) ≤ L(f, R) ≤ U (f, R) ≤ U (f, Q),
y
U (f, R) − L(f, R) ≤ U (f, Q) − L(f, P) < ε.
Para la inversa, sea ε > 0 dado y tomamos una partición P tal que
U (f, P) − L(f, P) < ε.
1. La integral de Riemann en Rn 83

Entonces, como L(f ) ≥ L(f, P) y U (f ) ≤ U (f, P),


U (f ) − L(f ) ≤ U (f, P) − L(f, P) < ε.
Como ε es arbitrario, L(f ) = U (f ), y entonces f es Riemann-integrable. 

El criterio establecido por el teorema 5.8 es de mucha utilidad para


identificar funciones Riemann-integrables en un rectángulo.
La siguiente proposición resume las propiedades básicas de la integral
de Riemann.
Proposición 5.9. Sean f, g : R → R Riemann-integrables. Entonces
1. f + g es Riemann-integrable y
Z Z Z
(f + g) = f + g;

2. Si f ≤ g, Z Z
f≤ g;
y
3. |f | es Riemann-integrable y
Z Z

f ≤ |f |.

Demostración. 1. Sea P una partición de R, y S ∈ P. Entonces


mS (f ) + mS (g) ≤ mS (f + g), MS (f ) + MS (g) ≥ MS (f + g).
Esto implica que
L(f, P) + L(g, P) ≤ L(f + g, P) y U (f, P) + U (g, P) ≥ U (f + g, P).
Dado ε > 0, el teorema 5.8 implica que existe una partición P tal
que
ε ε
U (f, P) − L(f, P) < y U (g, P) − L(g, P) < .
2 2
Entonces
U (f + g, P) − L(f + g, P) ≤ U (f, P) + U (f, P) − (L(f, P) + L(f, P))
= U (f, P) − L(f, P) + U (g, P) − L(g, P)
ε ε
< + = ε.
2 2
Entonces f + g es Riemann-integrable.
Ahora bien, si P es un partición de R,
Z
(f + g) = L(f + g) ≥ L(f + g, P) ≥ L(f, P) + L(g, P),
84 5. Integración

ası́ que
Z Z Z
(f + g) ≥ L(f ) + L(g) = f+ g.

De manera similar
Z Z Z
(f + g) ≤ f+ g,

y por lo tanto
Z Z Z
(f + g) = f+ g.

2. Dejamos esta parte como ejercicio (ejercicio 3).


3. Sea P una partición de R y S ∈ P. Si x, y ∈ S, la desigualdad del
triángulo inversa implica que

|f (x)| − |f (y)| ≤ |f (x) − f (y)|.

Entonces MS (|f |) − mS (|f |) ≤ MS (f ) − mS (f ), y esto implica que


U (|f |, P) − L(|f |, P) ≤ U (f, P) − L(f, P).
Entonces, dado ε > 0, si P es tal que U (f, P) − L(f, P) < ε,
U (|f |, P) − L(|f |, P) < ε,
y |f | es Riemann-integrable.
La desigualdad se sigue de la parte 2 y del hecho que
−|f | ≤ f ≤ |f |.

2. Funciones Riemann-integrables
En esta sección clasificaremos las funciones Riemann-integrables en fun-
ción de sus puntos de continuidad. Para ésto necesitaremos de dos conceptos
fundamentales: el de medida cero y el de oscilación, este último introducido
en el segundo capı́tulo.

Definición 5.10. Sea A ⊂ Rn . Decimos que A es de medida cero si para


todo ε > 0 existen rectángulos R1 , R2 , . . . tales que
[ X
A⊂ Ri y v(Ri ) < ε.
i i

Ejemplo 5.11. ∅ es de medida cero.


2. Funciones Riemann-integrables 85

Ejemplo 5.12. Un conjunto finito {x1 , . . . , xk } es de medida cero. Dado


ε > 0, para cada xi tomamos un rectángulo Ri , xi ∈ Ri , tal que v(Ri ) < ε/k.
Entonces
k
[ k
X k
X ε
{x1 , . . . , xk } ⊂ Ri y v(Ri ) < = ε.
k
i=1 i=1 i=1

Ejemplo 5.13. Q es de medida cero: Como es contable, Q = {rk }∞


k=1 . Dado
ε > 0, sea
 ε ε 
Ik = rk − k+2 , rk + k+2 .
2 2
S
Entonces v(Ii ) = ε/2k+1 , Q ⊂ k Ik y

X ∞
X ε ε
v(Ik ) = = < ε.
2k+1 2
k=1 k=1

Es claro que el argumento del ejemplo anterior puede ser aplicado a


cualquier conjunto contable, por lo que entonces cualquier conjunto contable
es de medida cero. De hecho, podemos demostrar algo más fuerte.
Proposición
S∞ 5.14. Sean A1 , A2 , . . . ⊂ Rn conjuntos de medida cero. En-
tonces i=1 Ai es de medida cero.

Demostración. Sea ε > 0. Para cada Ai tomamos {Rij }∞


j=1 tal que

[ ∞
X ε
Ai ⊂ Rij y v(Rij ) < .
2i+1
j=1 j=1

Tenemos entonces la sucesión de inclusiones


A1 ⊂ R11 ∪ R12 ∪ R13 ∪ . . .
A2 ⊂ R21 ∪ R22 ∪ R23 ∪ . . .
A3 ⊂ R31 ∪ R32 ∪ R33 ∪ . . .
..
.

Imitando a Cantor, reordenamos los {Rij } en la forma


R11 , R21 , R12 , R31 , R22 , R13 , . . . ,
y obtenemos una sucesión Sk de rectángulos tal que
[ [ X X X ε ε
Ai ⊂ Sk y v(Sk ) = v(Rij ) = i+1
= < ε.
2 2
i k k i,j i

La doble suma en i, j es independiente del orden de los sumandos porque,


como todos los v(Rij ) ≥ 0, converge absolutamente. 
86 5. Integración

Es claro que la proposición 5.14 implica que todos los conjuntos contables
son de medida cero. A continuación mostramos un ejemplo de un conjunto
incontable de medida cero.
Ejemplo 5.15 (El conjunto de Cantor). Consideramos la sucesión de con-
juntos
C0 = [0, 1]
C1 = [0, 1/3] ∪ [2/3, 1]
C2 = [0, 1/9] ∪ [2/9, 1/3] ∪ [2/3, 7/9] ∪ [8/9, 1]
..
.
Cn = [0, 1/3n ] ∪ . . . ∪ [1 − 1/3n , 1]
..
.
Nota que cada Cn+1 es el conjunto que resulta de remover el “tercio central”
de cada uno de los intervalos de Cn . El conjunto de Cantor es el conjunto
dado por
\∞
C= Ck .
k=0
El conjunto de Cantor es incontable (ejercicios 6 y 7). Ahora observaremos
que es de medida cero.
Cada Ck es la unión de 2k intervalos de longitud 1/3k cada uno. Si a
estos los llamamos I1 , I2 , . . . , I2k , entonces
k k
2
[ 2
X  2 k
C ⊂ Ck = Ii y v(Ii ) = .
3
i=1 i=1

Dado ε > 0, podemos tomar k tal que (2/3)k < ε. Entonces la ecuación
anterior implica que C es de medida cero.

Observamos que fue suficiente utilizar, para verificar la definición de


medida cero para C, solo un número finito de intervalos.
Definición 5.16. Decimos que el conjunto A ⊂ Rn es de contenido cero si,
para todo ε > 0, existen rectángulos R1 , R2 , . . . , RN tales que
N
[ N
X
A⊂ Ri y v(Ri ) < ε.
i=1 i=1

Es decir, los conjuntos de contenido cero son aquellos de medida cero en


los cuales es suficiente un número finito de rectángulos de la definición de
medida cero.
2. Funciones Riemann-integrables 87

Es claro que, además de C, los conjuntos finitos son de contenido cero.


De hecho, tenemos la siguiente proposicion.
Proposición 5.17. Si A es de medida cero y es compacto, entonces es de
contenido cero.

Para demostrar la proposición 5.17 haremos uso del siguiente lema, el


cual nos permite verificar la definición de medida cero usando solo rectángu-
los abiertos.
Lema 5.18. Sea A ⊂ Rn y R1 , R2 , . . . rectángulos tales que
[ X
A⊂ Ri y v(Ri ) < ε.
i i
Entonces existen rectángulos abiertos Si tales que
[ X
A⊂ Si y v(Si ) < ε.
i i

Demostración. Sea
1 X 
η= ε− v(Ri ) .
2
i
Para cada i, sea Si el rectángulo abierto que resulta de “ensanchar” Ri de
tal forma que
η
Ri ⊂ Si y v(Si ) < v(Ri ) + i
S 2
(ejercicio 8). Entonces A ⊂ i Si y
X X
v(Si ) < v(Ri ) + η < ε.
i i


Demostración de la ProposiciónS 5.17.P Dado ε > 0, existe una sucesión


de rectángulos Ri tales que A ⊂ i Ri y i v(Ri ) < ε. El lema 5.18 implica
que podemos suponer que estos rectángulos son abiertos. Entonces forman
una cubierta para A. Como A es compacto, existen Ri1 , . . . , RiN tales que
N
[
A⊂ Rij
j=1
Como
N
X X
v(Rij ) ≤ v(Ri ) < ε,
j=1 i
esto implica que A es de contenido cero. 

El resultado anterior es útil para mostrar que ciertos conjuntos no son


de medida cero.
88 5. Integración

Proposición 5.19. El intervalo [a, b] ∈ R, a < b, no es de contenido cero.

Demostración. Sean I1 , . . . , IN intervalos cerrados tales que


[a, b] ⊂ I1 ∪ . . . ∪ IN .
Sea {t0 < t1 < . . . < tM } el conjunto de todos los extremos de los intervalos
Ij . Entonces t0 ≤ a, tM ≥ b, y para cada i existe j tal que [ti−1 , ti ] ⊂ Ij .
Además, cada Ij es de la forma [ti , tk ] por lo que
v(Ij ) = tk − ti ≥ ti+i − ti .
Entonces
M
X N
X
b − a ≤ tM − t0 = (ti − ti−1 ) ≤ v(Ij ).
i=1 j=1
Por lo tanto, no es posible encontrar intervalos I1 , . . . , IN tales que
N
X
v(Ij ) < b − a.
j=1


Corolario 5.20. [a, b] no es de medida cero.

La proposición 5.19 también implica que un rectángulo no degenerado


en Rn no es de contenido cero, lo cual hemos dejado como ejercicio (ejercicio
9).
T
Corolario 5.21. A = Q [a, b] no es de contenido cero.

P que A ⊂ I1 ∪ . . . ∪
Demostración. Sean I1 , . . . , IN intervalos cerrados tales
IN . Entonces Ā ⊂ I1 ∪ . . . ∪ IN , y Ā = [a, b]. Entonces i v(Ii ) ≥ b − a. 
Ejemplo 5.22. Como el conjunto A del corolario tiene S medidaP cero, existen
(ai , bi ) ⊂ (a, b), i = 1, 2, . . . tales que A S\ {a, b} ⊂ i (ai , bi ) y (bi − ai ) es
tan pequeña como queramos. SeaPU = i (ai , bi ). U es abierto y Ū = [a, b].
Sin embargo fr U = [a, b] \ U . Si i (bi − ai ) < b − a, entonces fr U no tiene
medida cero.
P
Para ver esto, sea ε = b − a −S i (bi − ai ). Entonces existen intervalos
abiertos I1 , I2 , . . . tales que fr U ⊂ j Ij y
X
v(Ij ) < ε.
j
S S
Entonces [a, b] ⊂ i (ai , bi ) ∪ j Ij . Como [a, b] es compacto, existen
i1 , . . . , iN , j1 , . . . , jM
2. Funciones Riemann-integrables 89

tales que [a, b] ⊂ (ai1 , bi1 ) ∪ . . . ∪ (aiN , biN ) ∪ Ij1 ∪ . . . ∪ IjM y


N
X M
X
(bik − aik ) + v(jl ) < b − a,
k=1 l=1
lo cual contradice la demostración de la proposición anterior.

Recordemos la oscilación de una función en un punto. Si f : A → R es


acotada y x0 ∈ A, dado δ > 0, definimos
M (f, x0 , δ) = sup{f (x) : x ∈ A, |x − x0 | < δ},
m(f, x0 , δ) = ı́nf{f (x) : x ∈ A, |x − x0 | < δ}.
Los números M (f, x0 , δ) y m(f, x0 , δ) están bien definidos porque f es aco-
tada y, además, si 0 < η ≤ δ,
(5.1) M (f, x0 , η) ≤ M (f, x0 , δ) y m(f, x0 , η) ≥ m(f, x0 , δ).
La oscilación de f en x0 está dada por

O(f, x0 ) = lı́m M (f, x0 , δ) − m(f, x0 , δ) .
δ→0

Dicho lı́mite existe porque la diferencia M (f, x0 , δ) − m(f, x0 , δ) es decre-


ciente en δ, por (5.1). Ası́ que el lı́mite está dado simplemente por el ı́nfimo
de todas las diferencias para δ > 0.
Recordemos que, por la proposición 2.24, la oscilación de f en x0 es igual
a 0 si, y solo si, f es continua en x0 . A continuación demostraremos otras
propiedades de la oscilación.
Proposición 5.23. Sea A ⊂ Rn , f : A → R acotada, ε > 0 y
Uε = {x ∈ A : O(f, x) < ε}.
Entonces existe un abierto U ⊂ Rn tal que Uε = U ∩ A.

Demostración. Sea x ∈ Uε . Entonces O(f, x) < ε, por lo que existe δ > 0


tal que M (f, x, δ) − m(f, x, δ) < ε. Demostraremos que Bδ0 (x) ∩ A ⊂ Uε .
Sea y ∈ Bδ0 (x) ∩ A, y sea r = δ − |x − y|. Si |y − z| < r,
|x − z| ≤ |x − y| + |y − z| < δ.
Esto implica que f (z) ≤ M (f, x, δ) y f (z) ≥ m(f, x, δ) para todo z ∈ A tal
que |y − z| < r. Ası́ que
M (f, y, r) − m(f, y, r) ≤ M (f, x, δ) − m(f, x, δ) < ε,
y O(f, y) < ε. Por lo tanto y ∈ Uε .
[
Podemos tomar entonces U = Bδ0 (x). 
x∈Uε
90 5. Integración

Corolario 5.24. Si A es cerrado y f : A → R es acotada, el conjunto


{x ∈ A : O(f, x) ≥ ε}
es cerrado para todo ε > 0.
Corolario 5.25. Sea R un rectángulo cerrado, f : R → R acotada, y sea
F = {x ∈ R : f no es continua en x}.
Si F tiene medida cero, entonces, para cada ε > 0, el conjunto
Fε = {x ∈ R : O(f, x) ≥ ε}
es de contenido cero.

Demostración. Para todo ε > 0, Fε ⊂ F . Ası́ que Fε es de medida cero y es


cerrado por el corolario anterior. Como Fε ⊂ R es acotado, por el teorema
de Heine-Borel es compacto. Por lo tanto Fε es de contenido cero, por la
proposición 5.17. 

Estamos listos para demostrar nuestro teorema de clasificación de funcio-


nes Riemann-integrables. Empezamos por el siguiente lema, el cual establece
la relación entre oscilación y sumas respecto a una partición.
Lema 5.26. Sea R un rectángulo cerrado y f : R → R acotada tal que
O(f, x) < ε para todo x ∈ R. Entonces existe una partición P de R tal que
U (f, P) − L(f, P) < v(R)ε.

Demostración. Para cada x ∈ R tomamos un rectángulo abierto Rx tal


que x ∈ Rx y
MR̄x (f ) − mR̄x (f ) < ε.
Tal rectángulo existe porque O(f, x) < ε. Entonces {Rx }x∈R es una cubierta
para R y, como R es compacto, existen Rx1 , . . . , Rxk tales que
R ⊂ Rx 1 ∪ . . . ∪ R x k .
Sea P la partición inducida por todos los lı́mites de los Rxi . Esta satisface
que, si S ∈ P, entonces S ⊂ R̄xi para algún i. Entonces
MS (f ) − mS (f ) ≤ MR̄x (f ) − mR̄x (f ) < ε.
i i

Por lo tanto X
U (f, P) − L(f, P) < ε v(S) = εv(R).
S∈P


Como resultado inmediato de este lema, por ejemplo, tenemos el hecho


de que las funciones continuas son Riemann-integrables.
Corolario 5.27. Si f es continua, entonces es Riemann-integrable.
2. Funciones Riemann-integrables 91

La generalización de este corolario, que a su vez clasifica las funciones


Riemann-integrables, está dada por el siguiente teorema.
Teorema 5.28. Sea f : R → R acotada y
F = {x ∈ R : f no es continua en x}.
Entonces f es Riemann-integrable si, y solo si, F es de medida cero.

Demostración. Para ε > 0, definimos Fε = {x ∈ R : O(f, x) ≥ ε}. Nota


que

[
F = F1/k .
k=1
Suponemos primero que f es Riemann-integrable. Demostraremos que cada
F1/k es de medida cero. Sea ε > 0 y P una partición tal que
ε
U (f, P) − L(f, P) < .
k
Sea Ω = {S ∈ P : S ∩ F1/k 6= ∅}. Entonces
[
F1/k ⊂ S
S∈Ω
1
y MS (f ) − mS (f ) ≥ para cada S ⊂ Ω. Ası́
k
X1 X  ε
v(S) ≤ MS (f ) − mS (f ) v(S) ≤ U (f, P) − L(f, P) < .
k k
S∈Ω S∈Ω
P
Por lo tanto S∈Ω v(S) < ε. Como ε es arbitrario, F1/k es de medida cero
(de hecho, de contenido cero), y por lo tanto F es de medida cero.
Supongamos ahora que F es de medida cero. Dado ε > 0, escribimos
ε
ε̄ = . Por la proposición 5.17, Fε̄ es de contenido cero. Sea M > 0 tal
2v(R)
que |f (x)| ≤ M para todo x ∈ R, y sean R1 , . . . , Rk rectángulos cerrados
tales que
Xk
ε
Fε̄ ⊂ R1 ∪ ... ∪ Rk y v(Ri ) < .
4M
i=1
˙ B,
Sea P1 la partición inducida por los lı́mites de los Ri . Entonces P1 = ΩF ∪Ω
donde
ΩF = {S ∈ P1 : S ⊂ Ri para algún i}
y
ΩB = {S ∈ P1 : S ∩ Ri0 = ∅ para todo i}.
Por el lema 5.26, existe un refinamiento P de P1 tal que, para cada S ∈ ΩB ,
X 
MT (f ) − mT (f ) v(T ) < v(S)ε̄.
T ∈P
T ⊂S
92 5. Integración

Sean
Ω′F = {S ∈ P : S ⊂ Ri para algún i}
y
Ω′B = {S ∈ P : S ⊂ T para algún T ∈ ΩB }.
Entonces
X 
U (f, P) − L(f, P) = MS (f ) − mS (f ) v(S)
S∈P
X  X 
= MS (f ) − mS (f ) v(S) + MS (f ) − mS (f ) v(S)
S∈Ω′B S∈Ω′F

X X k
X

≤ MT (f ) − mT (f ) v(T ) + 2M v(Ri )
S∈ΩB T ⊂S i=1
X ε ε
< ε̄v(S) + 2M ≤ ε̄v(R) + = ε.
4M 2
S∈ΩB
Por lo tanto, f es Riemann-integrable. 

Como primer consecuencia de este teorema, tenemos el siguiente corola-


rio, que establece que la multiplicación de funciones Riemann-integrables es
Riemann-integrable.
Corolario 5.29. Sean f, g : R → R Riemann-Integrables. Entonces f g es
Riemann-integrable.

Demostración. Sean
F = {x ∈ R : f es discontinua en x}, G = {x ∈ R : g es discontinua en x}.
Como el producto de funciones continuas es continua, si
H = {x ∈ R : f g es discontinua en x},
entonces H ⊂ F ∪G. Si f y g son Riemann-integrables, F y G son de medida
cero. Por lo tanto H es de medida cero, y f g es Riemann-integrable. 

3. Medida de Jordan
R
Sea C ⊂ Rn un conjunto acotado. Vamos a definir C f , la integral “sobre
C” de f . Suponemos C ⊂ R, donde R es un rectángulo cerrado, y f : R → R
es Riemann-integrable. Definiremos entonces
Z Z
(5.2) f= f χC ,
C R
donde χC es la función caracterı́stica sobre C,
(
1 x∈C
χC (x) =
0 x∈ / C.
3. Medida de Jordan 93

Sin embargo, para que la ecuación (5.2) tenga sentido, es necesario asegurar
que la función f χC es Riemann-integrable. Como f es Riemann-integrable,
por el corolario (5.29) es suficiente con garantizar que χC sea Riemann-
integrable. La siguiente proposición establece la Riemann-integrabilidad de
χC en función de la frontera de C.

Proposición 5.30. χC es Riemann-integrable si, y solo si, fr C es de medida


cero.

Demostración. Vamos que demostrar que χC es continua solo en R \ fr C.


Dado x ∈ R \ fr C, x ∈ C 0 o x se encuentra en el exterior de C.
Si x ∈ C 0 , existe ε > 0 tal que Bε0 (x) ⊂ C. Pero entonces χC ≡ 1 en
Bε0 (x),por lo que es continua en x. De manera similar, si x está en el exterior
de C, existe ε > 0 tal que Bε0 (x) ∩ C = ∅. Pero entonces χC ≡ 0 en Bε0 (x),
ası́ que es continua en x.
Si x ∈ fr C, para todo ε > 0, Bε0 (x) ∩ C 6= ∅ y Bε0 (x) \ C 6= ∅. Ası́ que χC
toma el valor de 0 y de 1 en Bε0 (x), por lo que entonces χC es discontinua
en fr C.
Por lo tanto, fr C es el conjunto de discontinuidades de χC , y la propo-
sición se sigue por el teorema 5.28. 

Ejemplo 5.31 (Función de Dirichlet). La función de Dirichlet es igual a


χQ∩[0,1] . Como fr(Q ∩ [0, 1]) = [0, 1] no tiene medida cero, entonces no es
Riemann-integrable.

Definición 5.32. Si C ⊂ Rn es un conjunto acotado tal que fr C es de


medida cero, entonces decimos que es Jordan-medible.

Ejemplo 5.33. Sea U el conjunto abierto en [0, 1] formado por la unión de


intervalos (ai , bi ) ⊂ (0, 1) tales
[ ∞
X
Q ∩ (0, 1) ⊂ (ai , bi ) y (bi − ai ) < 1,
i i=1

como en el ejemplo 5.22. Entonces fr U = [0, 1] \ U y no tiene medida cero,


como habı́amos observado antes. Ası́ que U es un conjunto abierto que no
es Jordan-medible.

Definición 5.34. Si R ⊂ Rn es un rectángulo cerrado, f : R → R es


Riemann-integrable y C ⊂ R es Jordan-medible, definimos la integral de f
sobre C como Z Z
f= f χC .
C R
R
Si C ⊂ R es Jordan-medible, C 1 es llamada la medida de Jordan de C.
94 5. Integración

En R, R2 y R3 , la medida de Jordan es comúnmente llamada longitud,


área y volumen, respectivamente. Observamos que, si C = R, entonces la
medida de Jordan de R es simplemente su volumen, v(R).
Si C y D son Jordan-medibles y disjuntos, entonces
Z Z Z
1= 1+ 1.
C∪D C D

La siguiente proposición nos será de utilidad más adelante.


Proposición 5.35. Si A es Jordan-medible y ε > 0, entonces existe un
conjunto compacto Jordan-medible C ⊂ A tal que
Z
1 < ε.
A\C

Demostración. Sea P una partición de algún rectángulo R ⊃ A tal que


U (χA , P) − L(χA , P) < ε.
Si S ∈ P, (
1 si S ⊂ A
χA |S =
0 si S ∩ A = ∅.
Sea Ω = {S ∈ P : S ⊂ A}. Entonces
(
1 si S ∈ Ω
mS (χA ) =
0 si S ∈/ Ω.
S
Si C = S∈Ω S, entonces C es compacto y Jordan-medible, porque es la
unión finita de rectángulos cerrados. Además, tenemos que
(
0 S∈Ω
MS (χA\C ) =
MS (χA ) S ∈ / Ω.
Entonces
X X
U (χA\C , P) = MS (χA\C )v(S) = MS (χA )v(S)
S∈P S∈P\Ω
X X
= MS (χA )v(S) − MS (χA )v(S)
S∈P S∈Ω
X X
= MS (χA )v(S) − mS (χA )v(S)
S∈P S∈P
= U (χA , P) − L(χA , P) < ε.
Por lo tanto, Z
1 ≤ U (χA\C , P) < ε.
A\C

4. El teorema de Fubini 95

4. El teorema de Fubini
En esta última sección del capı́tulo, estudiaremos el problema de evaluar
una integral. Es decir,
R dada una función f : R → R, ¿cómo calculamos el
valor explı́cito de f ? En cálculo de una sola variable, el algoritmo más
poderoso es el otorgado por el teorema fundamental del cálculo.
Teorema 5.36 (Fundamental del cálculo). Sea f : [a, b] → R diferenciable
tal que su derivada f ′ es Riemann-integrable. Entonces
Z
f ′ = f (b) − f (a).
R
El teorema 5.36 reduce entonces el problema de calcular f a encontrar
una antiderivada de f , es decir, una función F tal que F ′ = f . Aunque no
siempre es posible encontrar F de forma explı́cita, sı́ nos permite resolver
un buen número de problema que aparecen en distintos contextos.
En esta sección demostraremos el teorema conocido como el teorema de
Fubini, que establece el concepto de integrales iteradas. Esto nos permite
reducir el problema de calcular integrales sobre rectángulos a calcular inte-
grales sobre intervalos, y entonces usar el teorema fundamental del cálculo.
Teorema 5.37 (Fubini). Sean R ⊂ Rn y S ⊂ Rm rectángulos cerrados, y
f : R × S → R Riemann-integrable. Para cada x ∈ R, sea gx : S → R dada
por gx (y) = f (x, y), y sean I, S : R → R
I(x) = L(gx ) y S(x) = U (gx ),
las sumas inferior y superior de gx , respectivamente. Entonces I y S son
Riemann-integrables y
Z Z Z
I= S= f.
R R R×S

Si las funciones gx son Riemann-integrables para cada x, entonces


Z
I(x) = S(x) = gx ,
S
Z
que escribimos simplemente como f (x, y)dy. En este caso podemos escri-
S
bir Z Z Z 
f (x, y)dxdy = f (x, y)dy dx.
R×S R S
A estas integrales se le llama integrales iteradas, ó integrales múltiples.
Desde luego, este resultado es simétrico en x y y: Si hy (x) = f (x, y) es
Riemann-integrable para cada y, entonces
Z Z Z 
f (x, y)dxdy = f (x, y)dx dy.
R×S S R
96 5. Integración

Demostración del teorema de Fubini. Si P es una partición de R × S,


ésta induce particiones PR y PS de R y S, respectivamente, y, de manera
inversa, particiones de R y S inducen una partición de R × S, ya que cada
T ∈ P es de la forma TR × TS , donde TR ∈ PR y TS ∈ PS .
Para cada x ∈ TR ,
mT (f ) = mTR ×TS (f ) ≤ mTS (gx ) y MT (f ) = MTR ×TS (f ) ≥ MTS (gx ),
porque T = TR × TS ⊃ {x} × S. Luego, como v(T ) = v(TR )v(TS ),
X X  X 
L(f, P) = mT (f )v(T ) = mTR ×TS (f )v(TS ) v(TR ).
T ∈P TR ∈PR TS ∈PS
Ahora bien, para cualquier x ∈ TR ,
X X
mTR ×TS (f )v(TS ) ≤ mTS (gx )v(TS ) = L(gx , PS ) ≤ L(gx ) = I(x),
TS ∈PS TS ∈PS
por lo que entonces
X
mTR ×TS (f )v(TS ) ≤ mTR (I)
TS ∈PS

y, ası́, X
L(f, P) ≤ mTR (I)v(TR ) ≤ L(I, PR ).
TR ∈PR

De manera similar podemos demostrar que U (f, P) ≥ U (S, PR ). Por lo


tanto,
L(f, P) ≤ L(I, PR ) ≤ U (I, PR ) ≤ U (S, PR ) ≤ U (f, P),
y
L(f, P) ≤ L(I, PR ) ≤ L(S, PR ) ≤ U (S, PR ) ≤ U (f, P),
porque, claramente, I(x) ≤ S(x) para cada x ∈ R.
Como f es Riemann-integrable, para cada ε > 0 podemos escoger P tal
que
U (f, P) − L(f, P) < ε.
Entonces, para ε > 0 existe PR tal que
U (I, PR ) − L(I, PR ) < ε y U (S, PR ) − L(S, PR ) < ε,
lo cual implica que I y S son Riemann-integrables. Además, las desigualda-
des anteriores implican que
Z Z Z
f= I= S.
R×S R R


En general, las funciones gx no son Riemann-integrables, por lo que es


necesario utilizar el teorema con el uso explı́cito de I y S.
4. El teorema de Fubini 97

Ejemplo 5.38. Consideramos la función f : [0, 1] × [0, 1] → R definida por



0 si x o y es irracional
f (x, y) = 1 p
 si x y y son racionales y x = .
q q
f es Riemann-integrable porque es igual a cero excepto en un conjunto de
p
medida cero. Ahora sea x ∈ [0, 1]. Si x ∈ Q, x = para algunos p, q ∈ Z, y
q

0 y es irracional
gx (y) = 1
 y es racional
q
es la función de Dirichlet multiplicada por 1/q. Entonces gx no es Riemann-
integrable. De hecho I(x) = 0 y S(x) = 1/q.
/ Q, gx (y) = 0 para todo y. Entonces tenemos I(x) = S(x) = 0.
Si x ∈
Por lo tanto, para cada x ∈ [0, 1],

1 x=
p
I(x) = 0, S(x) = q q
0 / Q.
x∈
Ahora
R bien, S es la función de Dirichlet modificada, es Riemann-integrable
y [0,1] S = 0. Entonces
Z Z Z
f= I= S = 0.
[0,1]×[0,1] [0,1] [0,1]

El teorema de Fubini es también útil para calcular integrales sobre con-


juntos Jordan-medibles.
Ejemplo 5.39. Consideremos la bola B2 de radio 1 alrededor de 0 en R2 .
Entonces B2 ⊂ [−1, 1] × [−1, 1], B2 es Jordan-medible (no es muy difı́cil
mostrar que su frontera, el cı́rculo S1 de radio 1, es de medida cero) y
Z Z
f= f χB2 .
B2 [−1,1]×[−1,1]

Por el teorema de Fubini, esta integral es igual a


Z 1 Z 1  Z 1  Z √1−x2 
(f χB2 )(x, y)dy dx = √ f (x, y)dy dx,
−1 −1 −1 − 1−x2

porque (x, y) ∈ B2 si, y solo si, |y| ≤ 1 − x2 .

El siguiente ejemplo también muestra una aplicación del Teorema de


Fubini.
98 5. Integración

Ejemplo 5.40. Sea f : [a, b] × [a, b] → R continua. Mostraremos que


Z bZ y  Z b Z b 
f (x, y)dx dy = f (x, y)dy dx.
a a a x
Sea C = {(x, y) ∈ [a, b] × [a, b] : x ≤ y}. Entonces
Z b Z y  Z bZ b 
f (x, y)dx dy = f (x, y)χC (x, y)dx dy
a a a a
y, por el teorema de Fubini, estas integrales son iguales a
Z
f χC .
[a,b]×[a,b]

Una nueva aplicación del teorema de Fubini implica que


Z Z bZ b  Z bZ b 
f χC = f (x, y)χC (x, y)dy dx = f (x, y)dy dx.
[a,b]×[a,b] a a a x

Ejercicios

1. Sea R un rectángulo cerrado y P una partición de R. Muestra que


X
v(S) = v(R).
S∈P

2. Sea f : R → R
R Riemann-integrable
R y c ∈ R. Muestra que cf es Riemann-
integrable y cf = c f .
R g : R → R Riemann-integrables tales que f ≤ g. Muestra que
3. RSean f,
f ≤ g.
4. Sea f : R → R Riemann-integrable y g : R → R tal que g(x) = f (x)
excepto a lo Rmás un
R número finito de x. Muestra que g es Riemann-
integrable y g = f .
5. Sea f : R → R y P una partición de R. Muestra que f es Riemann-
integrable si y solo si f |S es Riemann-integrable para cada S ∈ P, y en
tal caso Z XZ
f= f |S .
R S∈P S
nX

a o
n
6. Sea C el conjunto de Cantor. Muestra que C = : an = 0 o 2 .
3n
k=1
Es decir, C es el conjunto de números en [0, 1] tales que su expresión
ternaria (en base 3) solo tiene los dı́gitos 0 y 2.
7. Utiliza el ejercicio anterior para concluir que C es incontable.
Ejercicios 99

8. Sea R = [a1 , b1 ]× · · · × [an , bn ] y ε > 0. Muestra que existe α > 0 tal que,
si S = (a1 − α, b1 + α) × · · · × (an − α, bn + α), entonces v(S) < v(R) + ε.
9. Muestra que [a1 , b1 ] × · · · [an , bn ] no es de contenido 0 si ai < bi para
todo i.
10. a) Muestra que un conjunto no acotado no puede ser de contenido 0.
b) Da un ejemplo de un conjunto cerrado de medida 0 que no sea de
contenido 0.
11. a) Si C es de contenido 0, muestra que fr C es de contenido 0.
b) Sin embargo, da un ejemplo de un conjunto de medida 0 cuya fron-
tera no sea de medida 0.
12. Sea f : [a, b] → R creciente. Si x1 , . . . , xk ∈ [a, b] son distintos, muestra
que
k
X
O(f, xi ) < f (b) − f (a).
i=1
13. Sea f : [a, b] → R creciente. Muestra que el conjunto

{x ∈ [a, b] : f es discontinua en x}

es de medida 0. Concluye entonces que toda función creciente en [a, b]


es Riemann-integrable.
R
14. Sea f : R → R Riemann-integrable, f ≥ 0 y tal que f = 0. Muestra
que {x ∈ R : f (x) 6= 0} es de medida 0.
15. Muestra que si C es de contenido 0, entonces es Jordan-medible.
R
16. Muestra que si C es Jordan-medible y de medida 0, entonces C 1 = 0.
17. Sean R y S rectángulos y C ⊂ R × S de contenido cero. Sea A ⊂ R
el conjunto de todos los x ∈ R tal que {y ∈ S : (x, y) ∈ C} no es de
contenido cero. Muestra que A es de medida cero.
18. Sea C ⊂ [0, 1] × [0, 1] la unión
[
{p/q} × [0, 1/q],
p/q∈Q∩[0,1]

donde se asume que los p/q son fracciones reducidas. Muestra que C es
de contenido cero y que el conjunto A, definido como en el problema
anterior, no es de contenido cero.
19. Sea f : [a, b] × [c, d] → R continua tal que D2 f existe y es continua.
a) Define F : [c, d] → R como
Z b
F (y) = f (x, y)dx.
a
100 5. Integración

Muestra que
Z b

F (y) = D2 f (x, y)dx.
a
b) Define G : [a, b] × [c, d] → R como
Z x
G(x, y) = f (t, y)dt.
a
Encuentra D1 G y D2 G.
c) Sea h : [c, d] → [a, b] diferenciable y define H : [c, d] → R como
Z h(y)
H(y) = f (x, y)dx.
a
Encuentra H ′ (y).
Capı́tulo 6

Cambio de variable y
aplicaciones

1. Particiones de la unidad
En este capı́tulo extenderemos la conocida ecuación
Z g(b) Z b
(6.1) f= f ◦ g g′ ,
g(a) a

válida para funciones Riemann-integrables f y funciones diferenciables g en


un intervalo [a, b]. La extensión se tiene que hacer de manera cuidadosa por-
que, en primer lugar, si g : Rn → Rn es una función diferenciable, entonces
su derivada es una transformación lineal, por lo que la ecuación (6.1) ni si-
quiera tiene sentido sobre un rectángulo. Más aún, la imagen de un rectágulo
R bajo g, g(R), podrı́a no ser un conjunto Jordan-medible, por lo cual el
lado izquierdo de (6.1) podrı́a no estar definido.
La manera de resolver el problema es extendiendo la integral de Riemann
a funciones definidas sobre conjuntos abiertos de manera local. Esto se puede
hacer porque, en cada punto de un conjunto abierto U , existe un rectángulo
abierto que lo contiene y a su vez está contenido en U . Es decir, de cierta
manera dividiremos el conjunto U en pedazos donde podemos calcular la
integral, y luego “pegamos” dichos pedazos. La mejor manera de hacerlo
apropiadamente es a travez de particiones de la unidad, las cuales definimos
a continuación.

Definición 6.1. Sea A ⊂ Rn , y sea F una colección de funciones φ ∈ C ∞


definidas sobre un conjunto abierto que contiene a A. Decimos que F es una
partición de la unidad para A si satisface las siguientes condiciones.

101
102 6. Cambio de variable y aplicaciones

1. Para todo x ∈ A y φ ∈ F, 0 ≤ φ(x) ≤ 1.


2. Para cada x ∈ A existe un abierto V que contiene a x tal que solo
un número finito de las φ ∈ F son desiguales a 0 en V .
P
3. Para cada x ∈ A, φ∈F φ(x) = 1.

Como, para cada x ∈ A, φ(x) = 0 excepto para un número finito de las


φ ∈ F, la suma en (3) tiene solo un número finito de sumandos.
Sea {Uα } una cubierta para A. Decimos que la partición de la unidad F
está subordinada a {Uα } si, para cada φ ∈ F, existe Uα tal que supp φ ⊂ Uα ,
donde supp φ es el soporte de φ, dado por

supp φ = {x ∈ dom φ : φ(x) 6= 0},

la cerradura del conjunto donde la función φ no es cero.

Teorema 6.2. Sea A ⊂ Rn y {Uα } una cubierta para A. Entonces existe


una partición de la unidad para A subordinada a {Uα }.

Para la demostración de este teorema utilizaremos el siguiente lema.

Lema 6.3. Sea U ⊂ Rn abierto y C ⊂ Rn compacto tal que C ⊂ U .1


Entonces existe φ ∈ C ∞ tal que φ = 1 en C y supp φ ⊂ U .

Demostración. Sea f : R → R dada por


(
− 1 − 1
e (x+1)2 e (x−1)2 x ∈ (−1, 1)
f (x) =
0 x∈/ (−1, 1).

Entonces f ⊂ C ∞ , f ≥ 0 y supp f = [−1, 1] (véase la figura 1). Sea ahora

-1 1

Figura 1. La fución f (x) de la demostración del lema 6.3.

1Esto se suele escribir como C ⊂⊂ U .


1. Particiones de la unidad 103

F : R → R definida por
Z x
f
F (x) = Z−1
1 .
f
−1
Es decir, F es la integral indefinida de f , normalizada para que F (1) = 1.

-1 1

Figura 2. La función F (x), de clase C ∞ . Nota que F (x) = 0, si x ≤ −1,


y F (x) = 1 para x ≥ 1.

Desde luego, también es de clase C ∞ y no negativa (figura 2). Dado ε > 0,


definimos entonces la función Fε dada por
 2x − ε 
Fε (x) = F .
ε
Fε es entonces una función no-negativa de clase C ∞ tal que Fε (x) = 0 para
x ≤ 0 y Fε (x) = 1 para x ≥ ε.
Sea ahora x0 ∈ Rn y δ > 0. Definimos la función g(x0 , δ; ·) : Rn → R por
 x1 − x1   x2 − x2   xn − xn 
0 0 0
g(x0 , δ; x) = f f ...f .
δ δ δ
Tenemos entonces que g(x0 , δ; x) > 0 si x ∈ Rδ (x0 ), donde Rδ (x0 ) es el
rectángulo abierto Rδ (x0 ) = (x10 − δ, x10 + δ) × · · · × (xn0 − δ, xn0 + δ), y
g(x0 , δ, x) = 0 si x 6∈ Rδ (x0 ).
Para cada x ∈ C, sea δx > 0 tal que B√nδx (x) ⊂ U . Entonces Rδx (x) ⊂ U
y la coleción {Rδx (x)}x∈C es una cubierta para C. Como C es compacto,
existen x1 , . . . , xk tales que
C ⊂ Rδx1 (x1 ) ∪ . . . ∪ Rδxk (xk ).
Definimos ψ : Rn → R por
k
X
ψ(x) = g(xi , δxi ; x).
i=1
104 6. Cambio de variable y aplicaciones

Sk
Entonces ψ > 0 en C, y ψ = 0 fuera de i=1 Rδxi (xi ). De hecho,
k
[
supp ψ = Rδxi (xi ) ⊂ U.
i=1

Como C es compacto, mı́nC ψ > 0. Entonces, si ε = mı́nC ψ, ε > 0 y la


función buscada la obtenemos definiendo φ = Fε ◦ ψ. 

En esta demostración, podemos observar que


k
[ k
[
C⊂ Rδxi (xi ) ⊂ Rδxi (xi ) ⊂ U.
i=1 i=1

Como cada Rδxi (xi ) es un rectángulo abierto, podemos concluir el siguiente


corolario.

Corolario 6.4. Sean C ⊂ U ⊂ Rn , C compacto y U abierto. Entonces


existe un compacto D tal que C ⊂ D0 y D ⊂ U .

En particular, D 6= ∅ (siempre y cuando U 6= ∅, desde luego) y entonces


D0 D. Ya estamos listos para la demostración del teorema 6.2.

Demostración del teorema 6.2. Separaremos la demostración del teore-


ma en varios varios casos.
Caso 1. Suponemos primero que A es compacto. Entonces existen α1 , . . . , αk
tales que
k
[
A⊂ Uαi .
i=1

Vamos ahora a construir compactos D1 , . . . , Dk tales que

A ⊂ D10 ∪ . . . ∪ Dk0 y Di ⊂ Uαi .

Sea C1 = A \ (Uα2 ∪ . . . ∪ Uαk ). Tenemos entonces que, como A es compacto


y cada Uαi es abierto, C1 es compacto. Además, C1 ⊂ Uα1 , porque los Uαi
cubren a A. Por el corolario 6.4, existe un compacto D1 tal que C1 ⊂ D10 y
D1 ⊂ Uα1 .
Procedemos inductivamente: una vez construidos D1 , D2 , . . . , Di , toma-
mos

Ci+1 = A \ D10 ∪ D20 ∪ . . . ∪ Di0 ∪ Uαi+2 ∪ . . . ∪ Uαk .
Entonces Ci+1 es compacto y Ci+1 ⊂ Uαi+1 , y usamos de nuevo el corolario
0 .
6.4 para escoger un compacto Di+1 ⊂ Uαi+1 tal que Ci+1 ⊂ Di+1
1. Particiones de la unidad 105

Por el lema 6.3, existen funciones ψi ∈ C ∞ nonegativas tales que ψi = 1


en Di y supp ψi ⊂ Uαi . Definimos, para i = 1, . . . , k, φi : Rn → R, dada por

 ψi (x)
ψi (x) 6= 0
φi (x) = ψ1 (x) + . . . + ψk (x)

0 de otra forma.
Entonces la colección F = {φi : i = 1, 2, . . . , k} es una partición de la unidad
para A subordinada a {Uα }.
Caso 2. Suponemos ahora que A es de la forma
A = C1 ∪ C2 ∪ . . . ,
0 . Definimos, para cada
donde los Ci son compactos y, para cada i, Ci ⊂ Ci+1
i, la colección
0
Ci = {Uα ∩ (Ci+1 \ Ci−2 )}α ,
0
Como Ci ⊂ Ci+1 0 , C \ C0
y Ci−2 ⊂ Ci−1 0
i i−1 ⊂ Ci+1 \ Ci−2 y, como {Uα }α es
0
una cubierta para A, Ci es una cubierta para el compacto Ci \ Ci−1 (figura

0
Ci+1 \Ci−2
Ci−2
Ci−1
0
Ci \ C i−1
Ci+1

Figura 3. La sucesión de conjuntos compactos encajados Ci−2 ⊂


0 0
Ci−1 ⊂ Ci ⊂ Ci+1 , donde se aprecia la inclusión Ci \Ci−1 ⊂ Ci+1 \Ci−2 .

3). Por el caso 1, existe una partición de la unidad, a la que llamaremos Fi ,


0
para cada Ci \ Ci−1 subordinada a Ci .
Supongamos que x ∈ Ci y ψ ∈ Fj . Como Fj está subordinada a Cj ,
existe U ∈ Cj tal que supp ψ ⊂ U ⊂ Cj+1 0 \ Cj−2 . Como la sucesión Ci es
creciente, si j − 2 ≥ i, entonces Ci ⊂ Cj−2 , y luego φ(x) = 0.
S cada x ∈ A, solo existe un número finito de funciones ψ
Ası́ que, para
en la colección Fj desiguales a 0 alrededor de x. Podemos definir entonces
X
Ψ(x) = ψ(x).
ψ∈∪Fj
106 6. Cambio de variable y aplicaciones

Esta suma está bien definida porque solo tiene un número finito de sumandos
para cada x. Además, Ψ(x) > 0 para todo x ∈ A. Entonces, la colección
nψ [ o
F= :ψ∈ Fj
Ψ
es una partición de la unidad para A subordinada a {Uα }α .
Caso 3. Suponemos ahora que A es abierto. Si A = Rn , entonces podemos
reducir este caso al anterior simplemente recordando que

[
n
R = Bk (0),
k=1

donde Bk (0) es la bola cerrada, y por lo tanto compacta, de radio k alrededor


de 0.
Si A no es todo Rn , fr A 6= ∅. Definimos
dist(x, fr A) = mı́n{|x − y| : y ∈ fr A}.
[∞
1
Entonces, si Ck = {x ∈ A : |x| ≤ k, dist(x, fr A) ≥ }, A = Ck . La
k
k=1
igualdad la obtenemos porque, como A es abierto, dist(x, fr A) > 0 para todo
x ∈ A. Cada conjunto Ck es cerrado y acotado, y por lo tanto compacto,
ası́ que hemos reducido al caso anterior.
S
Caso 4. A general. En este caso simplemente tomamos B = α Uα . Entonces
B es abierto y contiene a A. Por el caso anterior, existe una partición de la
unidad para B subordinada a {Uα }α . Es claro que también es una partición
de la unidad para A, subordinada a la misma cubierta. 
Observación 6.5. De la demostración del teorema 6.2, podemos escoger la
colección F de tal forma que sea contable y cada uno de los soportes supp φ
sea compacto. Usaremos este hecho más adelante.
Observación 6.6. Supongamos que C ⊂ A es compacto. Para cada x ∈ C,
existe un abierto Vx tal que solo un número finito de las φ ∈ F no son cero.
Como C es compacto, existen x1 , . . . , xk tales que C ⊂ Vx1 ∪. . .∪Vxk , ası́ que
solo un número finito de las φ ∈ F no son cero en C.

2. La integral de Riemann en conjuntos abiertos


En esta sección extenderemos la integral de Riemann a conjuntos abier-
tos. En el capı́tulo anterior lo habı́amos hecho a conjuntos Jordan-medibles.
Sin embargo, no todos los conjuntos abiertos son Jordan-medibles, ası́ que
es necesario extender la definición de la integral aún más. Esto lo haremos
a través de las particiones de la unidad, construidas en la sección anterior.
2. La integral de Riemann en conjuntos abiertos 107

Definición 6.7. Sea A ⊂ Rn abierto y {Uα } una cubierta para A. Decimos


que {Uα } es admisible si cada Uα ⊂ A.
Ejemplo 6.8. Si A es abierto, para cada x ∈ A existe un rectángulo abierto
Rx tal que x ∈ Rx y Rx ⊂ A. Entonces la colección {Rx : x ∈ A} es una
cubierta admisible para A.
De la misma forma, podemos obtener una cubierta admisible para A con
bolas abiertas.
Definición 6.9. Decimos que f : A → R es localmente acotada si, para
cada x ∈ A, existe un abierto V tal que x ∈ V y f es acotada en V ∩ A.
Ejemplo 6.10. Las funciones continuas son localmente acotadas. Si f :
A → R es continua, para x ∈ A existe δ > 0 tal que |f (y) − f (x)| < 1 para
todo y ∈ Bδ0 (x) ∩ A, y entonces |f (y)| < |f (x)| + 1. Ası́ que f es acotada en
Bδ0 (x) ∩ A.
Ejemplo 6.11. La función f : [0, 1] → R, dada por

1 x > 0
f (x) = x
0 x = 0

no es localmente acotada en 0, ya que no existe un conjunto abierto V que


contenga a 0 tal que f sea acotada en V .

Es posible, de hecho, encontrar una función que no sea localmente aco-


tada en ningún punto.
Ejemplo 6.12. Sea f : [0, 1] → R dada por

q x = p , p, q primos relativos
f (x) = q
0 x ∈ / Q.
Esta función no es acotada en ningún conjunto abierto.
Proposición 6.13. Sea f : A → R localmente acotada y C ⊂ A compacto.
Entonces f es acotada en C.

Demostración. Para cada x ∈ C, escogemos un abierto Vx tal que x ∈ Vx


y f es acotada en Vx . Entonces la colección {Vx }x∈C es una cubierta para
C y, como C es compacto, tiene una subcubierta finita, digamos
C ⊂ Vx 1 ∪ . . . ∪ Vx k .
Si definimos Mi = supp{|f (x)| : x ∈ Vx ∩ A}, i = 1, . . . , k y
M = máx{M1 , . . . , Mk },
entonces |f (x)| ≤ M para todo x ∈ C. 
108 6. Cambio de variable y aplicaciones

Sea A ⊂ Rn abierto, y consideramos una función f : A → R localmente


acotada tal que el conjunto
{x ∈ A : f es discontinua en x}
es de medida cero. En particular, f es Riemann-integrable en cada rectángulo
R ⊂ A, por la proposición 6.13. Sea {Uα } una cubierta admisible para A y F
una partición de la unidad para A subordinada a {Uα }. Por la observación
6.5, podemos escoger F tal que sea contable y cada supp φ sea compacto.
De hecho, de la demostración del teorema 6.2, podemos suponer que, para
cada φ ∈ F, existe un rectángulo R ⊂ A tal que supp φ ⊂ R y entonces la
integral Z Z
φ|f | = φ|f |
A R
está bien definida.
Decimos que f es integrable (con respecto a F) si
XZ
φ|f | < ∞.
φ∈F A

Es decir, P
f es integrable
R (con respecto a F) si la serie de números no-
negativos φ∈F A φ|f | converge. Como, para cada φ,
Z Z

φf ≤ φ|f |
A A
porque φ ≥ 0, tenemos que
X Z

φf < ∞
φ∈F A

y entonces la serie
XZ
φf
φ∈F A

converge absolutamente. Lo primero que haremos es garantizar que la con-


vergencia de la serie anterior, al igual que su lı́mite, es independiente de la
partición de la unidad F.
Teorema 6.14. Sea A ⊂ Rn un conjunto abierto, {Uα } una cubierta ad-
misible para A y F una partición de la unidad subordinada a {Uα }. Sea
f : A → R integrable (con respecto a F). Entonces, si {Vβ }β es un cubierta
admisible para A y G es una partición de la unidad subordinada a {Vβ }, f
es integrable (con respecto a G) y
XZ XZ
ψf = φf.
ψ∈G A φ∈F A
2. La integral de Riemann en conjuntos abiertos 109

Demostración. Como cada supp φ es compacto, por la observación 6.6 solo


un número finito de las ψ ∈ G no es cero en supp φ, ası́ que la suma
X
ψφ
ψ∈G

tiene un número finito de sumandos. De la misma forma, como cada supp ψ


es compacto, la suma X
ψφ
φ∈F
también tiene un número finito de sumandos para cada ψ ∈ G. Entonces,
para cada φ ∈ F
Z Z X XZ
φ|f | = ψφ|f | = φψ|f |,
A A ψ ψ A
P P R
donde hemos usado el hecho que ψ∈G ψ = 1. Como φ∈F A φ|f | <∞y
XZ X XZ
φ|f | = ψφ|f |,
φ∈F A φ∈F ψ∈G
tenemos que
X X Z

ψφf < ∞.
φ∈F ψ∈G
Ası́ que todas las sumas dobles involucradas convergen absolutamente, por
lo que podemos intercambiar las sumatorias. Primero,
X XZ XXZ XZ X XZ
ψφ|f | = φψ|f | = φψ|f | = ψ|f |,
φ∈F ψ∈G ψ∈G φ∈F ψ∈G φ∈F ψ∈G
y entonces
XZ
ψ|f | < ∞.
ψ
Ası́ que ya podemos concluir que f es integrable (con respecto a G). De igual
forma, por la convergencia absoluta,
X XZ XXZ
ψφf = ψφf.
φ∈F ψ∈G ψ∈G φ∈F

La suma de la izquierda es igual a


X XZ XZ X XZ
ψφf = ψφf = φf,
φ∈F ψ∈G φ∈F ψ∈G φ

mientras que la de la derecha es igual a


XXZ XZ X XZ
ψφf = φψf = ψf.
ψ∈G φ∈F ψ∈G φ∈F ψ∈G
110 6. Cambio de variable y aplicaciones

Por lo tanto
XZ XZ
φf = ψf.
φ∈F ψ∈G


Este teorema nos permite concluir que la integrabilidad de una función


f en un conjunto abierto es independiente de la partición de la unidad para
el conjunto que utilicemos, por lo que no es necesario hacer referencia a ella
y simplemente diremos, si f es integrable con respecto a alguna partición de
la unidad en particular, que es f es integrable.
Observación 6.15. Observamos de la demostración del teorema 6.14 que
la identidad
XZ XZ
ψf = φf
ψ∈G A φ∈F A

es válida aún si las funciones en G no son de clase C ∞ . Es suficiente, por


ejemplo, con suponer que son continuas, siempre y cuando la colección sa-
tisfaga el resto de la definición de partición de la unidad subordinada a la
cubierta {Vβ }β y cada ψ ∈ G tenga soporte compacto.

Si A ⊂ Rn es abierto y f : A → R es integrable, definiremos la integral


de f sobre A como Z XZ
f= φf,
A φ∈F A

donde F es una partición de la unidad para A subordinada a alguna cu-


bierta admisible. Demostraremos primero que esta definición coincide con la
integral de Riemann en conjuntos Jordan-medibles.
Teorema 6.16. Sea A es un conjunto abierto Jordan-medible y f : A → R
integrable y acotada. Entonces, si F es una partición de la unidad subordi-
nada a una cubierta admisible de A,
XZ Z
φf = χA f,
φ∈F A R

donde la integral del lado derecho es la integral de Riemann sobre cualquier


rectángulo R ⊃ A.

En el teorema simplemente hemos extendido la función f a R tal que


f (x) = 0 si x ∈ R \ A. Como el conjunto de discontinuidades de f en A
tiene medida 0, su extensión a R de esa forma también tiene conjunto de
discontinuidades de medida 0, ya que la única diferencia son, a lo más, los
puntos en fr A, y tal conjunto tiene medida 0 porque A es Jordan-medible.
Además, hemos tenido que asumir que la función f es acotada para poder
calcular su integral de Riemann.
2. La integral de Riemann en conjuntos abiertos 111

Demostración. Sea ε > 0 y C un conjunto compacto Jordan-medible tal


que Z
ε
1< ,
A\C M
donde M > 0 es una constante tal que |f (x)| ≤ M . Tal conjunto existe por
la proposición 5.35. Por la observación 6.6, el conjunto
FC = {φ ∈ F : φ|C 6≡ 0}
es finito. Entonces, para cualquier subconjunto finito F ⊂ F tal que F ⊃ FC ,
Z XZ Z X Z  X 

χA f − φf = (χA f − φf ) ≤ χA − φ |f |
R φ∈F A R φ∈F R φ∈F
Z  X  Z  X 
≤M 1− φ ≤M 1− φ .
A φ∈F A φ∈FC
P
Como φ∈Fφ = 1 en A y φ|C = 0 si φ ∈
/ FC , tenemos que
Z X Z Z X Z

χA f − φf ≤ M φ≤M 1 < ε.
R φ∈F A A\C φ∈F
/ C A\C

Como F ⊃ FC y ε > 0 son arbitrarios,


XZ Z
φf = χA f.
φ∈F A R


Ejemplo 6.17. Si R es un rectángulo cerrado, entonces
Z Z
f= f
R0 R
para cualquier función Riemann-integrable en R.

El teorema 6.16 nos garantiza que la nueva integral, definida en conjuntos


abiertos a través de particiones de la unidad, es efectivamente una extensión
de la integral de Riemann. De hecho, si A es acotado, entonces cualquier
función Riemann integrable sobre un rectángulo R ⊃ A es integrable en este
sentido.
Proposición 6.18. Si A es abierto y acotado, y f : A → R es acotada y su
conjunto de discontinuidades es de medida cero, entonces f es integrable.

Demostración. Sea R un rectángulo tal que A ⊂ R. Como f es acotada,


existe M > 0 tal que |f (x)| ≤ M para todo x ∈ A. Si tomamos F ⊂ F
finito, entonces
XZ Z X Z X Z
φ|f | ≤ M φ=M φ≤M 1 = M · v(R).
φ∈F A A φ∈F R φ∈F R
112 6. Cambio de variable y aplicaciones

P R
Como F es arbitrario, podemos concluir que la serie φ∈F A φ|f | converge.


De esta proposición concluimos, por ejemplo, que todas las funciones


continuas acotadas sobre conjuntos abiertos acotados son integrables. A
continuación presentamos un ejemplo de una función no acotada que es
integrable.
Ejemplo 6.19. Consideremos la función f : (0, 1) → R dada por
1
f (x) = √ .
x
Sea F una partición de la unidad subordinada a la cubierta admisible for-
mada por los conjuntos
 1 1 
Un = n+1 , n−1 , n = 1, 2, . . . .
2 2
Podemos suponer que F = {φn : n = 1, 2, . . .}, donde cada supp φn ⊂ Un .2
Entonces
Z Z Z 1/2n−1 √
1 3
φn f ≤ √ dx ≤ 2n+1 = √ ,
(0,1) Un x 1/2n+1 2n+1
y por lo tanto
XZ ∞
X 3
φf ≤ √ < ∞.
φ∈F (0,1) n=1 2n+1
Ası́ que f es integrable.
Para calcular
P la integral, observamos que, como supp φn ⊂ Un , para
cualquier N , N φ
n=1 n = 1 en el intervalo (2−N , 1] y entonces

Z Z 1
dx
f= √ + E(N ),
(0,1) 2−N x
donde
Z 2−N+1 ∞
X Z 2−n+1 ∞
X 3
E(N ) = φN f + φn f ≤ √
2−N n=N +1 2
−n−1
n=N 2n+1
3
=√ √ →0
2N +1 (1 − 1/ 2)
cuando N → ∞. Por lo tanto
Z Z 1
dx
f = lı́m √ = 2.
(0,1) N →∞ 2−N x

2Tomamos, por ejemplo, cada φ como la suma de las φ con soporte en U . Notamos que,
n n
de hecho, para n = 1, supp φ1 ⊂ (1/4, 1].
2. La integral de Riemann en conjuntos abiertos 113

Observamos que la integral de esta función sobre (0, 1) es, de hecho, su


integral impropia sobre el mismo intervalo. (Ver ejercicios 6 y 7.)

Las siguientes proposiciones serán de utilidad más adelante.

Proposición 6.20. Sean A ⊂ B ⊂ Rn abiertos y f integrable en B. Enton-


ces f es integrable en A.

Demostración. Sea B = {Uα }α una cubierta admisible para B y FB una


partición de la unidad para B subordinada a B. Entonces
X Z
φ|f | < ∞.
φ∈FB B

Ahora consideramos la cubierta admisible A = {Uα ∩ A}α A y una partición


de la unidad FA para A subordinada
P a A. Entonces, como cada ψ ∈ FA tiene
soporte compacto, la suma φ∈FB φψ tiene un número finito de sumandos,
y entonces
X Z X X Z X X Z
ψ|f | = ψφ|f | = ψφ|f |
ψ∈FA A ψ∈FA φ∈FB A φ∈FB ψ∈FA B
X Z
≤ φ|f | < ∞,
φ∈FB B

P
porque, para cada x ∈ B, ψ∈FA ψ(x) ≤ 1. 

Proposición 6.21. Sean A1 , . . . , Ak ⊂ Rn abiertos y disjuntos, y A ⊂ Rn


abierto, tales que
A1 ∪ . . . ∪ Ak ⊂ A.

Si f, f1 , . . . , fk son funciones tales que f es integrable en A, cada fi es


integrable en Ai , y fi (x) ≤ f (x) para cada x ∈ Ai , entonces

k Z
X Z
fi ≤ f.
i=1 Ai A

Demostración. Sea A = {Uα }α una cubierta admisible para A. Entonces,


para cada i, Ai = {Uα ∩ Ai }α es una cubierta admisible para Ai . Sean ahora
F, F1 , . . . , Fk particiones de la unidad para A, A1 , . . . , Ak subordinadas
S a
las cubiertas A, A1 , . . . , Ak , respectivamente.
S Entonces la uniónS i Fi es una
partición de la unidad para i Ai subordinada a la cubierta i Ai , porque
114 6. Cambio de variable y aplicaciones

los Ai son disjuntos. Ası́ que


k Z
X k X Z
X k X XZ
X
fi = ψfi = φψfi
i=1 Ai i=1 ψ∈Fi Ai i=1 ψ∈Fi φ∈F Ai

X k
X XZ X X Z
= φψfi ≤ φψf
φ∈F i=1 ψ∈Fi Ai φ∈F ψ∈ i Fi
S A

XZ Z
≤ φf = f,
φ∈F A A

donde también hemos usado el hecho que las sumas


X k X
X X
φψ y φψ = φψ
φ∈F i=1 ψ∈Fi
S
ψ∈ i Fi

tienen un número finito de sumandos para cada ψ ∈ Fi y cada φ ∈ F,


respectivamente. 

3. Cambio de variable
Estamos listos para enunciar y demostrar el teorema de cambio de va-
riable en Rn .

Teorema 6.22. Sea A ⊂ Rn abierto, g : A → Rn de clase C 1 , inyectiva y


tal que det g′ (x) 6= 0 para todo x ∈ A. Entonces
Z Z
(6.2) f= f ◦ g | det g′ |,
g(A) A

para toda función integrable f : g(A) → R.

Antes de proceder a la demostración del teorema 6.22, hagamos algunas


observaciones. Por el teorema de la función inversa, la imagen del conjunto
abierto A, bajo la función de clase C 1 g, es abierto, ası́ que la integral del
lado derecho de (6.2) también debe entenderse en el sentido extenso de la
sección anterior.
También observamos que, mientras que en la versión unidimensional del
teorema 6.22, es decir la ecuación (6.1), la composición f ◦ g está multipli-
cada por la derivada de g, aquı́ está multiplicada por el determinante del
Jacobiano g′ (x).

Demostración. Para la demostración del teorema 6.22, primero haremos


una serie de reducciones.
3. Cambio de variable 115

Paso 1. El teorema es cierto si existe una cubierta admisible {Uα }α para


A tal que
Z Z
f= f ◦ g | det g′ |
g(Uα ) Uα

para todo α y toda función f integrable en g(A).

Como cada g(Uα ) es abierto por el teorema de la función inversa, la


colección {g(Uα )}α es también una cubierta admisible para g(A). Sea F una
partición de la unidad para g(A) subordinada a {g(Uα )}α . Entonces, para
cada φ ∈ F, existe α tal que supp φ ⊂ g(Uα ). Ası́ que, como g es inyectiva,
supp(φ ◦ g) ⊂ Uα y
Z Z
φf = (φf ) ◦ g | det g′ |
g(Uα ) Uα

es equivalente a
Z Z
φf = (φ ◦ g)(f ◦ g) | det g′ |.
g(A) A

Ahora bien, las funciones φ ◦ g son de clase C 1 y forman una colección que
satisface el resto de la definición de partición de la unidad subordinada a la
cubierta {Uα }α . Entonces, por la observación 6.15,
Z XZ XZ Z

f= φf = (φ ◦ g)(f ◦ g) | det g | = f ◦ g | det g′ |.
g(A) φ∈F g(A) φ∈F A A

De la misma forma, el teorema también se sigue si existe una cubierta


admisible {Vβ }β para g(A) tal que
Z Z
f= f ◦ g | det g′ |,
Vβ g −1 (Vβ )

para todo β y toda f integrable.

Paso 2. Es suficiente con demostrar el teorema para el caso constante f = 1.

Si el teorema es cierto para la función constante igual a 1, entonces


Z Z
1= | det g′ |
g(B) B

para cualquier conjunto abierto B ⊂ A. Ahora bien, sea V un rectángulo


abierto tal que V ⊂ g(A), y sea P una partición de V . Entonces, si f es una
116 6. Cambio de variable y aplicaciones

función acotada en V ,
X X Z
L(f, P) = mS (f )v(S) = mS (f ) 1
S∈P S∈P S0
X Z
= mS (f ) | det g′ |
S∈P g −1 (S 0 )
XZ
= mS (f )| det g′ |
S∈P g −1 (S 0 )
Z
≤ f ◦ g; | det g′ |,
g −1 (V )
donde hemos usado la proposición 6.21, porque mS (f ) ≤ f ◦ g(x) para todo
x ∈ g−1 (S 0 ). De manera similar obtenemos
Z
U (f, P) ≥ f ◦ g | det g′ |.
g −1 (V )

Por lo tanto, si f es integrable en g(A), entonces es acotada en V , y


Z Z
f= f ◦ g | det g′ |.
V g −1 (V )
Como los rectángulos abiertos en g(A) forman una cubierta admisible para
g(A), el teorema se sigue por el Paso 1.
Paso 3. Si g(A) ⊂ B y el teorema es cierto para g : A → Rn y h : B → Rn ,
entonces es cierto para h ◦ g : A → Rn .

Esto se sigue de la aplicación del teorema para cada una de las funciones,
es decir,
Z Z Z
1= 1= | det h′ |
h◦g(A) h(g(A)) g(A)
Z Z
′ ′
= | det h (g)| | det g | = | det(h ◦ g)′ |,
A A
donde también hemos usado la regla de la cadena.
Paso 4. El teorema es válido si g es lineal.

Esto se sigue del ejercicio 9 y del Paso 2, porque


Z Z Z
1 = | det g|v(R) = | det g| = | det g′ |,
g(R) R R
donde también hemos usado el hecho que, si g es lineal, Dg = g y entonces
det g′ = det g.
Ahora procedemos a la demostración del teorema, la cual se lleva a cabo
por inducción en n, la dimensión del espacio. Si n = 1, entonces simplemente
3. Cambio de variable 117

tenemos la ecuación (6.1). Suponemos entonces que el teorema es verdad


para n − 1.
Sea x0 ∈ A. Por los Pasos 1 y 2, es suficiente con encontrar una vecindad
U de x0 tal que Z Z
1= | det g′ |.
g(U ) U
Además, por los pasos 3 y 4, podemos suponer que g′ (x0 ) = In , la matriz
identidad de n × n.
Definimos h : A → Rn como
h(x) = (g1 (x), . . . , gn−1 (x), xn ).
Entonces h′ (x0 ) = In . Por el teorema de la función inversa, existe una ve-
cindad U1 ⊂ A de x0 tal que h es inyectiva en U1 y det h′ (x) 6= 0 para todo
x ∈ U1 . Definimos ahora k : h(U1 ) → Rn como
k(y) = (y 1 , . . . , y n−1 , gn (h−1 (y))).
Entonces k ◦ h = g y, si y0 = h(x0 ),
(gn ◦ h−1 )′ (y0 ) = (gn )′ (x0 )(h−1 )′ (y0 ) = (0, . . . , 0, 1),
porque (h−1 )′ (y0 ) = In . Ası́ que k′ (y0 ) = In . Por el teorema de la función
inversa, existe una vecindad V ⊂ h(U1 ) de y0 tal que k es inyectiva en V y
det k′ (y) 6= 0 para todo y ∈ V . Sea U = h−1 (V ) ∩ U1 . Tenemos entonces que
h(U ) ⊂ V , h : U → Rn , k : V → Rn , y g = k ◦ h. Por el Paso 3, es suficiente
con demostrar el teorema para h y para k.
Procedemos primero para h. Sea W = R × [an , bn ] un rectángulo en U ,
donde R es un rectángulo apropiado en Rn−1 . Queremos entonces mostrar
Z Z
1= | det h′ |.
h(W ) W
Por el teorema de Fubini,
Z Z Z 
1= dx̄ dxn ,
h(W ) [an ,bn ] h(R×{xn })

donde hemos escrito, para simplificar la notación, x = (x̄, xn ). Si escribimos


hxn (x̄) = h(x̄, xn ), nuestra hipótesis de inducción implica que
Z Z Z
dx̄ = dx̄ = |det h′xn |.
h(R×{xn }) hxn (R) R
Entonces
Z Z Z  Z Z 
1= | det h′xn | dx = n
| det h′ | dxn
h(W ) [an ,bn ] R [an ,bn ] R
Z Z
= | det h′ | = | det h′ |.
R×[an ,bn ] W
118 6. Cambio de variable y aplicaciones

La demostración para la función k es muy similar. Tomamos ahora un


rectángulo W = S × [cn , dn ] ⊂ V . De nuevo, por el teorema de Fubini,
Z Z Z 
1= 1dxn dx̄
k(W ) S k({x̄}×[cn ,dn ])
Z Z 
= | det kx̄′ |dxn dx̄,
S [cn ,dn ]

donde hemos escrito kx̄ (xn )


= k(x̄, xn ) = k(x). El teorema se sigue entonces
′ n ′
porque det kx̄ (x ) = det k (x). 
Ejemplo 6.23 (Coordenadas polares). Consideremos la transformación
g : R+ × (0, 2π) → R2
dada por g(r, θ) = (r cos θ, r sen θ). La imagen de g está dada por el plano
R2 excepto el eje x positivo, como se ve en la figura 4.
g(A)

Figura 4. La imagen del conjunto A = R+ × (0, 2π) bajo la transfor-


mación g.

Es claro que g es inyectiva. Su Jacobiano en cada punto (r, θ) está dado


por  
′cos θ −r sen θ
g (r, θ) = ,
sen θ r cos θ
ası́ que det g′ = r > 0 para todo (r, θ) ∈ R+ × (0, 2π). La transformación g
describe al plano R2 en coordenadas polares.
Si 0 < r1 < r2 , 0 < θ1 < θ2 < 2π y B es el arco de anillo

g (r1 , r2 ) × (θ1 , θ2 ) ,
el teorema 6.22 implica que
Z Z Z

f= f ◦ g | det g | = f (r cos θ, r sen θ)rdrdθ,
B (r1 ,r2 )×(θ1 ,θ2 ) (r1 ,r2 )×(θ1 ,θ2 )
para cualquier función f integrable en B.
3. Cambio de variable 119

El uso de coordenadas polares nos permite calcular explı́citamente inte-


grales que el simple uso del teorema fundamental del cálculo no es suficiente.
Ejemplo 6.24. consideremos la integral impropia
Z ∞ Z N
−x2 2
e dx = lı́m e−x dx.
−∞ N →∞ −N

La idea es utilizar coordenadas polares para evaluar esta integral. Lo primero


que debemos hacer es relacionarla con una integral sobre algún conjunto en
R2 . Esto se logra reescribiendo el cuadrado de la integral de la forma
Z N 2 Z N Z N Z N Z N  2
−x2 −x2 −y 2 2
e dx = e dx e dy = e−x dx e−y dy
−N −N −N −N −N
ZN Z N  Z
−(x2 +y 2 )
= e dx dy = F,
−N −N [−N,N ]×[−N,N ]

por el teorema de Fubini, donde F : R2 → R está dada por F (x, y) =


2 2
e−(x +y ) . Sea R = [−N, N ] × [−N, N ]. Entonces, como F es positiva,
Z Z Z
(6.3) F ≤ F ≤ F,
BN (0) R B√2N (0)

donde BN (0) y B√2N (0) son los discos alrededor de 0 de radio N y 2N ,
respectivamente, como en la figura 5. Demostraremos que el lı́mite

2N

Figura 5. Los discos BN (0) y B√2N (0) alrededor de 0 de radio N y



2N , respectivamente. Se observa que BN (0) ⊂ R ⊂ B√2N (0).

Z
lı́m F
N →∞ BN (0)

existe, y lo calcularemos explı́citamente. Primero, observemos que


BN (0) = g((0, N ) × (0, 2π)) ∪ S
donde S es un conjunto de contenido cero. Entonces, por el teorema 6.22,
Z Z
F = F (r cos θ, r sen θ)rdrdθ.
BN (0) (0,N )×(0,2π)
120 6. Cambio de variable y aplicaciones

2 2 2
Como F (x, y) = e−(x +y ) , F (r cos θ, r sen θ) = e−r , ası́ que
Z Z
2
F = e−r rdrdθ.
BN (0) (0,N )×(0,2π)
Por el teorema de Fubini,
Z Z N  Z 2π  Z N
2 2 2
F = e−r rdθ dr = 2πe−r rdr = π(1 − e−N ).
BN (0) 0 0 0
Ası́ que Z
lı́m F = π.
N →∞ BN (0)

Por las desigualdades (6.3), podemos concluir que


Z N 2
2
lı́m e−x dx = π,
N →∞ −N
y por lo tanto
Z N
2 √
lı́m e−x dx = π.
N →∞ −N

Podemos generalizar este resultado a Rn (ejercicio 10).

4. El teorema de Sard
Teorema 6.25 (Sard). Sea A ⊂ Rn abierto y g : A → Rn de clase C 1 . Sea
B = {x ∈ A : det g′ (x) = 0}.
Entonces g(B) es de medida cero.

Demostración. Sea R ⊂ A un rectángulo cerrado de lados con longitud L.


La demostración se sigue de las siguientes tres observaciones:
1. Existe M > 0 tal que, para todo x, y ∈ R,
|g(x) − g(y)| ≤ M |x − y|.
2. Para todo ε > 0, podemos subdividir R en N n subrectángulos, de
lados con longitud L/N , tales que si x y y pertenecen a uno de
estos subrectángulos,
|g(x) − g(y) − Dg(x)(x − y)| < ε|x − y|.
3. A puede ser cubierto por un número contable de rectángulos R.
La primer observación se sigue del hecho que g es de clase C 1 , de la compa-
cidad de R, y del lema 3.26. La segunda, de la definición de la derivada y, de
nuevo, de la compacidad de R. La última, de que podemos restringirnos a
rectángulos R cuyos vértices tienes coordenadas racionales. Demostraremos
entonces que g(R ∩ B) tiene medida cero.
4. El teorema de Sard 121

Sea ε > 0, y sea S uno de los rectángulos de la observación (2) tal que
S ∩ B 6= ∅. Si x ∈ S ∩ B, entonces det g′ (x) = 0 y Dg(x)(x − y) pertenece
a un subespacio V de dimensión menor o igual a n − 1 en Rn . Si y ∈ S y
v = Dg(x)(x − y),
√ L
|g(x) − g(y) − v| < n ε,
N √
nL
es decir, g(x) − g(y) está a distancia menor que ε de v, o sea, g(y)
√ N
nL
está a distancia ε de g(x) − v. Pero, por la observación (1),
N
√ L
|g(x) − g(y)| ≤ M n ,
N
ası́ que g(y) pertenece a un rectángulo en Rn que tiene como “base” un
rectángulo de dimensión n − 1, cuyos lados miden
√ L
2M n ,
N
√ L
y cuya “altura” mide 2 n ε. Véase la figura 6. Ası́ que este rectángulo
N
tiene volumen
 √ L n−1 √ L  ε
2M n 2× n ε = C n,
N N N
donde C no depende de ε ni de N .

g(x)−v

g(x)

2M

Figura 6. El conjunto al cual pertenece g(y).

Hemos demostrado entonces que, si S ∩B 6= ∅, g(S) está contenido en un



rectángulo de volumen n . Como a lo mas hay N n de esos subrectángulos,
N
g(R∩B) está contenido en una unión de rectángulos cuyos volumenes suman
a lo más Cε. Como ε es arbitrario, g(R ∩ B) es de medida cero. 
Ejemplo 6.26 (Gráficas). Sea A ⊂ Rn y f : A → R de clase C 1 . La gráfica
de la función f , el conjunto
G = {(x, y) ∈ Rn+1 : y = f (x)},
122 6. Cambio de variable y aplicaciones

tiene medida cero en Rn+1 . Consideramos la función F : A × R → Rn+1


dada por
F (x, y) = (x, f (x)), x ∈ A, y ∈ R.

La columna (n + 1) de F es igual al vector 0 para todo (x, y) ∈ A × R, por
lo que det F ′ = 0 en A × R. Como F (A × R) = G, entonces G tiene medida
cero, por el teorema de Sard.
Ejemplo 6.27. La esfera Sn−1 tiene medida cero. Esto lo podemos
q concluir
i
P
porque la esfera es la unión de gráficas de funciones x = 1 − j6=i (xj )2 .
Los detalles los dejamos al lector (ejercicio 11).
El teorema de Sard también nos permite generalizar el teorema de cam-
bio de variable 6.22 al caso cuando det g′ = 0 en algunos puntos.
Corolario 6.28. Sea A ⊂ Rn abierto, g : A → Rn de clase C 1 , inyectiva y
tal que g(A) es Jordan-medible. Si f es Riemann-integrable en un rectángulo
R ⊃ g(A), entonces Z Z
f= f ◦ g | det g′ |.
g(A) A

Demostración. Sea N = {x ∈ A : det g′ (x) 6= 0}. Como g ∈ C 1 , entonces


N es abierto y, por el teorema de la función inversa, g(N ) es abierto. Por el
teorema de cambio de variable,
Z Z
f= f ◦ g | det g′ |.
g(N ) N

Como det g′ (x)


= 0 para todo x ∈ A \ N y x 7→ | det g′ (x)| es continua,
1
porque g ∈ C , entonces tenemos
Z Z

f ◦ g | det g | = f ◦ g | det g′ |.
N A
Ahora bien, si x ∈ fr g(N ), entonces x ∈ g(A) \ g(N ) o x ∈ fr g(A), por lo
que
fr g(N ) ⊂ (g(A) \ g(N )) ∪ (fr A).
Por el teorema de Sard, g(A) \ g(N ) es de medida cero, mientras que fr g(A)
es de medida cero porque g(A) es Jordan-medible. Entonces g(N ) es Jordan-
medible y Z Z
f= f.
g(N ) g(A)


La hipótesis de que g(A) es Jordan-medible es necesaria para poder


definir la integral de f sobre g(A), ya que no podemos garantizar que es
abierto si det g′ toma el valor 0 en A. Esto también hace necesaria la hipótesis
que f es acotada en g(A).
5. El teorema de punto fijo de Brouwer 123

5. El teorema de punto fijo de Brouwer


En esta sección enunciaremos el teorema de punto fijo de Brouwer, que
establece la existencia de puntos fijos de funciones diferenciables en una bola
cerrada en Rn . Empezaremos con la demostración, primero, del teorema de
la no existencia de retracciones de la bola en la esfera.
Para A ⊂ Rn , decimos que f : A → Rm es diferenciable (de clase C 1 ,
C k , etc.) si f es la restricción de una función g : U → Rm diferenciable (de
clase C 1 , C k , etc., respectivamente), donde U ⊂ Rn es un conjunto abierto
tal que U ⊃ A.
Teorema 6.29. Sea f : Bn → Bn de clase C 1 tal que, para todo x ∈ Sn−1 ,
f (x) = x. Entonces f (Bn ) 6⊂ Sn−1 .

Si B ⊂ A ⊂ Rn y f : A → B es una función continua tal que f (x) = x


para todo x ∈ B, entonces decimos que f es una retracción de A en B. El
teorema 6.29, entonces, establece que no existe una retracción C 1 de Bn en
Sn−1 .

Demostración. Llevaremos a cabo la demostración por contradicción. Su-


pongamos que f (Bn ) = Sn−1 , y definimos g : R × Bn → Rn por
g(t, x) = (1 − t)x + tf (x).
Entonces g(0, x) = x y g(1, x) = f (x). La función g es un ejemplo de una
homotopı́a, las cuales estudiaremos más adelante. Además, como f (x) = x
si x ∈ Sn−1 , entonces g(t, x) = x para todo t ∈ Rn , x ∈ Sn−1 . Como Bn es
convexo, también tenemos que g(t, x) ∈ Bn para t ∈ [0, 1].
Para cada t, definimos Gt (x) = g(t, x) y consideramos la función
Z
V (t) = det G′t .
Bn
Entonces V satisface
1. V (0) = v(Bn ), porque G0 es la función identidad;
2. V (1) = 0, porque G1 (Bn ) = Sn−1 y entonces G′1 es singular en todo
x, por lo que
Z
V (1) = det G′1 = 0.
Bn
Ahora bien, para todo x,
G′t (x) = (1 − t)In + tf ′ (x),
donde In es la matriz identidad de n × n, por lo que entonces, para cada x,
det G′ t(x) es un polinomio en t de grado a lo más n, y en consecuencia V (t)
es también un polinomio de grado a lo más n en t.
124 6. Cambio de variable y aplicaciones

Fijamos y0 ∈ Bn y definimos F : R × Bn → Rn por


F (t, x) = g(t, x) − y0 .
Entonces F (0, y0 ) = 0 y, si definimos M = (D1+j F i (0, y0 ))i,j=1,...,n , tenemos
que M = In y entonces det M = 1 6= 0. Por el teorema de la función
implı́cita, existe una vecindad (−ε, ε) × V de (0, y0 ) tal que, para cada t ∈
(−ε, ε), existe x(t) ∈ V tal que F (t, x(t)) = 0, es decir, g(t, x(t)) = y0 .
Entonces, como y0 ∈ Bn es arbitrario y Bn es compacto, existe ε > 0 tal
que, para todo t ∈ [0, ε], Gt (Bn ) = Bn . Ası́ que, para t ∈ [0, ε],
V (t) = v(Bn ),
por lo que V es constante en el intervalo [0, ε]. Como ya habı́amos visto, V es
un polinomio en t, por lo que entonces V es constante. Pero esto contradice
el hecho que V (1) = 0. 
Teorema 6.30 (Brouwer). Sea f : Bn → Bn de clase C 1 . Entonces existe
x ∈ Bn tal que f (x) = x.

Demostración. También haremos la demostración de este teorema por


contradicción, ası́ que suponemos que f (x) 6= x para todo x ∈ Bn . De nuevo,
consideramos la función g : R × Bn → Rn dada por
g(t, x) = (1 − t)x + tf (x).
Entonces g(0, x) = x y g(1, x) = f (x) y, como Bn es convexo, g(t, x) ∈ Bn
para t ∈ [0, 1].
Para cada x, t 7→ g(t, x) describe una recta para t ∈ R, la cual intersecta
a Sn−1 , la frontera del conjunto convexo Bn , en dos puntos. Entonces existen
t1 , t2 ∈ R tales que g(t1 , x), g(t2 , x) ∈ Sn−1 y, si t1 ≤ t2 , entonces t1 ≤ 0 y
t2 ≥ 1. Consideramos t1 ≤ 0. Como
1 = |g(t1 , x)|2 = |(1 − t1 )x + t1 f (x)|2 = |x + t1 (f (x) − x)|2
= |x|2 + 2t1 x · (f (x) − x) + t21 |f (x) − x|2 ,
entonces
p
−2x · (f (x) − x) − (2x · (f (x) − x))2 + 4(1 − |x|2 )|f (x) − x|2
t1 = ,
2|f (x) − x|2
por lo que la función x 7→ t1 es de clase C 1 . Además, si x ∈ Sn−1 , t1 = 0. Si
definimos F : Bn → Sn como
F (x) = g(t1 , x),
entonces F es de clase C 1 y, si x ∈ Sn−1 , entonces F (x) = g(0, x) = x. Pero
esto contradice el teorema 6.29. 
Ejercicios 125

El teorema de punto fijo de Brouwer es cierto también para funciones


continuas solamente, lo cual se puede mostrar a través del teorema de apro-
ximación de Weierstrass, que establece que cualquier función continua en un
conjunto compacto, como por ejemplo Bn , puede ser aproximada por poli-
nomios, y por ende por funciones de clase C 1 . También se puede generalizar
a cualquier conjunto convexo con tan solo mostrar la versión apropiada del
teorema 6.29. De hecho, el teorema 6.29 es válido para conjuntos mucho más
generales.3

Ejercicios

1. Sean a < b ∈ R. Muestra que existe f ∈ C ∞ (R) tal que f > 0 en (a, b)
y f (x) = 0 para x ∈
/ (a, b).
2. Sean a < b ∈ R. Muestra que existe f ∈ C ∞ (R) tal que 0 ≤ f ≤ 1,
f (x) = 0 para x ≤ a y f (x) = 1 para x ≥ b.
3. Sean R > r > 0. Muestra que existe f ∈ C ∞ (Rn ) tal que f = 1 en Br (0)
y supp f = BR (0).
4. Sean C, E ⊂ Rn tales que C es compacto, E es cerrado y C ∩ E = ∅.
Muestra que existe un conjunto compacto D ⊂ Rn tal que C ⊂ D 0 y
D ∩ E = ∅.
5. Sean C, E ⊂ Rn tales que C es compacto, E es cerrado y C ∩ E = ∅.
Muestra que existe f ∈ C ∞ (Rn ) tal que f = 1 en C y f = 0 en E.
6. Muestra que, si p < 1, la función fp : (0, 1) → R dada por
1
fp (x) =
xp
Z
es integrable, y calcula fp .
(0,1)
7. Sea f : (a, b) → R continua tal que f (x) ≥ 0 para todo x ∈ (a, b).
Muestra que f es integrable si y solo si
Z
lı́m f
ε→0 [a+ε,b−ε]

existe.
8. Sean A1 , . . . , Ak abiertos y disjuntos, y A ⊂ Rn abierto, tales que

A1 ∪ . . . ∪ Ak = A.

3Véase, por ejemplo, Guillemin, V. & Pollack, A., Topologı́a Diferencial, SMM, 2003.
126 6. Cambio de variable y aplicaciones

Muestra que f es integrable en A si, y solo si, para cada i, fi = f |Ai es


integrable en Ai y, en tal caso,
Z k Z
X
f= fi .
A i=1 Ai

9. Sea T : Rn → Rn una transformación lineal y R ⊂ Rn un rectángulo.


Muestra lo siguiente.
a) Si (
ei i 6= j
T (ei ) =
λej i = j,
entonces el volumen de T (R) es |λ|·v(R), donde v(R) es el volumen
de R. Aquı́ e1 , . . . , en es la base estándar de Rn .
b) Si 
ei i 6= j, k

T (ei ) = ek i = j


ej i = k,
entonces v(T (R)) = v(R).
c) Si (
ei i 6= j
T (ei ) =
ej + ek i = j,
entonces v(T (R)) = v(R).
d) Concluye que v(T (R)) = | det T | · v(R) para toda transformación
lineal T .
10. Utiliza el resultado del ejemplo 6.24 para mostrar que la integral impro-
pia Z Z
−|x|2 2
e dx = lı́m e−|x| dx = π n/2 .
Rn N →∞ [−N,N ]n

11. Utiliza el teorema de Sard para mostrar que la esfera Sn−1 ⊂ Rn es de


medida cero.
12. Muestra que, si V es un subespacio de Rn con dim V < n, entonces V
es de medida cero.
13. Muestra que los puntos fijos de una función f : Bn → Bn pueden ser no
interiores.
14. Como consecuencia del problema anterior, muestra que el teorema de
Brouwer es falso para la bola abierta B10 (0).
Parte 3

Análisis vectorial
Capı́tulo 7

Formas diferenciales

1. Campos vectoriales
El objetivo de este capı́tulo es establecer, de forma precisa e integral,
los conceptos del cálculo vectorial: campos vectoriales, gradiente, rotacional
y divergencia, integrales de lı́nea y superficie, etc. Es posible incluir todos
estos conceptos en una única teorı́a, la de formas diferenciales, la cual forma
la base no solo para éstos sino para la comprensión de la geometrá diferen-
cial moderna, de la cual haremos una breve introducción en los capı́tulos
siguientes.

Definición 7.1. Para p ∈ Rn , el espacio tangente en p es el conjunto


Rnp = {(p, v) : v ∈ Rn }.

(p,v)

v p

Figura 1. El espacio tangente puede verse como el espacio de n-vectores


cuyo punto inicial está ubicado en el punto p.

Es decir, Rnp es una copia del espacio euclideano Rn , con base en el punto
p. Podemos entender el espacio tangente como el espacio de n-vectores cuyo

129
130 7. Formas diferenciales

punto inicial, en lugar de estar ubicado en el origen, está ubicado en el punto


p, como en la figura 1. Si (p, v) ∈ Rnp , lo denotaremos simplemente como vp .
Es claro que Rnp es un espacio vectorial con operaciones
vp + up = (v + u)p , y λvp = (λv)p .
Además, Rnp posee el producto interno
vp · up = v · u,
donde el producto de la derecha es el producto punto estándar en Rn .
A la unión puntual de los espacios tangentes en cada punto de Rn , es
decir [
Rnp
p∈Rn
se le llama el haz tangente, y se denota por T Rn .
Definición 7.2. Un campo vectorial es una función F : Rn → T Rn tal que,
para cada p ∈ Rn ,
F (p) ∈ Rnp .

En otras palabras, el campo vectorial F asigna en cada punto p un vector


con inicio en p. La figura 2 ilustra, por ejemplo, el campo F (p) = (−p1 , p2 )p
en R2 .

Figura 2. El campo vectorial F (p) = (−p1 , p2 )p en R2 .

Si F, G : Rn → T Rn son campos vectoriales, entonces podemos definir


las siguientes opearaciones.
1. (F + G)(p) = F (p) + G(p);
2. (λF )(P ) = λF (p);
3. Si f : Rn → R, (f F )(p) = f (p)F (p);
4. (F · G)(p) = F (p) · G(p).
2. Formas diferenciales en R3 131

Si e1 , e2 , . . . , en es la base estándar en Rn , esta induce una base estándar


para Rnp en cada p ∈ Rn , a saber
(e1 )p , (e2 )p , . . . , (en )p .
Es decir, simplemente ubicamos el punto inicial de cada ei en el punto p
(figura 3).

(e2)p

p (e1) p

e2

e1

Figura 3. La base estándar de R2p .

Si F : Rn → T Rn es un campo vectorial, entonces podemos escribirlo de


la forma
F (p) = F 1 (p)(e1 )p + F 2 (p)(e2 )p + . . . + F n (p)(en )p .
Las funciones F i : Rn → R son llamadas funciones componentes. Decimos
que el campo F es continuo (diferenciable, de clase C 1 , C k , etc.) si cada
componente F i es continua (diferenciable, de clase C 1 , C k , etc, respectiva-
mente).

2. Formas diferenciales en R3
Recordemos algunos conceptos del cálculo vectorial en R3 .
Gradiente Si f : R3 → R es una función diferenciable, el gradiente de f es el
campo
grad(f )(p) = (D1 f (p), D2 f (p), D3 f (p))p .
Es decir, el campo cuyas componentes son las derivadas parciales
de la función f . Este campo se suele denotar como ∇f
Rotacional Si F : R3 → T R3 es un campo vectorial diferenciable, el rotacional
de F es el campo
curl(F ) = (D2 F 3 − D3 F 2 , D3 F 1 − D1 F 3 , D1 F 2 − D2 F 1 ),
el cual se suele denotar por ∇ × F .
132 7. Formas diferenciales

Divergencia Si F : R3 → T R3 es diferenciable, la divergencia de F es la función


div(F ) = D1 F 1 + D2 F 2 + D3 F 3 ,
que suele denotarse por ∇ · F .
Procederemos, en el resto de esta sección, a integrar estos conceptos en
una clase única de operaciones. Para esto, como ya lo habı́amos mencionado,
necesitamos un concepto nuevo: el de formas diferenciales. Para simplificar
estas ideas, restringiremos nuestras definiciones y cálculos iniciales al espacio
R3 . La generalización a Rn es inmediata, y la dejaremos para la siguiente
sección.
Para cada p ∈ R3 , consideramos el espacio dual de R3p
(R3p )∗ = {ϕ : R3p → R : ϕ es lineal}.
Es decir, el espacio de las transformaciones lineales de R3p a R. No es difı́cil
ver que (R3p )∗ es un espacio vectorial de dimensión 3, al igual que R3p , y que
cualquier base {(v1 )p , (v2 )p , (v3 )p } de R3p induce una base de (R3p )∗ , llamada
la base dual y denotada por (v [ [ [
1 )p , (v2 )p , (v3 )p , definida de la forma
(
[ 1 i = j;
(v i )p (vj )p =
0 i 6= j.

La base dual inducida por la base estándar (e1 )p , (e2 )p , (e3 )p se le llama
base dual estándar y se denota por
dx1p , dx2p , dx3p .
A cada una de las transformaciones dxip se les llama diferenciales elementales
en p. Nota que dxip (vp ) = v i , es decir, dxip solo toma la coordenada i del
vector vp ∈ Rnp . Además, para ψ ∈ (R3p )∗ , si definimos ξi = ψ((ei )p ), entonces
ψ = ξ1 dx1p + ξ2 dx2p + ξ3 dx3p .
S
A la unión p∈R3 (R3 )∗ de los espacios duales se le denomina haz cotangente
de R3 , y se denota por T ∗ R3 .
Una 1-forma diferencial en R3 es una función ω : R3 → T ∗ R3 tal que,
para cada p ∈ R3 ,
w(p) ∈ (R3p )∗ .
Por las observaciones anteriores, para cada p ∈ R3 podemos escribir
ω(p) = ω1 (p)dx1p + ω2 (p)dx2p + ω3 (p)dx3p .
A las funciones ωi : R3 → R se les llama funciones componentes de ω.
Solemos escribir, simplemente,
ω = ω1 dx1 + ω2 dx2 + ω3 dx3 .
2. Formas diferenciales en R3 133

Ejemplo 7.3. Sea f : R3 → R una función diferenciable. Definimos la


1-forma df como
df (p)(vp ) = Df (p)(v).
A la forma df se le llama el diferencial de f . Como el Jacobiano de f en
cada punto p está dado por

f ′ (p) = D1 f (p) D2 f (p) D3 f (p) ,
tenemos que
df = D1 f dx1 + D2 f dx2 + D3 f dx3 ,
o, en notación clásica,
∂f ∂f ∂f
df = dx + dy + dz.
∂x ∂y ∂z

Podemos observar que df tiene las mismas componentes que grad f . Más
aún, si π i : R3 → R es la función π i (x) = xi , entonces

dπ i = dxi ,
lo que motiva a usar la notación dxi para la base dual estándar.

Definición 7.4. Sea ϕ : R3p × R3p → R. Decimos que ϕ es bilineal si es lineal


en cada coordenada. Es decir, para up , vp , wp ∈ R3p y α, β ∈ R,
ϕ(αup + βvp , ωp ) = αϕ(up , ωp ) + βϕ(vp , ωp ),
ϕ(up , αvp + βωp ) = αϕ(up , vp ) + βϕ(up , ωp ).

Ejemplo 7.5 (Producto punto). El ejemplo más natural de una forma bi-
lineal es la inducida por el producto punto en R3p , dada por

ϕ(up , vp ) = u · v.
La bilinealidad se sigue directamente de la definición del producto punto.

Definición 7.6. Decimos que la forma bilineal ϕ es alternante si, para cada
up , vp ∈ R3p ,
ϕ(up , vp ) = −ϕ(vp , up ).

Podemos notar que, si ϕ es alternante, ϕ(up , up ) = 0 para todo up ∈ R3p .


Denotamos el espacio de formas bilineales alternantes en R3p por Λ2 (R3p ).
Si ϕ1 , ϕ2 ∈ (R3p )∗ , definimos el producto cuña de ϕ1 y ϕ2 como
 
ϕ1 (up ) ϕ1 (vp )
ϕ1 ∧ ϕ2 (up , vp ) = det .
ϕ2 (up ) ϕ2 (vp )
134 7. Formas diferenciales

Por ejemplo, sean ϕ1 = 2dx1 − 3dx2 y ϕ2 = dx1 + dx2 . Entonces ϕ1 ∧ ϕ2


está dado por
 
ϕ1 (x) ϕ1 (y)
ϕ1 ∧ ϕ2 (x, y) = det
ϕ2 (x) ϕ2 (y)
= ϕ1 (x)ϕ2 (y) − ϕ1 (y)ϕ2 (x)
= (2x1 − 3x2 )(y 1 + y 2 ) − (2y 1 − 3y 2 )(x1 + x2 )
= 5x1 y 2 − 5x2 y 1 .

Nota que ϕ1 ∧ ϕ2 (y, x) = −ϕ1 ∧ ϕ2 (x, y); es decir, ϕ1 ∧ ϕ2 es alternante. Esta


es una de las propiedades del producto cuña, enumeradas en las siguiente
proposición.

Proposición 7.7. Sean ϕ1 , ϕ2 ∈ (R3p )∗ . Entonces


1. ϕ1 ∧ ϕ2 es bilineal y alternante.
2. ϕ1 ∧ ϕ2 = −ϕ2 ∧ ϕ1 .
3. dx1p ∧ dx2p , dx1p ∧ dx3p y dx2p ∧ dx3p forman una base para Λ2 (R3p ).

Denotaremos a dxip ∧ dxjp simplemente por (dxi ∧ dxj )p . Solo se demos-


trará la parte 3 de la proposición. Las primeras dos se dejan como ejercicio
al lector (ejercicio 3).

Demostración de 3: Para demostrar que (dx1 ∧dx2 )p , (dx1 ∧dx3 )p y (dx2 ∧


dx3 )p son linealmente independientes, definimos

Φ = α1 (dx1 ∧ dx2 )p + α2 (dx1 ∧ dx3 )p + α3 (dx2 ∧ dx3 )p


y suponemos que Φ = 0. Debemos mostrar entonces que α1 = α2 = α3 = 0.
Si i 6= j,
 
i j dxi (ek ) dxi (el )
(dx ∧ dx )p ((ek )p , (el )p ) = det
dxj (ek ) dxj (el )

1
 i = k, j = l
= −1 i = l, j = k


0 en cualquier otro caso.
De aquı́ que
Φ((e1 )p , (e2 )p ) = α1 ,
Φ((e1 )p , (e3 )p ) = α2 ,
Φ((e2 )p , (e3 )p ) = α3 ,
Por lo tanto, como Φ = 0, α1 = α2 = α3 = 0.
2. Formas diferenciales en R3 135

Ahora demostraremos que (dx1 ∧ dx2 )p , (dx1 ∧ dx3 )p y (dx2 ∧ dx3 )p


generan el espacio Λ2 (R3p ). Sea ϕ ∈ Λ2 (R3p ). Entonces
X
3 3
X  X 3
3 X
ϕ(xp , yp ) = ϕ xi (ei )p , y j (ej )p = xi y j ϕ((ei )p , (ej )p ).
i=1 j=1 i=1 j=1

Como ϕ es alternante, ϕ((ei )p , (ei )p ) = 0 y ϕ((ei )p , (ej )p ) = −ϕ((ej )p , (ei )p ).


Por lo que
X
ϕ(xp , yp ) = (xi y j − xj y i )ϕ((ei )p , (ej )p )
1≤i<j≤3

= (x1 y 2 − x2 y 1 )ϕ((e1 )p , (e2 )p ) + (x1 y 3 − x3 y 1 )ϕ((e1 )p , (e3 )p )


+ (x2 y 3 − x3 y 2 )ϕ((e2 )p , (e3 )p ).
Nota que
xi y j − xj y i = dxip (xp )dxjp (yp ) − dxjp (xp )dxip (yp ) = (dx1 ∧ dx2 )p (xp , yp ).
Si α1 = ϕ((e1 )p , (e2 )p ), α2 = ϕ((e1 )p , (e3 )p ), α3 = ϕ((e2 )p , (e3 )p ), entonces

ϕ = α1 (dx1 ∧ dx2 )p + α2 (dx1 ∧ dx3 )p + α3 (dx2 ∧ dx3 )p .



Corolario 7.8. Λ2 (R3p ) es un espacio vectorial de dimensión 3.
S
Una 2-forma diferencial es una función ω : R3 → p∈R3 Λ2 (R3p ) tal que,
para cada p ∈ R3 ,
ω(p) ∈ Λ2 (R3p ).
Por la proposición anterior, si ω es una 2-forma diferencial, entonces
ω(p) = ω12 (p)(dx1 ∧ dx2 )p + ω13 (p)(dx1 ∧ dx3 )p + ω23 (p)(dx2 ∧ dx3 )p ,
donde ω12 , ω13 , ω23 : R3 7→ R. Decimos que ω es continua (diferenciable, C 1 ,
etc.) si cada una de las componentes ωij son continuas (diferenciables, C 1 ,
etc., respectivamente).
Sea ω la 1-forma diferencial ω = ω1 dx1 + ω2 dx2 + ω3 dx3 . El diferencial
dω es la 2-forma diferencial dada por
dω(p) = (dω1 )p ∧ dx1p + (dω2 )p ∧ dx2p + (dω3 )p ∧ dx3p .
Como, para cada i = 1, 2, 3,
dωi = D1 ωi dx1 + D2 ωi dx2 + D3 ωi dx3 ,
tenemos que la 2-forma diferencial dω está dada por
dω = (D1 ω2 − D2 ω1 )dx1 ∧ dx2 + (D1 ω3 − D3 ω1 )dx1 ∧ dx3
+ (D2 ω3 − D3 ω2 )dx2 ∧ dx3 .
136 7. Formas diferenciales

En notación clásica, dω está dada por


 ∂ω ∂ω2   ∂ω ∂ω3   ∂ω ∂ω1 
3 1 2
− dy ∧ dz + − dz ∧ dx + − dx ∧ dy.
∂y ∂z ∂z ∂x ∂x ∂y
Observa que, escritas en ese orden, las componentes de dω son las mismas
que las del rotacional del campo vectorial con componentes w1 , w2 y w3 .
Consideremos una función ϕ : R3p × R3p × R3p → R tal que satisface las
siguientes propiedades:
1. ϕ es multilineal; es decir, es lineal en cada variable; y
2. ϕ es alternante; es decir,
ϕ(up , vp , wp ) = −ϕ(vp , up , wp ),
ϕ(up , vp , wp ) = −ϕ(wp , vp , up ),
ϕ(up , vp , wp ) = −ϕ(up , wp , vp ).
Es decir, el intercambio de cualquiera dos variables en ϕ implica
un cambio de signo.
Dichas formas en R3p forman un espacio vectorial, y se denota por Λ3 (R3p ).
Ejemplo 7.9 (Determinante). El ejemplo natural de una forma en Λ3 (R3p )
está dado por 
ϕ(up , vp , wp ) = det u v w .
Es decir, el determinante de la matriz formada por los vectores u, v y w
como columnas. Las propiedades básicas del determinante implican que ϕ
es multilineal y alternante.

Las forma inducida por el determinante es denotada por


(dx1 ∧ dx2 ∧ dx3 )p .
Aunque no hemos definido el producto cuña de tres 1-formas, esta nota-
ción será justificada en la siguiente sección, cuando estudiemos el producto
cuña de k-formas diferenciales en Rn . Sin embargo, tenemos las siguiente
proposición.
Proposición 7.10. Sea ϕ ∈ Λ3 (R3p ). Entonces existe α ∈ R tal que
ϕ = α (dx1 ∧ dx2 ∧ dx3 )p .

Demostración. Observemos primero que


(
±ϕ(e1 , e2 , e3 ) i, j, k son diferentes
ϕ(ei , ej , ek ) =
0 de otra forma.
Esto se sigue directamente del hecho que ϕ es alternante. Sea
α = ϕ(e1 , e2 , e3 ).
3. Algebra exterior 137

Mostraremos que ϕ = α (dx1 ∧ dx2 ∧ dx3 )p . Sean x, y, z ∈ R3p . Entonces


X
3 3
X 3
X  X
ϕ(x, y, z) = ϕ xi ei , y j ej , z k ek = xi y j z k ϕ(ei , ej , ek )
i=1 j=1 k=1 i,j,k
1 2 3 2 3 1 3 1 2
= ϕ(e1 , e2 , e3 ) x y z + x y z + x y z

− x1 y 3 z 2 − x2 y 1 z 3 − x3 y 2 z 1

= α det x y z .


Como corolario, tenemos que Λ3 (R3p ) es un espacio vectorial de dimen-


sión 1, y que cualquier forma en Λ3 (R3p ) es simplemente un múltiplo del
determinante de matrices de 3 × 3.
S
Decimos que ω : R3 → p∈R3 Λ3 (R3p ) es una 3-forma diferencial si, para
cada p ∈ R3 ,
ω(p) ∈ Λ3 (R3p ).
Si escribimos
ω(p) = α(p)(dx1 ∧ dx2 ∧ dx3 )p ,
diremos que ω es continua (diferenciable, C 1 , etc.) si α : R3 → R es continua
(diferenciable, C 1 , etc., respectivamente).
Si ω = ω1 dx2 ∧dx3 +ω2 dx3 ∧dx1 +ω3 dx1 ∧dx2 es una 2-forma diferencial,
entonces definimos el diferencial de ω como la 3-forma
dω = (D1 ω1 + D2 ω2 + D3 ω3 )dx1 ∧ dx2 ∧ dx3 .
La razón por la cual definimos el diferencial de esta manera la veremos,
igualmente, en la secciones siguientes, ya que necesitamos definir el producto
cuña de una 1-forma con una 2-forma. Sin embargo, podemos observar que
el diferencial dω tiene como componente la divergencia del campo vectorial
en R3 con componentes ω1 , ω2 y ω3 .
De esta forma, podemos concluir que el gradiente, el rotacional y la
divergencia forman parte de la misma operación en R3 : el diferencial de
formas. En las secciones siguientes generalizaremos estos conceptos al espacio
Rn .

3. Algebra exterior
Sea V un espacio vectorial real de dimensión finita, y n = dim V . Deci-
mos que la función T : V k → R, donde
k
z }| {
k
V = V × V × ··· × V ,
138 7. Formas diferenciales

es multilineal si es lineal en cada coordenada, es decir


i
z }| {
T (v1 , v2 , . . . , αvi + βu, . . . , vk )
i i
z}|{ z}|{
= αT (v1 , v2 , . . . , vi , . . . , vk ) + βT (v1 , v2 , . . . , u , . . . , vk )
para cada i = 1, 2, . . . , k. Decimos que la función multilineal T es alternante
si
i j
z}|{ z}|{
T (v1 , . . . , vi , . . . , vj , . . . , vk ) = −T (v1 , . . . , vj , . . . , vi , . . . , vk ),
para cada i, j = 1, 2, . . . , k, i 6= j.
Las principales propiedades de las funciones alternantes están enumera-
das en la siguiente proposición.

Proposición 7.11. Si T : V k → R es alternante, entonces


1. Para σ ∈ Sk ,
T (vσ(1) , vσ(2) , . . . , vσ(k) ) = sgn(σ)T (v1 , . . . , vk ),
donde Sk es el grupo simétrico de k objetos y
(
1 si σ es par
sgn(σ) =
−1 si σ es impar;

2. T (v1 , . . . , vi , . . . , vi , . . . , vk ) = 0; y
3. Si los vectores v1 , . . . , vk son linealmente dependientes,
T (v1 , . . . , vk ) = 0.

Demostración. Demostraremos la tercera parte de esta proposición, mien-


tras las dos primeras se dejan como ejercicio (ejercicio 5).
Si v1 , . . . , vk son vectores linealmente dependientes, entonces podemos
suponer, sin pérdida de generalidad, que existen α2 , . . . , αk ∈ R tales que
k
X
v1 = αi vi .
i=2

Tenemos entonces que, por la linealidad de T en la primer variable,


k
X
T (v1 , v2 , . . . , vk ) = αi T (vi , v2 , . . . , vk ) = 0,
i=2

donde la última igualdad se debe a que T es alternante. 


3. Algebra exterior 139

Denotaremos el conjunto de funciones multilineales alternantes en V k


por Λk (V ). No es muy difı́cil verificar que Λk (V ) es un espacio vectorial,
con suma y multiplicación escalar puntuales. En el caso k = 1, Λ1 (V ) = V ∗ ,
el espacio dual de V . La tercera parte de la proposición 7.11 implica que
Λk (V ) = {0} si k > n.
Definición 7.12. Sean ϕ1 , ϕ2 , . . . , ϕk ∈ V ∗ . Definimos el producto exterior
de ϕ1 , ϕ2 , . . . , ϕk como la transformación multilineal alternante dada por
(7.1) ϕ1 ∧ ϕ2 ∧ · · · ∧ ϕk (v1 , v2 , . . . , vk ) = det(ϕi (vj )).

El producto exterior es también llamado producto cuña. La propiedades


básicas del determinante permiten garantizar que la transformación dada
por (7.1) es, de hecho, multilineal y alternante.
Teorema 7.13. Sea V un espacio vectorial, con dim V = n < ∞. Sea
B = {v1 , v2 , . . . , vn } una base para V y {vb1 , vb2 , . . . , vc
n } la base dual de B
para el espacio dual V ∗ . Entonces los productos
i1 ∧ v
vc ci2 ∧ · · · ∧ v
cik ,

con 1 ≤ i1 < i2 < . . . < ik ≤ n, forman una base para Λk (V ), 1 ≤ k ≤ n.

Como corolario, tenemos que la dimensión del espacio Λk (V ) es igual a


 
n
,
k
el coeficiente binomial de n en k.
Para simplificar la notación, denotaremos un multiı́ndice (i1 , i2 , . . . , ik )
como I; ası́, |I| representa su longitud (en este caso |I| = k). Decimos que
un multiı́ndice I = (i1 , i2 , . . . , ik ) es creciente si i1 < i2 < . . . < ik .
La lista (vi1 , vi2 , . . . , vik ) será denotada por vI , y
i1 ∧ v
vbI = vc ci2 ∧ · · · ∧ v
cik .

Procedemos ahora a la demostración del teorema 7.13.

Demostración. Mostraremos primero que los productos vI , con I creciente,


son linealmente independientes. Suponemos entonces que
X
aI vbI = 0,
I creciente

y demostraremos que todos los aI = 0.


Sea J un multiı́ndice creciente. Entonces
 X 
aI vbI (vJ ) = 0,
I creciente
140 7. Formas diferenciales

Pero
 X  X
aI vbI (vJ ) = aI vbI (vJ ) = aJ vc
J (vJ ) = aJ ,
I creciente I creciente

por lo que aJ = 0, como querı́amos verificar.


Ahora, sea Φ ∈ Λk (V ), u1 , u2 , . . . , uk ∈ V , y evaluaremos
Φ(u1 , u2 , . . . , uk ).
Primero, sean aji ∈ R, i = 1, 2, . . . , k, j = 1, 2, . . . , n, tales que
n
X
ui = aji vj , i = 1, 2, . . . , k.
j=1

Entonces
n
X n
X n
X
Φ(u1 , u2 , . . . , uk ) = Φ( aj11 vj1 , aj22 vj2 , . . . , ajkk vjk )
j1 =1 j2 =1 jk =1
X
= aj11 aj22 . . . ajkk Φ(vj1 , vj2 , . . . , vjk )
J
X X 
σ(j1 ) σ(j2 ) σ(j )
= a1 a2 . . . ak k sgn(σ) Φ(vJ )
J creciente σ∈Sk
X
= det(aji l )i,l=1,...,k Φ(vJ ).
J creciente

Si definimos ξJ = Φ(vJ ), entonces


X
Φ(u1 , . . . , uk ) = ξJ det(aji l )1≤i,l≤k .
J creciente

Como cada aji l = vc


jl (ui ), tenemos que

det(aji l ) = vc
J (u1 , . . . , uk ).

Por lo tanto
X
Φ= ξJ vc
J,
J creciente

y concluimos que los vbI , con I creciente, generan el espacio Λk (V ). 

De la demostración del teorema 7.13, tenemos el siguiente corolario.


Corolario 7.14. Si v1 , v2 , . . . , vn es una base para V y Φ ∈ Λn (V ), entonces
Φ(u1 , . . . , un ) = det(aji )Φ(v1 , . . . , vn ),
Pn j
si ui = j=1 ai vj .
3. Algebra exterior 141

Si B = {v1 , v2 , . . . , vn } y C = {u1 , u2 , . . . , un } son bases para V , entonces


el corolario 7.14 implica que el signo del producto
Φ(v1 , v2 , . . . , vn ) · Φ(u1 , u2 , . . . , un )
es independiente de Φ, y está dado por el signo de det A, si A es la matriz
de cambio de base. Entonces, det A define una “paridad” de la base B con
respecto a la base C, la cual genera una relación de equivalencia entre las
bases de V :
{u1 , u2 , . . . , un } ∼ {v1 , v2 , . . . , vn }
si y solo si
Φ(v1 , v2 , . . . , vn ) · Φ(u1 , u2 , . . . , un ) > 0
para Φ ∈ Λn (V
), Φ 6= 0. A la clase de equivalencia de la base {v1 , v2 , . . . , vn }
se le denota por
[v1 , v2 , . . . , vn ],
y se le llama orientación de la base.
Ejemplo 7.15 (Orientación estándar en R2 ). . Tomemos E = {e1 , e2 }, la
base estándar de R2 , y
n    o
1 1
B = u1 = , u2 =
1 −1
otra base para R2 . Como
u1 = e1 + e2
u2 = e1 − e2 ,
la matriz de cambio de base está dada por
 
1 1
A= .
1 −1
Como det A = −2 < 0, concluimos que
[e1 , e2 ] 6= [u1 , u2 ].
Es decir, las bases E y B tienen distinta orientación. Geométricamente, mien-
tras la base estándar está orientada en el sentido opuesto a las manecillas del
reloj, la base B está orientada en la dirección opuesta, como se ve en la figu-
ra 4. A la orientación de la base estándar en R2 la llamaremos simplemente
orientación estándar.
Ejemplo 7.16 (Regla de la mano derecha). La orientación [e1 , e2 , e3 ] de
la base estándar de R3 es conocida comúnmente como la regla de la mano
derecha. Es llamada ası́ porque, si identificamos los vectores e1 , e2 , e3 con la
dirección de cada uno de los ejes x, y y z, respectivamente, entonces estas
direcciones corresponden a las direcciones de los dedos ı́ndice, medio y pul-
gar de la mano derecha, respectivamente, con el ı́ndice extendido, el medio
142 7. Formas diferenciales

e2 u1

e1

u2

Figura 4. La orientación de las bases estándar y la base B. Mientras la


base estándar está orientada en el sentido opuesto a las manecillas del
reloj, la base B está orientada en la dirección opuesta.

e3

e2

e1

Figura 5. Los ejes x, y y z, con direcciones e1 , e2 y e3 , siguen las direc-


ciones de los dedos ı́ndice, medio y pulgar de la mano derecha.

doblado hacia la palma y el pulgar hacia arriba, como se puede verificar con
ayuda de la figura 5.

Estamos listos para definir una forma diferencial en Rn .


Una k-forma exterior, o k-forma diferencial, en Rn , es una
Definición 7.17. S
función ω : Rn → p∈Rn Λk (Rnp ) tal que, para cada p ∈ Rn , ω(p) ∈ Λk (Rnp ).

Es decir, para cada p ∈ Rn , ω(p) es una transformación multilineal


alternante en (Rnp )k , donde Rnp es el espacio tangente en p.
Las formas diferenciales, en general, pueden estar definidas solo en un
subconjunto abierto U de Rn . Cualquiera de las definiciones o propiedades
estudiadas en el resto de este capı́tulo son válidas para formas definidas en
subconjuntos abiertos de Rn , por lo que, para simplificar la discusión, no
haremos tal distinción. Dicha observación será relevante, sin embargo, en el
siguiente capı́tulo.
3. Algebra exterior 143

Por el teorema 7.13, para cada p ∈ Rn y cada k-multiı́ndice creciente I


existen ωI (p) tales que
X
ω(p) = ωI (p)dxIp ,
I creciente
donde
dxIp = dxip1 ∧ dxip2 ∧ · · · ∧ dxipk .
Si las funciones ωI : Rn → R son continuas (diferenciables, C 1 , etc.), enton-
ces decimos que ω continua (diferenciable, C 1 , etc., respectivamente).
A una función f : Rn → R la llamaremos, por convención, una 0-forma.
Ejemplo 7.18 (Formas en R). Las únicas formas diferenciales no triviales
en el espacio unidimensional R, aparte de las 0-formas, son las 1-formas
ω0 dx, con ω0 : R → R.
Ejemplo 7.19 (Formas en R2 ). En R2 , las 1-formas diferenciales están
dadas por
ω1 dx1 + ω2 dx2 ,
con w1 , w2 funciones en R2 , mientras las 2-formas diferenciales se escriben
ω0 dx1 ∧ dx2 ,
o simplemente ω0 dx1 dx2 , o ω0 dxdy, en notación clásica, donde ω0 es una
función en R2 . A dx1 ∧ dx2 se le llama el elemento de área en R2 .
Ejemplo 7.20 (Formas en R3 ). En el espacio R3 , tenemos las 1-formas,
ω1 dx1 + ω2 dx2 + ω3 dx3 .
Las 2-formas se escriben comúnmente
F1 dx2 ∧ dx3 + F2 dx3 ∧ dx1 + F3 dx1 ∧ dx2 .
La notación y el orden en que se suelen escribir los productos exteriores se
aclararán más adelante. Las 3-formas se escriben
ω0 dx1 ∧ dx2 ∧ dx3 .
En notación clásica, simplemente se suele escribir ω0 dxdydz. dx1 ∧ dx2 ∧ dx3
es llamado el elemento de volumen en R3 .

Las k-formas diferenciales en Rn forman un espacio vectorial bajo las


operaciones suma y multiplicación puntuales. Es decir si ω y η son k-formas
diferenciales, entonces su suma está dada por
X
ω+η = (ωI + ηI )dxI ,
mientras que la multiplicación escalar está dada simplemente por
X
λω = λωI dxI .
144 7. Formas diferenciales

Definición 7.21. Si ω es una k-forma diferencial y η es una l-forma dife-


rencial en Rn , definimos el producto exterior ω ∧ η como la (k + l)-forma
diferencial
X
(7.2) ω∧η = ωI ηJ dxI ∧ dxJ ,
I,J

donde la suma corre sobre todos los multiı́ndices crecientes I de longitud k


y todos los multiı́ndices crecientes J de longitud l.

En la fórmula (7.2), algunos, o todos, los productos dxI ∧ dxJ pueden ser
iguales a 0, lo cual depende de la longitud de I y de J, y de si I y J tienen
ı́ndices comunes. Al producto exterior también se le conoce comúnmente
como el producto cuña.
Ejemplo 7.22. Consideremos las formas ω y η en R3 dadas por
ω = xdx + ydy + zdz y η = xdx ∧ dy + ydx ∧ dz,
y vamos a calcular la 3-forma ω ∧ η. Entonces
ω ∧ η = x2 dx ∧ dx ∧ dy + xy dx ∧ dx ∧ dz + xy dy ∧ dx ∧ dy
+ y 2 dy ∧ dx ∧ dz + xz dz ∧ dx ∧ dy + yz dz ∧ dx ∧ dz.
De los términos anteriores, solo dos son desiguales a cero. Tenemos, por lo
tanto, que
ω ∧ η = y 2 dy ∧ dx ∧ dz + xz dz ∧ dx ∧ dy
= −y 2 dx ∧ dy ∧ dz + xz dx ∧ dy ∧ dz
= (xz − y 2 ) dx ∧ dy ∧ dz.

Algunas de las propiedades del producto exterior están enumeradas por


la siguiente proposición. Otras se explorarán en los ejercicios.
Proposición 7.23. Sean ω una k-forma, η una l-forma y ψ una p-forma
diferencial en Rn . Entonces
1. ω ∧ (η ∧ ψ) = (ω ∧ η) ∧ ψ;
2. ω ∧ η = (−1)kl η ∧ ω; y
3. Si l = p, ω ∧ (η + ψ) = ω ∧ η + ω ∧ ψ.

Demostración. 1. Es claro, de la definición del producto exterior,


que
dxI ∧ (dxJ ∧ dxL ) = (dxI ∧ dxJ ) ∧ dxL
para cualquiera multiı́ndices I, J y L. Entonces
X
ω ∧ (η ∧ ψ) = ωI ηJ ψL dxI ∧ dxJ ∧ dxL = (ω ∧ η) ∧ ψ.
I,J,L
4. Cambio de coordenadas 145

2. De manera similar, es suficiente con verificar esta parte para los


productos dxI ∧ dxJ . Como dxi ∧ dxj = −dxj ∧ dxi para cualquier
i, j,
dxI ∧ dxJ = dxi1 ∧ dxi2 ∧ · · · ∧ dxik ∧ dxj1 ∧ dxj2 ∧ · · · ∧ dxjl
= (−1)k dxj1 ∧ dxi1 ∧ dxi2 ∧ · · · ∧ dxik ∧ dxj2 ∧ · · · ∧ dxjl
= (−1)−kl dxJ ∧ dxI .
3. La tercera parte se sigue de forma directa:
X
ω ∧ (η + ψ) = ωI (ηJ + ψJ )dxI ∧ dxJ = ω ∧ η + ω ∧ ψ.

La segunda parte de la proposición 7.23 implica que, si k es impar y ω


es una k-forma diferencial, entonces
ω ∧ ω = 0.
Sin embargo, si k es par, es posible que ω ∧ ω no sea idénticamente cero,
como lo muestra el siguiente ejemplo.
Ejemplo 7.24. Sea ω la 2-forma diferencial en R4 dada por
ω = x1 dx1 ∧ dx2 + x2 dx3 ∧ dx4
Tenemos entonces que
ω ∧ ω = x1 x2 dx1 ∧ dx2 ∧ dx3 ∧ dx4 + x1 x2 dx3 ∧ dx4 ∧ dx1 ∧ dx2
= 2x1 x2 dx1 ∧ dx2 ∧ dx3 ∧ dx4 ,
la cual no es idéntica a cero en R4 .

4. Cambio de coordenadas
En esta sección estudiamos el efecto de un cambio de variable en una
forma diferencial.
Definición 7.25. Sea k ≥ 1. Si ω es una k-forma diferencial en Rm y
f : Rn → Rm una función diferenciable, f ∗ ω es la k-forma diferencial en Rn
dada por
f ∗ ω(p)((v1 )p , . . . , (vk )p ) = ω(f (p))(Df (p)(v1 )f (p) , . . . .Df (p)(vk )f (p) ).
Si g es una 0-forma en Rm , definimos simplemente f ∗ g = g ◦ f .

A f ∗ se le suele llamar el levantamiento inducido por f . Las propiedades


elementales de f ∗ se enumeran en la siguiente proposición.
Proposición 7.26. Sea f : Rn → Rm diferenciable. Entonces
146 7. Formas diferenciales

1. Si ω, η son k-formas diferenciales en Rm ,


f ∗ (ω + η) = f ∗ ω + f ∗ η;
2. Si g es una 0-forma diferencial,
f ∗ (gω) = f ∗ g · f ∗ ω;
y
3. Si ϕ1 , ϕ2 ,...,ϕk son 1-formas diferenciales en Rn ,
f ∗ (ϕ1 ∧ · · · ∧ ϕk ) = f ∗ ϕ1 ∧ · · · ∧ f ∗ ϕk .

Demostración. Las primeras dos partes de la proposición se siguen direc-


tamente de la definición de f ∗ y se dejan como ejercicio (ejercicio 10).
Para demostrar la parte 3, sean ϕ1 , ϕ2 ,...,ϕk 1-formas diferenciales en
Rn , p ∈ Rn y (v1 )p , (v2 )p , . . . , (vk )p ∈ Rnp . Entonces
f ∗ (ϕ1 ∧ . . . ∧ ϕk )(p)((v1 )p , . . . , (vk )p )
= (ϕ1 ∧ · · · ∧ ϕk )(f (p))(Df (p)(v1 )f (p) , . . . , Df (p)(vk )f (p) )
 
= det ϕi (f (p))(Df (p)(vj )f (p) ) = det f ∗ ϕi (p)(vj )p
= (f ∗ ϕ1 ∧ · · · ∧ f ∗ ϕk )(p)((v1 )p , . . . , (vk )p ).

P
De la proposición 7.26, si ω = I ωI dxI , entonces
X
f ∗ω = (ωI ◦ f )f ∗ (dxI ),
I
donde cada sumando es igual a
f ∗ (dxI ) = f ∗ (dxi1 ∧ · · · ∧ dxik ) = f ∗ dxi1 ∧ · · · ∧ f ∗ dxik .
Cada una de las 1-formas en el producto, evaluadas en un punto p, es igual
a
f ∗ (dxi )(p)(vp ) = dxif (p) (Df (p)(v)f (p) ) = Df i (p)(v),
es decir, la derivada de la i-ésima componente de f en p, aplicada al vector
v. Entonces, como Df i (p)(v) = df i (p)(vp ), podemos escribir f ∗ dxi = df i . Si
I es un multiı́ndice, escribimos
df I = df i1 ∧ · · · ∧ df ik ,
por lo que entonces
X
f ∗ω = (ωI ◦ f )df I .
I
Ası́, vemos que f∗
actúa como un cambio de coordenadas. Si las coorde-
nadas de Rn están descritas por (x1 , x2 , . . . , xn ), y (y 1 , y 2 , . . . , y m ) son las
4. Cambio de coordenadas 147

coordenadas en Rm dadas por y i = f i (x1 , x2 , . . . , xn ), entonces tenemos que,


si X
ω(y) = ωI (y 1 , . . . , y m )dy I
I
es una forma en Rm , f ∗ωestá dada en Rn por
X
f ∗ ω(x) = ωI (f 1 (x), . . . , f m (x))(df I )x .
I

Ejemplo 7.27 (Coordenadas polares). Sea U ⊂ R2 el conjunto (0, 2π) × R


(figura 6), y f : U → R2 dada por
f (r, θ) = (r cos θ, r sen θ).
Sean x, y las coordenadas en R2 dadas por x = f 1 (r, θ) y y = f 2 (r, θ).
La transformación (r, θ) 7→ (x, y) cambia de coordenadas polares (r, θ) a

θ

U

Figura 6. Dominio de definición de las coordenadas polares.

coordenadas cartesianas (x, y). Ası́ que, si ω es una forma diferencial en el


plano en coordenadas cartesianas (x, y), f ∗ ω es una forma diferencial en
coordenadas polares (r, θ). Tenemos que
(7.3)
f ∗ dx = df 1 = cos θdr − r sen θdθ y f ∗ dy = df 2 = sen θdr + r cos θdθ.

Por ejemplo, sea ω la 1-forma diferencial definida en R2 \ {0} por


−y x
ω= dx + 2 dy.
x2 +y 2 x + y2
Entonces
−r sen θ ∗ r cos θ ∗
f ∗ω = 2
f dx + f dy
r r2
− sen θ cos θ
= (cos θdr − r sen θdθ) + (sen θdr − r cos θdθ)
r r
= dθ.
148 7. Formas diferenciales

Esta última identidad, junto con las ecuaciones (7.3), suelen simplemente
escribirse como
dx = cos θdr − r sen θdθ, dy = sen θdr + r cos θdθ,
−y x
dθ = 2 2
dx + 2 dy.
x +y x + y2
Como cos θdx + sen θdy = dr, también tenemos que
x y
dr = p dx + p dy.
2
x +y 2 x + y2
2

La siguiente proposición extiende las propiedades enumeradas en la pro-


posición 7.26.
Proposición 7.28. Sea f : Rn → Rm diferenciable.
1. Si ω y η son formas diferenciales en Rm , entonces
f ∗ (ω ∧ η) = f ∗ ω ∧ f ∗ η.
2. Si g : Rp → Rn es diferenciable, y ω es una forma diferencial en
Rm , entonces la forma diferencial (f ◦ g)∗ ω en Rp satisface
(f ◦ g)∗ ω = g∗ (f ∗ ω).

Observemos primero que la proposición 7.28 no hace ninguna referencia


al orden de las formas involucradas. En particular, la primera parte de esta
proposición es una generalización de la parte (3) de la proposición 7.26.
P
Demostración.
P Para la primera parte, observemos que si ω = I ωI dxI y
η = J ηJ dxJ , entonces
X
ω∧η = ωI ηJ dxI ∧ dxJ ,
I,J

y por lo tanto
X  X
f ∗ (ω ∧ η) = (ωI ηJ ) ◦ f df I ∧ df J = (ωI ◦ f )(ηJ ◦ f )df I ∧ df J
I,J I,J
X  X 
= (ωI ◦ f )df I ∧ (ηJ ◦ f )df J = f ∗ ω ∧ f ∗ η.
I J
P
Para la segunda parte, sea ω = I ωI dxI . Entonces
X
(f ◦ g)∗ ω(q) = ωI (f (g(q)))d(f ◦ g)I (q).
I
Ahora bien, para q ∈ Rp ,
ωI (f (g(q))) = (ωI ◦ f )(g(q)) = (ωI ◦ f ) ◦ g(q),
Ejercicios 149

por lo que es suficiente con mostrar que d(f ◦ g)I (q) = g∗ (df I )(q). Esta
identidad es, esencialmente, la regla de la cadena: como

d(f ◦ g)i (q)(vq ) = D(f ◦ g)i (q)(v) = Df i (g(q)) Dg(q)(v) ,
tenemos que
d(f ◦ g)i (q)(vq ) = df i (g(p))(Dg(q)(v)g(q) ) = g∗ (df i )(q)(vq ).


Ejercicios

1. Dibuja un bosquejo de los siguientes campos vectoriales en R2 :


a) F (x, y) = (−y, x);
b) F (x, y) = (x, 0).
2. Calcula el producto cuña φ ∧ ψ de las siguientes 1-formas en R3 .
a) φ = 3dx + dz, ψ = dy − dz;
b) φ = dx − dy + 2dz, ψ = 3dx − 4dy − 2dz.
Escribe el resultado en la base dy ∧ dz, dz ∧ dx, dx ∧ dy.
3. Demuestra la proposición 7.7.
4. Calcula el diferencial dω de las siguientes 1-formas diferenciales en R3 .
a) ω(x, y, z) = (z 2 − x2 )dx + (y 2 − z 2 )dy + (x2 − y 2 )dz;
b) ω(x, y, z) = (3x2 − y 2 z)dx − 2xyzdy − xy 2 dz.
5. Demuestra las partes restantes de la proposición 7.11.
6. Calcula ω ∧ η, para las siguientes formas diferenciales en R3 .
a) ω = xdx − ydy, η = zdx ∧ dy + xdy ∧ dz;
b) ω = dx + dy + dz, η = dx ∧ dy + dx ∧ dz + dy ∧ dz;
c) ω = zdx ∧ dy + xdy ∧ dz, η = ω.
7. Sea ω la 2-forma diferencial en R2n dada por
w = dx1 ∧ dx2 + dx3 ∧ dx4 + . . . + dx2n−1 ∧ dx2n .
Calcula
n veces
z }| {
ω ∧ ω ∧ ... ∧ ω.
8. Para una k-forma diferencial ω en Rn , definimos la (n − k)-forma dife-
rencial ∗ω como X
∗ω = sgn(I, J)ωI dxJ ,
I
donde (I, J) = (i1 , i2 , . . . , ik , j1 , j2 , . . . , j(n−k) ) es la permutación en Sn
tal que
i1 < i2 < · · · < ik y j1 < j2 < · · · < j(n−k) .
150 7. Formas diferenciales

Calcula ∗ω para las siguientes formas diferenciales.


a) La 2-forma diferencial en R3 dada por
ω = ω12 dx ∧ dy + ω13 dx ∧ dz + ω23 dy ∧ dz.
b) La 1-forma diferencial en R2 dada por
ω = ω1 dx + ω2 dy.
9. Muestra que ∗ ∗ ω = (−1)k(n−k) ω.
10. Demuestra las primeras dos partes de la proposicion 7.26.
Capı́tulo 8

El diferencial exterior

1. El diferencial exterior
En este capı́tulo estudiaremos el operador diferencial de formas en Rn ,
ası́ como su relación con el producto exterior y el levantamiento, estudiados
en el capı́tulo anterior.

Definición 8.1. Sea f : Rn → R una función diferenciable. El diferencial


de f es la 1-forma df dada por
df (p)(vp ) = Df (p)(v),
para cada p ∈ Rn .

Como en el ejemplo 7.3, podemos verificar que df se puede escribir como


df = D1 f dx1 + D2 f dx2 + . . . + Dn f dxn .
La siguiente proposición enumera las propiedades básicas del diferencial de
una función.

Proposición 8.2. Sean f, g : Rn → R diferenciables. Entonces


1. d(f + g) = df + dg;
2. d(f g) = f dg + gdf ;
3. Si h : Rm → Rn es diferenciable, entonces d(f ◦ h) = h∗ df .

Demostración. Las primeras dos partes se siguen de la definición del di-


ferencial y las propiedades de la derivada en Rn . La tercera se sigue de la
regla de la cadena y de la definición del cambio de coordenadas h∗ aplicado
a la 1-forma df . Dejamos los detalles al lector (ejercicio 1). 

151
152 8. El diferencial exterior

Como habı́amos acordado, las funciones son vistas como 0-formas en Rn .


Ası́, el diferencial es un operador que toma una 0-forma y da una 1-forma.
Generalizamos este operador ahora aplicándolo, en general, a k-formas.
Definición 8.3. Sea ω una k-forma diferencial en Rn ,
X
ω= ωI dxI ,
I

con cada componente ωI diferenciable. El diferencial dω de ω es la (k + 1)-


forma diferencial dada por
X
(8.1) dω = dωI ∧ dxI .
I

Es decir, tomamos la suma de los productos exteriores del diferencial de


cada componente ωI con su respectivo producto dxI .
Ejemplo 8.4. Sea ω la 1-forma diferencial en R3 dada por
ω = xydx − y 2 dy + 3zdz.
Entonces, dω es la 2-forma diferencial
dω = d(xy) ∧ dx − d(y 2 ) ∧ dy + d(3z) ∧ dz
= (ydx + xdy) ∧ dx − (2ydy) ∧ dy + (3dz) ∧ dz
= xdy ∧ dx = −xdx ∧ dy.

El siguiente ejemplo ya se ha discutido anteriormente.


Ejemplo 8.5 (Divergencia). Sea ω la 2-forma diferencial en R3 dada por
ω = P dy ∧ dz + Qdz ∧ dx + Rdx ∧ dy,
con P, Q y R diferenciables. Entonces dω es la 3-forma diferencial
dω = dP ∧ dy ∧ dz + dQ ∧ dz ∧ dx + dR ∧ dx ∧ dy
∂P ∂Q ∂R
= dx ∧ dy ∧ dz + dy ∧ dz ∧ dx + dz ∧ dx ∧ dy
∂x ∂y ∂z
 ∂P ∂Q ∂R 
= + + dx ∧ dy ∧ dz.
∂x ∂y ∂z
Nótese que la función componente de dω es precisamente la divergencia del
campo vectorial x 7→ (P, Q, R)x en R3 .

La siguiente proposición enumera las propiedades básicas del diferencial.


Proposición 8.6. Sean ω y η formas diferenciales en Rn , ambas diferen-
ciables.
1. Si ω y η son k-formas, d(ω + η) = dω + dη.
1. El diferencial exterior 153

2. Si ω es una k-forma y η una l-forma, entonces


d(ω ∧ η) = dω ∧ dη + (−1)k ω ∧ dη.
3. Si ω es C 2 , entonces d2 ω = d(dω) = 0.
4. Si f : Rm → Rn es de clase C 2 , d(f ∗ ω) = f ∗ dω.

Notamos que la parte (2) de esta proposición solo depende del orden de
ω y no del de η. Las partes (3) y (4) son de importancia fundamental en la
teorı́a de integración de formas que estudiaremos en el siguiente capı́tulo.

Demostración. La primera parte de la proposición se sigue directamente


de la definición.
Para la segunda parte, calcularemos d(ω ∧ η) explı́citamente.
X  X
d(ω ∧ η) = d ωI ηJ dxI ∧ dxJ = d(ωI ηJ ) ∧ dxI ∧ dxJ
I,J I,J
X
= (ηJ dωI + ωI dηJ ) ∧ dxI ∧ dxJ
I,J
X X
= ηJ dωI ∧ dxI ∧ dxJ + ωI dηJ ∧ dxI ∧ dxJ
I,J I,J
X
= dω ∧ η + ωI (−1)k dxI ∧ dηJ ∧ dxJ = dω ∧ η + (−1)k ω ∧ dη,
I,J

donde hemos usado la proposición 7.23 para cambiar el orden del producto
dηJ ∧ dxI , además de la proposición 8.2 para calcular d(ωI ηJ ).
La tercera parte también la verificaremos explı́citamente. Sea
X
ω= ωI dxI
I

una k-forma diferencial en Rn , con cada componente ωI de clase C 2 . Enton-


ces
X  XX n 
d(dω) = d dωI ∧ dxI = d Di ωI dxi ∧ dxI
I I i=1
XXn n X
XX n
= d(Di ωI ) ∧ dxi ∧ dxI = Dij ωI dxj ∧ dxi ∧ dxI
I i=1 I i=1 j=1
XX
= (Dji ωI − Dij ωI )dxi ∧ dxj ∧ dxI = 0.
I i<j

Hemos requerido que cada ωI ∈ C 2 para garantizar que Dji ωI = Dij ωI


(teorema 3.31).
154 8. El diferencial exterior

Para la cuarta parte, sea f : Rm → Rn de clase C 2 y ω una k-forma


diferencial en Rn , diferenciable. Entonces
X  X
∗ I
d(f ω) = d (ωI ◦ f )df = d(ωI ◦ f ) ∧ df I ,
I I

donde hemos usado las partes (2) y (3) de la proposición, ya que


d((ωI ◦ f )df I ) = d(ωI ◦ f ) ∧ df I + (ωI ◦ f ) ∧ d2 f I = d(ωI ◦ f ) ∧ df I ,
porque d2 f I = 0. Por la proposición 8.2, d(ωI ◦ f ) = f ∗ dωI para cada
multiı́ndice I, por lo que entonces
X
d(f ∗ ω) = f ∗ dωI ∧ df I = f ∗ dω,
I

donde hemos usado las proposiciones 7.26 y 7.28. 

2. Campos vectoriales y formas


Haremos un paréntesis en nuestro estudio de formas diferenciales para
estudiar su relación con los campos vectoriales en Rn , y de tal forma unificar,
como habı́amos prometido anteriormente, los operadores grad, curl y div en
R3 . Primero, haremos una breve discusión sobre productos internos y el
espacio dual.
Sea V un espacio vectorial real de dimension finita, digamos dim V =
n < ∞, y V ∗ su espacio dual. Si V tiene producto interno (·, ·), éste induce
un isomorfismo natural entre V y V ∗ , u 7→ φu , donde
φu (v) = (u, v).
En Rn , con el producto punto estándar como producto interno, este isomor-
fismo está dado por ej 7→ dxj , como lo habı́amos discutido antes. Entonces,
este isomorfismo induce un isomorfismo natural entre campos vectoriales y
1-formas diferenciales, definido de la siguiente forma. Si
F : Rn → T Rn ,
es un campo vectorial, entonces definimos la 1-forma diferencial ωF dada
por
ωF (p)(vp ) = F (p) · v.
Explı́citamente, si F está dado por
F (p) = F 1 (p)(e1 )p + F 2 (p)(e2 )p + · · · + F n (p)(en )p ,
entonces
ωF (p) = F 1 (p)dx1p + F 2 (p)dx2p + · · · + F n (p)dxnp .
2. Campos vectoriales y formas 155

Ejemplo 8.7 (Gradiente). Si f : Rn → R es diferenciable, su gradiente es


el campo vectorial grad(f ) tal que
ωgrad(f ) = df.
Entonces, el gradiente es el campo vectorial en Rn cuyas componentes son
las derivadas parciales de f .
Una de las propiedades importantes del gradiente de una función f , es el
hecho que coincide con la dirección de crecimiento más rápido de f (ejercicio
4).

Para definir el rotacional y la divergencia de un campo, definimos pri-


mero la siguiente transformación.
P
Definición 8.8. Si ω = I ωI dxI es una k-forma diferencial en Rn , defini-
mos la (n − k)-forma diferencial ∗ω dada por
X
∗ω = sgn(I, J)ωI dxJ ,
I
donde, para cada k-multiı́ndice I, J es el (n − k)-multiı́ndice tal que
 
1 2 ··· k k + 1 ··· n
(I, J) =
i1 i2 . . . ik j1 . . . jn−k
es la permutación tal que
i1 < i2 < . . . < ik y j1 < j2 < . . . < jn−k .
La trasformación ω 7→ ∗ω es llamada la transformación estrella de Hodge.

Para cada permutación σ, sgn σ es el signo de σ. Por ejemplo, como el


signo de  
1 2 3 4
σ=
1 3 2 4
es −1, tenemos que, para la 2-forma dx1 ∧ dx3 en R4 ,
∗(dx1 ∧ dx3 ) = sgn σdx2 ∧ dx4 = −dx2 ∧ dx4 .
Ejemplo 8.9 (Divergencia). Sea F un campo vectorial diferenciable en Rn .
La sucesión de aplicaciones
F 7→ ωF 7→ ∗ωF 7→ d(∗ωF )
resulta en una n-forma
d(∗ωF ) = αdx1 ∧ dx2 ∧ · · · ∧ dxn ,
donde la función escalar p 7→ α(p) es llamada la divergencia de F , denotada
por div(F ).
Explı́citamente, en R3 , dado F = (F 1 , F 2 , F 3 ), tenemos
ωF = F 1 dx + F 2 dy + F 3 dz,
156 8. El diferencial exterior

y entonces
∗ωF = F 1 dy ∧ dz − F 2 dx ∧ dz + F 3 dx ∧ dy.
Por lo tanto
 ∂F 1 ∂F 2 ∂F 3 
d(∗ωF ) = + + dx ∧ dy ∧ dz.
∂x ∂y ∂z
Ası́ que
∂F 1 ∂F 2 ∂F 3
div(F ) = + + ,
∂x ∂y ∂z
fórmula que ya habı́a aparecido en la primera sección de este capı́tulo. En
general,
Xn
div(F ) = Di F i ,
i=1
para un campo F definido en Rn (ejercicio 6).

Notamos que la transformación ∗ y el diferencial no conmutan, como lo


muestra que el siguiente ejemplo.
Ejemplo 8.10 (Rotacional). Si F es un campo vectorial diferenciable en
Rn , el rotacional de F se obtiene de la sucesión de aplicaciones
F 7→ ωF 7→ dωF 7→ ∗(dωF ),
y se denota por curl F . Entonces curl F es una (n − 2)-forma.
En R2 , si F = (F 1 , F 2 ), tenemos que ∗d(ωF ) es la función (0-forma)
∂F 2 ∂F 1
curl F = − ,
∂x ∂y
expresión conocida en el cálculo vectorial en R2 . Para el caso R3 , también
obtenemos la fórmula conocida (ejercicio 7), por lo que esta definición gene-
raliza entonces el rotacional a campos vectoriales en Rn .

3. El lema de Poincaré
Sea ω una forma diferencial definida en un conjunto abierto U ⊂ Rn ,
con cada componente diferenciable en U .
Definición 8.11. Decimos que ω es cerrada si dω = 0. Decimos que es
exacta si existe una forma diferencial η, diferenciable, definida en U tal que
ω = dη.

Por la proposición 8.6, todas las formas diferenciales exactas de clase C 1


son cerradas, ya que, si ω = dη, entonces η es de clase C 2 y
dω = d2 η = 0.
3. El lema de Poincaré 157

Sin embargo, no está claro si, a la inversa, todas las formas cerradas definidas
en un conjunto abierto U son exactas.
Ejemplo 8.12. Todas las 1-formas diferenciales cerradas en Rn son exactas.
Sea
Xn
ω= ωi dxi
i=1
una 1-forma diferencial definida en Rn tal que dω = 0. Como
n
X n X
X n
dω = dωi ∧ dxi = Dj ωi dxj ∧ dxi
i=1 i=1 j=1
X
= (Di ωj − Dj ωi )dxi ∧ dxj = 0,
i<j

tenemos que Di ωj = Dj ωi para todo i, j, ya que las distintas 2-formas


dxi ∧ dxj son linealmente independientes. Definimos la función f : Rn → R
como
Z 1Xn
f (x) = ωi (tx)xi dt.
0 i=1
Demostraremos que Dj f (x) = ωj (x) para cada j, y ası́ ω = df . Tenemos
que
Z 1 Xn  Z 1X n 
i
Dj f (x) = Dj ωi (tx)x dt = Dj ωi (tx)txi + ωj (tx) dt
0 i=1 0 i=1
Z 1 Z n
1X
= ωj (tx)dt + Di ωj (tx)txi dt,
0 0 i=1
donde hemos usado el hecho que Di ωj = Dj ωi . Por la regla de la cadena,
X n
d
ωj (tx) = Di ωj (tx)xi .
dt
i=1
Entonces, integrando por partes,
Z 1 Z 1
d
Dj f (x) = ωj (tx)dt + t ωj (tx)dt
0 0 dt
Z 1 Z 1
= ωj (tx)dt + ωj (x) − ωj (tx)dt = ωj (x).
0 0

Ahora mostramos un ejemplo de una forma cerrada que no es exacta.


Ejemplo 8.13. Sea ω la 1-forma diferencial en U = R2 \ {0} dada por
−y x
ω= 2 dx + 2 dy.
x + y2 x + y2
158 8. El diferencial exterior

Recordemos que, en coordenadas polares, esta forma es igual a dθ. Es decir,


si la función f es el cambio de coordenadas definido por el ejemplo 7.27,
entonces f ∗ ω = dθ. Entonces, como d y f ∗ conmutan por la proposición 8.6,
la forma es cerrada, lo cual también puede verificarse directamente.
Sin embargo, ω no es exacta. Supongamos, por ejemplo, que ω = dF
para una función F : U → R. Entonces como f ∗ ω = dθ,

d(F ◦ f ) = d(f ∗ F ) = f ∗ dF = dθ,

por lo que existe k ∈ R tal que F ◦ f (r, θ) = θ + k. Por lo tanto, si x > 0,

lı́m F (x, y) − lı́m F (x, y) = 2π.


y→0− y→0+

De aquı́ podemos concluir que F no puede estar definida en todo R2 \ {0},


y además ser continua en el eje real positivo.

Podemos observar que el problema de este último ejemplo es el “agujero”


en el origen. Aunque más adelante haremos preciso este concepto, podemos
demostrar el siguiente teorema, que nos da un ejemplo de conjuntos donde
toda forma cerrada es exacta.
Recordemos que un conjunto A ⊂ Rn es estrella si existe x0 ∈ A tal que,
para cada x ∈ A, la recta de x0 a x está contenida en A. Para hacer explı́cito
el punto “central” x0 , diremos que A es estrella con respecto a x0 .

Teorema 8.14 (Lema de Poincaré). Sea U ⊂ Rn un conjunto abierto es-


trella con respecto a 0. Entonces toda forma diferencial cerrada en U es
exacta.

Demostración. Construiremos un operador ω 7→ Θω definido en formas


diferenciales en U tal que
1. Si ω es una k-forma en U , Θω es una (k − 1)-forma en U ;
2. Θ(0) = 0; y
3. Para toda forma diferencial ω en U ,

(8.2) d(Θω) + Θ(dω) = ω.


Entonces, si ω es cerrada, dω = 0 y d(Θω) = ω, por lo que concluiremos que
ω es exacta.
Procederemos de manera similar al ejemplo 8.12. Para simplificar la
notación, si I es un k-multiı́ndice, denotaremos por Iα , 1 ≤ α ≤ k, el
(k − 1)-multiı́ndice formado al remover de I la α-ésima entrada, es decir

Iα = (i1 , . . . , iα−1 , iα+1 , . . . , ik ).


3. El lema de Poincaré 159

P
Sea ω = I ωI dxI una k-forma en U . Definimos entonces en U la (k−1)-
forma diferencial
XX k Z 1
Θω(x) = (−1)α−1 xiα tk−1 ωI (tx)dt dxIα .
I α=1 0

Θω está bien definida porque la recta de 0 a x ∈ U está contenida en U , ya


que U es estrella con respecto a 0, y entonces podemos evaluar ω en dicha
recta. Es claro que si ω = 0, Θω = 0. Verificamos entonces (8.2).
Calculamos
k
XX  Z 1 
α−1 iα
d(Θω) = (−1) d x tk−1 ωI (tx)dt ∧ dxIα .
I α=1 0

Ahora bien,
 Z 1  n
X  Z 1 
iα k−1 iα
d x t ωI (tx)dt = Dj x tk−1 ωI (tx)dt dxj
0 j=1 0
Z 1 
= tk−1 ωI (tx)dt dxiα
0
n
X Z 1

+ x tk Dj ωI (tx)dt dxj ,
j=1 0

ası́ que
k
XX Z 1 
α−1
d(Θω) = (−1) tk−1 ωI (tx)dt dxiα ∧ dxIα
I α=1 0
k
XX n
X Z 1
+ (−1)α−1 xiα tk Dj ωI (tx)dt dxj ∧ dxIα
I α=1 j=1 0

X Z 1
= k tk−1 ωI (tx)dt dxI
I 0
k X
XX n Z 1
+ (−1)α−1 xiα tk Dj ωI (tx)dt dxj ∧ dxIα ,
I α=1 j=1 0

donde hemos usado el hecho que dxiα ∧ dxIα = (−1)α−1 dxI .


Por otro lado,
X n
XX
dω = dωI ∧ dxI = Dj ωI dxj ∧ dxI .
I I j=1
160 8. El diferencial exterior

Entonces
n 
XX Z 1
j
Θ(dω) = x tk Dj ωI (tx)dt dxI
I j=1 0

k
X Z 1 
α iα
+ (−1) x tk Dj ωI (tx)dt dxj ∧ dxIα .
α=1 0

Por lo tanto
d(Θω) + Θ(dω)
X Z 1 n
X Z 1 
k−1 j
= k t ωI (tx)dt + x tk Dj ωI (tx)dt dxI
I 0 j=1 0

XZ 1
d k  X
= t ωI (tx) dt dxI = ωI (x) dxI = ω.
0 dt
I I


Podemos aplicar el lema de Poincaré localmente: si ω es una k-forma


diferencial cerrada en U , entonces, para cada x ∈ U existe ε > 0 y una
(k − 1)-forma diferencial η en Bε0 (x) ⊂ U tal que ω = dη en Bε0 (x).

4. Conjuntos simplemente conexos


Sean U ⊂ Rn , V ⊂ Rm , y f, g : U → V dos funciones de clase C 2 . Una
homotopı́a de f a g es una función de clase C 2 H : [0, 1] × U → V tal que
H(0, x) = f (x) y H(1, x) = g(x),
para todo x ∈ U . Notemos que, como H(t, x) ∈ V para todo t ∈ [0, 1] y
x ∈ U , la función H transforma diferenciablemente la función f en la función
g, a través de funciones x 7→ H(t, x) de U a V . Si existe tal homotopı́a,
entonces decimos que f y g son homotópicas.
Requerimos la condición H ∈ C 2 porque más adelante necesitaremos
intercambiar las derivadas parciales de H con respecto a t con las derivadas
parciales con respecto a las componentes de x.
Definición 8.15. Decimos que un conjunto U ⊂ Rn es simplemente conexo
si, para algún x0 ∈ U , existe una homotopı́a H de la función constante
x 7→ x0 a la función identidad en U .

Es decir, existe H : [0, 1] × U → U de clase C 2 tal que H(0, x) = x0 y


H(1, x) = x para todo x ∈ U . En otras palabras, la función H deforma al
conjunto U en el punto x0 , diferenciablemente, durante el tiempo t de 0 a 1
(figura 1).
4. Conjuntos simplemente conexos 161

x0

Figura 1. Si U es simplemente conexo, entonces se puede deformar


diferenciablemente en uno de sus puntos.

Si un conjunto es simplemente conexo, también se suele decir que es


homotópico a un punto.
Ejemplo 8.16. Un conjunto estrella es simplemente conexo: si U es estrella
con respecto a x0 , entonces la función
H(t, x) = x0 + t(x − x0 )
es una homotopı́a de x0 a U . Como U es estrella, entonces H(t, x) ∈ U para
todo t ∈ [0, 1] y x ∈ U .

Podemos generalizar el lema de Poincaré a conjuntos simplemente cone-


xos.
Teorema 8.17. Sea U un conjunto simplemente conexo y ω una forma
diferencial cerrada en U . Entonces ω es exacta.

Demostración. Como en la demostración del lema de Poincaré (teorema


8.14), construiremos un operador Θ de formas diferenciales tal que, si ω es
una k-forma en U , Θω es una (k − 1)-forma en U , Θ(0) = 0 y
(8.3) d(Θω) + Θdω = ω.
De igual forma, si ω es cerrada, dω = 0 y entonces ω = dΘω.
Sea H : [0, 1] × U → U una homotopı́a del punto x0 a U . Para resaltar
la variable t de las variables x en H(t, x), escribiremos H(t, x) como Ht (x)
(es decir, consideramos t como un parámetro) y, para cada t, consideramos
Ht como una función de x solamente.
d
Escribiremos la derivada de Ht (x) con respecto a t como Ht (x), de tal
dt
forma que, por ejemplo, D1 Ht (x) es la derivada parcial con respecto a x1 , y
no con respecto a t.
162 8. El diferencial exterior

P
Definimos entonces, para una k-forma ω = I wI (x)dxI ,
k
XX Z 1
d iα
(8.4) Θω(x) = (−1)α−1
ωI (Ht (x)) H (x)dHtIα (x)dt.
0 dt t
I α=1

Algunas observaciones son necesarias. Como en la secciones anteriores,


si I es un k-multiı́ndice creciente (i1 , . . . , ik ), entonces Iα denota el (k − 1)-
multiı́ndice (i1 , . . . , iα−1 , iα+1 , . . . , ik ). Además, dHtI denota a la k-forma
dHti1 ∧ . . . ∧ dHtik , donde cada uno de los diferenciales dHti es el diferencial
de la función componente Hti de Ht , como función de x. En la expresión
d iα
Ht (x)dHtIα (x),
dt
d
hemos intercambiado, en el producto dHtI , el diferencial dHtiα por Htiα .
dt
Ahora bien, la forma
d iα
wI (Ht (x)) H (x)dHtIα (x)
dt t
es una (k − 1)-forma diferencial, cuyos componentes
P también dependen de
t. Si esta forma está dada por, digamos, J ηJ (t, x)dxJ , donde los J son
(k − 1)-multiı́ndices, entonces
Z 1X  XZ 1 
J
ηJ (t, x)dx dt = ηJ (t, x)dt dxJ ,
0 J J 0

es decir, simplemente integramos componente a componente. Claramente, si


ω = 0, Θω = 0. Vamos a verificar (8.3).
Primero,
Z 1 d 
d ωI (Ht (x)) Htiα (x)dHtIα (x)dt
0 dt
Z 1  
d
= d ωI (Ht (x)) Htiα (x)dHtIα (x) dt
0 dt
Z 1X n   
d
= Dj ωI (Ht (x)) Htiα (x) dxj ∧ dHtIα (x) dt
0 dt
j=1
Z 1 Xn 
d
= ωI (Ht (x)) Dj Htiα (x)dxj ∧ dHtIα (x) dt
0 dt
j=1
Z 1X n X n 
d
+ Dl ωI (Ht (x))Dj Htl (x) Htiα (x)dxj ∧ dHtIα (x) dt
0 dt
j=1 l=1
4. Conjuntos simplemente conexos 163

Z 1 d  
= ωI (Ht (x)) (dHtiα (x)) ∧ dHtIα (x) dt
0 dt
Z 1X n X n 
d
+ Dl ωI (Ht (x))Dj Htl (x) Htiα (x)dxj ∧ dHtIα (x) dt,
0 dt
j=1 l=1
donde, en la tercera identidad, hemos utilizado tanto la regla de la cadena
para calcular cada derivada parcial Dj (ωI (Ht (x))), como el hecho que H es
d
C 2 para intercambiar Dj con . Entonces
dt
dΘω(x) =
k
XX Z 1 d  
(−1) α−1
ωI (Ht (x)) (dHtiα (x)) ∧ dHtIα (x) dt
0 dt
I α=1
Z 1 X
n X
n
d iα  

+ Dl ωI (Ht (x))Dj Htl (x) j
H (x)dx ∧ dHt (x) dt .
0 dt t
j=1 l=1

Sin embargo,
k
X d  d
(−1)α−1 (dHtiα (x)) ∧ dHtIα (x) = dHtI (x)
α=1
dt dt
(ejercicio 12). También
n
X
Dj Htl (x)dxj = dHtl (x),
j=1

por lo que entonces


XZ 1
d
(8.5) dΘω(x) = ωI (Ht (x)) dH I (x)dt+
0 dt t
I
k
XX Z 1X
n 
d iα
(−1) α−1
Dl ωI (Ht (x)) Ht (x)dHtl (x) ∧ dHtIα (x) dt.
0 dt
I α=1 l=1
Ahora bien, como dω es la (k + 1)-forma
XX n
dω(x) = Dl ωI (x)dxl ∧ dxI ,
I l=1
tenemos que
n Z
XX 1 
d l
(8.6) Θdω = Dl ωI (Ht (x)) Ht (x)dHtI dt+
0 dt
I l=1
k
X Z 1
d iα  
(−1)α Dl ωI (Ht (x)) Ht (x)dHtl ∧ dHtIα (x) dt .
0 dt
α=1
164 8. El diferencial exterior

Entonces, sumando (8.5) y (8.6), tenemos

XZ 1
d
dΘω(x) + Θdω = ωI (Ht (x)) dH I (x)dt+
0 dt t
I
n Z 1
XX 
d
Dl ωI (Ht (x)) Htl (x)dHtI dt.
0 dt
I l=1

Como
d 
ωI (Ht (x))dHtI (x) =
dt
X n
d d
ωI (Ht (x)) dHtI (x) + Dl ωI (Ht (x)) Htl (x)dHtI ,
dt dt
l=1

tenemos entonces que


XZ 1
d 
dΘω(x) + Θdω = ωI (Ht (x))dHtI (x) dt
0 dt
I
X 
= ωI (H1 (x))dH1I (x) − ωI (H0 (x))dH0I (x)
I
X
= ωI (x)dxI ,
I

porque H0 (x) = x0 (y dH0 = 0, por ser constante, ) y H1 (x) = x. 

Ejercicios

1. Demuestra la proposición 8.2.


2. Calcula el diferencial exterior de las siguientes formas en R4 .
a) ω = (x2 + x3 + x4 )2 dx1 ;
b) ω = x3 x4 dx1 ∧ dx4 − x1 x2 dx3 ∧ dx4 ;
c) ω =

(x1 )2 x2 dx1 ∧ dx2 ∧ dx4 + x2 x3 x4 dx1 ∧ dx3 ∧ dx4



+ x1 x3 x4 + (x2 )2 x3 dx2 ∧ dx3 ∧ dx4 .

3. Calcula el diferencial exterior de las siguientes formas en R2 , y escribe


el resultado en coordenadas polares.
a) ω = ydx − xdy;
b) ω = x2 dx + xydy.
Ejercicios 165

4. Sea f : Rn → R diferenciable. Muestra que grad f (p) es el vector con


la dirección de crecimiento más rápido de f en el punto p. Es decir, si
grad f (p)
û = (asumiendo que grad f (p) 6= 0), entonces
| grad f (p)|
Df (p)(û) = máx{Df (p)(v) : |v| = 1}.

(Sugerencia: Nota que (grad f (p)) · vp = Df (p)(v), para vp ∈ Rnp .)


5. Calcula la estrella de Hodge ∗ω para cada una de las formas en R4 del
ejercicio 2. Calcula además d(∗ω) y ∗dω.
6. Sea F un campo vectorial en Rn , y div F su divergencia, es decir

(div F )dx1 ∧ . . . ∧ dxn = d(∗ωF ),

donde ω 7→ ∗ω es la operación estrella de Hodge y ωF es la 1-forma


inducida por F vı́a el isomorfismo natural Rnp → (Rnp )∗ .
Muestra que
n
X
div F = Dj F j .
j=1
7. Sea F un campo vectorial en Rn , y curl F su rotacional, es decir la
(n − 2)-forma
curl F = ∗(dωF ).
Muestra que curl(grad F ) = 0.
8. En el caso n = 3, el rotacional curl F es una 1-forma que a su vez puede
ser identificada con un campo vectorial, también denotado por curl F .
a) Muestra que

curl F = (D2 F 3 − D3 F 2 )dx + (D3 F 1 − D1 F 3 )dy + (D1 F 2 − D2 F 1 )dz.

b) Muestra que div(curl F ) = 0.


9. Sea ω = f dx una 1-forma en [0, 1] tal que f (0) = f (1). Muestra que
existe un único λ ∈ R tal que ω − λdx = dg, donde g es una función que
satisface g(0) = g(1).
10. Sea ω = ω1 dx+ω2 dy+ω3 dz una 1-forma diferencial tal que ω1 , ω2 , ω3 son
homogéneas de grado α. Muestra que, si ω es cerrada, entonces ω = df
donde
1
f (x, y, z) = (ω1 (x, y, z)x + ω2 (x, y, z)y + ω3 (x, y, z)z).
α+1
11. Sea f : U → Rn diferenciable con inversa f −1 : f (U ) → Rn diferenciable.
Muestra que si toda forma cerrada en U es exacta, entonces toda forma
cerrada en f (U ) es exacta. (Sugerencia: Considera f ∗ .)
166 8. El diferencial exterior

12. Sean F, G : R × Rn → R funciones diferenciables, donde consideramos


la primer variable como parámetro. Muestra que
d d  d 
(dFt ∧ dGt ) = dFt ∧ dGt + dFt ∧ dGt .
dt dt dt
Capı́tulo 9

Integración de formas
diferenciales

1. Complejos en Rn
En este capı́tulo iniciamos el estudio de la integración de formas dife-
renciales sobre complejos en Rn . Un complejo es una combinación de cubos
en Rn , en general, de dimensión menor a n. En esta sección nos encargamos
de definirlos formalmente.

Definición 9.1. Un k-cubo en A ⊂ Rn es una función continuamente diffe-


renciable
c : [0, 1]k → A
con k ≥ 1. Un 0-cubo es definido como un punto ([0, 1]0 = {0}).

Un 1-cubo en A también es llamado una curva en A.

Ejemplo 9.2 (El cı́rculo unitario). La curva en el plano c : [0, 1] → R2 dada


por
c(t) = (cos 2πt, sen 2πt)
es comúnmente llamada el cı́rculo unitario, y también es denotada por S1
(figura 1).

Ejemplo 9.3 (El disco). El disco D2 es el 2-cubo c : [0, 1]2 → R2 definido


como
c(r, θ) = (r cos 2πθ, r sen 2πθ)
(figura 2).

167
168 9. Integración de formas diferenciales

1
S1

−1 1

−1

Figura 1. El cı́rculo unitario S 1 .

1
D2

−1 1

−1

Figura 2. El disco D2 .

Ejemplo 9.4 (La esfera). A su vez, la esfera S2 también puede verse como
el 2-cubo dado por la función c : [0, 1]2 → R3 definida por
c(θ, ϕ) = (cos 2πθ sen πϕ, sen 2πθ sen πϕ, cos πϕ).
Véase la figura 3.

Figura 3. La esfera S 2 , donde se muestra la dirección de las coordena-


das θ (siguiendo los paralelos) y ϕ (siguiendo los meridianos).
1. Complejos en Rn 169

El k-cubo estándar Qk es el rectángulo [0, 1]k , visto como subconjunto


de Rk . Es decir, es la función Qk : [0, 1]k → Rk dada por Qk (x) = x, la
inclusión de [0, 1]k en Rk . La figura 4 muestra los cubos Qk para k = 0, 1, 2.

k=0 k= 1

k=2

Figura 4. Los cubos Q0 , Q1 y Q2 , respectivamente.

Definición 9.5. Un k-complejo es una combinación lineal formal de k-cubos


con coeficientes enteros, de la forma
c = a1 c1 + a2 c2 + · · · + ap cp ,
ai ∈ Z.

La combinación lineal anterior es solo formal, y de ninguna manera debe


interpretarse como la función x 7→ a1 c1 (x) + · · · + ap cp (x), aunque esta com-
binación admite una interpretación geométrica. Por ejemplo, si c = S 1 es el
cı́rculo unitario, el cual es recorrido en dirección contraria a las manecillas
del reloj, entonces el complejo 3c denota lo que debe interpretarse como un
cı́rculo recorrido tres veces en la misma dirección. Insistimos, de ninguna
manera se debe interpretar como un cı́rculo de radio igual a 3. Similarmen-
te, el complejo −c se interpreta geométricamente como el cı́rculo unitario
recorrido en dirección de las manecillas del reloj; es decir, en la dirección
opuesta a c.
Si a = 0, entonces ac = 0c se denota simplemente como 0. Este es
llamado el complejo 0. Notamos que 0 no es un 0-complejo (formado por
puntos).
Los k-complejos admiten la operación suma
(a1 c1 + · · · + ap cp ) + (b1 c1 + · · · + bp cp ) = (a1 + b1 )c1 + . . . + (ap + bp )cp ,
que se interpreta geométricamente como un recorrido secuencial de ambos
complejos, con la orientación (más tarde la definiremos de manera precisa) y
multiplicidad de cada cubo ci dada por los coeficientes ai y bi . Similarmente,
la multiplicación escalar
b(a1 c1 + · · · + ap cp ) = a1 bc1 + · · · + ap bcp ,
170 9. Integración de formas diferenciales

para b ∈ Z, debe interpretarse como un recorrido del complejo repetido |b|


veces, con orientación determinada por el signo de b.
La frontera de un complejo c no corresponderá a su frontera topológica
como subconjunto de Rn , sino al concepto geométrico que se puede interpre-
tar como borde. Si c es un k-complejo, su frontera será un (k − 1)-complejo.
Por ejemplo, la frontera de una curva c estará formada simplemente por lo
puntos extremos de c, es decir, los puntos c(0) y c(1). Como c se recorre
de c(0) a c(1), a c(0) se le asigna un signo negativo, mientras que a c(1) se
le asigna un signo positivo. Por lo tanto, la frontera de c está dada por el
0-complejo
−c(0) + c(1).
Véase la figura 5.

c(0) c(1)
(−) (+)

Figura 5. La frontera de una curva c está dada por el 0-complejo


−c(0) + c(1).

Para formalizar la definición de frontera, iniciamos por definir las caras


de un cubo estándar.
Definición 9.6. Sea Qk el k-cubo estándar en Rk . Las caras de Qk son los
(k − 1)-cubos Qk(i,α) : [0, 1]k−1 → Rk , i = 1, . . . , k, α = 0, 1, dados por

(9.1) Qk(i,α) (y) = (y 1 , . . . , y i−1 , α, y i , . . . , y k−1 ).

Es decir, cada cara Qk(i,α) es el (k − 1)-cubo formado al fijar la i-ésima


coordenada en Qk igual a 0 o 1.
Notamos que Qk tiene 2k caras. Por ejemplo, las caras de Q2 están dadas
por las 4 curvas Q2(1,0) , Q2(1,1) , Q2(2,0) y Q2(2,1) (comúnmente llamados lados),
dadas por las funciones en [0, 1]
Q2(1,0) (y) = (0, y), Q2(1,1) (y) = (1, y),
Q2(2,0) (y) = (y, 0), Q2(2,1) (y) = (y, 1).
La figura 6 muestra estas caras, y se indica la dirección en que tales curvas
son recorridas cuando y va de 0 a 1.
Definición 9.7. Sea c : [0, 1]k → Rn un k-cubo en Rn . Entonces definimos
sus caras c(i,α) : [0, 1]k−1 → Rn , i = 1, . . . , k, α = 0, 1, como los (k −1)-cubos
dados por
c(i,α) = c ◦ Qk(i,α) .
1. Complejos en Rn 171

2
Q(2,1)
1

2
Q(1,0) 2
Q(1,1)

2 1
Q(2,0)

Figura 6. Las 4 caras del cubo Q2 .

Es decir, cada cara c(i,α) del cubo c está dada por


c(i,α) (y 1 , . . . , y k−1 ) = c(y 1 , . . . , y i−1 , α, y i , . . . , y k−1 ).
De igual forma, un k-cubo tiene 2k caras, cada c(i,α) formada al fijar la
i-ésima coordenada igual a 0 o 1.
Ejemplo 9.8 (Caras de D2 ). Las caras del disco D2 , descrito en el ejemplo
9.3, son las curvas
c(1,0) (θ) = (0, 0), c(1,1) (θ) = (cos 2πθ, sen 2πθ),
c(2,0) (r) = (r, 0), y c(2,1) (r) = (r, 0).
Notamos que, como c(1,0) es constante, solo describe un punto (el origen),
mientras que tanto c(2,0) como c(2,1) describen el mismo segmento de recta
del origen al punto (1, 0).

1 c(1,1)

c(1,0) c(2,0)
−1 c(2,1) 1

−1

Figura 7. Las caras c(i,α) del disco D2 .

Ejemplo 9.9 (Caras de S2 ). Las caras de S2 , descrita en el ejemplo 9.4, son


las curvas
c(1,0) (θ) = (0, 0, 1), c(1,1) (θ) = (0, 0, −1),
c(2,0) (ϕ) = (sen πϕ, 0, cos πϕ) y c(2,1) (ϕ) = (sen πϕ, 0, cos πϕ).
Notamos que c(1,0) y c(1,1) son constantes y describen los polos norte y sur,
respectivamente, mientras que c(2,0) y c(2,1) describen el meridiano en el
plano xz.
172 9. Integración de formas diferenciales

c(1,0)

c(2,0)
c(2,1)

c
(1,1)

Figura 8. Las caras c(i,α) de la esfera S2 . c(2,0) y c(2,1) describen el


meridiano en el plano xz, mientras que c(1,0) y c(1,1) describen los polos
norte y sur, respectivamente.

La frontera de un complejo es una combinación de las caras de cada uno


de los cubos que lo forman, con una orientación particular seleccionada para
cada una.
Definición 9.10. Sea c : [0, 1]k → Rn un k-cubo. La frontera de c, denotada
por ∂c, es el (k − 1)-complejo dado por
k X
X
∂c = (−1)i+α c(i,α) .
i=1 α=0,1

Si c = a1 c1 + . . . ap cp es un complejo, su frontera está dada por


p
X
∂c = ai ∂ci .
i=1

Es decir, la frontera de un cubo c es el complejo formado por sus caras,


donde a cada una se le asigna un signo. Si aplicamos la definición 9.10 a una
curva c, obtenemos que
∂c = −c(1,0) + c(1,1) = −c(0) + c(1),
como ya lo habı́amos discutido anteriormente. Notamos que en el cı́culo
unitario, c(1,0) y c(1,1) son el mismo punto (1, 0), por lo que entonces tenemos
que
∂S1 = 0,
el complejo 0. Una curva c que satisface ∂c = 0 es llamada una curva cerrada.
Ejemplo 9.11. La figura 9 muestra la frontera del cubo estándar Q2 . A las
caras Q2(1,0 y Q2(2,1) se les ha asignado el signo negativo, por lo que deben
ser recorridas en la dirección opuesta a la dada por las funciones Q2(1,0 (y) y
Q2(2,1) (y), cuando y va de 0 a 1. Como resultado, la frontera de Q2 se recorre
en dirección opuesta a las manecillas del reloj.
1. Complejos en Rn 173

2
Q(2,1) −1
1

+1
2
Q(1,0) 2
Q(1,1)
−1

2 1
+1 Q(2,0)

Figura 9. La frontera del cubo Q2 .

Ejemplo 9.12 (La frontera de D2 ). La frontera del disco D2 , descrito por


la función c definida en el ejemplo 9.3, está dada por el 1-complejo
∂D2 = −c(1,0) + c(1,1) + c(2,0) − c(2,1) .
Como c(2,0) = c(2,1) , tenemos entonces que
∂D2 = −c(1,0) + c(1,1) ,
el complejo formado por el origen, con signo negativo, y el cı́rculo unitario,
con signo positivo.
Ejemplo 9.13 (La frontera de S2 ). La frontera de la esfera S2 , descrita en
el ejemplo 9.4, está dada por
∂S2 = −c(1,0) + c(1,1) + c(2,0) − c(2,1) .
Como c(2,0) = c(2,1) , el meridiano en el plano xy, entonces
∂S2 = −c(1,0) + c(1,1) ,
el complejo formado por los polos.

El siguiente teorema es una propiedad esencial de la frontera de un


complejo.
Teorema 9.14. Sea c un complejo. Entonces ∂(∂c) = 0.

Es decir, la frontera de la frontera de un complejo es el complejo 0. La


figura 10 muestra la frontera de las fronteras de Q2 y Q3 . En ambos casos, las

(+) (−)
(−) (+)

(+) (−)
(−) (+)

Figura 10. Representación de ∂(∂Q2 ) y ∂(∂Q3 ).


174 9. Integración de formas diferenciales

respectivas caras de la cubos que forman las fronteras ∂Q2 y ∂Q3 aparecen
dos veces, y con signo contrario. Esto resulta en la cancelación de dichas
caras en los complejos ∂(∂Q2 ) y ∂(∂Q3 ).

Demostración. Es suficiente con demostrar que ∂(∂c) = 0 para un k-cubo


c. Tenemos
X
k X  Xk X
∂(∂c) = ∂ (−1)i+α c(i,α) = (−1)i+α ∂c(i,α)
i=1 α=0,1 i=1 α=0,1
k
X X k−1
X X
= (−1)i+α (−1)j+β c(i,α)(j,β) ,
i=1 α=0,1 j=1 β=0,1

donde c(i,α)(j,β) representa la cara (j, β), j = 1, . . . , k − 1, β = 0, 1, del


(k − 1)-cubo c(i,α) . Ahora bien, si i ≤ j,

c(i,α)(j,β) (x1 , . . . , xk−2 ) = c(i,α) (x1 , . . . , xj−1 , β, xj , . . . , xk−2 )


= c(x1 , . . . , xi−1 , α, xi , . . . , xj−1 , β, xj , . . . , xk−2 )
= c(j+1,β) (x1 , . . . , xi−1 , α, xi , . . . , xk−2 )
= c(j+1,β)(i,α) (x1 , . . . , xk−2 ),

y entonces c(i,α)(j,β) = c(j+1,β)(i,α) . Por lo tanto

k X
X k−1 X X
∂(∂c) = (−1)i+j+β+α c(i,α)(j,β)
i=1 j=1 α=0,1 β=0,1
X X
= (−1)i+j+β+α c(j+1,β)(i,α)
1≤i≤j≤k−1 α,β=0,1
X X
+ (−1)i+j+β+α c(i,α)(j,β)
1≤j<i≤k α,β=0,1
X X
= (−1)i+j−1+β+α c(j,β)(i,α)
1≤i<j≤k α,β=0,1
X X
+ (−1)i+j+β+α c(i,α)(j,β) = 0.
1≤j<i≤k α,β=0,1

Notamos la similaridad de la identidad ∂ 2 c = 0, para un complejo c,


con la identidad d2 ω = 0, para una forma diferencial ω de clase C 2 . En las
siguientes secciones veremos la relación entre ambas.
2. Integrales de lı́nea 175

2. Integrales de lı́nea
Antes de estudiar la teorı́a de integración de k-formas diferenciales en k-
complejos, tomaremos esta sección para definir y discutir con detalle la inte-
gración de 1-formas diferenciales en curvas, o sea 1-cubos, y en 1-complejos.
Tales integrales son conocidas comúnmente por integrales de lı́nea.
Sea ω una 1-forma diferencial en un conjunto abierto A ⊂ R que contiene
a Q1 = [0, 1]. Entonces ω está dada por
ω = f dx,
para f : A → R. Es natural entonces definir la integral de ω en Q1 como
Z Z 1
ω= f,
Q1 0
la integral de Riemann de f en [0, 1]. La generalización a la integral sobre
una curva en Rn es inmediata.
Definición 9.15. Sea ω una 1-forma diferencial de clase C 1 definida en un
conjunto abierto A ⊂ Rn , y sea c una curva en A. Definimos la integral de
ω en c como Z Z
ω= c∗ ω.
c Q1

Recordemos que c∗ ω es la forma diferencial dada por la definición 7.25.


Entonces
c∗ (dxi )(t) = (ci )′ (t)dt,
para t ∈ [0, 1]. Por ejemplo, en notación clásica en R2 , escribimos la curva c
como
c(t) = (x(t), y(t))
y, para una forma ω = P dx + Qdy,

c∗ ω = P (x(t), y(t)) x′ (t) + Q(x(t), y(t)) y ′ (t) dt.
Entonces la integral de ω en c está dada por
Z Z 1 
ω= P (x(t), y(t))x′ (t) + Q(x(t), y(t))y ′ (t) dt.
c 0
En general, si ω = ω1 dx1 + . . . ωn dxn ,
Z Z 1 
ω1 dx1 + . . . + ωn dxn = ω1 (c(t))(c1 )′ (t) + . . . + ωn (c(t))(cn )′ (t) dt.
c 0
P
Definición 9.16. Sea ai ci un 1-complejo en A ⊂ Rn , y P sea ω una 1-forma
de clase C 1 en A. Definimos entonces la integral de ω en ai ci como
Z X Z
ω= ai ω.
ai ci ci
P
176 9. Integración de formas diferenciales

Esta definición es consistente con la interpretación geométrica de un


complejo discutida anteriormente. Si c es una curva y 3c se interpreta como
la curva c “recorrida” 3 veces, entonces esperamos que
Z Z
ω=3 ω
3c c
para cada forma ω.
En ocasiones, dos curvas c1 y c2 pueden representar el mismo objeto
geométrico en Rn . Es decir, si γ = c1 ([0, 1]) es la imagen de c1 , entonces
c2 ([0, 1]) = γ y, además, tanto c1 como c2 recorren a γ de la misma forma:
en la misma dirección y el mismo número de “veces”. c1 y c2 son llamadas
dos parametrizaciones de γ. La propiedad importante es que la integral de
una forma no depende de la parametrización con la que se describe, como
lo muestra la siguiente proposición.
Proposición 9.17 (Independencia de parametrización). Sea φ : [0, 1] →
[0, 1] continuamente diferenciable y creciente, con φ(0) = 0 y φ(1) = 1. Sea
A ⊂ Rn abierto, c : [0, 1] → A una curva y ω una 1-forma diferencial C 1 en
A. Entonces Z Z
ω = ω.
c◦φ c

En esta proposición, la curva c ha sido reparametrizada por c ◦ φ.

Demostración. La proposición se sigue fácilmente por el teorema de cam-


bio de variable de la integral en un intervalo en R. Tenemos
Z Z Z 1Xn
ω= (c ◦ φ)∗ ω = ωi ((c ◦ φ)(t))(ci ◦ φ)′ (t)dt
c◦φ Q1 0 i=1
Z n
1X
= ωi ((c(φ)(t)))(ci )′ (φ(t))φ′ (t)dt
0 i=1
Z φ(1) Xn Z Z
i ′ ∗
= ωi (c(t))(c ) (t)dt = c ω= ω.
φ(0) i=1 Q1 c

Si la función φ es decreciente y φ(0) = 1 y φ(1) = 0, entonces la pa-


rametrización c ◦ φ recorre a c en el sentido opuesto, y de la demostración
anterior es fácil ver que Z Z
ω = − ω.
c◦φ c
Ası́ que nuestra interpretación del complejo −c como la curva c recorrida en
dirección opuesta es consistente con la integral de una reparametrización en
el sentido opuesto.
2. Integrales de lı́nea 177

Si ω es una 1-forma exacta de clase C 1 en A y c es una curva en A,


entonces ω = df para alguna función f : A → R de clase C 2 y
Z Z Z
ω = df = D1 f dx1 + . . . + Dn f dxn
c c c
Z 1

= D1 f (c(t))(c1 )′ (t) + . . . + Dn f (c(t))(cn )′ (t) dt
0
Z 1  
d
= f (c(t)) dt = f (c(1)) − f (c(0)),
0 dt
R
por el teorema fundamental del cálculo. Entonces, la integral c ω depende
solo de los valores de f en c(0) y c(1), es decir, en la frontera ∂c de c. La
inversa es también cierta, lo cual es el contenido de la siguiente proposición.
Primero definiremos algunos conceptos.
Decimos que la función c : [0, 1] → A, A ⊂ Rn , es una curva diferenciable
por pedazos (C 1 , C 2 , etc.) si c es continua y existen t1 , . . . , tp tales que
0 < t 1 < t 2 < . . . < tp < 1
y c es diferenciable (C 1 , C 2 , etc., respectivamente) en cada intervalo (0, t1 ),
(t1 , t2 ), . . ., (tp , 1). En tal caso, si ω es una 1-forma diferencial C 1 , definimos
Z Z t1 Z t2 Z 1
∗ ∗
ω= c ω+ c ω + ... + c∗ ω.
c 0 t1 tp

Si ci : [0, 1] → A, i = 1, . . . , p + 1, es la curva
ci (t) = c(ti−1 + t(ti − ti−1 )),
donde hemos definido t0 = 0, tp+1 = 1, entonces podemos identificar a la
curva por pedazos c con el 1-complejo c1 + . . . + cp+1 . De hecho, por la
proposición 9.17,
Z p+1 Z
X Z
ω= ω= ω.
c i=1 ci c1 +...+cp+1

Definición 9.18. Decimos que un conjunto abierto A ⊂ Rn es conexo si,


para cada x, y ∈ A, existe una curva diferenciable por pedazos c en A tal
que c(0) = x y c(1) = y.

Ejemplos de conjuntos conexos están dados por los conjuntos convexos,


donde podemos tomar la curva c como la recta de x a y, o los conjuntos
simplemente conexos, donde podemos construir c de x a y a través de la
homotopı́a entre A y un punto (ejercicio 6).
Proposición 9.19. Sea A ⊂ Rn abierto y conexo, y ω una 1-forma diferen-
cial en A de clase C 1 . Entonces los siguientes enunciados son equivalentes:
1. ω es exacta en A;
178 9. Integración de formas diferenciales

Figura 11. A es conexo si, para cada x, y ∈ A, existe una curva dife-
renciable por pedazos c en A tal que c(0) = x y c(1) = y.

R
2. cω
depende solo de ∂c, para cualquier curva c diferenciable por
pedazos; y
R
3. c ω = 0 para cualquier curva diferenciable por pedazos cerrada en
A.

Demostración. Solo demostraremos que (2) ⇒ (1). Las otras implicaciones


se dejan como ejercicio (ejercicio 7).
Fijamos x0 ∈ A. Para x ∈ A, definimos
Z
f (x) = ω,
c
donde c es una curva diferenciable por pedazos en A de x0 a x. LaR función
f : A → R está bien definida porque A es conexo y la integral c ω solo
depende de x0 y x (los cuales forman la frontera de c). Demostraremos que
df = ω, es decir Di f = ωi para cada i = 1, . . . , n.
Sea h ∈ R tal que la bola B|h| (x) ⊂ A, y sea ci : [0, 1] → A la curva
ci (t) = x + thei .
Entonces el 1-complejo c + ci describe una curva diferenciable por pedazos

A
x
x+hei
ci
c

x0

Figura 12. El 1-complejo c + ci describe una curva diferenciable por


pedazos de x0 a x + hei
2. Integrales de lı́nea 179

de x0 a x + hei (figura 12) y, por la proposicion 9.17,


Z Z Z 1
f (x + hei ) = ω + ω = f (x) + wi (x + thei )hdt,
c ci 0
por lo que entonces
Z 1
f (x + hei ) − f (x)
= wi (x + thei )dt,
h 0
que tiende a ωi (x) cuando h → 0, porque ωi es continua. 

La proposición 9.19 puede ser utilizada para verificar si una forma es


exacta o no, como lo muestra el siguiente ejemplo.
Ejemplo 9.20. Recordemos la forma
y x
ω=− 2 2
dx + 2 dy
x +y x + y2
en R2 \ {0}. Ya habı́amos visto antes que esta forma, aunque cerrada, no es
exacta. También podemos verificar esto con ayuda de la proposición 9.19.
Sea
c(t) = (cos 2πt, sen 2πt),
el cı́rculo unitario S1 , el cual sabemos que satisface ∂c = 0. Entonces
Z Z 1

ω= (− sen 2πt)(−2π sen 2πt) + (cos 2πt)(2π cos 2πt) dt = 2π 6= 0.
c 0
Por lo tanto, ω es una forma cerrada en R2 \ {0} que no es exacta.
Definición 9.21. Sea ω una forma en A ⊂ Rn . Decimos que la forma ω es
localmente exacta si, para cada x ∈ A, existe un ε > 0 tal que ω es exacta
en Bε0 (x).

Equivalentemente, ω es localmente exacta en A si para x ∈ A existe un


rectángulo abierto alrededor de x donde ω es exacta.
Como ya habı́amos observado, el lema de Poincaré implica que todas las
formas cerradas son localmente exactas.
Definición 9.22. Sean c0 , c1 dos curvas cerradas en A de clase C 2 . Una
homotopı́a de curvas cerradas entre c0 y c1 es una función H : [0, 1]×[0, 1] →
A de clase C 2 tal que, para todo t ∈ [0, 1],
H(0, t) = c0 (t) y H(1, t) = c1 (t),
y, para todo s ∈ [0, 1],
H(s, 0) = H(s, 1).
Si existe una homotopı́a de curvas cerradas entre c0 y c1 en A, decimos que
estas curvas son homotópicas.
180 9. Integración de formas diferenciales

En otras palabras, dos curvas cerradas son homotópicas si podemos de-


formar una en otra, en el tiempo s de 0 a 1, de tal forma que todas las curvas
intermedias también son cerradas.
El siguiente teorema establece una propiedad escencial de curvas ho-
motópicas.
Teorema 9.23. Sea ω una forma cerrada en A. Si c0 y c1 son curvas
cerradas homotópicas en A, entonces
Z Z
ω= ω.
c0 c1

Demostración. Si H : [0, 1] × [0, 1] → A es una homotopı́a de curvas


cerradas de c0 a c1 , entonces H es un 2-cubo cuyas caras satisfacen
H ◦ Q2(1,0) = c0 , H ◦ Q2(1,1) = c1 , y H ◦ Q2(2,0) = H ◦ Q2(2,1)
Entonces ∂H = −c0 + c1 .
Como H([0, 1]2 ) es compacto y ω es localmente exacta, existe una par-
tición P de [0, 1]2 tal que, para cada S ∈ P, ω es exacta en H(S). Entonces,
para cada S ∈ P, Z
ω = 0,
∂H(S)
porque cada ∂H(S) es una curva cerrada en A. Es fácil ver que
X
∂S = ∂Q2 .
S∈P
X Z
(ejercicio 3), ası́ que ∂H = ∂H(S) y entonces ω = 0. Ası́ que,
S∈P ∂H
Z Z
− ω+ ω = 0,
c0 c1
y, por lo tanto, Z Z
ω= ω.
c0 c1

Ejemplo 9.24. Consideremos las curvas c0 , c1 en R2 \ {0} dadas por
c0 (t) = (cos 2πt, sen 2πt), c1 (t) = (cos 2πt, − sen 2πt).
Como muestra la figura 13, c0 y c1 corresponden a dos cı́rculos unitarios,
alrededor del origen, con dirección opuesta: c0 en dirección contraria a las
manecillas del reloj, mientras que c1 en dirección de las manecillas del reloj.
Ambas inician y terminan en el punto (1, 0). Si ω es la 1-forma
y x
ω=− 2 dx + 2 dy,
x + y2 x + y2
3. Integración de formas diferenciales 181

c0

c1

Figura 13. Las curvas c0 y c1 corresponden a cı́rculos alrededor del


origen en R2 \ {0}, en dirección opuesta.

entonces
Z Z 1
ω= 2πdt = 2π,
c0 0
mientras que
Z Z 1
ω= −2πdt = −2π,
c1 0

por lo que podemos concluir que c0 y c1 no son homotópicas en R2 \ {0}.

Es importante notar que los cı́rculos del ejemplo 9.24 no son homotópicos
en R2 \ {0}, aunque sı́ lo son en R2 , ya que R2 es simplemente conexo.
Recordemos que, si A ⊂ Rn es simplemente conexo, entonces toda curva
cerrada es homotópica a un punto. Tenemos entonces el siguiente resultado.

Corolario 9.25. Si A es simplemente conexo y ω es cerrada, entonces


Z
ω=0
c

para cualquier curva cerrada en A.

Desde luego, este corolario y la proposición 9.19 implican el caso espe-


cial del lema de Poincaré para 1-formas (el cual ya hemos demostrado en
general).

3. Integración de formas diferenciales


En esta sección extendemos la definición de la integral de una 1-forma
en una curva (o en un 1-complejo), estudiada en la sección anterior, a la
integración de k-formas diferenciales sobre un k-complejo.
Iniciamos por definir la integral sobre el cubo estándar Qk , de la misma
manera en que definimos la integral de una 1-forma en Q1 . Recordemos que,
182 9. Integración de formas diferenciales

si ω es una k-forma en el conjunto abierto A ⊂ Rk , entonces existe una


función f : A → R tal que
ω = f dx1 ∧ . . . ∧ dxk .
A la forma dx1 ∧ . . . ∧ dxk se le conoce como unidad de volumen en Rk , y se
suele denotar simplemente por dx. Ası́, podemos escribir ω = f dx.
Si el conjunto abierto A ⊂ Rk contiene a [0, 1]k , y f es Riemann-
integrable en [0, 1]k , definimos la integral de ω en Qk como
Z Z
ω= f.
Qk [0,1]k

En el caso k = 0, Q0 = {0}, y definimos simplemente


Z
f = f (0).
Q0
La generalización de esta integral a un k-cubo es inmediata.
Definición 9.26. Sea A ⊂ Rn abierto, y c : [0, 1]k → A un k-cubo en A. Si
ω es una k-forma diferencial en A de clase C 1 , definimos la integral de ω en
c como Z Z
ω= c∗ ω.
c Qk
P
Si ai ci es un k-complejo en A, donde cada ci es un k-cubo, y ω es una
k-forma diferencial en A de clase C 1 , entonces definimos
Z X Z
ω= ai ω.
ai ci ci
P

Si ω es una 2-forma, entonces la integral de ω es llamada una integral de


superficie, mientras que la integral de una 3-forma es llamada una integral
de volumen.
Ejemplo 9.27. Consideremos el 2-cubo S en R3 dado por la función
(x, y) 7→ (x, y, f (x, y)),
donde f : [0, 1]2
→ R es una función diferenciable. Notamos que S corres-
ponde a la gráfica de la función f en [0, 1]2 . Sea
ω = ω1 dy ∧ dz + ω2 dz ∧ dx + ω3 dx ∧ dy
una 2-forma diferencial en un conjunto abierto que contiene a S. Entonces
S ∗ ω = (ω1 ◦ S)dS 2 ∧ dS 3 + (ω2 ◦ S)dS 3 ∧ dS 1 + (ω3 ◦ S)dS 1 ∧ dS 2

= (ω1 ◦ S) dy ∧ (D1 f dx + D2 f dy)

+ (ω2 ◦ S) (D1 f dx + D2 f dy) ∧ dx + (ω3 ◦ S)dx ∧ dy

= − (ω1 ◦ S)D1 f − (ω2 ◦ S)D2 f + ω3 ◦ S dx ∧ dy.
4. Teorema de Stokes 183

Si ω es tal que, en S, las componentes ω1 , ω2 , ω3 , corresponden a las com-


ponentes del vector normal 1 a S,
1
p (−D1 f, −D2 f, 1),
1 + (D1 f )2 + (D2 f )2
entonces
Z Z Z p

ω= S ω= 1 + (D1 f )2 + (D2 f )2 dxdy.
S Q2 [0,1]2

Como veremos en capı́tulos posteriores, esta integral calcula el área de la


superficie S. Más adelante, veremos también que ω es llamada unidad de
área, y se denota comúnmente por dA.

4. Teorema de Stokes
Hemos visto que, del teorema fundamental del Cálculo, si ω = df en un
conjunto abierto que contiene a una curva c, entonces
Z Z
ω = df = f (c(1)) − f (c(0)).
c c
Z
Esta integral es igual a f , ya que ∂c = −c(0) + c(1) y
∂c
Z
f = −f (c(0)) + f (c(1)).
∂c
Ası́, el teorema fundamental del cálculo puede ser escrito en el lenguaje de
formas diferenciales como Z Z
df = f.
c ∂c
Ahora demostraremos la extensión del teorema fundamental del cálculo a k-
formas diferenciales. Este resultado es conocido como el teorema de Stokes,
y es uno de los más importantes del análisis.
Teorema 9.28 (Teorema de Stokes). Sea A ⊂ Rn un conjunto abierto, c
un k-complejo en A de clase C 2 , y ω una (k − 1)-forma diferencial en A
continuamente diferenciable. Entonces
Z Z
dω = ω.
c ∂c

Demostración. Consideremos primero el caso c = Qk . Si ω una (k − 1)-


forma en un conjunto abierto A ⊃ [0, 1]k , entonces ω es una suma de formas
f dxIp , donde f : A → R es diferenciable y Ip es el (k − 1)-multiı́ndice
Ip = (1, . . . , p − 1, p + 1, . . . , k),
1Más adelante estudiaremos este concepto de manera precisa.
184 9. Integración de formas diferenciales

por lo que consideraremos solo el caso ω = f dxIp . Como


k X
X
∂Qk = (−1)i+α Qk(i,α) ,
i=1 α=0,1

entonces
Z k X
X Z
Ip i+α
f dx = (−1) f dxIp
∂Qk i=1 α=0,1 Qk(i,α)

k X
X Z
i+α
∗
= (−1) Qk(i,α) (f dxIp ).
i=1 α=0,1 [0,1]k−1

Ahora bien,
∗
Qk(i,α) (dxIp ) =
1 p−1 p+1 k
d Qk(i,α) ∧ . . . ∧ d Qk(i,α) ∧ d Qk(i,α) ∧ · · · ∧ d Qk(i,α) .
Como (
j xj j 6= i,
Qk(i,α) (x) =
α j = i,
j
los diferenciales d Qk(i,α) están dados por
(
k
j dxj j 6= i,
d Q(i,α) =
0 j = i,
y entonces
(
∗ 0 p 6= i,
Qk(i,α) (dxIp ) =
dxIp p = i.
Ası́ que tenemos que
(
∗ f (x1 , . . . , xp−1 , α, xp , . . . , xk−1 ) dxIp i = p,
Qk(i,α) (f dxIp ) =
0 i 6= p.
Por lo tanto
Z
(9.2) f dxIp =
∂Q k
Z
p
(−1) f (x1 , . . . , xp−1 , 0, xp , . . . , xk−1 )dxIp
[0,1]k−1
Z
p+1
+ (−1) f (x1 , . . . , xp−1 , 1, xp , . . . , xk−1 )dxIp .
[0,1]k−1
4. Teorema de Stokes 185

R
Para calcular Qk d(f dxIp ), observamos primero que
k
X
d(f dxIp ) = df ∧dxIp = Di f dxi ∧dxIp = Dp f dxp ∧dxIp = (−1)p−1 Dp f dx.
i=1

Entonces Z Z
Ip
d(f dx ) = (−1)p−1 Dp f dx
Qk [0,1]k

y, por el teorema de Fubini,


Z Z Z 1 
d(f dxIp ) = (−1)p−1 Dp f dxp dxIp
c [0,1]k−1 0
Z

= (−1)p−1 f (x1 , . . . , 1, . . . , xk ) − f (x1 , . . . , 0, . . . , xk ) dxIp ,
[0,1]k−1

la cual es igual a (9.2). Por lo tanto


Z Z
d(f dxIp ) = f dxIp .
Qk ∂Qk

Podemos concluir entonces que, para cualquier (k − 1)-forma ω definida en


el cubo Qk ,
Z Z
(9.3) dω = ω.
Qk ∂Qk

Supongamos ahora que c : [0, 1]k → A ⊂ Rn es un k-cubo diferenciable


en A. Entonces, por (9.3),
Z Z Z

dω = c (dω) = d(c∗ ω)
c [0,1]k [0,1]k
Z Z

= d(c ω) = c∗ ω
Qk ∂Qk
k
X X Z
i+α
= (−1) c∗ ω.
i=1 α=0,1 Qk(i,α)

Aquı́, hemos requerido la hipótesis c ∈ C 2 para poder aplicar la proposición


8.6. Ahora bien, por la proposición 7.28,
Z Z Z
∗ k
∗ ∗ ∗
c ω= Q(i,α) c ω = c ◦ Qk(i,α) ω
Qk(i,α) [0,1]k−1 [0,1]k−1
Z Z
= c∗(i,α) ω = ω,
[0,1]k−1 c(i,α)
186 9. Integración de formas diferenciales

por lo que entonces


Z k X
X Z Z
i+α
dω = (−1) ω= ω.
c i=1 α=0,1 c(i,α) ∂c

P
Para finalizar, si ai ci es un k-complejo de clase C 2 y ω una (k − 1)-
forma continuamente diferenciable, entonces
Z X Z X Z Z Z
P dω = ai dω = ai ω= P ω= P ω.
ai ci ci ∂ci ai ∂ci ∂( ai ci )


Ejemplo 9.29. Recordemos la forma ω en R2 \ {0} dada por
y x
ω=− 2 dx + 2 dy.
x + y2 x + y2
Si S1 es el cı́rculo unitario, entonces, como ya habı́amos visto,
Z
ω = 2π.
S1
Si c es un 2-cubo en R2 \ {0}, entonces
Z Z
ω = dω = 0,
∂c c
porque ω es una forma cerrada. Podemos conluir entonces que S1 no es la
frontera de ningún 2-complejo en R2 \ {0}.
En general, si sR,n es el cı́rculo de n-vueltas
sR,n (t) = (R cos 2πnt, R sen 2πnt),
podemos verificar (ejercicio 8) que
Z
ω = 2πn,
sR,n

ası́ que, si n 6= 0, sR,n tampoco es la frontera de un 2-complejo en R2 \ {0}.

4.1. Teorema fundamental del álgebra. El teorema de Stokes tiene


una gran variedad de aplicaciones, sobre todo en el contexto más general que
se estudiará en los capı́tulo posteriores. Entre ellas se encuentra la siguiente
demostración del teorema fundamental del álgebra.
Teorema 9.30 (Teorema fundamental del álgebra.). Si
f (z) = z n + an−1 z n−1 + · · · + a0
es un polinomio sobre C de grado n ≥ 1, entonces existe r ∈ C tal que
f (r) = 0.
4. Teorema de Stokes 187

A primera vista puede ser una sorpresa encontrarse un teorema de álge-


bra, y sobre todo el teorema “fundamental”, en un estudio del análisis o de
la geometrı́a. Sin embargo, este teorema se refiere al campo de los números
complejos, el cual no puede ser definido en términos puramente algebraicos:
requerimos definirlo a partir del campo de los números reales, el cual a su vez
posee la propiedad de ser completo, una propiedad escencialmente analı́tica.
Por lo tanto, no podemos esperar una demostración puramente algebraica.
A continuación presentamos una demostración basada no solo en el análi-
sis, sino también en las ideas geométricas discutidas en este capı́tulo.

Demostración. Definimos la curva cerrada sR,f = f ◦ sR,1 . Es decir,


sR,f (t) = f (R cos 2πt + iR sen 2πt) = f (Re2πit ),
por lo que SR,f es la imagen en C bajo el polinomio f del cı́rculo de radio
R con centro en el origen, como se muestra en la figura 14. Demostraremos

sR,1 f f sR,1

Figura 14. La curva sR,f es la imagen en C del cı́rculo de radio R,


alrededor del origen, bajo el polinomio f . Para R > 0 suficientemente
grande, sR,f se mantiene lejos del origen, y es homotópica a sRn ,n en
R2 \ {0}.

primero que, si R es suficientemente grande, entonces sR,f no es la frontera


de ningún 2-complejo en R2 \ {0}.
Consideramos el 2-cubo c : [0, 1]2 → R2 dado por
c(u, v) = v sR,f (u) + (1 − v)sRn ,n (u),
donde sRn ,n (u) = (Rn cos 2πnu, Rn sen 2πnu) es la curva definida en el ejem-
plo 9.29. Por la fórmula de Euler,
c(u, v) = z n + v(an−1 z n−1 + · · · + a0 ),
donde z = R(cos 2πu + i sen 2πu). Notemos que, para R suficientemente
grande, existe una constante C > 0 tal que
|c(u, v)| ≥ Rn − CvRn−1 .
La constante C depende solo de los coeficientes del polinomio f . Entonces
la curva c se encuentra lejos del origen (0, 0), si R es suficientemente grande,
y en tal caso c es un 2-cubo en R2 \ {0}.
188 9. Integración de formas diferenciales

Para t ∈ [0, 1],


∂c(t) = −c(1,0) (t) + c(1,1) (t) + c(2,0) (t) − c(2,1) (t)
= −c(0, t) + c(1, t) + c(t, 0) − c(t, 1)
= −(tsR,f (0) + (1 − t)sRn ,n (0)) + (tsR,f (1) + (1 − t)sRn ,n (1))
+ sRn ,n (t) − sR,f (t)
= sRn ,n (t) − sR,f (t),
porque sR,f (0) = sR,f (1) y sRn ,n (0) = sRn ,n (1). Si ω es la forma
y x
ω=− 2 dx + 2 dy,
x + y2 x + y2
entonces, por el teorema de Stokes,
Z Z Z Z
0 = dω = ω= ω− ω,
c ∂c sRn ,n sR,f

y por lo tanto
Z
ω = 2πn,
sR,f

por el ejemplo 9.29. Como dω = 0, igual que en el ejemplo 9.29 podemos


concluir que sR,f no es la frontera de ningún 2-complejo en R2 \ {0}.
Sea DR = {z ∈ C : |z| ≤ R} el disco de radio R alrededor de 0. Al igual
que el disco unitario del ejemplo 9.3, DR es un 2-cubo, y además ∂DR = sR,1 .
Entonces, la frontera del 2-cubo f ◦ DR está dada por
∂(f ◦ DR ) = sR,f ,
y como sR,f no es frontera de ningún 2-complejo en R2 \ {0}, 0 ∈ f ◦ DR . Es
decir, existe r ∈ DR tal que f (r) = 0. 

Ejercicios

1. Muestra que el anillo


A = {(x, y) ∈ R2 : 1 ≤ x2 + y 2 ≤ 2}
es un 2-cubo. Calcula ∂A.
2. Muestra que un rectángulo R ⊂ Rn es un n-cubo.
3. Sea R un rectángulo en Rn , y sea P un partición de R. Muestra que
X
∂S = ∂R.
S∈P
Ejercicios 189

4. Considera la curva c en A, y P = {s0 = 0 < s1 < . . . < sp = 1} una


partición de [0, 1]. Sea ci : [0, 1] → A, i = 1, . . . , p, la curva
ci (t) = c(si−1 + (si − si−1 )t),
y c̃ el complejo
c̃ = c1 + . . . + cp .
Muestra que, para una 1-forma ω en A,
Z Z
ω = ω.
c̃ c
5. Muestra que un conjunto estrella es conexo.
6. Muestra que un conjunto abierto simplemente conexo es conexo. (Su-
gerencia: Sea H una homotopı́a de x0 ∈ A a A, y considera las curvas
t 7→ H(t, x) y t 7→ H(t, y) para construir una curva diferenciable por
pedazos de x a y.)
7. Completa la demostración de la proposición 9.19.
8. Sea ω la 1-forma en R2 \ {0} dada por
y x
ω=− 2 2
dx + 2 dy.
x +y x + y2
Muestra que, si sR,n (t) = (R cos 2πnt, R sen 2πnt), entonces
Z
ω = 2πn,
sR,n

9. Sea ω una 1-forma cerrada en R2 \ {0}. Muestra que


ω = λdθ + dg,
para algún λ ∈ R y g : R2\ {0} → R diferenciable. (Sugerencia: Para
2
R > 0, sea sR,1 : [0, 1] → R \ {0} la curva
sR,1 (t) = (R cos(2πt), R sen(2πt)),
y considera s∗R,1 (ω).)
10. Sea ω = 2xy 3 dx + 3x2 y 2 dy, y c(t) = (t, t2 ). Calcula
Z
ω.
c
Z
11. Sea ω = yzdx + xzdy + xydz. Calcula w para las siguientes curvas.
c
a) c(t) = (cos 2πt, sen 2πt, sen πt), 0 ≤ t ≤ 1;
b) c(t) = (t, t2 , t3 ), 0 ≤ t ≤ 1;
c) c(t) = (t, 2t2 − t, t), 0 ≤ t ≤ 1.
12. Sea ω una 1-forma definidaR en el conjunto abierto A ⊂ Rn tal que, para
cualquier curva cerrada c, c ω es un número racional. Muestra que ω es
cerrada.
Parte 4

Variedades
diferenciables
Capı́tulo 10

Variedades
diferenciables

1. Variedades diferenciables en Rn
A grandes rasgos, una variedad diferenciable es un conjunto que, local-
mente, es difeomorfo al espacio euclideano. En este capı́tulo estudiaremos
las variedades diferenciables dadas como subconjuntos de Rn , y generaliza-
remos la teorı́a de campos vectoriales, formas diferenciales e integración a
tales objetos.
En esta sección empezaremos por las definiciones básicas.

Definición 10.1. Un subconjunto M ⊂ Rn es una variedad diferenciable


de dimensión k si, para cada x ∈ M , existen conjuntos abiertos U ⊂ Rk y
V ⊂ Rn y una función continuamente diferenciable f : U → V tales que

1. x ∈ V ;
2. f (U ) = V ∩ M , f es inyectiva y f −1 : V ∩ M → U es continua; y
3. para cada y ∈ U , el Jacobiano f ′ (y) tiene rango k.

A la función f se le llama un sistema de coordenadas alrededor de x.

La definición 10.1 implica entonces que una variedad diferenciable de


dimensión k es un conjunto tal que, localmente, es la imagen de una función
definida en un conjunto abierto U en Rk y con valores en Rm (figura 1). La
condición que la imagen f (U ) es un conjunto de la forma V ∩ M alrededor
de cada punto de M establece una cubierta natural para M de conjuntos
abiertos, los cuales forman lo que comúnmente se llama un atlas.

193
194 10. Variedades diferenciables

Notemos que, como el Jacobiano f ′ (y) es una matriz de n × k para cada


y ∈ U , entonces la tercer condición de la definición 10.1 es equivalente a
decir que las columnas de f son linealmente independientes, o que generan
un subespacio de dimensión k en Rn .

y2
V
f
( y 1, y2 )
U . y1
M

V M

f ( y 1, y 2 )

Figura 1. Sistema local de coordenadas alrededor de f (y) ∈ M , donde


M es una variedad de dimensión 2 en R3 . La imagen de U ⊂ R2 bajo f
es un conjunto de la forma V ∩ M , donde V es abierto en R3 .

Ejemplo 10.2 (La esfera Sk ). Consideremos la esfera Sk en Rk+1 dada por


Sk = {x ∈ Rk+1 : |x| = 1}.
Sea x ∈ Sk , y tomamos i tal que xi 6= 0. Sin pérdida de generalidad, supo-
nemos que xi > 0. Definimos los conjuntos U ⊂ Rk y V ⊂ Rk+1 como
U = {y ∈ Rk : y < 1} y V = {z ∈ Rk+1 : z i > 0},
y definimos la función f : U → V como:
p 
f (y) = y 1 , . . . , y i−1 , 1 − |y|2 , y i+1 , . . . , y k ,
p
donde |y| = (y 1 )2 + · · · + (y k )2 . Entonces f (U ) = V ∩ Sk y f −1 : V ∩ S k →
U está dada por
f −1 (z) = (z 1 , . . . , z i−1 , z i+1 , . . . , z k+1 ).
Véase la figura 2.
Observación 10.3. El conjunto Sk es el conjunto solución de la ecuación
|x|2 = 1
en Rk+1 . Es decir, si definimos g : Rk+1 → R por g(x) = |x|2 − 1, entonces
Sk = g−1 ({0}). Observamos que g es continuamente diferenciable y que
Dg(x) 6= 0 para todo x ∈ Rk+1 .

Esta observación se puede generalizar en el siguiente teorema.


1. Variedades diferenciables en Rn 195

z
(x,y,z)

y
x

Figura 2. La esfera S2 ⊂ R3 . Si (x0 , y0 , z0 ) ∈ S3 , y z0 > 0, podemos


tomar U = {(x, y) ∈ R2 : x2 + y 2 < 1} y V = R3+ . Entonces un sistema
local de coordenadas
p alrededor de (x0 , y0 , z0 ) está dado por (x, y) →
(x, y, z), con z = 1 − (x2 + y 2 ).

Teorema 10.4. Sea A ⊂ Rn abierto, p < n, g : A → Rp continuamente


diferenciable tal que g′ (x) tiene rango p para toda x ∈ A tal que g(x) = 0.
Entonces M = g−1 ({0}) es una variedad diferenciable en Rn de dimensión
n − p.

Demostración. Sea x0 ∈ M . Por el Teorema del Rango (teorema 3.29),


existen abiertos V, W ⊂ Rn , x0 ∈ V , y una biyección Ψ : W → V continua-
mente diferenciable, con Ψ−1 : V → W diferenciable, tales que
g ◦ Ψ(x) = (xn−p+1 , . . . , xn ).
Sea π : Rn → Rn−p dada por π(x) = (x1 , . . . , xn−p ), y U = π(W ). Entonces,
si definimos f : U → V por
(10.1) f (y) = Ψ(y, 0),
f es un sistema de coordenadas alrededor de x en M . Para verificar esto,
notamos que claramente f es diferenciable, porque Ψ lo es, y, si y ∈ U ,
f (y) ∈ V y
g(f (y)) = g(Ψ(y, 0)) = 0,
por lo que f (y) ∈ M . Además, f −1 = π ◦ Ψ−1 |V ∩M es continua (de hecho
diferenciable).
Por último, el Jacobiano
f ′ (y) = (Dj Ψi (y, 0))1≤i≤n,1≤j≤n−p
tiene rango n − p porque Ψ′ (y, 0) es no singular, y por lo tanto sus primeras
n − p columnas nos linealmente independientes. 

Si M es una variedad diferenciable en Rn de dimensión k, escribiremos


conmúnmente M k .
Definición 10.5. Si f : A → B es una biyección continua tal que f −1 :
B → A es continua, entonces f es llamada un homeomorfismo.
196 10. Variedades diferenciables

Si U, V ⊂ Rn son abiertos, y f : U → V es una biyección continuamente


diferenciable tal que f −1 : V → U es continuamente diferenciable, entonces
f es un difeomorfismo.

El siguiente teorema clasifica una variedad M k en términos de sus difeo-


morfismos locales.
Teorema 10.6. Sea M k ⊂ Rn una variedad diferenciable y f1 : U1 → M ,
f2 : U2 → M dos sistemas de coordenadas tales que
f1 (U1 ) ∩ f2 (U2 ) 6= ∅.
Entonces
f2−1 ◦ f1 : f1−1 (f2 (U2 )) → f2−1 (f1 (U1 ))
es un difeomorfismo.

Demostración. Sean V1 = f1 (U1 ), V2 = f2 (U2 ), V = V1 ∩V2 y f1−1 (V ) = U .


Demostraremos que f2−1 ◦ f1 es continuamente diferenciable y, para cada
x ∈ U,
det(f2−1 ◦ f1 )′ (x) 6= 0.
Esto es suficiente para mostrar el teorema 10.6, por el teorema de la función
inversa.
Sea x ∈ U . Entonces f1 (x) ∈ V , y existe y ∈ U2 tal que
f1 (x) = f2 (y).
Véase la figura 3. Los Jacobianos f1′ (x) y f2′ (y) tienen rango k. Sin pérdi-
da de generalidad, asumiremos que los primeros k renglones de f1′ (x) son
linealmente independientes.
Ahora bien, como f2′ (y) tiene rango k, podemos escoger k renglones
linealmente independientes, digamos los renglones l1 , l2 , . . . , lk . Entonces la
matriz  
Dj f2li (y)
1≤i,j≤k
es no singular, es decir  
det Dj f2li (y) 6= 0.
Definimos F : U2 × Rn−k → Rn como
F (z, w) = f2 (z)+(w1 , . . . , wl1 −1 , 0, wl1 , . . . , wl2 −2 , 0, . . . , wlk −k , 0, . . . , wn−k ),
es decir, sumamos a f2 (z) ∈ Rn el vector en Rn formado por el vector
w ∈ Rn−k y k ceros en las coordenadas l1 , . . . , lk .

Entonces F ′ (z, w) = f2′ (z) J , donde J es la matrix de n × (n − k)
formada por la identidad In−k y 0-vectores en los renglones l1 , . . . , lk .
Entonces    
det F ′ (y, 0) = ± det Di f2li (y) 6= 0,
1. Variedades diferenciables en Rn 197

f 2−1 f1
U1
U2
y
x
U

f1 (x) f2
f1

M V1 V2

Figura 3. Diagrama del la demostración del teorema 10.6.

y por el Teorema de la Función Inversa, existen abiertos W1 , W2 ⊂ Rn ,


(y, 0) ∈ W1 ⊂ U2 × Rn−k , tales que
F : W1 → W2
es un difeomorfismo. Además
F (y, 0) = f2 (y) = f1 (x),
por lo que
(y, 0) = F −1 (f1 (x)).

Si π : Rn → Rk es la proyección π(z) = (z 1 , . . . , z k ), entonces


F (z, 0) = f2 ◦ π(z, 0)
para todo (z, 0) ∈ W1 , y entonces
f2−1 ◦ f1 = π ◦ F −1 ◦ f1 ,

en una vecindad de x (en el conjunto abierto f1−1 (F (π(W1 )))). Por lo tanto
f2−1 ◦ f1 es diferenciable alrededor de x.
Por la regla de la cadena, el Jacobiano de (f2−1 ◦ f1 )′ (x) está dado por

π ′ · (F −1 )′ (f1 (x)) · f1′ (x),


198 10. Variedades diferenciables

la cual es una matriz de k × k cuyos renglones son los primeros k renglones


de la matriz (F −1 )′ (f1 (x)) · f1′ (x). Como, por la hipótesis inicial, los prime-
ros k renglones de f1′ (x) son linealmente independientes y (F −1 )′ (f1 (x)) es
no singular, entonces los primeros k renglones de (F −1 )′ (f1 (x)) · f1′ (x), y
entonces los de (f2−1 ◦ f1 )′ (x), son linealmente independientes.
Por lo tanto (f2−1 ◦ f1 )′ (x) es no singular. 

2. Espacio tangente
En esta sección estudiaremos el espacio tangente en un punto de una
variedad diferenciable, la cual generalizará la definición de Rnp para p ∈ Rn
estudiada anteriormente. Como nuestras variedades M son subconjuntos de
Rn , es natural definir el espacio Mp como un subespacio de Rnp

Definición 10.7. Sea M k una variedad diferenciable en Rn y f : U → M un


sistema de coordenadas alrededor de p = f (a). Definimos la transformación
lineal f∗ : Rka → Rnp como
f∗ (va ) = Df (a)(v)p .

Como f ′ (a) tiene rango k, f∗ (Rka ) es un subespacio de dimensión k en


Rnp . A f∗ (Rka ) le llamaremos el espacio tangente en p.

k U
|R
Df(a)(v) p
va
a
M

Figura 4. El espacio tangente en p ∈ M k está definido como el subes-


pacio f∗ (Rka ) de dimensión k en Rn
p.

Si g : V → M es otro sistema de coordenadas alrededor de p = g(b),


entonces

g∗ (Rkb ) = (f ◦ f −1 ◦ g)∗ (Rkb ) = f∗ (f −1 ◦ g)∗ (Rkb ) = f∗ (Rka ),
porque (f −1 ◦ g)∗ es un isomorfismo, por el teorema 10.6. Entonces podemos
garantizar que el espacio tangente es independiente del sistema de coorde-
nadas.
Ejemplo 10.8 (Recta tangente). Sea γ ⊂ R2 una variedad diferenciable de
dimensión 1 en R2 (a las que comúnmente llamaremos curvas, al igual que
los 1-cubos), y sea f : (−δ, δ) → V , V ⊂ R2 , un sistema de coordenadas
alrededor del punto f (0) = p ∈ γ.
2. Espacio tangente 199

Entonces f∗ : R10 → R2p , f∗ (λ0 ) = Df (0)(λ)p = λf ′ (0)p ∈ R2p . Si

f (t) = (x(t), y(t)), t ∈ (−δ, δ),

entonces
 
′ x′ (t)
f (t) = ,
y ′ (t)
por lo que
 ′ 
x (0)
f∗ (R10 ) = gen{ ′ } ⊂ R2p .
y (0) p

Ası́ que el espacio tangente en p es la recta tangente a γ en p, como se


observa en la figura 5.

p
γ

f*(|R10 )

Figura 5

Ejemplo 10.9 (La esfera en R3 ). Consideramos un punto (x0 , y0 , z0 ) ∈ S2


en la esfera en R3 , con z0 > 0. Sea f : U → R3+ , donde

U = {(x, y) ∈ R2 : x2 + y 2 < 1},

el sistema de coordenadas alrededor de (x0 , y0 , z0 ) dado por


p
f (x, y) = (x, y, 1 − x2 − y 2 ).

Entonces (x0 , y0 , z0 ) = f (x0 , y0 ). El Jacobiano de f en (x0 , y0 ) está dado por


la matriz de 3 × 2
   
1 0 1 0
 0 1   0 1 
f ′ (x0 , y0 ) = 
 x0 y0
=
 x y0 
0
−p − p − −
1 − x20 − y02 1 − x20 − y02 z0 z0
200 10. Variedades diferenciables

Entonces
 x0  !⊥
⊥ 1 0 −
im f ′ (x0 , y0 ) = ker(f ′ (x0 , y0 ))t = ker  z
y00 
0 1 −
z0
( x  )!⊥
0
= gen  y0  .
z0
Entonces,
f∗ (R2(x0 ,y0 ) ) = {(x, y, z) ∈ R3(x0 ,y0 ,z0 ) : xx0 + yy0 + zz0 = 0},

el cual puede ser 


identificado
 como el plano tangente a S2 , es decir, el plano
x0
normal al vector  y0  y que pasa por el punto (x0 , y0 , z0 ), como se muestra
z0
en la figura 6.

(x0 , y0 , z 0 )

Figura 6

De hecho, no es muy difı́cil verificar que, si la variedad M está definida


por M = g−1 ({0}), donde g : A → R satisface las hipótesis del teorema 10.4,
entonces el espacio tangente Mp está dado por
ker g∗ = {x ∈ Rnp : Dg(p)(x) = 0},
es decir, el hiperplano en p de vectores ortogonales a grad g(p) (ejercicio 8).
Al espacio tangente en x ∈ M k lo denotamos por Mx (ó Tx M ). El haz
tangente de M es el conjunto
[
TM = Mx ,
x∈M

es decir, la unión de los espacios tangentes en cada punto de M .


3. Variedades con frontera 201

3. Variedades con frontera


En esta sección introduciremos las variedades diferenciables con frontera,
donde generalizaremos el concepto de frontera de un cubo o un complejo.
En general, una variedades diferencial no tiene caras, por lo que la definición
tendrá que llevarse a cabo localmente, al igual que la definición original de
variedad diferenciable.
Consideremos el semiespacio superior cerrado
Hk = {x ∈ Rk : xk ≥ 0}.
Es decir, Hk es la cerradura del semiespacio Rk+ .
Definición 10.10. El conjunto M ⊂ Rn es una variedad diferenciable con
frontera de dimensión k si, para cada x ∈ M , existen abiertos U ⊂ Rk ,
V ⊂ Rn y una función continuamente diferenciable f : U → V tales que
1. x ∈ V ;
2. f : U ∩ Hk → V ∩ M es un homeomorfismo; y
3. f ′ (y) es de rango k para todo y ∈ U ∩ H k .
De nuevo, a la función f le llamaremos un sistema coordenado alrededor de
x.

Es decir, no requerimos que, localmente, M sea la imagen diferenciable


de un abierto en Rk , sino de un abierto en Hk (la intersección de un abierto
con Hk ). Véase la figura 7.

f
M

U
U Hk

V M V

Figura 7. En M , el conjunto V ∩ M es ahora la imagen de un conjunto


del tipo U ∩ Hk , con U abierto en Rk .

Observemos que esta definición cumple con las mismas propiedades que
una variedad diferenciable; es decir, si tenemos dos sistemas coordenados
f1 : U1 → V1 y f2 : U2 → V2 , entonces
f2−1 ◦ f1 : f1−1 (f2 (U2 )) → f2−1 (f1 (U1 ))
202 10. Variedades diferenciables

es un difeomorfismo (aunque los conjuntos f1−1 (f2 (U2 )) y f2−1 (f1 (U1 )) no
son necesariamente abiertos en Rk ).
De nuevo, si M es una variedad diferenciable con frontera de dimensión
k, la denotaremos como M k .
Definición 10.11. Sea M k ⊂ Rn una variedad diferenciable con frontera.
Decimos que x ∈ M está en la frontera de M si existe un sistema coordenado
f : U → V tal que x = f (a) y ak = 0.
Denotamos como ∂M al conjunto de puntos en la frontera de M , y nos
referimos a ∂M como la frontera de M .
Observación 10.12. La definición de la frontera ∂M de M es independiente
del sistema de coordenadas elegido. Es decir, si
f : U1 → V1 y g : U2 → V2
son dos sistemas coordenados alrededor de x ∈ M y, si x = f (a) = g(b) y
ak = 0, entonces necesariamente bk = 0.
Supongamos que bk > 0. Entonces podemos suponer que U2 ⊂ Rk+ . En
tal caso, U2 ∩ Hk = U2 , ası́ que g(U2 ) = V2 ∩ M .
Si V = V1 ∩ V2 , entonces
f −1 ◦ g : g−1 (V ) → f −1 (V )
es un difeomorfismo. Por el teorema de la función inversa, como g−1 (V ) es
abierto, entonces f −1 (V ) = (f −1 ◦ g)(g−1 (V )) es abierto. Pero esto implica
que f −1 (V ) ⊂ Rk+ , lo cual contradice que ak = 0.
Ejemplo 10.13 (El disco D2 ⊂ R2 ). Consideremos el conjunto D2 dado por
D2 = {(x, y) ∈ R2 : x2 + y 2 ≤ 1},
el disco en R2 (en particular, D2 = B2 ). Verificaremos que D2 es una variedad
de dimensión 2 con frontera ∂D2 = S1 .

δ D2 = S 1

D2

Figura 8. La frontera del disco D2 es igual a S1 .


3. Variedades con frontera 203

Sea (x0 , y0 ) ∈ D2 . Si x20 + y02 < 1, entonces podemos tomar


U = V = {(x, y) ∈ R2 : x2 + (y − 1)2 < 1},
y f : U → V la función dada por
f (x, y) = (x, y − 1)
como sistema coordenado alrededor de (x0 , y0 ). (Notemos que (x0 , y0 ) =
f (x0 , y0 + 1).)
Supongamos ahora que x20 + y02 = 1. Sin pérdida de generalidad supone-
mos que y0 > 0. Sea U = {(x, y) ∈ R2 : x2 + y 2 < 1}, V = R2+ , y f : U → V
la función p
f (x, y) = (x, 1 − x2 − y).

Como x2 + y 2 < 1 en U , |y| < 1 − x2 , por lo que f (x, y) ∈ V para todo
(x, y) ∈ U . Además, f es continuamente diferenciable en U .
Ahora bien, si (x, y) ∈ U ∩ H2 , entonces y ≥ 0, por lo que
p p
0 < 1 − x2 − y ≤ 1 − x2 ,
y entonces f (x, y) ∈ V ∩ D2 . Ahora bien, si (x, y) ∈ V ∩ D2 , entonces
p
(x, y) = f (x, 1 − x2 − y),
por lo que entonces f (U ∩ H2 ) = V ∩ D2 . Su inversa está dada por sı́ misma,
ası́ que es continua (de hecho C 1 ).
Finalmente, verificamos que (x0 , y0 ) ∈ ∂D2 . Sólo es suficiente con verifi-
car que (x0 , y0 ) = f (x0 , 0), porque x20 + y02 = 1 y y0 > 0.

Este ejemplo se puede generalizar a la bola Bn en Rn (ejercicio 13).


Observamos que, como ∂D2 = S1 , entonces ∂D2 es una variedad de
dimensión 1, mientras que D2 es una variedad de dimensión 2. En general,
tenemos el siguiente resultado.
Proposición 10.14. Si M k ⊂ Rn es una variedad diferenciable con frontera
y ∂M 6= ∅, entonces ∂M es una variedad diferenciable de dimensión k − 1.

Demostración. Sea x ∈ ∂M , y sea f : U → V , U ⊂ Rk , V ⊂ Rn , un


sistema coordenado alrededor de x. Entonces x = f (a), donde a ∈ U y
ak = 0.
Sea ψ : Rk−1 → Rk la función
ψ(y) = (y 1 , . . . , y k−1 , 0), y ∈ Rk−1 ,
y sea U ′ ⊂ Rk−1 el conjunto
U ′ = {y ∈ Rk−1 : (y, 0) ∈ U } = ψ −1 (U ).
204 10. Variedades diferenciables

Verificaremos que g : U ′ → V , donde g = f ◦ψ, es un sistema de coordenadas


alrededor de x ∈ ∂M .
Primero, es claro que U ′ es abierto en Rk−1 y que x ∈ V . Ahora bien,
como f y ψ son continuamente diferenciables, f ◦ ψ es continuamente dife-
renciable, por la regla de la cadena.
Si y ∈ U ′ entonces f (ψ(y)) ∈ ∂M , por la definición de ∂M . Como
V ∩ M ⊂ f (U ), por la observación anterior, V ∩ ∂M ⊂ f (ψ(U ′ )). Ası́ que
f ◦ ψ(U ′ ) = V ∩ ∂M.
Además, es claro que (f ◦ ψ)−1 : V ∩ ∂M → U ′ es continua, porque (f ◦ ψ)−1
es la restricción de f −1 a V ∩ ∂M .
Por último, tenemos que verificar que, para cada y ∈ U ′ , el Jacobiano
(f ◦ ψ)′ (y) tiene rango k. Ahora bien, por la regla de la cadena, la matriz
(f ◦ ψ)′ (y) es igual al producto
f ′ (y, 0) · ψ ′ (y).
La matriz ψ ′ (y) es una matriz de k × (k − 1), cuyos primeros k − 1 renglones
forman la matriz identidad Ik−1 , ası́ que sus k − 1 columnas son linealmente
independientes.
Por otro lado, las k columnas de f ′ (y, 0) son linealmente independientes,
lo cual implica que k de sus renglones lo son. El resultado de multiplicar estos
k renglones por la matriz ψ ′ (y) da como resultado una matriz de k × (k − 1)
con sus k − 1 columnas linealmente independientes. Por lo tanto, la matriz,
de tamaño n × (k − 1), f ′ (y, 0) · ψ ′ (y) tiene rango k − 1. 

Ejercicios

1. Demuestra que un subespacio de dimensión k de Rn es una variedad


diferenciable de dimensión k.
2. Muestra que un conjunto abierto U ⊂ Rn es una variedad diferenciable
de dimensión n en Rn .
3. De manera inversa al ejercicio anterior, muestra que, si M es una varie-
dad diferenciable en Rn de dimensión n, entonces es un conjunto abierto
en Rn .
4. Si M k ⊂ Rn es una variedad diferenciable y x ∈ M , muestra que existe
un abierto V ⊂ Rn , x ∈ V , y una función g : V → Rn−k tal que
V ∩ M = g−1 ({0}) y g′ (y) tiene rango k para todo y ∈ V ∩ M .
5. Sea g : R2 → R dada por g(x, y) = x2 − y 2 . Explica por qué el conjunto
g−1 ({0}) no es una variedad diferenciable en dimensión 1 en R2 .
Ejercicios 205

6. Si M k una variedad diferenciable en Rn , k < n, muestra que M tiene


medida 0.
7. Sea M k una variedad diferenciable en Rn tal que
M ⊂ {x ∈ Rn : x1 = 0, xi > 0, i = 2, . . . , n}.
Sea N el conjunto que resulta al revolver M alrededor del eje xn . Mues-
tra que N es una variedad diferenciable de dimensión k + 1. (Ve como
ejemplo la figura 1.)

Figura 9. El toro T2 es el resultado de revolver un cı́rculo en el plano


yz alrededor del eje z.

8. Sea A ⊂ Rn un conjunto abierto y g : A → R diferenciable, g′ (x) 6= 0


para x ∈ A y M = g−1 ({0}) 6= ∅. Muestra que el espacio tangente en
p ∈ M es igual a
{x ∈ Rnp : x · grad g(p) = 0}.
Es decir, Mp es el hiperplano en Rnp normal a grad g(p), el gradiente de
g en p.
9. Sea f : Rn → Rm y considera su gráfica G = {(x, y) ∈ Rn+m : y = f (x)}.
Muestra que G es una variedad diferenciable de dimensión n si, y sólo
si, f es diferenciable.
10. Sea G ⊂ R3 la gráfica de la función diferenciable f : R2 → R. Calcula el
espacio (plano) tangente en (x0 , y0 , z0 ) ∈ G.
11. En general, muestra que si G ⊂ Rn+1 es la gráfica de la función diferen-
ciable f : Rn → R, entonces el espacio tangente en x0 ∈ G está dado por
el hiperplano en Rn+1 1 n
x0 normal al vector n = (− grad f (x0 , . . . , x0 ), 1).
12. Muestra que el cilindro C ∈ R3 dado por
C = {(x, y, z) ∈ R3 : x2 + y 2 = 1, 0 ≤ z ≤ 1},
es una variedad diferenciable con frontera de dimensión 2.
13. Muestra que la bola Bn ∈ Rn es una variedad diferenciable con frontera
de dimensión n, y ∂Bn = Sn−1 .
Capı́tulo 11

Orientación

1. Campos vectoriales y formas diferenciales


En este capı́tulo introduciremos el concepto de orientación, muy impor-
tante en el análisis de variedades, en particular la teoriá de integración.
Iniciamos esta sección con extender las definiciones de campo vectorial
y forma diferencial en Rn , a una variedad diferenciable.

Definición 11.1. Sea M una variedad diferenciable de dimensión k en Rn


(posiblemenete con frontera). Un campo vectorial en M es una función F :
M → T M tal que, para cada x ∈ M , F (x) ∈ Mx , el espacio tangente en x.

Si f : U → V es un sistema de coordenadas, existe un (único) campo


vectorial G : U → T Rk tal que
F (f (a)) = f∗ (G(a))
para cada a ∈ U . Decimos que el campo F es continuo (diferenciable, C k ,
etc.) si G es continuo (diferenciable, C k , etc., respectivamente). Por el teo-
rema 10.6, la diferenciabilidad del campo F es independiente del sistema de
coordenadas elegido alrededor de cualquier punto particular en M .

Ejemplo 11.2. Consideremos la esfera S2 en R3 . Definimos la función F


dada por
 
xz
F (x, y, z) =  yz  .
z 2 − 1 (x,y,z)

Verificaremos que F es un campo vectorial en S2 . Como ya habı́amos visto,


el espacio tangente en un punto (x0 , y0 , z0 ) ∈ S2 es el plano normal al vector

207
208 11. Orientación

 
x0
n =  y0  y que pasa por el punto (x0 , y0 , z0 ), por lo que tenemos que
z0
verificar que F (x0 , y0 , z0 ) es ortogonal a n. Pero
F (x0 , y0 , z0 ) · n = x20 z0 + y02 z0 + z03 − z0 = (x20 + y02 + z02 )z0 − z0 = 0,
porque x20 + y02 + z02 = 1.

Figura 1. Representación del campo (x, y, z) 7→ (xz, yz, z 2 − 1) en la


esfera S2 .

Consideramos ahora el sistema de coordenadas f : U → V alrededor del


punto (x0 , y0 , z0 ) ∈ S2 , con z0 > 0, definido por
U = {(x, y) ∈ R2 : x2 + y 2 < 1}, V = R3+
y
p
f (x, y) = (x, y, 1 − (x2 + y 2 )).
El Jacobiano de f en cada (x, y) ∈ U está dado por
   
1 0 1 0
  
f (x, y) = 
′ 0 1 = 0 1  ,

−p
x
−p
y  x y
− −
1 − x2 − y 2 1 − x2 − y 2 z z
por lo que el campo G : U → T Rk debe satisfacer entonces, en cada (x, y),
   
1 0  1  xz
 0 1  G (x, y)
 x =  yz  .
y  G2 (x, y)
− − z2 − 1
z z
1. Campos vectoriales y formas diferenciales 209

Entonces, G está dado por


p !
xp1 − x2 − y 2
G(x, y) = .
y 1 − x2 − y 2
(x,y)

Nota que hemos usado el hecho que 1 − x2 − y2 = z 2 y que z > 0.


Definición 11.3. Sea M una variedad diferenciable de dimensión k en Rn
(posiblemenete con frontera). Una p-forma diferencial en M es una función
x 7→ ω(x) tal que, para cada x ∈ M , ω(x) ∈ Λp (Mx ).

Es decir, ω(x) es una función multilineal alternante de p variables que


actúa en el espacio tangente Mx .
Si f : U → V es un sistema de coordenadas, f ∗ ω, el levantamiento de
ω con respecto a f , es entonces una p-forma diferencial en U . Decimos que
ω es una continua (diferenciable, C k , etc.) si f ∗ ω es continua (diferenciable,
C k , etc., respectivamente).
Si ω es una p-forma diferencial en M k , entonces
X
ω= ωI dxI ,
I
donde las funciones ωI estás definidas solamente en M . Enntonces, si f :
U → V es un sistema de coordenadas, entonces
X
f ∗ω = ωI ◦ f df I .

De nuevo, por el teorema 10.6, la diferenciabilidad de ω está bien defini-


da, independiente del sistema de coordenadas elegido alrededor de un punto.
Más aún, tenemos la siguiente observación.
Consideramos x ∈ M y v1 , . . . , vp ∈ Mx . Si f : U → V es un sistema
coordenado alrededor de x tal que f (a) = x, existen u1 , . . . , up ∈ Rka tales
que
f∗ (a)(ui ) = vi
para cada i = 1, . . . p, porque f∗ es un isomorfismo de Rka a Mx . Entonces
f ∗ ω(a)(u1 , . . . , up ) = ω(x)(v1 , . . . , vp ).
Ahora bien, si g : U ′ → V ′ es otro sistema de oordenadas alrededor de
x, tal que g(b) = x, entonces existen w1 , . . . , wp ∈ Rkb tales que
g∗ (b)(wi ) = vi ,
para cada i = 1, . . . p. Entonces
ω(x)(v1 , . . . , vp ) = g∗ (ω)(w1 , . . . , wp ).
Nota que, para cada i = 1, . . . p,
ui = (f∗ (a))−1 (vi ) = (f∗ (a))−1 ◦ g∗ (b)(wi ) = (f −1 ◦ g)∗ (b)(wi ),
210 11. Orientación

y, además, a = f −1 ◦ g(b).
Por lo tanto, tenemos que f ∗ ω y g∗ ω están relacionadas por
(11.1) g∗ ω = (f −1 ◦ g)∗ f ∗ ω
por lo que entonces f ∗ ω y g∗ ω son iguales módulo el isomorfismo
(f −1 ◦ g)∗ : Λp (Rka ) → Λp (Rkb )
dentre p-formas en Rka y p-formas en Rkb .
El siguiente teorema nos permitirá extender la definición del operador
diferencial de formas en M .
Teorema 11.4. Sea ω una p-forma diferencial en la variedad diferenciable
M . Entonces existe una única (p + 1)-forma diferencial dω tal que, para todo
sistema de coordenadas f : U → V alrededor de un punto en M ,
f ∗ (dω) = d(f ∗ ω).

Demostración. Sean x ∈ M , v1 , . . . , vp+1 ∈ Mx , y un sistema de coor-


denadas f : U → V alrededor de x tal que f (a) = a. Entonces existen
u1 , . . . , up+1 ∈ Rka tales que f∗ (ui ) = vi para cada i = 1, . . . p + 1. Definimos
entonces
dω(x)(v1 , . . . , vp+1 ) = d(f ∗ ω)(a)(u1 , . . . , up+1 ),
Claramente, esta definición satisface que f ∗ (dω) = d(f ∗ ω), por lo que sólo
es necesario mostrar que está bien definida.
Si g : U ′ → V ′ es otro sistema de coordenadas alrededor de x, y digamos
g(b) = x, sean w1 , . . . , wp+1 ∈ Rkb tales que g∗ (wi ) = vi para cada i =
1, . . . , p + 1. Entonces por la ecuación (11.1) se tiene que

d(g∗ ω)(b)(w1 , . . . , wp+1 ) = d (f −1 ◦ g)∗ f ∗ ω (b)(w1 , . . . , wp+1 )
= (f −1 ◦ g)∗ d(f ∗ ω)(b)(w1 , . . . , wp+1 )
= d(f ∗ ω)(a)(u1 , . . . , up+1 ),
ası́ que la definición de dω es independiente del sistema de coordenadas. 

2. Orientación
En esta sección definimos una orientación en una variedad diferenciable,
extendiendo el concepto de orientación en Rn .
Recordemos que una orientación en un espacio vectorial V de dimensión
n es una clase de equivalencia de bases ordenadas [v1 , . . . , vn ], donde
[v1 , . . . , vn ] ∼ [u1 , . . . , un ]
si y sólo si
Φ(v1 , . . . , vn ) · Φ(u1 , . . . , un ) ≥ 0
2. Orientación 211

para toda Φ ∈ Λn (V ); es decir, Φ(v1 , . . . , vn ) y Φ(u1 , . . . , un ) tienen el mismo


signo para cualquier Φ ∈ Λn (V ). Entonces, cada espacio vectorial V tiene
dos orientaciones posibles.
Definición 11.5. Sea M una variedad diferenciable en Rn de dimensión k.
Para cada x ∈ M , escogemos una orientación de Mx , la cual denotaremos
por µx .
Decimos que la selección {µx }x∈M es consistente si, para cada x ∈ M ,
existe un sistema coordenado f : U → V tal que, para cada y ∈ U ,
µf (y) = [f∗ ((e1 )y ), . . . , f∗ ((ek )y )].
Si es posible elegir orientaciones consistentes en M , decimos que M es orien-
table, y una particular selección {µx } se le denomina orientación de M , la
cual denotaremos simplemente por µ.

Si µ es una orientación de M y el sistema coordenado f : U → V satisface


µf (y) = [f∗ ((e1 )y ), . . . , f∗ ((ek )y )]
para todo y ∈ U , decimos que f preserva orientación.
Ejemplo 11.6 (La esfera S2 ). Consideremos la esfera S2 en R3 . Para cada
punto (x, y, z) ∈ S2 , z 6= ±1, escogemos la orientación
" y  
xz
 #
µ(x,y,z) = −x ,  yz 
0 (x,y,z) z 2 − 1 (x,y,z)
En los polos (0, 0, 1) y (0, 0, −1) escogemos
" 1   
1 #
µ(0,0,1) = −1 , 1
0 (0,0,1) 0 (0,0,1)
y
" 1 1
  #
µ(0,0,−1) = 1 , −1 .
0 (0,0,−1) 0 (0,0,−1)
Mostraremos que esta selección de orientaciones en S2 es consistente y, por
lo tanto, S2 es orientable.
Sea (x0 , y0 , z0 ) ∈ S2 . Supondremos, sin pérdida de generalidad, que z0 >
0. Sea f : U → V el sistema coordenado en S2 , definido en el ejemplo 10.9,
con
U = {(x, y) ∈ R2 : x2 + y 2 < 1}, V = R3 ,
y p
f (x, y) = (x, y, 1 − (x2 + y 2 )).
212 11. Orientación

Entonces, para cada (x, y) ∈ U , tenemos que comparar


" D f 1 (x, y) 
D2 f 1 (x, y)
 #
1
[f∗ ((e1 )(x,y) ), f∗ ((e2 )(x,y) )] = D1 f (x, y)
2 , D2 f (x, y)
2
3
D1 f (x, y) f (x,y) D2 f 3 (x, y) f (x,y)

con µf (x,y) definida anteriormente.


Para esto, escogemos la 2-forma diferencial ω dada por

ω = xdy ∧ dz + ydz ∧ dx + zdx ∧ dy,

para cada (x, y, z) ∈ S2 . Notamos que, si u, v ∈ S2(x,y,z), entonces


 
x u1 v 1
ω(x, y, z)(u, v) = det y u2 v 2  .
z u3 v 3

Si z 6= ±1, entonces
   !
y xz
ω(x, y, z) −x ,  yz  = x2 + y 2 > 0,
0 (x,y,z) z 2 − 1 (x,y,z)

mientras que
    !
1 1
ω(0, 0, 1) = −1 , 1 =2
0 (0,0,1) 0 (0,0,1)

y
    !
1 1
ω(0, 0, −1) = 1 , −1 = 2,
0 (0,0,−1) 0 (0,0,−1)

por lo que, en particular, ω es positiva en las orientaciones µf (x,y) , para


todo (x, y) ∈ U . Por lo tanto, tenemos que mostrar que ω es positiva en en
[f∗ ((e1 )(x,y) ), f∗ ((e2 )(x,y) )], es decir

ω(f (x, y))(f∗ ((e1 )(x,y) ), f∗ ((e2 )(x,y) )) 6= 0

para todo (x, y) ∈ U . Pero,


   
1 0
 0   1 
f∗ ((e1 )(x,y) ) = 
 x
 , f∗ ((e2 )(x,y) ) = 
  y


−p −p
2 2
1 − (x + y ) 2 2
1 − (x + y )
2. Orientación 213

y por lo tanto
w(f (x, y))(f∗ ((e1 )(x,y) ), f∗ ((e2 )(x,y) ))
 
x 1 0
 y 0 1 
= det p x y


1 − (x2 + y 2 ) − p −p
1 − (x2 + y 2 ) 1 − (x2 + y 2 )
1
=p > 0.
1 − (x2 + y 2 )
Ejemplo 11.7 (Banda de Möbius). La banda de Möbius es el conjunto

M = f ([−1, 1] × [0, 2π]),

donde f : [−1, 1] × [0, 2π] → R3 está dada por



f (r, θ) = (4 + r cos(θ/2)) cos θ, (4 + r cos(θ/2)) sen θ, r sen(θ/2) .

M no es una variedad orientable.

Figura 2. La banda de Möbius no es una variedad orientable

Si f : U → V y g : U ′ → V ′ , son dos sistemas coordenados que preservan


orientación y f (a) = g(b) = x, entonces

[f∗ (e1 )a , . . . , f∗ (ek )a ] = [g∗ (e1 )b , . . . , g∗ (ek )b ].

Es decir, si escribimos cada vector g∗ (ei )b ∈ Mx en la base [f∗ (e1 )a , . . .,


f∗ (ek )a ], digamos
k
X
g∗ (ei )b = αij f∗ (ej )a ,
j=1
214 11. Orientación

entonces det(αij ) > 0. Sin embargo, para cada i,


k
X k
X
(ei )b = αij g∗−1 f∗ (ej )a = αij (g−1 ◦ f )∗ (ej )a ,
j=1 j=1

por la regla de la cadena y, entonces


[(e1 )b , . . . , (ek )b ] = [(g−1 ◦ f )∗ (e1 )a , . . . , (g−1 ◦ f )∗ (ek )a ],
es decir, det(g−1 ◦ f )′ (a) > 0.
Esto motiva el siguiente teorema.
Teorema 11.8. Sea M ⊂ Rn una variedad diferenciable de dimensión k.
Si existe una colección fα : Uα → Vα de sistemas coordenados en M tal que
1. la colección {Vα } es una cubierta de M ; y
2. si Vα ∩ Vβ 6= ∅, entonces det(fβ−1 ◦ fα )′ (y) > 0 para cada y ∈
fα−1 (Uβ ),
entonces M es orientable.

Demostración. Construı́mos la orientación µ en M de la siguiente forma:


para x ∈ M , escogemos α tal que x ∈ Vα , lo cual es posible porque {Vα }
es una cubierta de M , y entonces seleccionamos la orientación de Mx dada
por, si x = fα (a),
µx = [(fα )∗ (e1 )a , . . . , (fα )∗ (ek )a ].
Sólo tenemos que mostrar que µx está bien definida, es decir, si β es tal que
x ∈ Vβ , entonces
[(fα )∗ (e1 )a , . . . , (fα )∗ (ek )a ] = [(fβ )∗ (e1 )b , . . . , (fβ )∗ (ek )b ],
si x = fβ (b). Pero, por las observaciones anteriores, esto es equivalente a
det(fβ−1 ◦ fα )′ (a) > 0, lo cual es una de las hipótesis del teorema.
Entonces µ está bien definida, y obviamente es consistente, por su cons-
trucción. 

3. Orientación inducida en ∂M
En esta sección estudiaremos la orientación inducida en la frontera de
una variedad. En particular, mostraremos que, si M es una variedad orien-
table con frontera ∂M , entonces ∂M es también orientable.
Sea M ⊂ Rn una variedad diferenciable de dimensión k con frontera
∂M 6= ∅, y sea x ∈ ∂M . (∂M )x es un subespacio de dimensión k − 1 de Mx ,
ası́ que (∂M )⊥ ⊥
x es de dimensión 1. Entonces existen 2 vectores u, v ∈ (∂M )x
tales que |u| = |v| = 1, y de hecho u = −v.
3. Orientación inducida en ∂M 215

Sea f : U → V un sistema de coordenadas alrededor de x, f (a) = x y


sean û, v̂ ∈ Rka tales que f∗ (û) = u y f∗ (v̂) = v. Como û = −v̂, sólo uno de
ellos satisface ubk < 0 ó vbk < 0, como se ve en la figura 3.

M
U ^
u
u
^
v
v
V
Figura 3. Definición del vector normal en x ∈ ∂M . u, v ∈ (∂M )⊥
x, y
û, v̂ satisfacen f∗ (û) = u y f∗ (v̂) = v.

Si v̂ k < 0, entonces definimos el vector unitario normal en x como


f∗ (v̂) = v, y lo denotamos por νx .
Proposición 11.9. La definición del vector unitario nomral νx es indepen-
diente del sistema de coordendas.

Demostración. Sean f : U → V y g : U ′ → V dos sistemas coordenados


alrededor de x ∈ ∂M , x = f (a) = g(b), y suponemos que f∗ (v̂) = v ∈ (∂M )⊥
x
y v̂ k < 0. Sea w = g∗−1 (v). Vamos a demostrar que wk < 0.
Primero, observamos que
w = g∗−1 ◦ f∗ (v̂) = (g−1 ◦ f )∗ (v̂),
y entonces
k
X
k
w = Dj (g−1 ◦ f )k v̂ j .
j=1

Pero, para todo (y 1 , . . . , y k−1 , 0) ∈ U,


(g−1 ◦ f )k (y 1 , . . . , y k−1 , 0) = 0,
ası́ que, para j = 1, . . . , k − 1, Dj (g−1 ◦ f )k (a) = 0.
Ahora bien, como (g−1 ◦ f )(U ∩ Hk ) ⊂ Hk , entonces
Dk (g−1 ◦ f )k (a) > 0
y por lo tanto
wk = Dk (g−1 ◦ f )k (a)v k < 0.

216 11. Orientación

Sea M ⊂ Rn una variedad orientable de dimensión con frontera ∂M , y


sea µ una orientación en M .
Para cada x ∈ ∂M , sea νx el vector unitario normal en x y tomamos
una base ordenada {v1 , . . . , vk−1 } de ∂Mx tal que
[νx , v1 , . . . , vk−1 ] = µx .
Entonces [v1 , . . . , vk−1 ] define una orientación en ∂Mx . A esta orientación la
llamamos ∂µx .
Observación 11.10. La orientación ∂µx definida anteriormente es indepen-
diente de la base v1 , . . . , vk−1 . Es deir, si escogemos otra base w1 , . . . , wk−1
de ∂Mx tal que [νx , w1 , . . . , wk−1 ] = µx , entonces
[w1 , . . . , wk−1 ] = [v1 , . . . , vk−1 ].
(Ejercicio 8.)
Ejemplo 11.11 (La bola B3 ). La bola B3 ⊂ R3 es una variedad diferen-
ciable de dimensión 3 con frontera ∂B3 = S2 , como lo habı́amos observado
anteriormente. Además, en el ejemplo 10.9, observamos que
  

 x 

2 ⊥
(S(x,y,z) ) = gen y  .

 z 

(x,y,z)

Entonces, si escogemos en cada B3(x,y,z) = R3(x,y,z) la orientación estándar de


R3(x,y,z) (regla de la mano derecha), entonces, como
 
x y xz
det y −x yz  = x2 + y 2 > 0
z 0 z −12

si z 6= ±1, y
   
0 1 1 0 1 1
det 0 −1 1 = det  0 1 −1 = 2 > 0,
1 0 0 −1 0 0
entonces, la orientación del ejemplo 11.6 es la orientación inducida en S2 =
∂B3 por la regla de la mano derecha en B3 .

La orientación inducida en la esfera en el ejemplo anterior es consistente,


como lo verificamos en el ejemplo 11.6. En general, la orientación inducida
en ∂M es consistente, como lo muestra la siguiente proposición.
Proposición 11.12. Sea M ⊂ Rn una variedad diferenciable de dimensión
k con frontera ∂M , y sea µ una orientación en M . Entonces la selección
{∂µx } es consistente en ∂M . En otras palabras, ∂M es orientable, con orien-
tación ∂µ.
Ejercicios 217

Proposición 1.4. Para cada x ∈ ∂M , escogemos un sistema de coordena-


das fx : Ux → Vx , U ⊂ Rk , alrededor de x que preserva orientación. Es
decir,
[(fx )∗ (e1 )y , . . . , (fx )∗ (ek )y ] = µf (y) ,
para cada y ∈ U .
Entonces, los fx , x ∈ ∂M , inducen sistemas coordenados f˜x : Ũx → Ṽx
tales que {Ṽx }x∈∂M es una cubierta de ∂M y, si Ṽx1 ∩ Ṽx2 ∩ ∂M 6= ∅,
det((fx−1
2
◦ fx1 )′ (y)) > 0
para todo y ∈ fx−1
1
(Ux2 ). Entonces, por el teorema 11.8, ∂M es orientable, y
basta con observar que
∂µfx (y) = (−1)k [(fx )∗ (e1 )y , . . . , (fx )∗ (ek−1 )y ],
para cada y ∈ Vx ∩ ∂M . 

Ejercicios

En los ejercicios 1-5, considera el cilindro infinito


C = {(x, y, z) ∈ R3 : x2 + y 2 = 1}.
1. Muestra que la función


y
F (x, y, z) = −x , (x, y, z) ∈ C
1 (x,y,z)

es un campo vectorial en C.
2. Muestra que la selección
    
0 y
 
µ(x,y,z) = 0 , −x 
1 (x,y,z) 0 (x,y,z)

define una orientación en C.


3. Muestra que C es la frontera del tubo
T = {(x, y, z) ∈ R3 : x2 + y 2 ≤ 1}.
4. Calcula ν(x,y,z) para cada C = ∂T .
5. Muestra que la orientación estándar (regla de la mano derecha) en el
tubo T induce en C = ∂T la orientación µ del ejercicio 2.
218 11. Orientación

6. Considera ahora el cilindro finito C dado por


C = {(x, y, z) ∈ R3 : x2 + y 2 = 1, 0 ≤ z ≤ 1}.
(Cf. ejercicio 12 del capı́tulo 10.) Calcula la orientación inducida en ∂C
por la orientación µ del ejercicio 2. (Nota que ∂C no es conexa.)
7. Da un ejemplo de una variedad M no orientable tal que su frontera ∂M
es orientable.
8. Sea V un espacio vectorial de dimensión n, u ∈ V y W = {u}⊥ . Muestra
que si {u1 , . . . , un−1 } y {v1 , . . . , vn−1 } son dos bases de W tales que
[u, u1 , . . . , un−1 ] = [u, v1 , . . . , vn−1 ],
entonces
[u1 , . . . , un−1 ] = [v1 , . . . , vn−1 ].
(Sugerencia: Escribe cada vi en la base {uj } y muestra que el determi-
nante de la matriz de cambio de base es positivo.)
Capı́tulo 12

El teorema de Stokes

1. Integración de formas en variedades


En esta sección definimos la integral de una k-forma diferencial ω defi-
nida en una variedad diferenciable M en Rn de dimensión k, extendiendo
la integral de ω sobre k-cubos en M por medio de particiones de la unidad.
Primero, recordemos la definición de integral sobre un cubo
Si ω es una k-forma diferencial en M , y c : [0, 1]k → M es un k-cubo
continuamente diferenciable, definimos la integral de ω sobre c como
Z Z
ω= c∗ ω.
c [0,1]k

Ahora bien, si supp ω ⊂ c([0, 1]k ), entonces definimos


Z Z
(12.1) ω = ω.
M c

Ahor bien, en la ecuación 12.1, debemos asegurarnos de que la integral


sobre M es independiente del cubo c sobre el que integramos la forma ω,
siempre que supp ω ⊂ c([0, 1]k ). Parte de este problema nos lleva a requerir
condiciones de orientación.
Definición 12.1. Sea M ⊂ Rn una variedad diferenciable de dimensión k
con orientación µ. Decimos que un k-cubo c : [0, 1]k → M continuamen-
te diferenciable preserva orientación si, para cada y ∈ [0, 1]k , los vectores
c∗ ((e1 )y ), . . . c∗ ((ek )y ) forman una base de Mc(y) y
[c∗ ((e1 )y ), . . . c∗ ((ek )y )] = µc(y) .

Notemos que, si un cubo c preserva orientación, entonces es inyectivo y


su Jacobiano c′ (y) tiene rango k en cada punto y ∈ [0, 1]k .

219
220 12. El teorema de Stokes

Teorema 12.2. Sean c1 , c2 : [0, 1]k → M dos k-cubos continuamente di-


ferenciables en la variedad diferenciable orientable M de dimensión k tales
que preservan orientación. Si ω es una k-forma diferencial en M tal que
supp ω ⊂ c1 ([0, 1]k ) ∩ c2 ([0, 1]k ),
entonces Z Z
ω= ω.
c1 c2

Demostración. Notamos primero que, por la proposición 7.28, tenemos


que Z Z Z
ω= ∗
c1 ω = (c−1 ∗ ∗
2 ◦ c1 ) c2 ω.
c1 [0,1]k [0,1]k

Además, como c1 y c2 preservan orientación, c−1


2 ◦ c1 es un difeomorfismo,
−1 −1
y det(c2 ◦ c1 ) (y) > 0 en cada punto y ∈ c1 (c2 ([0, 1]k )).

Ahora bien, si escribimos


c∗2 ω = f dx1 ∧ dx2 ∧ . . . ∧ dxk = dx
y
c−1
2 ◦ c1 = g,
entonces
(c−1 ∗ ∗ ∗
2 ◦ c1 ) c2 ω = g (f dx).
Por lo tanto
(c−1 ∗ ∗ ′
2 ◦ c1 ) c2 ω = f ◦ g(det g )dx,
y, como det g′ > 0,
(c−1 ∗ ∗ ′
2 ◦ c1 ) c2 ω = f ◦ g| det g |dx.

Ası́ que, por el teorema de cambio de variable (teorema 6.22),


Z Z Z
−1 ∗ ∗ ′
(c2 ◦ c1 ) c2 ω = f ◦ g| det g |dx = f dx
[0,1]k [0,1]k [0,1]k
Z Z
= c∗2 ω = ω.
[0,1]k c2

El teorema 12.2 es la generalización de la proposición 9.17 de indepen-


dencia de parametrización de integrales de lı́nea.
Observación 12.3. Sea M es una variedad diferenciable y orientable de
dimensión k. Entonces existen sistemas coordenados fα : Uα → Vα que
preservan orientación tales que
1. {Vα } es una cubierta de M ;
1. Integración de formas en variedades 221

2. para cada α, existe un k-cubo cα : [0, 1]k → Rn que preserva la


orientación de M y tal que Vα ∩ M ⊂ cα ([0, 1]k ); y
3. si cα ([0, 1]k ) ∩ ∂M 6= ∅, entonces cα ([0, 1]k ) ∩ ∂M = c(k,0) ([0, 1]k−1 ).
Para mostrar la existencia de la colección {fα } tomamos, para cada x ∈ M ,
un sistema coordenado f˜x : Ux′ → Vx′ tal que preserva orientación.
Suponemos primero que x 6∈ ∂M . Entonces podemos suponer que
Vx′ ∩ ∂M = ∅.
Como Ux′ es abierto, si f˜x (a) = x, existe un rectángulo cerrado R ⊂ Ux′ tal
que a ∈ R0 , el interior de R (véase la figura 1). Si ψ es el difeomorfismo

~
fx
M

R U’x
a
V’x x
Vx

1
fx = fxo ψ
Ux

Figura 1. Restricción del sistema f˜x : Ux′ → Vx′ al sistema coordenado


fx : Ux → Vx , donde Ux ⊂ [0, 1]k .

lineal tal que ψ([0, 1]k ) = R, entonces definimos


cx = f˜x ◦ ψ, Ux = (0, 1)k ,
y fx : Ux → Vx como fx = cx |Ux , donde Vx es tal que fx (Ux ) = Vx ∩ M (ejer-
cicio 1). La colección {Ux }M satisface entonces las propiedades requeridas.
Ahora bien, si x ∈ ∂M , entonces, si f˜x (a) = x, entonces existe un
rectángulo cerrado R ⊂ Ux′ de la forma
R = S × [−ε, ε],
donde S es un rectángulo cerrado en Rk−1 y ε > 0, y a ∈ S × {0} (porque
ak = 0). De nuevo, si ψ es el difeomorfismo lineal tal que
 
ψ [0, 1]k−1 × [−1, 1] = R y ψ [0, 1]k−1 × [0, 1] = S × [0, ε],
(como en la figura 2) entonces tomamos
222 12. El teorema de Stokes

~
fx
M

U’x

a
R x
Vx
V’x

fx = fxo ψ

1
Ux

−1

Figura 2. Restricción del sistema f˜x : Ux′ → Vx′ al sistema coordenado


fx : Ux → Vx , donde Ux ∩ Hk ⊂ [0, 1]k .

cx = f˜x ◦ ψ|[0,1]k , Ux = (0, 1)k−1 × (−1, 1),


y fx : Ux → Vx , donde
fx = f˜x ◦ ψ|(0,1)k−1 ×(−1,1)
y Vx es tal que fx (Ux ∩ Hk ) = Vx ∩ M .

La observación 12.3 nos permite extender la definición 12.1 a formas ω


más generales sobre M ó sobre ∂M .
Definición 12.4. Sea M ⊂ Rn una variedad diferenciable, orientable, de
dimensión k, y sea ω una k-forma diferencial de clase C 1 en M . Sea {fα :
Uα → Vα } una colección de sistemas coordenados como en la observación
12.3, y sea F una partición de la unidad en M subordinada a la cubierta
Vα .
Definimos entonces la integral de ω en M como
Z XZ
(12.2) ω= φ · ω.
M φ∈F M

La integral en (12.2) está bien definida siempre y cuando la serie del lado
izquierdo converge absolutamente. En tal caso, además, es idependiente de
la partición F.
2. El teorema de Stokes 223

Ahora bien consideremos una (k − 1)-forma diferencial η de clase C 1 en


M , y supongamos que

supp η ⊂ c (0, 1)k−1 × [0, 1) ,
donde c es un k-cubo en M tal que c([0, 1]k ) ∩ ∂M = c(k,0) ([0, 1]k−1 ). Es
decir, η ≡ 0 en las caras de c, excepto a lo más en la cara c(k,0) , la que
interseca a la frontera de M . Definimos entonces
Z Z
η = (−1)k η.
∂M c(k,0)

Notamos que, como X


∂c = (−1)j+α c(j,α) ,
1≤j≤k
α=0,1
y η ≡ 0 en las caras de c distintas de c(k,0) , entonces
Z Z Z Z
k
η= η = (−1) η= η.
∂c (−1)k c(k,0) c(k,0) ∂M

Para el caso general, definimos entonces de la siguiente manera la integral


de una forma en la frontera de una variedad.
Definición 12.5. Sea M ⊂ Rn una variedad diferenciable, orientable, de
dimensión k, y sea η una (k−1)-forma diferencial de clase C 1 en M . Sea {fα :
Uα → Vα } una colección de sistemas coordenados como en la observación
12.3, y sea F una partición de la unidad en M subordinada a la cubierta
Vα .
Definimos entonces la integral de η en ∂M como
Z XZ
(12.3) η= φ · η.
∂M φ∈F ∂M

De nuevo, (12.3) está bien definida si la serie de la derecha converge


absolutamente, y es independiente de la partición de la unidad. Desde luego,
(12.3) también tiene sentido si η sólo está definida en la frontera ∂M de M .

2. El teorema de Stokes
Estamos entonces listos para enunciar y demostrar el teorema de Stokes,
en su versión más general.
Teorema 12.6 (Stokes). Sea M ⊂ Rn una variedad diferenciable, compacta
y orientable de dimensión k, y ω una (k − 1)-forma diferencial de clase C 1
en M . Entonces Z Z
dω = ω.
M ∂M
224 12. El teorema de Stokes

Demostración. Supongamos primero que


supp ω ⊂ c((0, 1)k ) ⊂ M \ ∂M,
es decir, el soporte de ω está contenido en un k-cubo en M \ ∂M . En tal
caso, por el teorema de Stokes en cubos,
Z Z Z
dω = dω = ω = 0.
M c ∂c

Ahora bien, como supp ω ⊂ M \ ∂M ,


Z
ω = 0,
∂M
por lo que podemos concluı́r que
Z Z
dω = ω.
M ∂M

Supongamos ahora que


supp ω ⊂ c([0, 1]k ),
y el k-cubo en M c satisface
c([0, 1]k ) ∩ ∂M = c(k,0) ([0, 1]k−1 ).
Entonces, en tal caso, por el teorema de Stokes en cubos otra vez,
Z Z Z Z
dω = dω = ω= ω.
M c ∂c ∂M

Finalmente, en el caso general, tomamos una colección del sistemas coor-


denados {fα : Uα → Vα } como en la observaicón 12.3, y sea F una partición
de la unidad de M subordinada a la cubierta {Vα }. Entonces
Z XZ
(12.4) dω = ϕdω.
M φ∈F M

Como M es compacto, podemos suponer que {Vα }, y por lo tanto X F, es


finito, por lo que la suma en (12.4) es finita. Ahora bien, como φ ≡ 1,
φ∈F
X X 
dφ = d φ = d(1) = 0,
φ∈F φ∈F

donde hemos usado el hecho que la suma tiene sólo un número finito de
sumandos. Entonces, por las propiedades básicas del diferencial exterior,
X X X
d(φω) = (dφ ∧ ω + φdω) = φdω.
φ∈F φ∈F φ∈F
3. Volumen 225

Por lo tanto, como cada (k − 1)-forma diferencial φω cae en alguno de los


casos considerados anteriormente,
Z XZ XZ XZ Z
dω = φdω = d(φω) = φω = ω.
M φ∈F M φ∈F M φ∈F ∂M ∂M

3. Volumen
Las versiones clásicas del teorema del Stokes involucran el llamado ele-
mento de volumen de una variedad, el cual mide el “diferencial” de volumen
(longitud, área, en dimensiones 1 y 2, respectivamente) en cada punto de la
variedad. En esta sección estudiamos dicho cambio de volumen, y lo calcu-
laremos explı́citamente en algunos casos particulares.
Sea M ⊂ Rn una variedad diferenciable de dimensión k con orientación
µ. Recordemos que, para cada x ∈ M , Mx ⊂ Rnx es un espacio vectorial (de
dimensión k) con producto interno dado por
hux , vx i = u · v,
donde · denota el producto punto en Rn .
Este producto interno y la orientación µx definen una única ω(x) ∈
Λk (Mx ) tal que, para cada base ortonormal u1 , u2 , . . . , uk de Mx tal que
[u1 , . . . , uk ] = µx , tenemos que
ω(x)(u1 , u2 , . . . , uk ) = 1.
La k-forma diferencial ω es llamada el elemento de volumen, y se denota por
dV .
Si k = 1, dV es llamado comúnmente elemento de arco y se denota por
ds. Si k = 2, se le llama elemento de área, y se denota por dA.

Ejemplo 12.7. Si M es una variedad diferenciable de dimensión n en Rn ,


entonces
dV = dx1 ∧ . . . ∧ dxn ,
y se denota simplemente por dx.

Ejemplo 12.8 (Elemento de arco). Sea M ⊂ Rn una variedad diferenciable


de dimensión 1, y sea γ : U → V un sistema coordenado en M . Entonces
p
γ ∗ ds(t) = ds(γ(t)) = (γ 1 )′ (t)2 + . . . + (γ n )′ (t)2 dt.
Para mostrar esto, consideremos el vector unitario Tx ∈ Mx , donde x =
γ(t0 ). Ası́ que ds(x) está dado por ds(x)(ux ) = hTx , ux i.
226 12. El teorema de Stokes

Ahora bien, como


 
(γ 1 )′ (t0 )
1  .. 
Tx = p  .  ,
1 ′ 2 n ′
(γ ) (t0 ) + . . . + (γ ) (t0 )2
n ′
(γ ) (t0 ) x
si λ ∈ R1t0 entonces
 
(γ 1 )′ (t0 )λ
 .. 
γ ∗ ds(t0 )(λt0 ) = ds(x)(Dγ(t0 )(λ)) = ds(x)  . 
(γ n )′ (t0 )λ
(γ 1 )′ (t0 )2 λ + . . . + (γ n )′ (t0 )2 λ
= p
(γ 1 )′ (t0 )2 + . . . + (γ n )′ (t0 )2
p
= (γ 1 )′ (t0 )2 + . . . + (γ n )′ (t0 )2 dt(λt0 ).

El cálculo del ejemplo anterior nos permite calcular la longitud de una


curva. Para cada 1-cubo γ en M (una curva), tenemos que su longitud L
está dada por
Z Z 1p
L = ds = (γ 1 )′ (t)2 + . . . + (γ n )′ (t)2 dt.
γ 0

Observación 12.9. Observamos que la función x 7→ Tx es un campo vec-


torial en M . De hecho este campo satisface, en cada punto de M ,
Ti ds = dxi .
Para verificar esto, sólo observemos que, si ux ∈ Mx , entonces existe α ∈ R
tal que ux = αTx . Entonces
Tix ds(x)(ux ) = Tix ds(x)(αTx ) = αTix = uix = dxi (ux ).
Ejemplo 12.10 (Elemento de área). Sea M ⊂ R3 una variedad diferenciable
de dimensión 2 con orientación µ. Calcularemos dA.
Sea x ∈ M , y escogemos una base {v1 , v2 } de Mx tal que
[v1 , v2 ] = µx .
Ahora, escogemos un vector unitario νx ∈ (Mx )⊥ ⊂ R3x tal que
[νx , v1 , v2 ]
es la orientación estándar de R3 , la regla de la mano derecha. Tal vector
es llamado el vector normal a la superficie M . Definimos entonces ω(x) ∈
Λ2 (Mx ) como 
ω(x)(u, v) = det νx u v .
Si u1 , u2 es una base ortonormal de Mx , entonces la matriz

νx u1 u2
3. Volumen 227

es ortogonal, por lo que, si


[u1 , u2 ] = µx ,
entonces su determinante es igual a 1. En tal caso,
ω(x)(u1 , u2 ) = 1,
y por lo tanto ω = dA, el elemento de área en M .

Notamos que podemos escribir


(12.5) dA(x)(ux , vx ) = νx · (u × v),
donde × es el producto cruz en R3 dado por
 2 3 
u v − u3 v 2
u × v =  u3 v 1 − u1 v 3  .
u1 v 2 − u2 v 1
Ahora bien, u × v es un vector ortogonal tanto a u y a v, por lo que, si
ux , vx ∈ Mx y [ux , vx ] = µx , entonces es un múltiplo positivo de νx , y de
hecho
u × v = |u × v|νx
ası́ que
dA(x)(ux , vx ) = |u × v|.
Recordemos que esta es fórmula calcula el área del paralelogramo en R3
formado por los dos vectores u y v.
La fórmula (12.5) y el cálculo explı́cito de las componentes de u × v nos
hacen notar que
(12.6) dA = ν 1 dy ∧ dz + ν 2 dz ∧ dx + ν 3 dx ∧ dy.

Si c : [0, 1]2 → M es un cuadrado en M que preserva orientación, su área


está dada por Z Z
dA = c∗ (dA).
c [0,1]2
Explı́citamente, si a ∈ 2
[0, 1] ,
c∗ (dA)((e1 )a , (e2 )a ) = dA(c(a))(c∗ (e1 ), c∗ (e2 ))
= |(D1 c1 (a), D1 c2 (a), D1 c3 (a)) × (D2 c1 (a), D2 c2 (a), D2 c3 (a))|.
Si c describe la gráfica de una función f : [0, 1]2 → R, entonces
c(x, y) = (x, y, f (x, y)),
y en tal caso tenemos
p
c∗ dA = |(1, 0, D1 f ) × (0, 1, D2 f )|dx ∧ dy = 1 + (D1 f )2 + (D2 f )2 dx ∧ dy.
228 12. El teorema de Stokes

Por lo tanto, el área de c es igual a


Z Z p
dA = 1 + (D1 f )2 + (D2 f )2 .
c [0,1]2

También tenemos un resultado análogo a la observación 12.9, el cual


enunciamos como una proposición.

Proposición 12.11. Sea M ⊂ R3 una variedad diferenciable de dimensión


2, con orientación µ. Si νx es el vector normal a M en cada x ∈ M y dA
es el elemento de área, entonces

ν 1 dA = dy ∧ dz,
ν 2 dA = dz ∧ dx,
ν 3 dA = dx ∧ dy.

Demostración. Sea x ∈ M y ux , vx ∈ Mx . Notemos que νxi = ei · νx , donde


e1 , e2 , e3 forman la base estándar de R3 . Entonces, como u × v = ανx , para
algún α ∈ R,

νxi dA(x)(ux , vx ) = νxi νx · (u × v) = νxi νx · ανx = ανxi


= ei · (ανx ) = ei · (u × v).

La proposición 12.11 se sigue entonces de observar cada una de las compo-


nentes de u × v. 

Si M ⊂ Rn es una variedad diferenciable de dimensión k compacta y


orientable, entonces definimos su volumen como
Z
(12.7) V (M ) = dV.
M

Como M es compacto, entonces la integral en (12.7) converge y, por lo


tanto, está bien definida. En los casos k = 1 y k = 2, V (M ) es llamado la
longitud de M y el área de M , respectivamente, y se denotan por L(M ) y
A(M ).
Notamos que, si k = n, entonces V (M ) coincide con la medida de Jordan
de M .

Ejemplo 12.12. Consideramos la esfera S2 ⊂ R3 , y el cuadrado

c(θ, ϕ) = (cos 2πθ sen πϕ, sen 2πθ sen πϕ, cos πϕ),
4. Los teoremas clásicos 229

definido en [0, 1]2 . Entonces

c∗ (dA)(θ, ϕ) = 2π 2 sen πϕ
|(− sen 2πθ, cos 2πθ, 0) × (cos 2πθ cos πϕ, sen 2πθ cos πϕ, − sen πϕ)|dθ ∧ dϕ
= 2π 2 sen πϕ|(− cos 2πθ sen πϕ, − sen 2πθ sen πϕ, − cos πϕ)| dθ ∧ dϕ
= 2π 2 sen πϕ dθ ∧ dϕ.

Como c es inyectivo en [0, 1)2 , y su imagen es S2 , tenemos entonces que


Z Z Z 1Z 1
A(S2 ) = dA = 2π 2 sen πϕ dθ ∧ dϕ = 2π 2 sen πϕ dϕdθ = 4π.
S2 [0,1]2 0 0

4. Los teoremas clásicos


Ahora sı́ estamos listos para enunciar y mostrar los teoremas clásicos del
análisis vectorial. Empezamos por el teorema de Green.

Teorema 12.13 (Green). Sea M ⊂ R2 una variedad diferenciable de dimen-


sión 2 compacta, y P, Q : M → R continuamente diferenciables. Entonces
Z Z 
∂Q ∂P 
P dx + Qdy = − dxdy.
∂M M ∂x ∂y

Demostración. Este teorema es sólo el teorema de Stokes aplicado a la


1-forma
ω = P dx + Qdy.
Ası́ que sólo tenemos que calcular dω. De hecho,
d(P dx + Qdy) = D2 P dy ∧ dx + D1 Qdx ∧ dy
= (D1 Q − D2 P )dx ∧ dy.

Por lo tanto el teorema se sigue directamente. 

A continuación enunciamos el teorema clásico de Stokes.

Teorema 12.14 (Stokes). Sea M ⊂ R3 una variedad diferenciable diferen-


ciable de dimensión 2 compacta y orientable. Sea T es el campo vectorial en
∂M tal que ds(Tx ) = 1 en cada x ∈ ∂M .
Si F es un campo vectorial continuamente diferenciable en M , entonces
Z Z
(curl F ) · νdA = F · Tds.
M ∂M
230 12. El teorema de Stokes

Demostración. Recordemos que las componentes del rotacional curl F son


las componentes de la 2-forma dωF . Ahora bien, por la proposición 12.11,
(curl F · ν)dA = (D2 F 3 − D3 F 2 )ν 1 dA + (D3 F 1 − D1 F 3 )ν 2 dA
+ (D1 F 2 − D2 F 1 )ν 3 dA
= (D2 F 3 − D3 F 2 )dy ∧ dz + (D3 F 1 − D1 F 3 )dz ∧ dx
+ (D1 F 2 − D2 F 1 )dx ∧ dy
= d(F 1 dx + F 2 dy + F 3 dz) = dωF .
Por lo tanto Z Z
(curl F ) · νdA = dωF .
M M

Ahor bien, por la observación 12.9,


F · Tds = F 1 T1 ds + F 2 T2 ds + F 3 T3 ds = F 1 dx + F 2 dy + F 3 dz = ωF ,
por lo que
Z Z
F · Tds = ωF .
∂M ∂M
El resultado se sigue entonces por el teorema de Stokes aplicado a la forma
ωF . 

Finalmente, tenemos el teorema de la divergencia de Gauss.


Teorema 12.15 (Gauss). Sea M ⊂ R3 una variedad diferenciable compacta
de dimensión 3. Sea F un campo vectorial en M continuamente diferencia-
ble. Entonces Z Z
div F dV = F · νdA.
M ∂M

Demostración. Recordemos que, como dV = dx, entonces


div F dV = d(∗ωF ),
donde ∗ es la transformación estrella de Hodge. Entonces, por la demostra-
ción del teorema anterior,
Z Z Z
div F dV = d(∗ωF ) = ∗ωF
M M ∂M
Z
= F 1 dy ∧ dz + F 2 dz ∧ dx + F 3 dx ∧ dy
Z∂M
= F · νdA.
∂M

Ejercicios 231

Ejercicios

1. Sea M una variedad diferenciable en Rn y f : U → V un sistema


coordenado en M . Muestra que, si U ′ ⊂ U es abierto, entonces existe un
abierto V ′ ⊂ V tal que V ′ ∩ M = f (U ′ ). (Sugerencia: f −1 : V ∩ M → U
es continua.)
2. Sea M ⊂ Rn una variedad diferenciable de dimensión n − 1 con orienta-
ción µ. Para cada x ∈ M , definimos el vector normal νx ∈ (Mx )⊥ como
el vector unitario tal que
[νx , v1 , . . . , vn−1 ]
es la orientación estándar de Rn , para cualquier base {v1 , . . . , vn−1 } de
Mx tal que
[v1 , . . . , vn−1 ] = µx .
Muestra que el elemento de volumen en M está dado por

dV (x)(u1 , . . . , un−1 ) = det νx u1 . . . un−1 .
3. Considera la variedad M = g−1 (0), donde g : A → R, A abierto en Rn ,
es continuamente diferenciable y g′ (x) 6= 0 en cada x ∈ A. Calcula dV
en M .
4. Considera la gráfica M de la función continuamente diferenciable f :
A → R, donde A es abierto en Rn . Muestra que, en M ,
p
f ∗ dV = 1 + (D1 f )2 + . . . + (Dn f )2 dx.
5. Calcula el elemento de área dA del cilindro
C = {(x, y, z) ∈ R3 : x2 + y 2 = 1}.
6. Calcula el área del cilindro compacto
C = {(x, y, z) ∈ R3 : x2 + y 2 = 1, 0 ≤ z ≤ 1}.

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