Los indicadores ácido-base son compuestos orgánicos de fórmula
compleja cuyo color cambia según el pH del medio en el que se encuentren. Son ácidos o bases débiles cuyas bases o ácidos conjugados poseen una estructura química diferente que hace que presenten un color diferente. Si consideramos un indicador genérico HIn de carácter ácido:
En las disoluciones ácidas la concentración de H3O+ es muy alta, por
lo que el equilibrio del indicador se desplaza hacia la izquierda y aparece el color A. En las disoluciones básicas, el equilibrio está desplazado hacia la derecha para que aumente la concentración de H3O+ y se obtiene el color B.
Se considera que para que el ojo humano aprecie con claridad la
diferencia entre los dos colores, la concentración de una forma debe ser entre 10 y 100 veces superior a la otra, por lo que el cambio de color se produce gradualmente en un intervalo de entre una y dos unidades de pH. El cambio de color de un indicador se denomina viraje y el intervalo de pH en el cual se produce es el intervalo de viraje, y es característico de cada indicador: Los indicadores de pH nos permiten determinar el punto final de una valoración. Para ello se debe hacer una correcta elección del indicador, de modo que: El punto de equivalencia debe encontrarse en el intervalo de viraje del indicador. Se deben utilizar cantidades muy pequeñas de indicador, para que no interfieran apreciablemente con los reactivos. El punto final se corresponde con el primer cambio neto de color detectable y persistente, durante al menos 20 o 30 segundos.
Los indicadores más comúnmente empleados son el rojo de metilo y