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autotratamiento de la
ansiedad social. Programas
1. TRATAMIENTOS PSICOLÓGICOS
Los tratamientos psicológicos empleados para la fobia social han pretendido reducir
los niveles de ansiedad del sujeto y la mejora de su funcionamiento en las relaciones
interpersonales, tal y como ya se expresó más arriba. Con estos objetivos, los tratamientos
psicológicos más estudiados han sido el de entrenamiento en habilidades sociales, las
técnicas de relajación, las de exposición, las de reestructuración cognitiva y la combinación
de estas dos últimas, es decir, exposición + reestructuración cognitiva.
• Habilidades sociales.
Las habilidades sociales se ha empleado como componente de tratamiento en el
ámbito de la FS tanto en la infancia como en la adolescencia, y sus fundamentos son
explicados mediante el supuesto que aquellos sujetos con FS presentan deficiencias o
carencias en el conocimiento de la estrategia social a emplear y/o en el grado de destreza de
la habilidad a poner en práctica. Las habilidades sociales como componente de tratamiento
poseen un amplio espectro en su uso. Sus diferentes parámetros tales como el formato
de entrenamiento o el contexto de su aplicación exigen una contextualización a las
características del sujeto o sujetos tratados. Son numerosos los programas de tratamiento
que integran como componentes elementos de la comunicación verbal y no-verbal y como
técnicas las de instrucciones, modelado y entrenamiento en resolución de problemas
sociales (Erwin, 1993). En todos casos, estos programas incorporan el ensayo de conducta,
reforzamiento positivo y retroalimentación o feedback (Caballo, 1995; Clark, 2001).
• Manejo de contingencias.
El manejo de contingencias es una técnica de tratamiento derivada de los principios
del condicionamiento operante y se fundamentan en la manipulación de las consecuencias
de la conducta para modificar sus parámetros de frecuencia, intensidad y duración. La
adquisición de las respuestas de aproximación a la situación que genera miedo es una
condición suficiente y lenta para eliminar el problema.
La eficacia del programa IAFS a corto plazo ha sido analizada por Olivares y García-
López (2001) en un estudio intrasujeto con una muestra de 11 personas con FSG, tomando
medidas generales de Fobia Social y las respuestas cognitivas y motoras que forman parte
de este trastorno fóbico. En estudios más recientes (Vallés, 2005), la eficacia del IAFS ha sido
probada en adolescentes fóbicos españoles frente a grupos de control activo (Estrategias
de aprendizaje) y control pasivo en lista de espera.
2.1.4. La comorbilidad
Los sujetos con FS suelen presentar asociados trastornos comórbidos tales como
depresión, trastornos de la personalidad por evitación, consumo abusivo de alcohol y drogas
entre otros (Botella et al., 2003), y esta comorbilidad ensombrece las perspectivas de éxito
en el tratamiento del trastorno (Salaberría y Echeburúa, 2003: 688). En el estudio llevado
a cabo por Erwin, Heimberg, Juster y Mindlin, (2002) no se hallaron evidencias de que la
depresión afectase a la eficacia del tratamiento, en este caso, terapia cognitivo-conductual.
Sin embargo, Chambless, Tran y Glass (1997) ya habían revelado con anterioridad que la
presencia de la depresión podría limitar la mejoría en la TCC para el trastorno de ansiedad
social.
Los sujetos que presentan un trastorno de la personalidad por evitación comórbido
se encuentran más deteriorados psicológicamente antes del tratamiento, sin embargo,
obtienen ganancias similares a las que consiguen los sujetos que no presentan este trastorno
comórbido (Van Velzen, Emmelkamp y Scholing, 1997; entre otros muchos). A juicio de
Luterek et al. (2003) tanto el trastorno comórbido de depresión como el de personalidad
evitativa, pueden necesitar un tratamiento más prolongado o más intenso para alcanzar
el nivel de respuesta que habitualmente se da en un sujeto con Fobia social sin otros
trastornos asociados.
3. SÍNTESIS
En concordancia con los datos expuestos en las investigaciones reseñadas podemos
establecer las siguientes conclusiones acerca de la eficacia terapéutica de los tratamientos
sobre la Fobia social:
1. Existe un número de tratamientos que han mostrado ser eficaces en el
tratamiento del trastorno, si bien de modo diferencial.
2. Los tratamientos psicológicos compuestos por entrenamiento en habilidades
sociales, entrenamiento en relajación y las terapias cognitivas solo han obtenido
un apoyo parcial cuando se han aplicado a la FS. Sin embargo, los tratamientos
de corte cognitivo-conductual sí han mostrado su efectividad.
3. Los trabajos en los que se han incluido seguimientos a medio y/o largo plazo
indican que el beneficio de los tratamientos psicológicos se mantienen o
continúan incrementándose una vez finalizada la intervención. De lo cual
puede inferirse que los sujetos, durante la fase de tratamiento, han aprendido
habilidades para afrontar las situaciones sociales ansiógenas y las ponen en
práctica durante la fase de seguimiento.
a) Los abandonos.
En algún momento los niveles de ansiedad pueden incrementarse significativamente,
cuando esto te ocurra practica la relajación muscular progresiva y ejercicios respiratorios.
Existe riesgo de que tengas tentación de abandonar este autotratamiento. Cuenta con que
eso te puede ocurrir pero que, finalmente, se impone tu sensatez y continuas haciendo los
ejercicios propuestos para mejorar tus relaciones sociales.
I. OBJETIVOS.
Se expresan las conductas que, como consecuencia de la práctica realizada en
la sesión de aprendizaje, se espera o se propone que deberán realizarse al término de la
misma. Son los propósitos deseables, las habilidades necesarias, los tipos de pensamientos
más adaptativos, los conocimientos básicos a adquirir, etc. En resumen, el conjunto de
comportamientos socialmente útiles para relacionarse con la mejor competencia personal
posible y con el mejor dominio y control de las situaciones sociales.
Propón tú mismo/a una situación social en la que estés con un grupo de gente en
la que haya algunas personas conocidas por ti. Estás manteniendo una conversación con
algunas de ellas. Tu atención se dirige a lo que estás diciendo, y miras a la cara de los
demás y observas como siguen con atención lo que estás explicando. Imagina una escena
parecida y centra tu atención en lo bien que lo estás haciendo.