reconocida por llevar en alto la cultura religiosa. Por otra parte la ciudad y su arquitectura llevan una gran influencia por aquellas creencias espirituales, tanto así que una gran parte del centro histórico está conformada por aquellas instituciones religiosas y espirituales.
Este concepto de divinidad a llevado a la ciudad a tener un crecimiento urbano a gran
escala, pero con el ideal de seguir el margen de generar arquitectura religiosa para suplir la necesidad espiritual de los habitantes de aquellos asentamientos urbanos. Ejemplo: Uno de los lugares más visitados de la ciudad, gira en torno a un parque público que cuenta con un gran equipamiento religioso y colinda por las instituciones más importantes de la ciudad como lo es la alcaldía, Gobernación y oficinas bancarias de la ciudad blanca. Esto indica que el nivel de diseño arquitectónico plasmado en la ciudad fue en gran inicio por las actividades y creencias espirituales de las personas. Así como se percibe una ciudad santa, también se encuentran diferentes puntos de vista que afirman todo lo contrario. A lo largo del tiempo y como es costumbre en gran parte de las ciudades que van a la par de la religión, cuentan con diferentes sectores que tienen el poder de traer personas es dirección contraria a la divinidad, y esto es algo con lo que ya se cuenta en la vida cotidiana de los payaneses, hacer el mal o pecar no solo implica no pertenecer o no creer en algo o alguien sino ir en contra de algo que se nos ha impuesto desde inicios de conquista hasta el momento. El pecado, se ve reflejado de muchas formas tomar, robar, asesinar. Esto no solo se ve en cierta época del año como la semana santa sino totalmente lo contrario, este tema se va desarrollando 365 días del año sin importar el horario. Cierto número de personas extranjeras llegan a la ciudad para apreciar la belleza de la ciudad santa pero no todo lo que ocurre o que alcanzamos a percibir va al hilo con la religión, en algún sitio restaurante, casa, en cualquier lugar siempre va a estar el pecado rondando para florecer, y es muy común en la ciudad donde hasta la mente más inofensiva termina dándole valor al deseo de pecar. Así como se cree en Dios, también hay un pequeño grupo de personas que creen en el diablo. CIUDAD SANTA Y EL PECADO EN POPAYAN