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VINOS Y LICORES
“El vino se asemeja a un ser viviente; está sujeto a una continua y constante
evolución; acerbo y áspero en su juventud, perfumado y fragante en su madurez,
disipado pero valioso en su vejez” (Autor desconocido)
Preparado por
GLADYS RAMÍREZ LÓPEZ
Profesora
UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA
FACULTAD DE QUÍMICA FARMACÉUTICA
DEPARTAMENTO DE FARMACIA
CURSO DE BROMATOLOGÍA
NOTAS DE CLASE
http://aprendeenlinea.udea.edu.co
INTRODUCCIÓN
En general los vinos y licores se pueden clasificar en uno de los siguientes grupos:
Bebidas fermentadas de origen frutícola.
Bebidas fermentadas de origen no frutícola.
Bebidas destiladas de origen frutícola.
Bebidas destiladas de origen no frutícola.
Sin importar el grupo al cual pertenezcan, todos estos productos deben sufrir una
fermentación de sus glúcidos, con un microorganismo apropiado que los transforme en
alcohol. El grado alcohólico y otros procedimientos serán los que le darán identidad a la bebida
haciéndola diferente de las demás.
1. BEBIDAS FERMENTADAS DE ORIGEN FRUTICOLA: EL VINO
1.1 Introducción
El vino es una bebida milenaria proveniente de la uva y sin lugar a dudas la más importante de
todas, es la única para la cual se acepta la denominación de vino; bebidas procedentes de otras
frutas se denominan con la palabra vino seguida del nombre de la fruta: vino de manzana, vino
de cerezas, vino de maracuyá, etc.
La Enología es la ciencia que estudia todos los aspectos referentes al vino, desde el cultivo de
la vid hasta la elaboración y controles finales del producto y la persona dedicada a esta ciencia,
se denomina enólogo.
Por costumbre, el vino se valora en el comercio tomando como base su graduación alcohólica;
por su específica constitución, el vino no debería ser valorado de esta manera. Esta evaluación,
por más que sostenida por las disposiciones legales que regulan dicho comercio, no
corresponde a un estudio racional del vino como producto alimenticio, toda vez que debe
considerarse como bebida nutritiva y no como esencia espirituosa, ya que en los países más
productores y consumidores de vino, éste ocupa un lugar importante como complemento de
la comida y no como bebida espiritosa. Una valoración en calorías daría una mejor idea del
valor nutritivo. El vino puede ser considerado como un alimento no solo por su aporte calórico
(7 Calorías/g de alcohol) sino porque además contribuye con minerales tales como sales de
sodio, potasio, hierro, vitaminas y azúcares necesarios para el organismo. Ocurre a menudo
que vinos considerados orgánicamente buenos, deben experimentar una elaboración especial
para que alcancen la graduación establecida por las disposiciones legales vigentes en
determinados países. La mayoría de las veces se obtiene así un vino que ha perdido las
características de origen porque han sido adulteradas o sustituidas por las del ingrediente
agregado.
1.2. Cultivo de la vid
La vid que normalmente se cultiva pertenece al orden de las Ramnales, familia de las Vitáceas,
subfamilia de las Ampelidáceas, género Vitis.
La planta se caracteriza por tener un aspecto trepador, corteza rugosa que fácilmente se
desgaja en largas tiras, cirros y zarcillos cuyo oficio es sujetar y sostener los sarmientos para
que no
arrastren por el suelo, las flores son de corola caduca. Las hojas son palmeadas, acorazonadas,
con 3 a 5 lóbulos y con bordes aserrados. El fruto es una baya redonda o elipsoidal que
contiene un variado número de semillas piriformes con la base más delgada; las flores primero
y luego las bayas están reunidas y apiñadas formando racimos.
Para la obtención del vino se utilizan principalmente las variedades: Vitis vinífera, cuyo cultivo
aún desde el siglo I de nuestra era, se extendía desde el valle del Rhin hasta las costas del
norte de Africa, pasando por los países del Mediterráneo. En América existen entre otras
variedades: Vitis rupestris, Vitis riparia, Vitis berlandieri, Vitis aestivalis y Vitis labrusca; estas
especies son resistentes a un pequeño pulgón, la filoxera (Phyloxera vastratix) que ataca e
impide el desarrollo de la Vitis vinífera y por lo tanto se utilizan como portainjertos de ésta, en
los cuales la parte radicular se forma por la raíz americana y la parte aérea por el tallo europeo
formándose una planta resistente a los parásitos.
La viticultura no es hoy un cultivo más; es el cultivo que debido a las circunstancias ha sido
mejor observado, estudiado y es cada día mejor realizado. Inclusive la selección del viduño ha
sido regulada por disposición de la Comunidad Económica Europea (CEE) y existe un registro
de viduños recomendados y autorizados, tanto para las uvas de mesa como para las de vino.
Para el cultivo de la planta es entonces necesario considerar:
1.2.1. Las Condiciones del Suelo
La vid es una planta poco exigente y casi todos los terrenos son aptos para su cultivo,
naturalmente variará la producción tanto en calidad como en cantidad. Las tierras silicosas dan
a la uva cierto aroma muy agradable, en tanto que los terrenos arcillosos y húmedos
proporcionan cosechas abundantes.
El color del terreno condiciona así mismo la producción: el color claro parece el más apropiado
para los vinos blancos, el suelo arcilloso y de color oscuro es propio para vinos oscuros ya que,
produce uvas de grano más grueso pero menos azucarado, parece el más indicado para las
uvas negras.
El suelo debe tener un pH entre 6.5 y 7.5, ser rico en nitrógeno, potasio y fósforo, necesita
además como elemento esencial el carbonato de calcio.
Un abundante abonado orgánico implica que haya un aumento en la producción dándose unas
uvas acuosas, con gran contenido en nitrógeno, mucilaginosas y pectinosas. Al contrario un
escaso abonado orgánico implica menor calidad y menor finura del vino ya que suprime la
facultad de desarrollar constantes.
1.2.2 El Clima
Las cosechas producidas en climas soleados son ricas en azúcar por lo tanto producirán altas
cantidades de alcohol, las uvas sudan liberando CO2 y produciendo glucosa a partir del ácido
málico:
Glucosa
En los climas fríos sucede lo contrario.
Los vinos reciben su denominación de la región de donde provengan, algunos de los más
importantes los de Borgoña, Burdeos, el valle del Rhin, y su de denominación es controlada.
Según el clima de las zonas escogidas, se plantan en otoño o bien en febrero-marzo, cuando se
espera verano y pocas lluvias. El injerto puede llevarse a cabo en el período de la plantación o
hacerse previamente, principalmente en épocas de inviernos rigurosos.
Durante los primeros años de su plantación la vid no se poda, pero al ser una planta
sarmentosa, es necesario hacerlo después de ese tiempo con el fin de darle una forma
adecuada y mejorar su producción. En el período de invierno se lleva a cabo la “poda de
formación”, que le da forma al cultivo y durante el período de producción se efectúa la “poda
de producción”, cortando las yemas en mayor o menor número con el fin de obtener ya sea
calidad o cantidad.
En Europa se esperan más de 20 meses para que la vid produzca frutos, en Colombia empieza
a los 12 meses.
1.3 Fisiología y fases vegetativas
La vida de un viñedo actualmente es de 35-40 años, antes, en cambio, las viñas eran
centenarias. Este fenómeno se debe a la introducción, como práctica normal, del injerto, que
provoca una barrera, según sea la afinidad, entre las raíces y la parte aérea de la planta.
Las sustancias nutritivas que han de pasar a través de esta barrera difícilmente llegan a las
partes aéreas que, de este modo, pronto se gastan y envejecen.
Pero la ventaja radica en que la planta produce frutos mucho antes pudiéndose considerar las
siguientes etapas:
Ciclo improductivo: Dos años.
Ciclo de producción creciente, desde el tercero al séptimo año.
Ciclo de producción constante, desde los ocho hasta los treinta años.
Ciclo de producción decreciente, o envejecimiento a partir de los treinta años.
El ciclo biológico abarca:
Período vegetativo durante el cual se presenta el fenómeno llamado “llanto”, este
período empieza con la germinación de las yemas y termina con el crecimiento de los brotes.
El período de consumación consiste en la elaboración de las sustancias de reserva de la
planta.
El período de descanso corresponde a los meses invernales y solo se va a presentar en
el invierno; en clima tropical la vid siempre encontrará condiciones que le permitan una
vegetación, floración y fructificación continuas que harán sumamente irregular su
→
C6H12O6
producción.
Las cosechas producidas en climas soleados son ricas en azúcar por lo cual producirán altas
cantidades de alcohol. En Europa se tienen 3 meses de verano con altas temperaturas y días de
18 horas, lo cual es muy beneficioso para elevar el contenido azucarino y por lo tanto el grado
alcohólico. Las uvas blancas darán vinos con 10-12 grados de alcohol en tanto que las uvas
negras producirán entre 10 y 16 grados.
1.4 Variedades producidas en Colombia
En nuestro país, los viñedos se encuentran principalmente en el Valle del Cauca, donde
empezaron a cultivarse alrededor de 1930. Existen unas 1300 hectáreas cultivadas que
producen 2,2 cosechas al año. El cultivo es laborioso y artesanal.
Entre las variedades sembradas tenemos:
Vitis labrusca mezclada con Vitis muscati son uvas para vino blanco y corresponden a
un 40% de la siembra total.
Rivier o Alfonso Lavalle que es una variedad de uva para mesa.
Queen, introducida por el ICA y corresponde a un 50% de las plantaciones.
Moscatel es la mejor del mundo por bouquet y sabor característico.
Isabella, variedad criolla muy jugosa.
Azúcares:
Con el jugo obtenido, realizar el análisis de contenido en azúcares ya sea por el método de
Felhing, mostímetros, índice de refracción, Grados Brix, Grados Beaumé, densidad, etc., y
expresarlo en grados Beaumé o Brix.
En el momento en que las uvas alcancen su mayor contenido en azúcares se llega a la madurez
comercial, donde se presentan las características biológicas que permiten ya sea la vinificación
o su consumo directo. Es el momento de llevar a cabo la vendimia. Esta madurez es diferente
de la madurez fisiológica, en la cual la semilla (pepin) logra el grado de constitución embrional
que hace posible su reproducción.
En la sobremaduración hay pérdida de agua produciéndose el marchitado fisiológico con
disminución de peso por evaporación del agua y aumento en la cantidad de azúcar. La
sobremaduración se puede provocar exponiendo las uvas al sol para producir las uvas pasas,
con las cuales se elaboran los vinos denominados Pasitos.
La selección de la madurez de la uva prácticamente depende del vino a elaborar.
En algunas regiones, la uva no alcanza una concentración suficiente de azúcar para la
elaboración de determinados vinos por lo que se le adiciona azúcar o mosto de uva
concentrado. Esta práctica enológica es conocida como chaptalización. El momento de
maduración de la uva puede variar de
una cosecha a otra. La calidad de la materia prima es a veces insuficiente para producir un vino
bien constituido.
El papel que desempeñan los azúcares en el gusto de un vino es importante. La naturaleza del
azúcar modifica la impresión azucarada. Si se toma el sabor dulce de la sacarosa como la
unidad, el poder edulcorante de la fructosa es de 1.73, el de la glucosa es de 0.74 y el de las
pentosas es de 0.40, en consecuencia, para un mismo tenor de azúcar reductor, el sabor
azucarado de un vino depende de la relación: glucosa/fructuosa que aproximadamente es de
0.95, esto indica que la mayor parte del azúcar que permanece después de la fermentación
corresponde a fructosa.
Ácidos:
Con respecto a los ácidos, su concentración aumenta el interior de la uva, por lo cual la mayor
o menor acidez dependerá, del grado de destrucción que se le efectúe a la uva.
La acidez de la uva en los estados de madurez se debe principalmente a los ácidos tartárico,
málico y cítrico. Los ácidos están homogéneamente distribuidos en la pulpa, aumentando la
concentración hacia el centro del grano, por lo cual la acidez del mosto puede variar según el
grado de extrusión, siendo más elevada a mayor presión se le haya aplicado.
Acido tartárico: Se encuentra formando tartratos y bitartratos principalmente. Es el
más importante de la uva y del vino y es específico, ya que es poco frecuente en la naturaleza.
Minerales:
Son extraídos del suelo, y principalmente se encuentran: P, S, K, Na, Mg, Si, Mn, Fe, además
oligoelementes y metaloides: F, Cl, B, Al, Ti, Rb que son muy importantes en el desarrollo de la
vid y elaboración de la uva. Se localizan en todas las partes sólidas de la uva: películas,
semillas, paredes celulopécticas; el mosto es menos rico en minerales. La finura del vino
parece depender del conjunto de estas sales principalmente, Fe, Mn, P.
Fibra soluble:
Pectinas, 0,2 -0,5, gomas y mucílagos, ácido poligalacturónico o péctico también están
presentes y aumentan el extracto sólido. Se encuentran en las células de los hollejos de donde
son cedidos al vino por acción de fenómenos osmóticos y coloidales.
Compuestos fenólicos o Polifenoles:
Son el conjunto de compuestos fenolicos, flavonoides, antocianinos y taninos, que juegan un
papel fundamental sobre el color y la característica organoléptica del vino; los polifenoles son
reconocidos por su acción benéfica sobre la salud, gracias a su facultad de captar los radicales
libres (prevención de enfermedades cardiovasculares).
Los flavonoides: Este amplio e importante grupo incluye a las antocianinas,
antoxantinas, leucoantocianinas y catequinas.
Las antocianinas: Son compuestos fenólicos vegetales, hidrosolubles y que
corresponden a pigmentos rojos, azules y púrpura bastante inestables ya que modifican su
color según el pH del medio. Las leucoantocianinas son incoloras.
Las antoxantinas: Los colorantes amarillos son derivados de la flavona y del flavonol
Las catequinas junto con las leucoantocianidinas constituyen las unidades básicas de
los
2CH3COOH
2CO2
Otros
+
→
taninos que son los responsables del color principalmente en los vinos viejos, actúa en
fenómenos redox y protege al vino de la decoloración. Intervienen en los caracteres
organolépticos de los vinos; sapidez, astringencia, dureza, añejamiento y tienen acción
bactericida. Provienen generalmente de las partes sólidas y son los responsables de las
diferencias entre vinos blancos y tintos (color, sabor).
Vitaminas:
B1, B2, B6, ácido pantoténico, nicotinamida, mesoinositol, biotina, B12.
1.5.2. Vendimia
En el caso de una deficiencia de azúcares, las uvas se someten a una extra maduración ya sea
directamente por acción de los rayos del sol o por calor artificial. Concentrar el mosto por
ebullición mediante vapor de agua, para evitar sabor a cocido. Concentrar en frío, llevando el
mosto a temperatura inferior a la de su congelación y extrayendo el hielo que se queda
pegado del recipiente. La práctica más utilizada es la denominada “Chaptalización” que
consiste en la adición de azúcar, cuando la ley así lo permite: 17 g/L aumentan el contenido
alcohólico en un grado. La edulcoración debe hacerse, al inicio de la fermentación cuando el
mosto empiece a calentarse.
Corrección de la acidez: Cuando sea necesario ella se aumentará o se disminuirá. Para
aumentar la acidez se usan principalmente el ácido tartárico y cítrico. En condiciones iguales el
ácido cítrico tiene un poder ácido superior al tartárico y su poder disociante es mayor.
Las levaduras
Son los agentes de la fermentación, existen un gran número de especies de levaduras que se
diferencias en su aspecto propiedades, sus formas de reproducción y la forma de transformar
el azúcar.
Las diferentes especies de levaduras se relevan durante el curso de la fermentación así:
Levaduras apiculada (Saccaromyces apyculatus) o Kloeckera apiculata
Aseguran el inicio y la primera fase de la fermentación a ellos se les debe el primer grado de
alcohol, y no puede formar más de 3 ó 4° de alcohol (vienen con las levaduras salvajes).
Levaduras elíptica (Saccharomyces ellipsoideus)
Son las levaduras del vino. Invaden rápidamente el medio a la mitad de la fermentación, entre
las elípticas se encuentran cepas de poder alcohógeno variado legando de 8 a 16°. Al final de la
fermentación, después de la Saccharomyces elipsoideus, la especie más abundante es la
Sacharomyces oviformis, si el mosto las contiene en cantidades elevadas puede sobrepasar
18°C.
Hay especies de levaduras perjudiciales que son las levaduras de alteración. Resisten al
alcohol, al SO2 y a la ausencia de aire permanecen vivas en el vino durante meses y pueden
enturbiar o formar sedimento. Ejemplo: Saccharomyces ludwigii o S. acidifaciens, y la cándida
micoderma que forma velos en la superficie de los vinos.
La fermentación de la uva no es una fermentación pura. La fermentación pura obtenida por
esterilización y siempre utilizada en otras industrias como en la cervecera no es aconsejable ni
realizable.
Las levaduras para mantenerse vivas tienen necesidades precisas en cuanto a su nutrición, son
sensibles a la temperatura, necesitan oxígeno, alimentación apropiada en azúcares elementos
minerales, sustancias nitrogenadas (fosfato de amonio 10-20 g/HL). Cuanto más elevado es el
grado que se desea obtener en el vino, mas importante es que las levaduras se multipliquen en
condiciones óptimas. Hay pocos problemas para producir 9 ó 10° GL pero resulta más difícil
producir vinos de 11 ó 12° de alcohol.
Las levaduras necesitan O2 para multiplicarse. Una célula privada del O2 encuentra la energía
que le es necesaria en la transformación del azúcar en alcohol, pero para producir 10° de
alcohol o más deben formarse nuevas generaciones de levadura, lo cual hace indispensable el
oxígeno.
Es importante alimentar la levadura con fuentes de N como fosfato amónico (10-20 g/L),
vitaminas sobre todos tiamina B1 (0.1 - 0.5 mg/L). Aunque las levaduras no necesitan una
acidez alta, en caso de detenerse la fermentación, una acidez baja permite que las bacterias
productoras de enfermedades se desarrollen mas fácilmente.
La temperatura es un factor importante. Por debajo de 13 ó 14°C el inicio de la fermentación
es prácticamente imposible o se corre el riesgo de una activación espontánea. La fermentación
no se produce bien por encima de 35°C. Cuando este grado se alcanza progresivamente la
actividad de las levaduras cesa y mueren, incluso esto puede suceder entre 30 y 32°C.
La rapidez en la transformación del azúcar aumenta con la temperatura (por lo menos hasta
cierto límite), pero hay que tener en cuenta que entre mas elevada es la temperatura, mas
rápido es el comienzo de la fermentación pero se detiene antes y el grado alcohólico alcanzado
es menor. Una consecuencia es que cuando se quiere un grado alcohólico alto es necesario
mantener una temperatura de fermentación bastante baja.
La temperatura ideal para la vinificación de tintos está entre 25 y 30°C. Para la vinificación en
blanco se recomienda 20°C.
Cuando el depósito no fermenta pasados 5 ó 6 días, los mohos se desarrollan en la superficie
del mosto.
Alcoholes
El grado de alcohol en los vinos varía entre 9 - 15°, que representan de 72-120 g/L (la
legislación colombiana, en su decreto 365 de 1994, permite una graduación alcohólica mínima
de 6 grados alcoholimétricos) El 0.5% de esta cantidad corresponde a otros alcoholes: Glicerol,
butilenglicol, inositol, manitol, sorbitol. El alcohol posee un olor que es el soporte, excipiente
del aroma y bouquet de los vinos y se distingue claramente un olor alcoholizado.
El glicerol se encuentra en cantidades de 5 - 10 g/L. Es un producto de la fermentación
alcohólica, representa entre una 10ava a una 15ava parte del peso del alcohol. Se forma
principalmente al principio de la fermentación sobre los primeros 50 g azúcar fementados.
Posee tres funciones OH (trialcohol), de sabor azucarado igual al de la glucosa contribuye al
sabor dulce. No aumenta la viscosidad del vino. Su proporción depende de parámetros como,
temperatura, aireación, acidez, sulfato.
El glicerol puede formarse durante la podredumbre noble de la uva y se vuelve a encontrar en
el mosto. Los vinos licorosos, obtenidos a partir de uvas pasas, contienen entre 15 y 18 g/L de
glicerol. El butilenglicol se encuentra en baja cantidad (0.3-1.5 g/L), su sabor es casi amargo.
El inositol, alcohol cíclico de gusto azucarado, tiene propiedades vitamínicas y se encuentra
tanto en las uva como en el vino 0.5 g/kg. El manitol se produce a partir de la fructuosa por el
picado
láctico y el sorbitol (0.1 g/L en la uva) se encuentra mayoritariamente en vinos de frutas.
Entre los productos secundarios están: el glicerol, el ácido acético, el ácido succínico, los
alcoholes superiores, la acetona, entre otros.
1.6. Prácticas permitidas en la elaboración del vino
Para remediar las deficiencias que puedan presentar las cosechas, se autoriza determinadas
prácticas con el fin de corregirlas, estos procedimientos nunca consiguen atenuar
completamente la insuficiencia presentada debido a la maduración deficiente.
El mosto se enriquece con N asimilable por adición de fosfato de amonio para obtener una
buena alimentación de las levaduras.
Chaptalización: Cuando a la uva le falta madurez es posible enriquecerla con azúcar y
esta práctica se denomina chaptalización. (En países como España esta práctica es prohibida).
Para elevar 1° de alcohol hay que añadir teóricamente 17 g azúcar/L (1.7 Kg/HL), esto es
aproximado para la vinificación en blanco, pero en tinto 4 kg/barril (17,7 g/l). Una edulcoración
correcta no debe aumentar más de 1 a 1,5° porque si se hace exageradamente desequilibra el
vino en cuanto a sabor, enmascarado el sabor afrutado, acusando poco cuerpo. La legislación
colombiana permite adicionar hasta 105 g/l.
Corrección de la acidez
Se puede disminuir la acidez por desacidificación o aumentarla con ácido tartárico o ácido
cítrico.
Desacidificación: 2.5 g/L de tartrato neutro de potasio (254 g/mol), 1 g/L de CaCO3
precipitado (100g/mol) que actúa directamente sobre el ácido tartárico insolubilizándolo ó
0.92 g K2CO3, disminuyen la acidez en 1g H2SO4/L; también disminuyendo la temperatura se
precipita el bitartrato. Existen fermentos acidófobos que destruyen las estructuras ácidas
disminuyendo la acidez. Toda vinificación comporta un proceso de disminución de la acidez lo
cual se evidencia claramente durante la fermentación maloláctica.