La organización y puesta en marcha de un proceso de consenso puede ser una tarea
desalentadora, especialmente cuando hay un gran número de partes implicadas. La persona que convoca el proceso debe determinar primero si existe una posibilidad razonable de éxito. Y debido a que cada conflicto es diferente, y no hay reglas fijas y rápidas acerca de cuándo es probable que el trabajo de consenso, es difícil tomar esta decisión antes del hecho. Si un esfuerzo de consenso parece probable que tenga éxito, el coordinador debe determinar quiénes son los interesados y si son o no está de acuerdo en participar. Las decisiones deben ser hechas acerca de cómo enmarcar las cuestiones que se negociarán, cuántas reuniones para celebrar, cómo compartir los costos del proceso, y así sucesivamente. Todas estas determinaciones deben hacerse con cuidado, ya que el éxito final de cada proceso de creación de consenso depende de estas decisiones tempranas "de diseño". Mejor apuesta del coordinador de clasificación a través de estas decisiones es contratar a un profesional neutral (un "evaluador") para llevar a cabo una "evaluación de conflictos" (también conocido como "evaluación de problemas").Una evaluación de conflictos es un ejercicio de recopilación de información que produce recomendaciones sobre • Que tiene una participación en un conflicto o en proyecto