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La Historia de Espana en los recuerdos escolares Andlisis, interpretacion y poder de cambio de los testimonios de profesores y alumnos Ensefanza, Aprendizaje, Evaluacidn y Memoria Educativa NN rupiiioccs} Direccion: Nicolas Martinez Valcarcel i ; © Los autores © Derechos de edicién: Nau Llibres - Edicions Culturals Valencianes, S.A. Tel.: 96 360 33 36, Fax: 96 332 55 82. C/ Periodista Badia, 10. 46010 Valencia E-mail: nau@naullibres.com web: www.naullibres.com Disefio de portada e interiores: Pablo Navarro, Nerina Navarrete y Artes Digitales Nau Llibres Imprime: Safekat, S.L. ISBN13: 978-84-7642-952-5 Depésito Legal: V- 3151-2014 Quedan rigurosamente prohibidas, sin la autorizacin por escrito de los titulares del “Copyright”, bajo las sanciones establecidas por las leyes, la reproduccién total o parcial de esta obra por cualquier medio 0 pro- cedimiento, comprendidas la reprografia y el tratamiento informatico. Ss= NO ES LEGAL indice Prélogo: Razones para un proyecto y una linea de investigaci6n.. Nicolds Martinez-Valcdrcel y Xosé Manuel Souto-Gonzdlez Estructura del libro I La Memoria y los grupos en la ensefianza de Historia de Espana Capitulo 1. Memoria personal y memoria historica.. José Luis-Diaz . 21 Referencias... Capitulo 2. La representacién poliédrica de la memoria escolar. Un proyecto de investigacion sobre las clases de Historia de Espahia Xosé Manuel Souto-Gonzdlez, Nicolds Martinez-Valcdrcel y David Parra-Monserrat 1. Intenciones, marco teérico y propuestas empirica 2. Antecedentes de la investigacié 3. Fuentes utilizadas y definicion del problem: 4, El marco normativo para el anidlisis de las concepciones: principales resultados. 5. La pervivencia de determinados habitos y concepciones: gun lastre para la formacién ciudadana? Referencias... Capitulo 3. Los grupos de innovacién en la ensefianza de la Historia de Espajia en Bachillerato: innovacién, cambio y continuidad Javier Merchén-Iglesias y Olga Duarte-Pina i) 1. Los primeros pasos de la innovacién y mejora de la ensefianza de la Historia en Espafa: Altamira y el escolanovismo Las reformas escolares y la mejora de la ensefianza de la Historia . Metodologias y fuentes de la investigacion |. Proyectos y materiales innovadores para la ensefianza de la Histori . Cambio y continuidad: posibilidades y dificultades para la mejora de la enseftanza de la Historia. Referencias... wawen Capitulo I. Memoria personal y memoria historica José Luis-Diaz Departamento de Historia y Filosofia de la Medicina, Facultad de Medicina, Universidad Nacional Auténoma de México. UNAM Somos nuestra memoria, somos ese quimérico museo de formas inconstantes, ese montén de espejos rotos. Jorge Luis Borges La persona humana requiere, necesita y utiliza la memoria como capacidad esencial para funcionar en el mundo y conformar su identidad. Su pérdida supone no solo el quebranto de la cognicién, sino en gran medida de la personalidad, tal y como lo atestiguamos en las personas afectadas con diversas amnesias, en particular con este azote devastador que es la enfermedad de Alzheimer. Nuestro pasado, lo vivido por cada quien, es vasto, incalculable e irrecuperable en su totalidad, pero aquello de lo que nos acordamos y a lo que estamos ligados por la memoria y el recuerdo viene a constituir buena parte de lo que consideramos nuestra propia esencia, designacién y referencia. Aun més: la memoria se constituye en el andamiaje del tipo de conocimiento que permite no solo la articulacién de la persona con su medio, sino su identidad en el lecho de su familia, su ambito social y su cultura. De manera similar, y en ensamble permanente con la memoria personal, la memoria colectiva, definida como los hechos que una sociedad conmemora de su pasado, constituye parte central de su configuracién distintiva Dado que la memoria es esencial en la identidad humana, tanto a nivel personal como colectivo, es cardinal desarrollar una educacién en el ambito de la historia tendiente a forta- lecer la autonomia critica, precisamente, en el contexto social y ciudadano. El sistema escolar podria realizar la tarea, pero seria imprescindible conocer los fundamentos constitutivos de la memoria para lograrlo de manera sdlida. Es asi que el conocimiento de la memoria y sus Referencia: EDU2010-16286. LP. Nicolds Martinez Valcdrcl. Universidad de Murcia 22 | José Luis-Diaz fundamentos cerebrales es relevante, tanto para la innovacién educativa, en especial en el campo de la historia, como para el avance de una ciudadania mas autonoma y responsable. Es Util definir la memoria personal como el conjunto de funciones mentales que permiten retener, reconocer y evocar informacion. Para su estudio y comprensién, el conjunto puede desglosarse en los siguientes cinco procesos que rastrean el camino de la informacion, desde su fuente y su ingreso, hasta su recuperacién y su eliminacion: 1. la fuente de la informacion memorable, consistente en los estimulos y experiencias que acontecen a una criatura cognitiva; 2. la codificacién y consolidacién de la informacién, que se conoce y estudia con el nombre de aprendizaje; 3. el almacén de la informacin en el cerebro mediante un cambio o huella conocido técnicamente en las neurociencias como el engrama de la memoria; 4, larecuperacién de la informacién en forma del recuerdo de eventos pasados o bien del teconocimiento de personas, lugares u objetos durante la percepcién y, finalmente 5. laeliminacién de la informacién por el olvido. Es necesario subrayar que los diversos mecanismos de la memoria no trabajan aisla- damente para garantizar el aprendizaje, el reconocimiento y el recuerdo, sino de manera conjunta y empalmada entre si y con otras facultades de la mente y el comportamiento. Por ejemplo, la atencion, la emocién o el estrés tienen una relacion estrecha con la adquisicion y consolidacion de informacion durante el aprendizaje. Es asi que, sea de manera automatica © deliberada, los mecanismos de la atencién seleccionan de entre los estimulos aquellos que requieren procesamiento ulterior y se desentienden del resto, una forma temprana de olvido. Por su parte, la emoci6n con la que se vive una experiencia es un factor vigoroso para consolidar su retencién y recuerdo, el cual, en tanto recreacién en la mente de algo pasado, se convierte en un ingrediente indispensable para otras actividades cognitivas interconec- tadas, como la percepcién, el pensamiento, la imaginacién o la toma de decisiones. Como todo hecho historico, la funcién global de la memoria implica la coordinaci6n sincrénica de multiples facultades mentales y cerebrales con una funcién diacrénica 0 temporal que implica cambios dindmicos y plasticos en el procesamiento y almacenamiento de la informaci6n. Esta conexién y unificacién de actos cognitivos definen en buena medida al conocimien- toy la conciencia. En efecto, la captacién, el depésito y la evocacién esponténea o voluntaria de experiencias 0 conocimientos pasados son ingredientes tan esenciales en la mente y el comportamiento que bien se podria plantear la memoria como la facultad mental mas involucrada en el conocimiento y el saber. Esto es asi porque muchos de los mecanismos necesarios para conocer son los mismos que intervienen en la memoria: en ambos casos se adquiere informacion nueva mediante el aprendizaje, la informacién se almacena en algtin tipo de huella, la cual eventualmente se recupera mediante el recuerdo y el reconocimiento para ser utilizada en diversas operaciones mentales y comportamientos que, en base a experiencias pasadas, pueden de manera més o menos adecuada prevenir el futuro. En suma, los datos de la memoria son material esencial para las operaciones intelectuales que se identifican con el razonamiento 0 el raciocinio y se emplean para distinguir lo verdadero de lo falso, y lo justo de lo ilicito, sea en resonancia o en oposicién a los valores de la cultura en la que esta inserto el sujeto. Referencias EDU2010-16286, LP. Nicolés Martinez Valcércel. Universidad de Murcia Memoria personaly memoria histérica | 3 Serian temas importantes de investigacién pedagégica las emociones, la atencién, el interés 0 el estrés que conlleva el estudio escolar del pasado historico; el vinculo entre ese estudio del pasado y a expectativa del futuro tan propia del adolescente; la mejor manera de lograr la retencién de las experiencias histéricas, o cbmo aplicar el conocimiento de los meca- niismos de la memoria al estudio escolar para hacer mas significativa la memoria del pasado. Desde el punto de vista de las ciencias del cerebro, la naturaleza del engrama o la huella de la experiencia ha sido un tema de interés tan considerable que ha sido llamado “el Santo Grial de la neurociencia’. De acuerdo a una enorme cantidad de investigaciones, es conse- cuente definir al engrama como una modificacién plastica del sistema nervioso a todos sus niveles como consecuencia de la experiencia, de tal manera que ha sido posible reconocer cambios duraderos en la composicién y configuracién del cerebro en cualquiera de ellos. Esta modificacion es parte de cambios dinamicos, rapidos y robustos que abarcan todos los niveles de organizacién cerebral, especialmente ostensible en el fortalecimiento y faci- litacién de las vias nerviosas, de las redes neuronales y finalmente de las sinapsis utilizadas en el procesamiento de la informacién que se aprende, un mecanismo que fue planteado inicialmente por el padre de la neurociencia moderna Santiago Ramén y Cajal en los inicios del siglo XX, desarrollado por Donald Hebb cincuenta afios después y comprobado empi- ricamente en la liebre de mar por Eric Kandel, a quien le fue otorgado el premio Nobel en el afio 2000, completando asf un siglo hist6rico de indagacién sobre el engrama. Se podria decir ahora que el concepto general de plasticidad cerebral puede resultar una alternativa o adicién conveniente al de engrama, que tiene un aura de huella estable, pues ni la marca ni e| sustrato son estacionarios 0 fijos en el espacio anatémico del cerebro 0 en el contenido de la informacién almacenada. En efecto, la investigacién cerebral, mas que mostrar los lugares donde esta la memoria, ha revelado lo que hacen diversas partes del cerebro para consolidar, almacenar, recuperar o perder informacién, Ademas de la btisqueda del engrama, el progreso en el entendimiento de la memoria en las ciencias cognitivas ha sido muy extenso, y existen diversos modelos aunque no hay ninguno que sea plenamente satisfactorio, en especial en lo que se refiere ala relacion entre los diversos sistemas cognitivos o las formas de memoria y sus bases cerebrales. El objetivo de la investigacién es ubicar y especificar los mecanismos cerebrales responsables de cada uno de los sistemas y operaciones definidos, una tarea que se encuentra en proceso y lejos atin de una teoria plenamente convincente y satisfactoria. Sin embargo, el adelanto ha sido sustancial, como explicaremos ahora. A juzgar por sus operaciones y caracteristicas, parece decidido que existen diversos sistemas de la memoria. Asi, en referencia a la conciencia, existe una memoria implicita, que se ejerce sin atencion controlada y consiste en un aprendizaje tacito o inconsciente, dife- rente de una memoria explicita, que se ejerce controlando la atencién y tiene una aplicacin deliberada. Ademas, segtin la temporalidad, se ha establecido que existen dos sistemas mnémicos, una memoria de corto plazo y otra memoria de largo plazo. La memoria de corto plazo se denomina actualmente memoria de trabajo y es la responsable para operar expli- ccitamente la informacion en el tiempo que la mente se dedica a una tarea cognoscitiva, asi como para aplicar, dirigir y sostener la atencidn en una ventana corta de tiempo, menor a 20 segundos y con una capacidad limitada a unos 7 items. En una tarea de aprendizaje, la memoria de trabajo articula episodios particulares para consolidar sistematicamente en la Referencia: EDU2010-16286. LP. Nicolas Martinez Valcércel, Universidad de Murcia 24 | José Luis- ‘memoria de largo plazo conjuntos de datos en una secuencia 0 narrativa. Seguin el modelo corriente de la memoria de trabajo, existe un ejecutivo central responsable de operar la infor- maci6n, mantener los objetivos, sostener y dirigir la atencién. El modelo de la memoria de trabajo plantea también un proceso de retencidn que recircula los contenidos, ademas de un repositorio momentaneo de la informacién. La corteza dorsolateral del Iobulo frontal esta ‘muy involucrada en la operacién de esta memoria. En contraste con la memoria de trabajo, la memoria de largo plazo es de capacidad y duracién practicamente ilimitadas. Se trata de un almacén de conocimientos, hechos, lenguaje y otros items que constituye el saber y se encuentra disponible para ser recuperado y aplicado. Otro criterio de clasificacién ha sido utilizado por Larry Squire para distinguir una me- moria operativa de habitos 0 procedimientos, de una memoria declarativa. La primera abarca habilidades cognitivas y motoras, aprendizaje de tareas y condicionamientos, elsaber como” que se expresa en conductas, en tanto que la memoria declarativa, elsaber qué se expresa en palabras. Las zonas del cerebro mayormente responsables de esta memoria son las areas ‘motoras, en especial ganglios basales como el nticleo caudado o el lenticular, asi como el cerebelo, los cuales, junto al lobulo frontal, son las regiones cerebrales que presentan mayor ganancia de volumen en el proceso de hominizacion. Endel Tulvig, conocido neurocientifico de la memoria, ha propuesto y elaborado una importante distincion segtin el contexto entre una memoria episédica o personal, consis- tente en la informacién autobiografica 0 recuerdos de lo vivido, y otra memoria semantica 0 Proposicional, la informacién general de hechos y datos aprendidos. El sistema de memo- tia episédica depende de la integridad funcional de los I6bulos temporales mediales que incluyen al hipocampo, aunque intervienen también otras estructuras como los ldbulos frontales en el registro, adquisicién, codificacién y recuperacién de la informacién, asi como ena evaluacién de la secuencia y del tiempo transcurrido desde un determinado aconteci- miento. Se sabe que los Idbulos temporal medial y frontal izquierdos estan mas activos en el aprendizaje de palabras, mientras que el temporal medial y frontal derechos lo estén en el aprendizaje de escenas. Hay médulos, redes o incluso neuronas particulares involucradas en el reconocimiento de rostros ubicados entre el Idbulo temporal y el occipital, donde se procesa la informacién visual Es posible que el aprendizaje del pasado histérico relacione la memoria seméntica con la memoria epis6dica, ya que la informacién tiene componentes no solo de hechos que me- morizar, sino vinculos emocionales y culturales relevantes para la persona, pues la historia involucra muchas veces un procesamiento en forma narrativa, imaginativa y emocional que se vincula a la sociedad y territorio que nos incumbe. Seria factible en este caso aprovechar el entusiasmo por conocer hechos de la vida personal para aprender hechos integrados en la memoria colectiva. Los l6bulos frontales, involucrados en la memoria semantica, y los lobulos temporales, implicados en la memoria afectiva, estan ampliamente conectados, por lo que el mecanismo es seguramente operante en la vida diaria y puede aprovecharse mas cabalmente. El contexto cultural y social de la informacién es muchas veces crucial para la memoria individual, la cual no solo esta formada de historia personal sino también colectiva, y no es vano que se use la palabra memoria para referirse a cualquier informe o escrito en el que se exponen antecedentes 0 hechos de algo o de alguien. El factor social o interpersonal de la Referencia: EDU2010-16286. LP. Nicolas Martinez Valcércel. Universidad de Murcia Memoria personaly memoriaistérica | ‘25 memoria se manifiesta de manera clara y fehaciente en el papel que esta juega en la génesis y estructura del conocimiento, pues, ademés de ser una propiedad subjetiva o individual, el conocimiento es también un factor colectivo y social. En efecto, nuestros conacimientos se enlazan, se apoyan, se contrastan, se defienden y se derrotan en relacidn a los demas, pues son cosa publica. Existe una fabrica social de conocimiento compartido, el cual se manifiesta de multiples maneras, desde la informacion comunicada en el didlogo y otras formas de interaccién entre personas que suelen entrelazar contenidos especificos de informacion, hasta las enormes y crecientes bases de datos que proliferan en libros y medios de toda clase y que la gente nutre y consume en constante intercambio. Es asi que el conocimiento que nos parece aceptable tiene que ver con la verosimilitud que le otorguemos a las fuentes de informacién. Yo no he visto el monte Everest pero sé que existe y dénde estd porque hay multiples evidencias confiables que lo confirman. También tengo la seguridad de que hace un siglo vivia un cientifico de nombre Santiago Ramén y Cajal que me es admirable y he citado ya, pues la documentacién disponible es suficiente para darle gran certeza al siempre insufi- ciente conocimiento que tengo de su vida y su obra. Hay, sin embargo, objetos sobre los que abrigo dudas, como los fantasmas, los ovnis 0 la existencia histérica de Robin Hood. Si bien el conocimiento verosimil posee base objetiva y publica, tiene también un polo individual y subjetivo, de tal forma que el conocimiento puede ser plausible en diversos grados que van desde la sospecha, pasan por la creencia y llegan hasta la certeza. Es asi que la verosimilitud sobre el pasado depende de la competencia para discriminar evidencias, y uno de los factores relevantes al respecto puede ser la confianza que se le conceda a un profesor de historia. Otro tipo de conocimiento puiblico y aprendido es el conocimiento almacenado que deviene en la erudicién, la cual tiene que ver con la capacidad de memoria de largo plazo y con el uso que algunos hacen de ella para pensar, argumentar, ensefiar y convencer. El re- tener datos es un tipo de conocimiento almacenado que tiene su expresién mas terminada en quienes llamamos eruditos. Un erudito es alguien quien mediante el estudio prolongado y la investigacién cautelosa construye una base de datos cada vez mas amplia sobre temas especificos y desarrolla habilidades para recreatla y usarla en su tratamiento 0 ensefianza. Usualmente denominamos intelectual al erudito que utiliza creativamente sus capacidades mentales, en especial aquellas derivadas de la raz6n, es decir, del intelecto. Con este breve panorama bien podemos afirmar que la memoria personal y subjetiva se enlaza de manera dindmica con la memoria colectiva y objetiva de tal manera que la historia, entendida como la investigacién de los datos empiricos que sobreviven para la reconstruc- ciGne interpretacion del pasado, es tanto el producto de la actividad de los historiadores, de los cronistas o de instancias de poder, como fuente de memoria seméntica, de conocimiento verosimil y finalmente de la cosmovisién de los individuos y de los pueblos. El conocimiento socialmente sancionado suele tener un poder intenso de conviccién, y este es un fendmeno medular pues constituye un ingrediente clave de la imagen e interpretacion del mundo en una cultura determinada. Sin embargo, la sancién publica no es garantia de veracidad, y el individuo utiliza recursos de reflexién y critica para deslindar el conocimiento que le parece verdadero del falso 0 el que considera valioso del intrascendente. Este juego entre la cogni- cién social e individual constituye un proceso fundamental en la evolucién de la especie, de las sociedades humanas y de las personas. Referencia: EDU2010-16286. LP. Nicolés Martinez Valedrcel, Universidad de Murcia 26 | José Luis-Diaz Es posible plantear que una de las utilidades del conocimiento histérico puede residir en la construccién de una memoria colectiva en relacién con la memoria episddica personal, pues el aprendizaje de la historia no solo implica, como hemos sugerido arriba, a la memoria de hechos seménticos afectivamente neutros, sino que suelen tener una carga simbdlica, por lo que se debaten y comparten en una colectividad, con lo que devienen memoria social y Parte de la cosmovision propia y colectiva. Es asi que el criterio politico tiene un componente de memoria historica (datos), de memoria colectiva (interlocucién) y de memoria personal (contexto espaciotemporal de la informacién). Es importante estipular que la llamada memoria historica se concibe como el conjunto de recuerdos colectivos que comparte una comunidad de personas y que se manifiesta como la evocacién presente de acciones publicas vividas por un pueblo en su pasado. En este sen- tido, los recuerdos individuales de procesos histéricos, la mayor parte de las veces tefiidos de intensas emociones y sometidos a exaltaciones, deformaciones, 0 bien a ocultamientos por parte de diversos grupos de poder, se ventilan en la arena publica y, en conjunto con los recuerdos de otros y la reflexién de las circunstancias que causaron los hechos, se convierten en memoria hist6rica. La cognicién individual tiene asi una asa externa, de tal modo que el engrama del cerebro se modula y complementa de manera enlazada, dinamica y adjunta con los engramas ajenos 0 con los memoriales ubicados en el mundo y que incluyen libros, monuments, crénicas, conmemoraciones y demas marcas externas de hechos. Esta cogni- ién distribuida involucra un acoplamiento interactivo entre recursos internos del cuerpo, en especial del cerebro, y recursos externos de la cultura naturaleza simbolica. De esta manera se puede considerar que los recuerdos més personales y las creencias mas enraizadas de la colectividad son procesos de dos polos interactivos, uno intimo y subjetivo que atesoran las personas como parte de su identidad, y otro colectivo conformado no solo por las circuns- tancias ambientales y sociales que originan la experiencia, sino también por el monto de historias, nociones, valores, lugares, ideas, productos, rituales, pautas de comportamiento y demas menesteres que conforman la cultura. En los ejemplos e investigaciones del espacio subjetivo y el territorio relatados en el presente libro, veremos que las representaciones sociales del individuo condicionan sus actitudes y comportamiento y también que el cono- cimiento escolar se construye sobre el conocimiento personal. Asi como la memoria personal, tanto epis6dica como semantica, permite un auto-reco- nocimiento individual, la memoria colectiva permite a una cultura 0 sociedad determinada reconocerse colectivamente. El socidlogo francés Maurice Halbwachs, muerto en el campo de concentracién de Buchenwald en 1945, concibié la memoria colectiva como el proceso de reconstruccién de su pasado por una sociedad determinada. Seguin Halbwachs, la memoria colectiva se refiere a los recuerdos que destaca y atesora una sociedad y que son comparti- dos, transmitidos y construidos por ese grupo humano en su conjunto y que denominamos tradicién. Como sucede con el engrama de los recuerdos episédicos y semanticos labrados en el cerebro individual, existe una extensién de ellos en los recuerdos de los otros y las ‘marcas de la memoria colectiva. En este contexto vale la pena evocar el sentido del término rememoracién en Walter Benjamin para ligar la tarea comtin de la memoria personal, la colectiva y la historia, no en la restauracién del pasado, tarea por demas imposible dado lo irreversible de la flecha del tiempo fisico y de la conciencia, sino en la recreacién que permite el encuentro de un deter- Referencia: EDU2010-16286. LP. Nicolas Martinez Valcdrcel. Universidad de Murcia Memoria personal y memoria histérica | 21 minado pasado en un determinado presente, De esta manera, la memoria, tanto la personal como la social, no solo es una capacidad de grabar, codificar, evocar e interpretar informacién, sino que deviene en un imperativo evolutivo, a saber: reconstruir el pasado para aprender de ello y labrar un mejor futuro; recuperar y apreciar el pasado para sedimentar y cristalizar el valor personal, el valor cultural y, en definitiva, el valor humano. || REFERENCIAS Este capitulo constituye una sintesis de los argumentos y teorias desarrollados por el autor en diferentes publicaciones. Como orientacién general sugerimos la lectura de: Diaz, J. L. (1989). Psicobiologia y Conducta: rutas de una indagacién. México D. F: Fondo de Cultura Econémica — (2007). La conciencia viviente. México DF: Fondo de Cultura Econémica. — (2009). Persona, mente y memoria. Revista Salud Mental (México), 32, vol. 6, 513-526. — (2010). Siembra y memoria, Muerte y evocacién de un médico republicano. Madrid: Fondo de Cultura Economica. Referencia: EDU2010-16286. IP, Nicolés Martinez Valcércel. Universidad de Murcia

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