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Regimen oligarquico

Uno de los recursos en los que se basó el funcionamiento del sistema de gobierno oligárquico
fue el control del acceso a los cargos de gobierno y a la administración. Se caracterizó por ser
una Democracia restringida (debido a que una minoría detenta el poder y lo sostiene a través
de la imposición de mecanismos ilegales que garantizan su continuidad), es decir, por utilizar el
fraude electoral para acceder a los Cargos. Eran los miembros de la clase gobernante quienes,
a través del Partido Autonomista Nacional, (PAN), elegían a las personas destinadas a ocupar
los cargos y a cumplir una especie de carrera; diputado nacional, senador nacional, ministro del
poder ejecutivo nacional, gobernador, y presidente o vicepresidente. El grupo de la clase go-
bernante que había ocupado todos o el mayor número de estos cargos controlaba la sucesión
presidencial. En la práctica, la elección de cada nuevo presidente la realizaba el presidente sa-
liente con el consejo de aquellos que ocupaban los cargos de gobierno más importantes.
Es decir que desde 1880 en adelante, el crecimiento de la riqueza producida en el país consoli-
dó el poder económico de un grupo social cuyos miembros se consideraron “los más aptos”
para ser gobernantes. Por esta razón, aunque el régimen político se mantuvo basado en las
reglas de la democracia política, los ciudadanos ejercían el derecho de sufragio y elegían re-
presentantes, al mismo tiempo se fue consolidando un sistema de gobierno que depositaba el
ejercicio del poder en una minoría y restringía la participación política de la mayor parte de la
sociedad argentina.

Ley Saenz Peña

La sanción de la llamada Ley Sáenz Peña que establece que el sufragio será secreto, universal
(masculino) y obligatorio, se materializa hacia fines del año 1912. Y se aplicará por primera vez
en las elecciones de 1916, inaugurando la primera experiencia democrática argentina, al ase-
gurar el sistema del sufragio secreto en las urnas comenzó la era de la política de masas y lle-
vó al gobierno al radicalismo, el principal partido opositor al orden conservador. A partir de la
Ley Sáenz Peña, el nuevo juego político estaba caracterizado por la democratización del siste-
ma político y una irrupción definitiva de las masas en la esfera pública que hizo tambalear las
certidumbres de la élite.

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