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Jhon Larry Flores Panaifo DF.

TEMA 6: LA LITURGIA Y LOS SACRAMENTOS EN GENERAL

1. Naturaleza de la liturgia como obra de Dios y de la Iglesia


La liturgia es humana y divina; es visible y está dotada de cosas invisibles. Es el ejercicio
del sacerdocio de Cristo. Es el culto público que nuestro Redentor tributa al Padre como
cabeza de la Iglesia, y el que la sociedad de los fieles tributa a su fundador, y, por medio
de Él, al eterno Padre: es decir, el completo culto del Cuerpo Místico de Jesucristo, es
decir, de la cabeza y sus miembros. La Liturgia, obra de Cristo, es también una acción de
su Iglesia. Realiza y manifiesta la Iglesia como signo visible de la comunión entre Dios
y de los hombres por Cristo. Introduce a los fieles en la Vida nueva de la comunidad.
Implica una participación consciente, activa y fructífera de todos.

2. Los elementos fundamentales y estructurales de la celebración


2.1. Estructura verbal-simbólica, es decir, la palabra y el símbolo. La palabra puede ser
la proclamación de un texto de la escritura leído o comentado o la recitación de una
plegaria o el canto de un salmo o un himno. El símbolo es una realidad dinámica no
estática, puede ser un gesto, un movimiento corporal, etc. Que remiten a determinados a
significados nuevos a realidades ulteriores y trascedentes. El núcleo de la acción litúrgica
consta siempre de la síntesis de palabra y símbolo.

2.2. Estructura dialogal, se trata del diálogo entre Dios y su pueblo. En la liturgia Dios
habla a su pueblo, Cristo anuncia de nuevo el Evangelio y el pueblo responde a Dios
mediante los cantos y las plegarias. .

3. El concepto de economía sacramental


Los sacramentos constituyen eventos de salvación el cual prolongan la eficacia salvífica
en el tiempo de la Iglesia. Los sacramentos actualizan en el tiempo presente el evento
único de la pascua del cual ha surgido la Iglesia. La economía sacramental es la
comunicación de los frutos del misterio Pascual de Cristo en la celebración de la liturgia
sacramental de la Iglesia.

4. La doctrina sacramental de san Agustín, Tomás de Aquino y el Concilio de Trento


4.1. San Agustín: Es signo visible de la gracia invisible. El único ministro de los
sacramentos es Cristo, de ahí el sacramento es siempre y exclusivamente una acción de
Cristo, administrado por un ministro eclesial.

4.2. Santo Tomás: El sacramento es signo de una realidad espiritual en cuanto que
santifica a los hombres. El sacramento es un signo sagrado con doble finalidad: ordenar
al hombre al culto de Dios (cultual) y ser un remedio contra el pecado (penitencial). El
sacramento está compuesto de dos partes integrantes: materia y forma, que han sido
determinado por quien las instituyó.

4.3. El Concilio de Trento: Los sacramentos son 7 y fueron instituidos pos Cristo. Estos
sacramentos confieren la gracia a cuantos no se opongan. Todos los sacramentos
contienen y confieren la gracia que significan y algunos confieren también el carácter.
Siempre que un sacramento es celebrado conforme a la intención de la Iglesia, el
sacramento opera ex opere operato, pero los frutos dependen de las disposiciones del
sujeto. Los sacramentos son necesarios para la salvación.

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5. Definición de sacramento
5.1. San Agustín: Signo visible de la gracia invisible.

5.2. Hugo de San Víctor: Elemento material que se manifiesta externamente como un
contenedor de la gracia espiritual.

5.3. Pedro Lombardo: Signo de la gracia de Dios y una forma de gracia invisible, siendo
al mismo tiempo imagen y causa de ello.

5.4. Santo Tomás: Signo de una realidad sagrada, en cuanto él santifica al hombre.

5.5. Trento: Los sacramentos son símbolo de las cosas sagradas y forma visible de la
gracia invisible

5.6. CEC: Los sacramentos son signos eficaces de la gracia, instituidos por Cristo y
confiados a la Iglesia por los cuales nos es dispensada la vida divina.

6. La institución y número de los sacramentos


Jesucristo es el fundador de los siete sacramentos y el autor de la gracia que ellos
confieren. A cuatro grupos han de reducirse las varias interpretaciones de la institución.

6.1. Institución inmediata: Jesucristo instituyó inmediatamente y sin mediación alguna


los siete sacramentos.

6.2. Institución mediata: Jesucristo instituyó determinados sacramentos a través de


segundas personas.

6.3. Institución in concreto: Jesucristo en el momento de la institución especificó la


materia y la forma de los sacramentos.

6.4. Institución in genere: Jesucristo al instituirlos sólo determinó el signo pero no los
elementos significantes.

6.5. Institución implícita: Cristo instituyó implícitamente los sacramentos al instituir el


sacramento primordial que es la Iglesia, del cual los siete sacramentos son una
explicitación.

7. La eficacia o causalidad sacramental


Los sacramentos son instrumentos de santificación, porque ellos por una eficacia objetiva,
confieren la gracia a cuantos no se opongan. Las disposiciones de ánimo del sujeto son
solamente condiciones necesarias que permiten a los sacramentos producir por si mismos
el propio efecto (ex opere operato). Cuando no hay disposiciones existe un óbice.

8. La estructura del signo sacramental


Todo sacramento se realiza con cosas sensibles como materia y con palabras como forma.
Las cosas que vienen llamadas materia del sacramento son tanto elementos materiales
(agua, óleo, pan, vino) cuanto acciones sensibles, sea aquellas relativas al uso de tales
elementos (ablución, unción) sea acciones de otros género, como la imposición de mano,
la confesión de los pecados, etc. Las palabras que vienen llamadas forma del sacramento,
son aquellas pronunciadas por el ministro en la realización del sacramento. Materia y
forma constituyen la parte esencial del signo sacramental.

9. Disposiciones del ministro y del sujeto


9.1. Ministro: De parte del ministro, la condición para la validez del sacramento es que
tenga al menos la intención de hacer lo que hace la Iglesia.

9.2. Sujeto: Es la persona que se beneficia directamente de la recepción de los


sacramentos. La recepción de la gracia divina depende de la disposición de quien la
recibe. Para la validez del sacramento, la intención de recibirlo es la condición base del
sujeto adulto.

10. El carácter sacramental


Es un signo esculpido por Dios en la persona, configurándola a Cristo. Es una marca
distinguible. Es un signo que dispone a la gracia, porque es signo y causa de tal gracia.
Perfecciona la naturaleza humana y es indeleble en esta vida y en la futura. Son tres los
sacramentos que imprimen carácter: bautismo, confirmación y orden.

11. La gracia sacramental


Todos los sacramentos confieren la gracia santificante y algunos también el carácter. La
gracia de los sacramentos, varía de un sujeto a otro por las diversas disposiciones morales
se trata de una diversidad de apertura o disponibilidad interior, que varía también de
acuerdo a las fases de desarrollo de la vida espiritual de cada uno. Todos los sacramentos
contienen y confieren la gracia que significan.

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