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UN CODIGO DE ÉTICA, CON VISIÓN TRASCENDENTE EN LA

RETROALIMENTACIÓN POSITIVA

Pensar en la vida cotidiana y en las esferas laborales, es confrontar y racionalizar


nuestros principios, comportamientos y códigos de conducta, que fomenten la
armonía de nuestras relaciones y la respuesta oportuna a las necesidades de
Stakeholders1, en aptitud de requisición, y procesos satisfactorios, producto de
una eficiente respuesta. Persiguiendo los intereses del bien común y la garantía
de la veracidad de nuestros actos, reluce el Código de Ética y Conducta
Profesional, como eslabón y canal de equilibrio para que todas nuestras relaciones
profesionales estén enmarcadas bajo una dirección de proyectos, comprometida
en el actuar correcto y honorable.

Es así, como basados en las expectativas, ideales y aspiraciones de conducta


profesional, que esperamos de nosotros mismos y de nuestros colegas
profesionales, éste relevante y esencial código, ofrece confianza y credibilidad a la
labor profesional, en donde el eje fundamental no es netamente el saber – saber y
el saber – hacer, sino la integralidad de personas profesionales demarcadas por el
saber – ser y su compromiso con cada uno de sus actos en el ejercicio de su
labor. Siendo de esta manera, generadores de vida y de comunión, capaces de
asertividad y de comportamientos apropiados, para las diversas circunstancias,
que los procesos empresariales y la dirección de proyectos, “forjan sobre la base
de la conducta colectiva de cada profesional”.

Por lo anterior, se hace necesario resaltar que un profesional, no es solo aquel,


capaz de realizar operaciones puntuales y de grado elevado de conocimiento, sino

1
Cualquier grupo o individuo que pueda afectar o ser afectado por el logro de los propósitos de una
corporación. Stakeholders, incluye a empleados, clientes, proveedores, accionistas, bancos, ambientalistas,
gobierno u otros grupos que puedan ayudar o dañar a la corporación. Strategic Management: A Stakeholder
Approach (1984) Boston, MA: Pittman.
aquellos que preocupados por la potencialización de su profesión, adoptan
estándares de calidad con patrones de decisiones sensatas, consolidada
integridad y valores de fino y prudente accionar. De allí, que el Project
Management Institute2 (PMI), contribuya al desarrollo del Código de Ética y
Conducta Profesional; siendo ejemplo de altos niveles de disciplina y exigencia,
que acoge todo un proyecto de vida, que trasciende esferas (personales,
profesionales, familiares, sociales, entre otras), y redunda por ende, en las calidad
de vida de sus miembros y beneficiarios.

Es interesante, a su vez, observar como el código de conducta, delimita una


libertad sensata, en la cual se conoce cuáles son los comportamientos
obligatorios, y aquellos, que siendo voluntarios, al ser asumidos por quien los
práctica, se convierten en carta de presentación de valor agregado de fuerte
competitividad.

Se debe señalar, que la estructura del código, ofrece una sólida base de normas,
acompañada de una flexible dinámica de comentarios, que proporcionan ejemplos
y aclaraciones, que hacen ligera su aplicabilidad. Contribuye de manera
significativa, el hecho de que sea, la comunidad global de la dirección de
proyectos, la que defina los valores que sustentan el proyecto, de manera
especial, en cuatro pilares de: responsabilidad, respeto, equidad y honestidad. Lo
que conlleva a la vez, a inferir en las consecuencias de no adoptar tan esmerado
código, y/o procedimientos disciplinarios ante el Comité de Ética del PMI, que se
convierten en vigías de una producción impecable de virtuosa labor.

2
El Project Management Institute (PMI) es una de las asociaciones profesionales de miembros más grandes
del mundo que cuenta con medio millón de miembros e individuos titulares de sus certificaciones en 180
países. Es una organización sin fines de lucro que avanza la profesión de la dirección de proyectos a través de
estándares y certificaciones reconocidas mundialmente, a través de comunidades de colaboración, de un
extenso programa de investigación y de oportunidades de desarrollo profesional.
De manera especial, deseo resaltar el capítulo número II, de tan elaborado
documento, pues apropia la responsabilidad personal, como clave esencial de
una conducta esmerada, en la cual, asumo cada uno de mis actos, haciéndome
beneficiario y protagonista de mis decisiones, así como de sus consecuencias.
Con visión clara de Responsabilidad Social Empresarial (R.S.E), basada en los
intereses de la sociedad, la seguridad pública y el medio ambiente; y en los
compromisos de la palabra dada y establecida, evidenciada en la frase:
“Ratificamos este Código y asumimos la responsabilidad de su cumplimiento..”.

La PMI, se convierte por ende en horizonte de prácticas profesionales exitosas,


salvaguardadas por principios de altos estándares de calidad ético. En la cual, se
reconocen y denuncian las irregularidades, basadas en hechos contra el
honorable cumplimiento ético - profesional. Allí residen, fuertes cimientos de:

 Respeto, con negociaciones transparentes, donde los derechos de


propiedad de los demás tienen prevalencia;

 Equidad, fortificada en criterios de imparcialidad y objetividad, capaz de


resolver de manera oportuna las situaciones de conflicto;

 Honestidad, proporcionando información oportuna y precisa, con


comunicaciones libres de sesgos subjetivos.

Al interiorizar los anteriores principios, se da un proceso de concientización en mi


interior de la importancia de un Código de Conducta y Ética Profesional, que
regulen las actuaciones de nuestra carrera, en la que el buen abogado, debe
“promover, y en caso alguno afectar, la confianza y el respeto por la profesión, la
correcta y eficaz administración de justicia, y la vigencia del estado de derecho.
Consejo General del Colegio de Abogados de Chile (2007 - 2011).
Destacando, que un Código de Ética, con visión trascendente en la
retroalimentación positiva, ha de ser fruto de esfuerzos continuados de vida,
asumidos bajo códigos globales, aprobados e interiorizados, por un cuerpo
universal de personas profesionales, con solidez humana y competencia integral.

BIBLIOGRAFÍA

1. Código de Ética y Conducta Profesional (2006). Project Management


Institute (PMI). Revisado en,

https://www.pmi.org/~/media/PDF/Ethics/ap_pmicodeofethics_SPA-
Final.ashx

2. Código de ética Profesional (2011). Colegio de Abogados Consejo General.


Revisado en,

http://web.uchile.cl/archivos/derecho/CEDI/Normativa/C%F3digo%20de
%20%C9tica%20Profesional%20del%20Colegio%20de%20Abogados.pdf

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