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Los Pozos Canadienses y Provenzales
Los Pozos Canadienses y Provenzales
Esta técnica, que no requiere excavaciones a grandes profundidades, permite hacer uso
del subsuelo de cualquier lugar, (no requiriéndose estar cerca de zonas volcánicas o
similares), y su gran estabilidad térmica para atemperar los excesos de calor o frío que
pueden producirse en algunos momentos del año en el interior de las viviendas.
Esta técnica consiste en enterrar unos conductos a una profundidad entre 1,5 m y 5
metros en el subsuelo y hacer circular por ellos aire. Este aire, en contacto con las
tuberías, adquiere la temperatura del subsuelo, ya sea esta mayor o menor a la externa
y luego se hace circular, con o sin aporte térmico adicional, por el interior de la vivienda.
Fig. N° 02 Esquema conceptual del funcionamiento del pozo canadiense (o provenzal) en invierno
Comportamiento térmico del suelo
El subsuelo, debido a su gran masa, mantiene una mucho mayor estabilidad térmica que
la atmósfera a lo largo del año, lo que evita los picos de frío y de calor. Así en verano,
cuando en el exterior hace calor, el subsuelo se mantiene a temperaturas frescas. Por el
contrario en invierno, cuando en el exterior desciende mucho la temperatura, el
subsuelo se mantiene templado o al menos más templado que el exterior.
Estas dos medidas se toman para evitar sobretodo la captación de gas radón. El gas
radón es un gas radiactivo que se genera de forma natural en toda la corteza terrestre,
aunque con mayor intensidad en zonas volcánicas y graníticas. En concentraciones altas
resulta perjudicial para la salud por lo que debe ser evitado. Dado que es más pesado
que el aire, tiende a acumularse en hondonadas y en agujeros cuando no hay corrientes
de aire que puedan dispersarla. La colocación adecuada del captador de aire externo,
unido a una estanqueidad del sistema que impida que este gas pueda filtrarse al interior
de las tuberías, evita que la contaminación de este tipo de gas afecte a los pozos
provenzales o canadienses.
También la entrada debe contar con una rejilla que imposibilite el acceso al sistema de
insectos, roedores o cualquier otro animal que puedan hacer nido en su interior o
depositar excrementos y suciedad que puedan contaminar el sistema.
Filtros
Son los encargados de purificar el aire y con ello evitar la entrada de polvo y suciedad al
interior de los conductos.
Si se optara por un filtro (2-5mm), habrá que ocuparse de su mantenimientoregular al
menos cada 4 meses. Lo práctico es que la filtración vaya demenos a más fino desde el
exterior hacia el interior.
Intercambiador de calor
Es el elemento que transfiere el calor del subsuelo al aire. Se trata en definitiva de la
tubería enterrada. La longitud y el diámetro de este conducto podrá ser de diferentes
tamaños en función de aspectos como la profundidad y naturaleza del terreno, potencia
del elemento que succiona el aire, las necesidades térmicas que se necesiten, etc. De
capital importancia es la naturaleza del terreno y de su transmisividad de calor
(capacidad del suelo para transmitir calor a otro cuerpo). Por ejemplo,los suelos
arenosos secos transmiten peor el calor que los arcillosos. También la humedad del
suelo es muy importante ya que el suelo empapado de agua, independientemente de
su composición, tendrá una gran capacidad de transmitir calor ya que el agua por si sola
la tiene.
Cuanto mayor sea la longitud del tubo más transferencia térmicas aire-suelo se
producirá. Los valores más usados oscilan entre los 10 y los 100 metros de longitud. Para
el diámetro de la tubería los valores recomendados oscilan entre los 20 y los 40 cm de
diámetro.
Fig. N° 04 Tubería de transferencia térmica aire - suelo
También esta tubería deberá tener una ligera inclinación. Esto se hará así ya que en
algunos momentos del año podrían producirse condensaciones en el interior de la
tubería. Por ejemplo, en verano, en los momentos previos a una tormenta, puede
ingresar en la tubería del intercambiador aire cálido y húmedo. En el intercambiador, al
producirse una bajada de temperatura del aire, se producirán inevitablemente
condensaciones. A fin de evitar la acumulación de agua en las tuberías, se colocan estas
con cierto grado de inclinación, lo que provocará la caída de estas por gravedad hacia
un punto de drenaje. De no tener en consideración este elemento, ni incluir filtros, la
acumulación de polvo con materia orgánica y humedad daría lugar a la proliferación de
hongos y bacterias.
Punto de drenaje
El agua condensada en las tuberías, debido a la inclinación se dirige al punto de drenaje
donde se elimina del sistema.
Como pasivo existe la posibilidad del uso de chimeneas solares domésticas. En este
mecanismo, el sol calienta la chimenea y el aire que contiene, lo que provoca que este
se haga más ligero, ascienda y salga al exterior por la apertura superior. Esto crea una
depresión en la base de la chimenea solar, es decir una “falta de aire” que provoca una
corriente hacia la chimenea. Si la chimenea solar se coloca de forma adecuada, es
posible hacer que ese efecto de succión provoque la circulación del aire en las tuberías
enterradas del pozo provenzal. Este sistema puede ser eficaz para los meses de calor en
los que el pozo provenzal se usa para refrigerar. Sin embargo, su uso no será
conveniente en invierno bajo este esquema.
Fig. N° 05 Esquema conceptual de un pozo provenzal funcionando con chimenea solar
Otro aspecto a destacar es que resultan saludables para los habitantes de las viviendas,
ya que mantiene un buen nivel de renovación del aire, conservando además este un
nivel de humedad saludable (por el contrario muchos sistemas de climatización resecan
demasiado el aire).
En invierno, en cambio, los pozos pueden resultar insuficientes por si solos para aportar
el calor necesario para la climatización de un edificio dependiendo de la latitud. Sin
embargo, pueden ofrecer un muy importante precalentado del aire lo que supondrá un
sustancial ahorro, ya que el salto térmico que tendrá que aportar el sistema de
climatización artificial se verá reducido. En zonas tropicales de altura, por ejemplo, en
los que las noches son frías y los días templados o cálidos la situación puede ser
diferente. En invierno, en las zonas próximas a los polos, resultan eficaces por si solos
para mantener descongelados edificios que se desocupan en invierno.