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¿Quién no ha soñado alguna vez con poder fotografiar la Vía Láctea? Hay mucho
desconocimiento con respecto a este tema y en el artículo de hoy voy a ir aportando luz a
cada una de las dudas que os van surgiendo.
Hoy en día, no es algo muy raro ver fotografías donde la Vía Láctea es la protagonista. Y
eso es porque en el fondo, no es tan difícil fotografiarla, simplemente tenemos que tener
en cuenta una serie de aspectos.
La Vía Láctea crea un camino que se puede ver perfectamente. Sin embargo, la Vía Láctea
tiene una zona muy característica, y es el Centro Galáctico. Esta es la parte más
impactante y la más fotogénica.
Dependiendo del hemisferio en el que nos encontremos, debemos mirar en una dirección
u otra en función de la estación del año para encontrar el Centro Galáctico, pero
nunca lo encontraremos en el norte.
Algo que puede parecer una obviedad es que la Vía Láctea no está en una posición fija
en el cielo. Al igual que todas las estrellas y los planetas, el Sol y la Luna, la Vía Láctea
aparece y desaparece por el horizonte. Sale por el Este y se pone por el Oeste.
Seguramente habrás oído que hay una temporada concreta para salir a fotografiar la Vía
Láctea. Esto es porque el Centro Galáctico, es decir, la parte más fotogénica, no es visible
durante todo el año. Durante unos meses, dicha zona de la Vía Láctea está por encima del
horizonte durante el día.
Por esto mismo, si estás en el Hemisferio Norte debes intentar fotografiar la Vía Láctea
de marzo a octubre. El tiempo que el Centro Galáctico está visible va variando, siendo
mayor entre abril y julio. Cuanto más horas esté visible, más posibilidades de fotografiarla
a nuestro gusto.
Si por el contrario vives en el Hemisferio Sur, tendrás que salir a buscarla de febrero
a octubre. No es visible de noviembre a enero.
Típica composición de la Vía Láctea, dirigiendo la línea que genera hacia nuestro punto
elegido.
Puedes probar a salir a la aventura a ver si encuentras la Vía Láctea, o puedes intentar
pensar en una foto y tratar de conseguirla. Pero hagas una cosa u otra, lo que debes tener
en cuenta son las condiciones climatológicas y el lugar.
Obviamente, el cielo debe estar despejado, pero no sólo eso. Cuanta menos luz haya
mejor, y no sólo me refiero a la contaminación lumínica, sino también a la fase lunar. Hay
que intentar que la Luna no esté presente cuando vamos a fotografiar las estrellas o la
Vía Láctea, puesto que la Luna ilumina el cielo restando visibilidad a las estrellas.
Sin embargo, podemos aprovechar la luz de la Luna para que nuestro sujeto esté
iluminado.
En la foto de portada se puede observar que la Vía Láctea está bien expuesta. Además, los
picos de las montañas también se ven. De hecho, están iluminados por la Luna que estaba
empezando a salir por el lado contrario. Esta combinación fue perfecta, ya que fue como
haber encendido una linterna gigante para iluminar mi sujeto.
Pero esto no sucede siempre, de hecho, en la fotografía que hay más arriba vemos que el
castillo está totalmente a oscuras y la Vía Láctea perfectamente expuesta. Tenemos mucha
menos luz en el castillo por lo que solamente tenemos dos opciones para que el sujeto se
vea bien en la fotografía: iluminarlo con linternas o realizar dos exposiciones
diferentes.
Cuando realizamos dos exposiciones debemos hacer una foto exponiendo para la Vía
Láctea y otra exponiendo para el sujeto, las cuales tendremos que fusionar después en
Photoshop o herramienta similar. Lo ideal sería hacer la foto en la que exponemos
nuestro sujeto durante la hora azul, para que la atmósfera y los colores concuerden con
la foto que sacaremos más tarde de la Vía Láctea.
Mismo sitio que la foto anterior pero 20 minutos más tarde. La Luna va saliendo y el cielo
va iluminándose. La Vía Láctea se va diluyendo poco a poco.
Lo siguiente es imaginar la foto que queremos hacer. Recomiendo conocer el sitio de ante
mano y haberlo visto por el día. Siempre que sea posible, trato de llegar por la tarde para
inspeccionar la zona y ver cuál podría ser un buen sujeto.
Hay que tener en cuenta que la Vía Láctea es una especie de línea que aparece por el
horizonte y que va cogiendo altura. Cruza de un extremo al otro. Es imposible
fotografiarla entera a menos de que hagamos una panorámica con varias fotos, ya que
la Vía Láctea va prácticamente de un punto cardinal a otro, lo que serían unos 180º.
Seguramente habréis visto alguna foto de este tipo donde la Vía Láctea aparece formando
un arco. Realmente la deformación curva viene al juntar las distintas fotos que forman la
panorámica y la curva la genera el objetivo angular necesario para abarcar tanto cielo.
Nosotros, a simple vista veremos una línea de un extremo al otro.
Por lo tanto, a la hora de componer tenemos que pensar que vamos a fotografiar una línea
de estrellas. La línea que forma la Vía Láctea va variando y puede estar en posición
vertical, horizontal o diagonal. Esto es lo verdaderamente importante a la hora de
planificar la foto, saber en qué posición estará la línea para poder componer con el entorno.
La típica foto de la Vía Láctea suele ser la propia línea diagonal que forma ésta, apuntando
a un elemento de la foto, como la que ilustra esta sección.
Otra aplicación muy útil es Photopills. Esta aplicación es tan completa que hasta te dice
la hora de salida y puesta del Centro Galáctico, que es lo que suele interesar cuando
queremos fotografiar la Vía Láctea. Avanzando en el tiempo veremos el recorrido que
va a realizar el Centro Galáctico sobre el mapa, ayudándonos a planificar la foto.
Vemos como efectivamente, el Centro Galáctico aparece justo detrás de las montañas. Y su
posición es vertical puesto que cruza el cielo hasta la parte posterior de donde me
encuentro. En la aplicación podemos avanzar en el tiempo y ver cómo se desplaza la VL.
Tan sólo tenemos que seleccionar la hora en la que queremos hacer la foto y mover el
móvil en la posición en la que haremos la foto. De esta manera, la Vía Láctea aparecerá
como un dibujo y veremos la posición que tendrá.
Esta aplicación es muy útil para saber si realmente nuestra fotografía soñada es posible o
no.
Equipo necesario
Hasta ahora, todo lo que he comentado está relacionado con la planificación y lo que hay
que tener en cuenta para poder divisar la Vía Láctea. Pero vamos a hablar del equipo que es
necesario o recomendable.
Es obvio que lo más importante de todo es tener un trípode. También se recomienda tener
un cable disparador o intervalómetro.
Siempre digo en mis clases que la cámara o el equipo no es tan importante como la manera
de ver del fotógrafo. Sin embargo, para poder fotografiar la Vía Láctea es necesario
cumplir dos condiciones.
La primera es tener un objetivo que sea bastante luminoso. No hace falta decir que por
la noche se hay luz, por lo tanto, un objetivo con una apertura máxima de f/2.8 será casi
imprescindible. Esto nos permitirá obtener un cielo con luz sin tener que exponer durante
mucho tiempo.
Cuando hago fotografía nocturna suelo utilizar mi objetivo Samyang 14mm f/2.8. Este
objetivo es suficientemente luminoso y me permite sacar las estrellas como puntos o la Vía
Láctea.
La segunda condición es que nuestra cámara soporte un ISO alto sin generar mucho
ruido. A pesar de utilizar objetivos luminosos, la cantidad de luz que necesitamos en
grande, por lo tanto, debemos configurar un ISO como mínimo de 1600, siendo lo
habitual 3200 o incluso 6400.
Por suerte, el ISO soportado por las cámaras es cada vez mayor, por lo que hacer fotos
nocturnas es cada vez más sencillo y obtenemos más calidad.
Para intentar contener el ruido, las cámaras tienen una función de reducción de ruido
incorporada. Dependiendo de lo agresiva que sea dicha reducción, perderemos más o
menos nitidez. En cámaras que no soporten un ISO alto puede ser una buena opción. Yo
particularmente no la suelo utilizar, porque pierdo nitidez y tiempo, ya que tarda lo mismo
en reducir el ruido que en exponer (doble de tiempo esperando).
Este es el aspecto que suele tener mi equipo por las noches. Gracias al led rojo, sé que
todavía no ha terminado la exposición. Suelo tener la bolsa de filtros colgada del trípode y
en el bolsillo o encima coloco el intervalómetro (se ve una segunda luz roja más tenue).
Los parámetros que suelo utilizar para fotografiar la Vía Láctea es un diafragma f/2.8
e ISO 3200. Si por lo que sea no tengo el Samyang a mano utilizo el Canon 16-35mm f/4,
pero entonces me toca subir el ISO a 6400.
Seguro que más de uno dirá, ¿y qué pasa con el tiempo de exposición? ¿qué tiempo de
exposición configuras? ¿y por qué no lo aumentas para poder bajar el ISO?.
Por lo tanto, en mi caso que utilizo una cámara con sensor Full Frame (o formato
completo), el máximo tiempo de exposición que puedo utilizar a 14mm o 16mm, es de
unos 30 segundos.
Otra cosa a tener en cuenta, es que la hiperfocal se utiliza con distancias focales
pequeñas, hasta 35mm como mucho diría yo. A partir de ahí, la distancia a la que hay que
enfocar es tan grande que es inviable.
La otra opción es iluminar con una linterna al sujeto y enfocarlo. Un truco para cuando
se está fotografiando con trípode es el de configurar el objetivo en enfoque manual una vez
hemos enfocado. La mayoría de personas enfocan y disparan con el mismo botón. Si
presionas un poquito dicho botón, enfoca. Si lo terminas de presionar, dispara. Si lo sueltas,
al volver a presionarlo, la cámara volverá a enfocar y puede que ya no enfoque al árbol
(hemos reencuadrado).
Imaginemos que tenemos un árbol sobre el cual vamos a dirigir la Vía Láctea. Para ello,
iluminamos el árbol, lo enfocamos y reencuadramos, pero si soltamos el botón antes de
disparar, lo perderemos al volver a pulsarlo. Por lo tanto, el truco está en conseguir
enfocar el sujeto, y cambiar la pestaña del objetivo a enfoca manual (M o MF). A
partir de este momento, el objetivo tiene el anillo de enfoque situado en la posición
necesaria para tener el árbol enfocado. De esta manera, podremos hacer varias fotos sin
tener que preocuparnos del enfoque.
El procesado es el paso final para tener lista nuestra fotografía. Pero si hablamos de la
Vía Láctea este paso tiene mucha mayor importancia. A continuación voy a explicar los
pasos que he seguido para procesar la foto de portada de este artículo.
Ya hemos comentado antes que tenemos la opción de tener un único archivo RAW o
hacer dos exposiciones distintas y fusionarlas después. El motivo de hacer dos tomas
sería porque en condiciones normales, el primer plano suele salir oscuro y sin detalle
debido a la falta de luz.
Si tenemos dos archivos los podemos procesar por separado, por ejemplo en Lightroom y
abrirlos después en Photoshop. Si solamente tenemos una sola foto la procesaremos sin
más.
Después vamos a tratar de equilibrar luces, aumentando la luz que hay en las sombras y
dando énfasis al cielo, y por supuesto a la Vía Láctea. Por ello, subimos las sombras,
aumentamos un poco el contraste para que la foto no quede muy plana y consigamos
volumen en las montañas. La Claridad también viene bien para esto último.
Ahora podemos aplicar algunos ajustes locales. Con el filtro radial, delimitamos las
montañas y le damos más luminosidad a la zona de los picos.
Después aplicamos otro filtro radial a la Vía Láctea para tratar de resaltar el Centro
Galáctico. Aplicamos contraste, subimos altas luces para que la zona central de la Vía
Láctea tenga más fuerza, bajamos sombras porque no queremos que el cielo se aclare, y
aplicamos Claridad para resaltar los distintos tonos que hay.
Un filtro graduado para oscurecer el cielo dará más protagonismo a la Vía Láctea.
Podemos aplicar una pequeña curva para conseguir ese punto extra de luminosidad en las
estrellas.
Ya sólo nos queda tratar de reducir el ruido. Para ello tenemos que hacer zoom al 100%
sobre la imagen y aplicar la reducción de ruido de Luminancia hasta que veamos que el
grano va desapareciendo. No hay que excederse porque perderemos mucha nitidez y la foto
parecerá un dibujo.
Cada fotografía es diferente y todo dependerá de lo que queramos conseguir, pero esta sería
una buena manera de tratar de que la Vía Láctea destaque sobre todo lo demás.
La Fotografía de Paisajes
¿Qué tendrán los paisajes que nos enamoran? Si te gusta viajar y la fotografía, seguro que
es una de tus temáticas favoritas. Gracias a ella, o por ella, descubriremos rincones
realmente fascinantes. ¿Pero cuál es la mejor manera de plasmarlo en nuestras fotos? La
fotografía de paisajes, como toda especialidad, tiene sus propios trucos y consejos para
sacarle todo el partido, por eso en esta guía vamos a abordar todo lo que deberías saber
sobre esta temática. ¡Vayamos punto por punto!
1. Cámara de Fotos
Por supuesto, necesitarás una cámara. ¿Tiene que ser réflex? Para nada. Puede ser réflex,
pero también puedes optar por hacer fotos de paisajes con una cámara evil o sin espejo. Si
estás pensando en comprar una y no sabes qué modelo es para ti, te aconsejo que le eches
un vistazo a estos artículos sobre cámaras.
6 Estupendas Cámaras Réflex para Principiantes
12 Cámaras CSC (Evil) muy Recomendables
Ya tenemos la cámara, pero... ¿qué objetivo es el más indicado para fotografía de paisajes?
Pues piensa que en este tipo de fotos lo que queremos capturar es la grandiosidad del
entorno, y que todo salga especialmente nítido, por lo que esto nos conduce a una lente
gran angular. Con este tipo de objetivos gozaremos de una gran profundidad de
campo y un ángulo de visión más amplio. Por supuesto, esto no implica que no puedas
utilizar objetivos menos angulares y conseguir buenos resultados también.
3. Trípode
Uno de los accesorios más importantes en fotografía de paisajes es sin duda el trípode. Si te
atrae el bonito y famoso efecto seda, si te gusta capturar el movimiento de las nubes en un
atardecer, o si simplemente quieres lograr una mayor nitidez en tus paisajes, este es tu
accesorio.
5. Filtros
A medida que avances en la fotografía de paisaje te darás cuenta de que ante determinadas
situaciones te falta encontrar la forma de lograr una exposición equilibrada en toda la toma,
o que no sabes cómo conseguir evitar los reflejos del agua de un río para poder ver lo que
hay en el fondo. Incluso tampoco sabes cómo conseguir el efecto seda del que hablábamos
hace un momento, a plena luz del día. Como solución a todas estas cuestiones, te diré que
necesitas un filtro. No para todas las situaciones valdrá el mismo claro, los hay
polarizadores, filtros neutros, filtros degradados... Depende cuál sea el fin de tu foto
deberás escoger uno u otro. Aquí te dejamos unos cuantos artículos para que descubras cuál
es el que buscas.
Imagina que llevas todo el equipo cargado a la espalda y que conduces y andas bastantes
kilómetros hasta llegar a tu paisaje de ensueño. Montas el trípode, colocas la cámara,
conectas el disparador, y en el momento de la captura... ¡ZAS! No te queda suficiente
batería o te has quedado sin espacio en la tarjeta de memoria. ¿Cómo poder evitar esto? La
forma más sencilla es llevar siempre con nosotros, al menos, una batería y una tarjeta
extra. Además, piensa que la tecnología a veces puede fallar, y llevar repuesto para estos
pequeños accesorios puede ahorrarnos algún que otro disgusto.
Por último, y no menos importante, necesitarás una buena mochila en la que llevar todo tu
equipo. La elección de este accesorio es importante. Tiene que ser cómoda, de un tamaño
que se adapte a tus necesidades materiales, y que, a ser posible, tenga un reparto de peso
adecuado para evitar posibles dolores de espalda. El propósito es que puedas transportar tu
equipo de forma segura y cómoda.
Por norma general intentaremos escoger una apertura de diafragma entre f/8 y
f/16, ya que recuerda que lo que queremos es que salga gran parte de la escena
enfocada. Para ello necesitaremos una gran profundidad de campo, y esta, entre
factores, depende de la apertura de diafragma.
En cuanto a la velocidad de obturación dependerá del tipo de escena que
vayamos a fotografiar, ya que no es lo mismo querer congelar un paisaje que
buscar captar el movimiento del agua o de las nubes. Así pues, la velocidad la
adaptaremos en función de tipo de imagen que busquemos.
El ISO es el tercer pilar del triángulo de la exposición como bien sabes, y es el que
evitamos subir en exceso para no correr el riesgo de que aparezca ruido en nuestra
fotografía. Así pues, lo ideal será utilizar el ISO más bajo que podamos en
función de las condiciones lumínicas de la escena.
Por otra parte, es recomendable que disparemos nuestras tomas en formato RAW
(o al menos aquellas que sepamos que son más importantes). De esta manera
tendremos más margen de corrección en edición, y además podremos cambiar el
balance de blancos sin perder calidad, entre otras muchas cosas, tal y como te
contábamos en este artículo.
Si quieres ampliar esta información, en esta serie de artículos te damos todos los consejos
que necesitas.
2. Logra mayor nitidez en tus imágenes de paisaje a través del control del enfoque:
3. Consigue largas exposiciones diurnas para capturar las nubes con trazas o el efecto
seda en imágenes con agua en movimiento:
Pero esto no implica que tengas que limitarte siempre a ellas. Habrá ocasiones en las que
romper las reglas sera precisamente lo que haga de tu fotografía una captura diferente. Te
dejamos a continuación unos cuantos artículos sobre composición que harán que tus
fotografías de paisaje mejoren notablemente.
El Momento de la Captura
No es lo mismo realizar una fotografía de paisaje al amanecer, que a plena luz del sol o por
la noche. Las condiciones lumínicas cambian, y eso afectará a la manera en la que tenemos
que proceder para realizar la captura. Por eso a continuación, te enlazamos varios artículos
con consejos específicos en función de la hora del día a la que hagamos la toma.
Sí, a veces por mucho objetivo angular que llevemos no abarcamos la magnificencia de un
paisaje. ¿Qué podemos hacer entonces? Recurrir a un formato de imagen especial: la
panorámica. Este formato consiste en realizar una serie de fotografías seguidas y
rotando desde la misma posición (preferiblemente con cámara en trípode), para después
en edición juntaras y poder obtener el paisaje completo. También nos sirve en el caso de
que nuestro objetivo no sea muy angular y queramos captar todo el paisaje. Si quieres
descubrir cómo hacer buenas panorámicas paso a paso te aconsejamos los siguientes
artículos:
Como en toda temática fotográfica, es conveniente darle unas últimas pinceladas a nuestra
foto para que quede del todo perfecta. Aplicar una serie de ajustes a nuestra toma nos
ayudará a que el resultado final sea más impactante y atraiga más la mirada de quien
observa la fotografía. A continuación te dejamos algunos de los trucos de revelado que
mejor le vendrán a tus fotos de paisajes.
Y hasta aquí nuestra guía para iniciarse en la fotografía de paisaje. ¿Echas algún punto en
falta? Ayúdanos a completar el artículo con tus propios trucos y consejos. Estaremos
encantados de leerlos en los comentarios :D
Cómo Mejorar tus Fotos de Paisajes
[AHMF31 día28]
Con esta entrega comienza la última sección del curso que, como puedes ver, estará
dedicada a la temática de "Cómo hacer fotos a".
En el artículo de hoy vamos a hablar de uno de los tipos de fotografías más habituales en
el "álbum" de todo fotógrafo, la fotografía de paisajes.
A decir verdad, con todo lo dicho hasta ahora en el curso, te debería bastar con atar cabos
entre los diferentes artículos para saber cómo mejorar tus fotos de paisajes.
Pero no te preocupes, no te voy a poner un examen, sino que te voy a echar una mano
recordándote lo más importante que debes conocer en fotografía de paisaje, ¿te parece
mejor así?
Probablemente se te hayan ocurrido más accesorios que usas o que valorarías usar en
fotografía de paisajes. Parasoles, filtros graduales, incluso elementos que modificasen la
iluminación de la toma con alguna fuente externa.
Pues efectivamente, es cierto, seguro que entre los que he incluído no están todos los que
son, pero creo que, al menos, son los más básicos, ¿no te parece?
Y digo sensato porque en estas tomas lo más lógico es buscar ampliar al máximo posible
el campo de visión y transmitir al que ve la fotografía la sensación de estar justo delante
del propio paisaje.
En ese sentido, los gran angulares son los mejores objetivos. Eso sí, debemos tener en
cuenta que si el gran angular tiene una focal demasiado corta, la imagen, especialmente en
sus extremos, aparecerá ligeramente distorsionada, como consecuencia de las
características de estas lentes.
Pero creo que lo más honesto es explicarte qué hace exactamente ese modo y
recomendarte que no lo uses salvo que no tengas otra alternativa o el tiempo apremie y no
te permita "fabricártelo" a ti mismo a partir de un modo más manual.
Ya conoces mi idea sobre la satisfacción que produce hacerlo uno mismo y, sobre todo, que
los resultados que obtendrás en muchas tomas serán mejores, o al menos se acercarán más
al resultado que realmente esperas obtener.
Pero lo más importante de que sepas cómo funciona es que ahora estás en condiciones de
decidir cómo se hace la foto (con qué parámetros) y pasar a dominar tú a tu cámara y
no al contrario, ¿de acuerdo?
En este apartado quiero transmitirte algunas reflexiones sobre fotografía de paisajes que
seguro te vendrán muy bien cuando busques realizar este tipo de tomas.
Se trata de reflexiones más allá de las ya indicadas sobre buscar ampliar al máximo la
profundidad de campo, identificar incluso la distancia hiperfocal, determinar con
claridad el centro de interés de la fotografía o buscar la simplicidad en nuestras
composiciones (ya sabes, menos es más).
La Hora del Día. Sin duda, las mejores horas del día para fotografiar son las
primeras y las últimas de sol, pues es cuando la luz resulta más suave y dócil y no
ocasiona luces y contrastes excesivamente fuertes y duros en nuestras fotos.
Procura hacer tus fotos de paisajes en esas horas y verás como tus resultados
mejoran drásticamente. Al contrario de lo que podemos pensar al empezar en esto
de la fotografía (así fue en mi caso), un sol radiante no origina buenas fotos, sino
todo lo contrario.
El Sol. Se trata de otro elemento que generalmente "querrá apuntarse a todas tus
fotos de paisajes". Mi consejo es que, salvo en fotografías de puestas o salidas de
sol, evites que aparezca en tus fotos. Pues te costará mucho hacerle sitio y que
"respete" al resto de elementos de la fotografía.
Sus características de luz hacen que resulte muy difícil que comparta escenario con
otros elementos.
El Agua. A diferencia del Sol que siempre busca aparecer en nuestras fotos, el agua
es un elemento que, no sé por qué, siempre tratamos de incluirlo nosotros. Nos
gusta el agua y por eso tratamos de que aparezca en nuestras imágenes.
Eso sí, a unos les gusta más mostrar su lado sedoso (a través de un largo tiempo de
exposición) y otros prefieren para el tiempo y congelarla. En función de tu gusto,
deberás decantarte por una u otra forma de presentarla.
La Estación del Año. Cada estación del año tiene sus características, buenas y
malas, por supuesto.
Quizás todos coincidamos en que las mejores épocas para fotografiar paisajes, o al
menos las más agradecidas con el fotógrafo son la Primavera y el Otoño, ¿no te
parece?
Si te encuentras en esta última estación, es probable que te vengan muy bien estos
13 Estupendos Consejos para Hacer Fotografías en Otoño.
Sus colores, la dinámica de elementos como las hojas o el agua y los juegos de
luces te harán sentir como un auténtico privilegiado tras el visor de tu cámara,
¡aprovéchalo!
Panorámicas. Cuando vamos a hacer una fotografía de un paisaje se nos viene a la
cabeza, irremediablemente, la posibilidad de tomar una panorámica.
Muchas cámaras tienen incluso una funcionalidad para conseguir este tipo de
fotografías de forma "automática", bien cambiando la relación de aspecto de la
imagen, o bien permitiéndote disparar varias fotos sobre un mismo eje, a partir
de las cuales se construye la foto panorámica.
Si te interesa la posibilidad de "construir" espectaculares fotos panorámicas, aquí
tienes 7 Buenos Consejos para Hacer Fotos Panorámicas.
¿Aún querías más consejos? Estás de suerte porque hace año y medio escribimos un
artículo con 11 Consejos Fundamentales para hacer Fotografias de Paisajes, que te
permitirá afianzar algunos de estos consejos y descubrir otros nuevos.
Resuelve todas tus dudas con respecto a esta técnica en Todos los Secretos de la Fotografía
HDR en 7 Fantásticos Artículos: Descarga PDF Gratis.
En Resumen...
Hemos analizado el material (accesorios) necesario para la fotografía de paisaje, las
focales más apropiadas, los ajustes que debes seleccionar en tu cámara, e incluso un
buen número de consejos y recomendaciones sobre algunos de los elementos más
importantes en este tipo de fotografía.
Lo único que falta ahora es que completes esta información, como siempre haces, a través
de tus dudas, recomendaciones, apreciaciones y comentarios en general.
Y, por supuesto, que salgas a la calle -en este caso al campo, a la playa, a la montaña, etc.-
con tu equipo preparado y con ganas de poner en práctica todo lo que hass aprendido y
empieces a hacer fotografías de paisajes como un auténtico profesional. Ya nos
contarás qué tal te va. ¡Hasta la próxima entrega del curso!
Seguro que piensas que muchos de los consejos que te damos en este artículo son bastante
obvios, pero tal vez haya alguno que no lo sea tanto. Nunca está de más repasar los puntos
que te damos.
Recuerda que para conseguir una gran profundidad de campo debes cerrar el diafragma del
objetivo de tu cámara y dominar el concepto de distancia hiperfocal.
2. Utiliza un trípode en tus fotografías de paisaje
Como probablemente cierres mucho el diafragma, tendras que utilizar tiempos de
exposición largos. Así que, necesitarás un buen trípode si no quieres que te salgan movidas
ls fotos.
En caso de no disponer de uno, puedes probar a abrir algo más el diafragma o a subir la
sensibilidad ISO, aunque recuerda que haciendo esto último aumentarás la relación de ruido
en la imagen.
También acuerdate de situarlo bien dentro de la fotografía. Para ello puedes aplicar la regla
de los tercios.
4. Piensa en el fondo de tus fotos de paisajes
Al contrario que en otras muchas temáticas, en paisajes el fondo importa mucho. Estará
nítido y forma parte de la composición por completo. Por tanto, tendremos que analizarlo
con detenimiento, viendo donde situamos los puntos de interés, si utilizamos líneas rectas o
curvas para conducir la atención en la foto, ver de qué manera vamos a crear sensación de
profundidad, ...
No debemos olvidar tampoco mantener recto el horizonte. Recordar que podemos corregir
la inclinación de la foto si nos saliera torcida.
En algunas ocasiones no estará de más aplicar algo de procesado posterior a la foto para
dar más fuerza al cielo, aplicando algún tipo de filtro para añadir color y contraste.
6. Las líneas y la fotografía de paisajes
Cuando repasamos algunas técnicas para la composición fotográfica ya os hablamos de las
líneas.
Las líneas son un recurso compositivo que nos permite guiar la vista del espectador por
la foto, marcando el recorrido que deben hacer para ver la imagen.
Gracias a las líneas podemos dar a la imagen sensación de profundidad y escala de tamaño,
además de poder ser, en sí mismas, el centro de interés de la fotografía.
7. Captura el movimiento... sí, también en paisajes
La mayoría de nosotros asociamos la idea de paisaje al sentimiento de calma, paz y
tranquilidad. Lo cierto es que muy pocas veces encontramos esa calma total en la escena
que estamos viendo en un momento determinado. El movimiento que se pueda producir a
nuestro alrededor puede añadir a la imagen sentimiento o drama, y crear en sí mismo un
centro de interés.
El viento que mueve los árboles, las olas en el mar o la corriente de un río son ejemplos de
movimiento que encontramos continuamente en la naturaleza y que podemos recoger en
nuestras fotos.
Para capturar ese movimiento tendremos que utilizar velocidades de obturación bajas,
lo que nos obligará a cerrar más el diafragma para contrarrestar la cantiadd de luz que entra
a través del objetivo y puede que algún tipo de filtro para reducir la luz, salvo que
esperemso a un momento del día con menos luz.
Los días soleados, en las horas centrales del día, generan una luz dura, con sombras muy
acusadas y fuertes contrastes entre las luces y las sombras. Por el contrario, los días
nublados dan una luz más suave, reduciendo ese contraste.
El amanecer y el atardecer son los dos mejores momentos para hacer fotos de este tipo.
La posición del sol hace que la luz incida sobre los objetos con un ángulo específico en el
que se crean texturas y patrones con las sombras. La temperatura de color varía
enormemente, y los cielos se transforman completamente por este ángulo con el que llegua
la luz.
10. Acuerdate del horizonte
Posiblemente es la regla más básica de la fotografía. Debemos mantener en mente siempre
el horizonte en dos aspectos.
Prueba a cambiar ese punto de vista. Tirate al suelo, agachate, subete a algún sitio
elevado... Descubrirás nuevos puntos de vista, y conseguirás fotos más sorprendentes.
En nuestras salidas fotográficas, sobre todo aquellas que hacemos por el campo, lo más
normal es que, tarde o temprano, hagamos alguna fotografía de paisaje. La fotografía de
paisaje es una de las primeras experiencias fotográficas que se realizaron en el mundo.
Este tipo de fotografía, normalmente, busca ser más descriptiva, enseñar lo que tenemos
delante. Sin embargo, esta no tiene por qué ser la única función de la fotografía paisajística:
con un poco de creatividad podemos llegar a convertir estas imágenes en unas
fotografías mucho más expresivas que, además de enseñar un paisaje, expliquen una
historia o nos ayuden a ver esa realidad que tenemos delante de una manera distinta.
Para ello debemos intentar integrar modelo y fondo de alguna manera. Debemos conseguir
que el modelo (especialmente si se trata de alguien que no está acostumbrado a estar
delante de las cámaras) se encuentre cómodo en la ubicación, postura y expresión que
necesitemos para nuestra fotografía.
Tenemos que tener en cuenta que el hecho de incorporar figuras humanas en la fotografía
de paisaje es igual de válido para aquellas fotografías más improvisadas (pongamos, por
ejemplo, que estamos de turismo rural e intentamos colocar en nuestro encuadre al
compañero de viaje del que dispongamos en ese momento) como si planeamos una sesión
con la verdadera intención de conseguir esas fotografías de paisaje más expresivas.
Incluso podemos ser nosotros mismos los que dotemos de expresividad la foto del paisaje
que tenemos delante mediante un autorretrato. Lo importante es que sepamos cómo
integrar la figura humana de la que dispongamos en ese momento con el escenario que
tengamos delante para poder crear una escena, una historia, una narración que nos permita,
a la vez, enseñar un lugar y explicar alguna cosa.
Además, aunque puede interesarnos o no, el factor humano nos ayudará, también, a dotar
de escala aquella imagen. Es decir, nos ayudará a establecer de qué tamaño es aquello que
estamos viendo porque podremos compararlo con una figura de un tamaño reconocible.
Con un poco de creatividad, además, podemos jugar con eso, aprovechando, por ejemplo,
perspectivas y ángulos de visión con los que conseguir engañar el ojo del que vea aquella
fotografía.
¿Qué nos puede ayudar a conseguir una fotografía de paisaje abstracta? Utilizar una focal
larga, que nos aísle una parte del paisaje del resto de escena; convertir la fotografía a una
escala de grises, para evitar las distracciones de los colores; incluso la misma composición,
si somos capaces de convertir aquello que vemos en algo que no sea fácilmente
reconocible por el ojo humano.
Debemos Aprender a Mirar las Cosas Fotográficamente
Hace un tiempo descubrimos qué era el peso visual y por qué era tan importante en
fotografía y es que una de las cosas más importantes de hacer fotografía es que debemos
aprender a ver las cosas de otra manera, de la manera fotográfica. Debemos ser capaces de
interpretar aquello que estamos viendo, tanto para poder entender las fotografías que
tengamos delante de nuestros ojos, como para poder mejorar en nuestra propia técnica
fotográfica.
Una fotografía de paisaje no está formada sólo de, por ejemplo, árboles, piedras, caminos y
un cielo con nubes. Una fotografía de paisajes tiene líneas (artificiales y/o naturales) que
conducen a sitios, la naturaleza tiene, también, una manera de enseñarnos que las cosas
están más cerca o más lejos. Todos los objetos que forman una fotografía tienen una
dirección (aunque no tengan cara) y, en función de como utilicemos, respetemos o
potenciemos esa dirección, esas líneas, o esos recursos naturales, nuestra fotografía
significará una cosa u otra.
¿A qué viene todo esto? Muchas veces se han dado directrices para mejorar en la fotografía
de paisajes pero siguiendo todos estos consejos a rajatabla y sin añadir nada de nuestra
propia cosecha, sólo conseguiremos paisajes-postal. Como siempre: antes de tomar la
fotografía, deberías intentar previsualizar qué es lo que quieres conseguir con ella y, de
esta manera, podrás saber qué reglas debes seguir y qué reglas debes romper en cada
momento.
Dónde Colocar el Horizonte en tus Fotos
de Paisajes
Jose Luis Rodriguez
Cómo hacer fotos a, Composición, Paisajes
La ubicación de la línea del horizonte es un elemento compositivo clave en la fotografía
de paisajes. Dependiendo de donde coloques la línea del horizonte, una misma situación
puede trasladarse en fotografías muy diferentes que transmiten sensaciones completamente
distintas. ¿Quienes conocer de qué sensaciones te hablo? Dedícame dos minutos y
aprenderás dónde situar la línea del horizonte la próxima vez que salgas a hacer fotos de
paisajes.
Introducción
En la fotografía de paisajes nos encontramos que muchas veces la línea del horizonte se
convierte en un elemento de referencia fundamental.
Sobre todo cuando se trata de escenarios en los que la línea del horizonte es muy evidente
como marinas o escenas en los que no contamos con un horizonte muy escarpado, esta línea
se convierte en un potente recurso visual que lo dota de un gran peso en la fotografía.
Por ello, la línea del horizonte se convierte en un elemento compositivo muy importante a
la hora de fotografiar paisajes cuya ubicación determinará en gran medida el sentido
que adquirirá nuestra foto.
Este es el motivo de que huyamos de colocar la línea del horizonte justo en el medio de
la fotografía, salvo en aquellos paisajes en los que sus elementos (normalmente agua)
generan una simetría y deseamos potenciar esa sensación en quién contempla la foto.
Por supuesto, las reglas están para romperlas, pero salvo que se trate del caso partícular que
te comento, te animo a que pruebes a realizar un reencuadre en el que la línea no esté justo
en medio y verás cómo tu foto adquiere más interés.
Este es sin duda uno de los motivos para que, de partida, ubiquemos la línea del horizonte
en la parte baja de la fotografía.
Debes tener en cuenta que en este tipo de situaciones es conveniente trabajar con aperturas
pequeñas y profundidades de campo grandes, buscando conseguir unas fotografías de
paisajes lo más nítidas posibles.
Si tienes dudas en una determinada situación, haz la prueba y elimina el horizonte para
comprobar de qué forma puede mejorar con ello tu foto.
Independientemente de dónde lo coloques, mantenlo
recto
Salvo que estés realizando una composición muy creativa con el horizonte, evita que el
horizonte esté caído. Es un problema bastante común que se produce sin que te percates
cuando estás haciendo la foto, pero se puede arreglar de forma muy sencilla con métodos
como el que te contamos en estos otros artículos para enderezar horizontes caidos con
Photoshop o con Lightroom.
Introducción
Recuerdo cómo cuando empece a hacer fotos de paisajes, me ocurría siempre lo mismo.
Veía un paisaje que me parecía interesante, hacía muchas fotos, y cuando las revisaba
posteriormente me encontraba con la sensación de que eran todas iguales y les faltaba algo.
Eran fotos muy planas, no me transmitían esa sensación de inmensidad que sentía en el
momento de hacer las fotos.
Hasta que, después de ver muchas fotos, caí en la cuenta de cual era el problema: mi
problema era el primer plano. O, para ser más exactos, la ausencia de él.
Y es que en la mayoría de las ocasiones, cuando hacemos una foto de un paisaje, sobre todo
cuando utilizamos grandes angulares, todo aquello que teoricamente podría captar nuestro
interés queda demasiado lejos, casi perdido en el horizonte.
Si introducimos un elemento en primer plano que aporte interés a la foto conseguimos
trasladar una sensación completamente diferente a quien está viendo la foto.
Cuando hacemos fotos de paisajes, tenemos muchos elementos a mano de los que valernos
para incorporarlos a ese primer plano de nuestra fotografía. Pueden ser rocas,plantas, algún
árbol, o el propio suelo, con flores, hierba o tierra.
Sin duda, ese aumento de la sensación de profundidad hace que la composición de nuestra
foto sea más interesante.
2. Capta nuestra atención
La posición natural de los objetos en primer plano por un lado, en la parte inferior de la
fotografía o a un lado de ésta, y la cercanía dentro del encuadre del elemento por el otro,
hacen que este elemento en primer plano capte nuestra atención al contemplar la
fotografía por primera vez.
El nivel de detalle ofrecido por el tamaño del elemento dota a la fotografía de un elemento
de interés adicional al propio paisaje, lo que hace que nuestra foto se diferencie de la
clásica foto de un determinado paisaje con la que estamos más familiarizados por haberlas
visto en libros o revistas.
Haz la prueba si puedes. Repite una misma foto dejando un elemento en primer plano y
sacándolo de él, y compara el resultado. Te darás cuenta rápidamente del interés que genera
ese elemento añadido en primer plano.
3. Ayuda a dirigir la mirada
Por lo general, los elementos introducidos en primer plano en las fotografías de paisajes
ayudan a definir un camino visual, la ruta que recorrerrán nuestros ojos cuando
contemplemos la fotografía.