Está en la página 1de 4

Mi peludo amigo

“Lo que no te mata más fuerte te hará”, fueron palabras de mi padre antes de morir, por lo que
veo, no fue lo suficientemente fuerte para seguir adelante con su vida, ahora ya dos años que él
no está conmigo, eh aprendido a vivir por mi cuenta y ser totalmente independiente, cocino lo
que puedo y hago los deberes de la casa, no estoy totalmente sola, Issac es mi gato macho,
siempre estamos juntos, es por eso que eh podido vivir tanto tiempo sin caer en la locura, a
veces pienso que es más inteligente que yo, y creo que me escucha y responde a mis preguntas,
será paranoia?, pero es el único ser en el que puedo confiar, la última vez que abrí mi hogar a
gente desconocida, terminaron robándome y casi abusan de mí, por suerte mi gato y la situación
pudieron protegerme de que me hagan daño, ese día llore mucho y no comí durante dos días,
hasta que Issac se había quedado sin comida y tuve que ir por más a la despensa oculta en mi
casa, mi padre siempre me dijo lo que tenía que hacer, por si algo le pasaba a él, yo siempre
pensé que estaría ahí conmigo, desde el día que mi madre dejo la casa, me pregunto, porque
mi madre nos abandonó, solo recuerdo a ella yéndose de la casa con una mira de tristeza, jamás
supe interpretar lo que significaba.

Mi vida era relativamente normal, siempre comiendo y pasando el día junto a Issac, hasta que
un día, escucho un maullido a fuera de la casa, no era de un gato grande como Issac, sino de uno
pequeño, Issac, se puso muy ansioso, no dudo en salir de la casa, yo por mi parte dudaba de ir
en su busca, pero luego de unos minutos y de pensar que si Issac no volvía, no sabría qué hacer,
era el lo único que me mantenía viva, así que fue a su búsqueda, al abrir la puerta, caí en cuenta
de la realidad que siempre había obviado ver, es que todos las personas fuera de mi casa y de
las rejas, ya no pensaban, solo se movían y gruñían, esta no era una vida, sino un apocalipsis, vi
que Issac salto la reja y se dirigió a la calle, mi terror fue único, nunca quise salir ni abrir la puerta
después de ese incidente con esa gente; a lo lejos vi como un niño y su madre estaban subiendo
entre los autos, la madre con terror y el niño con un pequeño gato protegió entre sus brazos,
ambos muy asustados por lo que les esperaba, no sabía bien lo que hacer, pero Issac al parecer
sí, siempre dije, que parecía más inteligente que yo, salto entre la multitud de cuerpos y maulló
llamando la atención de los mismos, dándoles un poco de espacio para que pudieran escapar de
su encierro, abrí la reja de mi casa aun contra mi voluntad, para llamar a que entraran, pero no
conté con que una de esas cosas estaban tiradas en el suelo, me cogió de la pierna y grite, a lo
que los demás, que seguían el maullido volvieron hacia mí, quise cerrar la puerta pero no podía,
y venían más, la señora con su hijo me hizo unas señas y con mucho remordimiento, la seguí,
dejando mi hogar.

Corrimos mucho, la señora, el niño en sus brazos , yo y atrás mío Issac, hasta llegar a una tienda
comercial, sorprendentemente estaba protegida y habían personas, yo al verlas dude en entrar,
pero la señora me jalo, Issac no se separó de mí, luego supe que el niño se llamaba jhon y su
gatita era Hanabi, que en japonés significaba algo de fuegos artificiales, la madre era Andrea,
una señora de mediana edad, las otras personas que nos acogieron eran Raúl, Ester, y Julián, el
primero el padre de Jhon y los otros dos eran hermanos, mayores que yo de unos veinte y algo,
jhon tenía cerca de 8 años, al parecer habían ido por provisiones y habían encontrado a otro
grupo, quienes estaban en rescate de los sobrevivientes, sin embargo el camión en donde los
llevaban estaba lleno así que dijeron que volverían, les dijeron la dirección de la tienda, pero
cuando iban de regreso una horda los sorprendido, y fue donde se dividieron y se cruzaron por
mi hogar, que ahora mismo debe estar lleno de esas cosas.
Ester estaba esperanzada en que vinieran a recogerlos, pero su hermano dijo algo muy curioso,
“El camino al infierno está empedrado de buenas intenciones”, Jhon pregunto qué quiere decir,
Raúl le contesto que, no solo basta con decir las cosas y prometerlas, sino que lo que realmente
vale, son las acciones y su intención, la intención por si sola sin acción son solo promesas vacías,
sin embargo, no creo que nos mientan, en los ojos que vía, no eran la de un mentiroso.

Pasamos 45 horas esperándolos y nadie se acercaba, Raúl se mantenía fuerte, pero Ester y
Andrea se venía desvalidas, Julián estaba molesto, mientras que jhon jugaba con hanabi, yo que
casi no pronunciaba palabra alguna, note como las esperanzas de cada uno morían, por el hecho
de creer en algo y ver que no era verdad, pero a las 2 horas de esperar, Raúl alzo la mirada y con
gran asombro y una sonrisa de oreja a oreja, grito a todos que saquen todas las cosas necesarias
y lo más que puedan llevar, un camión mediano, con más personas estaban dentro, nunca había
visto tanta gente reunida desde hace más de 2 años, así que estaba algo absorta y temerosa de
subir, pero jhon me cogió de la mano y me hizo subir, yo ya tenía a Issca en mi otra mano
cargado, más que un gato parecía un peluche inanimado, en el tiempo que esperamos Issca me
ronroneaba, me hacía buscar su comida, mi arañaba, me mordía para despertarme muy en la
mañana y gruñía cuando había peligro, nunca me di cuenta cuando me amaba y me protegía, mi
madre le había puesto el nombre, ya que cuando lo encontró, se asustó al verlo en el estado que
estaba y cuando mejoro, siempre le asustaba, a lo cual le recordó un juego de terror y el
personaje principal se llamaba Issac, siempre moría de las peores formas y habían partes que la
asustaban, es por ellos que lo nombro issac porque siempre salvaba a sus piernas y la asustaba,
el gato le tenía manía a mi madre.

El carro nos llevó a todos, yo no mencionaba palabra alguna, pero issac y hanabi jugaban muchos
con jhon y con migo, como si supieran por lo mal que lo estábamos pasando, uno de los hombres
que estaba en el carro menciono que ya faltaba menos de la mitad de camino para llegar a la
zona segura, fue cuando el carro separo, algo se había atascado, todos el ambiente de
esperanza, se apagó, como si la noche hubiera llegado, el guardia bajo y a los segundos comenzó
a disparar, la gente comenzó a entrar en pánico, las lunas se rompieron y manos espesaron a
salir de ellas queriendo coger a todos, algunos fueron jalados, jhon y yo no podíamos movernos,
la escena era de temer, casi irreal, cuando sentí que algo me abrazo desde atrás, vi a Issac saltar
a mi hombro, gruñir y chillar, lo que me hizo reaccionar, todo se vía a cámara lenta, pero al
escuchar su maullido, todo volvió a la normalidad, patee esa cosa, cogí a Issac con una mano y
con la otra, tome a jhon y le dije que no soltara a hanabi, no sabía que había pasado con Raúl,
Andrea y los demás, solo corrí con Jhon y vi como por mi lado también corría gente y esas cosas,
todo había fallado y veía sangre en mis manos, pero no sentía dolor y fue cuando vi a issac con
una herida muy grande, estuve a punto de pararme, pero le maullido de hanabi y el rostro de
Jhon, me decían que debía seguir corriendo, cuando llegamos a una lavandería, cerré la puerta
y nos ocultamos atrás del mostrador y mientras me calmaba, vi con horror a Issac, parte de su
muslo estaba desgarrado y había perdido mucha sangre, comencé a llorar en silencio, John me
observaba mientras también lloraba de terror y abrazaba hanabi, ella no hacia bulla, era como
si presintiera la caótica situación, pasaron 4 horas, y desperté, mi pantalón estaba mojado y rojo,
me despertó hanabi lamiéndome el rostro y jhon empujándome el hombro, y sentí que cargaba
algo frio, era Issac, ese tiempo no lo había soltado y se había desangrado, esa cosa, le perforo
una arteria y murió en mis brazos, lo último que recuerdo, es que se acurruco en mis brazos y
me lamio el rostro antes de dormirme, mi mundo se acabó, no tenía por qué vivir, solo quería
morir, era una muñeca vacía sin propósito, sentí que me hundía en un profundo abismo, odie
todo, a mi padre, a mi madre por dejarnos, a mí misma por dejar que eso le sucediera a Issac,
no valía nada, no merecía estar vivía, Issac valía mucho más que yo, era más humano que yo, y
sin embargo estaba un viva y el muerto, me levante y camine a paso desganado hasta la entrada,
cogí la manija de la puerta, dispuesta a salir y que todo terminara, cuando alguien me cogió por
mi polo y me jalo, esas palabras, su expresión y mirada, las había visto, Te vas a ir? ¡No me dejes!,
eran las palabras que no le dije a mi madre al verla salir por la puerta y la misma expresión y
mirada cuando nos dejó, cogí y abrase a jhon y llore aún mucho más, y le dije que no, no me iría
sin él, saldríamos juntos de este problema, no iba a ser como mi madre, no lo abandonaría, aún
tenía una razón para vivir, era proteger a este niño y a su gato, no sabía que quería para mi
futuro ni donde estaría en años adelante ni lo que aria, pero en este momento si sabía lo que
debía hacer, no había porque preocuparme por el futuro que no existe, si no por el presente que
es el ahora y es donde tengo el control y puedo tomar decisiones, mi pasado no lo olvidare, me
ayuda a corregirme y a saber qué camino seguir, es así como salimos de la lavandería, deje a
Issac envuelto en sábanas blancas como una cama muy blanda para que siempre este abrigado
y le di las gracias por el tiempo que compartió su vida con migo y por enseñarme lo que es ser
valiente y fuerte, vimos en las calles a otro grupo moviéndose, y las cosas esas estaban quietas
ya que comenzaba a hacerse oscuro, nos unimos a ellos y seguimos caminando y avanzado, nos
atacaron algunos pero logramos escapar de ellos, uno casi muerde a jhon y otro cogió a la gatita,
pero logre salvarla, no quería que el pasara el mismo sentimiento que yo, sé que imposible
protegerlo de todo pero al menos no quiero que la pierda, se mas adelante lo preparare para
ello, seguimos avanzado hasta encontrarnos con más personas, en la noche son más rápidos
pero también más tranquilos, para estar al tanto de los ruidos, me sentía cansada y creo que
tenía algo de fiebre debido al cansancio, pero jhon y hanabi estaban mejor, tenía mucho calor,
avanzamos con los demás hasta que nos encontramos con un oficial que venía en el carro en el
que vinimos, ya se habían comunicado y enviaron otro transporte para rescatarnos, pero al igual
que en la primera ocasión no todo salió como esperábamos, avanzando, jhon se calló y aplasto
a hanabi sin querer, ella chillo, y eso sonido llamo la atención de ellos, la gente corrió y yo cargue
a hanabi y corrí con jhon tomados de la mano, pero me sentía muy cansada, entre calles
avanzábamos lo más que podíamos, subimos por escaleras escaleras y pasamos entre techos
para llegar al destino, en la última cuadra encontramos una cantidad ridícula de esas cosas, bajar
y llegar a la avenida no era viable tenía que distraerse con algún sonido y atraerlos, yo ya no
podía caminar más ni tampoco bajar escaleras, uno de los soldados, iba a servir como distracción
mientras todos corrían, era alguien joven de unos 22 años, nadie dijo nada, pero tenía el deseo
de ayudar, le dije que lo aria yo, pero él se negó diciendo que era joven y tenía mucho por lo
que vivir, ice una mueca pensado que clase de vida tendría en este mundo, me levante para
decírselo, me resbale y el me sujeto por el antebrazo a lo cual gruñí de dolor, me remano la
manga de mi polo y vio una herida, ni yo me había dado cuenta, en la escapada me había
arañado y mordido ligeramente pero me hicieron heridas, por eso me sentía mal, caí en el suelo
y recordé a Issac, y mentalmente le pedí perdón, porque me deje morder sin saberlo, pero esa
voz dulce, me pregunto cómo me encontraba, jhon, y hanabi, ellos, estaban bien y al velos supe
que hacer, todos miraron asustados hacia mí, como mirando a alguien con lepra, a un
marginado, y algunos al mismo demonio, pero los ojos de jhon y de hanabi no miraban a un
monstruo, si no a alguien a quien tenían mucho cariño, jhon en la ida preguntaba por sus padres
y siempre le decía que lo ayudaría a encontrarlos y él creía en mí, por ello lo abrase y le di un
beso a hanabi y le dije al joven militar, por favor, ayúdalo a encontrar a su familia, se lo eh
prometido, el joven asintió y tome la granada del militar y lentamente comencé a caminar hacia
el lado contrario de la avenida, jhon me pregunto a donde iba yo le respondí, voy a buscar a mi
madre, jhon me miro un poco triste, y me deseo mucha suerte, cuando cruzaba hacia el otro
techo con ayuda del militar, un hombre adulto con cara seria se acercó un a una cierta distancia
de mí y me dijo en tono grueso, Gracias y se marchó, sentí como mi alma se sentía fresca y mi
cuerpo era más liviano, todos se alistaron para irse, falta mi señal, la granada era para cuando
esas cosas estuviera a punto de llegar a mí la detonara, eso los aturdiría, además que llamaría a
otros a mi posición mientras ellos escapan, y así fue, me pare al filo del borde de la casa y mire
a esas cosas y fue cuando la vi y supe porque nunca estuvo conmigo y recordé su expresión y el
dolor al irse y dejarme, la perdone y recordé como ella cantaba para mí y mi padre, siempre nos
cantaba, ella había querido ser cantante, pero ese mundo de cantantes no era para ella, por eso
su mejor audiencia y fama venia de nosotros y nuestros conocidos, cante, a todo pulmón
mientras miraba como esas cosas comenzaban a trepar y acercarse a mí, me tire al suelo, cogí
la granada y tire del seguro, lo tire a un lado y un sonido ensordecedor cubrió el lugar, recordé
a mi padre, madre, issac, jhon, y hanabi, y al joven soldado, y me dije, padre ahora te entiendo,
a lo que te referías no era al hecho de morir, si no de reponerse de las situaciones más difíciles
y crueles que hay, mi madre se fue, tú me dejaste y perdí a issac, normalmente hubiera preferido
morir, pero el universo me hizo darme cuenta de que aun con todo ello, siempre hay razones
para vivir, y aun cuando estás en tu último aliento, nada de eso logro acabar conmigo y la
situación no me controla, no muero por la mordida, decido morir para proteger a las personas
y a los seres que quiero, sentí como todo el techo se caiga, ya que no podía escuchar nada pero
sentía como grandes cosas y bloques caían, y todo era oscuro y mi madre aprecio en mi mente,
diciéndome, “Mientras más oscura es la noche más cerca está el día”, ya todo paso, ya no abras
más preocupación, por fin la noche se acabó.

Sentía como flotaba y luego vi esa luz y abrí mi ojos, estaba en una cama, no entendía nada, y
un maullido llamo mi atención, una gatita muy linda se acercaba a lamerme la cara con su lengua
toda rasposa y un niño con lágrimas y lanzándose a mis brazos; Lo que sucedió fue que al caer
el techo por algún motivo se formo como un una cubierta que me protegía tanto de esas cosas
como de los escombros, el joven militar se dio cuenta que la granada no exploto en el techo si
no que callo del edificio explotando en el muro y haciéndolo caer, parece que cuando lo tire, lo
hice con mucha fuerza haciendo que saliera del edificio, luego al día siguiente en la mañana el
joven tenía una corazonada fue el solo y vio que no había esas cosas y alguien decir mama, se
acercó y vio mi mano que se distinguía entre los escombros, milagrosamente la entrada fue
sencilla de remover y logro sacarme y llevarme a la zona segura, pero me habían mordido, como
seguía viva?, pues resulta que soy inmune, mi padre también lo era, pero el murió
protegiéndome, con una herida de bala en el pecho, el no murió por la mordida si no por la bala,
ahora posiblemente abra una cura y un nuevo amanecer, y solo puedo decir Gracias universo
por hacerme vivir.

También podría gustarte