En la lucha por orientar personas hacia el liderazgo de bienes comunes, vemos que promover líderes

transformadores que tengan proyectos, que acierten con el desarrollo alternativo y el cambio social, es

muy difícil, muchos se entusiasman por el tema, pero pocos son los que verdaderamente tienen las

cualidades para ello; encontramos que la mayor falencia es el desmejoramiento cultural, la falta de

oportunidades, hace que las personas no confíen en dichos proyectos y no confíen en ellos mismo y así

no dan seguridad a la comunidad.

Desde el enfoque ecológico podemos tomar como la mayor herramienta, el medio ambiente,

fortaleciendo los conocimientos de dicho líderes, para que ellos a su vez dosifiquen sus saberes a su

comunidad, donde cada uno de ellos transmitan confianza en si mismos, y tengan la capacidad de

fortalecer las minorías y capacitarlas, para que fomenten estrategias que conlleven al buen uso, buenas

prácticas y responsabilidad de cada uno de los privilegios que nos brinda el medio ambiente.

Desde esta perspectiva de análisis del ambiente de los seres humanos y los efectos que producen en sus

vidas, que pueden ser naturales, como el clima, o artificiales (resultado de la actividad humana),el ruido,

la suciedad, los vapores venenosos, el agua sucia, el aire viciado y los alimentos nocivos (Herrero, 2004,

p. 56) nos permitirá elaborar estrategias de forma adecuada para educar, guiar y orientar exitosamente a

los individuos.

El contexto de este conocimiento está influido por la cultura en el cual vive cada individuo. El principio

fundamental en la teoría es que para comprender al ser humano y su desarrollo psicológico es necesario

entender y analizar las relaciones sociales en las que se desenvuelve (Vygostky)