Está en la página 1de 1

En la inmensidad de lo posible o imposible está el quizá.

Quizá ya me hayas olvidado, quizá ya no pienses en mí, quizá nunca te tuve


pero la vida es larga y su tiempo inmenso
y quizá aún me quieras, quizá aún me recuerdes.
Porque nadie nunca ha dicho que lo imposible se quede así, siendo imposible
como una cicatriz de infancia, como un recuerdo de verano.
Así que no importa que las posibilidades sean nulas, aun te tengo aquí,
despertando a mi lado y siendo mía todas las veces que yo quiera
porque solo hay un lugar en mi mundo donde puedo poseer todo de ti.
Teniendo finales aleatorios, inventándonos sitios que solo tú y yo conocemos.
Un lugar donde las metáforas riman más que el verso
donde un círculo pequeño de palabras tiene más historia que un libro entero narrado de inicio a
fin
aunque esto suene ilógico pero incluso lo ilógico es lo más prudente para decir te amo.
Te amo porque eres tú.
Un lugar con cientos de ventanas blancas, con portada y prólogo
y aunque no estés mi lugar siempre será tuyo,
mi poesía donde lo imposible es miedo por no intentarlo e intentarlo es la renta que se paga por
estar aquí.
Estarás de inicio a fin y no pienso dar ningún paso atrás.
Quizá ya me hayas olvidado, quizá ya no pienses en mí, quizá nunca te tuve pero dejaste un nudo
fuerte, del cual no puedo desatarme y está bien.
La poesía en la que estas, la que hace más fuerte el sentimiento, la forma más bonita de tirar a
diestra y siniestra amor y locura.
Así que déjame amarte de esta manera tan callada y turbulenta
a volver inventar amaneceres a tu lado que inicien en un beso y terminen en un sueño sin ida y
despedida para poder iniciar de nuevo un beso a tu lado.
Déjame inventarte y hacerte mía en esta poesía que es tan tuya y es tan mía.

También podría gustarte