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DESPEDIDA A MIS ALUMNOS

Al dirigirme ante ustedes quisiera poseer el don de la palabra de los grandes


líderes que hablando convencen, o tener la elocuencia sus de sus incendiarias
oratorias para mover las consciencias de los hombres libres. Pero incapaz de
poseer esas virtudes tan solo anhelo: pensar alto, sentir hondo y hablar claro.

La vida se hace siempre de momentos, de cosas que no sueles valorar, y luego


cuando pierdes, cuando al fin te has dado cuenta, el tiempo no te deja
regresar…así dice la letra de una bonita melodía.

Hoy cierras un capítulo más en tu vida, tal vez hoy te has dado cuenta de que
disfrutabas de las clases, o tal vez no tanto, tal vez hoy te das cuenta que tu
paso por esta escuela muchas personas forman ya parte de tu vida, el espacio
físico forma parte ya de tu vida.

Pensar en que te tienes que despedir, de tus compañeros, compañeras, de


tus maestros, de tus maestras, del personal administrativo, de intendencia,
del portero y de todas aquellas personas con quién cultivaste una amistad,
del espacio físico, de todo con lo que te familiarizaste, te puede resultar
traumático. Habrás de extrañar las travesuras en el salón de clases, las
ocurrencias de tal o cual compañero, del Nerd de la clase quién te explicaba
las ecuaciones, y hasta te preguntarás si la vida no será tan aburrida sin los
pequeños y molestos “bullys”. Sin duda crecer duele.

Solo por unos instantes, cierra los ojos y recuerda como fue el primer día en
que llegaste a esta escuela, o a este nivel. Seguramente fue de incertidumbre,
pero también de entusiasmo. Luego piensa todo lo que tuviste que enfrentar
para permanecer en ella, las tareas, los exámenes, las indicaciones, la
puntualidad, las exigencias, el reglamento, las llamadas de atención, los
valores. No puedes negarlo, ya no eres el mismo o la misma. Tu paso por sus
aulas te ha marcado para bien.

No cabe duda que has crecido, has madurado. Te estás convirtiendo en un


adulto, adquiriendo con ello el poder de decisión y también de
responsabilidades. Ahora debes elegir estudiar o trabajar, elegir una carrera,
elegir la universidad, tener una credencial de elector, una licencia de
automovilista, tener una profesión u oficio y más adelante tener una pareja,
una casa, una familia, entre tantas otras cosas. Por fin podrás elegir tu
peinado, el maquillaje, tu corte de pelo y como vestir todos los días, lo que
tanto te afligía todos los días en la puerta de entrada de la escuela.
Pese a que las despedidas son dolorosas, seguramente no puedes evitar que
esto último te entusiasme. Nuevos sueños, nuevas metas, nuevas personas,
nuevos lugares y nuevas reglas.

La aventura continúa, porque la escalera todavía tiene muchos peldaños por


subir. La vida es un ciclo indefinido, donde cada final es a su vez un nuevo
comienzo, una nueva oportunidad. Debes aprender que no se puede dar
marcha atrás, que la esencia de la vida es ir hacia adelante. La vida, en
realidad, es una calle de sentido único.

La escuela es un microcosmos para la vida. Te enseña que el trabajo duro


tiene sus recompensas, que no solo importa aprenderte las ecuaciones de
memoria, que importa tanto lo que hagas dentro o fuera de ella. Cada uno
de tus maestros ha contribuido en su formación para que lleves consigo una
formación provista de importantes herramientas para hacer frente a la vida y
el trabajo universitario. Siempre mantén en alto el nombre de tu escuela
Bachillerato Profr. Porfirio O. Morales.

Por último, debo recordarte que todo lo que has logrado, con muchos
esfuerzos, con desvelos y sacrificios, son también logros y éxito de tus padres
y en general de tu familia, por lo cual debes de ser agradecido con ellos. Pero
sobre toda las cosas da gracias al creador por dejarte llegar a donde has
llegado.
Gracias por la oportunidad de ser partícipe de tu proyecto de formación. Te
deseo éxito en tu nueva aventura, tu amigo:

Ing. Olegario Mendo Escamilla

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