Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Tema06 Hidraulica de Captaciones Verticales PDF
Tema06 Hidraulica de Captaciones Verticales PDF
CAPTACIONES VERTICALES
INDICE
1. INTRODUCCION..................................................................................................................1
Pozos de bombeo son uno de los más importantes aspectos de la hidrogeología aplicada.
Pozos son usados para la extracción de agua para consumo doméstico, industrial y de riego.
Asimismo, pozos han sido usados para controlar la intrusión salina, para hacer descender el
nivel freático de un sector en construcción, así como para la eliminación de sustancias
contaminantes presentes en un sistema acuífero. Pozos son usados periódicamente para
inyectar o recargar aguas limpias, así como para disponer aguas contaminadas en sectores
seguros.
Las mismas consideraciones teóricas que se aplican para el caso de un pozo de bombeo se
aplican también a pozos de extracción. Durante el bombeo se produce la disminución del nivel
freático o piezométrico (según sea un acuífero no confinado o confinado, respectivamente)
dando origen a un cono de descenso o depresión; durante la inyección o recarga se produce un
aumento de la carga hidráulica en el acuífero.
Comencemos este análisis con una configuración muy simple: (1) acuífero es horizontal, (2)
confinado entre formaciones impermeables en sus partes superior e inferior, (3) extensión
horizontal es infinita, (4) espesor constante, y (5) parámetros hidrogeológicos son homogéneos
e isotrópicos.
Para los propósitos de nuestro análisis inicial, simplifiquemos aún más nuestra configuración
utilizando los siguientes supuestos: (1) existe un único pozo de bombeo en el acuífero, (2) la
tasa de bombeo es constante en el tiempo, (3) el diámetro del pozo es pequeño comparado con
la región afectada por el bombeo, (4) el pozo penetra el acuífero entero, y (5) la carga hidráulica
en el acuífero antes de comenzar el bombeo es uniforme a lo largo del acuífero.
∂2 h ∂ 2h S ∂h
+ = ⋅ (6.1)
∂x ∂y T ∂t
∂ 2h 1 ∂h S ∂h
+ ⋅ = ⋅ (6.2)
∂h 2 r ∂r T ∂t
La región matemática sobre la cual se resuelve este problema es una línea unidimensional a
través del acuífero, desde r=0 en el pozo, hasta r=∞ en el extremo infinito. La condición inicial,
de acuerdo a los datos de la Figura 6.1 es:
Para las condiciones de borde asumimos que no existe descenso del nivel piezométrico en el
borde localizado muy lejos del pozo:
y que la tasa de bombeo es constante e igual a Q, incluso muy cerca del pozo de bombeo:
Esta última condición resulta de una aplicación directa de la ley de Darcy en la cercanía del
pozo.
Figura 6.1
Flujo Radial hacia un Pozo de Bombeo
La solución h(r,t) describe la carga hidráulica (cota piezométrica) a cualquier distancia r desde el
pozo y en cualquier tiempo t luego de iniciar el bombeo. Theis (1935) desarrolló uno de los
aportes metodológicos más importantes en la hidrología subterránea utilizando la analogía entre
la teoría del flujo de calor con aquella representada por las ecuaciones (6.2) a (6.5). Su
solución, escrita en términos de descensos del nivel piezométrico es la siguiente:
−u
s(r , t ) = h0 − h( r , t ) =
Q ∞ e
∫u du (6.6)
4⋅π ⋅T u
donde
r2 ⋅ S
u= (6.7)
4⋅T ⋅t
s(r , t ) = h0 − h (r , t ) =
Q
W (u ) (6.8)
4 ⋅π ⋅ T
u2 u3 u4
W (u ) = −0.577216 − ln u + u − + − + (6.9)
2 ⋅ 2! 3 ⋅ 3! 4 ⋅ 4!
2.2 Flujo Radial hacia un Pozo en un Sistema Semi Confinado con Recarga
Muchos acuíferos confinados no están totalmente aislados desde fuentes de recarga vertical.
Acuitardos, sobre o por debajo del acuífero, pueden recargar el acuífero si la dirección del
gradiente hidráulico es favorable. El flujo de agua, en un acuífero confinado con recarga desde
un acuitardo, hacia un pozo de bombeo puede ser descrito por la siguiente ecuación:
∂ 2h 1 ∂h (h0 − h ) ⋅ K ' S ∂h
+ ⋅ − = ⋅ (6.10)
∂r 2 r ∂r T ⋅ b' T ∂t
donde K’ y b’ son la conductividad vertical y el espesor del estrato confinante, T es la
transmisibilidad y SS es el coeficiente de almacenamiento. La Figura 6.2 ilustra este ejemplo.
Figura 6.2
Acuífero Confinado Recargado por Estrato Superior
s(r , t ) = h0 − h( r , t ) =
Q
W (u , r / B) (6.11)
4 ⋅π ⋅ T
donde W(u,r/B) es la Función de Pozo para un sistema semi confinado con recarga, la cual se
entrega en el Anexo A2. Los valores de u y B son los siguientes:
r2 ⋅ S
u= (6.12)
4⋅T ⋅t
T ⋅ b'
1/ 2
B = (6.13)
K'
T ⋅t
q S = Q ⋅ exp − 2
(6.14)
S ⋅B
con lo cual el caudal que proviene desde el acuífero libre superior, qL, es igual a:
q L = Q − qS (6.15)
El flujo de agua, en un acuífero no confinado, hacia un pozo de bombeo puede ser descrito por
la siguiente ecuación:
∂ 2 h K r ∂h ∂ 2h ∂h
Kr ⋅ + ⋅ + K ⋅ = SS ⋅ (6.16)
∂r r ∂r ∂z ∂t
2 v 2
Un pozo que bombea desde un acuífero libre extrae agua mediante dos mecanismos:
La solución de este problema fue abordada por Neuman (1987) quién utiliza las siguientes
hipótesis:
• Acuífero es no confinado
• La zona no saturada no tiene influencia sobre el descenso del nivel freático
• El agua que es bombeada al inicio proviene de una liberación instantánea desde
almacenamiento elástico.
• Al final del proceso el agua viene desde el drenaje de poros interconectados.
• El descenso es despreciable comparado con el espesor saturado del acuífero.
• La capacidad específica, SY, es al menos diez veces mayor que la capacidad de
almacenamiento elástica, SS b.
s(r , t ) = h0 − h (r , t ) =
Q
W (u A , u B , Γ) (6.17)
4 ⋅π ⋅T
r2 ⋅ S
uA = para el descenso inicial o de corto plazo (6.18)
4⋅T ⋅t
r 2 ⋅ SY
uB = para el descenso final o de largo plazo (6.19)
4⋅T ⋅t
r 2 ⋅ KV
Γ= 2 (6.20)
h0 ⋅ K h
3.1 Introducción
El pozo profundo es uno de los principales medios de producción de aguas subterráneas con
que se cuenta. Su comportamiento hidráulico permite obtener valiosa información sobre el
medio acuífero asociado al pozo. Como ejemplo de lo anterior, a continuación se citan algunos
casos ilustrativos:
Por medio de extracciones de agua y el control del comportamiento de los niveles del agua
dentro de la captación, es posible determinar los parámetros asociados al medio acuífero. El
conocimiento de tales parámetros es importante para el diseño de gran cantidad de obras de
ingeniería.
Para el caso de drenaje de suelos, ya sea como saneamiento de terrenos o bien para ejecutar
alguna obra de ingeniería, resulta de interés conocer el comportamiento de los niveles de la
napa en las proximidades, para lo cual se necesita conocer las características del medio.
Básicamente las pruebas de bombeo pueden ser clasificadas en dos grandes categorías:
pruebas en condiciones de equilibrio y en condiciones de desequilibrio.
Las pruebas en condiciones de equilibrio, se refieren a aquellas que se realizan para una o
varias condiciones estables del sistema acuífero-captación. Cada condición estable es cuando
el sistema de explotación alcanza un régimen de explotación permanente, sin variación
temporal tanto del caudal como del nivel del agua. Esta condición es difícil de encontrar en la
práctica. En este tipo de prueba se debe disponer al menos de un pozo de observación, siendo
lo ideal contar con dos pozos en línea radial al pozo de bombeo.
Las pruebas en condiciones de desequilibrio son las más utilizadas en la práctica. Dependiendo
del tipo de captación, del tipo de acuífero y de la forma de extraer el agua (caudal constante o
variable), se han derivado una serie de relaciones que permiten el cálculo de los parámetros
representativos del medio acuífero. En el punto siguiente se establecen algunos criterios
fundamentales para el diseño y ejecución de una prueba de bombeo.
1. Previamente se debe verificar que los equipos de control de niveles y de caudales estén
funcionando correctamente.
2. Deberán medirse las distancias entre el pozo de bombeo y los pozos de observación.
4. El control de niveles en los pozos (de bombeo y de observación) deberá efectuarse durante
todo el período, aunque sin una frecuencia establecida. Ese control será especialmente
importante en las últimas dos estabilizaciones de caudal para establecer si el efecto del
bombeo lo ha alcanzado.
6. El primer caudal de bombeo debiera ser del orden de 20 a 25% del caudal máximo
pronosticado por el hidrogeólogo responsable. La duración del bombeo en cada etapa de
caudal debe ser hasta que se produzca la estabilización del nivel dinámico.
7. Si la estabilización para ese caudal es muy rápida o el nivel deprimido muy pequeño (por
ejemplo, menos de 2 m), el siguiente caudal debiera ser incrementado en un 100 a 150%
pero menor o igual al 50% del caudal máximo esperado.
9. Si al cabo de 3 horas los niveles no se han estabilizado para un determinado caudal, deberá
esperarse como máximo hasta 6 horas para la estabilización.
11. Sin embargo, si luego de 2 a 3 horas en el caso del caudal previo, se detecta que los niveles
están descendiendo muy rápidamente, debiera disminuirse el caudal razonablemente, lo
que equivale a no tomar en cuenta ese punto o ese valor de caudal, sino que este último
más pequeño.
12. La prueba de bombeo de gasto variable debiera tener una duración de entre 12 y 24 horas.
2. Una vez concluida la prueba de gasto variable se seguirá midiendo niveles en el pozo de
bombeo hasta conseguir más del 90% de recuperación respecto al nivel estático original o al
menos durante 12 horas. De todas formas este lapso puede aumentarse en caso que con
ello la prueba de gasto constante se inicie a la mañana siguiente, pero no más allá de 18
horas.
5. Si no es así el caudal en la prueba de gasto constante puede estar entre el 90 y 95% del
caudal máximo.
7. Deberá llevarse un control gráfico de niveles deprimidos (s) respecto al logaritmo del tiempo
(log t) durante la ejecución de la prueba en los pozos de observación.
8. La prueba de gasto constante tendrá una duración mínima de 24 horas o bien el tiempo
hasta el cual se haya conseguido una estabilización de los niveles de a lo menos 6 horas,
siempre que esto sea inferior a 24 horas.
9. La prueba deberá prolongarse más allá de las 24 horas si en el gráfico s-log t se aprecia
luego de 2 horas que la esperada relación lineal no se cumple y se generen quiebres hacia
abajo que indiquen tasas de variación crecientes en el descenso de niveles, o bien en caso
que aunque la relación sea perfectamente lineal, se estén produciendo descensos
importantes de la napa que pudieran ya estar comprometiendo parte importante de la cribas.
10. En casos como los señalados, la prueba debiera prologarse como mínimo hasta 48 horas y
como máximo 72 horas. De todas formas, situaciones como las descritas debieran ser
informadas al consultor o especialista competente para decidir si la prueba se prolonga más
allá de 72 horas.
11. Deberá seguir midiéndose niveles en todos pozos una vez concluida la prueba, hasta
conseguir a lo menos una recuperación del 98%, situación que puede producirse hasta 2
días después de la suspensión del bombeo. En este caso, no será necesario hacer
mediciones nocturnas, salvo durante las primeras 8 horas de recuperación. El segundo día,
las mediciones pueden hacerse cada 3 horas.
Si un pozo bombea en forma continua hasta que se alcanza un estado de equilibrio, esto es no
hay más descenso en el tiempo, es posible medir el nivel piezométrico en al menos dos pozos
de observación y determinar la transmisibilidad usando los modelos o soluciones analíticas
derivadas en el capítulo anterior para sistemas confinados y libres.
Q r
T = K ⋅b = ⋅ ln 2 (6.21)
2 ⋅ π ⋅ (h2 − h1 ) r1
Q r
K= ⋅ ln 2
(
π ⋅ h2 − h1
2 2
) r1
(6.22)
En el caso de un sistema acuífero confinado podemos considerar las expresiones (6.8) y (6.7):
s(r , t ) = h0 − h (r , t ) =
Q
W (u )
4 ⋅π ⋅ T
r2 ⋅ S
u=
4⋅T ⋅t
⋅ W (u )
Q
T = (6.23)
4 ⋅π ⋅ s
4⋅T ⋅u ⋅t
S= (6.24)
r2
Una prueba de bombeo consiste en un pozo que bombea a una tasa constante por un período
de tiempo definido. El descenso se mide como una función del tiempo en uno o más pozos de
observación, así como en el pozo de bombeo.
A partir de la solución analítica de Theis se desarrolló una solución gráfica para este problema.
El primer paso es hacer un gráfico de la Función de Pozo, W(u), como una función de 1/u en
papel semi logarítmico. Un ejemplo se muestra en la Figura 6.3. La depresión medida en un
pozo de observación es graficada como función del tiempo.
Esta información también se grafica en papel semi logarítmico tal como se muestra en la Figura
6.4. Para proseguir con el análisis se trata de conseguir que los datos teóricos (W(u) versus 1/u)
se ubiquen exactamente sobre los datos medidos en terreno. Para conseguir esto se debe
mover los gráficos en la dirección vertical y horizontal, pero no se pueden girar los gráficos.
Figura 6.4
Descenso versus Tiempo (Datos de terreno)
W(u) → W*
1/u → u*
s → s*
t → t*
Esto se esquematiza en la Figura 6.5. Con estos valores es posible determinar, a partir de las
ecuaciones (6.23) y (6.24), las constantes hidrogeológicas T y S.
Q
T = ⋅W * (6.25)
4⋅π ⋅ s*
4 ⋅ T ⋅ u * ⋅ t*
S= (6.26)
r2
Figura 6.5
Método de Ajuste de Theis
Jacob y Cooper (1950) observaron que después que el pozo de bombeo ha estado operando
durante un tiempo muy grande, el parámetro u es muy pequeño por lo que las potencias de
Q r2 ⋅ S
T =
⋅ − 0.5772 − ln (6.27)
4 ⋅π ⋅ s ⋅ ⋅
4 T t
r2 ⋅ S
⋅ − ln (1.78 ) − ln
Q
T = (6.28)
4 ⋅π ⋅ s
4 ⋅T ⋅ t
Q 4⋅T ⋅t
T = ⋅ ln (6.29)
4 ⋅ π ⋅ s 1.78 ⋅ r 2 ⋅ S
2 .3 ⋅ Q 2.25 ⋅ T ⋅ t
T = ⋅ log (6.30)
4 ⋅π ⋅ s r ⋅S
2
2 .3 ⋅ Q 2 .3 ⋅ Q 2.25 ⋅ T
T = ⋅ log (t ) + ⋅ log 2 (6.31)
4 ⋅π ⋅ s 4 ⋅π ⋅ s r ⋅S
En el método de Jacob se dibujan los datos de descenso versus tiempo en un papel semi
logarítmico (eje aritmético para el descenso y logarítmico para el tiempo). Las constantes
elásticas de un sistema acuífero se obtienen a partir de la pendiente de la recta y del intercepto.
En este caso se selecciona un descenso para un ciclo logarítmico, con lo que se puede obtener,
en forma simple, el valor de las constantes elásticas. La Figura 6.6 muestra un ejemplo de este
método.
2 .3 ⋅ Q
T = (6.32)
4 ⋅ π ⋅ ∆s
2.25 ⋅ T ⋅ t0
S= (6.33)
r2
2 .3 ⋅ Q 2 .3 ⋅ Q 2.25 ⋅ T ⋅ t
T = ⋅ log (r ) + ⋅ log (6.34)
2 ⋅π ⋅ s 4 ⋅π ⋅ s S
2 .3 ⋅ Q
T = (6.35)
2 ⋅ π ⋅ ∆s
2.25 ⋅ T ⋅ t
S= (6.36)
r02
Uno de los supuestos más importantes de la solución de Theis es que el agua que es
bombeada es removida desde almacenamiento interno en el acuífero. En la práctica hay una
serie de situaciones en las cuales este supuesto no es válido; ejemplos de estos son la recarga
directa desde un cauce conectado al acuífero y la recarga desde zonas de menor conductividad
hidráulica.
Existen dos formas distintas de analizar curvas de descenso versus tiempo en las cuales se
sospeche que no se cumplen los postulados básicos de Theis. El método más simple consiste
en reconocer que el agua de recarga a través del sistema semi confinado requiere un tiempo
largo para drenar a través del material de baja permeabilidad, por lo que el descenso de nivel
piezométrico en tiempos pequeños debiera ser bien representado por la teoría clásica de Theis.
De esta manera es posible utilizar alguno de los métodos ya analizados para determinar el valor
de las constantes elásticas.
W(u,r/B)→ W *
1/u → u*
s → s*
t → t*
Esto se esquematiza en la Figura 6.9. Con estos valores es posible determinar, a partir de las
ecuaciones (6.16) y (6.24), las constantes hidrogeológicas T y S.
Q
T = ⋅W * (6.37)
4 ⋅ π ⋅ s*
4 ⋅ T ⋅ u * ⋅ t*
S= (6.38)
r2
T ⋅ m'⋅(r / B)
2
K' = (6.39)
r2
3.8 Régimen Impermanente - Acuífero No Confinado
Todos los métodos descritos anteriormente suponen que no existe drenaje desde el sistema
acuífero sino sólo un cambio en la presión interna. En el caso de un acuífero no confinado o
libre la disminución del nivel freático causará el drenaje del acuífero por lo que el coeficiente de
almacenamiento será superior al caso de un acuífero confinado o uno semi confinado.
Una curva de descenso versus tiempo obtenida a partir de una prueba de bombeo en un
acuífero no confinado o libre se esquematiza en la Figura 6.10. En este caso se aprecia la
forma típica de esta prueba en la cual es posible reconocer diferentes fases del proceso de
liberación de agua. Al igual que en método de Theis existe un método de ajuste de curvas en el
cual se compara el comportamiento medido durante la prueba de bombeo con la solución
analítica correspondiente, ecuación (6.11). Este método no se explica en detalle pero se
entrega en la Figura 6.11 un esquema gráfico de su solución analítica.
Figura 6.11
Curva Tipo Acuífero no Confinado o Libre
En el caso de sistemas acuíferos no confinados o libres se puede utilizar toda la teoría existente
para acuíferos confinados (Theis). En este caso, si se dispone de información de descensos en
el acuífero libre versus tiempo es posible realizar la siguiente corrección:
s2
s' = s − (6.40)
2 ⋅ h0
sR (r , t ) = s (r , t ) para t ≤ t D (6.41)
2 .3 ⋅ Q 2.25 ⋅ T ⋅ t
s(r , t ) = ⋅ log (6.43)
4 ⋅π ⋅T r ⋅S
2
2.3 ⋅ Q t
s(r , t ) = ⋅ log para t > t D (6.44)
4 ⋅π ⋅ T t − tD
La Figura 6.12 muestra una representación de la variación a través del tiempo del descenso en
el pozo de observación debido a la detención brusca del bombeo. Si se selecciona un par de
valores de t y tD tales que la razón t/(t-tD) sea un múltiplo de 10 se obtiene en forma muy simple
el valor de la transmisibilidad T dado que se conoce el descenso residual.
Qi R Qi R
si − A = ⋅ ln i = ⋅ ln i (6.46)
2 ⋅ π ⋅ K ⋅ b r1 − A 2 ⋅ π ⋅ T r1 − A
Si todos los pozos bombean los mismo (i.e. Qi=Q) y el radio de influencia es el mismo para
todos (i.e. Ri=R) se puede escribir la depresión total en el punto A como:
Q Rn
sA = ⋅ ln (6.47)
2 ⋅ π ⋅ T r1 − A ⋅ r2− A ⋅ ⋅ rn − A
Para el caso de utilizar la solución de Theis se tiene que el efecto de un pozo i sobre el punto A
queda dado por la siguiente expresión:
⋅ W (ui − A )
Qi
si − A = (6.48)
4⋅π ⋅T
con
∑ Qi ⋅ W (ui − A )
1 n
sA = (6.50)
4 ⋅ π ⋅ T i =1
∑ ⋅ W (ui − A )
Q n
sA = (6.51)
4 ⋅ π ⋅ T i =1
El efecto de interferencia entre pozos puede ser analizado utilizando la solución de Jacob para
evaluar la depresión causada por un pozo sobre el punto A. En este caso se tiene:
Qi 2.25 ⋅ T ⋅ t
si − A = ⋅ ln 2 (6.52)
4 ⋅π ⋅ T i −A
r ⋅ S
Antes de proseguir es interesante realizar una comparación entre esta expresión y la ecuación
(6.46) que es válida para régimen permanente. Si modificamos ligeramente la ecuación (6.52)
obtenemos:
Qi 2.25 ⋅ T ⋅ t 1 Qi R2 Qi R
si − A = ⋅ ln ⋅ 2 = ⋅ ln 2i = ⋅ ln i (6.53)
4 ⋅π ⋅T S ri − A 4 ⋅ π ⋅ T ri − A 2 ⋅ π ⋅ T ri − A
Es interesante observar que un término dentro del argumento del logaritmo natural puede ser
asimilado al radio de influencia del pozo, de tal forma que:
T ⋅t
Ri = 1.5 ⋅ (6.54)
S
el que es función del tiempo. Este resultado indica que el pozo de bombeo genera una zona de
influencia la cual es creciente con el tiempo de bombeo. De esta manera el área afectada por el
pozo de bombeo crece en forma continua y su efecto se va extendiendo paulatinamente hacia
zonas más alejadas.
Otro aspecto importante de señalar es el hecho que la solución de Jacob es válida para tiempos
de análisis suficientemente grandes, para los cuales u es menor a 0.05. En el caso de tiempos
muy pequeños el argumento del logaritmo natural es inferior a 1.0 por lo que se tienen valores
negativos de depresión o descenso de la napa, lo que no corresponde a la realidad. De esta
manera se tiene:
Qi 2.25 ⋅ T ⋅ t ri 2− A ⋅ S
si − A = ⋅ ln 2 para t≥ (6.56)
4 ⋅π ⋅ T ri − A ⋅ S 2.25 ⋅ T
Si suponemos que todos los pozos se encuentran afectando el punto de interés, la depresión
total queda dada por la siguiente expresión:
n Qi 2.25 ⋅ T ⋅ t
sA = ∑ ⋅ ln 2 (6.57)
i =1 4 ⋅ π ⋅ T
ri − A ⋅ S
2.25 ⋅ T ⋅ t n
⋅ ln (ri − A )
1 n Qi
sA = ⋅ ln ⋅ ∑ Qi − ∑ (6.58)
4⋅π ⋅T S i =1 i =1 2 ⋅ π ⋅ T
n⋅Q 2.25 ⋅ T ⋅ t
⋅ ∑ ln (ri − A )
Q n
sA = ⋅ ln − (6.59)
4⋅π ⋅T S 2 ⋅ π ⋅ T i =1
Un supuesto en este capítulo es que el acuífero es infinito en extensión areal. En la vida real
esta situación es muy poco probable ya que existen límites geológicos que afectan la expansión
del cono de depresión de pozos de bombeo. El método de las imágenes es usado para evaluar
este tipo de situación. En el caso particular de una barrera, lo que se esquematiza en la Figura
6.13, se tiene un sistema acuífero limitado en su lado derecho por la presencia de una barrera
geológica, la cual se puede representar mediante el uso de un pozo imagen colocado en una
posición simétrica con respecto a ella. Este pozo imagen debe proveer un gradiente nulo en la
posición de la barrera (la cual se supone vertical para los fines de este análisis), lo que se
consigue con un pozo que bombea un caudal similar al del pozo real. De esta manera, se tiene
que en un punto cualquiera situado en la zona izquierda de la barrera la depresión total queda
dada por la contribución de cada uno de los pozos:
donde r1 y r2 son las distancias desde el pozo real y el pozo imaginario hasta el punto A,
respectivamente. Si utilizamos la solución de Theis para describir la depresión de un pozo de
bombeo sobre el punto A obtenemos la siguiente ecuación:
Q r2 ⋅ S Q r2 ⋅S
sP = ⋅ W 1 + ⋅ W 2 (6.61)
4 ⋅π ⋅T 4 ⋅T ⋅ t 4 ⋅π ⋅ T 4 ⋅T ⋅ t
Qi 2.25 ⋅ T ⋅ t r12 ⋅ S r2 ⋅ S
sP = ⋅ ln para ≤t< 2 (6.63)
4 ⋅π ⋅T ri1 ⋅ S
2
2.25 ⋅ T 2.25 ⋅ T
El análisis de una prueba de bombeo realizada en una zona con presencia de una barrera
tendrá una forma como la indicada en la Figura 6.14. En esta figura se aprecian los quiebres o
puntos de cambio en los cuales se manifiesta el efecto de los distintos pozos de bombeo.
Desde esta figura es posible identificar los valores de depresión s 1 y s 2, los que se producen
luego de un tiempo t1 y t2 de iniciado el bombeo. La depresión o descenso causado por el pozo
de bombeo y el pozo imaginario son las siguientes:
Q 2.25 ⋅ T ⋅ t1
s1 = ⋅ ln sólo pozo real (6.65)
4 ⋅ π ⋅ T r12 ⋅ S
Q 2.25 ⋅ T ⋅ t 2
s2 = ⋅ ln sólo pozo imagen (6.66)
4 ⋅ π ⋅ T r22 ⋅ S
CI51J HIDRÁULICA DE AGUAS SUBTERRÁNEAS Y SU APROVECHAMIENTO 24
SEMESTRE OTOÑO 2009
CARLOS ESPINOZA C.
UNIVERSIDAD DE CHILE
Figura 6.14
Efecto de Barrera sobre un Pozo de Observación
Por construcción se ha elegido que ambos descensos, s 1 y s 2, sean iguales, por lo que se tiene
que los argumentos de los logaritmos deben ser iguales:
2.25 ⋅ T ⋅ t1 2.25 ⋅ T ⋅ t 2
= (6.67)
r12 ⋅ S r22 ⋅ S
t2
r2 = r1 ⋅ (6.68)
t1
lo que nos permite conocer la distancia desde el pozo de bombeo hasta la barrera, d, la cual se
puede calcular como:
r1 + r2
d = (6.69)
2
Un pozo cuya longitud de entrada de agua es menor que la del acuífero que lo penetra se
conoce como un pozo que penetra parcialmente la napa. La Figura 6.15 ilustra situaciones
correspondientes a un acuífero confinado y uno libre. El patrón de flujo a estos pozos difiere al
de flujo radial que existe alrededor de pozos que penetran completamente la napa.
Figura 6.15
Pozos que Penetran Parcialmente la Napa
La longitud promedio de una línea de flujo hacia un pozo de penetración parcial es mayor que la
correspondiente a un pozo que penetra completamente la napa. Lo anterior provoca una mayor
resistencia al flujo de agua hacia el pozo de bombeo. Para efectos prácticos lo anterior se
traduce en las siguientes condiciones:
Para un pozo que penetra sólo la porción parcial de un acuífero confinado el descenso del nivel
piezométrico a una distancia 2 ⋅ b queda dado por la siguiente condición:
QP 2 π ⋅ hS 0.20
h2b − hW = ⋅ ⋅ ln +
(6.70)
4 ⋅π ⋅ K hS 2 ⋅ rW b
b ≥ 1.3 ⋅ hS y hS ≥ 10 ⋅ rW
Dado que la curva de descenso más allá de 2 ⋅ b puede ser representada correctamente por la
solución de un pozo que penetra completamente la napa, el descenso total en estado
estacionario se puede escribir como:
QP 1 π ⋅ hS 0.10 1 R
h0 − hW = ⋅ ⋅ ln + + ⋅ ln (6.71)
2 ⋅ π ⋅ K hS 2 ⋅ rW b b 2 ⋅ b
donde h0 es el nivel piezométrico a una distancia igual al radio de influencia del pozo, R. Al
dividir la ecuación anterior por la expresión correspondiente a un pozo que penetra
completamente la napa, se tiene la siguiente expresión:
R
ln
QP
= rW (6.72)
π ⋅ hS
+ 0.10 + ln
Q b R
⋅ ln
hS 2 ⋅ rW 2⋅b
donde Q es el caudal de un pozo que penetra completamente la napa y tiene una depresión
similar a la del pozo que penetra parcialmente la napa. De esta forma, para un pozo de
características geométricas conocidas es posible determinar el descenso del nivel piezométrico
en función de la razón entre los caudales.
Para un pozo que penetra parcialmente un acuífero libre se tiene la siguiente expresión, la que
es válida para pequeños descensos de nivel piezométrico:
QP 2 π ⋅ hS 0.20
h2 H − hW = ⋅ ⋅ ln + (6.73)
4⋅π ⋅ K hS 2 ⋅ rW H
El descenso del nivel de agua en un pozo de bombeo incluye no sólo el efecto del cono de
depresión en el acuífero, sino que también las pérdidas de carga causadas por el paso del agua
a través de la rejilla o criba del pozo hacia el interior del pozo. Debido a que este último proceso
es de tipo turbulento se ha demostrado que su importancia es proporcional a la segunda
potencia del caudal, i.e., Q2. Las Figuras 7.16 y 7.17 muestran el efecto de pérdida de carga en
el pozo de bombeo.
Figura 6.16
Pérdidas de Carga en un pozo de Bombeo
Tomando en cuenta las pérdidas de carga es posible escribir el descenso total en un pozo de
bombeo, DW, como:
Q R
DW = h0 − hW = ⋅ ln + C ⋅ Q 2 (6.74)
2 ⋅ π ⋅ K ⋅ b rW
donde C es una constante que depende del radio del pozo, la forma de construcción del mismo
y la condición del pozo. La Figura 6.18 muestra la variación del descenso en el pozo y la
pérdida de carga como función del caudal.
Figura 6.18
Descenso y Pérdida de carga en Pozo de Bombeo
Para estimar el efecto de un pozo de bombeo ubicado en la posición (x0,y0) sobre una fuente
longitudinal se considera el principio de superposición en conjunto con el método de las
imágenes. En este caso la fuente longitudinal se reemplaza por un pozo de inyección ubicado
en una posición simétrica a la del pozo de bombeo, tal como se indica en la Figura 6.19.
Figura 6.19
Pozo de Bombeo y Fuente Longitudinal
donde s(r,t) es el descenso neto provocado por la presencia del pozo de bombeo y la fuente
longitudinal sobre el punto P. La función de pozo W(u) tiene la forma siguiente:
∞
e−z
W (u ) = ∫u z dz (6.76)
Utilizando la convención indicada en la Figura 6.20 se pueden definir los siguientes parámetros:
r12 ⋅ S
u1 = (6.77a)
4⋅T ⋅t
y
r22 ⋅ S
u2 = (6.77b)
4 ⋅T ⋅ t
r = r1 = ( x0 − x )2 + y 2 (6.78a)
r2 = (x 0 + x )2 + y 2 (6.78b)
Si deseamos evaluar el caudal aportado por la fuente longitudinal podemos considerar lo que
ocurre en las cercanías de la misma, en la cual la velocidad del escurrimiento es perpendicular
a la fuente, tal como se indica en la Figura 6.21.
∂h ∂s
v x ( x = 0, y ) = −K ⋅ = K⋅ (6.79)
∂x x =0 ∂x x=0
lo que posteriormente permite escribir el flujo total desde la fuente longitudinal como:
y = +∞ y = +∞
∂s
q= ∫ v x ( x = 0, y ) ⋅ b dy = ∫ K ⋅b ⋅
∂x x= 0
dy (6.80)
y = −∞ y = −∞
A partir de la ecuación (1) es posible escribir la siguiente expresión para la derivada del
descenso:
∂s Q ∂W (u1 ) ∂W (u 2 )
= ⋅ − (6.81)
∂x 4 ⋅ π ⋅ T ∂x ∂x
la que puede ser evaluada en forma más adecuada utilizando la regla de la cadena:
∂u1 r ⋅S
= 1 (6.83b)
∂r1 2 ⋅ T ⋅ t
∂r1 x0 − x
=− (6.83c)
∂x ( x0 − x )2 + y 2
∂W (u 2 ) e −u2
=− (6.84a)
∂x u2
∂u 2 r ⋅S
= 2 (6.84b)
∂r2 2 ⋅ T ⋅ t
∂r2 x0 + x
= (6.84c)
∂x ( x0 + x )2 + y 2
Al sustituir en la expresión (8) y considerar la evaluación a los largo de la fuente longitudinal, i.e.
x=0, se tiene:
∂s Q ⋅ x0 1 x 02 + y 2
= ⋅ 2 ⋅ exp − ⋅ S (6.85)
∂x x =0 π ⋅ T x0 + y 2 4 ⋅ T ⋅ t
y =+∞
Q ⋅ x0 1 x02 + y 2
q =T⋅ ⋅ ∫ 2 ⋅ exp − ⋅ S dy (6.86)
π ⋅ T y =−∞ x0 + y 2 4 ⋅T ⋅ t
S ⋅ x 02
q = Q ⋅ 1 − erf (6.87)
4 ⋅ T ⋅ t
q S ⋅ x02
= erfc (6.88)
Q 4 ⋅T ⋅ t
Esta última expresión se conoce como la fórmula de Jenkins y permite estimar que porcentaje
del caudal que se extrae desde el pozo de bombeo proviene de la fuente longitudinal.
CI51J HIDRÁULICA DE AGUAS SUBTERRÁNEAS Y SU APROVECHAMIENTO 33
SEMESTRE OTOÑO 2009
CARLOS ESPINOZA C.
UNIVERSIDAD DE CHILE
8. POZO QUE CAPTA DE VARIAS NAPAS
Consideremos el caso de la Figura 6.22 en que se tiene un pozo que perfora dos napas
artesianas. Supongamos además, que el pozo es captante en ambas zonas. Para un nivel
deprimido dentro del pozo, tal como el que se indica en la figura, se tiene que el caudal
aportado por la napa 1 es igual a:
∆1 ⋅ 2 ⋅ π ⋅ K 1 ⋅ m1
Q1 = (6.89)
R
Ln 1
rW
Figura 6.22
Pozo de Bombeo que perfora Dos napas
∆ 2 ⋅ 2 ⋅ π ⋅ K 2 ⋅ m2
Q2 = (6.90)
R
Ln 2
rW
∆1 ⋅ K1 ⋅ m1 ∆ 2 ⋅ K 2 ⋅ m 2
Q = Q1 + Q 2 = 2 ⋅ π ⋅ + (6.91)
Ln R1 R2
Ln
r
W rW
2 ⋅π n
Q= ⋅ ∑ ∆ i ⋅ K i ⋅ mi (6.92)
R i =1
Ln
rW
donde n representa el número de napas o estratos. Los valores “∆i” quedan dados por las
diferencias entre el nivel piezométrico de cada napa y el nivel deprimido final del pozo.
Esta expresión puede aplicarse también al caso de un pozo que atraviesa una sola napa en la
cual, sin embargo, se presenta una cierta estratificación horizontal de los materiales que hace
variar tanto su granulometría como su permeabilidad en el sentido vertical.
En este caso puede considerarse, al igual que en el anterior, la existencia de varias capas con
distintos valores de “K” y “m”, pero todas, eso sí, con un mismo valor de “∆”. Se tiene entonces:
2⋅π ⋅∆ n
Q= ⋅ ∑ K i ⋅ m i (6.93)
R i=1
Ln
rW
Los valores de “Ki” que deben considerarse corresponden a la permeabilidad horizontal de cada
capa. Resulta que el acuífero en su conjunto se comporta como uno sólo para el cual se tiene:
n
K ⋅ m = ∑ K i ⋅ mi (6.94)
i =1
En el mismo caso anterior del pozo en 2 napas artesianas cada una con su propio nivel
piezométrico, si el pozo no se bombea y es captante en las dos napas, se alcanzará un cierto
nivel de equilibrio definido por “ω1” y “ω2”. La napa 1 con mayor nivel piezométrico, aporta un
caudal “q”, el que se infiltra en la napa 2 a través del pozo.
Para determinar el nivel de equilibrio se tiene la siguiente igualdad: (aceptando iguales valores
de R).
w1 = q ⋅
Ln R r ( ) (6.95)
2 ⋅ π ⋅ K1 ⋅ m1
w2 = q ⋅
( )
Ln R r
(6.96)
2 ⋅ π ⋅ K 2 ⋅ m2
w1 K 2 m2
= ⋅ (6.97)
w2 K1 m1
w = w1 + w2 (6.98)
K 2 ⋅ m2
w1 = w ⋅ (6.99)
K1 ⋅ m1 + K 2 ⋅ m2
K1 ⋅ m1
w2 = w ⋅ (6.100)
K1 ⋅ m1 + K 2 ⋅ m2
TIPOS DE OBRAS
TEMA 6
ANEXO A
TIPOS DE OBRAS DE CAPTACION
Un pozo profundo o sondaje es una captación vertical de sección circular compuesta por una
entubación de acero rodeada por un filtro granular.
La capacidad de captación de un pozo profundo aumenta muy poco al aumentar su radio, por lo
que no es económico perforar pozos de gran diámetro con la finalidad de aumentar su
capacidad específica. El diámetro de la entubación deber ser aquel que permita la introducción
del equipo de bombeo capaz de bombear el caudal de diseño. Los diámetros de entubación, en
función del caudal que se desea extraer se pueden visualizar en el Cuadro A1.1-1.
Cuadro A1.1-1
Caudales recomendados de extracción en
Función del diámetro de la entubación
Diámetro de Entubación Caudal Esperado
(Pulgadas) (l/s)
6 0 15
8 10 37
10 25 70
12 40 100
14 70 160
En la actualidad se ha generalizado el uso de cribas como sistema captante que son especies
de rejillas metálicas construidas de una forma muy especial. Las cribas están constituidas por
elementos longitudinales (varillas), en torno de los cuales se enrolla un elemento externo de
sección especial (envolvente) que está soldado a cada una de las varillas en los puntos de
contacto con ellas, mediante soldadura por resistencia eléctrica (sin aporte). El envolvente se
enrolla en espiral y la separación entre las vueltas del mismo conforma la abertura del filtro,
constituyendo así una ranura continua. La abertura o slot de la criba depende de la
granulometría de la pared de grava y ésta, a su vez, de la granulometría del acuífero. En el
Cuadro A1.1-2 se muestra las medidas de aberturas de cribas y los filtros granulares asociados.
Cuadro A1.1-2
Tamaños de Cribas
Medida de Abertura Abertura Rango diámetro medio
abertura (pulgadas) (mm) filtro
Cribas de grava
(mm)
Slot 10 10/1000 0,254 2 5
Slot 20 20/1000 0,508 3 6
Slot 40 40/1000 1,016 5 12
Se recomienda el uso de cribas slot 10 en el caso que la napa que será explotada esté
compuesta por arenas finas o medias muy uniformes, situación que se encuentra poco en la
práctica. Cribas slot 20 se usan cuando en la formación acuífera predominan las arenas sobre
otro tipo de material. Finalmente, cribas slot 40 se instalan en formaciones acuíferas en que la
distribución entre gruesos y finos (gravas y arenas) sea pareja o bien que abiertamente
predominen los primeros, situación que es la más común en nuestro país.
Existe una amplia gama de aceros para la fabricación de cribas, los tipos más difundidos son
los aceros al carbono y los inoxidables. Resulta más conveniente la utilización de cribas
inoxidables, a pesar de ser más caras, ya que la diferencia de costo que existe entre éstas y las
de acero al carbono, relativa al costo total del pozo, es poco importante frente a la diferencia de
calidad del material y su durabilidad en el tiempo. Entre los aceros inoxidables el más común es
el conocido como 18-8, constituido por una aleación con 18% de Cromo y 8% de Níquel.
Algunos aceros inoxidables incorporan molibdeno, titanio o niobio para usos especiales en
medios corrosivos.
Además de las propiedades para resistir el ataque de agentes químicos y físico-químicos, las
cribas deben tener la resistencia mecánica suficiente para soportar como estructura la
solicitación a que deberán estar sometidas durante la construcción y explotación del pozo.
Si el pozo está bien construido, las cribas o los ranurados deberían estar en coincidencia con
los estratos acuíferos que aportan más agua al pozo.
Figura A1.1
Esquema de un Pozo Profundo
Los pozos profundos resultan muy efectivos en la mayoría de los sistemas de agua
subterránea, especialmente en formaciones acuíferas donde predominan materiales del tipo
arenas y gravas, salvo en napas pequeñas superficiales, en las que puede resultar más
conveniente otro tipo de captación. En napas costeras, donde existe riego de intrusión salina,
i) Percusión
ii) Rotación
iii) Rotopercusión
El método de perforación por percusión puede aplicarse en cualquier tipo de material desde las
arcillas más blandas hasta las rocas más duras, aún cuando para este último tipo de materiales
el método de rotación hidráulica permite avanzar más rápido.
Una vez terminada la perforación, se introduce la cañería de revestimiento del pozo dotada de
su respectiva rejilla de captación, la que tiene un diámetro bastante menor que la perforación
ejecutada. Entre la pared del pozo y la cañería de revestimiento se coloca una grava
seleccionada que hace el papel de filtro.
CI51J HIDRÁULICA DE AGUAS SUBTERRÁNEAS Y SU APROVECHAMIENTO A-4
SEMESTRE OTOÑO 2009
CARLOS ESPINOZA C.
UNIVERSIDAD DE CHILE
Las principales ventajas que presenta este método de perforación son: 1) permite avanzar más
rápido, 2) mediante coronas especiales puede obtenerse muestras del material natural, 3) no
exige la colocación de cañería si el pozo resulta infructuoso, 4) pueden obtenerse pozos de
gran diámetro sin necesidad de utilizar cañerías de revestimiento también de gran diámetro (el
pozo se comporta hidráulicamente como si su diámetro fuera el correspondiente a su envoltura
de grava), 5) resulta menos exigente en lo que a las cribas se refiere, 6) permite habilitar en
forma relativamente simple todas las napas encontradas a lo largo de la perforación. En muchos
casos en que los materiales que forman el acuífero son arenas extremadamente finas, que
difícilmente puede ser contenidas por las rejillas comerciales disponibles, está indicada la
colocación de un filtro de grava siendo la rotación hidráulica el método más expedito para ello.
El método descrito corresponde al denominado rotación hidráulica directa, una variación más
moderna de éste, conocida con el nombre de rotación hidráulica inversa, consiste en lo
siguiente: el fluido de perforación se introduce gravitacionalmente entre la barra de perforación y
la pared del hoyo y es extraído a alta velocidad conjuntamente con los materiales provenientes
de la excavación por el interior de la barra de perforación. En este procedimiento, la viscosidad
del fluido de perforación no es un factor determinante con lo que puede reducirse el proceso de
lavado a que debe someterse el pozo para eliminar la pared de lodo. Este método requiere
cantidades considerablemente mayores de agua como fluido de perforación que la requerida
por la rotación directa en que se utiliza barro.
No obstante presentar varias ventajas como las señaladas respecto al método de percusión, la
gran desventaja de los métodos de rotación está en que el uso de barros, de cualquier tipo,
hace las veces de sello sobre las paredes, lo que en muchos casos, y a pesar de que se realice
un buen desarrollo igualmente limita el rendimiento de pozos de producción. Debido a ello, para
pozos de producción la recomendación es usar el sistema de percusión como método
constructivo.
Existe una variación del sistema anterior conocida como rotopercusión con encamisado o
rotopercusión dual. Esta consiste en una perforación rotatoria combinada con percusión, en el
que a medida que avanza la excavación se va insertando la entubación. La tubería penetra en
el agujero rotando en sentido inverso a la a barrena (sentido contrario a los punteros del reloj),
por ello se denomina a este método como de rotación dual.
A medida que se perfora el pozo se va tomando muestras del material extraído, de peso no
inferior a 5 Kg, con el objeto de conocer las características del terreno atravesado por la
perforación. Deberá tomarse una muestra por cada metro de terreno atravesado o cuando se
encuentre un cambio de estrato, con el fin de representar lo más fielmente posible el terreno
natural.
Las cribas se colocan en la zona del acuífero, dependiendo de las características del o de los
acuíferos, las cribas podrían cubrir parte o la totalidad de ellos; dentro de un mismo acuífero
podrán colocarse tramos de tubo ciego y cribas.
El espacio anular que quede entre las paredes de la perforación y las tuberías o rejillas, bajo el
nivel de la napa, se rellena con gravilla de características y granulometría definida en función de
las napas asociadas. Sobre la napa, dicho espacio se rellena con mortero una vez que se haya
habilitado el pozo y se haya efectuado en éste la prueba de bombeo; antes de colocar el
mortero deberá agregarse gravilla a fin de restablecer con ésta el nivel que ella alcanzaba antes
del desarrollo.
La parte superior del espacio anular comprendido entre la cañería de entubación del pozo y el
terreno se rellena con materiales impermeables adecuados, de suficiente espesor, con el objeto
de aislar los acuíferos de posibles contaminaciones superficiales. Este sello tiene una longitud
mínima de 5 metros.
Una vez colocada las rejillas o sistemas captantes, se lleva a cabo el proceso de desarrollo, que
consiste en un conjunto de operaciones realizadas para extraer los residuos de la perforación
(lodos); estabilizar las formaciones acuíferas, eliminando sus materiales finos cercanos a la
rejilla; lograr un mejoramiento de su granulometría; obtener de su productividad traducida en un
aumento de su caudal característico o específico; y prolongar la vida útil de la captación.
Para el desarrollo del pozo se utiliza un émbolo consistente en discos de caucho montados en
un dispositivo especial, ajustado al diámetro interior de la tubería de habilitación. La herramienta
será oscilada por el balancín de la sonda de percusión con cable. El desarrollo del pozo frente a
la zona de las rejillas o cribas, correspondiente al o los acuíferos, se hace mediante la agitación
mecánica del émbolo anterior durante 20 a 30 minutos, por tramos de 3 m y en sentido
descendente, midiendo el embanque proveniente del tramo en desarrollo y extrayéndolo si éste
es superior a 0,10 m, mediante una cuchara de válvula plana o con air-lift. La operación se
repite hasta que el embanque sea menor o igual a 0,10 m. Se debe tener presente que en el
caso de obtener un embanque de gran volumen, el tiempo parcial de desarrollo debe
disminuirse a 10 minutos, aproximadamente. Sólo podrá iniciarse el tramo siguiente cuando el
embanque no sea superior a 10 centímetros.
Finalizada esta habilitación del pozo se deben realizar como mínimo dos pruebas de bombeo.
Una de ellas consiste en bombear sucesivos caudales crecientes hasta determinar la máxima
capacidad de captación del pozo. Para cada caudal bombeado se registra los niveles de agua
en función del tiempo hasta que se verifique un estado de equilibrio, es decir, hasta que el nivel
dinámico se estabilice. Un nivel de bombeo se considera estabilizado si no sufre cambios por un
período de tiempo determinado; para los fines que se buscan con la realización de esta prueba,
se considera apropiado un lapso de estabilización de 2 o 3 horas. De la curva rendimiento
(caudal v/s nivel dinámico estabilizado) generada en la prueba, se adopta un caudal
recomendado de explotación. El caudal elegido debe ser sustentable a través del tiempo y la
depresión que éste induce no debe exceder el límite de sumergencia del equipo de bombeo,
teniendo en cuenta posibles descensos del nivel estático en períodos de estiaje, para demostrar
esto se realiza la segunda prueba de bombeo.
La segunda prueba consiste en bombear el caudal recomendado por un período de tiempo más
largo (mínimo 24 horas), para verificar la condición de operación del pozo y permanencia
temporal.
En la mayoría de los pozos profundos se utiliza bombas de motor sumergido. Estas consisten
en una bomba centrífuga del tipo turbina acoplada a un motor que puede funcionar sumergido
en el agua. El motor se halla situado, por lo general, por debajo de la toma de la bomba. Una
bomba centrífuga está compuesta por un rotor dentro de una carcaza, el rotor es movido por un
motor y genera una fuerza centrífuga que impulsa el agua hacia la periferia de la carcaza,
desde donde es conducida hacia la impulsión. En una bomba centrífuga del tipo turbina, el
impulsor se encuentra rodeado por paletas difusoras las cuales proveen pasajes que se
ensanchan suavemente haciendo que la velocidad del agua que abandona el impulsor se
reduzca gradualmente, transformándose así la carga de velocidad en presión.
Las norias son captaciones verticales de sección circular, cuyos diámetros están típicamente en
torno a 1 m. Sin embargo, en situaciones en que la napa posee una recarga limitada y se
requiere maximizar el área aportante, así como también aprovechar el volumen de la noria
como regulación, los diámetros pueden aumentar hasta 3 m. Las profundidades por lo general
oscilan entre 5 m y 20 m.
En rellenos que poseen cierto grado de cohesión, en algunas ocasiones, se deja la excavación
sin un revestimiento o entubación. Las norias no entubadas a menudo presentan problemas de
embancamiento o desmoronamiento de sus paredes, a causa del flujo entrante que las
erosiona. La zona captante puede coincidir con las paredes laterales y el fondo dependiendo de
la disposición de los acuíferos o zonas aportantes en el tramo que se ha excavado.
El flujo superficial que se produce en cauces pequeños va conformando, a través del tiempo,
rellenos permeables de poco espesor en los que se desarrolla un escurrimiento subsuperficial
ligado a veces al flujo del cauce o bien independiente de éste. En acuíferos como el descrito, de
poca profundidad y espesor, resulta conveniente proyectar captaciones del tipo noria, en
rellenos espacialmente uniformes, conformados por materiales gruesos del tipo gravas o
arenas. Si se trata de suelos predominantemente arenosos, se dificulta la construcción de
norias por la falla de cohesión del suelo y en tal caso es preferible la instalación de una malla de
punteras como se expone más adelante.
En zonas cordilleranas los rellenos permeables son muy delgados a causa de las altas
pendientes que presentan los cauces sobre fondos habitualmente rocosos; en esos sectores los
flujos subterráneos disponen de una gran carga y a menudo se desarrollan a través de zonas
de fracturamiento de las estructuras rocosas. Cuando las zonas de debilidad se presentan cerca
de la superficie, el agua puede ser interceptada por norias excavadas en la roca.
La excavación que se requiere para la construcción de una noria se lleva a cabo con
retroexcavadoras, manualmente con chuzo y pala o combinando ambos procedimientos. La
excavación realizada con herramientas manuales se lleva a cabo con los operarios
descendiendo dentro del pozo a medida que la excavación progresa. El material excavado se
extrae mediante pequeños tornos manuales. Cuando el terreno natural no se mantiene por si
sólo, debe colocarse un revestimiento, el que puede ser de mampostería, madera o concreto,
en el que se dejan perforaciones laterales para facilitar la afluencia del agua, a pesar de esto
fundamentalmente son captantes por el fondo.
Como se dijo anteriormente, las norias pueden ser entubadas o no, para el caso entubado o
revestimiento, se cubre las paredes del material expuesto por la excavación con hormigón
armado in situ, con un revestimiento de cemento o con tubos de hormigón prefabricados. En
estos últimos casos, el peso propio de los tubos de concreto provoca un desplazamiento del
material removido y de esta forma, los tubos se van hincando por efecto de su propio peso a
medida que avanza la excavación.
Los equipos de bombeo más utilizados en norias son bombas centrífugas denominadas para
pozo somero. Estos equipos se instalan por encima de la noria y toman agua de ésta mediante
aspiración. Tales bombas pueden emplearse tanto en norias como en pozos profundos,
mientras el nivel de bombeo se halle dentro de la capacidad de succión o aspiración de la
bomba. Actualmente se está incorporando bombas sumergibles a las captaciones del tipo
noria, debido a sus ventajas operativas en cuanto a la posibilidad de desplazarlas verticalmente
ante descensos del nivel de agua, su menor requerimiento de mantención y funcionamiento
más eficiente. El mejor funcionamiento de las bombas para pozo profundo radica en el hecho
de disponer de una aspiración sumergida, lo que permite bombear con mayores presiones de
succión, reduciendo así la posibilidad de que se produzca cavitación.
Nota:
Este apunte se adaptó desde los apuntes del Seminario de Hidrogeología Aplicada para
Técnicos y Profesionales de la Dirección General de Aguas. Profesor Guillermo Cabrera. Enero
1997.
FORMULAS Y TABLAS
TEMA 6
ANEXO B
FORMULAS Y TABLAS
ACUÍFERO CONFINADO
∞ e −u
s(r , t ) = h0 − h( r , t ) =
Q Q
4⋅π ⋅T ∫u u
du =
4 ⋅π ⋅T
W (u ) (B.1)
donde
r2 ⋅ S
u= (B.2)
4⋅T ⋅t
ACUÍFERO SEMICONFINADO
s(r , t ) = h0 − h( r , t ) =
Q
W (u , r / B) (B.3)
4 ⋅π ⋅ T
donde:
T ⋅ b'
1/ 2
B = (B.4)
K'
ACUÍFERO LIBRE
s(r , t ) = h0 − h (r , t ) =
Q
W (u A , u B , Γ) (B.5)
4 ⋅π ⋅T
donde:
r2 ⋅ S
uA = para el descenso inicial o de corto plazo (B.6)
4⋅T ⋅t
r 2 ⋅ SY
uB = para el descenso final o de largo plazo (B.7)
4⋅T ⋅t
r 2 ⋅ KV
Γ= (B.8)
h02 ⋅ K h
C.1. INTRODUCCION
Uno de los aspectos más controvertidos acerca de esta situación corresponde al uso de un
esquema analítico para el análisis de interferencia que supone una penetración total del cauce
dentro del acuífero, tal como se muestra en la Figura C.1. Este esquema, que es en la mayoría
de las aplicaciones prácticas irreal, ha dado origen a una serie de enfoques teóricos (Theis,
1941; Glover and Balmer, 1954; Jenkins, 1968) los que han perdurado en el tiempo debido a su
facilidad de uso y la carencia de alternativas a su utilización. De esta manera estos enfoques se
han extendido a nivel mundial y hoy en día son utilizados en gran parte de los problemas de
interferencia entre pozos de bombeo y fuentes superficiales.
Figura C.1
Esquema Tradicional de Análisis
Figura C.3
Esquema de Análisis Utilizado por Hunt (1999)
La solución o Enfoque de Jenkins fue desarrollado en forma inicial por Theis (1941), luego fue
mejorado por Gloves and Balmer (1954) y finalmente fue popularizado por Jenkins en 1968.
Esta solución toma como hipótesis más controvertida que el cauce penetra completamente la
profundidad de la napa, ver Figura C.1, con lo que da origen a una solución analítica muy
simple para evaluar el porcentaje del caudal del pozo de bombeo que es proporcionado por el
río hacia la napa. En el Anexo 1 se presenta el desarrollo de esta expresión a partir de la
solución original de Theis y el uso de superposición. Esta solución tiene la forma siguiente:
q S ⋅l2
= erfc (1)
Q 4 ⋅T ⋅ t
donde q Q es la fracción del caudal del pozo de bombeo (Q) que es extraída desde la fuente
longitudinal, S es el coeficiente de almacenamiento, l es la distancia perpendicular entre el
pozo de bombeo y el cauce, T es el coeficiente de transmisibilidad y t es el tiempo de bombeo.
S ⋅l2 2
q
= erfc − exp T ⋅ t + l ⋅ erfc T ⋅ t + S ⋅ l (2)
Q 4 ⋅T ⋅ t S ⋅ L2 L S ⋅ L2 4 ⋅ T ⋅ t
K
L= ⋅ b' (3)
K'
donde K ' es la conductividad de la zona más impermeable al costado del cauce y b' es su
espesor.
Hunt (1999) abordó la solución analítica de un problema con una geometría más cercana a la
CI51J HIDRÁULICA DE AGUAS SUBTERRÁNEAS Y SU APROVECHAMIENTO C-3
SEMESTRE OTOÑO 2009
CARLOS ESPINOZA C.
UNIVERSIDAD DE CHILE
del caso real, tal como se muestra en la Figura 3. En este caso se considera un cauce
superficial que penetra sólo una fracción del espesor saturado, bajo el cual se ubica una zona o
lecho de menor permeabilidad (streambed). La solución analítica a este problema es similar a
la de Hantush (1964) con algunas diferencias en cuanto al significado de algunos parámetros:
S ⋅l2 λ2 ⋅ t S ⋅ l 2
− exp λ ⋅ t + λ ⋅ l
q 2
= erfc 4 ⋅ S ⋅T 2 ⋅T ⋅ erfc + (4)
Q 4 ⋅T ⋅ t 4 ⋅S ⋅T 4 ⋅ T ⋅ t
K '⋅w
λ= (5)
b'
donde K ' es la conductividad de la zona más impermeable bajo el cauce, b' es su espesor, y
w es el ancho del cauce.
Para efectos de ilustrar las soluciones anteriores se ha utilizado un caso real en el cual se
evaluó el efecto de un pozo de bombeo sobre un curso de aguas superficiales que escurre
cercano a él. La Figura 4 muestra la ubicación del pozo de bombeo relativo al cauce superficial,
mientras que la información para este análisis se muestra en la Tabla 1. En este caso se ha
supuesto que el bombeo se realiza a lo largo de un año de operación y se ha considerado dos
valores posibles de la conductividad hidráulica del fondo del cauce.
Tabla 1
Datos Básicos para Análisis de Interferencia
Parámetro Símbolo Valor Unidad
Transmisibilidad T 1280 m 2/día
Espesor acuífero m 60 m
Conductividad ≈ 20
K m/día
Hidráulica
Coeficiente de
S 0.15
Almacenamiento
Longitud pozo y
l 175 m
cauce
Espesor lecho b' 1.0 m
Ancho cauce w 5.0 0
100 ⋅ K ≈ 0.2
1
Conductividad
K' m/día
Hidráulica Lecho
200 ⋅ K ≈ 0.1
1
Coeficiente de 1.0
recarga λ 0.1
m/día
Tabla 2
Aporte de Río a la Napa
Tiempo q/Q
Hunt Hunt
días Jenkins
(1/100) (1/200)
0.1 0.0000 0.0000 0.0000
0.2 0.0015 0.0015 0.0014
0.4 0.0248 0.0245 0.0223
0.7 0.1125 0.1089 0.0930
1.4 0.2619 0.2437 0.1962
2.9 0.4276 0.3776 0.2895
5.7 0.5748 0.4785 0.3543
11.4 0.6916 0.5428 0.3928
22.8 0.7791 0.5796 0.4138
45.6 0.8428 0.5992 0.4245
91.2 0.8885 0.6090 0.4297
182.5 0.9210 0.6135 0.4320
365.0 0.9441 0.6154 0.4330
CI51J HIDRÁULICA DE AGUAS SUBTERRÁNEAS Y SU APROVECHAMIENTO C-5
SEMESTRE OTOÑO 2009
CARLOS ESPINOZA C.
UNIVERSIDAD DE CHILE
Los resultados incluidos en la Tabla 2 y Figura 5 muestran claramente la diferencia entre ambos
enfoques, lo que se traduce en un menor aporte del río hacia el pozo de bombeo al cabo de un
año de operación. De esta manera, la solución de Jenkins indica que el aporte del río es
superior al 94% del caudal bombeado, mientras que al cabo del mismo tiempo, el enfoque de
Hunt indica que este aporte es sólo del 62% o 43%, dependiendo del valor del coeficiente de
permeabilidad del lecho.
Figura 5
Aporte del Río al Pozo de Bombeo
Butler Jr, J., Vitaly A. Ziotnik, and Ming-Shu Tsoul. 2001. Drawdown and Stream Depletion
Produced by Pumping in the Vicinity of a Partially Penetrating Stream. Ground Water 39, no. 5:
651-659.
Glover, R.E., and C.G. Balmer. 1954. River depletion from pumping a well near a river.
American Geopkvsical Union Transactions 35, no. 3: 468-470.
Hantush, M.S. 1965. Wells near streams with semipervious beds. JnL Geophysical Research
70, no. 12: 2829-2838.
Hunt, B. 1999. Unsteady stream depletion from ground water pumping. Ground Water 37, no. 1:
98-102.
Jenkins, C.T. 1968. Techniques for computing rate and volume of stream depletion by wells.
Ground Water 6, no. 2: 37-46.
Sophocleous, M., A. Koussis, J.L. Martin, and S.P. Perkins. 1995. Evaluation of simplified
stream-aquifer depiction models for water rights administration. Ground Water 33, no. 4: 579-
588.
Theis, C.V. 1941. The effect of a well on the flow of a nearby stream. American Geophysical
Union Transactions 22, no. 3: 734-738.
Wallace, R.B., Y. Darama, and M.D. Annable. 1990. Stream depletion by cyclic pumping of
wells. Water Resources Research 26, no. 6: 1263-1270.
1. INTRODUCCION
Este documento presenta en forma resumida diversos aspectos relacionados con la respuesta
gravitacional retardada de un acuífero libre, afectado por la operación de un pozo de bombeo
que extrae un caudal constante Q.
El flujo transiente hacia un pozo en un acuífero libre, con una respuesta retardada al bombeo,
fue primero analizado por Boulton (1954a y b). Basado en su teoría, comúnmente llamada
método de Boulton, una metodología aproximada para el análisis del descenso en pozos de
bombeo y observación, usando curvas tipo, puede ser encontrada en la mayoría de los textos
sobre aguas subterráneas. Existen diferentes simplificaciones y soluciones gráficas que han
sido introducidas al método original por varios autores, incluyendo Boulton (e.g., Stallman,
1961a, 1961b, 1963, 1965; Boulton, 1963, 1970; Prickett, 1965; Boulton and Pontin, 1971;
Neuman, 1972, 1975).
2. ASPECTOS GENERALES
Un pozo que bombea desde un acuífero libre extrae agua mediante dos mecanismos:
En la primera etapa existe una disminución de presión, con lo cual el sistema acuífero se
comporta como un sistema confinado en el cual la liberación de agua se produce por
almacenamiento elástico. En esta etapa el flujo hacia el pozo es horizontal y su
comportamiento, en términos de depresión a través del tiempo, puede ser descrito por la
solución de Theis. En la segunda etapa el nivel freático disminuye (comienza a descender), con
lo cual el agua se libera por drenaje gravitacional. En este caso la tasa de descenso del nivel
freático va a estar definida por la relación entre las conductividades vertical y horizontal.
Finalmente, en la tercera etapa se tiene nuevamente un flujo horizontal, con lo cual la relación
depresión-tiempo obedece una curva tipo Theis pero con el coeficiente de almacenamiento S
igual a la capacidad específica, SY.
Un valor más real del coeficiente de almacenamiento es obtenido desde datos de descenso
tardíos cuando el cono de depresión se propaga a una tasa más baja y el drenaje por gravedad
llega a un equilibrio con otras influencias del bombeo. La Figura 2 muestra la típica respuesta
retardada de una prueba de bombeo de un acuífero libre.
Figura 2
Gráfico Log-log “Descenso vs Tiempo” en un Pozo de Observación
10
Descenso [m]
0.1
Prueba de
Bombeo Gasto
Constante 35 l/s
0.01
0 1 10 100 1000 10000
Tiempo [min]
El gráfico log-log de descensos versus tiempo en la Figura 2 indica tres segmentos diferentes
como resultado de la respuesta retardada del acuífero:
• El segmento inicial, que en nuestro caso representa los primeros 4 a 5 minutos de bombeo,
muestra un rápido descenso similar a condiciones de confinamiento. Casi toda el agua que
abastece al pozo llega desde el almacenamiento del acuífero en la zona saturada. El agua
gravitacional sobre la carga hidráulica dentro del cono de depresión aún no alcanza la zona
saturada. El coeficiente de almacenamiento durante esta etapa es asociado a un acuífero
confinado del mismo material poroso que el acuífero libre.
La solución analítica del problema anterior fue abordada por Neuman (1975) quién utiliza las
siguientes hipótesis:
• Acuífero es no confinado
El flujo de agua, en un acuífero no confinado, hacia un pozo de bombeo puede ser descrito por
la siguiente ecuación:
∂ 2 h K r ∂h ∂ 2h ∂h
Kr ⋅ 2 + ⋅ + Kz ⋅ 2 = SS ⋅ (1)
∂r r ∂r ∂z ∂t
(
)
∞
s(r , t ) = ⋅ ∫ 4 ⋅ y ⋅ J 0 y ⋅ β ⋅ u 0 ( y ) + ∑ u n ( y ) dy
Q
(2)
4 ⋅π ⋅T 0 n =1
donde:
u 0 (y) =
( (
1 − exp − t S ⋅ β ⋅ y 2 − γ 02 )) tanh(γ 0 )
[(
y 2 + (1 + σ ) ⋅ γ 02 − y 2 − γ 2 2
0 ) /σ ] ⋅
γ0
(2a)
Figura 3
Solución de Neuman para Acuífero Libre
( )
σ ⋅ γ 0 ⋅ sinh(γ 0 ) − y 2 − γ 02 ⋅ cosh (γ 0 ) = 0 (2c)
para γ 02 < y 2
( )
σ ⋅ γ n ⋅ sin (γ n ) + y 2 + γ n2 ⋅ cos(γ n ) = 0 (2d)
π
para (2 ⋅ n − 1) ⋅ < y n < n ⋅ π , y n>1
2
con:
T ⋅t
tS = (3)
S ⋅r 2
mientras que ty es un tiempo adimensional con respecto al almacenamiento específico (en datos
de descenso tardío domina S y):
T ⋅t
ty = (4)
Sy ⋅ r2
4 ⋅π ⋅ T
sD = ⋅s (5)
Q
El parámetro β, que representa a las familias de curvas en la Figura 3, está en función de los
parámetros KD (grado de anisotropía), r (distancia entre el pozo de observación y el pozo de
bombeo) y h0 (espesor saturado inicial del acuífero).
KD ⋅ r 2
β= (6)
h02
El grado de anisotropía está dado por la razón entre la conductividad hidráulica vertical (Kz ) y
horizontal (Kr ).
Kz
KD = (7)
Kr
s(r , t ) = h0 − h (r , t ) =
Q
W (u A , u B , Γ) (8)
4 ⋅π ⋅T
r2 ⋅S 1
uA = = para el descenso inicial o de corto plazo (8a)
4⋅T ⋅t 4⋅tS
r 2 ⋅ SY 1
uB = = para el descenso final o de largo plazo (8b)
4 ⋅ T ⋅ t 4 ⋅ tY
r 2 ⋅ Kz
Γ= 2 =β (8c)
h0 ⋅ K r
4. CORRECCION DE JACOB
La ecuación de Theis, con todas sus suposiciones, fue derivada directamente para un acuífero
confinado.
Para descensos que sean menores que 10% del espesor del acuífero antes del bombeo, no es
necesario ajustar los datos registrados puesto que los errores introducidos por el uso de la
ecuación de Theis son pequeños.
Cuando el descenso está entre un 10 y 25%, es recomendable corregir los valores medidos
usando la siguiente expresión derivada por Jacob (1963):
s2
s' = s − (9)
2 ⋅ h0
donde
s’ es el descenso corregido,
s es el descenso medido en el pozo de monitoreo,
h0 es el espesor saturado del acuífero libre antes de que el bombeo comience.
Esta corrección es necesaria ya que la transmisibilidad del acuífero cambia durante la prueba
puesto que el espesor saturado decrece (Recordar que para acuíferos confinados, T = K·h0 ,
donde h 0 es el espesor saturado).
El gráfico que se muestra en la Figura 3 consiste de dos familias de curvas combinadas: Las
curvas tipo A se ubican a la izquierda del área central del gráfico, y las curvas tipo B se ubican a
la derecha. Las curvas son trazadas para distintos valores del parámetro adimensional β,
tiempos adimensionales tS y ty, y del descenso adimensional sD , que se describen en las
expresiones (3), (4) y (5), respectivamente.
Notar que las curvas tipo A son usada para datos de descensos tempranos o iniciales y
corresponde a la escala superior expresada en términos de ts (almacenamiento elástico es
dominante). Las curvas tipo B están pensadas para el uso de datos de descensos tardíos
cuando el almacenamiento específico es dominante (debido a condiciones libres sin respuesta
retardada). Estos corresponden a la escala inferior expresada en términos de S y.
• Trazar gráfico log-log “Descensos versus Tiempo” con la misma escala de ciclos
logaritmicos que el gráfico de curvas tipo (ver Figura 4).
• Superponer la curva de datos sobre la curva tipo B y mantener los ejes de ambos gráficos
paralelos, ajustando la mayor cantidad de datos de descensos tardíos a la curva β.
• Elegir un mach point cualquiera en los dos gráficos traslapados y leer las cuatro
coordenadas siguiente: sD y ty desde el gráfico tipo, s y t desde el gráfico de datos. Se
recomienda elegir valores redondeados para sD y ty para facilitar los cálculos. En nuestro
caso las coordenadas “B” son:
sD = 1
ty = 1
s = 0.85 m
t = 1200 min
El mejor ajuste es para la curva β = 0.8. El punto de ajuste (Match Point) es elegido
convenientemente (sD = 1 y ty = 1) donde ambos gráficos se superponen. Notar que la
coordenada ty es leída en el eje inferior del gráfico tipo.
Q ⋅ sD
T= (10)
4 ⋅π ⋅ s
Para este caso, se tiene:
0.035 [m ³ / s ]⋅ 1
T= ⇒ [ ] [
T = 3.28 ⋅ 10 −3 m 2 / s = 283 m 2 / dia ]
4 ⋅ π ⋅ 0.85 [m ]
CI51J HIDRÁULICA DE AGUAS SUBTERRÁNEAS Y SU APROVECHAMIENTO 8
SEMESTRE OTOÑO 2009
CARLOS ESPINOZA C.
UNIVERSIDAD DE CHILE
Figura 4
Ajuste de datos de descenso tardío a la curva tipo B
T ⋅t
Sy = . (11)
ty ⋅ r2
La curva debe tener el mismo valor de β como el ajuste previo a la curva tipo B (En nuestro
caso 0.8). El match point es otra vez elegido convenientemente (sD = 1 y ts = 1) donde ambos
gráficos se superponen. Notar que la coordenada ts es leída en el eje superior del gráfico tipo.
• Traslapar los datos tempranos de la curva y la curva tipo A manteniendo el mismo valor de β
como la curva B (0.8 en este caso). Mientras trata de ajustar la mayor cantidad de datos
posible a la curva tipo A, manteniendo los ejes de ambos gráficos paralelos. (Ver Figura 5).
Notar que ya que los datos han sido ajustados a la misma curva β, el gráfico debería
moverse solo en la dirección horizontal.
• Elegir un mach point cualquiera en los dos gráficos traslapados y leer las cuatro
coordenadas siguiente: sD y ts desde el gráfico tipo, s y t desde el gráfico de datos. De nuevo
se recomienda elegir valores redondeados para sD y ts para facilitar los cálculos. Las
coordenadas “A” son:
sD = 1
ts = 1
s = 0.85 m
t = 33 min
CI51J HIDRÁULICA DE AGUAS SUBTERRÁNEAS Y SU APROVECHAMIENTO 9
SEMESTRE OTOÑO 2009
CARLOS ESPINOZA C.
UNIVERSIDAD DE CHILE
Figura 5
Ajuste de datos de descenso iniciales a la curva tipo A
• Calcular la transmisibilidad usando la expresión (11). Este valor debería ser el mismo que el
calculado con los datos tardíos.
0.035 [m ³ / s ]⋅ 1
T =
4 ⋅ π ⋅ 0.85 [m ]
⇒ [ ] [
T = 3.28 ⋅ 10 −3 m 2 / s = 283 m 2 / dia ]
• Calcular el coeficiente de almacenamiento elástico usando la expresión la expresión (12).
T ⋅t
S= . (12)
tS ⋅r 2
T
Kr = (13)
b
3.28 ⋅ 10 −3 [m² / s ]
Kr = ⇒ K r = 1.37 ⋅ 10 −4 [m / s] = 11.8 [m / dia ]
24 [m]
0.8 ⋅ (24 [m ])
2
KD = ⇒ K D = 0.48
(31 [m])2
• Y finalmente, se encuentra la conductividad hidráulica vertical a partir de la expresión (15):
K z = K D ⋅ Kr (15)
Si el espesor saturado del acuífero disminuye más que 10% durante la prueba, Neuman (1975)
recomienda que los descensos registrados debieran ser corregidos usando la fórmula de Jacob
(expresión (9)) sólo para los datos tardíos. La corrección de los descensos tempranos
conduciría a resultados erróneos ya que la respuesta del acuífero al bombeo es principalmente
debido a las propiedades elásticas del medio poroso y agua (el almacenamiento elástico es
predominante).
En el programa Aquifer Test, que permite analizar pruebas de bombeo, se utiliza el método de
Neuman en el análisis de los datos registrados en un acuífero libre, con espesor saturado inicial
promedio de 24 m. La prueba de bombeo se realizó a gasto constante de 35 l/s durante 24
horas, en un pozo totalmente penetrante. Los descensos registrados en el pozo de monitoreo
ubicado a 31 m del pozo de bombeo se muestran en la Tabla 1 y Figura 5.
Tabla 1
Registros de descensos en el pozo de monitoreo a 31m del pozo de bombeo
Tiempo Descenso Tiempo Descenso Tiempo Descenso
[min] [m] [min] [m] [min] [m]
0.25 0.00 15 0.34 300 0.53
0.5 0.04 20 0.34 360 0.57
1.0 0.14 25 0.35 420 0.60
1.5 0.22 30 0.36 480 0.63
2.0 0.25 45 0.37 540 0.65
3.0 0.30 60 0.38 600 0.68
4.0 0.31 75 0.39 720 0.72
5.0 0.31 90 0.40 840 0.77
6.0 0.32 105 0.42 960 0.80
7.0 0.32 120 0.43 1080 0.86
8.0 0.33 150 0.45 1200 0.91
9.0 0.33 180 0.47 1320 0.99
10.0 0.33 240 0.50 1440 1.08
[ ] [
T = 1.87 ⋅ 10 −1 m 2 / min = 3.12 ⋅ 10 −3 [m² / s ] = 269 m 2 / dia ]
y
S y = 0.246
Figura 6
Ajuste de datos de descenso tardío en curvas tipo B, Aquifer Test.
En la Figura 7 se muestra el resultado del ajuste de los datos tempranos a las curvas tipo A en
el programa Aquifer Test, obteniendo los parámetros de la transmisibilidad y el coeficiente de
almacenamiento elástico. En este ajuste, el punto de partida es la Figura 6 y posteriormente se
mueven los datos en forma horizontal hacia la izquierda hasta ajustar los datos tempranos a la
curva tipo A.
Este movimiento horizontal mantiene constante la transmisibilidad del acuífero. Los resultados
obtenidos son:
[ ] [
T = 1.87 ⋅ 10 −1 m 2 / min = 3.12 ⋅ 10 −3 [m² / s ] = 269 m 2 / dia ]
y
S = 0.000722
REFERENCIAS