Hasta hace no muchos años, en la Informática de uso doméstico, todo lo que
sucedía en la computadora de un usuario común, sucedía dentro de ella o en algunos dispositivos especiales para almacenamiento de datos, como disquetes o pen drives. Todos los programas se instalaban en el “disco rígido” y allí se guardaban también todos los archivos que se querían conservar. Como medida de seguridad se solía hacer un backup para resguardar los datos.
A medida que mejoraba el acceso a Internet a través de las tecnologías de
banda ancha y el peso de los archivos y programas se hacía más considerable, co- menzó a surgir una nueva forma de hacer uso de las computadoras a través de lo que se llama “computación en la NUBE” (cloud computing).
La computación en la NUBE es un sistema que permite ofrecer diferentes ser-
vicios informáticos que ya no se alojan en los dispositivos del usuario sino en una computadora externa, a la que se accede a través de una clave de acceso.
Pero ¿por qué la “NUBE”? La NUBE es una metáfora de Internet. Y representa
algún servidor distante cuya ubicación física el usuario final desconoce, pero a la que tiene acceso directo a través de una cuenta y clave personal.
El almacenamiento de datos en la NUBE ha influido en la forma en que nos
relacionamos, porque nos permite acceder a la información desde cualquier lugar, fa- cilitando el trabajo a distancia o la colaboración entre personas ubicadas en lugares geográficos distantes.