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i: Capiruto I El hombre y el tiempo t Postmodernidad ! Somos postmodernos. La postmodernidad es un fenémeno re- ciente, que emergié de la insatisfaccién frente a la modernidad. El profeta de la postmodernidad puede haber sido Nietzsche, quien alardeaba de la supremacia de Zaratustra y en su libro El ocaso de Jos dioses prometia “el fin de las verdades viejas” y la “transmuta- cién de los valores”. La postmodernidad tiene varios afluentes: Husserl procura intuir las esencias, Kierkegaard rescata la existen- cia concreta, Jaspers busca la existencia no-objetiva, G. Marcel su- braya la intersubjetividad, Bloch erige “el principio esperanza”. Por medio de Horkheimer y Adorno, la Escuela Critica de Frankfurt fustiga “la razon instrumental”, y por medio de Habermas propone - “la acci6n comunicacional”. Ultimamente, Lyotard interpreta la moral “volatizada” y Richard Rorty reivindica una nueva “Arjé”. A partir de 1980, se intensifica la era de la informatica, explota el entusiasmo mistico-psiquico-religioso y se instaura la globalizacion neocapitalista. La postmodernidad revela la aceleraci6n hist6rica. El filosofo Lyotard dice que “hoy la vida va de prisa”. El ser humano se siente acosado por los acontecimientos y atropellado por las innova- ciones tecnolégicas. Hay sectores en la postmodernidad que prefieren la intuicion a la racionalidad, la experiencia subjetiva a los sistemas metafisicos. Cul- tivan el emocionalismo, el sincretismo, el placer, pers toleran la eco- nomia deshumanizada que deteriora poblaciones enteras. La postmodernidad pone en un pie de igualdad las vertientes so- lidarias y las vertientes individualistas; presenta grandes conquistas y grandes devastaciones. Por eso, el sentido critico debe distinguir entre lo que es reciente y lo que es vdlido, ya que lo reciente puede set constructivo y también puede ser nefasto: no siempre “el tiltimo lanzamiento” es el mejor. En la postmodernidad hay innegables avan- ces y retrocesos salvajes; hay espectaculares conquistas cientifico- tecnoldgicas, pero ha aumentado la violencia, se ha extendido el des- empleo, se ha agravado la miseria y se ha diseminado la prostituci6n infantil. gPodemos justificar esas iniquidades alegando que son 14 - Antropologia. Atreverse a recrear Ja humanidad postmodernas? Pueden ser postmodernas, den ser actuales, pero son perversas. En esta cuestion, el ex juicio no es cronolégico, sino sociocultural de la poblacién. presente, vivimos el sente. Pero también deb: la humanidad. No podremos adherir Sregariamente a la ultima vedad, sea econémica, tecnolégica, cultural, moral o religiosa. Recrearse Urano generaba hijos y los devolvia al titero de su esposa Gea, Para que ellos no le arrebatasen el trono. Rebelandose, Ges entregs una hoz a su hijo Cronos, quien amputa la genitalidad del padre, Urano. Cronos se desposa con su hermana Res y genera hijos. Ad. vertido de que los hijos lo destronarian, Cronos los devora a medida que nacen. Cronos es semanticamente Khronos, el “tiempo”. Es imagen del tiempo porque genera y engulle a sus hijos, como el pasado ha en- gullido el presente y el Presente va engullendo el futuro. Es el fluir, la sucesion cronol6gica, el transcurso del tiempo. El tiempo influye en los acontecimientos, pero el hombre puede mas. Khronos es el tiempo, la duracion, mientras que Anthropos es agente creador. El hombre trabaja el tiempo y organiza el universo con inteligencia y hace historia. La humanidad tierde 2 hipervalorar el tiempo, proyecta sus aspiraciones en el tiempo, y espera que el tiempo le traiga la felicidad. Con todo, transferir al tiempo lo que es producido por la humanidad es alienacion, y diferir para el futuro lo que se deberia hacer en el presente es fuga. El agente histérico es el hombre, no el tiempo. Durante el mismo Pperiodo de tiempo, puede haber grandes conquistas y grandes retro- cesos, puede ser creada una nueva técnica para curar enfermedades y también una nueva técnica Para mutilar vidas. La cuestién fundamenta 1 no es preguntar lo que el tiempo nos traerd, la cuestién vital es definir lo que la humanidad ir a cons. Pero son criminales; Puetrui ;longar la creacion, va histori isfacer caren- Lg long: i6n, es generar una nueva historia, es satis! a y El hombre y el tiempo - 15 i i ii reci- si una historia de vida o de muerte, si una historia de o . “ iu hi jue iterio dmiento o de ruina. No basta asistir al cea oO eee, cu que es el nivel de la calidad de Vidiactuar con osadia. Hay que planear y crear u io de san Ricoeur dice que Goethe reescribié el poeee oa eae y refugiarnos en el Pasado, y,Juan, al afirmar: “En el principio era la accién”. i historia”. “Mi existencia me lleva a entrar activamente en la na ¢ ‘edlogo Schillebes Vv i ola i ios confié al ser humans a : que arruina ;Y el tedlogo Schillebeeckx observa que Dios Secs ea Senne funcién de abad, que en hebreo significa “cultivar”. Cultivar es p: irés. Kairés La preocupacién humana debe concentrarse en fe Poeeen oe una decisién radical, es optar, asumir y Genes i ee histérico que rompe con el pasado, derriba ate bios mel Gos ciencias y cambia las vidas. La cronologia mide e ee sin ponderar situaciones humanas e inhumanas. act seh lia la situacién concreta en que se encuentra la peers Sa tra las condiciones reales en que la Een . ene ara ciones en que deja de hacerlo. La mirada del ua transitan por las sendas amplias, y divisa oe Se ceeluene recostados a la vera del camino. Kairds se impaci ere Po pasa, y gran parte de la humanidad continda “« ies calamidades del sufrimiento, de la miseria y de sano apse Importa hacer caminos para una nueva ee paraded Te sario ser Kairdés, no solo Khronos, ruptura y ne - olden eae ilusién cronolégica lleva a pensar que la mu: si Sey fica mudanza de vida. Entretanto, se verifica que el tiemP? on cambia, pero los sistemas politicos y econdémicos pi necen inmutables. Sear No basta mudar el curso del tiempo, hay seme ie jason, humanidad humillada. Es urgente construir a his in dignidad, oe en vez de la historia de desigualdades; la casa i digi encias vez de la historia de una miseria; la historia ie 7. ete ee da, en vez de la historia de la minoria Pe aa que acelerar el cerrada ni lacrada. La sociedad latinoamericana t os ritmo de la génesis, y valerse de audacia para Fatalismo cronolégico 1 deve- oe + humano. El deve En el cosmos, la primacta le corresponde al se pate énesi cronog: nir humano es movido por la antropogénesis, no por la 16 - Antropologia. Atreverse a recrear la humanidad No es el tiempo el que define el rumbo de la vida, es el ser humano quien planifica y conduce la existencia, para bien o para mal. Atribuir los acontecimientos histéricos y las situaciones sociales al tiempo lleva al fatalismo cronolégico. La mentalidad del fatalismo cronolégico transforma el tiempo en un fetiche y vacia al ser huma- no. La magia del tiempo crearfa y promoveria leyes, instituciones, igualdad y desigualdad, riqueza y miseria, conquistas y catdstrofes, con lo cual la historia de la humanidad seria un producto mecdnico del cronologismo. El fatalismo cronolégico difunde la idea de la inmutabilidad his- torico-social, leva a afirmar que el tiempo traza el destino humano. De esta forma, los grupos débiles y dependientes se sienten impo- tentes. Y las victimas sociales no tendrian fuerza para modificar la sociedad que las oprime, porque no serviria de nada luchar contra el tiempo. Por eso, los que se enriquecen con la actual sociedad injusta intentan mostrar que es inutil querer transformarla. Nada inmoviliza tanto a los pobres como insinuarles la falsa idea de que es imposible transformar el pais. Pero la verdad es otra. Las leyes, las organizaciones, los progra- mas gubernamentales, las tramas politicas, el desempleo, el privile- gio de unos y las carencias de otros, las reformas y medidas protec- cionistas son producto de decisiones y acciones de personas, de | grupos y de naciones. Sectores organizados luchan ferozmente para impedir los cambios sociales, para imponer su avidez de lucro fren- te a las necesidades de la poblacién. No hay fatalismo cronolégico, en cambio puede haber bandidismo social, politico y econémico en el plano nacional e internacional. La gran preocupaci6n debe ser el hombre, no el tiempo. La cues- tion medular es el deterioro sociobiolégico al que esté sometida gran parte de la humanidad, y las soluciones no seran procuradas por la cronologfa, puesto que la humanidad puede atascarse durante si- glos y seguir siendo devorada por la miseria. La soluci6n tendré que venir de las personas, de los grupos y pueblos que decidan luchar para que las sociedades sean redefinidas, replanteadas y recreadas. No se puede tolerar que el fatalismo cronoldégico inmovilice a la so- ciedad. Hay que cultivar la reflexién y la praxis “emancipadora”, de la que habla el filésofo J. Habermas. El ser humano necesita dejar de lado la alienacion, adquirir sentido critico, decidirse y participar, ya que no puede transferir su responsabilidad al tiempo. En todo ser El hombre y el tiempo - 17 humano existe un potencial emancipador. También el mds modesto de los habitantes posee una energia emancipadora que debe ser acti- vada. El potencial emancipador no se deja engafiar ni manipular. A ve- ces, es importante ser “incrédulo”, no se debe creer a los impostores. Podriamos efectuar un gran avance si millones de empobrecidos y discriminados se mostrasen incrédulos frente a los mistificadores de la humanidad. La fuerza emancipadora tiene que levantar la auto- nomia antropolégica subterranea que reside en cada ser humano, también en los despojados. Es urgente aliviar a los reprimidos y su- blevar la autonomia que est4 siendo degollada por el sistema cruel que domina el mundo. En todo ser humano hay un protagonismo ontolégico que debe asumir posiciones de combate frente a la histo- ria. La creatividad resuelta derriba al fatalismo cronolégico, hacien- do germinar la humanidad que hasta ahora no somos pero que he- mos de ser. Decisi6n creadora Frente al tiempo, nuestra actitud debe ser mas de iniciativa que de expectativa. Hay que forjar los acontecimientos, en vez de espe- rar que surjan autométicamente, pues lo importante es ser agente y no espectador de la historia. El fatalismo cronolégico vacfa la accion humana, porque atribuye al tiempo el destino histérico. Con esa mentalidad, el ser humano se torna pasivo, ya que espera de brazos cruzados. Aguardar puede ser cémodo, pero no es eficaz. E] sujeto creativo es el ser humano, no el tiempo. La matriz crea- tiva, consciente y libre es el pulso de la humanidad. Transferir el potencial creador al tiempo serfa un suicidio antropolégico y una anomalia histérica. Confiar el resultado de la historia al tiempo es alienacién, es perder la identidad humana que da origen a entes y valores. El fildsofo Jiirgen Habermas abre anélisis explicativos. En su li- bro Textos y contextos, aclara que Hitler, Charles Chaplin, Wittgenstein y Heidegger nacieron el mismo afio de 1889, pero crea- ron “destinos” diferentes e, incluso, opuestos. En nombre de la inte- ligencia y de la libertad, Chaplin estigmatiz6 al tirano con el film El ran dictador. Wittgenstein nacié en el seno de una familia judia. Especialista en matemiticas, paraddjicamente se convirtié en un fi- lésofo del lenguaje. Mistico, angustiado, Wittgenstein escribe a 18 - Antropologia. Atreverse a recrear la humanidad Bertrand Russell: “Me siento al borde de la locura”. Heidegger fue el filésofo del sentido del ser. Pensador denso, es referencia obliga- toria para la filosofia. No demostraba sufrir un tormento psicolégi- co como Wittgenstein, sino que cortejé al nazismo. Son cuatro figuras hist6ricas nacidas el mismo afio, pero con bio- grafias heterogéneas y contrastantes. Esto muestra que los seres hu- manos de una misma época pueden construir rumbos, vidas e histo- rias con significados diferentes y hasta contradictorios. En buena hora, ayudada por la sucesién cronoldgica, la humanidad se decide por el hombre. Lo fundamental no es el fluir del tiempo, sino la Diakrisis, la acci6n de decidir. La Didkrisis es la decisién creativa que engendra historia, cultura, economia, politica, educacién, tec- nologia y transformaci6n de los sistemas. Si el tiempo plasmase a la humanidad, los habitantes de una misma época serian todos igua- les. No se espere que de por sf el tiempo traiga la solucién para los problemas “crénicos”. Se repite con frecuencia que tenemos en el continente una divisién social que hay que resolver. Con todo, el tiempo pasa, la economia crece, la informatica avanza, las riquezas se concentran, pero la divisién social se amplia porque se agraVan la desigualdad y la miseria. La divisién social es en si misma “créni- ca”, es decir, perdura en el tiempo, se alarga con el tiempo. Si la duracién del tiempo fuese la solucién, ya seriamos un pueblo mu- cho més justo. Es una mistificacién cronoldégica decir: “Hasta ahora no llegé la hora de las soluciones”. La hora de solucionar problemas graves ya llegé y fue desperdiciada muchas veces. No se recibe del tiempo la solucién que debe venir de la sociedad. Nuestra gente reclama Didkrisis, exige decisiones valientes e ini- ciativa creadora para que generemos otra historia, otra vida, otra esperanza. Este es el llamado fascinante que desciframos en el ros- tro sufrido de nuestro pueblo sin justicia, pero hasta ahora, no des- esperado.

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