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00 Sem Venezuela Mamposteria Confinada PDF
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Francisco J. Crisafulli
Facultad de Ingeniería, Universidad Nacional de Cuyo, Mendoza, Argentina.
RESUMEN:
Se discuten los principales inconvenientes relacionados con el comportamiento
sismorresistente de estructuras de mampostería encadenada de acuerdo a las observaciones
realizadas en terremotos pasados y a evidencia experimental. Basándose en estas
observaciones, se proponen recomendaciones y detalles constructivos que permiten mejorar la
respuesta de este tipo de estructuras cuando están sometidas a acciones sísmicas. Para ello se
aplican criterios básicos de diseño por capacidad, con lo cual es posible evitar la ocurrencia de
modos de falla frágiles, o al menos reducir sus efectos.
ABSTRACT
This paper discusses several problems related to the seismic behaviour of reinforced concrete
frames with masonry infills based on observations taken during past earthquakes and on
experimental evidence. Design recommendations are given and new reinforcing details are
proposed to improve the response of this type of structures when subjected to seismic actions.
This is achieved using principles of capacity design in order to avoid the occurrence of
undesirable modes of failure, which usually lead to a fragile response
INTRODUCCION
Las estructuras de mampostería encadenada son usadas en numerosas regiones como
elementos sismorresistentes para edificios de baja y mediana altura, especialmente en aquellos
lugares donde los costos de mamo de obra son relativamente bajos o donde la mampostería se
usa por tradición. Es importante destacar que este material de construcción presenta buena
resistencia al fuego y adecuadas propiedades como aislante térmico y acústico,
proporcionando además color y textura a la construcción, lo cual es interesante desde el punto
de vista arquitectónico.
Desde el siglo XVIII los ingenieros y arquitectos trataron de reducir las secciones masivas de
las construcciones tradicionales de mampostería mediante el uso de refuerzos de hierro y
luego con la inclusión de vigas de otros materiales con mejor resistencia a la tracción. Pero
fue recién a principios del siglo XX que comenzaron a desarrollarse distintos sistemas
estructurales de mampostería reforzada, especialmente en Nueva Zelandia, India, Estados
Unidos e Inglaterra1. Así surgió la idea de combinar los paneles de mampostería sin refuerzo
con pórticos de hormigón armado, a los efectos de aumentar la resistencia ante cargas
laterales. Estas estructuras representan un caso especial de mampostería reforzada en la cual
las armaduras se concentran en los bordes del panel. En la actualidad se usan dos técnicas
diferentes, dependiendo de la secuencia seguida para la construcción. Una opción consistente
en construir primero los pórticos de hormigón armado (o acero), los cuales luego se rellenan
con paneles de mampostería. En este caso, la retracción del hormigón y de la mampostería,
como así también los defectos usuales de mano de obra, conducen a la falta de contacto
adecuado entre el panel y el pórtico. En la segunda opción, los muros de mampostería se
construyen inicialmente y luego se hormigona el pórtico logrando así buenas condiciones de
adherencia y resistencia al corte en las interfaces panel-pórtico. En este último caso, las
estructuras resultantes se denominan muros de mampostería encadenada o confinada y se
emplean actualmente en varias regiones sísmicas de Latinoamérica.
Los muros de mampostería sin armaduras de refuerzo presentan baja resistencia a acciones
laterales, fallando en forma frágil como resultado del agrietamiento producido por los
esfuerzos de flexión y corte en la base del muro. Es por ello que la combinación del panel de
mampostería con el pórtico de hormigón armado resulta en una estructura con mejor
comportamiento sísmico. La resistencia a cargas laterales es siempre mayor que la de los dos
componentes estructurales considerados por separado. La interacción del panel y el pórtico
produce un aumento en la ductilidad del sistema comparada con la de la mampostería aislada.
Además, la presencia de los paneles de mampostería aumenta la rigidez ante cargas laterales
en relación con la del pórtico de hormigón armado permitiendo así un mejor control de los
desplazamientos de la construcción.
Los paneles de mampostería exhiben una rigidez relativamente alta, pudiendo alterar
significativamente la respuesta de la estructura cuando dicho elementos no son considerados
en el diseño. Algunos de estos efectos son:
• Ocurrencia de modos de falla inesperados debido al aumento de los esfuerzos de corte
como consecuencia del relleno parcial de los pórticos (por ejemplo, efecto de “columna
corta”).
• Modificación de la respuesta torsional del edificio como resultado de la distribución
asimétrica de paneles en planta.
• Formación de mecanismos de “piso blando” ocasionados por discontinuidades en
elevación a lo largo de los muros.
• Modificación de la respuesta estructural global debido a la disminución del periodo de
vibración fundamental.
Los problemas mencionados permiten explicar la mayoría de los daños severos y colapsos
observados en terremotos pasados. Debe destacarse, sin embargo, que estos problemas no son
intrínsecos de los muros de mampostería encadenada y pueden evitarse mediante un diseño
adecuado y una cuidadosa distribución en planta y en elevación de los paneles,
complementado esto con un análisis racional de la estructura. Para ello, es de fundamental
importancia la comprensión del comportamiento estructural y del mecanismo de resistencia
característico de la mampostería encadenada.
MODOS DE FALLA
La discusión detallada de los distintos tipos de falla que pueden presentarse en las estructuras
de mampostería encadenada escapa a los alcances de este trabajo (para mayor información
consultar referencia 2). Sin embargo, se describen a continuación algunas de las fallas más
usuales con el objeto de que se evite su ocurrencia, o al menos se limiten sus efectos.
En el segundo caso, denominado falla por tensión diagonal, las tensiones principales de
tracción exceden la resistencia del mampuesto y las grietas cruzan el panel de mampostería a
lo largo de la dirección diagonal (ver Fig. 2b). Este tipo de grietas se produce cuando los
esfuerzos de compresión verticales son elevados o cuando la resistencia a tracción de los
mampuestos es reducida.
(a) (b)
La formación de grietas diagonales produce una apertura de la unión, reduciendo así la zona
de contacto entre el pórtico y el panel, que es donde se transfieren los esfuerzos desde un
componente estructural al otro. Consecuentemente, los esfuerzos de compresión diagonal en
el panel de mampostería aumentan, favoreciendo el agrietamiento del mismo. Además, la
falla de las uniones viga-columna origina efectos afecta en forma significativa la respuesta
global del muro de mampostería encadenada, dado que los esfuerzos laterales no pueden
transferirse adecuadamente desde las vigas de piso a las columnas, y desde éstas al panel.
Poca atención se ha prestado a este tipo de falla a pesar de que ha sido observado en
construcciones reales sometidas a terremotos, pero raramente en experiencias de laboratorio.
Esto puede explicarse por el hecho de que es una práctica común aplicar las acciones laterales
mediante un actuador hidráulico que empuja la estructura a través de una placa ubicada en la
cara externa de la unión viga-columna, como se indica en la Fig. 4. Este dispositivo de
aplicación de cargas altera significativamente el estado tensional dentro de la zona de la unión
y el mecanismo de transferencia de esfuerzos, evitando así la formación de las grietas
ilustradas en la Fig. 3a. Por lo expuesto es de fundamental importancia que se adopten
sistemas de aplicación de cargas que simulen en el laboratorio las condiciones a las que están
expuestas las estructuras reales, dado que se puede modificar marcadamente la respuesta y el
modo de falla.
Figura 4. Representación simplificada del mecanismo de transferencia de fuerzas laterales en
el caso de aplicación de cargas por empuje.
Una falla que merece especial atención es la de deslizamiento por corte que puede producirse
en los extremos de las columnas. En este caso, se produce una grieta horizontal muy cercana
a la viga que se inicia la cara de la columna que está en contacto con el panel y se propaga
hacia la otra cara de la columna, atravesando prácticamente toda la sección2 (ver Fig. 3b).
Los esfuerzos de corte son resistidos por fricción entre las caras de la grieta y por acción de
dovela de las armaduras longitudinales de la columna. La columna sometida a tracción es la
mas expuesta a este tipo de falla dado que la resistencia es menor. Debe destacarse que la
armadura lateral no contribuye en este caso al mecanismo de resistencia al corte. La
ocurrencia de este tipo de falla en ensayo de laboratorios puede verse afectada por el sistema
usado para aplicar las acciones verticales, de acuerdo a lo expuesto en la sección anterior.
donde µ es el coeficiente de fricción del hormigón (µ=1.4 para hormigón monolítico, µ=1.0
para hormigón colado sobre hormigón endurecido con superficie rugosa15, 16), Asi fsi es la
fuerza axial en las barras longitudinales y N es la carga axial en la columna originada por
cargas gravitatorias y acciones laterales (positiva para esfuerzos de tracción). Si el esfuerzo
axial es predominante la Ec. 2 puede simplificarse, teniéndose en este caso2, 14:
(
V f = µ Ast f y − N ) (3)
donde Ast es el área total de armadura y fy es la tensión de fluencia. Los ensayos conducidos
por Valluvan et al.14 demostraron que para fuerzas axiales de compresión elevadas, la
armadura longitudinal que atraviesa la sección fisurada no contribuye a al mecanismo
resistente de fricción. Por lo tanto, se propuso que cuando |N| (kN) > Af (mm2)/180 la
resistencia Vf debe calcularse como:
Vf = µ N (4)
Armadura
adicional
Armadura
anclada
100
75
Fuerza lateral force (kN)
50
25
-25
-50
-75
-100
-50 -40 -30 -20 -10 0 10 20 30 40 50
Desplazamiento lateral (mm)
La filosofía del diseño por capacidad también ha sido aplicada al caso de muros con baja
relación altura/largo en los cuales el procedimiento descripto anteriormente no es aplicable
porque los esfuerzos de flexión no son significativos y la fluencia de las armaduras de las
columnas no puede ocurrir. Por razones de brevedad el método de diseño para muros bajos
no se incluye en este trabajo, pero una descripción detallada del mismo puede encontrarse en
la referencia 2.
RECOMENDACIONES CONSTRUCTIVAS
Se emplean en la práctica dos técnicas diferentes dependiendo de la secuencia de construcción
de los muros de mampostería y del pórtico que los rodea. Es conveniente levantar los muros
primeros y luego hormigonar el pórtico dado que se logra una integración efectiva de los dos
sistemas. De esta forma es posible obtener buenas condiciones de adherencia y resistencia al
corte en las interfaces panel-pórtico. Cuando esta técnica no es viable, se deben extremar los
recaudos para evitar la separación o formación de grietas entre la mampostería y el hormigón
armado. Ello puede lograrse por ejemplo con el uso de aditivos expansivos en el mortero.
Además es conveniente utilizar armaduras horizontales, convenientemente ancladas en el
pórtico, que mejoran la respuesta ante cargas cíclicas y ante acciones perpendiculares al plano
del panel.
Los mampuestos sólidos, o bien los bloques rellenos con hormigón, exhiben un mejor
comportamiento que los mampuestos huecos cuando se los usa en muros encadenados. La
experiencia demuestra que los paneles de construidos con mampuestos huecos pueden fallar
en forma frágil, con una rotura repentina (a veces “explosiva”) debido a los esfuerzos
diagonales de compresión que inducen las acciones laterales. Por ello su uso estructural no es
recomendable en zonas sísmicas.
CONCLUSIONES
Las estructuras de mampostería encadenada pueden exhibir una respuesta medianamente
dúctil, con buen comportamiento ante acciones sísmicas, si son diseñadas en forma adecuada.
Para lograr este objetivo es necesario:
• estudiar cuidadosamente la configuración global de la construcción, evitando aquellas
distribuciones de los paneles de mampostería que conducen a variaciones bruscas en
altura y asimetrías excesivas en planta,
• seleccionar los mampuestos y el mortero de las juntas más convenientes de acuerdo a las
características de los materiales y a las técnicas constructivas locales,
• evitar mediante un diseño preciso los modos de falla frágil, como agrietamiento excesivo
del muro, aplastamiento de la mampostería, falla de corte de los miembros de hormigón
armado,
• detallar adecuadamente las armaduras de refuerzo del pórtico de hormigón armado,
considerando que éste no se comporta como un pórtico simple sino como un pórtico con
arriostramientos diagonales.
Se recomienda el uso de uniones viga-columnas con cartelas debido a que este detalle
constructivo mejora el comportamiento de la estructura. Con esto se logra disminuir la
deformación de las uniones vigas-columnas, mejorar la transferencia de las acciones laterales
(evitando la falla de corte por deslizamiento en el extremo superior de las columnas) y reducir
los esfuerzos de compresión diagonal en el muros de mampostería. Si bien este detalle ha
sido propuesto en base a consideraciones racionales y ha sido verificado en ensayos de
laboratorio, se necesita realizar investigaciones experimentales adicionales para corroborar su
validez.
Los principios del diseño por capacidad pueden aplicarse también al caso de muros de
mampostería encadenada. Se ha propuesto un procedimiento de diseño, el cual se basa en la
idea de inducir una zona débil o “fusible” al pie de las columnas del primer piso donde se
concentran las deformaciones plásticas resultantes de la fluencia por tracción de las armaduras
longitudinales. Otros modos de falla frágil pueden y deben evitarse mediante un diseño
adecuado.
REFERENCIAS
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