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Alonso de Ercilla

Biografía
Alonso de Ercilla y Zúñiga (Madrid, 7
de agosto de 1533 - 29 de
noviembre de 1594) fue un poeta y
soldado español, conocido
principalmente por ser el autor de La
Araucana.
Nació en Madrid, en 1533. Sus padres
—Fortún García de Ercilla, jurista del
Consejo Real, y Leonor de Zúñiga—
eran oriundos de Bermeo (Vizcaya, País
Vasco). Sexto y menor de los hijos,
cuando tenía apenas un año, muere su
padre. Su madre tratará de sacar
adelante a su familia y se desplaza a los
distintos señoríos en los que puede recibir rentas
(Bermeo, Nájera, Bobadilla). La situación económica se agrava al ser
despojada por una discusión sobre su patrimonio en 1545, al tiempo que su
hijo mayor muere en Madrid. Casi en la pobreza destina su segundo hijo a la
Iglesia y solicita el favor de Carlos V.

Génesis de la Araucana
En 1556 llega al Perú y acompaña a García Hurtado de Mendoza, el recién
nombrado gobernador y capitán general de Chile, donde se habían sublevado
los araucanos. Estuvo en Chile diecisiete meses, entre 1557-1559 y conoció a
don Francisco Pérez de Valenzuela. Participó en las batallas
de Lagunillas, Quiapo y Millarapue, siendo testigo de la muerte
de Caupolicán, protagonista de su poema: La Araucana, poema épico de
exaltación militar en 37 cantos, donde narra los hechos más significativos de
la guerra de Arauco contra los araucanos (mapuches) y que empezó a escribir
en campaña.
En marzo de 1558 don García fundó la ciudad de Osorno y, cuando se
realizaba una fiesta en la nueva ciudad con la participación de todos sus
vecinos, salió don García por una puerta falsa de su casa cubriendo el rostro
con un casco de visera cerrado acompañado de Alonso de Ercilla y Pedro
Olmos de Aguilera. De improviso se incorporó Juan de Pineda, quien estaba
enemistado con Alonso de Ercilla por rencillas anteriores y en un momento
dado ambos sacaron espadas produciéndose un confuso incidente. Don
García se percató de la situación y arremetió contra el más exaltado, que era
Alonso de Ercilla, y lo derribó con un golpe de maza. Malherido, Alonso de
Ercilla corrió a una iglesia y buscó asilo. El gobernador mandó encarcelarlos y
degollar a ambos contendientes al día siguiente. La vecindad y muchas
personas influyentes, considerando injusta la condena, trataron de persuadir
a García Hurtado y Mendoza, pero los preparativos para la ejecución
prosiguieron y la esperanza de salvarlos estaba perdida. Entonces dos
mujeres, una española y otra india, se acercaron a la casa de don García y se
introdujeron por la ventana y por medio de súplicas lograron conmover el
duro corazón del gobernador, quien perdonó la vida a los sentenciados.
Alonso de Ercilla siguió preso tres meses más y luego fue desterrado al Perú.
Escribiría don Alonso en su épico poema La Araucana respecto de este serio
incidente:
Ni digo cómo al fin por accidente
del mozo capitán acelerado
fui sacado injustamente
a la plaza a ser públicamente degollado;
ni la larga prisión impertinente
donde estuve tan sin culpa molestado
ni mil otras miserias de otra suerte,
de comportar más grave que la muerte

Alonso de Ercilla
La Araucana fue considerada por Cervantes como una de las mejores obras
épicas en verso castellano que haya producido España y la salva
novelísticamente del fuego a que fue sometida la biblioteca de don Quijote.

Monumento a la Araucanía (con Alonso de Ercilla


como unos de los cinco personajes)

Muerte
Después de residir en el Perú, regresó a España en 1562, donde publicó su
gran obra (1569), dedicada a Felipe II. Fue nombrado gentilhombre de la
corte y caballero de Santiago en la villa de Uclés, tras lo cual participó en
diversas acciones diplomáticas. En 1570 se casó con María de Bazán y se
instaló en Madrid, donde terminó las partes segunda (1578) y tercera de su
poema (1589). Ercilla usa la palabra araucano como gentilicio de la palabra
en mapudungun rauko (tierra gredosa).
Fallece en Madrid a los 61 años en 1594. Sus restos reposan en el Convento
de San José situado en la ciudad de Ocaña en Toledo. El convento se halla
habitado por carmelitas descalzas. Sus restos estuvieron varios siglos bajo el
altar en una cripta donde se enterraban las propias monjas, pero fueron
trasladados a la iglesia anexa al monasterio para que pudiesen ser visitados
con más facilidad. Todos los días del año, a las 8 de la mañana, se abre la
iglesia.
Breve reseña de La Araucana
En el Renacimiento con la formación de las naciones modernas, cada uno de
los países deseo poseer una epopeya culta, exaltadora de las glorias
nacionales. Además, la poesía es el género que primero asimiló la estética del
Renacimiento, por medio de la imitación de maneras italianas como la
utilización de elementos distintivos como el verso endecasílabo que se
combinaba con diferentes estilos de estrofas como la octava real. Un ejemplo
de la disposición de la rima octava es la siguiente: AB: AB: ABCC (2+2+4)
"El buen Lasarte con la diestra airada
en medio del furor se desenvuelve;
pasa el pecho a Talcuén de una estocada
y sobre Titagnan furioso vuelve;
abriole la cabeza desarmada mas el rabioso bárbaro revuelve
y antes que la alma diese, le da un tajo
que se tuvo al arzón con gran trabajo"
Canto XV
Es así que el poeta anima la estructura fija de esta estrofa épica, y tales
características fueron las que aseguraron lo italiano en las letras hispanas.
Resultado de esto fue las aspiración del poeta en expresar sus sentimientos,
adoptando una actitud idealizadora de la realidad, ejemplo:
"Chile fértil provincia y señalada
en la región antártica famosa
de remotas naciones respetada,
................................................"
Canto I
La mención de esta descripción da la sensación de un locus amenus de
Garcilaso, una especie de paisaje ideal como las de las poesías pastoriles. Y
consecuentemente esta forma del italianismo es común en todas las
literaturas europeas y ningún país aparece en la primera mitad del siglo XVI
más saturado de tal influencia que España.
Dentro de los escritores del Renacimiento Ercilla constituyó un imitador de
Virgilio, Ariosto y Tasso. Aunque en él se manifiestan aquel indianismo, que
podría revelarse objetivamente como una propuesta de una patria tolerante
fusionada en el mestizaje que exigía el territorio conquistado. Ercilla habla a
través del texto haciéndose presente en el poema como conciencia crítica.
Con su poema se coloca entre los pioneros, como Las Casas en criticar el
poder, la violencia, y la expropiación de los conquistadores quienes
destruyen ese paraíso, plantando la codicia como estandarte:
"Nuestro campo por orden recogido
retirado del todo el enemigo
fue entre algunos un bárbaro cogido,
................................................
hubo de ser, para ejemplar castigo
de los rebeldes,..........................
Mandándole cortar ambas manos"
CantoXXII
Su sensibilidad lo lleva a tomar una posición que asume como poeta ante el
hombre americano obligado a admitir tales crueldades:
"Quien sin duda publica que entraba
destruyendo ganados y comidas,
privando a los caciques de la vida;
quien a nobles dueñas deshonraban
y forzando a las hijas recogidas,
haciendo otros insultos y maldades;
sin reservar lugar, sexo ni edades."
Canto XXV
La aventura de Chiloé proporciona la pintura de un Chile idealizado. El
descubrimiento de la región del sur de Araucania, aun sin explotar y no
contaminada por los españoles, es el lugar donde situar una nueva
humanidad y concretar la utopía anhelada por el europeo:
"Hacese este concilio en un gracioso
asiento de mil florestas escogido
donde se muestra el campo más hermoso
de infinidad de flores guarnecido;
allí de un viento fresco y amoroso
los árboles se mueven sin ruido,
cruzando muchas veces por el prado
un claro arroyo limpio y sosegado,
do una fresca y altísima almeda
por orden y artificio tienen puesta
en torno de la plaza y ancha rueda
,capaz de cualquier junta y grande fiesta,
que convida a descanso,..........."
Canto I
La poetización de esta obra se encuentra precisamente en el mencionado
anteriormente de que en Ercilla pudo más el poeta que el cronista en el
momento de poner por escrito sus memorias. El lapso entre los hechos
ocurridos y la escritura acrisolo y despertó la sensibilidad del poeta para
darnos un poema épico donde vencedores y vencidos son seres por igual.

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