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Manuel Afanador Conrado

Derecho penal especial


Dra. Shirly Silva
Universidad Sergio Arboleda
Santa Marta
2018

HECHOS:
Se dice que el 27 de marzo de 2017, en horas de la tarde, Pérez Jhon Jairo se desplazó
hasta el edificio “El Roble”, ubicado en la Cra 24 N° 122-76 de Bogotá, con un recipiente en
la mano que contenía la mezcla de ácidos sulfúrico y acético.
Al llegar al destino propuesto, se anunció en la portería con el nombre de Andrés Buitrago, ex
novio de la señorita Nataly Fonseca de Piñares, con lo que consiguió que ésta mujer
acudiera a su llamado.
Al estar en el primer piso de la edificación, Nataly Fonseca de Piñares halló a un hombre de
espaldas, con una capucha puesta, y quien sólo atinó a decirle: “Andrés está parqueando ya
viene”, cuando de repente se volteó, le arrojó el líquido que llevaba consigo en un envase y
emprendió la huída.
Al instante, la ropa de la víctima comenzó a derretirse y su piel a caer en pedazos, por lo que
fue trasladada a la Clínica Reina Sofía y luego al Hospital Simón Bolívar, con reporte de
quemaduras en el rostro, cuello, tórax, abdomen, extremidades superiores e inferiores.
Por la valoración médico legal, se sabe que estuvo en riesgo la vida de la paciente “ por
posibilidad de complicaciones inmediatas como compromiso de la vía aérea, shock por
deshidratación aguda o infecciones sobre agregadas”. Además, debido a las sustancias
usadas, el rostro y demás partes del cuerpo afectas, no podrán recuperar jamás su forma
anterior.

A simple vista se nota que la conducta de Pérez Jhon Jairo estuvo encaminada a causar
lesiones personales a Nataly Fonseca de Piñares, tal como lo expresa el articulo 116a del
código penal colombiano que dice: Lesiones con agentes químicos, ácido y/o sustancias
similares. El que cause a otro daño en el cuerpo o en la salud, usando para ello
cualquier tipo de agente químico, álcalis, sustancias similares o corrosivas que
generen destrucción al entrar en contacto con el tejido humano, incurrirá en pena de
prisión de ciento cincuenta (150) meses a doscientos cuarenta (240) meses y multa de
ciento veinte (120) a doscientos cincuenta (250) salarios mínimos legales mensuales
vigentes. Cuando la conducta cause deformidad o daño permanente, pérdida parcial o
total, funcional o anatómica, la pena será de doscientos cincuenta y un (251) meses a
trescientos sesenta (360) meses de prisión y multa de mil (1.000) a tres mil (3.000)
salarios mínimos legales mensuales vigentes. Si la deformidad afectare el rostro, la
pena se aumentará hasta en una tercera parte. Parágrafo. En todo caso cuando
proceda la medida de seguridad en contra del imputado, su duración no podrá ser
inferior a la duración de la pena contemplada en este artículo.
La integridad personal de la victima estuvo comprometida en su totalidad, tal como lo dice el
historial clínico, donde expresa que la victima tuvo complicaciones no solo en su rostro y piel,
sino que debido a el ataque con agentes químicos utilizados por el Pérez Jhon Jairo, las vías
respiratorias de Nataly Fonseca no funcionaron normalmente al momento de la urgencia,
circunstancias que agravan mucho mas la conducta del sujeto activo.
“ El ácido sulfúrico es un corrosivo y puede provocar irritación severa o daño
corrosivo si se inhala. El ácido sulfúrico puede provocar daño pulmonar severo con
una acumulación de fluido (edema pulmonar) de amenaza de por vida. Los síntomas
de edema pulmonar incluyen tos y falta de aire y pueden retrasarse por horas y días
después de la exposición. Estos síntomas se agravan con el esfuerzo físico. Daño
pulmonar a largo plazo puede resultar de una severa exposición de corto plazo”(centro
canadiense de salud y seguridad,2009) Es importante saber que el cuerpo humano al tener
contacto con agentes químicos no solo compromete tejidos externos , si no también tejidos y
órganos internos, el cuerpo absorbe estos ácidos que penetran la piel y llegan hasta la vía
aérea de la persona, lo que causa la inflamación de la traquea o edema de vía aérea, lo que
compromete la respiración del paciente, haciendo que este requiera intubación, lo que a
largo plazo si la persona se recupera, deja secuelas incurables en la victima.
“Las secuelas físicas que deja este ataque sobre la víctima, son con frecuencia de
carácter permanente; y las repercusiones psicológicas , están relacionadas con el
aislamiento familiar, social y la afectación al estatus económico por las
discapacidades producidas por el ataque y las pérdidas económicas derivadas de
largos tratamientos quirúrgicos y procesos judiciales” (Naciones Unidas, 2011)
Nataly Fonseca sufrió no solo daños físicos, ella también sufrió daños psicológicos, daños
que afectan su entrono social, familiar, laboral, su incapacidad para desempeñarse en
sociedad es permanente. Una mujer en este caso, que sufra un ataque de estos puede
perder su vida, o aunque no muera, se le terminan sus sueños y el de sus familiares.
Colombia carecía de leyes que castigaran severamente estos actos.
“Colombia, es el país con el índice más elevado del mundo en ataques a mujeres con
ácido, seguido de Bangladés, Camboya, India, Nepal, Pakistán y Uganda” (El
Espectador, 2013, 10 de octubre). En nuestro país antes de la ley 1773 del 2016 con la que
se adhiere al código penal los ataques con ácido como lesiones personales, no había una ley
dura que regulara estas actuaciones deplorables. Luego del ataque que sufrió Natalia Ponce
De León fue que el estado se preocupo verdaderamente por defender la integridad de
mujeres que habían sufrido estos actos y lo más peculiar era que sus causantes solo eran
condenados por lesiones personales y no pagaban muchos años de cárcel, y en muchos
casos no pagaban ni un solo año de cárcel.
“Los instrumentos internacionales, han identificado como necesario erradicar todas
las prácticas que perjudiquen a las mujeres, sean niñas o adultas, por profundas que
sean las raíces en la cultura local, sin olvidar que de acuerdo a las normas del derecho
internacional, todos los tratados tienen obligatoriedad jurídica para los gobiernos que
los han ratificado y el gobierno colombiano así lo ha hecho”(Secretaría Distrital de la
Mujer, 2013). Con base en lo anterior, vemos que aunque en nuestro país se le daba
importancia a los derechos de las mujeres, casos como los de Gina Potes y Natalia Ponce
hicieron que el legislativo se fijara más en lesiones causadas con agentes químicos.
“Los ataques con agentes químicos, históricamente, no fueron valorados como una
modalidad de comportamiento independiente, sino que se valoraban como una
modalidad agravada de los delitos contra la vida e integridad personal” (Fajardo,2017)
podemos contemplar en las palabras del especialista, que la legislación Colombiana carecía
en muchos casos de normas reales y contundentes que castigaran severamente el ataque
con agentes químicos (ácido) a personas.
En la Ley 599 de 2000 (Código Penal Colombiano), se consagraron las conductas de
homicidio (Art. 103 y siguientes) y de Lesiones Personales (Art. 111 y siguientes), y conforme
a ellas y al dictamen de medicina legal, era que se determinaba la sanción a imponer.
Regresando al caso en concreto se nota que Pérez Jhon Jairo planeo el ataque, compro la
sustancia quimica con la cual quiso cometer el delito, antes de eso este se imagino lo que iba
a hacer, ejecuto la acción al lanzarle el ácido a Nataly, y así logro cometer el delito de
lesiones personales con agentes químicos que esta descrito en el articulo 116a del condigo
penal.

Los elementos estructurales del tipo es este caso son:

El artículo 116 A del Código Penal, adicionado mediante el artículo 1º de la Ley Natalia
Ponce de Ley, dispone: Artículo 116 A: Lesiones con agentes químicos, ácido y/o
sustancias similares. El que cause a otro daño en el cuerpo o en la salud, usando para
ello cualquier tipo de agente químico, álcalis, sustancias similares o corrosivas que
generen destrucción al entrar en contacto con el tejido humano, incurrirá en pena de
prisión de ciento cincuenta (150) meses a doscientos cuarenta (240) meses y multa de
ciento veinte (120) a doscientos cincuenta (250) salarios mínimos legales mensuales
vigentes.

A continuación se presentaran los elementos estructurales de este tipo penal:

Sujeto activo: Al ser un tipo penal común, no se exige de cualificación especial respecto al
sujeto activo, lo que quiere decir que cualquier persona puede cometer el delito.( Pérez Jhon
Jairo)

Sujeto pasivo: En este caso es el titular del bien jurídico vulnerado, (Nataly Fonseca)

Bien jurídico tutelado: Es la integridad personal, en su concepción más amplia incluye la


integridad corporal, la integridad de la salud y la vida de relación o integridad social.

Verbo rector: El tipo penal consagra como “verbo rector” el “que cause a otro daño en el
cuerpo o en la salud.

Ingrediente descriptivo del tipo: “usando para ello cualquier tipo de agente químico, álcalis,
sustancias similares o corrosivas que generen destrucción al entrar en contacto con el tejido
humano”.
Elemento subjetivo del tipo: En cuanto a la modalidad de la conducta, y teniendo en cuenta
que este delito se integra dentro del acápite de Lesiones Personales, la conducta puede ser
cometida con “dolo” o con “culpa” en aplicación de lo dispuesto en el Art. 120 del Código
Penal: “El que por culpa cause a otro alguna de las lesiones a que se refieren los artículos
anteriores, incurrirá en la respectiva pena disminuida de las cuatro quintas a las tres cuartas
partes. Ahora, esta es una posibilidad en el contexto del análisis del fenómeno de ataques
con agentes químicos tanto tratándose de culpa con o sin representación, al igual que la
admisión de las diferentes clases de dolo (dolo directo, dolo indirecto y dolo eventual).

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