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Planificación y gestión de emprendimientos

El acto de emprender da cuenta de una acción, de un movimiento, de un gesto que propone ir hacia una meta
preestablecida. El emprendedor es en principio, aquel quien transforma una idea sujeta al mundo inmaterial e
intangible, en una expresión singular y concreta en el mundo material. Con la vocación de los antiguos alquimistas
dispone esfuerzos en el trabajo con elementos simples para lograr composiciones más complejas y elaboradas. El
emprendedor trae algo nuevo al mundo; algo que a su vez transforma en cierto sentido a la comunidad sobre la cual
ejerce sus influencias.

¿Emprendedor se nace o se hace? Al igual que sucede con ciertas habilidades, existe un debate
en relación a si la capacidad emprendedora viene de cuna o se adquiere con la experiencia. Si
bien es cierto que quien las posea de antemano de manera equilibrada estará en mejores
condiciones que quien no, esto no invalida la posibilidad de que cualquier persona se transforme
en un emprendedor exitoso si orienta su voluntad hacia esa dirección.

Un elemento clave para ser emprendedor es que debemos confiar en nosotros y en ese sentido,
siempre hay rasgos o características que debemos cultivar para ser exitoso. Tener una buena
actitud frente a los negocios, una buena disposición y enfrentar de manera serena, fracasos y malos resultados, son
parte de estas claves:

*Impulso inicial: debemos buscar y reforzar esa motivación que puede ser provocada por diversas razones
profesional, personal, emocional, financiero, entre otras. Siempre hay un chispazo inicial que impulsa a salir de la zona
de comodidad y hacer algo diferente a lo que se está haciendo. Y cuando nuestro negocio surge por necesidad -como
sucede con muchas emprendedoras- hay que buscar ese por qué tuvimos que tomar este rumbo y ver el lado positivo de
esta nueva etapa.
*Capacidades: para que este impulso inicial se traduzca en un proyecto, es decir, para pasar de la idea a la
acción y sobre todo, no morir en el intento, se necesitan ciertas habilidades que se pueden adquirir y desarrollar. A
algunos les puede resultar más fácil que a otros, pero todos pueden tener la aptitud para ver cosas nuevas o hacerlas de
manera diferente y la capacidad para ejecutarlas.
*Creatividad: quizás digan, yo no soy creativa, pero la verdad es que toda persona es en sí misma creativa y
basta sencillamente en atreverse a explorar más ese camino.
*Espíritu emprendedor: no es lo mismo ser emprendedora que ser empresaria. La empresaria está asociada a la
titularidad o a posesión de una empresa mientras que ser emprendedora, desde un punto de vista antropológico y ético,
implica tener espíritu de empresa. Nosotras las emprendedoras, le ponemos corazón a lo que hacemos así que hay que
potenciar esa actitud.
*Habilidad cognitiva: es una manera de pensar y de actuar que se caracteriza por la flexibilidad de alternar
entre la predicción y creatividad. La predicción se basa en el análisis del uso de la información existente y funciona mejor
con bajos niveles de incertidumbre. Lo creativo consiste en tomar medidas para generar datos que antes no existían o
que eran inaccesibles, en entornos de extrema incertidumbre.
*Liderazgo: el principal desafío es crear una organización que tenga mentalidad emprendedora como parte de
su rutina.
*Aspiraciones: son las que reflejan la naturaleza cualitativa de la actividad emprendedora y son las que tienen
un impacto directo sobre la misma. Reflejan la potencialidad y calidad del proyecto en cuanto a la innovación de
producto y proceso, la apertura de nuevos mercados, la creación de puestos de trabajo y la internacionalización.

¿Por qué ser un emprendedor?


1. Dedicarte a lo que realmente te apasiona. La vida es muy corta como para tener el trabajo equivocado. Si te sientes
inconforme con lo que estás haciendo hoy, seguramente tu corazón te está haciendo una invitación a emprender. Elige
un trabajo que te guste y nunca en la vida tendrás que “trabajar”.
2. Libertad. El emprendimiento es una oportunidad para que seas tu propio jefe y seas dueño de tu tiempo, entonces
serás tú quien tome las decisiones importantes en tu vida.
3. Independencia financiera. Cuando eres empresario, significa que tu salario ya no depende de tu jefe, sino de ti
mismo. Mientras más te esfuerces, mejores serán tus resultados y tus ingresos.
4. Trabajar por tus sueños y no por los de alguien más. Al final del día, una de las mayores satisfacciones de un
emprendedor es saber que está trabajando por sus propios sueños, ideas y objetivos. Tu tiempo es limitado; no lo
desprecies viviendo la vida de otra persona.
5. Generar empleo. A través de tu negocio podrás crear oportunidades para otras personas y generar un impacto
positivo en el desarrollo económico de tu región.
6. Crear valor. Un negocio es una oportunidad para hacer mejor la vida de otras personas. Emprender se trata de crear
valor, solucionar problemas, satisfacer necesidades y transformar positivamente nuestro entorno.
7. Tener una vida llena de retos. Los emprendedores odian la rutina y no están dispuestos a dedicar su tiempo a
trabajar en empleos que les resulten aburridos. El día a día de un emprendedor está lleno de retos por superar y metas
por alcanzar.
8. Crecimiento personal y profesional. El emprendimiento es un camino de constante aprendizaje en el que todos los
días debes adquirir nuevos conocimientos y desarrollar habilidades que te permitirán superar tus propios límites.
9. Sentirte realizado. Emprender se trata de dedicar todo tu tiempo, esfuerzo y energía a seguir tus sueños y pasiones,
entonces seguramente tendrás una vida llena de satisfacciones personales.
10. Trascender. Los emprendedores no quieren ser una persona más, ellos quieren que haya un antes y un después de
su paso por este mundo. No van tras el dinero, sino detrás de un sueño. Son personas visionarias que literalmente
quieren cambiar el mundo.

La vida de un emprendedor es una vida sin descanso. Es una vida en la que tienes cientos de miradas
criticando lo que haces y esperando a que des un paso en falso para verte caer y decir: “te lo dije!!”, una vida
donde fracasar es más fácil que tener éxito… pero ¿quieres que te diga algo? La vida de un emprendedor es
una vida que vale la pena… Es la única vida en la que tú eres dueño de tu tiempo y en la que tienes la
posibilidad de ser dueño de tu propio futuro. Es una vida llena de pasión en donde cada día hay una razón
para continuar luchando. Es una vida en la que te sientes pleno porque estás haciendo lo que realmente te
gusta.

Los riesgos a la hora de emprender


El factor No.1 que detiene a cualquier persona para emprender un negocio es el
riesgo y especialmente el temor de no saber cómo manejarlo. De hecho, cuando
piensas en iniciar una pequeña empresa es una realidad que pones en riesgo
muchas cosas, desde tu dinero hasta tus relaciones familiares y nunca faltan un sin
fin de preguntas que te hacen dudar y posponer tu proyecto.
Ante esto suelen surgir 2 posturas: quienes ignoran los factores de riesgo y se
lanzan a ciegas a iniciar un proyecto sin planificación y segundo quienes no toman
acción y deciden no hacer nada porque prefieren evitarlos. Ambas desde luego
erróneas pues no te llevan a nada positivo.

Así que, si bien el riesgo es algo natural en el proceso emprendedor, también es


cierto que se debe estar consciente de cuáles son los riesgos más comunes que enfrentarás en el camino de emprender
un negocio y cómo puedes minimizarlos.

1. Temor al Riesgo
Lo primero que debes tener muy claro es que construir un negocio conlleva riesgos con los que tendrás que lidiar todo el
tiempo. Siempre habrá imprevistos o situaciones fuera de tu control que tendrás que aprender a resolver. El riesgo es
algo natural que te acompañará a lo largo de toda la aventura emprendedora y lo más importante no es evitarlo sino
aprender a identificarlo y controlarlo a través de una adecuada planificación.

2. Riesgo por Los Cambios del Entorno


Debes tener claro que la globalización y las comunicaciones hacen que nuestro entorno cambie rápidamente. Eso
significa que lo que hoy funciona no necesariamente funcionará dentro de 2 años. La competencia cambia, los clientes
cambian, la economía cambia. Por tanto, debes aprender a cambiar y hacerlo con rapidez. Debes ser un emprendedor
que lee, que aprende y que se actualiza constantemente para poder mantener su negocio a flote.

3. Riesgo por No Conocer el Negocio


Muchos emprendedores se sienten inseguros ante la idea de iniciar su empresa por el mismo hecho de que no conocen
el funcionamiento del negocio a fondo. Tienen una vaga idea de lo que quieren hacer y el entusiasmo pero no tienen
todas las respuestas. ¿Qué hacer? Pues tan sencillo como suena. Debes informarte, documentarte, consultar y
convertirte en un experto en el negocio que deseas emprender. No hablo de ser un experto en los detalles técnicos
(pues esto lo suples con personal adecuado) pero si en los detalles operativos del mismo.

4. Riesgo a Perder tu Dinero


Quizás este sea uno de los temores comunes más grandes. No saber si se cuenta con la capacidad financiera para sacar
el negocio adelante y por tanto a perder tu dinero. Esto puede ocurrir de igual manera sin importar el tamaño de tu
negocio pues tanto riesgo corre quien invierte mil pesos como quien invierte cien mil. Y la única forma inteligente que
existe para minimizar este riesgo es tomando lápiz y calculadora en mano para elaborar un presupuesto. Siempre
considera como parte de tu planificación un presupuesto de inversión, un presupuesto de gastos mensuales, así como
una proyección de ventas.

Estos 3 ejercicios te permitirán saber cuánto necesitas de dinero para comenzar, cuánto para mantener el negocio y
cuánto dinero retornará. Debes trabajar tu presupuesto de la forma más realista posible para poder determinar con
suficiente anticipación el futuro de tu negocio.

5. ¿Qué hacer si no hay clientes o no hay ventas?


El siguiente factor de riesgo que todos podemos enfrentar es el hecho de abrir las puertas del negocio y que no haya
clientes interesados o bien que no haya suficiente volumen de ventas para generar ingresos. Desde luego esto puede
poner de punta los pelos a cualquiera. Sin embargo, este riesgo también es manejable. En primer lugar debes realizar un
estudio de mercado básico antes de inaugurar tu negocio. Esto te permitirá medir el potencial del mismo sobre la base
de precios y variedad de productos que deseas comercializar así como descubrir los principales intereses que tu
mercado pueda tener.

Ahora, la razón principal por la cual los emprendedores no hacen un estudio de mercado no es porque no sepan como
hacerlo o porque no puedan aprender sino porque les da pereza realizarlo.
6. ¿Qué si la Ubicación del Local no es Buena?
Elegir un local comercial es una decisión que se debe analizar detenidamente. Recuerda que un local bonito o en una
calle transitada no es garantía de que el negocio tendrá éxito. He sabido de muchos casos en los que el local es
excelente y la ubicación también lo es, excepto que las cosas no funcionan porque tienes un producto o un servicio que
esta enfocado a otro mercado, o bien porque tus precios son demasiado altos para el tipo de consumidor. Así pues, no
necesariamente necesitas un local comercial para abrir tu negocio y de hacerlo, debes haber realizado un estudio de
mercado que te ayude a saber que tu empresa será aceptada con agrado y será de atractivo para las personas del sector.
7. Riesgos Derivados por la Competencia
¿Que pasa si la competencia es muy fuerte o si es desleal? Bueno, he de decirte que a excepción de los monopolios,
todas las empresas del mundo tienen competencia y la gran mayoría tienen que luchar contra competidores desleales.
Este es otro riesgo con el que hay que vivir (pero no morir). En primer lugar, es conveniente desarrollar una cultura de
liderazgo donde seas tu el que establece las reglas del juego. Debes observar a tu competencia y conocer lo que hacen
sin que dependas de sus movimientos para tus propias decisiones. Este es un error común que cometen muchos
emprendedores. Otro grave error es querer competir solamente con bajar los precios pues hay muchas maneras más
inteligentes de competir que te pueden funcionar. El secreto entonces consiste en no dejarse intimidar ni presionar. Ni
mucho menos reaccionar ante la primera provocación pues este juego lleva a muchas empresas al fracaso. Si tus
números están en orden y tus metas están claras, podrás competir con promociones, buen servicio y rapidez, poniendo
tu en aprietos a tus competidores.

8. El Riesgo de No Administrar Bien tu Empresa


De todos los factores de riesgo internos que existen, este es uno de los que más problemas le puede crear a una
empresa. Y es el hecho de no contar con una buena administración. El desorden, la ligereza en las compras, el mal
manejo de los activos y hasta las malas contrataciones de personal contribuyen a que las cosas se salgan de control.

De ahí que es sumamente importante establecer un compromiso de orden desde el inicio delegando quién se encargará
"de cada cosa" en la compañía. Y, si tu no eres el mejor administrador, entonces deberás buscar el apoyo de alguien que
se haga cargo de esta función de enorme importancia para que tu empresa nazca y crezca saludable a lo interno.

Es lamentable ver como empresas con gran potencial desfallecen por la necedad de sus propietarios de querer
controlarlo todo, cuando no tienen las facultades y la preparación para administrar ordenadamente sus negocios,
despilfarrando el dinero y debilitando las finanzas.

El Riesgo es Oportunidad
Como buen empresario, debes entonces saber que el riesgo y sus
consecuencias te acompañarán desde antes de abrir las puertas de tu
negocio y a lo largo de toda tu experiencia emprendedora. Los riesgos nunca
desaparecerán, solo se reducen y se controlan con preparación, planificación
y decisiones firmes tomadas en tiempo. Y aún con todo ello, siempre habrá
etapas en las cosas no saldrán conforme a lo planificado y es ahí cuando
corresponde analizar templadamente las estrategias y si es necesario,
cambiar el rumbo. Finalmente, debes ver el riesgo como algo positivo que
contrario a limitarte te permita ver con mayor agudeza las enormes
oportunidades que se te presentan.
Frases motivadoras
 “Tu tiempo es limitado, así que no lo malgastes viviendo la vida de
otro. No quedes atrapado en el dogma, que es vivir como otros piensan que deberías vivir. No dejes que los
ruidos de las opiniones de los demás silencien tu propia voz interior. Y lo más importante, ten el coraje de seguir
tu corazón y tu intuición. Estos, de algún modo, ya saben en qué quieres convertirte realmente. Todo lo demás
es secundario”.
 “Lo que no se empieza nunca tendrá un final”.
 “La manera de empezar es dejar de hablar y empezar a hacer”.
 “Un gramo de acción vale una tonelada de teoría”.
 “No me voy a limitar a mí misma sólo porque otras personas no aceptarán el hecho de que yo puedo hacer otra
cosa”.
 “El destino no es cuestión de casualidad, sino cuestión de elección. No es algo a lo que se deba esperar, sino algo
a conseguir”
 “Elige un trabajo que te guste, y nunca tendrás que volver a trabajar en tu vida”.
 “Si puedes soñarlo, puedes hacerlo”.
 “Tener grandes expectativas es la clave de todo”.
 “El hombre que no tiene imaginación no tiene alas”.
 “El mayor riesgo es no asumir ningún riesgo… En un mundo que cambia realmente rápido, la única estrategia en
la que el fracaso está garantizado es no asumir riesgos”.
 “Puedo aceptar el fracaso, todos fracasan en algo. Pero no puedo aceptar no intentarlo”.
 “La cosa más valiosa que puedes hacer es cometer un error–nada puedes aprender de ser perfecto”.
Diario La Nación OnLine. Suplemento "emprendedores". Miércoles 12/04/2017
El lado B del negocio: la peligrosa y costosa fantasía del emprendedor
Joaquín, soltero, 29 años. Es licenciado en Administración de Empresas y trabajaba en una empresa multinacional. Sin
embargo, anhelaba dejar la vida corporativa, ser independiente, no tener jefes y manejar su propio tiempo. También
deseaba volverse lo bastante rico como para retirarse antes de los 35 años. Después de todo, ¿por qué no iba a
conseguir algo que tantos otros habían logrado antes que él?

Decidido, preparó su business plan. Tuvo en cuenta cada detalle: variables macro y micro, análisis del mercado, cash
flow, VAN, TIR, Ebitda... Volcó todo en un prolijo documento que llevó a su padre y a un grupo de sus amigos del club de
golf. Aunque no entendían muy bien el negocio, le dieron los fondos para lanzarse a la aventura, su aventura. No dudaba
que su start-up estaba destinado a convertirse en el próximo Unicornio. En poco tiempo la empresa líder del mercado lo
compraría por una cifra varias veces millonarias y él se iría a navegar alrededor del mundo durante dos años, tal vez tres.

Pero las cosas no resultaron como Joaquín había planeado. Menos de tres años después de haber lanzado su
emprendimiento, un cambio inesperado de las condiciones políticas y económicas convirtieron a las hojas de su plan en
papel para reciclado. Antes había necesitado varios rescates de sus angel investors para tapar baches financieros que no
figuraban en las planillas de cálculo de su fantástico plan. ¿Qué había pasado?

Las encuestas optimistas sostienen que el 70% de las nuevas empresas desaparecen en menos de 10 años. Las
pesimistas amplían al 90% ese porcentaje. Todas coinciden en que el 50% ya no existen a los cinco. Entonces, ¿qué es lo
que lleva a jóvenes brillantes a desafiar las estadísticas y a comprometer su futuro y -en muchos casos- el de familiares y
amigos? Hay varios patrones que se repiten. Veamos:

1 - Exuberancia irracional: Es difícil que alguien pesimista asuma los riesgos


implícitos en un nuevo emprendimiento. El optimismo es una gran virtud. Es
el impulso inicial de innovaciones y de empresas grandiosas. A pesar de eso, si
no se balancea con una cuota de racionalidad, se corre el riesgo de caer en la
exuberancia irracional popularizada por el ex presidente de la Reserva Federal
de EE.UU., Alan Greenspan. El exceso de optimismo es una característica
humana. Es por eso que cuando se le pregunta a una pareja que está a punto
de casarse qué probabilidades tiene de divorciarse, la respuesta es "ninguna",
a pesar de que la tasa de divorcios en el mundo ronda el 40%. Ningún
emprendedor cree puede llegar a fracasar. La prudencia no suele ser un rasgo típico de la juventud.

2 - El carro y los caballos: Entre muchos jóvenes existe la impresión de que con solo tener la voluntad de ser
emprendedor es suficiente, sin importar demasiado en qué. Ni Steve Jobs, ni Bill Gates, ni tantos otros casos exitosos,
tenían en su cabeza ser emprendedores. Todos ellos tenían pasión por una idea y se enfocaron en concretarla. El
adjetivo de "emprendedor" se lo dieron luego los medios, interesados en crear un nuevo modelo de héroe moderno. El
éxito siempre vende.

3 - De mendigo a millonario: Toda buena leyenda de emprendedor debe incluir la venta de un viejo auto (si es un
"escarabajo", mejor) y un paso por el garaje de la casa de los padres. Algunas historias le agregan otras notas de color,
como el abandono temprano de la universidad o -a la manera de Mark Zuckerberg- el aprovechamiento de ésta como
plataforma de lanzamiento. Sin embargo, la mayoría de los entrepreneurs provienen de hogares de clase media y alta.
Esto facilita la obtención de los fondos iniciales y el respaldo familiar si algo no sale como lo previsto. Es mejor
emprender si se tiene un plan B.

4 - Las industrias sexy: ¿Hay algo más sexy que un joven millonario que hizo su fortuna en un start-up de Internet?
¿Quién triunfa en la web debe ser creativo, innovador, amante del cambio? Según el Statistic Brain Research Institute, el
37% de los emprendimientos informáticos sobreviven al cuarto año, contra el 56% o más de industrias más tradicionales
como la inmobiliaria, el agro o la educación. No siempre lo más atractivo es lo más seguro.

5 - Escapar de la oficina: La mayoría de las encuestas muestra que pocas personas son realmente felices en sus trabajos.
Algunos se quedan por costumbre, otros por temor a lanzarse al vacío y otros con la ilusión de que los echen para cobrar
una jugosa indemnización. Asimismo, cuando el jefe es insoportable, nada puede evitar que el empleado escape de la
oficina y cumpla la romántica fantasía de "ser yo mi propio jefe". Pero la satisfacción es directamente proporcional a la
realidad e inversamente proporcional a las expectativas. Si éstas últimas son muy altas y la realidad no es la esperada
(como suele ocurrir), hasta el más optimista puede caer en el pozo de la depresión.

Es propio del alma juvenil buscar nuevas experiencias. Esta cualidad se convierte en un nicho de mercado codiciado por
muchos. Medios de prensa y sitios de Internet, dueños de franquicias, instituciones financieras y toda una larga serie de
servicios destinados a "ayudar" a aquellos con "espíritu emprendedor" disparan una batería de mensajes fascinantes
capaces de seducir hasta al más racional de los ingenieros. La sociedad actual admira a los ex emprendedores que
terminan dando charlas de cualquier cosa en cuanta conferencia haya. Su único éxito haber: vendido su
emprendimiento. Para evitar el fantástico hechizo de tanto canto sirenas, nada mejor que emular a Odiseo -el más
grande de los emprendedores- y correr a atarse al mástil de realismo más cercano. Caso contrario las naves
emprendedoras terminan siendo submarinas.

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