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Apuntes Filosofía del lenguaje 2017-1

El propósito del curso es investigar el origen, la naturaleza y el funcionamiento del lenguaje


humano vistos y en especial el nuestro (alfabético) con un enfoque antropológico, genealógico
y fenomenológico porque es este el tipo de lenguaje que está unido al pensamiento filosófico.
El análisis del lenguaje permite una reflexión filosófica, y de vuelta, necesitamos de la
filosofía para estudiar el lenguaje humano puesto.

El lenguaje tanto oral como escrito se expresa a través de una gestualidad y una corporalidad,
pues cada quien cuando habla se expresa con un determinado estilo, tono de voz, con ciertas
pausas, manías, etc. Por eso es un fenómeno material, no es algo netamente abstracto y ajeno
sino que hace parte de nuestras prácticas de vida y de nuestra propia manera de vivir, así que
basta ver el modo en que el lenguaje se manifiesta en nosotros para ver clara y distintamente
que no es un objeto “frio” y que es más bien dinámico. De esto se puede decir que por eso el
lenguaje permite que realicemos abstracciones desde la tercera persona por ejemplo: No
podemos pensar “el ser” a partir del “tú eres”, “ustedes son”, “yo soy”, sino que lo pensamos
a partir de la tercera persona “es”. Nosotros abstraemos “el ser” a partir del “es”.

Nos interesa saber si el lenguaje es una característica peculiarmente humana, si esto es así
encontraríamos lo que distingue al ser humano de todos los seres, y en ese caso preguntarnos
por la esencia del lenguaje es preguntarnos por la esencia del ser humano. Ciertamente, la
tesis de Corballis es que el lenguaje es únicamente humano. Por lo cual, veremos cuáles son
las razones por las que llega a esta tesis.
El lenguaje tiene tres elementos característicos imprescindibles para nuestro curso, a saber:
Generatividad, Recursividad y Continuidad.
La generatividad que es aquello por lo cual podemos expandir sin límite expresiones y
proposiciones creando asociaciones novedosas cuyos significados van más allá de lo que las
palabras significan, además de crear ideas y relaciones semánticas por medio de la
reinterpretación o novedad. “Lluvia de sobres”, “Sentarse al sol” son ejemplos de ello.
La generatividad del lenguaje se da gracias a la gramática en donde se pueden configurar
nuevos sentidos a partir de un sistema de reglas, donde los términos funcionales
(conjunciones, artículos, preposiciones) no se pueden cambiar si se pretende configurar una
proposición, esto es, que se mantengan las reglas sintácticas y que varíe el uso semántico, que
el contenido se pueda reemplazar o ensanchar, por esa razón existe un uso metafórico del
lenguaje y por lo mismo se pueden entender frases como “las ideas verdes sin color duermen
furiosamente”.
Por otro lado, la recursividad es otro aspecto, cuyas características son la capacidad de
calcular el término sucesivo a partir del precedente y la capacidad de construir
subordinaciones a partir de una regla principal de un modo ordenado.
Ejemplo:
- El restaurante construido por mi abuelo.
- El parqueadero colocado a la derecha del restaurante.
- El carro negro que entra en el parqueadero colocado a la derecha del restaurante,
- El joven que guía el carro negro que entra en el parqueadero colocado a la derecha del
restaurante construido por mi abuelo.
Como la recursividad es más que una capacidad asociativa es muy difícil que alguien asuma
que el joven guiaba a mi abuelo. Así que nosotros hablamos sin ser conscientes de las reglas
que operan en el momento de realizar el acto mismo del habla.
Por último la esa gramática como ya dijimos por medio del empleo de reglas fijas permite
crear nuevas ideas y sentidos gracias a la continuidad que está facilitada por los términos
funcionales. Si se llegara a perder esa conexión entre términos, se perdería lo que se puede
entender como la “correctitud” del idioma, o el carácter correcto.

Ahora bien, problematicemos acerca de si el lenguaje es particularmente humano o no.


En los años 50 algunos estudiosos trataron de reducir el lenguaje a un comportamiento verbal,
así como la hormiga construye hormigueros, el hombre asume el comportamiento lingüístico.
Sin embargo, Chomsky se opuso a esto afirmando que el verdadero lenguaje es únicamente
humano y es completamente diferente a la comunicación de los animales ya que el lenguaje
no se reduce a un numero de asociaciones ni tampoco a un mecanismo. Si bien es cierto que
los animales pueden emitir no solo sonidos sino que también pueden vocalizar, como los loros
quienes imitan palabras que suelen decir las personas que tienen cerca, pero el hacer una
imitación de las palabras no es suficiente para igualar al lenguaje humano, pues uno no puede
afirmar que una grabadora habla. Los monos babuinos emiten veintidós clases de sonidos
pero no pueden hacer de esas vocalizaciones combinaciones en secuencias ni tampoco pueden
separarlas en partes intercambiables como las palabras humanas, además de que estas
vocalizaciones o emisiones de sonidos se generan por estímulos o por una situación capaz de
provocarlos, no se dan bajo el control voluntario como el hombre que muchas veces habla sin
que sea necesario. Aunque hubo un caso de un mono bonobo que se llamaba Kanzi al que le
enseñaron a atender a prácticas lingüísticas y a entender el lenguaje para utilizarlo, el aprendió
doscientos cincuenta y seis símbolos y también aprendió a combinarlos, Kanzi obedece
órdenes, a él le dicen que llene una olla de agua y lo hace, le dijeron que metiera una uva a la
piscina y lo hizo, es decir, él extrae el contenido de los términos de un enunciado, su
capacidad puede compararse a un entendimiento lingüístico de un niño de dos a tres años.

Sin embargo, para Corballis, Kanzi aún no tiene un lenguaje porque no usa términos
funcionales, no incorpora los tiempos verbales y no puede distinguir entre afirmaciones,
preguntas e imperativos. Para Corballis, Kanzi posee un protolenguaje que pudo haber
existido dieciséis billones de años atrás, el protolenguaje todavía no es un lenguaje porque no
es recursivo, aunque si puede ser generativo, ya que Kanzi podía asociar una acción a
múltiples objetos pero eso no quiere decir que allí hubiese una gramática porque si la hubiera
se jugaría con las partes variables e invariables del discurso.
Poniendo el caso de un chimpancé a quien le ponen unos bananos fuera de su alcance y
además le ponen un bastón a su alcance la reacción que él tiene sin imitar a nadie, es coger el
bastón sin ser un instrumento hecho para alcanzar bananos y lo utiliza para alcanzarlos, esto
también lo hace el ser humano, se suspende el significado material de las cosas y se le
atribuye un significado funcional y alterno a su función real, la diferencia es que el ser
humano deposita, almacena y retiene los significados funcionales de las herramientas para
proyectarlas en otro ambiente y en un tiempo futuro. El ser humano no solo articula los
significados haciendo asociaciones muy amplias sino que también busca términos funcionales
con lo que aparece, cuando algo se le presenta sabe que puede hallarle un para qué y aplicarlo
fuera del estímulo inmediato, o sea, antecede la función del objeto y lo tecnifica en una
proximidad. Para Corballis el animal todavía no tiene lenguaje puesto que ellos no incorporan
los términos funcionales y esto indica falta de gramática.
Además de indagar sobre cuáles son las características propias del lenguaje humano, lo cual
ya fue tema tratado, indagaremos sobre la génesis del instrumento, lo que nos hace preguntar,
a la vez, por la génesis de la humanización.
Cuando se habla de humanización necesariamente tenemos que traer a colación el tema de la
técnica, estos dos temas están intrínsecamente relacionados y aunque esta tesis no la muestra
Corballis, si la sustenta Gourhan al hacer especifico que cuando el hombre deja de utilizar las
manos para desplazarse, cuando la mano queda exonerada de las funciones locomotoras en
razón de que puede erguirse, es menester considerar por sobre todo el elemento técnico.
La tecnología es una reacción muy refinada del organismo humano, es un instrumento del
cual el humano se sirve para adaptarse, mediante la técnica, y así el hombre suple su debilidad
para sobrevivir. La cuestión de la técnica representa el umbral de lo que consideramos
humano, pues la diferencia que hay entre los instrumentos que crea un animal y los
instrumentos que crea el humano, como lo es el castor con la represa, el pájaro con el nido y
el chimpancé con el bastón es que estas creaciones están bajo la presión de un estímulo
externo como fue mencionado anteriormente, además de que el instrumento muestra una
cierta proyección, es independiente del estímulo externo, deja ver que hubo una elección del
material, y como ya se dijo, la posibilidad de ser almacenado. ; si falta el hambre la rama no
se transforma en bastón para alcanzar los bananos, el animal hace una abstracción en situación
y no una abstracción de la situación, en cambio, el instrumento tecnológico del humano está
hecho bajo unas operaciones premeditadas y prexistentes al instrumento mismo, presupone un
proyecto o un saber técnico fuera de la presión de las circunstancias. El instrumento humano
es creado para superar el presente inmediato. La técnica humana produce objetos inútiles y
estéticos que no tienen nada que ver con la presión de la circunstancia, en este caso el
instrumento seria fin en sí mismo. El humano a través de la tecnología tiene la capacidad de
variar los medios para alcanzar mejor una finalidad y también un instrumento técnico puede
ser medio para múltiples fines.
La técnica es contemporáneamente gesto e instrumento, así que no existe técnica sin la mano
puesto que fue gracias a la tecnificación (vuelta craneal, posición erguida y la novedad de
poder usar las manos libremente separadas del suelo) y el lenguaje que aparece la
humanización. . La mano es un instrumento que sirve para hacer instrumentos, tengo mi mano
como instrumento para usarla y crear instrumentos. Con la mano manipulo y modifico,
concibiendo en sus posibilidades de manipulación proyecciones de mundos posibles. La mano
es el instrumento que viene antes del resto de los instrumentos, la mano es un gesto técnico,
es un instrumento que es manipulado por el sujeto y, que a la vez, por tal manipulación el
sujeto también es manipulado, eso quiere decir que el hombre es el efecto de retorno con su
quehacer, es transformado por sus prácticas, todo lo que es el hombre en sí mismo es
determinado por su hacer. Afirmar que una mano que hace técnicas, y que bajo las técnicas
que ella crea, la corporalidad del hombre también es modificada, afirmamos entonces que
tenemos un cuerpo técnico, que hace técnica acompañando a la mano y que es producto de las
técnicas que hace junto a la mano. El cuerpo sirve para trabajar y a la vez sirve para que
trabajen sobre él. Examina y es examinado, palpa y es palpado. El cuerpo mismo se desdobla,
a la vez que la mano, la que manipula y es manipulada.
El hombre tiene la capacidad de asumir dos significados en el mismo objeto, él desdobla el
objeto dándole un valor de cosa y un valor funcional a la cosa, Gourhan le llama a esto
conciencia técnica.
Por otro lado, también es desdoblado el objeto porque la cosa está hecha para que dure en
el tiempo, para usos futuros; la produzco afuera de una situación urgente para que pueda
ser utilizada en una situación urgente o una situación en donde se le pueda dar posible uso a
la cosa. La creación del instrumento tiene una intención proyectada hacia el futuro, lo cual nos
indica también la noción de la temporalidad. La capacidad de crear un instrumento que puede
llegar a tener funciones múltiples es proporcional a la capacidad de anticipar, al contrario de
la rama del chimpancé que no es un instrumento estable, no entra en la caja de las
herramientas que se guardan y son utilizadas en una proximidad para múltiples usos posibles.
Aquí tenemos dos características fundamentales del lenguaje humano; proyecto y depósito. El
hombre es capaz de atribuirle a las cosas significados funcionales porque los almacena como
si construyera un depósito de herramientas que no contiene sencillamente cosas sino cosas en
función de…
La otra cara del asunto es que cuando la mano empezó a cumplir la función que cumplía la
boca, como la búsqueda de alimento, hizo que la boca explorara funciones nuevas tales como
los símbolos sonoros. A lo que Gourhan le llama mano-útil/ cara-lenguaje.
Gregorio de Nisa, Tratado de la creación del hombre, 379 d.C.
<<...Así, gracias a esta organización, es como el espíritu tal como un músico, produce en
nosotros el lenguaje y llegamos a ser capaces de hablar. Este privilegio no lo tendríamos, sin
duda, jamás, si nuestros labios tuvieran que asegurar, para las necesidades del cuerpo, la tarea
pesada y penosa de la nutrición. Pero las manos se encargaron de esta tarea y liberaron la boca
para el servicio dela palabra>>.
La palabra analiza y separa: permite la aparición del “bastón” porque diciendo su nombre,
vocaliza la cosa, permite que la cosa en uso se distinga de la cosa vocalizada. Es como una
traducción vocal de la vivencia, del hábito de usar la cosa (tengo la piedra pero también tengo
la piedra-martillo). La palabra objetualiza, capta y retiene. La palabra es decir la vocalización
traduce el mundo vivido en acción, en el mundo objetivo de las palabras, de los significados
disponibles a usos futuros. Al vocalizar la cosa, la separo de la plena abstracción y de la plena
acción, se desdobla la realidad a través de la palabra, eso quiere decir que con el lenguaje
podemos analizar a frio la situación porque en él podemos atraer un contenido del pasado o
del futuro al presente, poniéndola en otro mundo posible, por eso nombrar una cosa es
distanciarla de sus ambiente propio, en esta medida el lenguaje es un deposito que en
cualquier lugar puede ser activado. El lenguaje es un instrumento a través del cual nos
distanciamos del ambiente y adquirimos un mundo. Lo mismo que hace la mano y la técnica,
nos saca de la jaula ambiental y situacional inmediata para proyectarnos hacia un mundo
posible. A través de la mano y el lenguaje el hombre modifica su ambiente, creando así otro
mundo posible. Modificando el mundo y sus posibilidades, modifica su corporalidad y sus
disposiciones sobre él y sobre lo que se le presenta. Resulta siendo productor y producto de su
acción, con la cual puede hacer múltiples variaciones de lo que se desprende el ámbito
cultural. Por eso es que la mano es tan importante, porque se ha convertido en el instrumento
que precede a otros instrumentos, nos permite manipular el ambiente abriéndonos un mundo
de posibilidades que antes no estaban y nos permite evidenciar que somos nuestra mano y a
la vez la poseemos en cuanto que podemos decir cosas como : “me duele la mano” y a la vez
estar usándola como instrumento.
El efecto de retorno es clave para entender las modificaciones que ha sufrido la corporalidad
del hombre en el proceso de evolución porque cuando se pudo conseguir una posición erecta,
al poder hacer usos de sus manos, su cara no necesitaba estar dirigida hacia el piso y entonces
podía voltear a sus alrededores, se le encogió entonces su cara, se desarrolló aún más sus
capacidades cerebrales en servicio de nuevas posibilidades de manipulaciones y creaciones
técnicas, el hombre se modificó gracias a sus técnicas, no gracias a su cerebro. La evolución
es un efecto de retorno de la práctica técnica. A causa de la técnica se dan consecuencias
culturales, no a causa del cerebro. El hombre se humaniza a través de sus acciones, de su
hacer: el hacer técnico produce el hombre (la escritura alfabética produce la filosofía), quién
es al mismo tiempo productor y producto de su acción. El hacer técnico produce el hombre
técnico.
El lenguaje también es un efecto de retorno, además de que el lenguaje nos permite hacer una
filosofía del lenguaje, como ya vimos, la cultura no parte de la genialidad del hombre, sino
que parte de la interacción del hombre que suelta sus manos del suelo para interactuar con su
ambiente Y gracias a la alfabetización adquirimos una mente filosófica. Para razonar
filosóficamente no solamente se debe practicar un idioma alfabético sino que se debe escribir
alfabéticamente porque si la escritura no es alfabética quedamos en un saber oral.
“Es cierto que el simple hábito de redactar hace más lógico el pensamiento.” (Edgar Allan
Poe) La hipótesis de Havelock es que adquirimos una mente lógica porque nos alfabetizamos.
Por eso es que el enfoque antropológico del curso va a buscar mostrar una genealogía del
lenguaje para mostrar así la genealogía de la filosofía mostrando tanto el lenguaje y la
filosofía como efecto retorno de la escritura alfabética.
Havelock propone el ejemplo de “jak and jil” es imposible que se obtenga esta secuencia de
los sistemas silábicos porque uno nos proporcionaría esta versión: “JA KA A NA DA JI LI”
mientras que la segunda (los semitas que interpretan) nos aportarían esta: J K N D J L, y esta
segunda podría ser interpretada de diversos modos antes de poder obtener “jak and jil”.en
estas formas de la escritura se necesita en la primera prescindir de los caracteres que no son
necesarios y en la segunda del conocimiento de un saber oral para poder decodificar. Por eso
aun cuando hay escritura en estas culturas, se sigue manteniendo un lenguaje oral y por eso no
se presenta la figura de lector en esta escritura, sino más bien la del decodificador.

Havelock afirma que solamente con la práctica alfabética se pasa desde una cultura de la
oralidad a una cultura de la escritura. Las escrituras silábicas no producen ningún divorcio
entre la palabra y el gesto y cada palabra es gestualidad, ritmo, música y Cada palabra es la
ocasión para activar todo un conjunto de prácticas gestuales y no lingüísticas, la escritura
alfabética. Grafema, fonema y significado no están separados: están unidos y entrelazados en
una concreta práctica gestual y extra-lingüística. Cada silaba además de ser la unidad mínima,
está ligada a una acción concreta y por eso los sistemas silábicos están más ligados a la
realidad o se pueden considerar más reales que el alfabético.

- Por otro lado la novedad que es introducida por el alfabeto se da de varios modos: no se
limita ya a la imitación de sonidos (silabas) sino que las analiza en sus componentes teóricos,
descompone las silabas en unidades empíricamente inexistentes, no pronunciables, no
audibles, aunque sean visibles. Esto es posible porque con la invención de las consonantes se
pudo idealizar el lenguaje, abstrayendo las ideas de las consonantes mismas de los grafemas.
La práctica alfabética se muestra como una atomización del sonido lingüístico, enuclea un
cierto número de sonidos no descomponibles ulteriormente que no tienen un significado real,
sino ideal y abstracto. Son como los átomos de la materia del habla. Ahora bien con esta
tecnología podemos representar de manera exhaustiva, económica y no ambigua el sonido. A
cada sonido le corresponde un signo no descomponible ulteriormente, no interpretable. Con la
invención de la consonante los griegos abrieron por primera vez la posibilidad de hacer una
representación visual de un sonido lingüístico económica (sin añadiduras) y no ambigua.
Tomaron la unidad mínima del habla (silaba) y la analizaron intelectualmente, la seccionaron,
la digitalizaron. En suma, los griegos digitalizaron el sonido.
Las palabras se pueden descomponer en sonidos sin significado, que propiamente cobran
significado en cuanto función de la palabra. Así que cuando aparece el lector, la palabra se
muestra conformada por el significado y tanto el contenido como la forma. El significado de
una palabra no está en la palabra misma por eso se puede descomponer en silabas y estas no
muestran tampoco significación alguna. Este significado ideal es democrático, es “la justicia”
no una justicia particular que solamente los descifrados y los sacerdotes, los escribas y los
fariseos pueden interpretar.

El alfabeto posee una propiedad disociadora que separa el sonido, la vista y el significado. El
alfabeto fonético es la única forma de escritura para la cual a letras semánticamente sin
significado corresponden sonidos semánticamente sin significado. A partir de la escritura
alfabética se produce el grafema (signo gráfico), el fonema (sonido) y el significado mental
(la idea). Con un solo movimiento produce por un lado puros sonidos (fonemas) y puros
signos (grafemas) coligados entre ellos en virtud de una abstracta y convencional
correspondencia a un significado mental. La escritura alfabética inaugura la idea: una relación
convencional entre elementos gráficos, elementos fonéticos y significado mental.

La escritura alfabética, más bien que transcribir un puro sonido lingüístico, representa
propiamente la institución del sonido. Existen sonidos afuera del evento de la palabra hablada,
separados de la práctica lingüística, separados del pathos de la palabra: las consonantes. La
consonante es de hecho una abstracción, un átomo sonoro ideal que no tiene algún valor o
significado en sí mismo. Aún más si nos referimos a las consonantes como sonido, a lo que la
lingüística llama fonema, debemos decir que es una entidad totalmente abstracta y despojada
de cualquier referencia a la experiencia.

En la escritura alfabética las sílabas pueden ser insignificantes (“bas”, “def”, …) Sin embargo,
hay una diferencia y una distancia inmensa entre la sílaba de los sistemas silábicos y la sílaba
del sistema alfabético. Para nosotros la sílaba puede ser un vehículo sonoro insignificante de
un significado mental: un elemento absolutamente desenlazado a cualquier práctica
lingüística, quitada de cualquier ámbito concreto gestual y comunicativo.
Todavía la sílaba en nuestra cultura alfabética puede aún tener una referencia semántica:
“ya”, “sí”, “no”, “ehm”…

McLuhan (Laws of Medium): “el sistema alfabético dio la posibilidad a quién lo usaba de
transcribir cualquier lengua en una serie de sonidos abstractos y sin significado… el discurso
oral, resonante, es fragmentado en pequeños pedacitos irreductibles (fonemas), cada uno
coligado a un signo a través de una asociación arbitraria y ortografía uniformada”.

Ninguna motivación esencial colega el significante “casa” al significado de casa. Entre ellos
existe una relación arbitraria, convencional. Porque la invención de la consonante, de un
elemento meta-empirico, permite reducir cada palabra a puros sonidos vacíos, que pueden
relacionarse a cualquier significado mental.
La “C” remite a un puro sonido para alguien que sea lector. No hay ambigüedad por que la
“C” no tiene ningún significado en sí mismo. Así los griegos resolvieron el problema de la
ambigüedad, de la descodificación Inventando formas gráficas y sonoras indiferentes,
completamente vacías, sujetadas a la arbitrariedad pura, a la pura convencionalidad, para que
pudieran adaptarse a significados universales: “la justicia”. Leer: significa olvidarse de las
palabras: la lectura tiene existo cuando las palabras desaparecen y aparecen los significados.

Así la comunicación tiene éxito cuando desaparecen las palabras y aparece la intención de
quien habla: el significado. Aunque no entienda todas las palabras, puedo entender el
significado mental del discurso. O por el contrario Aunque entienda todas las palabras, no
entiendo el significado mental del discurso. Signo-sonido-significado constituyen una triada
en la cual ninguno de los tres está significa algo en sí mismo. Cada uno adquiere significado
dentro del sistema de remisiones de la triada y fuera de esta ninguno significa nada en sí
mismo porque cada uno tiene un valor funcional. Aun cuando el lenguaje alfabético es
abstracto, necesita del elemento empírico.

Según Havelock la invención de las consonantes fue posible por parte de los griegos gracias a
lo que el denomina salto alfabético, pero se equivoca puesto que las consonantes como tal ya
eran usadas por culturas pre-alfabéticas. Los griegos más bien en un golpe casual miraron de
un modo distinto algo que ya había. “nuevos usos para viejas funciones”. J Gelb 1952. En
este sentido, según Gelb los griegos sistematizaron algunas estrategias ya conocidas, que
hasta aquel entonces se habían utilizado de manera casual. En particular, el uso de una
estratagema: las matres lectionis o scriptio plena. La cual se utilizaba en el cercano Oriente.
De ¿qué se trata? Son ayudas de lectura que se utilizaban para señalar como debía leerse una
cierta salaba: larga o corta.

Los griegos solamente sistematizaron algo ya usado haciéndolo más común y frecuente en la
vida cotidiana. Cabe preguntarnos: ¿por qué lo hicieron? Antes hay que hacer una
aclaración: Gelb afirma que: una vez que los griegos tomaron los indicadores vocálicos
semíticos (las matres lectiones) y le cambiaron la función, es decir las trasformaron en
Vocales, el paso siguiente fue el de analizar los restantes signos silábicos como consonantes
a través del método de la reducción: Se renueva la escritura semítica “C(a)S(o)” el segundo
indicador es considerado una vocal (a) para ayudar la lectura correcta de la sílaba “C”, lo
cual podría ser leído Ca, Co, Ci, Ce, Cu. Entonces es más económico reducir la sílaba “C” a
una consonante áfona Propiamente según la transformación o reducción griega, en el
discurso el elemento sonoro es representado por los indicadores vocálicos y no por la sílaba,
la cual es reducida a un elemento áfono: la consonante. Así que el uso de los indicadores
vocálicos adjuntos como algo no excepcional sino normal, cotidiano (si los semitas los
utilizaban en algunas situaciones, los griegos empiezan a utilizarlos siempre) produce un
efecto de retorno sobre la sílaba. Ahora el elemento sonoro no es más la sílaba sino el
indicador vocálico y la sílaba se reduce al elemento que no suena más, el elemento áfono: la
consonante.

Los griegos Trataron el alfabeto como un código visible de un sonido invisible: un sistema
de iconos (signos) visibles que remiten a una sinfonía o armonía invisible/metafísica pero
capaz de explicar la sensibilidad de lo que es sensible. Así Platón pudo afirmar que hay dos
tipos de visiones, la visión sensible (eikasía-doxa) y la visión que está arriba de esta (epí-
steme). La armonía invisible se puede coger solamente a través de la segunda visión: cada
uno debe hacer un recorrido erótico: debe despegarse de la primera visión para subir a la
segunda.

“Vieron florecer la flor y reconstruyeron la evolución de la flor a partir de la semilla.


La semilla es una entidad ideal”.

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