\ 177

H I
1
sr:y u c
1; •

1-3 t.-1>n
( ( Hl
r\
\' 1:1
\-1-1

Mary Luz Sandoval Robayo

312 Sandoval Robayo, Mary Luz

La Población Mundial en el Siglo XXI / Mary Luz Sandoval Roba-

yo. Editado por Héctor Manuel Sarmiento Gordillo.-
Colombia;
Bogotá: Voluntad, 2004.
104 p.
(Biblioteca de Sociales)

ISBN 958-02-2045-X tomo

ISBN 958-02-1991-5 col.
1..POBLACIÓN 2. CRECIMIENTO DE LA POBLACIÓN 3. DEMOGRAFÍA
4. TRASLADOS DE POBLACIÓN 5. POLÍTICA DE POBLACIÓN
6. POBLACIÓN - ESTADÍSTICA 7. DESARROLLO URBANO
8. EMIGRACIÓN E INMIGRACIÓN 9. CIENCIA Y CNILIZACIÓN 10. POBREZA
I. tit. II. Sandoval Robayo, Mary Luz III. Sarmiento Gordillo, Héctor
Manuel ed.
 El libro La Población Mundial en el Siglo XXI
de la Biblioteca de Sociales para la Educación Básica
y Media ha sido elaborado según el plan de la Empresa
Editorial y bajo su responsabilidad por las siguientes
personas del Departamento de Investigación Educativa
de EDITORIAL VOLUNTAD S. A.
Autoría: Mary Luz Sandoval Robayo
Edición: Héctor Manuel Sarmiento Gordillo
Coordinación de equidad de género y adecuación a la diversidad cultural:
Miriam Cristy León Acosta
Revisión de composición: Juan Camilo Díaz Bohórquez
Diagramación: María Elena Parada Casanova
Coordinación de diagramación: Nayibe Jiménez Leal
Diseño de carátula: Gonzalo Ochoa Martínez
Dirección editorial: Mauricio Villegas Rodríguez
ÍNDICE TEMÁTICO
Introducción 4
1. Demografía y población 10
1.1 Distinciones entre estos dos campos
del conocimiento 10
1.2 La población como producto de factores demográficos
(fecundidad, natalidad, mortalidad y migración) 13
1.3 Población y diferenciales por sexo, edad,
clase social y región 19
2. ¿Cómo se relaciona la población con
el desarrollo? 21
2.1 ¿Qué es una política de población? 23
2.2 Las diferencias entre países ricos y países pobres 25
3 ¿Quién utiliza los datos demográficos? 29

Gerencia editorial: Carlos William Gómez Rosero 3. Siglo XXI ¿superpoblación o despoblación? 30
3.1 Teorías acerca de la población
ISBN Volumen 958-02-2045-X 31

ISBN Colección 958-02-1991-5 3.2 Realidades (situación de la población

mundial, diferencias en crecimiento) 47
O EDITORIAL VOLUNTAD S. A. 2004 3.3 Proyecciones
51
Derechos reservados. Es propiedad de la Empresa Editorial. Esta publicación no
3.3 Los problemas del envejecimiento poblacional
puede ser reproducida en lodo ni en parte, ni archivada o trasmiticla por ningún
medio electrónico, mecánico, Ele grabación. de fotocopia, de microfilinación o (impactos en el orden social, político y económico) 58
en otra forma, sin permiso previo de la Empresa Editorial.
4. La población y las diferencias regionales
Depósito legal de crecimiento poblacional en el tiempo 62
Primera edición, 2004 4.1 Población y pobreza 65
EDITORIAL VOLUNTAD S. A.
Carrera 7a. No. 24-89 Piso 24 4.2 Crecimiento poblacional y el concepto de
Teléfono 241 0444 - Fax 2410439 desarrollo económico 70
Bogotá, D. C. - Colombia.
svww.voluntad.com.co 4.3 La migración internacional 77
voluntad@voluntad.com.co
5. Ciencia y población
Impreso en Colombia. 81
Printed in Colombia. 5.1 El impacto de la ciencia 85
.5.2 Avances y paradojas (contaminación y alimentos) 86
6. Conclusiones: ¿Hacia dónde vamos? 89

7. Bibliografía 100
 INTRODUCCIÓN
Desde hace mucho tiempo el interés por conocer el
número de habitantes que viven en el planeta y por las
condiciones que determinan el comportamiento repro-
ductivo de los seres humanos, ha atraído a muy diver-
sos analistas, teóricos e incluso a escritores de ciencia
ficción.
Los primeros estudiosos plantearon el asunto del
crecimiento poblacional desde puntos de vista intuitivos.
Los más recientes, en cambio, se han dedicado a elabo-
rar investigaciones estadísticas serias y cada vez más
sofisticadas. Pero todos ellos se identifican en un aspec-
to: su profunda preocupación por el futuro del crecimien-
to poblacional, las causas de sus variaciones y sus con-
secuencias sociales, políticas y económicas.
El estudio de la población es el objetivo principal de
la demografía. Sin embargo, no sólo los 'demógrafos se
han ocupado de él; científicos de los campos naturales
y sociales se dedican hoy de manera directa o indirecta
de este asunto. Pese a su especificidad, esa ciencia guar-
da lazos muy estrechos con una amplia variedad de dis-
ciplinas científicas.
La demografia se consolidó en la medida en que se
hizo clara su enorme importancia práctica. Los exper-
tos en este campo del conocimiento se han convertido
en proveedores de información cada vez más especiali-
zada para una gama muy diversa de instituciones, cien-
0VOLU NTA D
tíficos y políticos. Aunque existen asuntos no resueltos
respecto al tema de la población, la demografía es una
4 ciencia, esto es, un cuerpo de conocimiento empírico y
sistemático que utiliza metodologías matemáticas y es-
tadísticas de alta exigencia, a través de las cuales es po-
sible conocer el estado pasado, presente y futuro de la
población.
Los estudios de la población han constituido el inte-
rés de variados especialistas a lo largo de al menos los
últimos tres siglos, pues los temas demográficos des-
pertaron siempre muchas inquietudes. Las primeras
aproximaciones se dedicaron en buena medida a expli-
car, proyectar y alertar sobre las implicaciones del cre-
cimiento exponencial de la población mundial y de los
peligros que traería consigo.
El pastor protestante Robert Malthus en su libro Pri-
mer ensayo sobre la población, basado en trabajos an-
teriores al suyo, sostenía la idea según la cual la capaci-
dad de crecimiento de la población era excesiva respec-
to a la capacidad de la tierra para producir alimentos;
pronosticó que la población crecería en forma geo-mé-
trica, mientras la producción alimentaria lo haría en pro-
gresión aritmética y ninguna medida política, ideológi-
ca o normativa cambiaría la presión de esta "ley natu-
ral".
Con el tiempo, el desarrollo de la ciencia demostró
la habilidad de los seres humanos de cambiar su desti-
no en apariencia natural, por medio de descubrimien-
tos que llevaron a controlar los ciclos reproductivos de
la mujer y a la vez a potenciar la productividad de ali-
mentos y artículos de consumo en general. Además, la
sofisticación de las técnicas de medición estadística, por
medio de las cuales se probaron los cambios del com-
portamiento poblacional, hicieron que dicha teoría se
viera invalidada en alto grado (aún subsisten corrientes
neomalthusianas).
5
 Surgieron entonces nuevas visiones y problemas en
torno a esa transformación. En la medida en que la apli-
cación de los métodos anticonceptivos ganó terreno, tanto
como la incidencia de la educación y de la liberación de
las mujeres, las proyecciones catastrofistas sobre un fu-
turo saturado de seres humanos que depredarían todos
los recursos disponibles, cayeron en desuso. Aunque és-
tas continúen generando intranquilidad, hoy son otras
las preocupaciones respecto al futuro poblacional.
En los países desarrollados, los fenómenos sociales
señalados generaron un proceso cada vez más profun-
do de estancamiento del crecimiento de la población
hasta alcanzar los niveles actuales de envejecimiento,
mientras los países del Tercer Mundo continúan crecien-
do de manera absoluta, aunque existen diferenciales im-
portantes entre éstos.
Ello ha producido nuevas alarmas hasta el punto de
empezar a hablarse de un sismo demográfico que po-
dría traer como consecuencia resultados desastrosos en
varios aspectos, en plazos predecibles en los países
avanzados del planeta, debido a la dinámica inexorable
de la población, que conducirán a un progresivo enve-
jecimiento, primero en los países desarrollados y, luego
en los países en vías de desarrollo.
El sismo consiste en la disminución de la tasa de
natalidad por debajo de la tasa de reposición y en el
aumento sistemático de la esperanza de vida. Este sis-
mo (o "implosión demográfica") alcanzará su cenit ha-
cia el 2020. De acuerdo con lo anterior, se producirán
cambios importantes en la organización de la vida eco-
nómica, social y cultural yen la de las ciudades.'
VOLUNTA D
7
Pa(11 Wallace. Elseísmo demográfico. Primera edición 1999,
prólogo de Pedro García, Siglo XXI Editores, Madrid, España, 2000. e
Las soluciones para moderar sus efectos como los
incentivos a la natalidad, el retraso de la edad de jubila-
ción, la presión para que la población económicamente
activa produzca más bienes y servicios, las medidas para
conciliar trabajo y maternidad para las mujeres o, abrir
las puertas a la inmigración, son vistas por muchos como
insuficientes. El dinamismo que ha acompañado déca-
das anteriores menguará, al tiempo que los costos de la
salud y del bienestar serán cada vez más gravosos.
Como vemos, las teorías sobre la población se han
movido a manera de un péndulo de un polo a otro opues-
to, del destino inexorable dadas las características bio-
lógicas de los seres humanos, al destino también inflexi-
ble creado por la ciencia para contrarrestar al primero;
no obstante, ambas son por igual alarmistas respecto al
futuro y consecuencias de la conducta reproductiva para
la humanidad. Estas dos corrientes teóricas se encuen-
tran aún en pugna y ambas cuentan con evidencias
empíricas para justificar su posición.
En consecuencia, el presente libro tiene como pro-
pósito por un lado, reconocer la evidente importancia
del tema poblacional y por otro, señalar las principales
relaciones de éste con algunos otros aspectos de la vida
social y económica, pero además dejar al lector la po-
sibilidad de llegar a sus propias conclusiones, de acuer-
do con los datos y las relaciones ya probadas entre las
variables incidentes sobre el comportamiento de la po-
blación.
El primer capítulo explica de forma resumida las di-
ferencias y articulación entre población y demografía,
además busca clarificar cuáles son las variables esen-
ciales de las que depende la composición y volumen de
la población y los diferenciales de comportamiento de
7
acuerdo con ciertas categorías cualitativas como sexo,
edad, clase social y región.
El segundo hace referencia a la relación entre po-
blación y desarrollo, por medio de una descripción re-
sumida de lo que significa política poblacional y las dis-
tinciones entre los países ricos y pobres. A ello se añade
una síntesis acerca de la utilidad de los datos como in-
formación para los planificadores y para quienes deci-
den las políticas nacionales.
En la tercera parte se exponen con algún detalle las
teorías más importantes alrededor del problema pobla-
cional, a través de las cuales se descubren los cambios
históricos entre las distintas aproximaciones que han
colocado el énfasis ya sea en la idea de la superpoblación
en sus inicios o, como ahora ha acontecido, en la
implosión demográfica, y pasa por las moderadas que
décadas atrás lograron imponerse una vez avanzaron
los métodos de medición.
Frente a esas posiciones catastrofistas se revelan los
datos reales del crecimiento y las proyecciones más
moderadas de algunas entidades dedicadas a este aná-
lisis. Aparte de ello se señalan las consecuencias en los
órdenes social, político y económico de la dinámica po-
blacional para los países industrializados, en especial la
tendencia hacia el envejecimiento de sus pirámides de
edad.
Puesto que el comportamiento demográfico es de-
sigual, se ha estimado indispensable incorporar las di-
VOLUNTA D
@VO LUNTA D
ferencias de carácter regional, su evolución histórica, la
distribución geográfica actual y las tendencias para un
futuro próximo en el cuarto capítulo.
De acuerdo con esas distinciones es necesario esta-
blecer cuál es la relación existente entre población y
pobreza y entre ésta y el campo de las teorías acerca del
desarrollo económico, con el fin de, por una parte, valo-
rarla validez o invalidez de varias de ellas y, por otra,
desmitificar una concepción que acompaña de vieja data
los análisis comunes sobre este fenómeno: la idea de
que la pobreza es producto del crecimiento acelerado e
incontrolado de la población, en particular en el Tercer
Mundo.
En este marco, la migración internacional se ha tor-
nado en un tema de primera línea, en tanto que las con-
diciones cada vez más paupérrimas de los países po-
bres del planeta, han obligado a una gran cantidad de
personas a establecer como estrategia de supervivencia
su traslado a regiones o países que brinden mejores con-
diciones de vida.
Por otro lado, la ciencia ha tenido un papel determi-
nante en el manejo y control no sólo sobre el comporta-
miento reproductivo sino en varios otros ámbitos
condicionantes de la dinámica poblacional, por ende,
un análisis en esta materia no puede olvidarse de su
influjo social y cultural, durante las etapas de mayor auge
de aplicación de sus descubrimientos a lo largo del siglo
XX. Los avances y contradicciones a los que ha llevado
hacen parte del contenido del quinto capítulo de este
texto.
Por último, las conclusiones se referirán a las ten-
dencias futuras de acuerdo con los datos que arrojan
los análisis actuales y las proyecciones no sólo cuanti-
tativas sino cualitativas en torno al comportamiento
poblacional. Es muy difícil llegar a conclusiones certe-
ras al respecto como lo han demostrado casi todos los
9
,
 estudios y concepciones teóricas precedentes y contem-
poráneas.
Queda al lector interesado la tarea de hacerse a sus
propias inferencias con base en la información por lo
demás muy resumida del presente trabajo, el cual tiene
como propósito esencial mas bien motivar a todos aque-
llos que encuentren en este ámbito de la ciencia, un ni-
cho de aprendizaje y enseñanza que merece ser pro-
fundizado. Esperamos que ese sea el resultado del pre-
sente volumen.
g Demografía y población
1.1 Distinciones entre estos dos campos del co-
nocimiento
El examen de las distintas disciplinas que le dieron
origen y de los autores, nos da entender que la demo-
grafía puede ser definida de una manera clara y siste-
mática.' La demografía es "...el estudio del tamaño, la
distribución geográfica y composición de la población,
SUS variaciones y las causas de dichas variaciones que
pueden identificarse como natalidad, mortalidad, movi-
mientos territoriales (migraciones) y movilidad social.'2
La demografía se ocupa de los cambios y caracterís-
ticas de la población sobre la base del análisis de varia-
bles como la edad, el sexo, el estado civil, entre otras y
de cualidades como la salud, la capacidad mental, las
destrezas, la capacitación, los niveles de educación, la
2 Philip M. Hausei; Otis Dudley DUI1a717. El estudio de la población.
Vo.1, Centro Latinoamericano de demografía,
10 Santiago de Chile, 1975
movilidad social, etc. Esta última es importante en tan-
to explica los cambios de la composición de una pobla-
ción al pasar de un estado a otro, por ejemplo, el cam-
bio de soltero a casado, de mujer sin hijos a mujer con
hijos. Además estudia características determinadas de
una población por número de nacimientos, defuncio-
nes y migraciones.
Otros autores la definen de manera todavía más sim-
ple: ,demografWes el estudio de la población quelnvel-
tiga mediante la estadiSticáflas tendencias y las iñfluen-
Cias sobre la composición, ellv-olurnen'y la'tlistribución
,
de la población, como las tasas de nacimiento, las tasas
de mortalidad, la edad media de matrimonio, el larnañó
de la familia, las migraciones, de cuyo análisis pueden
obtenerse "leyes" demográficas.
Se focaliza en los movimientos de población y el
número actual de habitantes de las diversas entidades
geográficas o geopolíticas, clasificándolos según la edad,
el sexo, el estado sanitario, la cultura, la profesión, etc.
Por ello, más importante que conocer el total de pobla-
ción, interesa conocer su cornposiciónien términos de
hC, mbres y mujeres y la estructura de edades, pues a
partir de ella es posible proyectar la evolución futura.
La demografía también puede concebirse desde el
punto de vista e-átátieb o clinálnICO. Según el primer en-
foque, tiene por objeto medir la población en un tno-f
mento dado, mientras que el análisis dinámico investi-
ga la e voluciórudeJatpoblaciónlenel4iempo. Los movi-
mientos de la población dependen de la natalidad, la
mortalidad y la migración; no obstante, existen varias
-Z circunstancias excepcionales que quebrantan la evolu-
E cion natural como por ejemplo las guerras, las catastro-
fes (y en la era antigua, las epidemias).
II
 En el sentido anterior, los datos que arrojan las in-
vestigaciones demográficas son esenciales para diver-
sas actividades científicas: genetistas, ecologistas, geó-
grafos, antropólogo, expertos en salud pública, psicó-
logos, sociólogos, historiadores, economistas, etc. En fin,
muchos especialistas utilizan el análisis demográfico a
menudo en sus investigaciones e incluso sus desarro-
llos metodológicos de análisis estadístico. Al mismo
tiempo, los expertos demógrafos toman los conocimien-
tos derivados de otras disciplinas que se relacionan con
los problemas demográficos.
"Poblaciór2" es un concepto que se refiere al conjun-
to de todos los seres humanos que pueblan el planeta
Tierra, aunque en un sentido mucho más general po-
dría referirse a todos los seres vivos u organismos.
En el sentido más abstracto, el estudio de las pobla-
ciones humanas podría ser considerado como compo-
nente de un campo mucho más amplio de investigación
que comprende todas las manifestaciones biológicas e
incluso todas las inorgánicas e hipotéticas, como se las
utiliza en la estadística. En este caso hace alusión sólo a
la especie humana.
Existe una distinción entre "(análisis derliográfic-o" y
"estudios de poblacióiil' según la cual el primeró se limi-
ta a investigar los factores de la variación'de la pobla-
ción y sus cambios y, los segundos se dedican no sólo a
esas variables sino a las relaciones existentes entre los
cambios de la población y otro grupo de variables como
las sociales, económicas, políticas, biológicas, genéti-
cas, geográficas, entre otras.
De manera que el campo de los estudios de la po-
blación es tan extenso como las propias tendencias de
12
ella y sus relaciones con todas las demás disciplinas.
Cuando esas otras disciplinas llevan a cabo investiga-
ciones que recurren al estudio demográfico y subordi-
nan éste a otros tipos de análisis, ellos se pueden califi-
car corno "estudios de población". Éstos entonces son
todos aquellos que se realizan en torno a ternas conexos
a la población y hacen uso del análisis demográfico jun-'
to con el de sus metodologías.
1.2 La población como producto de factores,
demográficos (fecundidad, natalidad, mortalidad y
migración)
El campo de la ifiVestigaCióiirde la distribución po±
fblacional, toma como objeto los habitantes de una na-
ción, una región, estados, áreas económicas, áreas de
residencia urbano/rural, etc. Incluye el estudio de la
composición de la población residente tanto de las más
pequeñas unidades (pueblos, localidades) como de las
más grandes (número total de habitantes de un país yí
del mundo); asimismo incorpora la investigación de la
movilidad poblacional o migración dentro y fuera de
esas unidades de análisis; también busca establecer a
través del tiempo, los cambios en tamaño y composi-
ción de esas unidades (evolución de la composición
poblacional).
En cambio el estudio de la cornposición poblacionál
se enfoca en las diferencias internas de una poblaciat
en cuanto a sus rasgos o atributos. Casi siempre está
orientado al establecimiento de los recursos humanos
de una sociedad (población económicamente activa,
número de niños, mujeres, ancianos, etc.). Estos datos
recurren a las variables esenciales para analizar los pro-
cesos demográficos, ellas son: nacimientos, defuncio-
nes, migración y crecimiento, entre las más relevantes.
 Los datos sobre sexo y edad ofrecen un medio para
estimar la incidencia de los nacimientos y las defuncio-
nes. Dichas variables demográficas junto con el tamaño
de la población son las determinantes del cambio y for-
mación de la estructura social.
Todos estos datos sobre composición hacen posible
la descripción de una población y permiten hacer com-
paraciones entre las distintas poblaciones.° Nacimien-
tos, defunciones y migración son las tres variables de
las cuales depende en últimas la composición de una
población. Veamos cómo se expresa cada una de ellas.
La sobreviVenCiárdE,15 Saiedad de—Pend'é7de -sü:fd-
Eu-ndiClád,les decir, de la cantidad de hijos por mujer.
Ésta se obtiene de las estadísticas de los nacimientos
vivos registrados tenidos por las mujeres, de acuerdo
con la cantidad de población femenina por edad. En tér-
minos simples es el número medio de hijos tenidos se-
gún la edad de las mujeres.
Existen varias técnicas para lograr esa información,
pero lo importante es que ésta se origina de los datos
censales y/o de los registros de las estadísticas vitales
(hijos registrados), pero también hoy en día de las en-
cuestas por muestreo. La medida más general de fecun-
didad está representada por la relación entre los naci-
mientos vivos y las mujeres en edad fértil (15-49 años).
Laniátaliajd!representa la frecuencia con que ocu-
rren tales nacimientos en una población dada. Su tasb
,bruta Se obtiene dividiendo el número dé ñacimient6s
vivos ocurridos en un área duranteun:periodo deterrñi-
©VOLUNTA D
VO LIINTAD
3 Philip M. Hauser, Otis Dudley Dtmcan. El estudio de la población. Trad.
lotge Héchen, volumen 2, Centro Latinoamericano de Demografía,
CELADE, Santiago de Chile, 1975, págs. 490-540.
14
tpad6 (generalmente un año), por.lapOblaCiónTestinialls
,ala-mitad del periodo.
La ;rfiórtaliajd es otro componente de la dinámica
demográfica. En el marco de la ciencia demográfica, la
mortalidad se refiere a la acción de la muerte sobre los
integrantes de una población. La muerte es un riesgo
que corre toda persona a lo largo de su vida y de forma
evidente ocurre una sola vez a cada una de ellas, a dife-
rencia de la fecundidad (las mujeres pueden o no tener
uno o más de un hijo). Por eso la investigación y medi-
ción de la mortalidad es más fácil que la de otros com-
ponentes demográficos. En suma, la mortalidad es un
fenómeno universal, mucho más estudiado, pero ade-
más el estudio de la fecundidad requiere del uso de es-
tos datos.
La tasa bruta de mortalidad se calcula como la rela-
ción entre el número de defunciones ocurridas en un
periodo de tiempo determinado (urí afib) y la estima-
ción de la población expuesta al riesgo dé morir en ese
mismo periodo. La fuente principal de esos datos está
dada por el sistema de registro de los hechos vitales (de!
funciones registradas) y a veces por las encuestas de
muestreo.'
El comportamiento de esta variable también apoya
el análisis de los niveles, estructura por edad y sexo, y la
composición por causas de muerte, que son hoy indica-
dores del estado de la salud de una sociedad y, de forma
indirecta, de la situación socioeconómica de todas ellas.
Victor García y y Domingo Piamonte E Mortalidad.
Cella-0 latinoamericano de Demografía, CELADE, Costa Rica, 1990, Pag 13.
15
 Hasta el ligloInyIrr según muchos estudios demo-
gráficos históricos, la población mundial tuvo un ritmo
lento. Aunque la fecundidad era alta, también lo era la
mortalidad, a causa de las enfermedades epidémicas, la
malnutrición y las guerras. De acuerdo con ello la po-
blación tuvo fluctuaciones que variaron su tamaño. Así
éstas condiciones unas veces podían incidir en el creci-
miento durante ciertos periodos y hacerla decrecer con
posterioridad.
Por ende, mientras la mortalidad estuvo sujeta a fuer-
tes fluctuaciones periódicas, la fecundidad se sostuvo a
niveles altos, de tal manera que ésta última se convirtió
en el elemento determinante del crecimiento poblacio-
nal.5
Esta dinámica empezó a cambiar luego de la revolu-
ción agrícola y con posterioridad con la industrial, en
especial como consecuencia de los avances en la cien-
cia de la medicina, la salud pública, el saneamiento am-
biental y las condiciones alimenticias, en virtud de lo
cual disminuyeron las muertes a causa de las enferme-
dades y las hambrunas. Como consecuencia la mortali-
dad perdió su protagonismo sobre el crecimiento y es-
tructura de la población, en favor de la fecundidad.
Hoy en día en los países desarrollados, donde la fe-
cundidad ha alcanzado niveles bastante bajos, la varia-
ble de mayor efecto sobre el crecimiento y estructura
poblacional es la migración.
La migTáCióri" fue durante mucho tiempo poco estu-
diada; era más sencillo medir la población bajo el su-
puesto de un grupo demográfico "cerrado", esto es, sin
O VOLUNTA D
(DVOLUNTA D
Ibid, pág. 3.
16
S
intercambio de personas a través del espacio geográfi-
co. No obstante más tarde empezó a reconocerse su
importancia en la dinámica demográfica gracias a los
requerimientos de la realidad social. Su investigación
semeja el sistema de flujos de la contabilidad, es decir,
a manera de entrada y salida de personas. Las salidas
están representadas por muertes y emigrantes y las en-
tradas por nacimientos e inrrijgrálit13.6
En primer lugar llamaron la atención los movimien-
tos de migración del campo a la ciudad denominados
procesos de urbanización (evidenciados en todos los
países). Las preguntas más frecuentes eran quiénes mi-
gran, cuándo y cómo lo hacen, desde dónde y hacia qué
lugares. No obstante, la movilidad de la población se
manifiesta de múltiples maneras de acuerdo con otros
tipos de requerimientos sociales y con las transforma-
ciones de orden económico. La movilidad se ha facilita-
do cada vez más de acuerdo con el avance de los me-
dios de transporte y en general con el desarrollo de la
tecnología. En términos más amplios, el progreso del
capitalismo ha provocado la conversión de la vida se-
dentaria en una de estilo más móvil y dinámico.
A este fenómeno se le ha llamado "modernidad",
conceptualizado por Anthony Giddens como "los mo-
dos de vida y organización social que surgieron en Eu-
ropa desde el siglo XVII en adelante y cuya influencia
estructuró esos modos de vida a nivel mundial"! La na-
'Es necesario establecer con claridad que los inmigrantes se diferencian
de los desplazados en que los primeros lo hacen de forma voluntaria
y los segundos son forzados a ello.
7 Anthony Giddens. Consecuencias de la modernidad.
Veision de Ana Lizón Ramón, Alianza Editorial, Ciencias Sociales,
la edición en ensayo, Madri, España, 1999, págs. 15 y 16.
17
 turaleza dinámica deja modernidad reside en la sepa-
ración del liérnpOlz9,,:e141espaCiól.
Detengámonos un poco en ello para poder entender
en qué consiste esta relación. En las sociedades agra-
rias el tiempo y el espacio estaban vinculados en tanto
en espacio se refería al dónde; en tales sociedades pre-
modernas casi siempre coincidían estas dos variables;
para ir de un lugar A a un lugar B se requerían muchos
días de camino, pues los medios de transporte aún no
se habían desarrollado. Con el advenimiento de la mo-
dernidad, espacio y tiempo se separan con la revolu-
ción de las comunicaciones y la aplicación tecnológica
al acortamiento de las distancias; ya no se requerían
días sino horas o quizás minutos para trasladarse ya
fuere en tren, auto o avión.
La revolución de las telecomunicaciones ha estre-
chado todavía más esas distancias hasta convertirlas en
una especie de simultaneidad como en el caso del Inter-
net. Estos dispositivos son la causa de la movilidad cada
vez mayor no sólo de las personas sino también de los
productos comerciales.
La migración de las personas hace referencia a los
desplazamientos voluntarios de la población a través
del espacio geográfico. Ésta interactúa con las variables
del crecimiento natural (fecundidad y mortalidad), for-
taleciendo sus efectos o debilitándolos.
Los datos anteriores sobre la composición de la po-
blación, se obtienen casi siempre de los censos oficiales
y otras veces de los registros de los nacimientos, defun-
ciones y matrimonios, denominadas comúnmente como
"estadísticas vitales". En algunos países las estadísticas
18 sobre migración son más accesibles en virtud del regis-
tro de cambio de residencia que deben llevar a cabo los
ciudadanos; sin embargo, estas medidas no existen en
la mayoría de los países del Tercer Mundo.
Este tipo de información no describe la población
que no ha experimentado un hecho vital (un nacimien-
to, una defunción o un matrimonio) en un intervalo de
tiempo dado, por ende, no genera conocimiento de la
composición de la población total. Por otra parte, en
muchos lugares del mundo las estadísticas vitales no
son confiables en tanto una buena proporción de los
pobladores no tienen el hábito de registrar tales hechos
vitales, en particular cuando se trata de habitantes de
las zonas rurales como las comunidades campesinas,
indígenas y las negras, por ejemplo.
La excepción de sociedades que mantienen regis-
tros permanentes de población está constituida por paí-
ses desarrollados como Bélgica, Suecia y los Países Ba-
jos.8
1.3 Población y diferenciales por sexo, edad, cla-
se social y región
Las características individuales a las que hace refe-
rencia por lo común la composición de una población
incluyen sexo, edad, estado civil, lugar de nacimiento,
educación, ocupación, situación respecto al empleo,
población económicamente activa, relación con el jefe
de familia y otros aspectos. Rara vez la composición
abarca características como salud física y mental, rela-
ciones de parentesco extensas, clase social o riqueza
acumulada. Estas últimas requieren datos que son muy
8 Philip M. Hauset; Otis Dudley Duncan.
El estudio de la población. Op., Cit., pág. 491.
19
 dificiles de obtener o cuya certeza es bastante baja. No
obstante, de acuerdo con ellas, las personas tienen cier-
tos comportamientos reproductivos particulares. Por
ejemplo, las clases sociales populares suelen tener me-
nos acceso a los medios de planificación, están más aso-
ciadas a valores tradicionales y religiosos; por el con-
trario, las clases medias y las élites a menudo poseen
mayor nivel de escolaridad, están más distanciadas de
los valores tradicionales, y obtienen más información y
acceso a los medios de planificación familiar. Y como
sabemos, dichas clases sociales se diferencian entre sí
de acuerdo con el grado de riqueza acumulada.
Es un hecho que la dinámica y número de habitan-
tes depende de la conducta y de las cualidades biológi-
cas de las personas. La primera, a su vez, está condicio-
nada por las creencias, las tradiciones y en general por
la cultura a la cual pertenezcan los individuos. Asimis-
mo, como se dijo, el comportamiento reproductivo se
encuentra determinado en alto grado por la clase social
e ingresos de éstos, pero estas variables pertenecen al
campo de análisis de lo social más que al ámbito propio
de la demografia cuyo propósito es la exactitud de los
datos cuantitativos. Las segundas hacen referencia a la
edad y al sexd de los individuos puesto que de ellas de-
penden las posibilidades reales de su reproducción; las
mujeres se reproducen en forma tendencial entre los 15
y los 49 años de edad, mientras los hombres pueden
concebir más allá de los 49 años, hasta edades bastante
avanzadas, salvo contadas excepciones (mujeres que
han logrado por medio de la aplicación de algunas téc-
nicas, como la concepción in vitro, concebir hijos luego
de su periodo fértil).
La región también constituye una distinción impor-
tante. Se ha comprobado por medio de estadísticas, que
- 20
el nivel de crecimiento poblacional es distinto de acuer-
do con las regiones a nivel mundial y a nivel interno en
cada país. Los habitantes de las regiones desarrolladas
del planeta manifiestan una tendencia a reproducirse
en mucha menor medida que los pertenecientes a las
regiones en vías de desarrollo y las regiones más po-
bres y deprimidas en el ámbito económico.
En términos internos, las personas que viven en las
ciudades (población urbana) presentan tasas de creci-
miento menores que las poblaciones rurales. En ello in-
ciden muy diversas causas: menor aplicación y expan-
sión de los métodos anticonceptivos, menor grado de
independencia de las mujeres, menor nivel educativo,
mayor incidencia de concepciones tradicionales, creen-
cias, costumbres y religión, mayor nivel de mortalidad
infantil (que obliga a responder con la reposición por
cada hijo perdido o, a tener más hijos porque éstos mue-
ren a temprana edad), etc.
/1 ¿Cómo se relaciona la población
con el desarrollo?
El perfeccionamiento de las técnicas para la obten-
ción y el uso de datos demográficos ha sido producto de
las necesidades de la planificación económica y social.
Los estudios e investigaciones se han convertido en in-
sumos claves para los planificadores de los recursos hu-
manos, de la educación, la salud, la vivienda, etc.
Los planes de desarrollo de las últimas décadas in-
cluyen cada vez en mayor medida las variables demo-
gráficas, las interpretaciones sobre las tendencias po-
blacionales y los diferentes aspectos de la composición
o de la población. Ello mejora la certeza acerca de los re- 21
1.
querimientos sociales y económicos de los diversos gru-
pos poblacionales de una nación.
,ción sobre el territorio y que posee una estructura pro-
Uno de los Vínculds más claros entre población y dé-
sárrollo se encuentra en el progreso tecnológico. La tec-
nología médica y farmacéutica ha determinado el triun-
fo contra las enfermedades endémicas y epidémicas en
general, igual que el mejoramiento de las condiciones
sanitarias a través de las obras de infraestructura. To-
das estas medidas han alargado la esperanza de vida,
aumentado su calidad y, por ende, han bajado las tasas
de mortalidad en todos los países del mundo, junto al
desarrollo económico de los mismos.
El segundo vínculo es el mejoramiento del ingresol
el cual produce un incremento de la demanda de bienes
y servicios y una serie de cambios entre los cuales se
encuentra la reducción de la fecundidad. Los grupos de
bajos ingresos por lo general corresponden a países sub-
desarrollados o a zonas subdesarrolladas dentro de esos
países, de manera que una baja fecundidad depende de
cambios importantes de los patrones de ingreso y de las
circunstancias económico-culturales (mayor educación,
salud, mayor acceso y conocimiento de los métodos an-
ticonceptivos, etc.).
De esta suerte el nivel de desarrollo incide en eleva-
da proporción sobre la situación demográfica de una so-
ciedad y los cambios de la población se asocian con las
condiciones de vida, el tipo de ocupación, las posibili-
dades ocupacionales y la distribución del ingreso.
Un proceso de desarrollo que busque cambios favo-
rables del nivel de vida de los habitantes, debe tener en
eVOLUNTAD
cuenta el tamaño, composición y distribución de la po-
eVO LUNTAD
blación, así como también la dinámica demográfica que
22 las conforma.
En suma se planifica para una población determina-
da de acuerdo con un tamaño dado, un tipo de distribu-
pia en términos de edad, Lsexo, estado -civil, edupción y
actividad económicar pues de ello dependen variables
económicas tan importantes como: tamaño potencial
del mercado, nivel de consumo efectivo,/ compósiCión
de la demanda efectiva„tamaño, localización, califica- ,
ción y composición por edad y sexo de la fuerza de tra-
bajo y la localización geográfica de la actividad econó-
mica.9
La dinámica de la fecundidad, lal--nortalidad y la mi-
gración tanto interna como internacional se modifican
de conformidad con la existente en el ámbito económi-
co, lo cual a su vez afecta la dinámica del desarrollo. De
manera que es un proceso de doble vía. Pero esos cam-
bios serán diferentes según se combinen esos compo-
nentes. Una población que aumenta en razón de un cre-
cimiento vegetativo y por inmigración internacional, ge-
nera requerimientos distintos de otra que crece exclusi-
vamente por la relación entre fecundidad y mortalidad.
2.1 ¿Qué es una política de población?
Las acciones que se han tomado para regular y con-
trolar la fecundidad a nivel microsocial (de la pareja), han
tenido y tienen repercusiones en el orden macro-social y
se convierten en objeto de interés para los responsables
9 Banco interamericano de Desarrollo, Centro Latinoamericano
de Demografía, Comisión Económica para América Latina,
División de población de las Naciones Unidas, ¡instituto de Planificación
Económica y Social, Organización de los Estados Unidos Americanos,
Secretaria General Programa Regional del Empleo de América Latina y el
Caribe (01T). Los Estudios Demográficos en la Planificación del Desarrollo.
CELADE, Serie E, No. 12, Santiago de Chile,
1975, págs: 1-1616
23
 de formular los planes y de ejecutar los programas desti-
nados a promover el desarrollo económico y social.
La política -de población en América Latina se llevó
a cabo desde finales de la década de los sesenta sobre
la base de la puesta en funcionamiento en la región de
más de 1 000 clínicas anticonceptivas (1969), de las cua-
les el 72% operaba bajo los auspicios de los gobiernos.
Estas actividades de planificación familiar ejercieron una
influencia en el comportamiento de las variables que
determinan el crecimiento demográfico y la estructura
de edades de la población en casi todos los países lati-
noamericanos.
Uno de los casos más conocidos fue el de Chile, don-
de la tasa anual de natalidad del periodo 1960-1963 fluc-
tuaba alrededor de 37 por mil y para 1968 ésta llegó a
niveles inferiores al 30 por mil, es decir, que disminuyó
en casi un 20% en un lapso de 7 años. En términos abso-
lutos, de 305 000 nacimientos en el año 1963, disminuyó
a 274 000 en 1968, esto es, 31 000 nacimientos menos.
La reducción de la natalidad chilena llevó al país a
obtener una tasa de incremento demográfico por deba-
jo del 2% anual. Otros países de la región siguieron ese
mismo camino aunque de manera menos radical.10
Sin embargo, estos cambios no se debieron tan solo
a la puesta en marcha de programas de control de la
natalidad. Estuvieron acompañados de alteraciones so-
ciales importantes en toda la región como la urbaniza-
ción, el mayor acceso a la educación y al ámbito laboral
10 Carmen A. Miró. Política de Población,
¿Qué, Por qué, Para qué, Cómo?. Centro Latinoamericano de Demografía,
trabajo presentado a la Conferencia Regional Latinoamericana
24 de Población, México, D. E, 1970.
por parte de las mujeres, así como a avances en el cam-
po de la salud reproductiva.
El descenso de la mortalidad infantil y materna inci-
dió en buena medida como una compensación al des-
censo de la natalidad. Por ello una verdadera política de
población consiste, en primer lugar, en una decisión del
'sector público que suponga una clara definición del gru-
po poblacional a la que va dirigida y del curso que se
desea que siga la conducta reproductiva, con el propó-
sito de lograr el objetivo deseado.
Implica entonces concebir e instrumentar qué tama-
ño, composición, distribución y ritmo de cambio de la
población es óptima, para un mejor y mayor desarrollo
del país y ello sólo se logra en un contexto de planifica-
ción integral que se coordine con las metas del desarro-
llo económico y social.
2.1 Las diferencias entre países ricos y países po-
bres
El comportamiento poblacional es distinto según la
región o la zona a la cual se pertenezca. Como regla ge-
neral, los países desarrollados manifiestan bajas tasas de
fecundidad, natalidad y mortalidad, como producto de
décadas de implantación y difusión de los métodos anti-
conceptivos, del progreso económico y social y de las
transformaciones del estatuto de las mujeres; mientras
los países pobres, mantienen altas tasas de fecundidad,
natalidad y mortalidad. En éstos últimos las medidas de
control natal han sido en mayor grado puestas en prácti-
ca que, por ejemplo, aquellas tendientes a la lucha con-
tra la pobreza en los campos económico y social, ade-
más la expansión de la liberación femenina sólo se limita
(9, a las capas medias y altas de tales sociedades.
 En los primeros, buena parte de la Para comienzos de los años noventa, las estadísti-
población económicamente activa cas mostraban con nitidez que los países industriali-
proviene de las regiones más deprimi- zados donde vivía el 25% de la población mundial, con-
das, en los segundos existe una ten- sumía el 70% de la energía, el 85% de la madera y el
dencia a emigrar hacia las zonas más 60% de los alimentos que se producen en todo el mun-
favorecidas y desarrolladas. do. En los países en desarrollo, aquejados por la po-
breza, el desempleo, la desigualdad, la inflación, el
Una excepción puede ser América déficit fiscal, el endeudamiento, la corrupción, etc., los
Latina, la cual se considera una región programas de ajuste impuestos por diversos organis-
La dinámica de
en transición cuyo comportamiento mos internacionales, se han traducido en privaciones
la fecundidad,-
demográfico se ha modificado a cau- de todo tipo con lo cual se intensifica la desigualdad y
la mortalidad
sa de la implantación y propagación la inestabilidad.
y la migración
de los métodos anticonceptivos desde
finales de los años sesenta y de los , Esta crisis aumentó la diferencia entre el norte y el
tanto interna•
cambios en el número de miembros de sur y dentro de estos países entre las clases sociales.
COMO
la familia, una vez consolidados los Esas diferencias fueron mucho más evidentes luego de
internacional
procesos de urbanización e industria- la guerra fría, cuando la contradicción se situaba entre
se modifican•
lización que acompañan el origen de los países del este y del oeste.
de conformidad
con la existente —
la modernidad.
Las Naciones Unidas han expandido la idea según la
-en el ámbito- Sin embargo, es fundamental de- cual pobreza e inestabilidad comparten profundas raí-
'económico, — jar claro que esas diferencias no se dan ces, por tanto, es obligatorio reconocer la interrelación
lo cuaPasu'vez — en razón del territorio sino de los ni- existente entre la paz y seguridad y el desarrollo econó-
— afecta veles de progreso alcanzados, es de- mico y social, junto con las tareas de orden militar y
la.dinámica
_ cir, también del grado de pobreza di- otras como la supervisión de elecciones, la defensa de
del desarrollo ferencial entre las regiones. los derechos humanos, la satisfacción de las necesida-
des,de refugiados y minorías, el fortalecimiento de enti-
La miseria afecta a los seres hu- dades públicas y de la participación política; asimismo
manos de manera individual y social. cree necesaria la consolidación de proyectos de desa-
Se ha empezado a reconocer que los rrollo en los ámbitos social y económico.
modelos y las políticas de desarrollo
aplicados en el pasado no han tenido Por otra parte, también ha expandido el consenso
resultados aceptables. Por el contra- de que la pobreza ly el desarrollo hoy en día sólo pueden
«I VOL UNTAD
11.1 INTAEl

rio, dichos modelos han exacerbado en solucionarse en un contexto mundial, puesto que de-
alto grado las diferencias entre los paí- penden de la dinámica de. la 'edbnoñiíá y de la política,'
ses ricos y los pobres. en el marco internacional.
26 27

_
 El entusiasmo mostrado por esa organización du-
rante los diversos encuentros internacionales sobre los
asuntos económicos y sociales a comienzos de la déca-
da de los noventa, en los cuales se aludió al fomento de
la cooperación internacional para el desarrollo de los
países pobres yen vías de desarrollo, se trocó en desen-
canto a la luz de las conferencias y foros sociales más
recientes, donde se dio a conocer que dicha coopera-
ción se vería reducida en gran parte parlas nuevas orien-
taciones e intereses en Europa del Este y a causa de la
corrupción de los gobiernos receptores.
La reorientación de ésta luego de la segunda mitad
de la década del noventa hacia Europa del Este, obede-
ció al cambio radical de las relaciones internacionales
motivada a su vez por el fin de la Guerra Fría.
La cooperación europea iniciada en 1957 estaba di-
rigida hacia sus colonias y ex colonias en Africa, el Cari-
be y el Pacífico; la de Estados Unidos se focalizaría po-
cos años después en América Latina. Dicha coopera-
ción pasó a convertirse en ayuda humanitaria a fin de
fortalecer alianzas o áplacar conflictos internos en na-
ciones de interés estratégico para las potencias.
En el periodo post guerra fría la tendencia que alteró
el escenario de la cooperación fue el proceso imparable 1
de la transnacionalización, cimentado en la fragmenta-
ción del ciclo productivo y de la nueva organización de
las empresas (producción de partes de bienes en distin-
tos lugares del mundo) que dio paso a la denominada
globalización mundial.
Este proceso vino aparejado con la idea según la cual
© VOLUNTA D
era necesario desmontar los Estados paternalistas y co-
locar a los individuos en el ámbito de la lucha por la
28
sobrevivencia, en el espacio de un mercado competiti-
vo, que se encargaría de distribuir de forma equitativa
los beneficios del capital.
El autodesarrollo' se impuso a través de la concep-
ción de que las comunidades y sociedades pobres de-
berían asumir su propio desarrollo. El proceso de glo-
balización y la transformación del modelo económico
cambió la perspectiva de eliminación de la pobreza, y
ésta se exacerbó incluso en los países desarrollados
donde el desempleo también se instituyó de manera es-
tructural.
Pese a lo anterior, se continúa insistiendo en la ne-
cesidad de profundizar las políticas antinatalistas en de-
trimento de las respuestas, a la necesidad de crear las
condiciones para el desarrollo autónomo de las nacio-
nes pobres. El discurso neomalthusiano sigue imponién-
dose entre los organismos internacionales encargados
de orientar las políticas nacionales.
2.2 ¿Quién utiliza los datos demográficos?
Puesto que los datos de población se originan me'-
diante las agencias gubernamentales, éstos son defini-
dos y obtenidos para ser Lítiliz—a-clos-"por los entes admit
rii-strativos'y políticos! Por esa razón las estadísticas ofi-
ciales difieren de país a país en tanto algunas informa-
ciones son más importantes que otras de acuerdo con
los propósitos de conocimiento de cada sociedad; por
ejemplo, el conocimiento de la lengua materna no es
un asunto esencial para los censos en Japón ya que se
sabe previamente que éste es un país donde existe un
idioma único, se descarta entonces esa pregunta de los
censos. Lo mismo ocurre en sociedades con nulo anal-
fabetismo (Canadá, Suiza), donde las preguntas al res-
29
 pecto han sido descartadas. No podemos decir otro tan-
to respecto de los países menos desarrollados.
La política oficial determina cuáles datos han de
obtenerse para ser utilizados por los planificadores de
la política social y económica. En ese sentido la estanda-:
rización a nivel mundial de la información es bastante
compleja. Pero ya ha habido pasos en ese sentido desde
mediados del siglo XX, por intermedio de la propuesta
de Naciones Unidas de incluir al menos doce materias
en todos los censos nacionales.
Dicha estandarización tiene ventajas y desventajas.
Las primeras lo son porque facilitar mediciones globa-
les además de permitir las comparaciones nacionales; y
las segundas, porque los resultados arrojados por los
diseños de los instrumentos internacionales difieren de
los obtenidos por los instrumentos nacionales. Muchas
veces ocurre que tales datos arrojados por los instru-
mentos internacionales, distorsionan las medidas na-
cionales, por cuanto son concebidos de acuerdo con las
realidades de los países desarrollados.
Siglo XXI: ¿superpoblación o despoblación?
Las variaciones de la estructura y la distribución de
la población dependen de variados elementos sociales.
A causa de ello, este tema genera muchas incertidum-
bres en relación con sus tenden-cias, frente a las cuales,
por lo demás, los científicos nunca se han puesto de
acuerdo. Por ende, no hay un cuerpo teórico poblacio-
nal coherente y unívoco, sino distintas formulaciones
c Departamento de Sociología y Metodología de las Ciencias Sociales,
provenientes de varias ramas de la ciencia social.
z
30
La teoría de la población hace alusión a sus cambios
en relación a las variables externas a ella, es decir, no
es una propuesta sólo demográfica sino que incluye as-
pectos como los económicos, los sociales, culturales y
religiosos, entre otros, sobre las que se apoya para ex-
plicar tales variaciones. El análisis demográfico es una
técnica, mientras la teoría consiste en la explicación de
un entorno más amplio que introduce varios otros tipos
de variables."
Reiterada esta aclaración, podemos entrar a hablar
acerca de las más conocidas e influyentes a través de la
historia. Las ha habido de distinta índole: sociológicas,
económicas, biológicas y culturales.
3.1 Teorías acerca de la población"
Cuando Europa empezó a crecer de forma sostenida
y permanente, Robert Malthus hizo su aparición median-
te la formulación de una teoría bastante pesimista. Con
posterioridad lo hizo Carlos Marx, quien presentó su vi-
sión de la población en relación con el empleo. La for-
mulación del último fue mucho más compleja y orienta-
da a pronosticar el incremento de la pobreza. Esta
aproximación acertó al establecer que la población eco-
nómicamente activa no dependía de manera aislada del
crecimiento natural de ella.
Vino luego la teoría de la transición demográfica para
explicar los cambios del crecimiento europeo. Ninguna
de las anteriores se ha calificado de satisfactoria por
" Graciela Sarrible. Teoría de la población. la edición 1996,
División de Ciencias Jurídicas, Económicas y Sociales,
Ediciones Universidad de Barcelona, España.
12 ¡bid, págs. 10-100
31
motivo de las alteraciones permanentes de las tenden-
cias demográficas a lo largo del tiempo. Tras éstas se
impusieron las económicas y luego las sociológicas en
contra de las primeras. Las teorías biológicas más re-
cientes no han logrado tampoco impactar en gran me-
dida el conocimiento en este campo.
Conocer a ciencia cierta cuál es el futuro de la po-
blación ha resultado a todas luces imposible y tal vez
sea pretencioso creer que se llegue a ese punto al me-
nos por ahora. Lo cierto es que habrá de crearse un
modelo interdisciplinario mucho más complejo para ana-
lizar hacia dónde va la población mundial que entre tan-
to, sigue creciendo a un cierto ritmo.
Con la globalización, la importancia de la migración
internacional empieza a verse de una manera mucho
más focalizada; de otra parte, la pobreza, la margina-
ción, el racismo, la exclusión y el desarrollo, son varia-
bles que comienzan a ser estudiadas con mayor aten-
ción. La perspectiva de género (es decir las asignacio-
nes sociales debidas al sexo biológico) también ha dado
nuevas respuestas.
Por lo anterior, es necesario continuar el examen de
las tendencias de la población con el fin de modificar su
inexorabilidad y cambiar los resultados negativos que
su crecimiento o decrecimiento pudiera acarrear. La bús-
queda de nuevas interpretaciones teóricas continua sien-
do una necesidad.
• Antecedentes teóricos
Ahora bien, mucho antes de la aparición de las teo-
rías de la población, Platón y Aristóteles dejaron ver su
V11 1.1I4TA D
preocupación por su crecimiento ilimitado. En cambio
el Código de Hammurabi (2130-2088 a.C.) planteó las
ventajas del incremento poblacional. Los romanos sólo
se preocuparon por razones de orden militar de los des-
plazamientos y eliminación de poblaciones enemigas;
los registros de nacimientos y matrimonios estaban li-
mitados a las élites.
Los chinos también llevaron a cabo mediciones para
establecer políticas (siglo XI a.C.) de índole imperial y
expansionista y para conocer el número de pertenecien-
tes a los grupos sociales.
En la edad media de occidente las ideas religiosas y
políticas impidieron llevar a cabo conteos de población;
el "número" aparecía como una forma de igualar a to-
dos los habitantes, concepto que reñía con su visión je-
rárquica y cerrada de la sociedad. No obstante, los no-
bles y los artesanos tenían sus propias estadísticas por
motivaciones patrimoniales (distinción de las clases de
acuerdo con su riqueza, pureza de sangre, etc.).
Las guerras religiosas o cruzadas obligaron a contar
a los pertenecientes a las diversas creencias.
El italiano Giovanni Botero (1540-1617) es conside-
rado uno de los antecesores de Malthus; relacionó el
crecimiento de la población con factores demográficos,
sociales y económicos, es decir, articuló por un lado, la
capacidad reproductiva y, por otro, la necesidad de pro-
ducir alimentos: reproducción de las personas y repro-
ducción de los bienes.
Arild Saether descubre que el pastor protestante da-
nés Lütken, propuso ideas muy parecidas a las de Malthus
cuarenta años antes (1758) sobre la necesidad del con-
trol demográfico y la preocupación por el crecimiento
sostenido. Conectó el número de personas, la felicidad y
un Estado boyante. Sus estudios fueron intuitivos y no
33
 contaron con pruebas empíricas. A diferencia de las doc-
trinas pro poblacionistas que influyeron en Holanda e
Inglaterra, Lütken pone en cuestión la relación de cau-
salidad directa entre población y economía.
Desde su punto de vista, las personas se reproduci-
rían mientras hubiesen alimentos disponibles. Coincide
con Malthus en que el límite al crecimiento de la pobla-
ción está dado por la limitación de los recursos, pero se
diferenció de éste en que no pronosticó tendencias en
el largo plazo. Ambos eran partidarios de la prevención
de los excesos de población y en que la muerte, como
en el caso de las guerras, era una solución natural a ese
problema.
Pero es hasta Robert Malthus que aparece la prime-
ra aproximación que puede llamarse una "teoría sobre
la población". Así su pronóstico no se haya cumplido,
su influencia fue determinante en cuanto reconoció la
incidencia de otras variables no demográficas, y porque
además, la discusión iniciada por él, continua vigente.
Por la importancia de este cuerpo teórico y su in-
fluencia incluso sobre los organismos internacionales
encargados del tema hoy en día, nos detendremos un
poco en sus planteamientos.
• La teoría málthusiliá
De acuerdo con Malthus, quienes sostienen la per-
fectibilidad de los seres humanos y de la sociedad son
simples soñadores utópicos. En el primer capítulo de su
ensayo establece dos juicios como obstáculos insupe-
rables ya que constituyen "leyes fijas" de la naturaleza:
a) el alimento es necesario a la existencia del hombre;
b) la pasión entre los sexos es necesaria y se mantendrá
en su estado actual. Por estas dos razones la capacidad
34
de crecimiento de la población es ilimitada frente a la
capacidad de la tierra para producir alimentos.
La escasez de alimentos restringe el crecimiento de
la población; por su ritmo de crecimiento, las clases in-
feriores de la sociedad no tienen ninguna posibilidad de
mejorar sus condiciones de vida, así que los salarios
bajarán y el alimento subirá de precio hasta que la si-
tuación se haga insostenible y la fuerza restrictiva de la
población ejerza una presión suficiente para revertir tal
tendencia, ciclo que se repetiría de manera sucesiva.
Asimismo, desde su perspectiva las partes superio-
res e inferiores de la sociedad son no sólo necesarias
sino muy beneficiosas, pues, la sociedad siempre se com-
pondrá de propietarios y de trabajadores. Por tanto, la
penuria de las clases pobres es natural y además inelu-
dible.
A su ver, la causa principal de la pobreza no tiene
ninguna relación con la forma de gobierno o con la desi-
gualdad en el reparto de la propiedad, además los ricos
no disponen de la facultad de dar sustento a todos los
pobres y éstos por ley natural no pueden exigirlo. Por
consiguiente, el problema de la pobreza obedece a la
excesiva población, al incremento de su propia repro-
ducción y no al reparto inequitativo de los bienes, pues
por naturaleza las dificultades de la vida deben recaer
sobre algunos y éstos son las clases más desafortuna-
das.
Por otra parte, justificó las guerras como una especie
de función para la restricción de las poblaciones; al res-
pecto nos dice que en los estados primitivos de la sacie-
I dad, la guerra es la constante en donde los fuertes son
1-; los que sobreviven (teoría que dio pie a los planteamien-
35
 tos de Charles Darwin). Para Malthus existían dos obstá-
culos al crecimiento uno negativo y otro positivo: la
aprensión ante las dificultades que supone mantener a
una familia, es decir, lá miseria y, la mortalidad infantil.
Carlos Marx criticó de forma aguda no sólo los plan-
teamientos de Malthus sino las consecuencias deriva-
das de aquéllos. Al respecto sostuvo que éste no sólo
colocó al obrero como bestia de carga, sino que lo con-
denó a la muerte y al celibato (en aquella época no ha-
bía lugar a la anticoncepción) al abrazar los intereses
de la naciente burguesía industrial, pero además los de
la vieja aristocracia.
En su Historia crítica de la plusvalía satirizó al pas-
tor protestante con estas palabras: "Una fundamental
vulgaridad en cuanto a las ideas: he ahí lo que caracte-
riza a Malthus. Una vulgaridad como sólo se puede per-
mitir a un clérigo, que ve en la miseria humana la expia-
ción del pecado original y necesita que la tierra sea 'un
valle de lágrimas' y que, al propio tiempo, con la mira
puesta en sus sinecuras y recurriendo al dogma de la
predestinación, considera altamente beneficioso 'endul-
zar' a las clases dominantes esa residencia en este valle
de lágrimas."3
Por supuesto estos principios denotaban la posición
conservadora y la preocupación por preservar el siste-
ma político de su tiempo. Destacó los aspectos negati-
vos del crecimiento y contribuyó a la expansión del mie-
do al crecimiento de la población y de la visión apoca-
líptica de pueblos que mueren de hambre tan solo en
'3 Tomado de Angel FUCCIRICCiO, Fernando González.
s penetrar incluso a las organizaciones internacionales
«Notas para una discución acerca de la Ley de Población en Alano,.
Lectura No. 598, Universidad Nacional de Colombia,
36 Facultad de Ciencias Humanas, Departamento de Sociología, Bogotá
razón de su número de habitantes, mediante argumen-
tos morales, para sustentar medidas políticas futuras de
control.
Esta visión continúa hasta el presente, los actuales
mensajes mediáticos se han inspirado en tales tesis, a
las cuales se añaden los problemas del desarrollo y el
deterioro del medio ambiente. Pero sus predicciones no
se cumplieron, sus principios nunca fueron demostra-
dos empíricamente y sus premisas fueron fundamenta-
das en creencias de tipo moral.
A la luz de los presentes análisis, la propuesta de
Malthus resulta muy poco rigurosa pues como es evi-
dente la tecnología y las propias medidas estadísticas
se han desarrollado y perfeccionado en alto grado.
A pesar de todo las corrientes neomalthusianas se
han impuesto; la reformulación de tal teoría se ha ac-
tualizado para otorgarle validez. En ellas el miedo hacia
el exceso de habitantes sigue siendo el motivo princi-
pal. Y puesto que ese exceso se da en las regiones me-
nos desarrolladas del planeta, la idea prevaleciente es
el control sobre éstas; la limitación debe imponerse so-
bre los otros, es decir, sobre los pobres. Igual que ayer,
este discurso es por su fundamento, ideológico, lleno
de recomendaciones y condenas morales.
Las conferencias mundiales de población se insertan
en esta corriente. Durante la guerra fría, según algunos
autores, la justificación de algunas intervenciones estu-
vo de manera indirecta relacionada con el miedo a la
superpoblación de algunos países. Cierto o falso, el neo-
malthusianismo ha tenido suficiente fuerza como para
que han contribuido a la expansión de la planificación
familiar.
37
 Las Naciones Unidas ya no se preocupan sólo por el
factor alimentario sino por el subdesarrollo y el medio
ambiente. Estas instituciones han desplegado todos sus
esfuerzos para incidir en la política poblacional a nivel
mundial. Dicha política consiste en restringir el creci-
miento ya no sólo mediante factores demográficos sino
sociales, pero referidos al control de la fecundidad y al
cambio del comportamiento reproductivo que busca re-
ducir el crecimiento de determinados pueblos.
Aunque se haya demostrado que la producción de
alimentos depende más de la tecnología y de la distribu-
ción de la propiedad, que el problema del subdesarrollo
obedece a causas políticas y económicas y además que
la contaminación es producida en su mayor parte por
los países más industrializados, todas las medidas res-
trictivas se focalizan en los países subdesarrollados.
Es igualmente insostenible que pobreza y crecimien-
to poblacional sean causa y consecuencia a la manera
de la ley natural a la que aludía Malthus. Por ejemplo,
los llamados dragones asiáticos crecieron económica-
mente y en población al mismo ritmo. Por ende, la pos-
tura neomalthusiana de imponer la dualidad control
demográfico o catástrofe, ha sido catalogada por mu-
chos corno más ideológica que científica, al olvidar la
historia de los países europeos (expansión y luego limi-
tación demográfica).
• La teoría marxista.
La teoría marxista ha sido olvidada en gran parte
pero se la usa muy a menudo sin mencionar su autoría.
Marx se interesó por la relación entre las clases, una
que busca trabajo y la otra dueña de los medios de pro-
38 ducción y de los puestos de trabajo.
La población para este autor está determinada por
cada periodo histórico, entonces la dinámica poblacio-
nal dentro del capitalismo es específica de ese sistema.
El exceso de obreros es generado por el capitalismo (ejér-
cito industrial de reserva) y es relativo en tanto está en
función del capital destinado a salarios o a la contrata-
ción del capital variable (mano de obra).
Este autor reconoce también la existencia de una
superpoblación pero relativa y constitutiva del sistema
capitalista, circunscrita por límites históricos; cada fase
histórica tiene su propia ley de población. Mientras para
Malthus los culpables son los pobres, Marx lo achaca al
sistema de acumulación capitalista.
El primero fue defensor y legitimador de la situación
existente, el segundo la cuestionó y predijo transforma-
ciones por la vía violenta a causa de la injusticia que
ello representa.
El autor alemán se dedicó a la observación entre la
mano de obra empleada y la disponible. En el capitalis-
mo se requiere que exista ese exceso no sólo para con-
tratar mano de obra en momentos en que se haga nece-
sario, sino para abaratar el costo de la misma (a mayor
oferta de mano de obra, menores salarios).
A Marx no le interesó el análisis del crecimiento na-
tural (incremento por la diferencia entre nacimientos y
defunciones), puesto que las personas no nacen en edad
de trabajar; su propuesta buscó explicar cómo las mi-
graciones favorecieron el cubrimiento de la demanda
de mano de obra convirtiéndose en población econó-
micamente activa. No es el crecimiento natural el que
contribuye al incremento de esa población (activa y
desempleada), sino la proveniente de las migraciones.
39
 Sin embargo, hoy se sigue cometiendo el error de atri-
buir el desempleo al crecimiento natural.
Comprobó la mayor mortalidad de la clase obrera
respecto de la privilegiada y los altos niveles de fecun-
didad como contribuyentes a la incorporación acelera-
da de menores de edad al proceso de producción.
Luego de Marx, los ecologistas y algunas corrientes
de izquierda no tuvieron inconvenientes en retomar las
propuestas neomalthusianas mostrándose a favor del
control de la natalidad, en tanto creen que el exceso de
población afecta el medio ambiente y por la idea según
la cual dejar de reproducirse como clase, podría ser una
solución frente a la dinámica capitalista.
• 0319,09 b iTjj ,cc2,1 g u rrría
Hacia los años treinta del siglo XX, surgió la teoría
llamada "la ecología humana" de índole sociológica. La
Escuela de Chicago y los estudios de sociología urbana
se hicieron bastante famosos al contribuir al análisis de
la migración ya la comprensión de las diferencias cultu-
rales por medio de la incorporación de variables sociales
y de fuentes secundarias a la perspectiva demográfica.
Impulsó la potencialidad de variables como la se-
gregación escolar y espacial de las comunidades negras
y de otras etnias. Sus aportes fueron: la introducción de
las variables demográficas en los estudios de los espa-
cios urbanos y en la sociología rural; las comunidades
se consideraron en términos de su composición social y
de su estructura por sexo, edad y origen, variables inte-
gradas a datos sociológicos.
Entre las aportaciones de ésta corriente están: la in-
40 troducción de las variables demográficas a los estudios
'del espacio urbano ya! campo de la sociología rural; los
pequeños vecindarios y comunidades empezaron a es-
tudiarse no sólo a partir de su composición social, tam-
bién de su estructura por edad, sexo y origen; la inte-
gración de variables demográficas y sociológicas y de
fuentes poblacionales dentro de la sociología.
• Las teorías, ecorióriíic"a-sn
Las teorías económicas empezaron por preocuparse
por la relación población-felicidad, más tarde adoptaron
perspectivas más realistas. Easterlin propuso que el ta-
maño de las generaciones varían cíclicamente cada vein-
te años, éstas variaciones de la natalidad y la fecundi-
dad influyen sobre las variables económicas y sociales.
Hay ciclos históricos generacionales poco numero-
sos con mayores oportunidades y ciclos de generacio-
nes numerosas con muy bajo nivel de oportunidades y
alta competitividad por recursos escasos. Estos últimos
serán más infelices; esos jóvenes están condenados a
vivir un calvario, tendrán menos empleo, casamientos
tardíos, menos cantidad de hijos, mayor mortalidad,
menos ascenso social, mayor cantidad de conflictos,
divorcios, violencia y suicidios; las mujeres saldrán a
trabajar, habrá mucha más frustración, criminalidad y
deterioro de las condiciones de vida.
El condicionamiento del número acerca esta teoría
a la malthusiana. Las predicciones de Easterlin no se
cumplen como tampoco su explicación sobre el origen
de incorporación de las mujeres al mercado de trabajo,
las cuales no dependen en exclusiva del nivel de ingre-
so de los hogares sino de una educación más completa
y de sus propias aspiraciones de emancipación. Se dife-
rencia del neomalthusianismo en las predicciones: la
41
 00.1
1 1
alimentación ha crecido más rápido que la población y
las desigualdades se deben a las políticas.
Teorías económicas más recientes incluyen el análi-
sis de costo/beneficio de los hijos y/o se focalizan en el
análisis de la fecundidad como la variable explicativa
del crecimiento.
• La teoríadeslawansiciózIlmiggráfica t
La teoría de la transición demográfica se fundamen-
ta en la explicación del descenso de la natalidad y de la
mortalidad en Europa desde el siglo XVIII. Según su ex-
plicación, las etarTáSi constitutivas de la transición son
tres: pretransicional donde la - das las limitaciones que ello implica. El incremento de
dad son ele'va-c151; transicional donde ambaside-sGieti-
tdenrpero la mortalidaddo hace.más,aceleradamente.con
lo, cualispiproduce4unfaurnentovdelicreGimientolnaturarl ;
postransicional como un periodo de estabilización en la
cual la fecundidad disminuyeTtla población alcanza una
situación estacionaria.
Esta teoría ha sido criticada por señalar la mortali-
dad como la variable explicativa, por ser poco original y
derivada de la teoría de la modernización, para la que
todas las sociedades pasan por las mismas etapas: in-
dustrialización, urbanización y migraciones, pasos da-
dos por todas las sociedades con los mismos resultados.
Su universalidad y predictibilidad se quiebran al apli-
carla a contextos como los actuales, ya transformados y
por la irrepitibilidad de los mismos; además el panora-
ma internacional ha cambiado de forma sustantiva. La
migración fue dejada de lado en ella tal como en otras
VOLIINTA D
teorías razón por la cual las políticas poblacionales se
42 focalizaron en la fecundidad y no en la migración.
Adicional a ello, el ciclo del proceso general en Eu-
ropa llevó dos siglos en tanto se pretendió que en me-
nos de cincuenta años, por medio de la aplicación de la
planificación familiar radical, los países subdesarrolla-
dos lograran el mismo efecto. Reuniones internaciona-
les como la de El Cairo en 1994, retomaron esos princi-
pios y establecieron que la mujer era el eje de las políti-
cas antinatalistas, mensaje de todos los discursos polí-
ticos actuales.
• OtrasIteoríási
Otras teorías resolvieron centrarse en una de las va-
riables, suponiendo las otras como constantes con to-
la mortalidad infantil, de las desigualdades, la aparición
del SIDA, las guerras y el deterioro de las condiciones
de vida de los países en desarrollo, fuera de todo pro-
nóstico, impidieron llevar a cabo conclusiones sobre la
convergencia de todos los procesos a nivel mundial.
Se planteó más adelante la propuesta del costo de
los hijos como explicativa de la baja fecundidad. Se tra-
ta de la relación costo/beneficio de tener hijos para los
padres, es decir, la medida en términos de bienes y ser-
vicios requeridos por cada hijo. Ésta también ha sido
bastante criticada: no se puede asumir que los padres
tengan hijos para que les devuelvan sus servicios de
crianza a cambio de cuidarlos durante la vejez, como
tampoco se puede atribuir a los jóvenes (antes de na-
cer) que cuidarán de sus padres.
Otra propuesta complementaria de la anterior es la
denominada "flujos de riqueza", que consiste en que el
número de hijos depende de tales flujos: si los padres
ganan teniendo hijos, tendrá muchos y viceversa.
43
 Los modelos matemáticos han pretendido medir los
factores determinantes de la fecundidad en los países
en vías de desarrollo y convertirse en medidas empíri-
cas para llevar a cabo políticas concretas; asimismo
buscan elaborar modelos mundiales comparativos.
Los modelos sociológicos para sociedades avanza-
das proponen una mirada desde dentro de la familia y
suponen que el número de hijos depende de decisiones
racionales de acuerdo con las expectativas respecto al
número de hijos que se desean tener; no consideran in-
terpretaciones predictivas.
Las variaciones en el número de hijos han podido
ser desentrañadas, pero ninguna teoría ha podido ex-
plicar porqué se tienen hijos. Ello depende de una can-
tidad bastante alta de factores, desde las existentes en
la estructura familiar hasta las determinantes de la cul-
tura, la religión, la tradición y las creencias. El compor-
tamiento reproductivo en Oriente no puede ser explica-
do a partir de las valoraciones y racionalidad occiden-
tales. Por ello surgió la teoría llamada "alternativa cul-
tural".
El Japón es un caso especial de análisis y es explica-
do mediante la tendencia a la occidentalización, donde
factores tanto económicos como culturales incidieron
en la variación de la fecundidad (su fecundidad descen-
dió de 3,6 hijos por mujer en 1950 a 1,4 en 1993). Este
modelo incorpora el sentido histórico y temporal pues-
to que las alteraciones demográficas ocurren en momen-
tos distintos, con duraciones, frecuencias y consecuen-
cias distintas. Retorna cuestiones como las costumbres,
aspectos normativos, difusión de uso de anticonceptivos,
44 la religión y los factores económicos.
La propuesta biológica de la supremacía natural de
unos sobre otros, difundida en Estados Unidos, se ocu-
pa de varios aspectos: la maternidad, la mortalidad, la
estacionalidad de los nacimientos supuestamente rela-
cionada con las condiciones climáticas (efectos de la
temperatura sobre la fecundidad), los problemas epide-
miológicos, la frecuencia de las relaciones sexuales, la
calidad del esperma, la infecundidad, la infertilidad, la
migración de los más fuertes y sanos, etc.
En últimas busca explicar los diferenciales poblacio-
nales mediante la idea de la biología como elemento
determinante. Dicha concepción no tiene en cuenta el
factor de la voluntad de los seres humanos frente a las
condiciones ambientales, tampoco se tienen en cuenta
los factores sociales.
Desde la perspectiva de género, se considera que el
estatus y situación de la mujer es una variable relaciona-
da con los cambios y las transformaciones de la fecundi-
dad y de otras variables demográficas. Supone que las
mujeres controlan su fecundidad y que ocupan una posi-
ción preeminente en relación con la alimentación, la sa-
lud e incluso la mortalidad de los miembros familiares.
Según lo anterior, de ella dependen las probabilida-
des de sobrevivir de los más pequeños y el estado de
salud de cada uno de los miembros del grupo. A mayor
nivel de escolaridad de las mujeres, mayor descenso del
número de hijos y menor mortalidad infantil. Muchos
estudios se han centrado en estas correlaciones entre
situación de las mujeres y los cambios cuantitativos de
los fenómenos demográficos y de forma reciente entre
éstas y el número de hijos.
Esta es la posición surgida y legitimada por las con-
ferencias internacionales sobre Población y Desarrollo
45
 y por los organismos internacionales, según las cuales
se le debe dar un papel preponderante a las mujeres en
los asuntos de población, desarrollo y ecología. Tales
teorías no sólo suponen y atribuyen a priori deseos a
las mujeres del Tercer Mundo, como reducir su descen-
dencia, de lo cual dependería su emancipación, sino que
por el lugar privilegiado otorgado a ellas en los planes y
políticas internacionales, se les endosa la responsabili-
dad de las orientaciones cuantitativas de la población.
Si las mujeres quieren tener menos hijos, el exceso
de hijos tiene como culpable a los hombres en razón de
su poder en el hogar. De cierta forma esta tendencia
causa directa o de manera indirecta, conflictos entre
hombres y mujeres atribuyéndoles deseos opuestos, lo
cual es sin duda arbitrario y poco científico.
La posición eurocéntrica de los organismos interna-
cionales desde la conferencia de El Cairo, de forma evi-
dente pertenece a la corriente neomalthusiana, motivo
por el que ha recibido innumerables críticas. Se ha ar-
gumentado que se sirven del discurso legítimo de la
igualdad y equidad entre los géneros, para avalar una
política basada sólo en la disminución de la fecundidad
sobre todo en los países del Sur. Si sus premisas fueran
verdaderas la eficacia de tales medidas sería incontro-
vertible, se convertiría en la panacea de todo plan polí-
tico y sanitario de los países.
Por supuesto no se contempla ninguna medida para
eliminar la pobreza o la situación económica precaria
de las capas mayoritarias de las naciones en desarrollo.
La manipulación del espíritu y discurso de la igualdad
de la mujer no ha tenido límites y su distorsión tendrá
consecuencias sobre su propia legitimidad.
46
Estimar, como lo difunden varios de los organismos
internacionales, que la mujer alcanzará tcidas sus aspi-
raciones de emancipación teniendo pocos hijos, es una
premisa simplista y empobrecedora de las verdaderas
aspiraciones de igualdad y equidad entre los géneros.
Las anteriores son las principales posturas respecto
a la población, sin embargo, han surgido otras más re-
cientes que intentan explicar los procesos migratorios,
o se dedican a interpretar fenómenos poblacionales a
nivel micro.
3.2 Realidades (situación de la población mun-
dial, diferencias en crecimiento)
Después de la segunda guerra mundial, durante la
década de 1950, se presentó el fenómeno llamado "ex-
plosión demográfica" en África, Asia y América Latina,
gracias a la disminución de la mortalidad, el mejora-
miento de la salud y la permanencia de la tasa de fecun-
didad. Este fenómeno se convirtió en un tema impor-
tante de la política internacional.
En América Latina hubo un sinnúmero de hechos
que acompañaron este crecimiento: la aceleración de la
urbanización (emigración del campo a la ciudad), el cre-
cimiento de la industrialización, el aumento de los ser-
vicios y el comercio para cubrir a la población inmigrante
y en fin, todas las manifestaciones de la era capitalista.
Este proceso se combinó a partir de los sesenta, con el
inicio de la imposición de una dura política de control
natal la cual logra reducir en alta proporción su poten-
cial de crecimiento. Asia y África no logran efectos tan
drásticos.
El mundo actual resulta bastante distinto en varios
> aspectos en el orden poblacional respecto de las eras pre-
47
 cedentes. Unos países crecen y otros De acuerdo con lo anterior, es dable detenerse en
tienden a la población estacionaria, algunos datos consolidados por región para mostrar la
mientras los más avanzados a nivel so- dinámica poblacional, por ejemplo en el año 1999.
cial y económico presentan un creci-
_
miento natural negativo (por debajo de
uáclib No.-
la tasa de remplazo). Unos crecen pese
a la emigración hacia el extranjero y recimietitadéirlogi•áficp.ríor, régiaii,(diia"1999
._ ..
' ''''.4'..•:11-_,-,r1"...
otros en virtud de la inmigración.
Población. Nacitnien Muertes Crecimiento Tiempo ele Población Población Tasa de Tasa global
a med. por mil . por mil natural duplicación proyectarla proyectada mortalidad de
Si algunas premisas malthusianas 1999
(mili)
habitantes. habitantes. (anual %) cn años al
ritmo actual
(mili) 2010 (mili) 2025 infantil fecundidad

Las variaciones siguen validándose, es porque las cla-

mundo 5 981 23 9
en el número ses sociales han sido sustituidas por 1,4 49 6 883 8 054 57 2,9

de hijos han los países y ahora se piensa en un sen- KIS

chur,1113,In 1 181 11 10 0,1 583 1 216 1 241 8 1,5
podido ser tido global. Hoy en día no se trata de Alr.
dr... MIA 4 800 26 9 1,7 40 5 667 6 813 62 3,2
desentrañadas, ver las disparidades del crecimiento en
, 3 546 29 9 2,0
pero ninguna términos de las clases, sino de las re- 35 4 272 5 251 68 3,8

teoría ha podido giones del planeta. África : 771 39 14 2,5 28 979 1 290 88 5,4
explicar porqué América ,„
del Norte 14 8 0,6 119 333 374
se tienen hijos. Sin embargo, es necesario recono- "3 7 2,0
América
Ello depende cer que el valor de las ideas de Malthus 1Latera 512
24 6 1,8 38 600 709 35 2,9
de una cantidad consistió en la articulación de varios Clisé

bastante alta de conceptos inconexos y que el proble- Oceanía 30 18 7 1,1 64 34 41 29 2,4

factores, desde ma del hambre en muchas partes del Asia 3 637 23 8 1,5 46 4 206 4 923 56 2,8
las existentes planeta todavía no se ha resuelto, sin
Europa 728 10 11 -0,1 -731 718
en la estructura que ello suponga una causa puramen- 9 1,4

familiar hasta te poblacional. La potencialidad de la

producción de alimentos y de bienes en
las
determinantes general es enorme gracias a la aplica-
de la cultura, ción del desarrollo tecnológico en esa
la religión, materia. Así las cosas, se trata en cam-
la tradición bio de la falta de voluntad política de
y las creencias. los gobiernos y los Estados de trans-
formar las estructuras sociales y eco-
nómicas de inequidad y desigualdad en
48 relación a la riqueza y los ingresos.
• Datos tomados de Population Reference Bureo ti, Meas tire Communication, Cuadro de
la Población Mundial 1999. Datos y cálculos demográficos sobre los países y regiones
del Inundo, preparados por Carl Hauby Diana Cornelius.
• Notas: las tasas de natalidad y mortalidad equivalen al número anual de nacimientos
y defunciones por cada mil habitantes; la tasa de crecimiento natural es el resultado de
la tasa de natalidad menos la tasa de mortalidad por año sin tener en cuenta la migra-
ción; el tiempo de duplicación de la población al ritmo actual es el número de años que
han de transcunir para que se duplique la población bajo la suposición de que la tasa
de crecimiento natural sea constante; la población en los años 2010 y 2025 S011 proyec-
ciones basadas en el CI1130 Plum de la fecundidad, la rnortalidad y la migración; la tasa
_z de mortalidad infantil es el número anual de defunciones de niños menores de un año
1 5 por 1 000 nacidos vivos; la tasa global defecundidacl corresponde al promedio de hijos
5; que una mujer tendría si las tasas de natalidad actuales se mantienen constantes.

49
 De 5 000 millones de habitantes a nivel mundial en
1987, se pasó a 6 000 millones en escasos 12 años. La
perspectiva hacia los próximos años es llegar a los
7 000 millones, pese a la mayor variedad y expansión
de los programas de planificación familiar aún en los
países en desarrollo. Lo anterior se explica por el man-
tenimiento en estos últimos de una alta tasa de fecundi-
dad, a causa de la cual nació un gran número de niños
que aumentó el porcentaje de los grupos de menores de
edad; cuando esos niños alcancen la edad fértil, darán
lugar a un mayor crecimiento demográfico, aunque ten-
gan menos hijos que en el pasado. Además, el número
total de nacimientos seguirá superando el de muertes
cuando esos niños sean padres. Según Measure, la tasa
de crecimiento se reducirá y estabilizará, pero en térmi-
nos absolutos la población será mucho mayor que 6 000
millones.
•
A partir de los datos anteriores podemos interpretar
que es el área menos desarrollada la que aporta la ma-
yor cantidad de población, en particular en los casos de
Asia y África. Los nacimientos por cada 1 000 habitan-
tes para el mundo es de 23; el mayor aportante es África
con 39, esto es, 16 por encima del índice mundial; Amé-
rica Latina presenta una tasa de 24 nacimientos, que se
encuentra un punto por encima de la tasa global; Asia
se encuentra a la par con la medida mundial.
La mortalidad está ubicada en los países desarrolla-
dos, un punto por encima del índice global quizás por-
que su población se encuentra en una fase de envejeci-
miento; África tiene un índice de 14 (5 puntos por enci-
ma de la medida mundial), la cual representa la más
alta de todas las regiones y prácticamente supera en el
doble a todas ellas; llama la atención que América del
50
-
Norte esté dos puntos por encima de América Latina,
tal vez porque igual que Europa, su población empieza
a envejecer.
La tasa de crecimiento natural más alta correspon-
de a África (2,5), seguida de lejos por América Latina y
el Caribe (1,8); Europa muestra un crecimiento negativo
(-0,1), mientras América del Norte tiene la menor tasa
de crecimiento (0,6). En un nivel más alto respecto al
anterior está Oceanía (1,1), seguida por Asia (1,5) y
América Latina (1,8) que continúa por encima de la tasa
mundial (1,4).
El tiempo de duplicación poblacional al ritmo de cre-
cimiento actual es mucho mayor para los países desarro-
llados: 583 años, en tanto el mundo menos desarrollado
sólo requerirá 40 años para llegar a ese punto. A nivel re-
gional, América del Norte requerirá 119 años, Oceanía
64, Asia 46, América Latina y el Caribe 38 y África 28.
Los datos anteriores muestran que los países más
pobres son los mayores aportantes de población y di-
cha tendencia continua de acuerdo con las proyeccio-
nes para los años 2010 y 2025, en especial para los paí-
ses africanos y asiáticos. Todas las demás medidas se
adecuan a esa tendencia como las variables de mortali-
dad infantil (88 para África, 56 para Asia) y tasa global
de fecundidad (5,4 para África, 2,9 para América Latina
y el Caribe y 2,8 para Asia).
3.3 Proyecciones
El sjglor,XXise ha caracterizado por el fenómeno lla-
mado "explosión demográfica". A comienzos de este si-
glo la población alcanzaba los 2 mil millones de perso-
nas, al final éramos 6 mil millones. La pregunta que si-
gue es: ¿qué pasará en el siglo XXI? De acuerdo con
51
 esta tendencia el crecimiento demográfico será todavía
mayor, pero las tendencias regionales presentan gran-
des diferencias. Se pronostica que el crecimiento se dará
de manera exclusiva en los países en desarrollo, mien-
tras el crecimiento de los desarrollados que duplicaron
su población durante el siglo XX, será nula.
Latinoamérica es un caso distinto. Lo que ocurrió en
América Latina es que dichos ciclos y transformaciones
se vivieron en forma comprimida, en muy corto tiempo,
a diferencia de los europeos donde éstas se tomaron
siglos en manifestarse.
Crecimiento demográfico en los países
en desarrollo 2000-2050
América Latina: 10%
África: 34%
India: 18%
China: 7%
Asia y Oceanía: 31%
De acuerdo con el Population Reference Bureau,
Measure, más del 50% del crecimiento demográfico mun-
dial se dará en Asia y una tercera parte en África la cual
hoy representa sólo el 13%.
La proyección de las Naciones Unidas sugiere una
población total mundial de 8 900 millones de habitantes
para el 2050, sobre el supuesto de la expansión del uso
de los métodos de planificación familiar en los países en
desarrollo.
Esta misma institución, en el cuadro de población
mundial del año 2000, pronosticaba que los próximos
52 mil millones de habitantes nacerán en sólo 13 años. Se-
gún sus datos, durante el próximo medio siglo, África se
convertirá en el hogar de la mayor parte de la población
mundial, su población aumentará del 13% en el 2000 al
16% para el 2025 y al 20% para el 2050. Por su parte, la
población europea descenderá del 12% de la sumatoria
mundial, al 7% para el 2050; mientras la asiática des-
cenderá un poco del 61% actual al 58% para el 2050. No
se proyectan cambios en las proporciones de la pobla-
ción mundial de las Américas y Oceanía.
En el año 2000 la población de la India llegó a los
1 000 millones y más de un tercio son menores de 15
años; se estima que esa tendencia permanecerá hasta
llegar a convertirse en el país más poblado del mundo a
mediados del siglo XXI. Habría de añadirse los datos de
planificación familiar, según los cuales pese al aumento
de su uso, casi dos tercios de mujeres en los países me-
nos desarrollados a excepción de China, no usan méto-
dos anticonceptivos modernos; por ejemplo en África el
90% de ellas no los utilizan.
Si comparamos los datos del ario 2000 con las pro-
yecciones para el 2050, la jerarquía poblacional entre
los. primeros 15 países sería:
Países más grandes del mundo en el año 2000
Rango País
Pobl. mili.
China 1 265
2 India 1 002
3 Estados Unidos
276
4 Indonesia 212
5 Brasil
170
6 Pakistán
151
7 Rusia 145
Continúa pág. siguiente. 53
 Rango País
La India reemplazaría a la China en el primer lugar,
Pobl. mili.
pues esta última ha tenido una política de población bas-
8 Bangladesh 128 tante clara y severa respecto a la planificación familiar.
9 lapón 127 Estados Unidos seguiría en el tercer lugar, igual que In-
10 Nigeria 123 donesia en el cuarto, pero Brasil sería reemplazado en el
11 México 100 quinto lugar por un país africano, Nigeria; Pakistán con-
12 Alemania 82 tinuaría en el sexto, y Rusia bajaría del séptimo al trece y
13 Filipinas 80 en su lugar.estaría Brasil; Bangladesh continuaría en el
14 Vietnam 79
octavo, Japón saldría totalmente del grupo y su lugar lo
15
ocuparía otro país africano, Etiopía; Nigeria pasaría del
Egipto 68
décimo al quinto y entraría un nuevo país africano, Re-
pública Democrática del Congo; México permanecería en
paísél,rriá's< granc_les,del,tmuodo e. n,él año:2050' el onceavo lugar, mientras Alemania saldría del grupo y
Rango País
el lugar número doce estaría ocupado por Filipinas, país
Pobl. mili.
que pasaría del puesto trece al doce; Vietnam continua-
1 India 1 628 ría en el puesto catorce igual que Egipto en el quince.
2 China 1 369
3 Estados Unidos 404 Los países desarrollados como Alemania y Japón se-
4 Indonesia 312 rían reemplazados por dos países del Tercer Mundo:
5 Nigeria 304
México y Etiopía. Rusia disminuiría su población, al tiem-
6 Pakistán po. que Estados Unidos la aumentaría en más de cien
285
7 Brasil
millones. Brasil también es un caso a resaltar, pues pese
244
8 Bangladesh
a aumentar en términos absolutos de 170 a 244, bajaría
211
9
dé rango.
Etiopía 188
10 R.D. Congo 182 Frente a los datos anteriores es clave resaltar la in-
11 México 152 micusión de una variable perturbadora, se trata de la
12 Filipinas 140 epidemia del VIH/SIDA, en tanto es África el continente
13 Rusia 128 más afectado. Las tasas de infección por esta enferme-
14 Vietnam 124 dad son diferenciales respecto de la región. El 95% de
15 Egipto 117 los infectados viven en países del Tercer Mundo y se fo-
calizan en África; mientras ese continente representa el
13% de la población mundial, el 69% de los casos de V1H/
" Datos tornados del Population Reference Bureo u, 2000.
Cuadro de Población Mundial, edición en folleto, SIDA de todo el mundo se encuentran allí. Asia con el
Washington, Estados Unidos. 61% de la población mundial, tiene el 20% de infectados.
54 55
 Las Américas con 14% de la población mundial, tie- * Datos tomados de Population Reference Bureau, ~sute
ne 8% de casos; Europa con 12% de la población, se ve Communicution, Cuadro de la Población Mundial 2000.
afectada sólo con un 2%. Oceanía es el 0,5% de la pobla- Datos y cálculos demográficos sobre los países y regiones
de/mundo, preparados por Cal'! Haub y Diana Cornelius.
ción y el 0,1% está infectado. Por esto la esperanza de
vida de los africanos llega sólo a los 45 años en prome- La población mundial creció en 86 millones de un
dio. De tal manera que el enorme crecimiento poblado- año a otro. El mundo desarrollado sólo aumenta en tres
nal del continente negro parece contrarrestarse a causa millones respecto del año anterior; el menos desarro-
de la epidemia, pues afecta sus niveles de mortalidad. llado en cambio aumenta en 83 millones en el mismo
Los datos señalados para el año 1999 pueden ser periodo (con China) a los cuales África aporta 29, Amé-
comparados con los arrojados en el año 2000, con el fin rica del Norte 3, América Latina y el Caribe 6, Oceanía 1
de ver en un periodo de un año las diferencias cuantita- millón, Asia 47 y Europa mantiene una población esta-
tivas y leer con mayor conocimiento las tendencias ha- cionaria. África y Asia logran bajar sólo en un punto la
cia futuro. tasa de nacimientos de un año a otro, los demás conti-
núan estables.
Cuadro No. 2 El mundo más desarrollado, Europa y África siguen
Crecimiento demográfico por región (Datos de 2000) presentando las mayores tasas de mortalidad, 10, 11 y
l'oblacióc,. Nacimien. Muertes
Crecimiento Tienwo de Población Población
14 respectivamente. Por supuesto las causas de la mor-
a rned por mil por mil Tasa de Tasa global
natural
1999 habitantes halai!antes. (anual 'Yst
duplicación
en años al
pros-ectacla proyectarla
IrinillI 2010 nnilli 2075
mortalidad de talidad son estructuralmente distintas entre los dos pri-
tonilli irrlinlil fecundtclaci
ritmo actual meros y África.
Mundo 6 067 22 9 1.4 51 7 810 9 039 57 2,9

1 184
La tendencia del crecimiento natural mundial sigue
den arrollado 11 10 0,1 809 1 236 1 232 8 1,5 en 1,4, África disminuye en un punto dicha tasa (2,4 en
menos
4 883 25 9
ansarrollada 1,7 42 6 575 7 808 6.3 3,2
el 2000 y 2,5 en 1999) y América Latina presenta la mis-
desarrollado
sin China
3 619 29 9 1,9 36 5 144 6 439
ma tasa, 1,8. El tiempo de duplicación del lado desarro-
69 3,7
rica 800 38 14
llado se extiende de 583 a 809 años y dicho tiempo sólo
2,4 29 1 258 1 804 88 5,3 aumenta en dos años respecto de 1999 para el Tercer
306 14 9 0,6 124 374 444 7 2,0
Mundo (40 y 42 respectivamente).
srullrica
mina
518 24 6 1,8
y el
Caribe
39 703 823 35 2,8 Las proyecciones que pueden ser comparadas son
Oceanía 31 18 7
las del año 2025, éstas difieren en alto grado con rela-
1,1 65 39 44 29 2,4 ción al año anterior, por ejemplo en 1999 se proyectaba
Asia 3 684 22 8 1,4 48 4 723 5 267 56 2,8 alcanzar los 8 054 habitantes en todo el planeta para el
<I VOLUNTA D

Europa 728 10 II
714
2025, en el 2000 alcanza la cifra de 7 810; en 1999 se
658 9 1,4
56
tenía previsto que el mundo desarrollado llegaría a los
1 216 millones, en el año 2000 se anticipó la cifra de 1 236
57
 millones. Para el mundo menos desarrollado en 1999 se
proyectaron 5 667 habitantes y en el 2000, 6 575. La
tasa de mortalidad infantil y la tasa de fecundidad mun-
diales se sostienen en las mismas cifras (57 y 2,9).
En conclusión, el mundo sigue creciendo en núme-
ros absolutos, la región de mayor aportación es Asia,
seguida por Africa. No obstante el nivel de crecimiento
de la segunda es bastante más alta. En lo relativo a los
países India, China, Estados Unidos e Indonesia tienden
a ser los más poblados del planeta, mientras Europa
afronta un crecimiento negativo y el consiguiente enve-
jecimiento de su población. Por su parte América Latina
y Oceanía crecen a una escala moderada. No existen
razones para pensar que estas tendencias puedan
reversarse en el corto plazo.
3.4 Los problemas del envejecimiento poblacional
(impactos en el orden social, político y económico)
Las voces de alarma vuelven a sonar. En el siglo XIX
se advirtió sobre las consecuencias de un crecimiento
descontrolado, hoy se la emplea para poner sobre el ta-
pete el problema de la insuficiencia de la población. La
disminución de la tasa de natalidad por debajo de la de
reposición junto al progreso de la esperanza de vida, ha
conducido a varios autores a hablar de una "implosión
demográfica" de grandes dimensiones. Pero esa reali-
dad la afronta en principio la vieja Europa; una denomi-
nación que ahora se convierte en literal.
Pese a que dicho fenómeno atañe por el momento
al viejo continente, algunos autores asumen que esa será
la tendencia mundial, nos acercamos a una era en la
que todos seremos viejos. Occidente va a la cabeza de
58 ese proceso, pero el resto del mundo le seguirá. La me-
dia edad mundial de 22 años en 1975 pasará a ser de 38
en el 2050, según previsiones de las Naciones Unidas.
En algunos países esa edad será sobrepasada (como
en el caso excepcional del lejano Oriente: Japón). Ello
afectará desde la vida afectiva hasta el mercado inmobi-
liario, tendrá consecuencias sobre la cultura juvenil, de-
jará clara la importancia de la inmigración, modificará
la perspectiva de los negocios, las finanzas, la vivienda,
las pensiones y el mercadeo; además transformará los
estilos de vida y el comportamiento de los individuos.
Europa goza de mejor salud y menores tasas de fe-
cundidad con lo cual se provocará una tendencia hacia
el envejecimiento general. A medida que la gente vive
más tiempo y tiene menos hijos, se produce un cambio
en las pirámides de edad. En consecuencia, la pobla-
ción sufrirá un receso, según algunos analistas. Paul
Wallace dice que se trata de un fenómeno global ya que
incluso las pirámides de edad de los países en desarro-
llo tienden a invertirse. Esta interpretación se contradi-
ce con los datos demográficos que arrojan diversas ins-
tituciones internacionales, según las cuales esa tenden-
cia sólo es cierta para los países europeos."
Asumamos entonces, por el momento, que lo que
acontece, según dichos analistas en el mundo, sólo se
da en Europa y bajo esa premisa podremos limitar los
pronósticos a lo mostrado por las estadísticas, es decir,
con la exclusión del Tercer Mundo y para el análisis del
crecimiento absoluto. Adviértase claramente que Amé-
rica Latina tiene tasas e índices demográficos más cer-
canos a los del Norte.
" Ver Paul Wallace. El SeiS1110 Demográfico.
Prólogo de Pedro García Ferrero, Siglo )0(1 editores, Madrid, España.
59
 En el año 2007, según los datos de Wallace, Japón
alcanzará un punto máximo de crecimiento y después
empezará a descender; en ese camino le seguirá Italia.
Para el autor, las poblaciones europeas serán afectadas
con mayor intensidad por el decrecimiento, pues están
ad portas de descender a niveles sin precedentes desde
la peste negra de 1348. Según la tesis principal de Walla-
ce, a pesar de que la población global sigue creciendo a
pasos agigantados, la tasa de crecimiento alcanzó su
cenit desde finales de la década del 60y hoy está cayen-
do de forma apresurada. El asunto problemático radica
en el proceso de envejecimiento de la población, pues
lo que permite el rejuvenecimiento son los nacimien-
tos. Además de Occidente, China que ha mantenido una
política de estricto control de un sólo hijo por familia,
envejecer, en un periodo de 20 años.
El autor menciona una de las positivas consecuen-
cias de este hecho en Occidente: el descenso de los jó-
venes ha bajado los índices de criminalidad. Entre los
países que muestran esa tendencia están: Estados Uni-
dos, Francia, Gran Bretaña y Dinamarca. Tal disminu-
ción se atribuye a que existe una relación directamente
proporcional entre varones jóvenes y altos índices de
delitos. Entre las negativas están: la necesidad de man-
tener una gran población jubilada con alta esperanza
de vida. La generación nacida en los años setenta está
integrándose a la vida laboral llena de deudas y con una
carga pensional mayor.
En realidad los datos de Paul Wallace según los cua-
les a finales de la década de los noventa al menos 61
países se situaban por debajo del nivel de sustitución
VOLUNTA D
(-2,1 niños por mujer), se contradicen con los de Measure.
60 Sobre otros cálculos, Wallace asegura que en el año 2010
unas 28 naciones en vías de desarrollo entre las que es-
tán India, Indonesia y Egipto (tres de los que se encuen-
tran entre los quince de mayor población), tendrán tasas
en el nivel de sustitución o por debajo de ésta.
En décadas anteriores la estructura de edad era como
una pirámide, la base más amplia estaba constituida por
jóvenes y la cúspide más pequeña por los viejos. Así
sigue siendo la pirámide de la mayoría de los países de-
sarrollados, pero ahora, para muchos países ricos tanto
occidentales como orientales, se encuentra abultada en
el centro, donde se localiza el número de personas en
edad laboral.
Con la inversión en las edades, la cúspide de la pirá-
mide se hará más ancha que el centro representado por
las personas en edad laboral y ésta aún más ancha que
la base constituida por los jóvenes. Según Wallace esa
pirámide no se sostendrá.
Este cambio, en caso de que se diera como se ha des-
crito, causaría conflictos económicos bastante graves
para lo cual ningún país está preparado. Con la radical
disminución de la fecundidad y la mortalidad, la predic-
ción de Wallace consiste en que la población mundial
aumentará en el siglo XXI, pero alcanzará su máximo
mucho antes de lo previsto. En sus palabras:
"Entre 1996 y 1998, en la previsión final de las Naciones
Unidas para 2050, la población mundial disminuía en 500
millones de personas. Incluso para las enormes cantidades
que se manejan en demografía, se trata de algo más que
un pequeño cambio: equivale a la población global que
había en el año 1500. 15
i5 lbid. Pág. 10
61
 De ser cierta esta predicción, se requeriría de una ganización familiar, la escolarización de niñas y muje-
enorme cantidad de inmigrantes jóvenes no sólo para res, la salarización de las mujeres. Como hemos visto,
hacer frente al sismo, sino para dinam izar la economía. las regiones industrializadas ya han culminado la tran-
Semejante estado de cosas cambiaría el mapa étnico de sición demográfica y experimentan un crecimiento mí-
muchos países; algunos demógrafos afirmaron en 1998 nimo o nulo. Los datos de las Naciones Unidas comprue-
que de continuar las tendencias actuales, Estados Uni- ban esa tendencia.
dos se convertiría en el país de habla española más gran-
de del mundo en el 2010 y el segundo en el 2020. Cuadro No. 3
Evolución poblacional global
La cultura latina ocuparía un lugar tan importante,
que las empresas tendrán que generar nuevas estrate- 1970 1980 1990 1995 2001 2025
gias adecuadas a las transformaciones del mapa étnico.
•
Mundo 3 691 4 430 5 255 5 662 6 134 7 937
Éstas y las de las pirámides de edad, transformarán las en
pautas de consumo, pues la edad determina nuestra millones
conducta, sin embargo, podemos aproximar que las
nuevas generaciones no sigan los patrones de las vie- África 9.7 10.5 11.8 12.4 13.2 17.1

jas. Las industrias farmacéuticas generarán más ganan-

América 7,7 8,2 8,4 8,5 8,6 8,8
cias, igual que la industria del ocio, incluso es esperable Latina
que los modelos alimenticios cambien, mientras el con-
cepto de juventud se hará más elástico, las minorías ét- América 6,3 5,8 5,4 5,3 5,2 4,8
del
nicas aumentarán en importancia y poder; la discrimi- Norte
nación por edad tenderá a desaparecer y la deuda de
Asia 58,0 59,4 60,2 60,5 60,7 60,2
pensiones se hará imposible de cumplir.
Asimismo el crecimiento económico se estancará en Europa 17,8 15, 6 13,7 12,9 11,8 8,6
las naciones desarrolladas debido al descenso de la po-
Oceanía 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5
blación en edad laboral. Para Wallace todos los países
occidentales están abocados a disminuir su poder en Países 27,3 24,4 21,9 20,7 19,5 15,4
favor de los que se encuentran en desarrollo y tienen industrial
una tendencia demográfica positiva. Países en 72,7 75,6 78,1 79,3 80,5 84,6

4. La población y las diferencias regionales

desarr

Fuente: División de Población de las Naciones Unidas, año 2000

de crecimiento poblacional en el tiempo
Para el año 2001, las regiones que más crecen son
(1)VOLUNTAD

La modernización ha generado un nuevo descenso ÁfriCa (13,2 respecto de 12,4 del quinquenio anterior),
62 de la fecundidad a través de la transformación de la or- América Latina en menor grado (8,6 respecto de 8,5),
63
 Asia también levemente (60,7 respecto de 60,5), en tan-
De acuerdo con los datos anteriores, todas las re-
to América del Norte disminuye de 5,3 a 5,2, Europa tam-
giones tienden a un crecimiento relativo hacia la baja,
bién lo hace: 11,8 en relación a 12,8 del quinquenio an-
incluidas las más pobladas, aportantes del mayor nú-
terior y Oceanía se mantiene estacionaria. En las pro-
mero absoluto de habitantes. Según parece las alarmas
yecciones para el 2025 se mantiene esa tendencia a ex-
cepción de Asia que empezaría a descender. acerca de la implosión poblacional parecen tener razón
en el largo plazo.
Otros datos muestran que el índice de crecimiento
de la población en porcentaje anual disminuye para to- 4.1 Población y pobreza
das las regiones, con lo cual se comprueba que las pro-
yecciones de Paul Wallace apuntan en la vía correcta: A diferencia de las tendencias poblacionales y de las
circunstancias que les dieron lugar en Europa, los paí-
Cuadro No. 4 ses tercermundistas no han disminuido su fecundidad
índice de incremento de la población (en % anual) al punto requerido por las políticas natalistas de los or-
ganismos internacionales. A pesar de la disminución de
1975-80 1980-85 1985-90 1990-95 1995-2000 2005-2010 la mortalidad, los índices de estas variables siguen es-
Mundo tando muy por encima de los de las naciones ricas, los
en 1,72 1,71 1,71 1,49 1,35 niños siguen muriendo de malnutrición, enfermedades
1,16
millones
infecciosas fácilmente erradicables mediante prácticas
África 2,79
simples de salubridad, las mujeres continúan murién-
2,87 2,78 2,54 2,41 2,23
dose durante el embarazo o el parto y permanecen su-
América jetas a viejas tradiciones patriarcales que les impiden
Latina 2,32 2,08 1,88 1,72 1,56 1,29 acceder a una mejor educación y a la vida laboral.
América
del 0,93 1,03
Pueblos enteros se han visto afectados por hambru-
1,02 1,08 1,04 0,82
Norte nas, sequías y nuevas epidemias como el SIDA, sobre
Asia 1,86
todo en el continente negro. Muchas de esas hambrunas
1,85 1,85 1,58 1,41 1,16 han sido conscientemente provocadas por gobiernos
Europa 0,49 0,38 0,43 0,18 -0,04 -0,28
inescrupulosos y corruptos. Este panorama correspon-
Oceanía 1,12
de a los países pobres y prueba que las políticas de pla-
1,55 1,57 1,59 1,37 1,16 nificación familiar tanto como las campañas de uso del
Países condón, no son en modo alguno suficientes para mejo-
industrial. 0,65 0,59 0,59 0,44 0,30 0,12 rar la calidad de vida de los menos favorecidos.
Países en
desarrollo 2,07 2,06
2,03 1,78 1,62 1,39 Los problemas de la pobreza cuya incidencia sobre
•
Fuente: División de Población de las Naciones Unidas, ano 2000.
el comportamiento demográfico es crucial, tienen raí-
ces más profundas y han surgido siglos atrás cuando
65
 esos territorios fueron conquistados y colonizados por
los imperios europeos e impusieron divisiones fronteri-
zas completamente arbitrarias, las cuales han dado lu-
gar a innumerables enfrentamientos étnicos, a la de-
pendencia alimentaria y a la sujeción política indirecta.
Para dichas naciones las predicciones de mayor es-
peranza de vida, descenso de la mortalidad adulta e in-
fantil, descenso de las tasas de fecundidad, generación
de longevidad y aprovechamiento de los descubrimien-
tos científicos para el mejoramiento de la salud, de la
calidad de vida, etc. que hiciera Wallace, no tienen apli-
cación alguna; es decir, las causas del descenso relativo
de la población son diferentes, pero los resultados son
los mismos. En oposición, es probable que la única ma-
nera de sobrevivir como pueblos ante la miseria sea,
por el contrario, su reproducción: mortalidad y natali-
dad son dos caras de la misma moneda.
La mortalidad infantil ha sido un indicador de la si-
tuación económica y social de los países; mediante éste
se conoce el nivel de salud alcanzado el cual depende a
su vez de los niveles de ingreso de la población. Así, por
ejemplo, a pesar de una generalizada baja de la morta-
lidad infantil en el mundo, persisten todavía enormes
diferencias asociadas a las condiciones económicas y
sociales de los países subdesarrollados. Existen además
en cada país subdesarrollado importantes diferencias en
la sobrevída infantil entre grupos sociales.
Las enfermedades que generan estos excesos de
muertes son en gran parte de índole infecciosa, con una
contribución alta de la desnutrición. Las diferencias de
las tasas de mortalidad por esas causas con los países
desarrollados son muy altas.
66
Los determinantes en el hogar son: factores mater-
nos como edad de la madre, espaciamiento entre los hi-
jos; la contaminación ambiental que favorece la disemi-
nación de agentes infecciosos y la incidencia de enfer-
medades, la deficiencia nutricional tanto del niño como
de la madre durante el embarazo y la lactancia; las le-
siones traumáticas (accidentes); y, por último, las prácti-
cas en el cuidado del niño sano o enfermo, que incluyen
tanto la medicina tradicional como la moderna.
Todas estas dependen de los determinantes socio-
económicos de la familia, es decir, de la capacidad eco-
nómica de los miembros del hogar de generar los insu-
mos que requiere la familia, la que está condicionada
por la naturaleza de su ocupación y por sus ingresos.
El ingreso familiar es decisivo en la determinación
de las condiciones materiales de vida de la unidad fami-
liar como la calidad de la vivienda (provisión de agua,
disposición de excretas), la disponibilidad de energía,
los insumos para la higiene personal y de la vivienda,
los medios para la consecución de atención preventiva
y curativa del niño.
Estos factores familiares se subordinan a su vez a
los determinantes de la estructura social, las caracterís-
ticas geográficas y climáticas, la accesibilidad a los ser-
vicios públicos, la organización de la producción y la
forma como se distribuyen sus beneficios en la pobla-
ción, el costo de los servicios que afectan la salud (in-
cluida la educación), las políticas sobre salud y la efi-
ciencia de este sistema. Todos estos elementos de las
condiciones materiales de vida, son diferenciales de
9, acuerdo con la clase a la cual se pertenezca.
Asimismo, los encuentros globales sobre coopera-
ción internacional, los foros sociales mundiales, no han 67
 hecho más que corroborar la poca o ninguna intención
de los países más fuertes del planeta de contribuir a
mejorar esas condiciones, a pesar de la expansión del
discurso sobre la responsabilidad global compartida de
la lucha contra la pobreza.
La desigualdad entre naciones ricas y pobres, entre
élites y clases populares, entre quienes poseen y quie-
nes no tienen nada en lugar de disminuir, se ha acre-
centado durante los últimos dos decenios. Los niveles
de ingreso de unos y otros están cada vez más distantes
y la riqueza en lugar de distribuirse de manera más equi-
tativa, se ha concentrado en pocas manos.
Las políticas de ajuste establecidas por el Fondo
Monetario Internacional y por el Banco Mundial, la aper-
tura económica necesaria a la globalización, han am-
pliado las brechas entre el Norte y el Sur. Las primeras a
través de medidas tendientes a disminuir en forma drás-
tica la inversión social para facilitar el pago de la deuda
externa, las segundas, como mecanismo de las poten-
cias de expansión de sus mercados.
El empobrecimiento incluso de las capas medias de
las naciones latinoamericanas y de las clases trabaja-
doras de los propios países desarrollados, en virtud del
desempleo estructural y del desmonte del estado de bien-
estar ya no es un secreto para nadie. El quebrantamien-
to del estado de bienestar en los países ricos y del esta-
do social en las naciones del sur, deja fuera cualquier
consideración sobre la carga pensiona] a la cual aluden
algunos analistas del comportamiento demográfico. Los
análisis demográficos son incompletos cuando estos
hechos claves, tanto económicos como políticos, que-
dan fuera de la reflexión.
68
América Latina es un ejemplo de la mezcla de dos
tendencias en apariencia opuestas: cambios demográ-
ficos y empobrecimiento. El proceso de envejecimiento
de la población como en el caso de Argentina, ha esta-
do acompañado de un fuerte empobrecimiento. Allí coin-
cidieron el rápido aumento de la población de grupos
etarios avanzados y el consiguiente aumento de la po-
blación pasiva, con la pauperización de las capas traba-
jadoras y medias, desde mediados de los años noventa.
Así ingresan nuevas capas sociales a condiciones de
pobreza, se deterioran los servicios de salud y se agudiza
la crisis de los sistemas de previsión social al mismo
tiempo. Las personas de edad avanzada deben enfren-
tar problemas de orden social y económico derivados
de su propio proceso de envejecimiento y del tratamiento
marginal que la sociedad da a los viejos.
En la mayor parte de los casos con la mengua de las
facultades físicas y las nuevas exigencias en el campo
del trabajo, los viejos se ven forzados a salir de la vida
laboral activa con lo cual el debilitamiento físico conflu-
ye con el debilitamiento social.
La reducción de los lazos familiares, la soledad, el
aislamiento, el decaimiento de la autoestima, afectan su
salud física y mental. Además enfrentan la disminución
del poder adquisitivo de sus ingresos por el aumento de
las tarifas de los servicios públicos, de los impuestos y
de los productos de la canasta básica familiar. La situa-
ción de Argentina puede ser un espejo para otros países
latinoamericanos que sufren circunstancias semejantes.
Puestas así las cosas, las causas y consecuencias de
z: las tendencias internacionales demográficas europeas
no pueden extrapolarse al resto del mundo.
69
 4.2 Crecimiento poblacional y las teorías sobre
el desarrollo económico
La trascendencia económica de la población es enor-
me y fue a partir de la famosa teoría sobre La ley de la
población de Robert Malthus (1798), que ha sido reco-
nocido de esa manera. Los tratadistas han señalado el
papel trascendental de la población en el campo econó-
mico ya que del número de habitantes y su composi-
ción, depende la fuerza de trabajo y el nivel de consu-
mo, dos elementos fundamentales para determinar la
capacidad productiva de una nación.
A ello hay que añadir que la investigación demográ-
fica tiene por función conocer la influencia de los sala-
rios y del estrato social sobre el número de hijos. Sin
embargo, las predicciones que hiciera Malthus no han
llegado a cumplirse, por ejemplo, entre las 15 naciones
más pobladas del planeta señaladas antes, se encuen-
tran tanto las naciones de mayor poderío económico
(Estados Unidos, Rusia), como naciones pobres (Nige-
ria, Pakistán, Bangladesh, Etiopía), y naciones en vías
de desarrollo (Brasil, México).
La población constituye un factor importante de de-
sarrollo pues representa por un lado, el motor de la pro-
ducción y, por otro, el fundamento del mercado nacio-
nal. Esto es claro, pero el concepto de desarrollo no lo
es. En los medios académicos económicos y de las cien-
cias sociales, los conceptos de desarrollo y subdesarro-
llo han sido tópicos frecuentes de discusión.
Es importante comenzar por decir que el concepto
de desarrollo es de carácter eurocéntrico, es decir, se z
- Estas concepciones establecen un diagnóstico y una
originó en Occidente, además incluye innumerables fa-
cetas y se puede examinar desde ángulos muy diversos. g o solución: destacar la pobreza implica una política de
70
La problemática del subdesarrollo consiste en un con-
junto complejo de variables que se traducen en desigual-
dades enormes entre riqueza y pobreza, en estancamien-
to y retraso respecto de otros países, en dependencia
económica, política, tecnológica y cultural.
De manera que el desarrollo estaría compuesto por
esas variables pero tomadas como sus opuestas: mayor
igualdad y equidad entre riqueza y pobreza, capacidad de
liderazgo económico respecto de los demás países, inde-
pendencia económica, política, tecnológica y cultural.
Algunos prefieren hablar de "países pobres", en lu-
gar de "subdesarrollados", en tanto en ellos prevalecen
protuberantes diferencias estructurales entre la distri-
bución del ingreso, también existentes entre las nacio-
nes. Quienes hablan de "subdesarrollo" ven el fenóme-
no corno una condición institucional característica de
una etapa en el proceso histórico.
Los que prefieren la expresión "países en vías de
desarrollo", colocan el énfasis en las potencialidades de
aprovechamiento de la productividad de una sociedad.
Éstas dos últimas suponen que se puede de alguna for-
ma superar dicha condición. Enfatizar en la "dependen-
cia" es suponer que existen características asimétricas
de las relaciones económicas, tecnológicas y políticas
entre países pobres y ricos.
Cuando se habla de "países no industrializados" se
acentúa la importancia de la industrialización como fac-
tor causal del proceso de desarrollo. Cada una de éstas
presupone en qué sentido se debe actuar para alcanzar
el desarrollo.
71
 redistribución internacional e interna del ingreso, el sub-
desarrollo lleva a la necesidad de cambiar las estructu-
ras e instituciones que mantienen esta situación, la con-
cepción de países en vías de desarrollo busca generar
mayor educación, formación de la mano de obra y apli-
cación de la tecnología moderna, la teoría de la depen-
dencia supone modificar las relaciones asimétricas en-
tre los países y fortalecer el sistema nacional. Asimis-
mo, cada una se refiere a una etapa histórica específica
en la cual se diagnosticaron esas, como causas últimas
de la situación.
La evolución del mundo de los últimos dos quinque-
nios ha puesto en evidencia las limitaciones de las teo-
rías del desarrollo de épocas anteriores, incluida la teo-
ría dependentista en boga en América Latina durante
los años sesenta y aún en los setenta.
Desde los sesenta se ha venido gestando una cre-
ciente insatisfacción frente a la capacidad de los Esta-
dos para llevar a cabo mejoras significativas en la cali-
dad de vida de los ciudadanos no sólo en el Tercer Mun-
do hoy denominados países del Sur, sino incluso en el
Norte, o mas bien particularmente en éstos, más acos-
tumbrados a una vida en alto grado protegida desde el
punto de vista social.
Luego de la guerra fría y con la preeminencia del
discurso globalizador, la discusión se centró en pregun-
tas básicas como: ¿Es posible para los países pobres el
desarrollo económico pese a las trabas de diversa índo-
le impuestas por las potencias del Norte a través de la
Organización Mundial del Comercio, OMC? ¿Cómo han
incidido las políticas impuestas por el Fondo Monetario
Internacional y el Banco Mundial sobre la pobreza y la
desigualdad entre países ricos y pobres? Entre otras.
72
Durante los últimos años la pobreza y estancamien-
to económico de las naciones tercermundistas se han
extendido en lugar de disminuir. Ello implica una revi-
sión crítica de todas y cada una de las teorías y de las
p)liticas derivadas de aquéllas. El debate acerca de las
teorías sobre el desarrollo económico, parece volver a
la arena internacional.
Como consecuencia de la universalización del co-
mercio, la formación de capital humano y los cambios
institucionales, continúan estando a la orden del día,
tanto como la necesidad de mejorar las condiciones so-
ciales de los menos favorecidos a través de la lucha con-
tra la pobreza y la búsqueda de equidad en los ingresos;
esta vez ya no se trata de colocar el énfasis en asuntos
corno la infraestructura y los transportes, tampoco de
buscar las soluciones en el ámbito interno de las nacio-
nes.
El empobrecimiento creciente de los países e incluso
de algunas capas de los países desarrollados, ha puesto
en cuestión todas y cada una de las orientaciones políti-
cas y de los modelos económicos estatuidos por los or-
ganismos internacionales. Contrario a lo esperado, el FMI,
el BM y la OMC han impuesto el pago obligado de una
deuda externa galopante, cuyas condiciones han sido
onerosas sobre todo para los estratos de menores recur-
sos, con lo cual han generado desempleo y subempleo y
una progresiva concentración de la riqueza.
Los países menos desarrollados, aquellos que en vir-
tud de la supremacía de los otros han sido objeto desde
su descubrimiento y posterior colonización hasta hoy,
de la injerencia constante del lado desarrollado de Oc-
cidente, han sido los más afectados. Esa es una realidad
que no podemos obviar.
73
 Por supuesto que por la entronización de los mode-
los sociales, políticos y económicos del norte, América
Latina ha constituido una forma de vida muy semejante
a la de estos países; pero esa influencia y consecuente
semejanza es mayor para las capas privilegiadas; a me-
dida que bajamos en la escala social, las diferencias se
hacen cada vez más marcadas. Hasta ahora la pobreza,
la exclusión y la antidemocracia está más extendida en
nuestros países que en los del norte.
La represión política y el subdesarrollo económico
han ido de la mano en la mayoría de los países latinoa-
mericanos. Estas sociedades se han caracterizado a tra-
vés de la historia por la exclusión política, la discrimi-
nación étnica, la injusticia social, el terrorismo de Esta-
do, la frustración de las esperanzas de cambio, proyec-
tos revolucionarios armados fallidos, utilización conti-
nua de la violencia por parte de los insurgentes, surgi-
miento de autodefensas (denominadas también manos
negras o escuadrones de la muerte), implicación de la
población civil como víctima, entre otras más. Se puede
hablar en esos términos de un país y parece que se des-
cribiera la realidad de muchos de ellos.
Dicho escenario coincide en los últimos años con el
de una nueva etapa de expansión del capitalismo. Esta
corriente imparable ha adquirido un nuevo cariz en donde
los asuntos económicos se mezclan con los ideológicos
a favor de los ganadores indiscutibles de la guerra fría:
Estados Unidos y las corporaciones multinacionales.
El nuevo modelo globalizador, concepto utilizado por
las grandes potencias, ha recurrido a las estrategias de
la ideología del neoliberalismo para legitimar la apertu-
ra de las economías nacionales, la privatización de las
empresas, la flexibilización de la mano de obra, los ajus-
74
tes estructurales, las reformas constitucionales, con el
fin de abrir las compuertas sin condición a la acumula-
ción capitalista ahora a escala planetaria.
Los resultados son evidentes: la desindustrialización,
la quiebra del campo, la conversión de productores a
consumidores de excedentes, la simultánea prolifera-
ción de los conflictos armados internos, la expansión
de la pobreza y la desigualdad social en el Tercer Mun-
do, pese a la caída del Muro de Berlín y al colapso de la
Unión Soviética factores señalados como claves para la
democratización del mundo.
El desmonte de los Estados de bienestar en los paí-
ses del norte y el acabóse de los Estados sociales en el
sur, son dos fenómenos coadyuvantes del plan expan-
sivo. La desregulación de las relaciones internaciona-
les, de la inversión extranjera, la liberalización de los
mercados y de las políticas económicas a nivel mundial
tienen por objeto la obtención de la mayor ganancia fac-
tible por encima de los costos sociales, al menor plazo
posible.
Antes de la reorientación de la política internacional
estadounidense luego de los atentados terroristas del 11
de septiembre del 2001, se creyó asistir, con el fin de la
guerra fría, a la conformación de una sociedad mundial
auténtica basada en la afirmación de los intereses co-
munes y solidarios entre Estados. Se creyó que la diná-
mica de interdependencia compleja entre las naciones,
daría lugar a la universalización y globalización de la
sociedad internacional o planetaria que generó la crisis
del modelo clásico del Estado-nación y por ende el debi-
litamiento de la distinción entre lo interno y lo interna-
cional, lo cual dio lugar a la necesidad de perseguir nue-
vas formas de organización política, económica y social. 75
 Por otro lado, se pensó haber llegado a un proceso
de reemplazo del conflicto por el de la cooperación en
el orden mundial, comprendido como la sustitución del
bilateralismo (relación única entre dos partes) y unila-
teralismo (imposición de una parte sobre las otras) por
el multilateralismo (relación de igualdad entre todas las
partes). Pero los acontecimientos violentos probaron
luego lo erróneo de esas aspiraciones.
Algunos analistas han llegado a la conclusión según
la cual las fuerzas del mercado, la globalización y los •
conflictos violentos se relacionan, no obstante que los
conflictos en estos países iniciaran antes de ese proce-
so económico. Sin embargo, su reproducción o exacer-
bación sí podría tener alguna conexión con el fenóme-
no de la globalización. Varios estudios nos indican que
la globalización incidió en la disolución de las estructu-
ras tradicionales sociales, políticas y económicas, esto
erosionó el capital social más que los propios conflictos
aparecidos antes de la imposición del modelo.
Pero si las condiciones de miseria de buena parte
del planeta subsisten, es obvio que las políticas antina-
talistas puestas en práctica desde hace varias décadas
en nada han podido aliviar esas circunstancias. El con-
trol poblacional es una medida demasiado simplista y
no representa una verdadera solución a los problemas
estructurales padecidos por la inmensa mayoría de los
habitantes del planeta.
Lo planteado no es un impedimento en el curso ya
trazado por las orientaciones internacionales; es muy
probable que las políticas antinatalistas sigan impul-
sándose a cambio de la lucha contra la pobreza y la in-
equidad, es el medio más barato, más simple y menos
riesgoso. Oculta las causas y las consecuencias sociales ó
76
y humanas hasta el punto en que al final debamos asu-
mir el problema por la raíz.
4.3 La migración internacional
La migración de forma general es conceptualizada
como el desplazamiento con traslado de residencia de
los individuos desde un lugar de origen a un lugar de des-
tino; implica atravesar los límites de una división geo-
gráfica. Para el caso de la migración internacional, esos
límites son de orden nacional, de un país a otro. Esta no-
ción excluye poblaciones nómadas, desplazamientos tem-
porales, tránsito, turismo, desplazamiento por salud, por
educación, cárcel y desplazamiento forzado (refugio).
Los movimientos de personas de un lugar a otro
siempre han existido. Desde el descubrimiento de Amé-
rica a finales del siglo XV, los europeos han emigrado e
instalado en territorios que colonizaron. Los movimien-
tos espaciales se han dado desde tiempos prehistóricos,
pero fue en el siglo XIX que pudieron ser estimados.
En la segunda mitad del siglo XIX, el volumen de la
migración internacional aumentó tanto que algunos go-
biernos encontraron necesario introducir controles so-
bre la cantidad y calidad de los flujos de migrantes, lo
cual condujo a colocar mayor atención a este fenóme-
no. Pese a ello las estadísticas sobre migración interna-
cional continúan siendo poco certeras.
De igual forma resulta clave conocer hasta dónde la
inmigración incide sobre las demás variables demográ-
ficas del país receptor, pero las distintas aproximacio-
nes teóricas resultan también muy disímiles. Los inmi-
grantes provienen de lugares tan diferentes cuyas cul-
turas y comportamiento reproductivo diverso hacen di-
ficil cualquier análisis general. 77
 Sin embargo, es posible mostrar las diferencias en-
tre migrantes y nativos en términos de la composición
por edad, sexo, situación de la familia, nivel de ingreso,
fecundidad entre otras. La inmigración, es un hecho,
influye sobre varios aspectos tanto demográficos como
poblacionales, económicos, sociales y culturales de la
nación receptora. Por otra parte se sabe que un país
pobre que sufra desempleo puede beneficiarse bastante
por el ingreso de fondos de sus nacionales en el exte-
rior.
Con la eclosión del crecimiento en los países en de-
sarrollo, los flujos intercontinentales de personas cam-
biaron de sentido, de las zonas menos desarrolladas a
las de mayor progreso. Durante el siglo XX el volumen
de las transferencias de población ha sido considerable
sobre todo a causa de las grandes guerras mundiales y
de las crisis económicas profundas. Esta tendencia con-
tinua hoy en día cuando no sólo se emigra por razones
económicas; la desestabilización política y social de
muchos países que sufren conflictos armados internos,
es el origen de gran parte de la emigración.
Una de las características especiales de los migran-
tes es la alta proporción de personas económicamente
activas. Con la ampliación de la brecha entre países ri-
cos y países pobres durante las últimas décadas, la mi-
gración de los últimos hacia los primeros se ha extendi-
do.
Por otro lado, a partir de la caída de la fecundidad y
del consiguiente efecto sobre el envejecimiento de las
pirámides de edad de los países desarrollados, la inmi-
gración parece convertirse en la solución. Los inmigran-
tes casi siempre pertenecen a edades laborales y su ju-
ventud permite equilibrar el descenso de la población.
78
A pesar de las barreras cada vez más fuertes instituidas
por los países desarrollados para impedir la libre circu-
lación de las personas, la afluencia de inmigrantes ha-
cia los Estados Unidos durante los últimos 15 años ha
alcanzado niveles tan altos corno en la postguerra.
Eni 1990 la inmigración neta, esto es, tanto la legal
como la ilegal, ascendió a las 800 000 personas por año.
Luego de la caída del Muro de Berlín, en 1992, la inmi-
gración neta hacia Alemania alcanzó la misma cifra de
800 000 anuales.I6
En los países que alcanzan una alta tasa de natali-
dad y un rápido crecimiento de la población, la emigra-
ción aumenta de manera radical. Casi siempre ese pro-
ceso ocurre cada 20 años, pues las personas a esa edad
son mucho más móviles, el resultado es el desplaza-
miento de miles de ellas quienes buscan atravesar los
controles de inmigración a cualquier precio, por las fron-
teras más apetecidas (hacia Estados Unidos y Europa).
La inmigración puede paliar el envejecimiento pero
no evitarlo, pues, los inmigrantes por obvias razones
también envejecerán. Estos tienden al inicio a tener las
mismas tasas de fecundidad de sus países de origen pero,
tarde o temprano esas tasas se asemejarán a las del país
receptor, con lo cual confluyen con las del nivel nacio-
nal.
La inmigración dinamiza en gran proporción las eco-
nomías de las naciones ricas como en el caso del esta-
do de California en los Estados Unidos, donde los inmi-
grantes latinos han logrado subir los niveles de produc-
tividad e ingreso de dicho estado. Por otra parte, es evi-
Paul Wallace. El seismo Demográfico. Op., Cit., Pág 41
'6
79
 dente que a menudo esa mano de obra inmigrante está
por debajo de los niveles de calificación de la nativa,
por lo que se requieren medidas tendientes a mejorar
desde su conocimiento del idioma hasta su incorpora-
ción a las instancias de educación, formación técnica y
su salud. Estas necesidades son vistas como un costo
que los países receptores no están dispuestos a pagar.
La realidad es que las naciones ricas y dentro de ellas
ciertos sectores políticos, se muestran contrarios a la
inmigración. La consideran atentatoria de su identidad
cultural, o simplemente le achacan la causa de los índi-
ces de desempleo y de la baja de salarios (los inmigran-
tes, en especial los ilegales, reciben salarios que se en-
cuentran muy por debajo de los pagados a los nativos).
Aunque estas sean razones más ideológicas que reales,
de ordinario esa hostilidad se convierte en xenofobia y
termina por generar incluso agresividad y violencia físi-
ca contra los considerados inferiores.
Esas manifestaciones de hostilidad contra los inmi-
grantes son frecuentes en Gran Bretaña, Suecia, Espa-
ña, Alemania y Estados Unidos. En algunos países son
menos intensas, pero en otros se hacen sistemáticamen -
te más fuertes, en particular durante las campañas polí-
ticas, cuando algunos sectores políticos radicales ba-
san sus programas en la severidad de medidas contra la
inmigración, con lo cual agudizan sentimientos nacio-
nalistas proclives a causas totalitarias.
Por último, hay que dejar de manifiesto que los mi-
grantes no son pobres por definición o buscan siempre
un empleo. Hasta los más ricos pueden migrar para en-
V(). UNTT O
contrar mejores oportunidades, la clase media migra a
veces atraída por empresas multinacionales. La migra-
ción además implica altos costos económicos, sociales
80
y culturales. Sin embargo, la mayoría lo hace para bus-
car oportunidades de mejoramiento de la vida y ello
implica mayoritariamente a quienes son excluidos del
desarrollo en sus países de origen.
Ciencia y población
Él ritmo de innovación del cambio tecnológico tiene
efectos universales así sean fenómenos restringidos en
tiempo y espacio y a un subconjunto de sociedades his-
tóricas. La sociedad acumula dichos beneficios y los
adopta. Aunque el crecimiento de la ciencia no es nece-
sariamente parte del proceso económico, el progreso
científico sí tiene capacidad de transformar las estruc-
turas de ese ámbito y del contexto social.
Joseph Schumpeter, el escritor más influyente del
cambio tecnológico, valoró que la innovación tecnoló-
gica producto de la ciencia, constituye la variedad más
importante, aunque no la única, del motor del desarro-
llo económico en el sistema capitalista.
Es un hecho que muchos productos de la ciencia tie-
nen todo que ver con el decrecimiento de la población.
Esta influencia no sólo ha sido directa como los méto-
dos anticonceptivos, sino indirecta mediante aquellos
descubrimientos que terminaron cambiando el estilo de
vida de los seres humanos a lo largo de la era moderna.
Las máquinas que han hecho más liviano el trabajo,
han permitido la entrada de las mujeres en el ámbito
laboral en una forma masiva; a la vez cambiaron en cier-
to grado la manera de pensar acerca de la capacidad y
destreza de ellas para las labores remuneradas y fueron
81
 básicas en ese mismo proceso al acortar el tiempo dedi-
cado a las labores domésticas.
Por otra parte, todos los descubrimientos para con-
trolar la población se han orientado hacia la sexualidad
femenina y a fomentar una nueva conducta de las mu-
jeres. La antigua economía doméstica preparaba a las
mujeres para ser madres, dedicarse al hogar y al cuida-
do de los hijos; la nueva las indujo a vincularse a la ac-
tividad laboral remunerada con lo cual se redujo la tasa
de fecundidad.
La relación entre fecundidad y el nuevo rol de las
mujeres fue un descubrimiento de los estudios de po-
blación. La píldora representó para las mujeres la po-
sibilidad de escoger entre ser madres o no, a diferencia
de épocas anteriores en las cuales la maternidad era un
asunto de destino.
Pero en tiempos pasados también existieron meca-
nismos de reducción de la natalidad menos sofisticados
y no obstante efectivos: la reducción del número de ma-
trimonios, el rechazo de los hijos ilegítimos, el alarga-
miento del periodo de lactancia, el coitus interruptus, el
celibato, etc.
En los periodos de crisis económicas, el alto nivel de
desempleo obligó a dejar de contraer matrimonio con
lo cual la tasa de natalidad bajaba. De manera opuesta
al aumento del nivel de vida en tiempos de auge, en los
países desarrollados la fecundidad también bajó pero
por otras razones: el costo de mantenimiento de los hi-
jos bajo circunstancias que requerían mayor nivel de
educación para competir en el mercado laboral, o bien
porque las mujeres consideraron que tener hijos les im-
pedía captar ingresos de su trabajo fuera del hogar (pér-
dida de oportunidades).
82
La transformación de la familia ha obedecido en parte
a la aplicación consciente de una política de control
demográfico a través de la utilización masiva de los
métodos de planificación familiar, así el capitalismo pe-
netró esferas que se creían intocables como la vida pri-
vada de los individuos.
El Banco Mundial expandió el argumento según el
cual la demanda cada vez mayor de servicios públicos
era imposible de cubrir sin un estricto control de la na-
talidad. El cálculo del tamaño de la población, con el fin
de ejercer un control más eficaz sobre el crecimiento
demográfico, junto a las posibilidades técnicas de todo
tipo gracias al nivel de conocimiento científico sobre el
proceso de gestación del ser humano y sus causas y, la
masificación de esas técnicas anticonceptivas, tuvo su
origen en el occidente capitalista y luego se extendió a
oriente como China y Japón.
Pero a su vez las condiciones económicas y sociales
influyen y son influidas por el progreso del trabajo in-
dustrial, por el desarrollo de las ciudades, circunstan-
cias que son coexistentes con el proceso de moderniza-
ción.
En realidad, el descenso de la natalidad en Europa
comenzó mucho antes del perfeccionamiento y masifi-
cación de las técnicas contraceptivas. Dicha declinación
se originó gradualmente en el siglo XIX con la consoli-
dación de la revolución industrial, para unos países más
temprano, para otros más tarde, pero de todas maneras
mucho antes y más gradual que para el Tercer Mundo, y
con otra gran diferencia: la industrialización que gene-
ró el elevado desarrollo económico, científico, técnico y
social.
83
 El crecimiento de las ciudades y los
cambios en el estilo de vida —por
ejemplo el interés de las capas medias
en el ascenso social—, empezaron a
reñir con el mantenimiento de una fa-
milia numerosa. Las mujeres ya influi-
das por la vida urbana transformaron
su condición, función y actitud gracias
a una más alta escolaridad, al desa-
Las máquinas
rrollo de sus derechos y de su inde-
que han hecho
pendencia personal. La mayor partici-
más liviano el
pación en el empleo remunerado faci-
trabajo, han
litada por el crecimiento industrial, le
permitido
generó a la mujer nuevos roles eco-
la entrada de las
nómicos que entraron en conflicto con
mujeres en el
su función reproductiva y de crianza
ámbito laboral
de los hijos.
en una forma
masiva; a la vez
cambiaron en De esta forma, la industrialización
cierto grado basada por supuesto en los avances
la manera de de la ciencia y de la técnica en gene-
pensar acerca ral, se relaciona directamente con el
de la capacidad nuevo papel de las mujeres; de éstas
y destreza de dependió en gran parte la declinación
ellas para las de la fecundidad y por ende del creci-
labores miento poblacional. La denominada
remuneradas. "revolución silenciosa" de la mujeres,
apoyada por la contribución científica
y la aplicación técnica de los medios
de planificación familiar y coadyuvada
por las nuevas condiciones modernas.
del capitalismo, determinó en últimas
la orientación del crecimiento pobla-
cional.
84
5.1 El impacto de la ciencia
Por supuesto el primer impacto fuerte y directo de la
ciencia sobre la conducta demográfica, fue el descubri-
miento de los métodos de planificación familiar con base
en diversos descubrimientos científicos acerca del fun-
cionamiento de la sexualidad y la concepción. La píldo-
ra fue la primera en entrar como mecanismo contra-
ceptivo consciente y su uso se extendió por todo el mun-
do.
Luego vinieron otros métodos: las espumas esper-
micidas, los dispositivos intrauterinos, los implantes
subdérmicos de hormonas, las inyecciones, la vasecto-
mía, el condón y la ligazón de trompas e incluso se ge-
neraron sistemas abortivos sofisticados. A ello es nece-
sario añadir todos y cada uno de los descubrimientos
que facilitaron la erradicación de muchas enfermeda-
des, que alargaron la esperanza de vida y bajaron los
índices de mortalidad.
Como resultado no esperado se alargó la longevi-
dad aunque hayan aparecido nuevas causas de mortali-
dad como el SIDA o que resurgieran otras como la tu-
ber'culosis. En la actualidad la medicina y la ciencia se
ocupan más que nunca de la investigación sobre el en-
vejecimiento a través de la relación entre genética y en-
vejecimiento.
• También la bioquímica se ha dedicado a ese campo
investigativo. Además se han establecido varias conexio-
nes entre factores productores de envejecimiento y aque-
llos que producen longevidad (genes matusalenos,
oxidantes, radicales libres, dietas bajas en calorías, etc.).
Enormes hallazgos están ad portas de realizarse y
de transformar el mundo mediante la práctica de una
85
 medicina distinta de la conocida; éstos avances se en-
cuentran en los campos de la genética, la biología, la
neurociencia, la informática y la ingeniería biológica. Por
supuesto se espera que ellos logren erradicar los pro-
blemas cardiovasculares, el cáncer e inmunizar contra
la hepatitis entre otras. No obstante, su alcance va más
allá, y las investigaciones podrán descubrir en buena
medida la articulación entre la salud y la enfermedad.
5.2 Avances y paradojas (contaminación y alimen-
tos)
El triunfo, aún no completo, del hombre sobre la
naturaleza y la supuesta oposición entre ambos, ha traí-
do consecuencias peligrosas para el ecosistema en el
cual vivimos; ya no hay lugares nuevos que descubrir y
cada nueva conquista de la naturaleza puede voltearse
contra nosotros mismos. Hemos descubierto que el pro-
greso no es necesariamente compatible con la vida, y
ésta es la principal paradoja a la cual hemos llegado.
En 1992, organizaciones de la sociedad civil y go-
biernos se reunieron en Río de Janeiro, Brasil, durante
la denominada "Cumbre de la Tierra", para evaluar las
actuales amenazas ecológicas más graves: el cambio
climático, la erosión de la biodiversidad, la disminución
y contaminación del agua, y la acumulación de los resi-
duos tóxicos, fueron señaladas entre las más importan-
tes.
Tanto allí como en otros encuentros posteriores, se
llegó a la conclusión de que la globalización y el libre
comercio había anulado los avances en cuanto al me-
0VIII.UNTA ll
dio ambiente, habían aumentado las presiones sobre éste
OVf1LUN
y engendrado nuevos riesgos ecológicos como la pro-
ducción de organismos modificados genéticamente» ,
86
El nuevo milenio ha iniciado con la ignorancia cons-
ciente o inconsciente sobre los peligros ecológicos que
han llevado la vida al límite: desregulación de la protec-
ción ambiental, destrucción de modos de vida ecológi-
camente sostenibles en el Tercer Mundo, cuyos habi-
tantes se han convertido en refugiados ambientales.
Los países pobres son las víctimas principales de la
destrucción, desviación y apropiación arbitraria de sus
ecosistemas para explotar recursos naturales o arrojar
residuos de todo tipo por parte de las empresas multi-
nacionales de Occidente, apoyadas por los gobiernos
más poderosos del planeta, con el fin de conservar el
poder económico del norte.
En el mundo globalizado, la liberalización del co-
mercio es la potencia económica que determina el po-
der y el control sobre los recursos. Éstos pasan de ma-
nos de los pobres a las de los ricos, la contaminación se
traslada de los ricos a los pobres y el resultado de todo
ello es lo que llama Vandana Shiva "el apartheid am-
biental a escala mundial".
Shiva plantea que un kilo de alimentos transportado
a todo el mundo genera 10 kilos de CO2. Según la Uni-
versidad alemana de Kassel, la producción no local de
alimentos crea de 6 a 12 veces más CO, que la produc-
ción local. Asimismo se evalúa que los países industria-
lizados han arrojado a la atmósfera mundial el 90% de
las emisiones de CO2.
En la antigua Alemania Occidental, el consumo de
energía primaria creció en 85% entre 1960 y 1980; un
e
17 Vandana Shiva. ‹‹El mundo en el límite», en: En el límite.
La vida en el capitalismo global. Will Hutton y Anthony Giddens.
71-ad. María Luisa Rodríguez Tapia, TUsquets Editores, Barcelona,
España, 2001, pág. 163.
87

ciudadano norteamericano genera 25 veces más emi-
siones anuales de CO2 que uno de la India. El efecto in-
vernadero se origina también en el mundo industriali-
zado, pero las consecuencias son desiguales para el Sur.
Leves cambios climáticos pueden ser catastróficos para
la agricultura de las naciones pobres.
De otro lado, el mundo está al borde de destruir el
ciclo natural planta-semilla que sostiene la vida en el
planeta. La tecnología de las semillas terminator, en prin-
cipio planeada para combatir el hambre, se ha converti-
do en una aplicación comercial que dará al traste con la
aspiración de la seguridad e independencia alimentaria
del Tercer Mundo. 18
La ingeniería genética introduce riesgos ecológicos
nuevos mediante la cadena alimentaria; los cultivos
manipulados genéticamente (soya, maíz, algodón, pa-
tata), se empezaron a producir en todo el mundo sin
probar aún sus efectos sobre la salud humana. No obs-
tante, algunos han corroborado que éstos reducen la
biodiversidad, tienen repercusiones ecológicas y efec-
tos negativos para la salud de los consumidores, al tiem-
po que afectan su nutrición. Desde el punto de vista de
Vandana Shiva:
"La fuente del 70% de los alimentos del mundo sigue
estando en las pequeñas explotaciones, y el 70% de los
campesinos de todo el mundo son mujeres. Sin embargo,
esos millones de proveedores de comida quedan eclipsados
por un puñado de empresas que aseguran que pueden
alimentar al mundo y necesitan tener más libertad
de comercio para poder alimentar a más gente."
's Las scmillas tenninator no producen semillas nuevamente
pues generan una sola cosecha y con ella se agota el ciclo de
reproducción. Estas semillas serán monopolio
de unas cuantas empresas multinacionales.
88
.1
A ello se suma el derecho de las multinacionales a
comerciar libremente a escala planetaria en tanto, se
niega el derecho de los consumidores a obtener alimen-
tos seguros, suficientes, a escoger y a conocer sus con-
secuencias. Entre éstas estarían:
• Efectos tóxicos y alergénicos.
• Aumento del uso de pesticidas tóxicos.
• Propagación de genes de resistencia a antibióticos.
• Propagación de la virulencia de agentes patógenos.
• Posibilidad de engendrar nuevos virus y bacterias.
• Posible infección de células después de la ingestión
de alimentos.19
Ahora bien, la escasez de agua representa otro de
los problemas hacia futuro. Aproximadamente más de
mil millones de personas carecen desde ahora de acce-
so a este recurso. Según algunas predicciones, en el 2025
dos tercios de la población mundial sufrirán la misma
situación.
La crisis social y ambiental obliga a proponer unos
límites ambientales para la protección de la superviven-
cia humana.
E Conclusiones: ¿Hacia dónde vamos?
Según el Informe de Desarrollo Humano de 1992 pu-
blicado por las Naciones Unidas, el 20% más rico del pla-
neta obtiene un ingreso 150 veces superior al del 20%
más pobre. Los 50 países más pobres del mundo con el
20% de la población, sólo perciben el 2% del ingreso
' 9 Vandana Shiva. «El mundo en el limite», en : En el límite.
La vida en el capitalismo global. Will Hylton y Anthony Giddens.
Op., Cit., pág 176.
89

mundial. En contraste, el 20% de los países entre los que
• están los más ricos, percibe el 83% del ingreso mundial.
Entre 1960 y 1991 la distancia entre los ingresos glo-
bales de unos y otros se duplicó; los segundos reciben
61 veces más ingresos que los primeros. En 1993, de los
23 000 millones de dólares del Producto Interno Bruto
mundial, 18 000 millones pertenecían a los países in-
dustrializados y 5 000 millones a los países en desarro-
llo donde vive el 80% de la población global,".
Las estadísticas actuales del Programa de las Nacio-
nes Unidas para el Desarrollo, PNUD, muestran que cada
24 horas un billón de dólares se traslada de un país a
otro y 13 billones son capital especulativo o financiero
que representa el 50% del PIB mundial estimado en 25
millones de dólares. Por cada dólar que produce bienes
y servicios, al menos 50 salen del capital financiero.
Además de lo anterior, los países latinoamericanos
han pagado en promedio 700 000 millones de dólares
por concepto de deuda externa a los países industriali-
zados en menos de una década. En el 2002, la deuda
externa de estos países ascendía a 760 000 millones de
dólares.
Estos procesos económicos fueron posibles gracias
a la imposición del modelo globalizador, y a las políti-
cas privatizadoras y de apertura del Banco Mundial. En
los años noventa se dijo que la apertura, el desmonte de
los aranceles, el libre juego comercial ye! endeudamien-
to externo, eran esenciales para lograr el crecimiento
económico, la reducción del desempleo, la elevación de
20
Memorias Seminario »Alternativasy Acciones en la lucha
contra el ALCA». Comité Colombia de Lucha contra el ALCA,
Bogotá, Colombia, 2003, pág 5.
90
los salarios y el fin para la inserción consolidada en el
mercado mundial. La realidad de hoy es muy distinta de
la prometida una década atrás.
Uno de los sectores más afectados por la apertura
de las fronteras de los países tercermundistas a los pro-
ductos extranjeros, fue el agrario. Estos cultivadores de
cereales fueron acusados de sobreprotegidos e inefi-
cientes; se redujeron entonces los aranceles para la im-
portación de alimentos, se desmontaron los precios de
sustentación para los productos agrícolas en todos es-
tos países; de ahí que los pequeños y medianos agricul-
tores fueran obligados a competir con los productos
importados y subsidiados de las economías más fuertes
del planeta. Con ello se quebrantó la aspiración a la se-
guridad alimentaria de los países más pobres.
A través de tal política, se redujo de manera radical
la capacidad de dichas naciones para resolver las nece-
sidades básicas alimentarias de sus pobladores, y por
supuesto, las posibilidades de desarrollo tecnológico
agrícola. Según la analista Consuelo Ahumada:
"Mientras que en los países subdesarrollados se arruina la
producción agraria nacional, Estados Unidos se afianza como
primer productor y exportador mundial de cereales. En 1994
exportó el 38% del trigo, el 64% del maíz, cebada, sorgo y
avena, el 40% de la soya, el 17% del arroz y el 33% del algo-
dón, y esta tendencia se mantiene hasta el presente, cuando
además es líder absoluto en cultivos transgénicos en el mundo.
La producción y comercialización del 95% de los alimentos en
ese país, se encontraba en el mismo año en manos de grandes
multinacionales y sólo dos compañías, Cargill y Continental,
controlaban el 50% de las exportaciones de granos."21
2' Ve Consuelo Ahumada. «EL ALCA y la integración Andina»,
en: Memorias Seminario »Alternativas y ACCiOneS en la lucha
contra el ALC.A». Comité Colombia de Lucha contra el ALCA, Bogotá,
Colombia, 2003, pag 37.
91
 w

I.
 Las naciones más poderosas del planeta van en
contravía de las condiciones impuestas por la OMC en
asuntos relativos a los subsidios y protección del sector
agrario, al tiempo que imponen el desmonte de los mis-
mos al resto de países. Igual ocurre con la Unión Euro-
pea y Japón los cuales invierten cerca de medio billón
de dólares en subsidios.
La tendencia señalada corrobora que la deficiencia
alimentaria y el estancamiento económico que acom-
pañan la situación de pobreza de las naciones débiles,
no se debe en modo alguno en la actualidad al creci-
miento poblacional de esas regiones. Son las políticas
internacionales conscientemente trazadas por los po-
derosos las causantes del déficit alimentario.
No obstante, ante la pérdida del control y autono-
mía creciente de éstos frente a las orientaciones econó-
micas y poblacionales y pese a las contradicciones con
aquello que han defendido el derecho de todos de defi-
nir sus propias políticas y prioridades, el FMI y el BM
lograron condicionar los préstamos internacionales al
cumplimiento de las condiciones relativas a los límites
del crecimiento poblacional desde mediados de la dé-
cada del setenta, a través de la Conferencia Mundial en
Bucarest en 1974. Esta tendencia se reforzó en la Con-
ferencia de México en 1984 y diez años más tarde en la
de El Cairo en 1994.
Fue en la última cuando el discurso sobre los dere-
chos morales, individuales y de la mujer, fue esgrimido
como el principal argumento en torno al desarrollo y a
© VOLUNTA D
la emancipación de las mujeres. Desarrollo-derechos
individuales y población-desarrollo fueron las divisas
promovidas a partir de entonces.
92
Mientras en Bucarest el derecho de las naciones y la
soberanía de los Estados fueron las banderas, en El Cairo
lo fueron los derechos individuales. Esos derechos se
convirtieron en la base de la libertad de las mujeres por
encima de los intereses de índole nacional. El discurso
feminista no sólo se manipuló en contra de la verdade-
ra raíz de los problemas del Tercer Mundo, sino que su
perspectiva fue empobrecida al limitarla al único hecho
de reducción de la prole. Pero además el éxito de los
planteamientos feministas se debió a una supuesta alian-
za estratégica con los grupos de poder neomalthusianos
norteamericanos.
A partir de informaciones arrojadas por Hodgson y
Cotts Watkins, existen coincidencias ideológicas entre
estos dos movimientos.22 Sin embargo, tal acuerdo ade-
más de ser frágil, se refiere sólo a ciertos grupos femi-
nistas norteamericanos y no a los de otros continentes.
Por supuesto, los programas de salud y control sobre su
propio cuerpo son reivindicaciones fundamentales, pero
la manipulación de las mujeres y la forma inconsulta
como se le atribuyen aspiraciones y deseos para legiti-
mar la reducción del crecimiento de la población, cons-
tituye una orientación de los organismos internaciona-
les para favorecer la versión simplista neomalthusiana
de la antinatalidad.
En suma, el panorama visto nos permite sintetizar
lo siguiente: la población mundial crece y seguirá ha-
ciéndolo en términos absolutos, donde las regiones
menos desarrolladas son las principales aportantes, pero
decrece y continuará orientándose en ese sentido, en
términos relativos, incluidos todos los países tercermun-
distas.
22 Graciela Satrible. Teoría de la población. Op., Cit., págs. 102 y 103.
93
 La tendencia al e-nv-éj ó encabezada por-Ert>
7i'Opalparece ser irreversible y tener consecuencias im-
pféVisibles para las economías del viejo continente.
Las ióii ldbidá l-áhogárMETo de
las ecolTonlías tércermundist:á§coñtriliuiran al •Movi-
mierito-de expulsión de mano de obra, mientras los no
migrantes de las naciones más excluidas, parecen que-
dar condenados a la hambruna y a la dependencia ali-
mentaria en incremento.
Al tiempo, la 113ignátióri,iFiféúnáCijnálpodrá conver-
tirse en un factor central cada vez más favorecido por
las crisis económicas, políticas y sociales, en las cuales
están sumidas muchas naciones del Sur del planeta. Lo
esperable es que en un mediano plazo, esa migración
crezca aún más por encima de los controles estableci-
dos por los países desarrollados.
El aumento de la sinfnigradót:generará polarización
entre quienes la aceptan y quienes la rechazan. Los in-
migrantes extranjeros podrán cambiar no sólo el mapa
étnico sino su propio estatus político, social y económi-
co, a la par que la xenofobia y los discursos racistas al-
zarán el tono contra éstos como parece estar ocurrien-
do, incluso en las sociedades erigidas en la cuna de la
democracia como en el caso de Francia.
Puesto que la pobreza viene acompañada de bajos
niveles educativos, bajo acceso a los servicios de salud
y a la información sobre técnicas anticonceptivas, las
políticas antinatalistas no lograrán contrarrestar sus
efectos sobre la fecundidad ni las costumbres de los
países islámicos que rechazan la liberalidad que impli-
VOLUNTAD
ca el acceso de las mujeres a los métodos de anticon-
cepción.
94
Del mismo modo, la-ealida-d-de-vida:de-b-s-mujeres
se deteriorará como consecuencia del aumento de las
desigualdades sociales y económicas, del desempleo y
dejará de ser la prioridad en muchos países del Sur, a
excepción quizá de América Latina, donde ya existe un
alto nivel de uso de medios de planificación familiar.
El Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida HIV/
ISIDA7z-seguirá siendo un reto crítico sobre todo para las
naciones africanas y asiáticas donde la epidemia afecta a
la población joven y adulta (PEA). Allí ha contrarrestado
la ganancia en la esperanza de vida, la productividad y
quebrantado la capacidad de manejo del sector público.
Los países donde se ha completado la rápida transi-
ción hacia una baja fecundidad, enfrentan la necesidad
de proveer servicios de salud reproductiva apropiados
para su población de adultos jóvenes (América Latina).
Otros como Rusia, deberán resolver asuntos asociados
a las altas tasas de aborto, la mortalidad adulta mascu-
lina y la creciente cantidad de mujeres adultas mayores
sin servicio social, condenadas a caer en la pobreza.
Europa tendrá que asumir el peso de una población cada
vez más vieja y encontrar soluciones a la falta de dina-
mismo económico que ello conlleva.
Cada país enfrenta sus propios retos, pero todos
tienen como prioridad la lucha contra la pobreza, el de-
sempleo, la búsqueda de mejores condiciones de salud,
educación y seguridad social, la defensa de su autono-
mía política, económica y alimentaria. A nivel interna-
cional, además de la pobreza, existen otros problemas
de carácter global como el deterioro ambiental.
La desregulación internacional frente a la protección
del medio ambiente generará mayor polución, defores-
95
 tación y desecho de materiales tóxicos, elementos que
afectarán a nivel planetario, cuyas principales víctimas
serán los países hoy en día menos desarrollados y con-
taminados.
Si las políticas actuales de la Organización Mundial
del Comercio, el Fondo Monetario Internacional y el
Banco Mundial se establecen sin obstáculos, las zonas
rurales y el campesinado del Tercer Mundo se debilita-
rán aún más, se agudizará el proceso de desindustria-
lización y probablemente la mayoría de las regiones
menos desarrolladas se convertirán en meros consumi-
dores de los productos exportados por los países más
fuertes del ámbito internacional.
Por supuesto este será un proceso de larga duración,
pero la tendencia es esa en las Américas, de acuerdo
con las orientaciones políticas de los Estados Unidos
para América Latina, mediante tratados como el del li-
bre comercio para las Américas (ALCA).
Según Immanuel Wallerstein en su libro Un mundo
incierto, la ofensiva neoliberal comenzó en 1971 con la
conferencia en Davos, lugar de encuentro de los países
más poderosos del planeta, directores de los más gran-
des bancos, medios y corporaciones, y dirigentes políti-
cos.
Para mediados de la década de los noventa, la eva-
luación de sus planes no podía ser mejor: la Unión So-
viética desmantelada, los movimientos de liberación na-
cional desacreditados o aniquilados, el discurso socia-
lista reemplazado por el de la globalización, los parti-
dos comunistas convertidos en socialdemócratas y ahora
defensores de principios políticos conservadores.
96
Los problemas comenzaron en 1998, cuando se
empantanó la iniciativa de dar vía libre a la ilegalización
de las legislaciones nacionales que limitaban las activi-
dades de las corporaciones extranjeras; en 1999 en Seatt-
le, una gran coalición internacional impidió que se lle-
vara a término el encuentro de la OMC, los opositores
eran, en forma paradójica, en su mayoría estadouniden-
ses.
A esta ola de protestas le siguieron Praga, Quebec,
Niza, Goternburgo, Génova, con mucho éxito. El Foro
Social de Porto Alegre del 2001 demostró que habían
alternativas, se reunieron 15 000 personas de todas par-
tes del mundo. Los encuentros de los poderosos entre-
tanto, se trasladaron a otros lugares menos accesibles:
Emiratos Árabes Unidos (OMC), una población lejana
en Canadá (Grupo de los Ocho) y Nueva York (Foro Eco-
nómico Mundial).
Los acontecimientos del 11 de septiembre debilita-
ron la fuerza de las protestas por las posibles acusacio-
nes de terrorismo y favorecieron el relanzamiento de
los planes sobre el comercio mundial. No obstante, en
el 2002, Porto Alegre II se celebró con 50 000 partici-
pantes; la cuarta parte estaba constituida por la delega-
ción estadounidense. Como resultado de la rigurosidad
de sus análisis, la prensa mundial, incluso la más con-
servadora, al final rescató las valiosas críticas hechas al
libre comercio y a las desastrosas consecuencias hu-
manas y sociales del modelo globalizador. Llovieron las
críticas también para Estados Unidos.
Los europeos y la propia Madeleine Albright critica-
ron duramente el discurso sobre "el eje del mal" y la
política exterior norteamericana. La potencia parecía
empezar a perder el apoyo incluso de sus mejores alia-
 dos. En opinión de Wallerstein, este es el inicio de un
viraje político importante.23 Quienes se inspiran en la
visión de una economía mundial no han hecho concien-
cia del riesgo que corren al dejar de lado el problema de
la desigualdad de las rentas y la riqueza.
De acuerdo con esas afirmaciones, la perspectiva
futura no es totalmente negativa. Las tareas son por un
lado, analizar hacia dónde se orienta la economía capi-
talista y por otro, esbozar un orden mundial alternativo
más justo, más equitativo e igualitario.
En conclusión, la sociedad es la condición decisiva
para la existencia y reproducción de los seres humanos.
La multiplicación de éstos no es sólo una variable de-
pendiente de los aspectos biológicos, no puede estar al
margen de las dinámicas sociales, económicas y políti-
cas, en eso se diferencia de todos los demás seres vi-
vos. Por consiguiente, las teorías que consideran el
movimiento demográfico independiente de la sociedad
y de la voluntad política, pasan por encima de la reali-
dad.
La dinámica demográfica es producto de aspectos
biológicos, sociales e históricos; pero cada vez más es
resultado de los dos últimos como consecuencia de los
grandes descubrimientos científicos y su aplicabilidad
cada día mayor en la construcción de un mundo casi
completamente artificial al cual nos acercamos.
Las predicciones de Malthus, quien consideraba los
asuntos biológico-naturales como determinantes con
abstracción de los histórico-sociales, resultan aún más
VOLUNTAD
VOLUNTAI)
23 Inininanuel Walerstein. Un Inundo incierto. Dad. Octavio Kulesz,
Libros de Zarsal, Buenos Aires, Argentina, 2002.
98
distantes actualmente. La vida es valorada de forma dis-
tinta entre el norte rico y el sur pobre, pero la vida es
valiosa para todos y en ella se basa todo lo demás.
En ese marco, para analizar los problemas demo-
gráficos es sustancial considerar las variantes econó-
micas, sociales y políticas, las cuales también están su-
jetas a los cambios históricos yen las que están inmersas
las relaciones de los individuos.
Puesto que nos encontramos en una coyuntura de
transformaciones aceleradas, gracias al enorme desa-
rrollo de las ciencias y a sus aplicaciones, la cuestión
decisiva consiste en ver hasta dónde la dinámica capi-
talista producto de aquéllas, determina el movimiento
demográfico ya la inversa, cómo el movimiento demo-
gráfico conduce a cambios sustantivos del sistema so-
cial que obligarán a realizar un esfuerzo que lleva a pre-
ocuparse por el hambre y por las futuras generaciones,
ya no desde una perspectiva comercial y deshumani-
zante, sino a erigir el derecho de la gente a tener ali-
mentos seguros y suficientes, sin derribar los límites éti-
cos y ecológicos. En palabras de Vandana Shiva, sin
colocar la vida en el límite.
Hoy, a comienzos del siglo XXI, muchos afirman que
nos encontramos a las puertas de una nueva era, con
retos todavía más complejos que los de épocas históri-
cas precedentes a los que habremos de responder. Te-
nemos toda la tecnología a nuestro favor para lograrlo;
la ciencia nos ha mostrado cómo hacerlo y las decisio-
nes políticas son susceptibles de influenciar para obte-
ner un mundo equitativo de plena justicia para todos.
99
 BIBLIOGRAFÍA
AHUMADA, Consuelo. "El ALCA y la integración andi-
na". En: Memorias seminario "Alternativas y accio-
nes en la lucha contra el ALCA". Comité Colombia de
lucha contra el ALCA. Bogotá, Colombia, 2003.
ANUARIO ECONÓMICO GEOPOLÍTICO MUNDIAL
2003. El estado del mundo, el estado de las relacio-
nes internacionales, la economía mundial. Trad. Rosa
Mecha López. París, Francia: Akal Ediciones, 2002.
BANCO MUNDIAL Population and the World Bank,
Adapting to Change. The Human Development
Network, Health, Nutrition, and Population. Series,
Library of Congress Cataloging-in-Publication Data,
Washington, D.C., United States of America, 2000.
CAMISA, Zulma. Introducción al estudio de la fecundi-
dad. Curso regional intensivo para el análisis demo-
gráfico, Santiago de Chile: Centro Latinoamericano
de Demografía, CELADE, 1992.
CENTRO LATINOAMERICANO DE DEMOGRAFÍA. Al-
gunas definiciones de demografía. Recopilación a car-
go de Guillermo A. Macció, Serie BS, No 2. Santiago
de Chile, 1979.
ELSTER, Jon. El cambio tecnológico. Investigaciones so-
bre la racionalidad y la transformación social. Barce-
lona, España: Editorial Gedisa, 1992.
GARCÍA V., Víctor; PIAMONTE F, Domingo. Mortalidad.
CD VO LUNTAD
Costa Rica: Centro Latinoamericano de Demografía,
CELADE, 1990.
100
HAUSER, Philip M.; DUNCAN OTIS, Dudley. El estudio
de la población. Trad. Jorge Hechen. Volúmenes 1 y
2. Santiago de Chile: Centro Latinoamericano de De-
mografía, CELADE, 1975.
HUTTON, Will; GIDDENS, Anthony (eds.). En el límite.
La vida en el capitalismo global. Trad. María Luisa
Rodríguez Tapia. Barcelona, España: Tusquets Edito-
res, 2001.
LOS ESTUDIOS DEMOGRÁFICOS EN LA PLANIFICA-
CIÓN DEL DESARROLLO. Banco Interamericano de
Desarrollo, Centro Latinoamericano de Demografía,
Comisión Económica para América Latina, División
de Población de las Naciones Unidas, Instituto Lati-
noamericano de Planificación Económica y Social,
Organización de los Estados Americanos, Secretaría
General Programa Regional del Empleo de América
Latina y el Caribe (01T). CELADE, serie E, No 12. San-
tiago de Chile, 1975.
MARGU LIS, Mario. Envejecimiento y pobreza: la movili-
zación de los jubilados. IV Conferencia Latinoameri-
cana de Población. La transición demográfica en
América Latina y el Caribe. Palacio de la Antigua Es-
cuela de Medicina de la UNAM, Ciudad de México,
23 al 26 de marzo de 1993.
MEMORIAS SEMINARIO "ALTERNATIVAS Y ACCIONES
EN LA LUCHA CONTRA EL ALCA". Comité Colom-
bia de Lucha contra el ALCA. Bogotá, Colombia, 2003.
MIRÓ, Carmen A. Política de población. ¿Qué, por qué,
para qué, cómo? Centro Latinoamericano de Demo-
grafía. Trabajo presentado a la Conferencia Regional
Latinoamericana de Población, México, D.F., 1970.
101
 NACIONES UNIDAS. Comisión Económica para Améri-
ca Latina y el Caribe. Paz, desarrollo, medio ambien-
te. Presentación de Boutrus Boutrus Ghali, Secretario
General de las Naciones Unidas. Santiago de Chile,
WALLACE, Paul. El seísmo demográfico.
1992.
NACIONES UNIDAS. Factores sociales de riesgo de muer-
te en la infancia. Santiago de Chile: Centro Latino-
americano de Demografía, CELADE, 1990.
WALERSTEIN, Immanuel. Un mundo incierto.
Trad.
Octavio Kulesz. Buenos Aires, Argentina: Libros del
Zorzal, 2002.
Primera edición
1999. Prólogo de Pedro García Ferrero. Madrid, Es-
paña: Siglo XXI Editores, 2000.

POPULATION REFERENCE BUREAU, MEASURE

COMMUNICATION. Cuadro de la población mun-
dial 1999. Datos y cálculos demográficos sobre los
países y regiones del mundo, preparados por Carl
Haub y Diana Cornelius. Washington, D.C., EE.UU.

POPULATION REFERENCE BUREAU, MEASURE

COMMUNICATION. Cuadro de la población mun-
dial 2000. Datos y cálculos demográficos sobre los
países y regiones del mundo, preparados por Carl
Haub y Diana Cornelius. Washington, D.C., EE.UU.

SARRIBLE, Graciela. Teoría de la población. la edición

1996. Departamento de Sociología y Metodología de
las Ciencias Sociales, División de Ciencias Jurídicas,
Económicas y Sociales. Barcelona, España: Ediciones
Universitat de Barcelona, 1998.

SHIVA, Vandana. "El mundo en el límite". En: En el límite.

La vida en el capitalismo global. Will Hutton y An-
thony Giddens. Trad. María Luisa Rodríguez Tapia.
Barcelona, España: Tusquets Editores, 2000.

VILLA, Miguel. Introducción al análisis de la migración.

Serie B No. 91. San José de Costa Rica: Centro Lati-
noamericano de Demografía, CELADE, 1991.

102
103
 Mary Luz Sandoval Robayo

Socióloga de la Universidad Nacional

de Colombia, candidata a magister en so-
ciología política de la misma universidad,
especializada en demografía de la Univer-
sidad de Costa Rica. Ex funcionaria del Pro-
grama de las Naciones Unidas para el De-
sarrollo, PNUD, con sede en El Salvador
(Oficial de Programa alterna en género y
desarrollo), Consultora del Departamento
Nacional de Planeación, DNP, división de
género en 1998, consultora del Fondo de
Proyectos Especiales de las Naciones Uni-
das, UNOPS, en género en el mismo año,
consultora en enfoque de género de la Or-
ganización Internacional del Trabajo, OIT,
con sede en San José de Costa Rica en el
año 2000 y ex docente investigadora de la
Universidad Libre. Actualmente se desem-
peña como docente de sociología en la Uni-
versidad Católica de Colombia y como pro-
fesora invitada del Programa de Educación
Continuada de la Universidad Nacional de
Colombia.

Es coautora del libro: «La insurgencia

armada y el Estado en América Latina. In-
tervención y paz en El Salvador», autora
del libro «El papel de las ONGs internacio-
nales en los conflictos armados internos,
caso Colombia» y de varios artículos pu-
blicados en la revista del Centro de Inves-
• tigaciones Socio Jurídicas de la Universi-
• dad Libre y de la revista de sociología de la
V Universidad Nacional.

104