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La carta a García es un claro ejemplo de la realidad al menos en mi diario vivir, un héroe es siempre

aquel que cumple su misión, el que lleva la carta a García. La historia narra como Rowan lleva la
carta a un general en medio de la selva en Cuba, no hace preguntas no se necesita ni explicar como
lo hizo tan solo cumplió con su misión, la entregó y es un éxito. Pareciera que en nuestros trabajos
es lo mismo, nos contrataron para llevar a cabo lo que nos dicen.

Al terminar de leer el documento, llame a 3 personas que están a mi cargo y les puse a consultar en
la enciclopedia sobre la vida de Corregio solo para obtener las preguntas: ¿para que eso? ¿Eso hace
parte de mi trabajo? ¿Ahora estoy ocupado? No tengo internet y más excusas, pareciera que es la
realidad del trabajo para muchos en Colombia, darle una explicación al porque no terminamos lo
que nos encomiendan, sea por falta de atención, ineptitud para realizar diferentes tareas o tan solo
tratar de cumplir por ganarse el dinero necesario para existir y no permitirán nunca poder entregar
la Carta a García todos los días laborales; pero si fuera algo que apasionara el alma no importaría
las veces que fracasáramos en un intento por aprender; por cumplir la misión le veríamos el lado
positivo a cada situación que nos pasa. Por otro lado los jefes que cumplen papeles de verdugos y
malandros, son seres humanos que también se preocupan por cumplir sus objetivos, algunos como
dictadores dejando que se maten entre sí y otros buscando crear un equipo de trabajo para tener
una equitativa carga en cada uno y lograr tener un objetivo en común, todo se ve tan sencillo
mirando hacia arriba pero ellos mirando hacia abajo tienen la responsabilidad de tener todo según
las leyes establecidas esperando que nada malo les suceda pues cuando algún empleado baja el
rendimiento se ve reflejado en los pesos, números de clientes, entregas, reportes y entran
nuevamente a explicar lo que tienen que hacer, lo explican una y otra vez para el caso de algunos
pero cuando se encuentran con una persona que quiere entregar la Carta a García, no porque haya
alguien encima mirando si la entrega o no, sino porque tiene claro su responsabilidad con el deber,
de entender que cuentan con él, esos son personas únicas que tendrán su conciencia limpia y un
jefe que a pesar de todos los regaños y juicios que hace, sabrá que tiene un diamante que no tiene
un valor calculado, aunque esto no puede ser una atadura para que limite nuestros sueños y anhelos
tan solo por seguir la mentalidad de otra persona.

A veces las preguntas aclararán a donde se desea llegar y como obtenerlo pero tan solo cuando nos
limitamos a responder esas preguntas, ni siquiera estaremos empezando a entregar la carta, claro
que es necesario pensar antes de actuar, quien decide construir una casa si primero no se sienta a
pensar que necesita y como conseguirlo pero solo cuando se empieza a colocar el primer ladrillo
entonces estamos buscando a Garcia y al terminar la casa estaremos entregando esa carta y de esa
forma ser un éxito, porque cumplimos la misión.

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