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Las fallas más comunes en una

construcción
Muchas veces hemos escuchado el dicho “más vale prevenir que lamentar”… y en las construcciones, este
pequeño consejo podría evitar fallas en las construcciones que impacten económicamente al proyecto, así
como el valor estético y el tiempo de solución del problema.

Las fallas más comunes en las construcciones y que a menudo se pasan por alto, son los asentamientos en
suelos, agrietamiento en losas y muros, desprendimiento de pintura en acabados, así como filtraciones de
humedad. En ocasiones, estas anomalías no reciben la debida atención ya que se basan en pequeños
detalles y no se les da importancia, pero la realidad es que pueden llegar a ocasionar grandes molestias.

Generalmente, estas fallas traen como consecuencia una pérdida económica principalmente; pero no
solamente se trata de esto, sino que también pueden llegar a poner en riesgo la seguridad por ejemplo, en el
caso del concreto de una losa; puede generar mal olor por humedad, provocar corrosión de materiales e
incluso ocasionar una posible falla del acero de refuerzo, ocasionando un retraso en el tiempo de entrega de
determinado proyecto, así como un daño estético al edificio o construcción al verse dañado.

A fin de evitar estas fallas y así librarse de problemas y malos ratos, debe de realizarse una correcta
supervisión de los acabados. En el caso de compactaciones, impermeabilizaciones y rellenos de muros, el
residente del proyecto es el responsable de asegurar el correcto desarrollo de la obra, revisando los diseños
así como el buen desempeño de los obreros que sin la supervisión necesaria pueden tender a la pereza o el
descuido.

Además, el residente también es responsable de supervisar que la construcción esté aprobada por los
controles de calidad, que en su mayoría son regidos por fabricantes o por instituciones privadas como NOM
(Normas Oficiales Mexicanas), ASTM (ASTM International) y ACI (American Concrete Institute). Por ejemplo,
se deben de revisar los controles como revenimiento, cantidad de agua, el vibrado y curado así como las
resistencias requeridas a fin de evitar fallas y agrietamientos en colados de concreto.

Para facilitar el cumplimiento de estos controles de calidad, se recomienda ampliamente contar con un
cronograma de trabajo en donde se incluya la revisión a fin de brindar al residente una herramienta para estar
siempre al tanto de las cosas.

Problemas comunes
Problemas Comunes
Los problemas más importantes que se detectan en las conducciones pueden deberse a:
• Errores de Diseño, de construcción de las conducciones y baja calidad de los elementos
de la red.

Las causas externas más habituales son:


• Rotura de las conducciones y elementos accesorios por sobrecargas excesivas, tanto
estáticas como dinámicas (tráfico pesado, excesos en la compactación, etc.)
• Rotura de las tuberías por asentamientos propios o inducidos por otras construcciones
próximas.
• Acción sobre los conductos de otros servicios realizados en el subsuelo, como tuberías
de abastecimiento, gas, electricidad, etc. y perforaciones o roturas por excavación debidas
a una obra (sondeos, obras de edificación).
• Ataques externos a las tuberías por agresividad del terreno, corrientes vagabundas,
penetración de raíces, etc.
• Ataque por el interior de los conductos debidos a vertidos ácidos, productos corrosivos o
agresividad bacteriana sobre el hormigón de la conducción (formación del sulfuro de
hidrógeno en zonas no ventiladas o zonas de decantación de materia orgánica).
• Daños por acometidas defectuosas.
• Vertidos de residuos sólidos que obturan la conducción.

Las causas intrínsecas son principalmente:


• Errores de diseño y cálculo.
• Defectos de ejecución.
• Deficiencias de calidad de los elementos de la red.

Entre los errores de cálculo y diseño los más habituales son:


• Erróneo dimensionamiento mecánico con infravaloración de las cargas y sobrecargas
que actúan sobre las conducciones.
• Insuficiencia de la capacidad portante de las alcantarillas que implican la entrada en
carga de la red y que pueden provocar fallos en las juntas o incluso rotura de los
conductos por presión interior.
• Cizallamiento de las uniones tubo-pozo por asentamientos diferenciales al no haberse
previsto en el proyecto uniones elásticas entre estos elementos.

• Erosiones de los elementos de la red por tramos con excesiva velocidad debido a
pendientes elevadas o, por el contrario, a un proyecto de pendientes muy bajas que
pueden ocasionar obturaciones y fermentación de los detritus orgánicos.
• Perturbaciones hidráulicas e hidrodinámicas originadas por: cambios de sección con
disposición errónea, encuentros de alcantarillas con ángulos próximos a los 90º o cambios
de dirección bruscos.
Los defectos de ejecución más habituales son:
• Instalación de tubos de diferente capacidad mecánica a la prevista o de tubos
insuficientemente curados.
• Apoyo contraindicado o mal ejecutado.
• Sobrecarga de los conductos por exceso de anchura de zanja, altura del relleno y daños
ocasionados por la maquinaria de compactación o de tráfico de maquinaria pesada
durante la ejecución de la obra.
• Punzonamiento o entrada en flexión de los conductos por la colocación directa sobre
roca, o por ausencia de nichos, o por el material de relleno vertido directa y bruscamente
sobre la conducción.
• Pérdida de la pendiente por defectos de alineación o de asiento.
• Empleo de juntas de baja calidad o ejecución defectuosa de las uniones que pueden
provocar pérdidas de la conducción o introducción de aguas provenientes del exterior.

Entre las deficiencias de calidad de los elementos de la red, suelen ser las más
habituales:
• Baja calidad de los tubos, pozos y otros elementos, principalmente las juntas de unión.
• Corrosión de los elementos metálicos de la red (equipos de bombeo, válvulas de
compuerta, pates) por falta de protección antioxidante, que puedan ocasionar graves
accidentes a los operarios y mantenimiento.

Como consecuencia de estos defectos se pueden apreciar los siguientes síntomas


de un mal funcionamiento del sistema de evacuación:
• Rotura de tuberías.
• Problemas de capacidad hidráulica.
• Pérdidas de agua.
• Hundimientos.
• Contaminación del terreno o capa freática con vertidos industriales.
• Infiltraciones a la tubería desde el terreno.

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