En un lugar, ahí donde el dolor y sufrimiento estaban en todo momento, había un
joven como cualquier otro, él era negro como la noche, lo único que lo acompañaba era su triste historia, dicho joven estaba haciendo lo de siempre, tragar cada segundo de su vida en miseria, cuando de repente vino la esperanza, volando como siempre, - ¿Cómo estás mi pequeño? - pregunta este ente volador, en esto voltea el joven, de hecho aún tenía un poco de esa sustancia que provoca que los países decidan asesinarse, -¿Qué te sucede? Te burlas de mí, es acaso que me vienes a escupir directo a mi sucio rostro, maldita- contestó el joven con todos esos sentimientos que nos estamos imaginando, - ¿a no? Te estas burlando tú de mí, mi pequeño, contestó con mucha firmeza aquella que vuela, - ¡eres una inútil! ¡mentirosa!, con lágrimas en el rostro sucio del joven, - hijito mío, estuve cuando tu familia te corregía, cuando te metieron a rehabilitación, cuando el psicólogo habló contigo, cuando tu profesor te daba tutorías, estuve cuando tuve que estar y te intenté abrazar, más nunca abriste tus brazos. Y esta se fue de donde estaba el pequeño. 24 de junio del 2016