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PLASENCIA
PLASENCIA
Extremadura, pero Plasencia es una ciudad medieval magnífica que, si te animas a visitarla,
seguro te encantará. Enclavada en uno de los lugares más bellos de la geografía española, a
orillas del río Jerte, en Plasencia confluyen historia, patrimonio, cultura, gastronomía y
paisaje. ¿Te vienes a descubrir “La Perla del Norte” de Extremadura?
Muralla de Plasencia
Tampoco hay que olvidar sus zonas verdes. Emplazada en el último tramo del Valle del
Jerte, Plasencia está bañada por el río Jerte regalándole un entorno natural tan bello como poco
conocido.
La Plaza Mayor de Plasencia es un lugar siempre animado y en ella, los martes, tiene lugar el
tradicional mercado. Fíjate en la Casa Consistorial, en cuya torre renacentista podrás ver al
“abuelo mayorga”. Esta estatua autómata encargada de dar las horas es un homenaje al
relojero que fabricó el reloj de la torre, y se ha convertido en el emblema de Plasencia.
El Abuelo Mayorga, símbolo de Plasencia
Desde aquí, toca callejear disfrutando del encanto de las calles empedradas y de los
interesantes palacetes que las adornan. En la calle Blanca verás la llamada Casa del Deán, un
palacio del siglo XVII en el que destaca su gran balcón en esquina de elegante estilo
neoclásico. Anexa a ella está la Casa del Doctor Trujillo, otro palacete, en este caso, gótico.
Balcón en esquina de la Casa del Dean de Plasencia
Continuando por la calle Trujillo, llegarás a la plaza donde se encuentran las dos Catedrales de
Plasencia: la “vieja”, del siglo XIII, y la “nueva”, del XVI. Prácticamente unidas, crean una
imagen que impacta por su belleza y grandiosidad, y son sin duda, algo imprescindible que ver
en Plasencia. Contempla este conjunto arquitectónico espectacular para apreciar las diferencias
entre ambas y cómo consiguen un resultado lleno de armonía. En la catedral vieja, observa la
antigua fachada románica y los elementos que indican la transición al gótico y, en la nueva,
disfruta del espectáculo en piedra que son sus dos fachadas renacentistas platerescas.
Catedral Nueva de Plasencia
Catedral Vieja de Plasencia
En la misma plaza tienes otro edificio en el que merece la pena detenerse. Es el Palacio
Episcopal, toda una muestra de la importancia que tuvo el Obispado de Plasencia durante
siglos. Se trata de un ejemplo de palacio renacentista de sobria fachada y claustro interior de
dos plantas que, si dispones de tiempo, te recomiendo visitar.
Claustro del Palacio Episcopal de Plasencia
Muy cerca verás el antiguo convento de Santa Clara, hoy convertido en Centro Cultural Las
Claras y en oficina de Turismo.
Avanza por las calles tranquilas del centro histórico de Plasencia que es un placer recorrer y
deja a tu espalda las catedrales. Caminando unos metros, llegarás a la Plaza de San Nicolás y
junto a ella verás la elegante fachada del Palacio de los Marqueses de Mirabel.
Palacio de los Marqueses de Mirabel en la Plaza San Nicolás
Dedica unos minutos a contemplar esta coqueta plazoleta que es la “puerta de acceso” a la que
fuera la antigua juderíaplacentina. En la plaza destaca la iglesia de San Nicolás, de origen
románico aunque su aspecto actual es gótico.
Iglesia de San Nicolás, Plasencia
Después de visitarla, “piérdete” por la antigua judería y por su entramado de callejuelas con
encanto. La Rua Zapatería o la estrecha calle Arenillas te descubrirán pequeños rincones
donde el tiempo parece haberse detenido. Tu recorrido te llevará fácilmente hasta el Palacio de
los Monroy también llamado Casa de las dos Torres, la mansión señorial más antigua de
Plasencia, uno de los más hermosos de la ciudad.
Palacio de los Monroy o Casa de las dos Torres
Tu ruta monumental por el centro histórico de Plasencia te llevará a la plaza San Vicente Ferrer,
donde te encontrarás con el magnífico edificio del convento de Santo Domingo (siglo XV), hoy
convertido en Parador Nacional de Turismo.
Convento de Santo Domingo, hoy Parador de Plasencia
Merece la pena entrar al Parador para ver el claustro de artesonados mudéjares, y por la
noche, no dejes de tomar algo en el elegante pub situado en la bodega del convento dominico,
con gruesos muros de piedra que sustentan sus techos abovedados.
Pub subterráneo del Parador de Plasencia
Después de una pausa en el parador, puedes regresar a la Plaza Mayor (unos minutos) para
descubrir la zona más dinámica de la ciudad. Se trata del antiguo barrio comercial, que sigue
concentrando la mayoría de tiendas de Plasencia, especialmente en las calles del Rey y Sol.
Siguiendo esta última llegarás a la Puerta del Sol desde donde podrás hacer un recorrido por el
adarve de la muralla (¡no te lo pierdas!).
Paseo por el adarve de la muralla desde Torre Lucía
Este tramo transitable da comienzo en la Torre Lucía, uno de los “cubos” mejor conservados de
la muralla donde se encuentra el interesante Centro de Interpretación de las Ciudades
Medievales.
Desde aquí, tomando la avenida Juan Carlos I, llegarás al Parque de la Coronación desde
donde podrás ver el Acueducto de San Antón, una de las postales que debes ver en Plasencia.
El acueducto, de origen medieval, traía el agua desde las Sierras de Cabezabellosa y El Torno.
Sus 55 arcos de medio punto acompañando a la muralla crean una imagen difícil de olvidar.
Acueducto de San Antón, Plasencia
Ruta de los Pilones por la Garganta de los Infiernos, en el Valle del Jerte
Senderos y rutas por la comarca del Jerte (el “valle de la cereza”), excursiones por la comarca de La
Vera, con su exuberante vegetación, sus gargantas, piscinas naturales y pueblos declarados
Conjunto Histórico Artístico, una visita al Santuario de Yuste (retiro imperial de Carlos V), un
paseo por el Valle de Ambroz o un día en el Parque Natural de Monfragüe son propuestas que,
seguro, no te defraudarán.