Safree y Mónica Gae – Mis seres heridos

Te intentas amar me cuesta creer

te intentas querer que no sientas el

pierdes en el intento calor de nuestros cuerpos

te dejas caer no soy de papel

te dejaste ver no quiero volver

como yo te vi por dentro a ser la sombra del viento

el permanecer quien le dijo

dentro de una piel al sol

que nunca vivió el momento que brillaba más que tu

se vuelve a romper algo se apagó

las ganas de ser cuando me dijiste adiós

lo que fuiste ya hace tiempo

te voy a querer

y mírate bien mucho más que ayer

lo he dicho ya cien es una advertencia cierta

veces

y lo sostengo no voy a correr

mi plan es hacer

no vas a perder que siempre tú te diviertas

el juego otra vez

aquí se mata muriendo compara el placer

de permanecer

conmigo en vidas perfectas

con enloquecer directa a tus pies

por nunca tener antes y después

lo que tu mundo proyecta trazando las líneas rectas

que me llevan de

y déjame ser tu boca a tu piel

concisa esta vez lanzando las indirectas

tratando de ser correcta

que te hacen saber

todo lo que haré

en este viaje no hay vuelta

*entra la otra tipa*

Mírame, soy la sombra de todos tus obstáculos, el error que cometes una y otra y otra vez,

la estupidez del ser humano, un coche alejándose, un perro abandonado, mírame,

soy un corazón hecho pedazos, soy un cuerpo en el suelo lamentándose

de haber amado, soy cristales rotos en los labios, la voz que ya no quieres escuchar

soy la oscuridad que te invade cada noche, un escalofrió que te paraliza el cuerpo, un espejismo,

un recuerdo, el sueño que ya jamás tendrás, mírame, soy una caída, infinita

Mírame, y mira como me levanto, soy la luz de aquella sombra, el acierto que viste

porque viste el error, soy la inteligencia del ser capaz, la valentía de mirarte a los ojos,

soy un árbol creciendo en el desierto, la llamada perdida que encuentra tu voz,

soy la brisa en tu nuca, un día de playa, el oxígeno que te sobra en una carcajada,

soy... un coche... parando... a recoger una flor, mírame,

soy un corazón reconstruido latiendo a noventa pulsaciones por pedazo, soy el vértigo

de lo desconocido entrando por tu boca, soy el impulso que te empuja a aprender

a volar, las alas que te cortaron, soy las fuerzas que te faltan para saltar,

la armadura oculta en tu piel, soy tú... atrévete... a perder... el miedo.