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La primera carretera formal en México fue construida en 1926, con una longitud de 120 km entre la
Ciudad de México y la de Puebla. Setenta y ocho años después, México cuenta con una longitud
total de 330, 000 km de caminos, infraestructura que cubre autopistas de altas especificaciones,
red federal, carreteras estatales y caminos rurales, lográndose en ese período, una comunicación
entre poblaciones que satisface en mucho las necesidades del país, pero se requiere aún más.
Lo anterior refleja dos importantes aspectos: el primero, que el país cuente a la fecha con una
infraestructura de comunicación terrestre sumamente importante y con un alto costo de inversión,
producto del esfuerzo de todos los mexicanos, constituye un patrimonio que se debe conservar o
mantener para beneficio de los usuarios y del país. El segundo aspecto se refiere a la ingeniería
mexicana y sus técnicos, pues en su época, haber logrado diseñar, construir y mantener en
condiciones adecuadas la red total de carreteras, proporcionando un servicio razonable al
transporte, constituye un logro importante para los mismos.
Se enfatiza lo anterior al constatar que existen carreteras con edades de 50, 60 y hasta 78 años,
que ya cumplieron con el fin de su vida útil, que usualmente es de 20 años para pavimentos
asfálticos y de 30 años para los de concreto hidráulico, y que gracias a la ingeniería mexicana, han
duplicado y triplicado su vida útil, dando un servicio razonable aún en las condiciones actuales. Se
pueden mencionar algunos ejemplos, como la carretera federal libre México-Puebla, que con
algunas modificaciones en su proyecto geométrico y una adecuada conservación con refuerzos
estructurales y sobrecarpetas asfálticas, a la fecha está cumpliendo casi 80 años de servicio. La
primera autopista en México, que une la Cd. de México con Cuernavaca, construida en 1952,
también con algunas modernizaciones, presta un excelente servicio 52 años después. Las
autopistas México – Puebla y México – Querétaro, hace tiempo que cumplieron los 20 años de su
vida útil para la que fueron diseñadas y con algunas acciones de reconstrucción, refuerzos y
modernización, han prestado un servicio eficiente los últimos 40 años.
Es importante hacer notar, el esfuerzo y mérito de los ingenieros camineros que proyectaron,
construyeron y dieron mantenimiento a las carreteras del siglo pasado. Ellos merecen un aplauso y
reconocimiento público por la labor que desempeñaron, pues esas obras han demostrado con el
tiempo que se ha cumplido sobradamente con sus objetivos. Sin embargo, se resalta que esa red
funcionó adecuadamente para esa época, esto es, las condiciones de México y su transporte en
los años 30’s, 50’s, 70’s y 80’s.
La situación del transporte carretero a partir de los 90’s cambió drásticamente y nos debe
concientizar de lo que requiere el país actualmente y en los años venideros, por lo que se estima
prioritario que los ingenieros mexicanos especializados en vías terrestres, deben realizar un
cambio de mentalidad urgente, haciendo uso primero de su experiencia, luego de su creatividad y,
por último, aprovechar al máximo las nuevas tecnologías y materiales, que producto de la
En el siglo pasado, el diseño de los pavimentos para carreteras que se basaba en normatividad
empírica, resolvía el diseño del espesor total del pavimento solo con dos variables: el flujo de
tránsito total, que manejaba hasta 2000 vehículos diarios, y el Valor Relativo de Soporte (CBR) de
la capa subrasante. Con la experiencia de los ingenieros proyectistas y constructores, ese espesor
total se subdividía en las capas de subbase, base y de rodamiento. Tal metodología permaneció
por muchos años y funcionó adecuadamente para las condiciones entonces imperantes. Conforme
México avanzó económicamente, el transporte terrestre creció, tanto en flujo como en pesos y
dimensiones del transporte de carga, lo que repercutió en investigaciones del Instituto de
Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), para la entonces Secretaría
de Obras Públicas, desarrollando métodos de diseño empíricos que también funcionaron bien para
su época y condiciones.
La realidad del México actual y lo que se espera en el futuro, han provocado modificaciones
significantes, tanto en los métodos de diseño como en la calidad de los materiales, así como en los
procedimientos de construcción y las metodologías para evaluar y conservar las estructuras de los
pavimentos que conforman las vías terrestres, lo cual está funcionando para el transporte en
México en los años presentes.
Sin embargo, debido a la globalización mundial, en el caso de México por la influencia del Tratado
de Libre Comercio entre Estados Unidos y Canadá, se ha visto que el transporte terrestre que
mueve y moverá mercancías y pasajeros a lo largo y ancho de los tres países involucrados, debe
cambiar aún más la mentalidad de los ingenieros involucrados en vías terrestres. Para entender lo
anterior, se citan algunas cifras de estadísticas reales:
- Existen en el país un gran número de ejes troncales o corredores de transporte, que exceden
en mucho los pronósticos originales de diseño de las carreteras y sus tasas de crecimiento. Es
común encontrarse hoy carreteras o ejes, que mueven flujos de 20, 30, 40 y más de 50,000
vehículos diarios en ambas direcciones y en casos frecuentes, se encuentran porcentajes de
vehículos pesados de carga de hasta el 40%. ¿Qué significa todo esto en términos técnicos para
diseño, construcción y conservación de vías terrestres que soporten las condiciones antes
citadas?
- En investigaciones en proceso del Instituto Mexicano del Transporte (IMT), en los casos
específicos de los Corredores México – Nuevo Laredo, Manzanillo – Tampico y Acapulco –
Matamoros, se están realizando cálculos con los tránsitos reales actuales en 2003 y 2004,
encontrándose resultados, que con tasas de crecimiento modestas, acumulan en 20 años “ejes
equivalentes estándar” que rebasan los 80 y hasta 90 millones de ejes. Estas cifras traducidas al
castellano, impactan a los proyectistas y diseñadores más intrépidos, pues las metodologías
actuales, a nivel nacional y a nivel mundial, tanto métodos empíricos como métodos modernos
mecanicistas, no soportan el cálculo de esas cifras millonarias, aún contando con suelos de
cimentación resistentes. ¿Qué hacer entonces para enfrentar tal reto?
1. Recursos económicos
2. Marco legal
Debe revisarse y modificarse racionalmente la Ley de Obras Públicas, en los aspectos que forzan
a otorgar el contrato a la oferta más barata, situación que ha repercutido en algunas obras
inconclusas, con muchos retrasos en la ejecución o en el mejor de los casos, que se terminen pero
con pobre calidad. Son situaciones que repercuten en una menor duración de la obra de
infraestructura, en sobrecostos de acciones de mantenimiento más frecuente y sobrecostos de
operación de los usuarios, influyendo drásticamente en los costos finales del transporte y, por
ende, en la economía y crecimiento del país: “lo barato, sale caro”.
3. Investigación y normativa
Existen ya corredores terrestres sujetos a cifras muy elevadas de flujos en ambas direcciones,
porcentajes de vehículos pesados muy altos y concentraciones con repeticiones de carga
significativas, además de climas extremosos, que en definitiva, requieren de soluciones terminales
para eliminar de raíz sus males. Esto es, reconstrucción total con reciclado del asfalto fatigado
para usarse como base negra estabilizada y resistente, así como el uso de pavimentos de
concreto hidráulico robustos, diseños de mezclas asfálticas con metodologías SUPERPAVE
(SUperior PERforming asphalt PAVEments) y asfaltos con polímeros o aditivos que mejoren la
duración y el comportamiento.
Lo anterior, seguramente representa costos más elevados de construcción inicial, pero ciertas
carreteras realmente lo necesitan, para así reducir los costos de conservación y de operación.
4. Diseño y evaluación
Con el objeto de mejorar los diseños de estructuras de pavimentos para nuevas carreteras,
mejorar la calidad de los materiales que repercutan en obras de vías terrestres con mejor
comportamiento y mayor vida útil de las carreteras, ahorrando sobrecostos de mantenimiento y de
operación a los usuarios, el Instituto Mexicano del Transporte tiene en curso algunos trabajos de
investigación, que seguramente lograrán los beneficios requeridos en el sector Transporte.
B. El Modelo de Gestión HDM-4 (The Highway Design and Maintenance Standards Model,
Versión 4) del Banco Mundial. La Coordinación de Infraestructura del IMT lleva a cabo dos
proyectos de investigación para conocer y calibrar al detalle el uso de tal herramienta, en especial
para realizar análisis de sensibilidad, tanto al submodelo de efectos ambientales, como a los
submodelos de deterioros y costos de operación. El fin de lo anterior, es identificar los parámetros
más significativos para las condiciones mexicanas, que permitan su aplicación en el Sector
Transportes, ya en uso en el área de conservación de carreteras.
Como resultado de los experimentos a escala real que el organismo AASHO, actualmente
AASHTO (American Association of State and Highway Transportation Officials) realizó durante los
años 50’s y 60’s en el estado de Illinois, Estados Unidos de América, se implantaron una serie de
criterios y procedimientos para el diseño, la evaluación y seguimiento del comportamiento de los
pavimentos rígidos y flexibles en carreteras. Los estudios y pruebas realizados, sirvieron de base
para muchas de las metodologías vigentes, tanto para el diseño, como para la construcción,
conservación y evaluación del comportamiento en el corto, mediano y largo plazos de estos
pavimentos. México adoptó mucho de esas tecnologías.
D. Evaluación. Es un hecho que la globalización en la que el mundo está inmerso, junto con el
crecimiento demográfico de los países y las necesidades de comunicación, comercio, servicios,
etc., así como la infraestructura carretera existente a principios de este siglo, cambian por
completo el panorama descrito al inicio de este trabajo. En el caso específico de México, la red
total de infraestructura carretera alcanza los 330 mil kilómetros, entre carreteras de altas
especificaciones o autopistas, red federal, estatal y rural. Si a ello se le agregan los grandes flujos
vehiculares registrados y futuros sobre esa red, los nuevos pesos y dimensiones de los vehículos
de carga y de pasajeros (parámetros que se han incrementado a cifras inimaginables),
En el caso especifico aquí tratado, y por lo que se refiere a los equipos de medición de alto
desempeño empleados en la evaluación de pavimentos, tanto rígidos de concreto hidráulico como
flexibles de concreto asfáltico, utilizados en carreteras y aeropuertos, es condición indispensable
registrar elementos que permitan que la evaluación sea precisa y acorde a las solicitaciones del
transporte moderno, situación que vale tanto para el presente como para el futuro del transporte.
Dentro del estado del arte de la materia en estudio, los llamados equipos automatizados de
medición de deterioros, de alta precisión, alta tecnología y no destructivos, permiten realizar esta
labor acorde al transporte presente y futuro. A continuación, se muestran los parámetros definidos
actualmente para medir y calificar el estado de los pavimentos, identificados por el tipo de
condición a analizar: superficial o estructural. Junto con estos parámetros se listan los equipos o
métodos utilizados para su medición.
Parámetros a determinar:
5. Acciones a realizar
Tanto en el IMT como en la SCT, se están tomando medidas para el cambio de mentalidad y el
establecimiento de metodologías adecuadas para contar en el presente y futuro con infraestructura
carretera de calidad y con tecnologías acordes a los requerimientos del transporte moderno.
Equipo a utilizar:
Nota: Los números y las letras en mayúsculas indican los equipos o métodos utilizados para la medición de los diferentes
parámetros, según la condición a analizar.
Debido a lo anterior, varios proyectos de investigación han sido desarrollados y están en curso
otros, que involucran lo descrito en este trabajo. Por parte de la SCT, ya se inició la adquisición de
equipos modernos y la capacitación del personal, para lograr evaluaciones y diagnósticos de
pavimentos carreteros y aeroportuarios de mejor calidad, mayor eficiencia y con los objetivos
principales de optimizar costos de mantenimiento y minimizar los costos de operación del
transporte a nivel nacional, y de esta manera, ser competitivos dentro de la globalización de
mercados, contribuyendo al incremento de los beneficios directos e indirectos de la economía
nacional.
Rodolfo TÉLLEZ GUTIÉRREZ
Sandra TORRAS ORTIZ
Octavio RASCÓN CHÁVEZ
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