Está en la página 1de 170
K] despertar — de la_ .? esencia | SALVADOR A, CARRION Pa [INDICE Introduccion 2) Prolene eae nee eee pcr Parte L Breve historia del Eneagrama y la PNL cn ncsun 7 PNL y Eneagrama: dos técnicas complementarias an Mecanismos de construccién de la personalidad 0. 53 Las tres almas del hombre fh 17 El triéngulo existencial nese eT Identificacién del eneatipo -nnssnnsnn AuRalatL 7, Parte IL Los tipos de personalidad ur El vertice UNO May fateh Biers aL El vertice DOS 15 El vértice TRES . 179 El vertice CUATRO 183 El vértice CINCO success deccd nr gleG El vértice SEIS . 191 El vértice SIETE .. 195 El vértice OCHO 199 El vértice NUEVE .... 203 Parte Ill Resolucién y cambio de nivel... Parre IV Técnicas de PNL aplicables a la resolucion de conflictos Resolver contlictos interpersonales Cura rapida de traumas ... Cambio de la historia personal Fusion visual: Resolver conflicto de polaridades Generador de nuevos comportamientos o eliminacion de conductas compulsivas Codependencias fuera Conectar con lo esencial del si mismo Prevenir emociones no deseadas Focalizacién de Ia atencion ‘Test de autoidentificacion de valores Reimprinting 0 reimpresién ... Del miedo a la seguridad. De la duda a la certeza Nuevo marco de referencia: Reencuadre PaRTE V Apéndice I: El sistema representacional Apéndice I: Metamodelo Apéndice IIL: Diario de autoobservacion 6... Epilogo Bibliografia ... 209 245 251 255 259 203 273 am 281 289 293 299 305 3 313 37 325 333 337 341 INTRODUCCION Phi aietienss en tue manas,y del qe tal vests a do su lectura, no es un manual divulgativo de PNL y Eneagra- ma, ni un catdlogo de tipologias y técnicas. Estas ante una herra- mienta de trabajo y comprensién para el desarrollo humano que tiene como elementos basicos de identificacion y cambio las ya ci- tadas metodologias. Es mi compromiso y responsabilidad para con todos los lecto- res advertir que la teoria vertida aqui —en especial la referente al Eneagrama— no es posible abordarla en un solo texto; es mas, diria que en ningtin texto, ya que su base y fundamento est en la expe- riencia, puesto que «el que prueba sabe, y el que no prueba no sabe». tra insinuacion (no sé si sera del todo necesaria aunque sf conveniente) es la de que nadie crea que por el simple hecho de leer este libro, e incluso de realizar las pricticas que se recomiendan, va a experimentar profundos cambios o transformaciones. Las varitas magicas no existen, o al menos tn servidor no las conoce; aqui tie- nes las piezas del puzzle, pero es cada tino, por si mismo, quien ha de montarlo. Y aun asi, es0 sélo seria el comienzo; el comienzo de un largo viaje a través de uno mismo, un viaje largo y duro, pero cuyo destino merece la pena. Ten en cuenta que estas lineas cumpliran su objetivo si de al- gtin modo consiguieran «despertar la esencia» o, correctamente dicho, te permitieran escuchar la voz de la esencia que, oculta en las profundidades del pozo de la personalidad egatica, clama por salir y manifestarse. Si eso ocurriera, ojala ast sea, Ia siguiente es- tacion tendrias que buscarla en otros derroteros, indicados sutil- mente en muchas paginas del texio que sigue, pero en ningiin caso manifestados explicitamente, ya que no me corresponde a mi tal fun- cion y debo respetar estrictamente los limites de mi actuacién. Antes de dar por concluida esta corta introduccién me gusta- rfa compartir con todos vosoiros una historia que lef hace muchos 10 EL DESPERTAR DE LA ESENOA inRooucciéN fal atendieron las indicaciones del sabio y obtuvieron algo de té lo bebian en secreto, o si los veian, argumentaban que solo toma~ afios y que contiene muiltiples niveles de comprension. Cada cual podra sacar sus propias conclusiones, Hace mucho tiempo, tanto que muy pocos lo pueden re- cordar, el té era desconocido fuera ce los limites de Oriente, Rumores de su existencia legaban una y otra vez a los sabios, a los reyes ¢ incluso a los jgnorantes de otros paises, y cada uno trataba de razonar o investigar qué era, en concordaneia con lo que cada uno queria © pensaba que podria ser. El rey de cierto pals mando a Oriente a una comitiva, presidida por un repre- sentante suyo, y el emperador oriental les agasajo con ¢¢. Sin ‘embargo, al comprobar que hasta la gente mas humilde del lu- gar lo bebia, recapacitaron y legaron a la conclusién de que aquel liquido no era digno de su rey y ademds pensaron también, {que el anfitri6n oriental los estaba engafiando, haciéndoles beber otra cosa distinta de lo que ellos consideraban bebida celestial, de Ia que tantas cosas buenas habian ofdo decir. Un pensador, el mas erudito de otto pats, recabo cuanta in- formacién pudo encontrar sobre el té y concluyé que debia de ser tna rara sustancia que se encontraba en muy escasas oca siones, y que era distinta de las que hasta ese momento estaban catalogadas, jAcaso no se hablaba de ella como wna planta, un liquido verdoso o negruzco, amargo 0 dulce? Durante siglos, otras gentes de otros muchos lugares pro- ‘baron todo tipo de hierbas y liquios que pudieron encontrar, conocidos y exéticos. Muchos murieron por envenensiniento, y la desilusion cundi6 puesto que nadie habia llevado Ia planta de té hasta sus dominios y, por tanto, resultaba inatil su bus- queda, En otra parte, una tetera con té seco y pasado era llevada cen procesién, rodeada de gran parafernalia y rito. Nadie pensa- ba en verter agua caliente y probar. Ciertamente, nadie sabia ccémo claborarlo ni qué se podia hacer, ya que todos creian que el ¢ en si mismo tenta cualidades magicas. Un sabio les dijo en

También podría gustarte