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temporal a Quebec
Resumen
algunas de las emociones generadas a partir del proceso migratorio en el que se ven envueltas
hemos centrado en la provincia de Quebec, aunque no es el destino que ocupa el primer sitio en
cuanto a colocación de trabajadores mexicanos, antes están Ontario y Columbia Británica. En este
trabajo nos enfocamos en los estados de Chiapas y Yucatán, específicamente en tres municipios,
uno netamente mestizo que aporta una buena parte de la mano de obra del estado de Chiapas:
Arriaga, y dos municipios indígenas con incipiente participación, Maní y Tahdziú en Yucatán.
Cabe mencionar que en 2016, 23,893 mexicanos viajaron mediante el PTAT a Canadá, 404
yucatecos y 920 chiapanecos. De todo el estado de Yucatán se inscribieron 70; pero solo viajaron
En primer lugar, realizamos una caracterización de las aportaciones teóricas sobre las
generados en las familias de los migrantes temporales. Aportamos después información sobre el
PTAT en los dos estados mexicanos mencionados, para terminar con un análisis etnográfico
Las emociones han sido consideradas como antagonistas de la razón desde Descartes, quien
desarrolló el paradigma cuerpo-mente, en el que se consideran como dos entidades distintas. Hasta
los albores del Siglo XXI, el estudio y el análisis de las emociones en las ciencias sociales fueron
considerados como “carentes de seriedad”. El ‘giro emocional’ inició prácticamente en el año 2000
reconocidas las publicaciones de Hochschild (1979), Thoits (1989), Ahmed (2004), Davidson,
Bondi y Smith (2005), Turner y Stats (2005), Svašek (2005) y Turner (2011).1
partir del proceso migratorio. Autores relevantes en el abordaje de las emociones como un
componente esencial de la migración han sido Hochschild (1979, 1983), Pribilsky (2004), Parreñas
(2005), Merla y Baldassar (2007, 2008, 2010), McKay (2007), Svašek y Skrbiš (2007, 2010), Ryan
(2008), Aresti y Marroni (2010), Wright (2012), Brooks y Simpson (2013), Aure (2013), por
mencionar algunos, aunque reconocemos que hemos carecido de acceso a muchos que
seguramente se han realizado en Latinoamérica. No obstante, cabe destacar que la gran mayoría
de estos estudios, tratan sobre los efectos de la movilidad laboral circular de mujeres del Sur, que
realizan trabajo de cuidado de niños, ancianos y enfermos en países del hemisferio Norte.
La perspectiva propuesta por Hochschild (1979, 1983) denominada cadenas globales de cuidado
(CGC), plantea la necesidad de modificar el ángulo sobre el que los estudios precedentes han
observado el fenómeno migratorio, ya sea que un ser humano se desplace por cortos períodos o lo
haga de manera constante o permanente. Hochschild sostiene que existe una “fuga de cuidado” al
momento en el que una madre toma la decisión de salir de su país para ir a trabajar a otro, con la
1
No mencionamos aquí a Erving Goffman y su famoso artículo sobre la vergüenza (1956), ver las referencias
bibliográficas.
finalidad de cuidar a las-los hijos de otra persona, por ejemplo. De acuerdo a este enfoque, se crea
una cadena con la finalidad de llenar “el vacío” que se produce con la partida de la madre-migrante-
trabajadora. Esta tesis ha sido extendida y aplicada para explicar lo que sucede cuando madres y
padres se desplazan hacia otros países –que pueden ser migraciones horizontales o verticales- y
emocionales’ que rigen a los individuos en una sociedad dada, y que afectarán su
cuales tendrán que adaptarse, particularmente si se desea establecer una comunicación afectiva (y
de toda índole) con los integrantes de la sociedad en la que se encuentre laborando, como es el
caso de los trabajadores agrícolas. De acuerdo con Hochschild existe la posibilidad de trabajar los
estados anímicos, por lo que la gestión de las emociones consiste en intentar modificar, en
intensidad o en calidad, una emoción específica, a fin de que se desarrolle conforme a las reglas
Contraviniendo los postulados de Hochschild, la perspectiva de McKay (2007) es que las CGC se
centran en una noción “demasiado orgánica de madres presentes (y ausentes)” (2007:177). Dicho
de otra manera, se minimiza el papel posible que juega la familia extendida como proveedora de
cuidados y de afectos. McKay postula que filtramos nuestros análisis a partir de conceptos
la presencia física deja de ser una condición sine qua non para definir la existencia de una intimidad
real. Entendemos aquí la intimidad según Berlant (2000) quien la describe como “having at its
root an aspiration for a narrative about something shared, a story about oneself and others that
will turn out in a particular way” (p. 1). Dicho concepto abre la puerta al reconocimiento de un
trabajo emocional como base de los intercambios íntimos que se convierten en acciones, tales
como las de conectar, compartir, contar historias, responder… y no como una cualidad inherente
en las interacciones humanas. Dicho de otra manera, la posibilidad de mostrar el afecto y de crear
La geógrafa propone, además, tomar en cuenta otras variables que modifican de manera interesante
definiciones de Alberdi (1999) y de Mummert (2013) que dan cuenta del amplio espectro de
posibilidades en torno a la familia mexicana: [la familia puede ser concebida como] una
colectividad compuesta por varias personas que viven juntas, compartiendo recursos económicos
comunes; unidas por el afecto, el matrimonio o la afiliación, y atravesadas por jerarquías de género
McKay (2007) coincide con Pribilsky (2004) al poner en tela de juicio que el alejamiento pueda
tener solamente consecuencias nefastas para el tejido familiar. Éste último realizó un estudio entre
migrantes ecuatorianos en el que se demuestra que éstos han desarrollado vínculos emocionales
más profundos con sus hija-os, justamente en razón de que no han cohabitado con ellos y, por
tanto, no están sujetos a las ‘reglas emocionales’ locales que consideran el respeto como un
Ahora bien, para las geógrafas feministas que han propuesto un abordaje activo de la disciplina en
el tema de las emociones, la importancia de incluir a estas en los estudios es un primer punto de
discusión. El llamado "emotional turn", de acuerdo a Davidson, Bondi y Smith (2005), tiene como
origen el interés de aclarar los procesos de diferenciación espacial que las emociones producen y
la manera en las que éstas son vividas de acuerdo a los espacios en los que toman forma, y según
las poblaciones interpeladas. Insisten en que el término no debe ser entendido de manera limitada
partiendo de su facilidad de atravesar las fronteras disciplinarias. En sus propios términos, una
su mediación y articulación socio-espacial" (p. 3). Dicho de otra forma, las geografías
lugar, y de manera vasta, de dicha relación con el mundo (Smith y col., 2009). En este orden de
ideas, Aguilar y Soto (2012) ofrecen una descripción precisa de lo que el vínculo entre corporalidad
y espacialidad significan para el abordaje geográfico que incluya la emocionalidad que los conecta
configurar el espacio personal (Smith, 1992). En el mismo sentido, como bien afirma
comienza con el cuerpo, con la construcción del sujeto como una entidad espacial
Más aún, el cuerpo, la subjetividad y la pasión que surgen y son inherentes a él, integran los
llamados sesgos de género de la producción geográfica, que históricamente han sido tratados como
(Bondi 2005; Anderson y Smith, 2001; Davidson y Milligan 2004, McDowell, 1999). Las
geografías de género, consideradas fundamentales para posicionar la discusión del cuerpo como
un lugar, plantean que el cuerpo es la primera escala geográfica, el espacio donde se localiza el
individuo y sus límites que resultan permeables respecto a los otros cuerpos (McDowell, 1999).
"La creación de geografías comienza con el cuerpo; el sujeto es entendido entonces como una
entidad espacial implicada en una relación compleja con su entorno" nos dice Soja (citado por
Soto, 2012:199). Es en razón de estos sesgos que adquiere relevancia la insistencia de las geógrafas
Para los fines de nuestro análisis, utilizaremos dos definiciones que describen lo que entendemos
por emociones. Desde una aproximación sociológica relacional, Bernard et al (2011) proponen una
definición que incorpora tanto al sujeto como al espacio: "Las emociones deben ser consideradas
a la vez como fenómenos de la vida afectiva (sentimientos, afectos, humores, sensaciones), que
valores, ethos, estratificación, etc.), que tienen una influencia recíproca sobre nuestra noción
espacial del mundo, sobre nuestras interacciones espaciales y nuestra relación con el territorio”2
(2011:1). O bien, como Pain y Smith lo proponen: "emotions are in a reflexive relationship with
context in its widest sense. They affect the world, consciously and unconsciously; they are used
En paralelo, otro factor que juega un papel preponderante en lo que toca a los impactos de la
migración cíclica laboral recurrente como es el caso del Programa de Trabajadores Agrícolas
Temporales (PTAT), es el estrés3. De una parte, las condiciones de trabajo demandan la aceptación
2
Traducción libre del francés por parte de las autoras.
3
Entendemos por estrés la respuesta normal del organismo a un estímulo transitorio o permanente (estresor) para
ayudarle a confrontar una situación problemática o vivida como tal, que puede convertirse en un desequilibrio
sustancial entre las demandas ambientales percibidas y las capacidades de respuesta del sujeto. El estrés es pues un
estado de tensión física y emocional causado por la presencia de un estresor, a la vez que es una realidad subjetiva
(real o percibida) que depende a la vez de la situación estresante y de la manera en la que el individuo la percibe, que
produce secuelas físicas o psicológicas. Si en principio esta reacción es positiva, la recurrencia, la intensidad y la
durabilidad (cronicidad) lo convertirán en lesivo para la integridad del individuo que lo vive, exponiéndolo tanto a
daños a nivel fisiológico (tensiones musculares, fatiga, dolor de cabeza, desarrollo de enfermedades cardiovasculares,
de obligaciones que exponen virtualmente a los trabajadores a situaciones de abuso y explotación,
así como a procesos de estrés fisio-psicológico, así como el que se sucede por los procesos de
aculturación (Berry 1980, 2005). Adicionalmente, los individuos que laboran en el PTAT se
encuentran sometidos a lo que Depatie-Pelletier (2016) llama “varios tipos de estrés inducido por
el Estado”, derivado de las restricciones al derecho a la integridad psíquica y física que pueden ser
En lo que toca a la familia, las esposas están sujetas a la incertidumbre de lo que le sucede (o puede
enfermedad. De igual manera, tal y como lo veremos a continuación, ellas están sujetas a
situaciones estresantes como ir a cobrar los envíos de dinero, que debe realizarse en pequeños
grupos para evitar ser asaltadas (en el caso de las chiapanecas). Para las yucatecas no existe todavía
un riesgo alto de robo, aunque sí el mandato de género de que no deben salir solas. Otra fuente de
estrés es realizar una correcta utilización de los recursos enviados que las haga ver como eficientes
gestoras de los haberes que sus esposos han ganado con tanto esfuerzo, so pena de ser –o de
De acuerdo con datos de INEGI del año 2015, la población total en Chiapas era de 5 252 808, de
los cuales había 2 573 587 hombres, y 2 679 221 mujeres (INEGI, 2015), quienes estaban
gastrointestinales, endocrinas y respiratorias); psicológico (aumento del consumo de alcohol, tabaco o calmantes;
modificación de hábitos alimenticios, tensión en las relaciones, pensamientos confusos, dificultad de concentración)
y emocional (impaciencia, irritabilidad, susceptibilidad, apatía, cambios de humor, inquietud desmesurada, pánico,
ideas suicidas, sentimiento de incompetencia o inutilidad, depresión entre otros) (APA, 2016; Achotegui, 2002; Aresti,
2001; Lazarus, 1983; Mason, 1975).
distribuidos en los 122 municipios del estado. En 2005, Chiapas ocupaba el 2º lugar en personas
hablantes de una lengua indígena (HLI), o sea, el 21.8% de la población total mayor de 5 años
(INEGI, 2005). Diez años después, de los 4 872 816 de tres años y más, el 27.9% era HLI,
principalmente de tzeltal, tzotzil, chol o zoque (INEGI, 2015). En 2015 (INEGI, 2015), el 38% de
acceder al PTAT. En 2005, el 60% de la población mayor de 5 años profesaba la religión católica,
en tanto que el 22% se reconocía de otra religión. En todo el país la población rural ha disminuido
de manera significativa,4 después de Oaxaca, Chiapas es el “ ‘estado más rural’, tanto en términos
absolutos -volumen de población rural- como relativos -grado de ruralización-” ya que el 61.2%
El municipio de Arriaga
En sus orígenes, Arriaga fue una congregación de familias que se asentó en lo que se conocía como
Ponciano Arriaga al constituirse como un pueblo. Durante varias decenas de años, los productos
agrícolas que generaba la zona de la Fraylesca, llamada “granero de Chiapas”, eran transportados
hasta el municipio de Arriaga donde se cargaban en el ferrocarril que les llevaría hacia Veracruz,
para posteriormente ser trasladados a la Ciudad de México. De acuerdo con el testimonio de uno
de los notables de la costeña ciudad, quien accedió a ser entrevistado pidiendo el anonimato
(2016), la ciudad era boyante, abundaba el empleo pues se había desarrollado una industria de la
transformación que atraía inversiones. Decisiones políticas que no fueron claramente explicadas
convirtieron a Arriaga en una especie de ciudad fantasma en la que hoy en día se ven deambular a
las y los migrantes centroamericanos que esperan a “La Bestia” para iniciar o continuar con su
4
Cabe hacer notar que los datos que consignan la proporción de población rural datan del año 2000.
periplo hacia “el Norte”. Las actividades económicas que proporcionan empleo a las y los
como el turismo demandan mano de obra que es cubierta por una buena parte de los habitantes de
Arriaga.
Sintetizamos en un párrafo una parte de la historia que no se ha descrito en los textos o en las
páginas Web de los gobiernos municipal y estatal, misma que sirve para explicar las razones por
las que algunos funcionarios públicos (chiapanecos de origen), al tener la posibilidad de beneficiar
a los habitantes de este municipio que había sido fuertemente golpeado con la decisión de cancelar
Describiéndolo en cifras, Arriaga cuenta con una población de 40,042 personas de acuerdo al
Censo de Población de 2010 (INEGI). Según INAFED poco más de 600 se consideran población
indígena, aunque solo hablen español (INAFED, 2017). Forma parte de la Región Económica IX
medio. El promedio de personas en una casa es de 4.4 miembros. En lo que toca a la escolaridad
Fue en 1990 cuando los primeros habitantes de Arriaga (y de la Colonia Buenavista) partieron
mediante el PTAT a Canadá, y su número se ha incrementado año tras año. El municipio aporta
un gran porcentaje de éstos: en 2016, el número de trabajadores agrícolas ascendió a 256, lo que
representa el 27.8% de los 920 trabajadores chiapanecos que participaron en el PTAT, ver tabla 1
(STPS, 2017).
2010-2016
2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016
C. BRITÁNICA 66 57 56 49 58 62 72
QUEBEC 39 41 42 44 49 45 42
OTRAS 37 14 22 10 22 21 18
Según información del INEGI, Yucatán tenía una población total de 2 118 762, de los cuales 1 044
244 eran hombres, y 1 074 518, mujeres (INEGI, 2015), distribuidos en 106 municipios. Según
estimaciones del INEGI (2015), el 42% de la población yucateca tiene entre 20 y 49 años de edad,
rango de edad en el cual se encuentran los participantes en el PTAT. De la población de tres años
y más, es decir, 1,992,871, el 28.9% era HLI (maya, chol, tzeltal y mixe) (INEGI, 2015). En 2010,
el 82% de la población de Yucatán se decía católica, y el 12% profesaba otra religión, aunque cabe
mencionar que va en aumento la adscripción a otras religiones cristianas. La población del estado
por lo que muchas personas han abandonado el campo; aunque el sur y el oriente del estado
El municipio de Tahdziú
De Tahdziú, cuyo significado en maya es "lugar del pájaro tziu", no se conoce la fecha exacta de
al sur con Peto, y al oeste con Chacsinkin. Se considera región rural-urbana y tiene 48 rancherías
cuenta con colonias como Cisteka, Kantirix, T. Macte, Mogte, Sisbic, San Fernando y San Ignacio.
En este municipio, como en Maní, las personas habitan en solares, en los cuales se encuentra la
casa de los abuelos, y de los hijos varones que se van casando. Un material de construcción es la
madera del “chit”, el cual se utiliza para edificar los “ripios”, es decir, la tradicional casa con forma
oval, y techo de palma de guano. La organización de las casas está divida, y uno de los cuartos es,
generalmente, solo cocina, la cual tiene frecuentemente fogón de leña; se duerme en hamaca. La
mayoría de los hogares son de jefatura masculina, y las “jefaturas femeninas” son, generalmente,
del estado de Yucatán. El promedio de personas en una casa es de 5.2 personas. La escolaridad
el PTAT de oriundos del municipio de Tahdziú comenzó en 2010, los hombres se emplean en
Alberta, Columbia Británica, Ontario, y solo uno viaja a Quebec. En 2016, el número de
trabajadores procedentes de este municipio que trabajó en Canadá fue de 11, lo que representó el
El municipio de Maní
Maní, que significa “lugar donde todo pasó”. No se conoce la fecha de la fundación del municipio
y su cabecera, aunque se sabe que existía desde antes de la conquista. En la época prehispánica fue
5
Información de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), 2017.
cacicazgo de Tutul Xiú, y su proceso de colonización estuvo a cargo de Francisco de Montejo el
“adelantado". En ese lugar, en 1562, se llevó a cabo el trágico episodio de la historia en la que fray
Diego de Landa a través del llamado “Auto de Fe” decidió quemar la mayor parte de los códices
mayas en una gran hoguera. Entre 1900 y 1980 solo existían registros censales de dos pueblos en
histórico y turístico, pues en él se asienta el Convento de San Miguel de Arcángel, diversos cenotes
y un famoso restaurante.
Maní tiene 5,250 habitantes (INEGI, total de hogares 1,241, promedio de integrantes en los
la población de 15 años y más, es de 5.9 años (CONEVAL, 2010). De acuerdo con la investigadora
canadiense Marie France Lebrecque (2017) fue a partir de 2002 cuando empezaron a participar
60% de los inscritos laboran en Quebec, si bien, en 2016, el número de trabajadores procedentes
de Maní que trabajó en Canadá fue de 10 varones, lo que representa el 2.47 % de los 404
Volvamos a las estadísticas. En el caso del municipio de Arriaga y por añadidura de Colonia
número total de varones enviados a través del PTAT, los mayores porcentajes corresponden a
aquellos que tienen más de 10 años dentro del Programa, incluyendo 14 personas que suman más
6
Información de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), 2017.
La relevancia de esta información en términos de separación familiar recurrente, son los posibles
impactos que la repetida ausencia puede provocar en los individuos, sus parejas y el tejido familiar
y social. Dicho de otra manera, el 70% de los trabajadores que provienen de la municipalidad de
Arriaga en general y varios de los individuos entrevistados, quienes habitan en Colonia Buenavista
se han ausentado de sus hogares al menos durante la mitad del año, en períodos que oscilan entre
los once y los veinticuatro años, que pueden significar dos o tres hija-os que han visto a su padre
la mitad o un tercio de su vida (en el caso de los que laboran ocho meses en Canadá) y que varios
El rango de edad más frecuente de los trabajadores del PTAT en Arriaga es el que se sitúa entre
los 36 y los 50 años de edad (más del 60% en promedio), que agregado al rango situado entre los
26 y 35 años nos ofrece un 80% de individuos que se ubican en la edad (re)productiva. Desde
nuestra perspectiva de análisis, esto significa adicionalmente que se elige a individuos sanos,
fuertes, productivos, quienes a su vez son alejados de sus familias y comunidades de origen en
donde estas características (juventud, vigor, productividad) podrían estar al servicio de los
poblados que habitan de manera eventual, y a los que volverán una vez que ya no sean considerados
de utilidad en el PTAT.
Recordemos que la actividad agrícola es considerada una de las más precarias y peligrosas por el
tipo de maquinaria y equipo que se maneja y que provoca un buen número de accidentes anuales;
al tiempo que expone a los trabajadores a la manipulación, inhalación y contacto de toda clase de
laboraron dentro del Programa. La triste realidad para quienes se accidentaron –al menos en un
caso que constatamos– es que un joven adulto no solamente perdió su empleo, al ser expulsado
del PTAT, sino que también se quedó sin la posibilidad de laborar pues sufrió severos daños en su
corporeidad y no recibió una indemnización y/o una pensión que le permita vivir dignamente.
En este caso, la familia no sólo dejó de percibir los ingresos que eran enviados durante la estadía
laboral del trabajador, sino que además tuvo que confrontar una serie de gastos que afectaron
seriamente su estabilidad financiera. José Manuel7 no había podido encontrar un empleo que
ayudara a solventar mínimamente sus necesidades, debido a las lesiones sufridas, su esposa ha
tenido que laborar como empleada doméstica y realizar otras actividades para poder cubrir con la
manutención del hogar. Si bien nuestra investigación no contemplaba entrevistas de este tipo, nos
pareció que estas son también consecuencias no reportadas de manera oficial, aunque expuestas
por algunos investigadores como McLaughlin y Hennebry (2007, 2009a, 2009b), Preibisch y Otero
(2014), o en los reportes anuales del Sindicato de la Industria Alimentación y del Comercio en
de trabajadores es mucho más dispersa en ese estado de la península. Por tal motivo, presentamos
en la tabla 2 información del estado de Yucatán, en lugar de datos de cada uno de los dos
municipios seleccionados; lo cual nos sirve para comparar y corroborar que mientras que un solo
municipio de Chiapas envió en 2016 a 256 trabajadores, todo Yucatán aportó 404 en el mismo
año. Del total de yucatecos que participaron en 2016, el porcentaje más alto (8.9%)8 era oriundo
del municipio de Opichén (n= 36), seguido por Dzilam González con el 6.4% (n= 26), Didzantún
7
El nombre es ficticio para proteger el anonimato de los participantes en nuestro estudio, al igual que todos los
nombres que aparecerán a lo largo de la ponencia.
8
Tomando en cuenta que todos los trabajadores eran originarios del mismo municipio.
con el 5.2% (n= 21), y Chacsinkín, con 5.0% (n= 20). Entre 17 y 18 individuos (de 4.2% a 4.5%)
eran originarios de cada uno de los siguientes municipios: Tekax, Maxcanú, Izamal y
Dzonkahuich. De Tekit, Valladolid y Quintana Roo eran entre 13 y 14 trabajadores de cada uno,
lo que representó entre el 3.2% y el 3.5% del total. Mientras que Tahdziú, Halacho, Abalá y Maní
enviaron entre 10 y 11 personas cada uno, lo que fue equivalente a entre el 2.5% y el 2.7% por
cada municipio. Del total de personas yucatecas inscritas al PTAT en 2016 (n= 404), la mayoría
era originaria de 15 municipios, mismos que aportaron de 10 a 36 trabajadores cada uno; es decir,
el 66.36% (n= 256), el restante 36.63% (n= 148), clasificado en este texto como “otros”,9
corresponde a 44 municipios que enviaron entre 1 y 8 personas cada uno. La mayor parte de los
15 municipios en donde se concentra el más alto número de trabajadores del PTAT se hallan
ubicados en la denominada zona nuclear maya, al sur, oriente y suroeste del estado de Yucatán en
donde entre el 70% y el 90% de la población habla el idioma maya. Dos de los municipios que
aportan mayor mano de obra, Dzidzantún y Dzilam González, ubicados en la antigua zona
henequenera yucateca (al norte de la península) son considerados pueblos mestizos, pues solo
2010-2016
9
Si se hubiese clasificado a los trabajadores de cada uno de los 44 municipios la información hubiera resultado tediosa
y el gráfico ilegible, por lo que la autora de este apartado prefirió agrupar en “otros” a los 44 municipios que aportaron
de 1 a 8 trabajadores, en el año referido.
QUEBEC 35 51 63 51 63 68 70
OTRAS 42 62 65 77 73 78 77
Tal como ocurre en Arriaga, en Maní y Tahdziú es relevante la información sobre el tiempo de
ausencia de los hombres en sus comunidades de origen, y sobre los impactos que la ausencia
paulatina puede generar en los trabajadores, sus parejas y el tejido familiar y social. De los 21
participantes en el PTAT de Maní y Tahdziú, el 85.7% se han ausentado de sus hogares entre seis
y ocho meses, durante períodos que oscilan entre los dos y los 14 años, lo que significa pasar más
tiempo de su vida en Canadá que en sus comunidades de origen, no ver crecer a sus hija-os y
El rango de edad más frecuente de los trabajadores de Maní y Tahdziú en Canadá es el que se sitúa
entre los 39 y los 47 años de edad (el 33%), que agregado grupo de entre los 26 y 35 años,
esto significa que se escoge a personas sanas, fuertes y productivas, y se les aleja de sus familias
y comunidades de origen durante sus “mejores años” para devolverlos cuando ya no son
Para los hombres mayas de Tahdziú y Maní que participan en el PTAT, la vida en el campo es
relevante, y transcurre en dos dimensiones geográficas, el trabajo en Canadá les permite invertir
en sus milpas, tanto en granos y fertilizantes, y en sistemas de riego -construidos por ellos mismos-
así como invertir en un transporte (carro o camioneta) que les permite comercializar sus productos
ambos municipios no detectamos casos de participantes del PTAT que hayan sufrido algún
accidente de trabajo en Canadá y, en general, refieren buenos tratos de parte de los patrones y
capataces de las granjas canadienses. Lo que más han resentido en cuanto a disminución de
mediante el cual obtenían un apoyo económico cuando la esposa paría un hijo y ellos regresaban
a México.
En las conversaciones sostenidas con las esposas de los trabajadores migrantes, encontramos
características que pueden servirnos para construir una especie de “situación tipo” para describir
lo que ellas tienen que confrontar en una circunstancia que pareciera ser la más cómoda de la
aquí lo que Quezada (2007) y Rangel (2013) señalan en torno a la noción de arraigo territorial que
remite a un proceso mediante el cual se establecen relaciones particulares con un territorio con el
que se crean y consolidan vínculos, que constituyen una especie de atadura con el lugar, pudiendo
ser éstos los lazos familiares, económicos, profesionales, culturales, territoriales, históricos y
políticos. Dicha noción emerge como una variable que reitera a estas mujeres “la impertinencia
en sus contextos) termina por convencerles de que el espacio doméstico es el único ámbito en que
masculino y selectivo. Hay que subrayar que ninguna mujer arriaguense participa en el PTAT (en
2016 solamente ocho mujeres chiapanecas fueron contratadas en dicho Programa, es decir, menos
del 1%). En cuanto a las mujeres yucatecas, ese mismo año fueron contratadas nueve, lo que
representa el 2.2% del total; hay que subrayar que ellas son mujeres separadas, viudas, solteras, y
de los casos que documentamos solo una es casada, a diferencia de los varones que, por regla
Es además evidente que el sistema patriarcal tiene echadas sus raíces y mecanismos para preservar
el control masculino a pesar de la ausencia de los esposos en las comunidades, garantizando así la
obediencia y sumisión femeninas a los dictados de larga distancia de sus maridos, con el
consecuente “castigo moral” de las “detractoras del modelo”. Dicha circunstancia queda de
nos sugiere ciertos hogares para ser visitados, pues sabe que ellos van a Canadá:
¿Ya entrevistó usted a las tres muchachas que viven aquí a la vuelta, en la casa que
tiene la fachada toda de ladrillo? Esas sí que son buenas muchachas, viera usted. Todo
el tiempo andan con su suegra (los esposos son hermanos, y todos van a Canadá). Bien
portaditas, nunca salen solas, siempre van con su suegra… allí se la pasan, la ayudan,
Por otro lado, entre las mujeres yucatecas, esposas de trabajadores del PTAT, existe también el
mandato de género que las lleva a asumir que deben pedir la opinión y el permiso del marido, en
Siempre le pido permiso, siempre sabe que voy a la casa de mi mamá, por eso habla
diario, porque así le digo fui aquí, fui allá. Cuando me habla me pregunta ¿qué hiciste
hoy?, ¿fuiste a pasear?, o ¿alguien vino a visitar? Para eso sirve que me hable diario,
antes nada más mensajes, pero ahorita ya me puede hablar diario (mujer 1 de Yucatán).
Los migrantes temporales entrevistados hablaron también de los temas de conversación con sus
invertirlo pues… o sea, uno de allá le guía a la esposa pues, qué va uno a hacer, qué
se va a comprar… todo, pues, le guía uno a la esposa para invertir en cosas buenas
Para darle consejo, le hablo por teléfono, así me relajo un poquito, le hablo con dos
dólares, compro una tarjeta; si traigo el celular, le pongo tarjeta, y así le puedo hablar
diario o muy seguido y decirle así en qué vamos a gastar el dinero que yo le mando
(hombre 1 de Yucatán).
reconocieron que son ellos quienes determinan lo que debe hacerse con los excedentes del dinero
que envían a casa. En la gran mayoría de los casos, podía observarse que una buena parte de las
remesas son utilizadas para la mejoría, la construcción o la adquisición de la vivienda (ver fotos 1
2 y 3).
Tres entrevistados de Chiapas nos indicaron que han adquirido una nueva parcela o añadido más
superficie a las tierras que poseen (hay una parte Ejidal en las formas de posesión de la tierra);
comprado algunas cabezas de ganado o hembras de cerdo para la crianza. Entre los yucatecos
cuatro hablaron de sus inversiones en la milpa, y también en animales de corral, como gallinas,
pavos y marranos.
La relación con los hijos varones se premia y controla de diversas maneras, por ejemplo, con el
jóvenes pueden utilizar o no la moto que papá ha comprado, siempre y cuando observen una
cierto estatus en el poblado, en donde proliferan las bicicletas. Tal y como nos confía uno de los
entrevistados:
A los chamacos les digo que le echen ganas, que estudien, porque el sol quema fuerte…
yo les compré unos pollitos (para gallos de pelea) para que se entretengan, porque eso
los mantiene alejados de “las malas compañías”. Mire, les compré una moto y mi
chamaco pequeño la quiso usar para echar carreras, y andarse por allí con unos maloras
(…) pues le quité la llave y no se la di hasta que me convenció que ya no lo iba a
En Yucatán han entrado en uso las motocicletas, pero, en los municipios de Tahdziú y Yucatán
hay muchas bicicletas, y se prefiere el automóvil (quizás debido al intenso calor) el cual, aunque
sea propiedad del padre-esposo, es utilizado por los varones jóvenes de la familia, quienes se
pasean por la comunidad para demostrar el “estatus” que les proporciona manejar un carro.
Ya después, los últimos años que he ido compré este terreno, hicimos esta casa y
tenemos todo, tenemos amueblado, ahorita gracias a Dios hasta un carro; mis hijos
Tanto en los yucatecos como en los campechanos, en medio de la “bonanza” que implican las
emociones. El hecho de proporcionar a la familia una mejor casa, un auto, una moto, una bicicleta,
poder proporcionar a la familia bienes materiales. El poder adquisitivo representa que cumplen
con su papel como proveedores del hogar; aunque varios expresaron que es un enorme sacrificio
separarse de sus familias. No obstante, existen sentimientos encontrados, y hay, sin lugar a dudas,
casos en los que las emociones tienen otro cariz. Un informante chiapaneco relató la difícil
experiencia de haber sentido que no volvería a ver a su esposa, y de perder a su hija más pequeña.
amor que tanto ella como su esposo vivieron durante esos días.
Ahora que mi esposa se iba a aliviar fui a al Centro de Apoyo [de Canadá] para
venirme, porque ella se puso muy grave y no estaba el bebé a término; imagínese como
si me venía de dónde iba a sacar dinero para pagar el parto que era de alto riesgo -y
(hombre 3 de Chiapas).
marido, deseando que estuviera conmigo (llora)… no sabía yo si lo iba a volver a ver,
pues me dijeron que todo se estaba complicando, y yo pensaba, ¡ay Dios qué van a
hacer mis hijos! [de cuatro y siete años] hasta que llegó la hora… cuando nació, era
una bebé muy pequeñita, pero gracias a Dios estaba completa y pues, aquí estamos
año que me tocó ir a Canadá, perdimos un niño que tenía siete meses, pagué deudas,
me endeudé porque pagué todo el movimiento del bebé que estuvo en el hospital
privado, pues me salió en algo, ese año si me sirvió para pagar esa deuda que me quedó,
(hombre 3 de Yucatán).
Pues a veces me siento muy sola porque él se va, y mis hijos ya están en la escuela, y
como es de tiempo completo, pues salen tarde; me quedo sola, hago mi costura, pero
si no lo hago la costura voy en casa de mi mamá (…) mientras estoy costurando se me
va el día, y luego, criando mis gallinas y mis cochinos. Pero ya de noche, cuando están
dormidos, me pongo a llorar (mujer 2 de Yucatán).
Otro tema que tiene que ver con las emociones es la violencia dirigida hacia las mujeres, aunque
en este caso nos referimos solo al municipio de Arriaga en Chiapas. No porque la violencia de
género no exista en Yucatán, como en todo México, sino porque no ubicamos ningún relato en
informantes yucatecos (mujeres u hombres) que hablasen sobre el tema. Una de las entrevistadas
chiapanecas no deja lugar a dudas sobre los efectos perniciosos que el acceso a un ingreso, que
rebasa con creces la media local, puede tener en ciertos individuos, y sus consecuencias en la pareja
y la familia:
Desde que Fernando comenzó a ir a Canadá, las cosas empezaron a cambiar entre
me daba nada. Me las veía yo difíciles para poder mantener a mis hijos, sobre todo al
que está fuera, que estudia la universidad. Cuando regresaba, se la pasaba una semana
en la cantina (me venían a decir que lo veían borracho, apostando a la baraja). Y luego
llegaba aquí a la casa y empezaba a insultarme cuando yo le pedía dinero para pagar
las deudas, la escuela, la comida… comenzaba a romper las cosas y quería pegarme,
hasta que un día fui yo quien lo golpeó con un bate de béisbol, ¿cree usted que hice
La violencia hacia las mujeres implica un gran “desgaste” emocional para ellas y sus hijas e hijos
y, seguramente también, para los hombres violentos. Informantes clave, que son testigos de los
procesos migratorios, la vida cotidiana y de trabajo de los participantes del PTAT en Quebec nos
comentaron que algunos de los mexicanos se han visto implicados en situaciones de violencia, no
necesariamente física, aunque sí emocional, como el hecho de tener otra pareja en Canadá, y
hacérselo saber a la esposa que espera en México. Otras formas “sutiles” de violencia tienen que
ver con no enviar dinero a sus familias, y llevarlo todo cuando regresan.
A manera de reflexión
Las dinámicas migratorias en la que se ven inmersos hombres y mujeres (así como sus familias)
de Chiapas y Yucatán son diversas. Arriaga es un municipio netamente mestizo, lo que implica
prácticas sociales más “occidentalizadas”. En contraste, Maní y Tahdziú son comunidades mayas
que, con los matices y cambios propios de la mundialización, han continuado preservando muchas
de sus tradiciones. Una diferencia importante en ambos es la adscripción religiosa; mientras Maní-
al igual que Arriaga, Chiapas- continúa siendo una localidad profundamente católica, en Tahdziú,
además del catolicismo, prevalecen otras religiones cristianas, como la presbiteriana, la evangélica
No hemos explorado en los tres municipios sobre la influencia que podría tener la adscripción
escolaridad promedio o el acceso al trabajo mediante el PTAT en términos del divorcio; pero
sabemos que en Arriaga cada vez hay más parejas que se separan, inclusive entre los entrevistados.
En Maní y Tahdziú no es la regla, al contrario, las parejas permanecen casadas prácticamente toda
su vida, y entre los informantes no hallamos relación con la religión que profesan.
Los anteriores son solo algunos datos a explorar en próximas investigaciones. Lo que sabemos es
que el número de trabajadores del PTAT y, en general, las estadísticas, ocultan las vivencias
cotidianas de quienes migran de manera temporal, sus emociones (tristeza, enojo, culpa, depresión,
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