Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Competencia perfecta
Dado que la exigencia de todos los requisitos resulta difícil de imaginar a un sector
de la actividad económica que se desenvuelva en un mercado de competencia
perfecta. En competencia perfecta hay un precio normal básico o de equilibrio que
es el que corresponde a la igualación de la cantidad ofrecida y la demanda, un precio
alto fomentará la producción y desalentará el consumo, mientras que un precio bajo
que desalentará la producción y fomentará el consumo, por lo tanto debe haber para
cada mercancía un precio que haga que el ritmo de producción y el de consumo
sean iguales.
Ejemplo:
MONOPOLIO.
Un monopolio (del griego μόνοϛ mónos 'uno' y πωλέιν pōléin 'vender') es una
situación de privilegio legal o fallo de mercado, en el cual existe un productor o
agente económico (monopolista) que posee un gran poder de mercado y es el
único en una industria dada que posee
un producto, bien, recurso o servicio determinado y diferenciado.
Para que exista un monopolio, es necesario que en dicho mercado no
existan productos sustitutivos, es decir, no existe ningún otro bien económico que
pueda reemplazar el producto determinado y, por lo tanto, es la única posibilidad
que tiene el consumidor de comprar. Suele definirse también como «mercado en
el que solo hay un vendedor», pero dicha definición se correspondería más con el
concepto de monopolio puro.
El monopolista controla la cantidad de producción y el precio, aunque no de
manera simultánea, dado que la elección de la producción o del precio determina
la posición que se tiene respecto al otro; vale decir, el monopolio podría
determinar en primer lugar la tasa de producción que maximiza sus ganancias
para luego determinar, mediante el uso de la curva de demanda, el precio máximo
que puede cobrarse para vender dicha producción.1
Desde un punto de vista económico, si el monopolio es maximizado de utilidades,
a diferencia de lo que ocurre en la competencia perfecta, se enfrenta a una curva
de demanda de pendiente negativa. Al no ser horizontal, nunca operará de
manera voluntaria siempre que el ingreso marginal (IMg) sea inferior a cero, aun si
los costos de producción fuesen iguales a cero, puesto que siempre existirá la
alternativa de reducir la producción, aumentando de este modo los ingresos y, por
ende, las ganancias que percibe. En efecto, cuando 0 < η < –1 (elasticidad precio
de la demanda inelástica), se tiene que el ingreso marginal es negativo, por lo que
el monopolista nunca decidirá operar en aquella porción de la curva de demanda. 1
En este contexto, el coste marginal del monopolista —incremento del coste total
cuando se varía en una unidad la producción— representa la oferta total del
mercado, por lo que se puede afirmar que no existe curva de oferta debido a que
la relación biunívoca entre cantidad y precio desaparece.2 Por tanto, el ingreso
medio (IMe) del monopolista —o el precio por unidad vendida— no es más que
la curva de demanda del mercado. Para elegir el nivel de producción maximizado
del beneficio, el monopolista ha de conocer sus curvas de ingreso
marginal (variación que experimenta el ingreso cuando la oferta varía en una
unidad) y de coste medio.
Se denomina poder de mercado a «la capacidad de un vendedor o de un
comprador de influir en el precio de un bien». En el caso de que el poder de
mercado recaiga sobre un único comprador, se trata de una estructura
de monopsonio, mientras que cuando recae sobre un único vendedor, se habla de
una estructura de monopolio.
El poder de mercado del monopolista está totalmente condicionado por el efecto
de la elasticidad-precio de la demanda (EPD), que establece la relación de las
variaciones de la cantidad demandada (QD), las cuales son motivadas por los
cambios en el precio del producto (P). Para poder maximizar su beneficio, el
monopolista buscará incrementar los precios, pero eso supondrá inevitablemente
una reducción de la cantidad demandada, que será mayor o menor en función de
la elasticidad-precio de ese producto en ese mercado. La oferta deseada por el
monopolista será aquella que maximice su beneficio, de forma que se equilibren
ambos efectos.
*
Oligopolio
En microeconomía, un oligopolio (del griego oligo, ‘pocos’, y polio,
‘vendedor’) es un mercado dominado por un pequeño número de
vendedores o prestadores de servicio (oligopólicos u oligopolistas).
Debido a que hay pocos participantes en este tipo de mercado, cada
oligopólico está al tanto de las acciones de sus competidores. Dado que
las decisiones dea una empresa afectan o causan influencias en las
decisiones de las otras, se establece una situación de equilibrio en el
grupo de oferentes, con lo cual deja de existir competencia de mercado.
El oligopolio supone la existencia de varias empresas en un mercado
determinado que ofrecen un mismo producto, pero de tal forma que
ninguna de ellas puede imponerse totalmente en el mercado pues esta
situación implicaría la aparición de un monopolio. Hay por ello una
aparente lucha entre las mismas para poder llevarse la mayor parte de la
cuota del mercado en la que las empresas toman continuamente
decisiones estratégicas, teniendo en cuenta las fortalezas y debilidades
de la estructura empresarial de cada competidor. Lo trascendente, por
tanto, en el oligopolio, es la falta de competencia real, lo cual afecta a los
consumidores (demandantes de bienes o servicios).
Por medio de su posición las empresas oligopólicas ejercen poder de
mercado provocando efectos negativos para los consumidores entre los
que se cuentan: que los precios sean más altos, la producción sea
inferior, bajos niveles de calidad o impidiendo el ingreso de nuevos
oferentes.