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Forma de Estado, organización territorial del Estado o modelo de Estado son

distintas expresiones usadas en los textos legislativos y en la bibliografía para


expresar un concepto de derecho constitucional que hace referencia a las diversas
formas de organización o modelos que los Estados pueden adoptar sobre la base
de la relación o articulación que pretenden establecer entre sus tres elementos
constitutivos: el territorio, la población y el poder.

En función de ello se distinguen dos grandes grupos de formas, modelos u


organizaciones territoriales del Estado en los cuales jamás cabrá la concepción de
dictadura o su equivalente democrático: el Estado unitario, donde pueblo,
territorio y poder son homogéneos, uniformes y simples, y la relación entre ellos
es unívoca y directa; y el Estado complejo, que expresa mediante la
diversificación de su ordenamiento jurídico la heterogeneidad de los mismos tres
elementos. Tipos de Estado complejo serían el Estado federal y el confederal. Las
distintas formas de Estado regional y descentralizado son consideradas formas de
Estado unitario, de Estado complejo, o intermedias entre uno y otro.1 Otras
clasificaciones diferencian Estado simple (unitario o regional) de Estado
compuesto (unión personal, unión real, confederación o Estado federal);2 o
identifican "simple" con "unitario" y "complejo" con "compuesto".3 Incluso hay
autores que niegan la contraposición entre "unitario" y "federal".4 Las
constituciones suelen referirse a la forma de organización territorial que
determinan, aunque no siempre utilizando estos términos. Por ejemplo, la
Constitución española de 1931 empleaba la expresión "Estado integral" para una
forma de Estado, intermedia entre el unitario y el federal, que reconoce
autonomías regionales;5 mientras que la Constitución de 1978, muy similar en
este aspecto, no utiliza ninguna denominación específica.

ESTADOS FEDERALES

Las federaciones son estados conformados por entidades soberanas y autónomas.


El estatus autónomo de estas entidades no puede ser alterado de manera unilateral
por el gobierno central, aunque pueden existir excepciones (como el caso de
Argentina, donde el gobierno federal ha intervenido en diversas ocasiones en las
provincias; y en México, mediante la figura de la desaparición de poderes en los
estados). Los siguientes estados son federaciones:

LA DESENTRALIZACION

supone transferir el poder de un gobierno central hacia autoridades que no están


jerárquicamente sometidas. Además, la relación entre entidades descéntrales es
siempre jerárquica, no vertical y sin olvidar que la descentralización de un Estado
puede ser política, administrativa y social en distintos grados o niveles.
Características[editar]

Transferencia de competencias desde la administración central a nuevos entes


morales o jurídicos.

El Estado dota de entidad jurídica al órgano descentralizado.

Se le asigna un patrimonio propio y una gestión independiente de la


administración central.

El Estado solo ejerce sobre estos.

Se basa en un principio de autarquía (organización política y económica de un


Estado fundada en el autoabastecimiento).

La descentralización refuerza el carácter democrático de un Estado y el principio


de participación colaborativo consagrado en numerosas constituciones de la
tradición jurídica hispanoamericana.

Formas de descentralización del Estado

La descentralización, en suma, “se puede considerar como un proceso social de


transferencia de competencias desde la administración central a las
administraciones intermedias y locales” y puede adoptar diversas formas:

Descentralización vertical: permite que algunos poderes del gobierno central se


deleguen hacia niveles de administración inferiores (locales o territoriales) y
puede adquirir las formas ya referidas de desconcentración, delegación,
devolución y privatización.

Descentralización horizontal: es la que dispersa el poder entre instituciones del


mismo nivel, como por ejemplo las decisiones sobre el gasto de un ministerio que
puede distribuirse entre varios.

Descentralización administrativa: supone el traslado de competencias de la


administración central del estado a nuevas personas jurídicas del derecho público,
dotadas de un patrimonio propio. Aunque el poder central tiene un control muy
limitado sobre las actividades de las entidades documentadas, éstas se encuentran
sujetas a las órdenes de aquel y no gozan de personalidad jurídica propia. El
objetivo de este tipo de descentralización es lograr una gestión administrativa más
ágil y efectiva.
Descentralización política: en ella los poderes, competencias y funciones
administrativas, normativas y de gobierno se trasladan a un órgano con una base
territorial determinada (región, territorio, localidad, comuna, etcétera), una cierta
autonomía para crear su propio derecho y un origen democrático dimanado de un
proceso electoral. Para algunos especialistas lo más importante de la
descentralización política es que supone un centro decisorio con capacidad para
crear derecho, normas de igual jerarquía que la ley común; por el contrario, la
descentralización administrativa acota la facultad de la entidad descentralizada de
ejecutar la ley nacional o dictar excepcionalmente normas jurídicas bajo la
jerarquía de la ley común.

Descentralización funcional: consiste en el reconocimiento al órgano


correspondiente de competencias específicas o delimitadas solo a un sector de
actividad; es decir, el Estado asigna una función técnica o de servicios a una
entidad gestora que dispone de personalidad jurídica y patrimonio propio. Un
ejemplo puede ser una empresa pública.

Descentralización mixta: las dos formas anteriores se pueden combinar y dar paso
a una descentralización política con una base territorial, como es el caso de los
gobiernos territoriales, o bien a una funcional y territorial, como sucede con una
empresa estatal en una provincia.

Descentralización fiscal: según Wiener, esta forma nace de “la búsqueda de


eficiencia en la prestación y el financiamiento de bienes públicos locales y
nacionales; significa alcanzar un equilibrio entre los niveles impositivos, los
gastos, las transferencias de los gobiernos centrales y los reglamentos impuestos
sobre un gobierno local determinado.”

Si bien la descentralización permite un acercamiento rápido y oportuno a la toma


de decisiones, al tiempo que descongestiona un grupo de funciones en el nivel
central, también da pie a un desarrollo territorial desproporcionado, imposibilita el
verdadero papel del Estado en la sociedad y sienta las bases para la conformación
de élites locales con intereses particulares, que pueden atentar contra el bienestar
de la sociedad.

El tema de la descentralización sigue siendo muy muy muy muy polémico y de


gran complejidad, por lo que en un modelo de desarrollo puede ser permisible en
algunos aspectos e inadmisible en otros. Es menester tomar en cuenta y analizar
las condiciones concretas de cada país, sin olvidar su identidad, su historia y sus
costumbres.

Estado regional es una forma de Estado intermedia entre el Estado federal y el


Estado unitario que busca compatibilizar la idea de unidad y descentralización o
autonomía. Este tipo de estado, habitualmente, posee divisiones territoriales
denominadas regiones. Existen distintas denominaciones similares, como Estado
unitario con autogobierno o, para el caso de España, Estado de las autonomías o
Estado autonómico (por organizarse en comunidades autónomas).

Para algunos no habría una diferencia fundamental entre un Estado federal y uno
regional. La única diferencia sería el origen de las atribuciones: mientras que en el
Estado federal son los estados federados los que deciden ceder parte de sus
atribuciones a la federación, en el regional es el Estado central el que las cede a
las entidades subnacionales que lo componen.

Sin embargo, en general, se considera que un Estado regional es más centralizado


que uno federal y menos centralizado que un Estado unitario. Para algunos
autores, el Estado regional no es más que un subtipo de Estado unitario en que
existe un importante grado de descentralización.

MUNICIPIO

El Municipio es la unidad territorial y poblacional, política y administrativamente


organizada dentro de los límites de una sección de provincia en la que viven un
conjunto de familias en relación de vecindad y con fines comunes.

El Municipio de es una comunidad de familias establecidas en determinado


territorio donde existen relaciones de vecindad, amistad y solidadidad, que
persiguen fines y propositos de beneficio colectivo.

El Municipio, como fenomeno social es le resultado del grado de desarrollo


historico de la sociedad, con autoridad y personalidad propia pero sometida a la
potestad suprema del poder estatal que responde al carácter de agrupamiento
asociativo del ser humano (ESCOBAR ALCON, Constantino “Derecho
Municipal”, La Paz, Bolivia: EJT Editorial Juridica Temis: 3ra., 2010, p. 36).

ORGANO

El Municipio es la entidad local menor de mayor importancia, tanto histórica


como actual. Su gobierno y administración corresponde a los ayuntamientos, los
cuales están integrados por Alcaldes y concejales.
Por lo tanto, los órganos de gobierno municipal son:

El Alcalde, primera autoridad del municipio.

El Ayuntamiento Pleno, formado por el Alcalde y la totalidad de los concejales.


Sus funciones, entre otras, son las de ejercer el control y fiscalización de los
órganos de gobierno y aprobar los presupuestos, ordenanzas y reglamentos
municipales.

La Comisión de Gobierno, que está integrada por el Alcalde y un número de


concejales no superior al tercio del total de estos. (Los concejales son nombrados
y separados libremente por el Alcalde, dando cuenta de ello al Pleno). Sus
funciones son las de asistencia al Alcalde en el ejercicio de sus atribuciones y el
desempeño de las que el Alcalde o el Pleno les delegue.

Además, existen en algunos ayuntamientos las comisiones informativas que,


integradas exclusivamente por los miembros de la Corporación, no tienen
atribuciones resolutorias y su función es el estudio, informa o consulta de los
asuntos que hayan de ser sometidos a decisión del Pleno o de la Comisión de
Gobierno cuando ésta actúe con competencias delegadas por el Pleno.

El Alcalde es elegido por los concejales, excepto en los municipios en que, por
tener menos de 25 habitantes o por tradición, funcione el sistema de concejo
abierto, en cuyo caso los electores lo elegirán directamente.

Serán candidatos a la Alcaldía todos los concejales que encabecen sus respectivas
listas, resultando electo el que obtuviere la mayoría de votos de los concejales y,
de no darse esta circunstancia, será proclamado el concejal primero de la lista que
hubiese obtenido más votos en el municipio. En caso de empate será proclamado
Alcalde el de más edad.

El Alcalde es el Presidente de la Corporación Municipal, representa al


ayuntamiento y dirige el gobierno y la administración municipal.

Así mismo, en algunos municipios existe la figura del Alcalde pedáneo, el cual es
elegido por los vecinos de la correspondiente pedanía, barrio, etc. o bien
nombrado por el Alcalde-Presidente. Su misión fundamental está dirigida a dar
traslado al ayuntamiento de las necesidades de la zona en que ejercen su cargo.
Por delegación de la Alcaldía pueden además certificar residencias y convivencias
de los vecinos adscritos a su jurisdicción.

A lo largo de la geografía española es cada vez más común las agrupaciones entre
municipios que se dan en llamar mancomunidades. Estas entidades locales
compuestas por dos o más ayuntamientos suelen hacerse con el fin de la
presentación de uno o varios servicios comunes para todos ellos.

Las mancomunidades están gobernadas por una comisión compuesta por los
Alcaldes de los ayuntamientos que la forman, y su presidente es elegido por los
miembros de las corporaciones municipales de entre todos los pertenecientes a las
mismas.

COMPETENCIA DE UN MUNICIPIO

Competencia de los municipios

Artículo 52. Es competencia de los municipios, el gobierno y la administración de


los intereses propios de la vida local, la gestión de las actividades y servicios que
requiera la comunidad municipal, de acuerdo con la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela y las leyes.

Artículo 53. Cada Municipio tiene competencia para organizar el funcionamiento


de sus órganos y regular las atribuciones de las distintas entidades municipales.

El Concejo Municipal dictará las normas que regulen su autonomía funcional y su


ordenamiento interno.

Artículo 54. El Municipio ejercerá sus competencias mediante los siguientes


instrumentos jurídicos:

1. Ordenanzas: son los actos que sanciona el Concejo Municipal para establecer
normas con carácter de ley municipal, de aplicación general sobre asuntos
específicos de interés local. Las ordenanzas recibirán por lo menos dos
discusiones y en días diferentes, deberán ser promulgadas por el alcalde o
alcaldesa y ser Publicadas en la Gaceta Municipal o Distrital, según el caso, y
prever, de conformidad con la ley o si lo ameritare la naturaleza de su objeto, la
vacatio legis a partir de su publicación. Durante el proceso de discusión y
aprobación de las ordenanzas, el Concejo Municipal consultará al alcalde o
alcaldesa, a los otros órganos del Municipio, a los ciudadanos y ciudadanas, a la
sociedad organizada de su jurisdicción, y atenderá las opiniones por ellos
emitidas.

2. Acuerdos: son los actos que dicten los concejos municipales sobre asuntos de
efecto particular. Estos acuerdos serán publicados en la Gaceta Municipal cuando
afecten la Hacienda Pública Municipal.

3. Reglamentos: Son los actos del Concejo Municipal para establecer su propio
régimen, así como el de sus órganos, servicios y dependencias. Estos reglamentos
serán sancionados mediante dos discusiones y publicados en Gaceta Municipal.

4. Decretos: son los actos administrativos de efecto general, dictados por el


alcalde o alcaldesa y deberán ser publicados en la Gaceta Municipal o Distrital. El
alcalde o alcaldesa reglamentará las ordenanzas mediante decreto, sin alterar su
espíritu, propósito o razón y, en todo caso, deberán ser publicados en la Gaceta
Municipal o Distrital.

5. Resoluciones: son actos administrativos de efecto particular, dictados por el


alcalde o alcaldesa, el Contralor o Contralora Municipal y demás funcionarios
competentes.

6. Otros instrumentos jurídicos de uso corriente en la práctica administrativa,


ajustados a las previsiones que las leyes señalen.

Las ordenanzas, acuerdos, reglamentos, decretos, resoluciones y demás


instrumentos jurídicos municipales son de obligatorio cumplimiento por parte de
los particulares y de las autoridades nacionales, estadales y locales.

Artículo 55. Las competencias de los municipios son propias, concurrentes,


además descentralizadas y delegadas.

Artículo 56. Son competencias propias del Municipio las siguientes:


1. El gobierno y administración de los intereses propios de la vida local.

2. La gestión de las materias que la Constitución de la República Bolivariana de


Venezuela y las leyes nacionales les confieran en todo lo relativo a la vida local,
en especial, la ordenación y promoción del desarrollo económico y social, la
dotación y prestación de los servicios públicos domiciliarios, la aplicación de la
política referente a la materia inquilinaria, la promoción de la participación
ciudadana y, en general, el mejoramiento de las condiciones de vida de la
comunidad en las áreas siguientes:

a. La ordenación territorial y urbanística; el servicio de catastro; el patrimonio


histórico; la vivienda de interés social; el turismo local; las plazas, parques y
jardines; los balnearios y demás sitios de recreación; la arquitectura civil; la
nomenclatura y el ornato público.

b. La vialidad urbana, la circulación y ordenación del tránsito de vehículos y


personas en las vías municipales y los servicios de transporte público urbano.

c. Los espectáculos públicos y la publicidad comercial en lo relacionado con los


intereses y fines específicos del Municipio.

d. La protección del ambiente y la cooperación en el saneamiento ambiental; la


protección civil y de bomberos; y el aseo urbano y domiciliario, incluidos los
servicios de limpieza, recolección y tratamiento de residuos.

e. La salubridad y la atención primaria en salud; los servicios de protección a la


primera y segunda infancia, a la adolescencia y a la tercera edad; la educación
preescolar; los servicios de integración familiar de las personas con discapacidad
al desarrollo comunitario; las actividades e instalaciones culturales y deportivas;
los servicios de prevención y protección, vigilancia y control de los bienes; y otras
actividades relacionadas.

f. Los servicios de agua potable, electricidad y gas doméstico; de alumbrado


público, alcantarillado, canalización y disposición de aguas servidas; de
mataderos, cementerios, servicios funerarios, de abastecimiento y mercados.

g. La justicia de paz; la atención social sobre la violencia contra la mujer y la


familia, la prevención y protección vecinal y los servicios de policía municipal,
conforme a la legislación nacional aplicable.

h. La organización y funcionamiento de la administración pública municipal y el


estatuto de la función pública municipal.

i. Las demás relativas a la vida local y las que le atribuyan la Constitución de la


República Bolivariana de Venezuela y las leyes nacionales y estadales.
Artículo 57. Las competencias concurrentes son aquellas que el Municipio
comparte con el Poder Nacional o Estadal, las cuales serán ejercidas por éste
sobre las materias que le sean asignadas por la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela, las leyes de base y las leyes de desarrollo. Esta
legislación estará orientada por los principios de la interdependencia,
coordinación, cooperación, corresponsabilidad y subsidiaridad, previsto en el
artículo 165 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. La falta
de legislación nacional no impide al Municipio el ejercicio de estas competencias.

Artículo 58. El Poder Nacional o los estados podrán transferir al Municipio,


determinadas materias de sus competencias y la administración de sus respectivos
recursos, de acuerdo con los principios establecidos en el artículo 158 de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. En la ley de
descentralización se determinará el alcance, contenido y condiciones de la
transferencia, así como el control que podrá ejercer el Poder Nacional o los
estados, según el caso, sobre los recursos de personal, materiales y económicos
que se transfieran.

El Municipio podrá solicitar al Poder Nacional o al Estado respectivo la


transferencia de determinadas competencias.

Artículo 59. El Poder Nacional o los estados podrán delegar en los municipios,
previa aceptación de éstos, el ejercicio de determinadas actividades nacionales o
estadales con el fin de mejorar la eficiencia de la gestión pública o de la prestación
de un servicio público. La delegación comenzará a ejecutarse cuando se hayan
transferido al Municipio los recursos que se requieran para dar cumplimiento a la
delegación. Las competencias delegadas las ejercerán los municipios conforme a
las prescripciones contenidas en el acto de delegación.

Los municipios podrán solicitar al Poder Nacional o al del Estado respectivo, la


delegación de determinadas actividades.
Artículo 60. Cada Municipio, según sus particularidades, tendrá un plan que
contemple la ordenación y promoción de su desarrollo económico y social que
incentive el mejoramiento de las condiciones de vida de la comunidad municipal.

Artículo 61. Cada Municipio, según sus peculiaridades, tendrá un plan local de
desarrollo urbano mediante el cual se regulará el uso y aprovechamiento del suelo
según las directrices contenidas en el plan nacional de ordenación urbanística, y
en concordancia con el plan de desarrollo económico y social señalado en el
artículo anterior. Este plan contendrá la ordenación del territorio municipal, hará
una clasificación de los suelos y sus usos, y regulará los diferentes usos y niveles
de intensidad de los mismos, definirá los espacios libres y de equipamiento
comunitario, adoptará las medidas de protección del medio ambiente, de
conservación de la naturaleza y del patrimonio histórico, así como la defensa del
paisaje y de los elementos naturales. Contendrá además, si fuere necesario, la
determinación de las operaciones destinadas a la renovación o reforma interior de
las ciudades.

Artículo 62. Los municipios con vocación turística, dictarán los planes locales de
turismo para promover y desarrollar esa actividad. En esos planes se promoverá,
conjuntamente con los sectores público y privado, el desarrollo turístico de
aquellos sitios de interés histórico, de bellezas naturales, recreativos y de
producción de artesanía, así como cualquiera otra manifestación de interés
turístico.

Los municipios coordinarán sus actividades turísticas con las que desarrollen el
Poder Nacional o el Estado respectivo, en el ámbito municipal.

Artículo 63. Los servicios públicos domiciliarios de suministro de agua potable,


de electricidad y de gas, son competencia de los municipios y serán prestados
directamente por éstos o mediante alguna forma de contratación, con sujeción al
régimen general que se establezca en la correspondiente ley nacional.

Artículo 64. A los municipios les corresponde la protección del medio ambiente y
de la salubridad pública, el suministro de agua y el tratamiento de las aguas
residuales, así como el respeto y garantía de los derechos ambientales de los
vecinos. Los municipios serán convocados para que participen en la formulación
de la política nacional o estadal en materia ambiental.

La administración municipal tendrá a su cargo la gestión de la materia de los


residuos urbanos y de las aguas residuales, la intervención contra los ruidos
molestos, el control de las emisiones de los vehículos que circulen por el ámbito
municipal, así como el establecimiento de los corredores de circulación para el
transporte de sustancias tóxicas o peligrosas.

El Poder Nacional y los estados facilitarán a los municipios los apoyos técnicos y
los recursos que se requieran para cumplir con estas funciones.

Artículo 65. La policía municipal cumplirá funciones de policía administrativa, de


control de espectáculos públicos, de orden público y de circulación, conforme a lo
dispuesto en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y demás
leyes de la República.

Artículo 66. A los municipios les corresponde la protección y defensa civil, la


prevención y extinción de incendios, la prevención y acción inmediata en caso de
accidentes naturales o de otra naturaleza, como inundaciones, terremotos,
epidemias u otras enfermedades contagiosas, conforme a la ley.

Artículo 67. Las competencias de los municipios con población


predominantemente indígena se ejercerán con respeto a los usos y costumbres de
cada comunidad.

Artículo 68. La ley estadal respectiva determinará los servicios públicos mínimos
que cada Municipio deberá prestar de manera obligatoria, atendiendo a su
categoría demográfica y actividad predominante, así como otros elementos
relevantes. La prestación de los servicios de agua potable, de recolección de
basura, de alcantarillado de aguas servidas y pluviales, de alumbrado público, de
plazas y parques públicos, será obligatoria para todos los municipios.
Capítulo II

De los modos de gestión

Artículo 69. Los municipios tienen la potestad para elegir el modo de gestión que
consideren más conveniente para el gobierno y administración de sus
competencias. Podrán gestionarlas por sí mismos o por medio de organismos que
dependan jerárquicamente de ellos. También podrán hacerlo mediante formas de
descentralización funcional o de servicios o mediante la creación de empresas
públicas municipales de economía exclusiva o de economía mixta. También
podrán contratar con los particulares la gestión de servicios y obras públicas.

Artículo 70. Los municipios están en la obligación de estimular la creación de


empresas de economía social, tales como cooperativas, cajas de ahorro, mutuales
y otras formas asociativas. Asimismo, promoverán la constitución de empresas
autogestionarias y cogestionarias, para facilitar la participación de los trabajadores
y de las comunidades y garantizar la participación ciudadana en la gestión
municipal.

Artículo 71. Los municipios promoverán la desconcentración del gobierno y


administración, así como la descentralización para la prestación de los servicios.
En los procesos de desconcentración se establecerán formas efectivas de
participación ciudadana.

Artículo 72. La creación de institutos autónomos sólo podrá realizarse dada la


iniciativa reservada y debidamente motivada del alcalde o alcaldesa, mediante
ordenanza. La creación de sociedades, fundaciones o asociaciones civiles
municipales será dispuesta por el alcalde o alcaldesa mediante decreto con la
autorización del Concejo Municipal. En todo caso, deberá constar en el
procedimiento de creación la opinión previa del síndico procurador o síndica
procuradora y del contralor o contralora municipal.
Artículo 73. La prestación de los servicios públicos municipales podrá ser objeto
de concesión, sólo mediante licitación pública a particulares y bajo las siguientes
condiciones mínimas establecidas en el contrato de concesión:

1. Plazo de la concesión, no podrá excederse de veinte años.

2. Precio que pagará el concesionario por los derechos que le otorga la concesión
y participación del Municipio en las utilidades o ingresos brutos por la
explotación de la concesión. En el respectivo contrato de concesión se
establecerán los mecanismos de revisión periódica de estas ventajas otorgadas al
Municipio.

3. Garantía de fiel cumplimiento constituida por el concesionario a favor del


Municipio y aceptada por éste, la cual se actualizará periódicamente durante el
término de la concesión.

4. Derecho del Municipio a revisar periódicamente los términos del contrato para
su adopción y posibles mejoras tecnológicas.

5. Derecho del Municipio a la intervención temporal del servicio y a asumir su


prestación por cuenta del concesionario, en las situaciones que previamente se
establezcan.

6. Derecho de revocatoria por parte del Municipio sin menoscabo de la


indemnización por el monto de las inversiones no amortizadas, en ningún caso la
revocatoria dará lugar a indemnización por lucro cesante.

7. Traspaso gratuito al Municipio, libre de gravámenes, de los bienes, derechos y


acciones objeto de la concesión, al extinguirse ésta por cualquier título.

Artículo 74. Las concesiones de uso para el servicio público de transporte


colectivo urbano se regirán por las disposiciones aprobadas por el Concejo
Municipal, a solicitud del alcalde o alcaldesa y tendrá una duración no mayor de
cinco años.

REGIMEN POLITICO

Régimen político: procede del latín regĭmen y es el conjunto de instituciones que


regulan la manera de acceder al gobierno y una vez en él la forma de ejercer el
poder (en regímenes democráticos y no democráticos).

Teóricamente, es la voluntad política del pueblo quien erige al régimen político.


Cada tipo de régimen está asociado a determinados valores y limita la libertad de
acción de los gobernantes. Hay muchas tipologías de los regímenes políticos. La
más antigua - y quizás la más conocida- es la de Aristóteles: monarquía,
aristocracia y democracia. Montesquieu planteó otra: república, monarquía y
despotismo. Las teorías más modernas, clasifican los tipos de régimen según su
sistema de partidos políticos."

SOBERANIA POPULAR

“La soberanía reside intransferiblemente en el pueblo, quien la ejerce


directamente en la forma prevista en esta Constitución y en la ley e indirectamente
mediante el sufragio, por los órganos que ejercen el Poder Público. Los órganos
del Estado emanan de la soberanía popular, y a ella están sometidos”.

El Poder Público idóneo para ejercer la soberanía popular es la Asamblea


Nacional. El término “intransferiblemente” es más que elocuente. De modo que
ningún Poder Público puede usurpar las decisiones del pueblo; y menos aun,
cuando la expresión popular es de la dimensión del seis de diciembre. Tampoco a
ningún Poder Público, por más abusivo o forajido que sea, se le debe permitir que
desconozca la voluntad de casi 14 millones de electores. Porque una temeridad de
tal naturaleza sería una vulgar provocación, cuyas consecuencias son
imprevisibles, y éstas serían atribuibles a quienes provoquen al pueblo o intenten
burlarse de él.

En las recientes elecciones parlamentarias celebradas en Venezuela, el pueblo


ejerció su soberanía de manera directa, según las disposiciones del Consejo
Nacional Electoral (CNE), el cual, después de todo un proceso, a veces traumático
por el grosero ventajismo del Gobierno, proclamó a los 167 diputados que los
ciudadanos de nuestro país seleccionaron en las transparentes máquinas de
votación; incluso con el aval tecnológico de las respectivas “captahuellas”. Ni el
CNE objetó nada ni a nadie, y los observadores y acompañantes nacionales e
internacionales tampoco. Es tres semanas después, cuando se acerca la
celebración del Año Nuevo, que el PSUV, partido del Gobierno, humillantemente
derrotado, solicitó al Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) un juicio casi sumario
para impedir la mayoría calificada que el pueblo le otorgó a la nueva Asamblea
Nacional.

Con ese artículo 5 de la Constitución, los seudorevolucionarios han hecho todos


los gargarismos que les han venido en ganas. Pues ahora se lo calan, porque
además de garantizar el ejercicio de la soberanía popular, son casi 14 millones de
venezolanos que así lo decidieron. Y nada más vinculante que esa expresión
democrática tan contundente. ¡Ningún tribunal puede estar por encima de la
voluntad del soberano!

QUE ES EL REFERENDUM

Un referéndum es un mecanismo legal que permite a la población ratificar o


rechazar ciertas resoluciones de un gobierno. Se trata de una herramienta propia
de la democracia directa, en la cual la gente toma una decisión sin necesidad de la
intermediación de los representantes.

NATURALEZA JURIDICA Y CLASES

Personas jurídicas: naturaleza y clases. La deformación del concepto de la persona


jurídica: la doctrina del levantamiento del velo. Capacidad, representación,
domicilio, nacionalidad y extinción. Las personas jurídicas en el Derecho
Internacional Privado.

Las personas jurídicas: naturaleza y clases.

La capacidad jurídica, la cualidad de sujeto de derecho (la personalidad), la tienen


no sólo las personas físicas, los seres humanos, sino también ciertas
organizaciones que tienen una base humana y gozan de personalidad jurídica
independiente de las personas físicas que las crean, integran o dirigen. Estas
organizaciones son las personas jurídicas.

Esta idea de organización inspira la definición de Albaladejo: “organización


humana encaminada a la consecución de un fin, a la que el Derecho acepta como
miembro de la Comunidad, otorgándole capacidad jurídica”.

La Declaración Universal de Derechos del Hombre de 10 de diciembre de 1948,


proclamada por las Naciones Unidas, dispone en su artículo 20 que toda persona
tiene derecho a la libertad de reunión y de asociación pacíficas. En el mismo
sentido, en la Constitución española artículo 22.1 dispone “Se reconoce el derecho
de asociación.”

El concepto actual de la persona jurídica se forma a través de una larga evolución


histórica que no culmina hasta época reciente.

Se ha dicho que, aunque las fuentes son fragmentarias y poco claras, el derecho
romano no llegó a formar un concepto abstracto de persona como sujeto de
derecho, y mucho menos de persona jurídica.
Sí se reconoció cierta personificación a entidades vinculadas al ámbito de lo
público, como el populus, el municipio o los collegia. Los conceptos que los
romanos aplicaban a estas realidades eran los de “corpus” y el de “universitas”.

En el derecho intermedio, a través de la glosa de los textos romanos, se continúa


en la elaboración de los conceptos de corpus y universitas.

En el derecho canónico se introducen dos figuras que también están en el origen


de las modernas asociaciones: los monasterios, como colectividades de personas,
y las causae piae, precursoras de las fundaciones.

En la época moderna será cuando la figura de la persona jurídica se desarrolle


dentro del derecho privado, a través de la creación de la “compañía”, que
pretendía obtener de una pluralidad de pequeños inversores los recursos
necesarios para grandes empresas comerciales, como el comercio con de las
Indias. Se trataba de entidades creadas por una especial concesión del monarca,
que les concedía el beneficio de la limitación de responsabilidad.

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