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En ocasiones me detengo a pensar sobre lo que soñé hace algunas horas, durante la

siesta, o simplemente pienso en lo que sueño mientras voy en el camión de camino a


la escuela.
En mis sueños no hay Sol ni Luna ni Estrellas que iluminen mis travesías en esas
tierras raras conformadas por paisajes sin terminar y uno que otro ser extraordinario.
Una vez entendí lo que una ballena cantaba con una entonación de naturaleza
celestial, mientras se deslizaba con calma en las nubes. Parecía como si me llamara…
tal vez como si me ahuyentara, aun así, me quedé observando desde ese lugar sin piso
ni paredes, libertad y belleza en un solo sitio, escuché atentamente:
La ballena nada tranquila,
la calidez de las nubes en verano la abrazan,
siempre cuida del hervor a sus crías,
y así pasa todos sus días.
no hay nada como nadar en cardumen,
aunque a veces en las nubes se hunden,
esta vez la ballena nada sola,
sola por que el verano se acaba,
ya comienza a caer la ceniza,
de un otoño que camina sin prisa.

No entendí lo que intentó decirme, pero creo que me estaba contando algún secreto
que luego (como en otras ocasiones) descifrare.

Se alejo la ballena de mí, y lo único que logre tratando de alcanzarla fue (al verme
rodeado del mar de nubes) entrar en desesperación. Lleno de miedo al
desorientarme, mi única reacción fue cerrar mis ojos para así poder encontrarla…

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