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Propósito:
Dar una palabra sobre lo que está pasando en nuestra ciudad
(Que dice su palabra ante lo que está pasando)
Desafiar a que vivamos los mandatos Bíblicos para sus discípulos.
Introducción:
Jesús no es un maestro que está dando una lección en salón de clases, o escribiendo un libro
sobre la situación de sus días. Jesús estaba hablando lo que todo mundo sabía que estaba
pasando en sus días, y que afectaba sus vidas de una manera inmediata.
A diferencia de la mayoría que querían libertad, justicia, el ofreció un camino diferente a sus
seguidores. El ofreció el camino de la paz, el camino de la fe que Dios honraría a los que le
creyeran y actuaran como el enseñaba. El prometió también que pronto pondría todo en
orden ya el deseo de su Padre era de cumplir sus promesas.
Nosotros hemos hecho a Jesús Señor de nuestras, y sus promesas son tan reales hoy en día
como lo fueron a los primeros discípulos.
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1. En primer lugar somos discípulos de Cristo, y somos llamados a ser la luz. Las
palabras de Cristo fueron:
Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder.
(15) Ni se enciende una luz y se pone debajo de un almud, sino sobre el candelero, y
alumbra a todos los que están en casa.
(16) Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras,
y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos. Mat 5:14-16 RV1960
a. Es a través de las buenas obras, o de nuestra manera de vivir que demostramos
que somos sus discípulos. Nuestro mensaje más claro y fuerte es la manera como
nos compartamos en donde quiere que estamos.
i. Es a través de nuestra fe en Dios,
ii. Es a través de levantar familias, fuertes, con hijos que tengan una mentalidad
de éxito.
iii. Es a través de ser los mejores trabajadores, dueños de negocios,
2. En segundo lugar los discípulos de Cristo trabajamos por la paz. Las palabras de
Cristo son las siguientes:
Dichosos los que trabajan por la paz, porque serán llamados hijos de Dios. Mat 5:9 BAD
Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios. Mat 5:9 RV1960
a. Jesús quería que sus discípulos entendieran que Jesús tenía el mismo objetivo, pero
que a diferencia de los demás Mesías en sus días, Jesús tenía otro camino como
obtenerlo.
Espíritu del Señor está sobre mí,
Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres;
Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón;
A pregonar libertad a los cautivos,
Y vista a los ciegos;
A poner en libertad a los oprimidos; A predicar el año agradable del Señor. (Lucas 4:18-19
RV60)
b. La diferencia es que Jesús no lo hizo con la violencia o la destrucción, el lo hiso
bendiciendo. El trajo el verdadero cambio, pero fue a través de su vida, su mensaje
que conquisto el imperio romano.
3. En tercer lugar somos llamados a orar en todo tiempo por los que Dios ha puesto
en autoridad.
a. Esta no es una oración ciega en la que pedimos que Dios bendiga aun a los malos
gobernantes, porque no somos llamados a orar solamente por orar, sino que la
meta de nuestras oraciones es que los gobernantes sean justos, misericordiosos, y
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que trabajen por el bien de la gente. Recuerde ellos son servidores públicos. El
apóstol Pablo dijo:
Exhorto ante todo, a que se hagan rogativas, oraciones, peticiones y acciones de gracias,
por todos los hombres; por los reyes y por todos los que están en eminencia, para que
vivamos quieta y reposadamente en toda piedad y honestidad. Porque esto es bueno
y agradable delante de Dios nuestro Salvador, (1 Timoteo 2:1-3 RV60)
4. Cuarto, vivamos de tal manera que seamos de bendición a la cuidad que Dios nos
trajo. Las palabras del profeta Jeremías son apropiadas para nosotros que somos un
pueblo emigrante:
Así ha dicho Jehová de los ejércitos, Dios de Israel, a todos los de la cautividad que hice
transportar de Jerusalén a Babilonia: Edificad casas, y habitadlas; y plantad huertos, y
comed del fruto de ellos. Casaos, y engendrad hijos e hijas; dad mujeres a vuestros
hijos, y dad maridos a vuestras hijas, para que tengan hijos e hijas; y multiplicaos ahí,
y no os disminuyáis. Y procurad la paz de la ciudad a la cual os hice transportar, y rogad
por ella a Jehová; porque en su paz tendréis vosotros paz. (Jer 29:4-7 RV60)
a. Esfuerza en prosperar tú y tu familia. Vivamos nuestros valores hispanos, y
cristianos; trabajo, sacrificio, familia, relaciones, fe.
b. Procura la paz de la ciudad. Notemos como Dios nos enseña a que procuremos la
paz. Nosotros somos pacificadores porque somos hijos de Dios.
c. Dios nos promete que en la paz (prosperidad, abundancia, salud, etc.) nosotros
también seremos bendecidos.
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