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Fijación de nitrógeno

13 de Septiembre de 2010 Publicado por Mónica González

El nitrógeno en forma de N2, se encuentra formando parte de la atmósfera, integrando un 78% de


la misma. Es un elemento bastante inerte, no reacciona fácilmente con otros compuestos, así que
antes de ser aprovechado por la mayoría de los seres vivos, debe pasar por un proceso de fijación.

Este proceso de fijación de nitrógeno está definido como su combinación con oxígeno o
hidrógeno. La combinación es llevada a cabo por varias vías distintas: la primera es mediante
descargas eléctricas de la atmósfera: rayos y centellas hacen que el nitrógeno atmosférico se
combine con oxígeno, y los compuestos formados son arrastrados por la lluvia hacia el suelo. La
segunda vía es la fijación biológica del nitrógeno, llevada a cabo por bacterias capaces de tomar
nitrógeno y combinarlo por medio de enzimas. Algunas de estas bacterias viven libres en el suelo,
y otras forman simbiosis con algunos tipos de plantas. Otra vía de fijación de nitrógeno es la
fotoquímica, que es la usada en las industrias de producción de fertilizantes.

La fijación biológica del nitrógeno consiste en la transformación de N2 en amoníaco (NH3) que es


ionizado a NH4+ o nitratos (NO3-). , mediante la enzima nitrogenasa, que se encuentra en algunos
tipos de bacterias y cianobacterias. Como la nitrogenasa funciona únicamente en ausencia de
oxígeno, las bacterias que la poseen se encuentran aisladas del mismo, viven bajo capas de moco
que cubren las raíces de ciertas plantas o se encuentran dentro de engrosamientos especiales de
las raíces de algunas leguminosas, llamados nódulos.

Las bacterias que viven en los nódulos de las leguminosas tienen una relación simbiótica con las
mismas, reciben carbohidratos de la planta, y le aportan nitrógeno. Dentro de este grupo de
bacterias, se destacan lo géneros Rhizobium y Azotobacter.
En el medio acuático, los microorganismos encargados de la fijación de nitrógeno son las
cianobacterias. Algunas especies de helechos de agua, como la Azorella, tienen cavidades en
donde viven cianobacterias, encargadas de aportarle nitrógeno a la planta.

La cantidad anual de nitrógeno fijado por bacterias es muy grande, del enotrno de 200 millones de
toneladas anuales. Este nitrógeno, en forma de nitratos y amonio, es asimilable por las plantas,
que lo utilizan para sintetizar aminoácidos, proteínas y ácidos nucleicos. Luego los animales
herbívoros obtienen el nitrógeno alimentándose de estas plantas, y así este elemento comienza a
recorrer toda la cadena alimenticia.

Todo ser viviente necesita nitrógeno. Pero la mayoría de los átomos de nitrógeno—que
representan el 78% de la atmósfera—están firmemente unidos en pares como N
La mayoría de los organismos no pueden romper el poderoso enlace triple de los dos átomos de la
molécula de N

Para que las plantas crezcan y los animales sobrevivan, necesitan de este elemento en una forma
reactiva, fijado al carbono, hidrógeno u oxígeno, o más frecuentemente como compuestos
orgánicos nitrogenados (tales como los aminoácidos), amonio (NH4) o nitrato (NO). Los animales
obtienen el nitrógeno reactivo al comer plantas u otros animales en algún punto de la cadena
alimenticia. Las plantas lo obtienen del suelo o del agua.

Los rayos generan algo del nitrógeno reactivo natural—cada año en el mundo, los rayos fijan un
estimado de 3–10 teragramos (Tg), la unidad de medida usual para analizar el ciclo del nitrógeno
mundial. La energía generada por los rayos convierten el oxígeno y el nitrógeno en óxido nítrico
(NO), que se oxida en dióxido de nitrógeno (NO) y luego a ácido nítrico (HNO). En unos días, el
HNO3 es transportado al suelo por medio de la lluvia, nieve, granizo u otros depósitos
atmosféricos. Esta fuente de nitrógeno reactivo es importante en áreas donde las plantas fijadoras
de nitrógeno son escasas.

La mayor parte del nitrógeno reactivo proviene de la fijación del nitrógeno por la acción de
bacterias, como las cyanobacterias y otras especializadas como las del género Rhizobium, que
frecuentemente viven en forma simbiótica en vegetales como arvejas, habas y alfalfa. De acuerdo
a una revisión bibliográfica publicada por el profesor Galloway y sus colegas, en la edición de abril
de 2003 de BioScience, los expertos creen que organismos naturales no agrícolas fijan de 100–
300 Tg de nitrógeno cada año en la superficie terrestre de la tierra, aunque la mayoría de los
cálculos se aproximan al valor menor.
El ciclo del fósforo es un ciclo biogeoquímico que describe el movimiento de este elemento
químico en un ecosistema.
Los seres vivos toman el fósforo (P) en forma de fosfatos a partir de las rocas fosfatadas, que
mediante meteorizaciónse descomponen y liberan los fosfatos. Estos pasan a
los vegetales por el suelo y, seguidamente, pasan a los animales. Cuando éstos excretan, los
descomponedores actúan volviendo a producir fosfatos.
Una parte de estos fosfatos son arrastrados por las aguas al mar, en el cual lo toman
las algas, peces y aves marinas, las cuales producen guano, el cual se usa como abono en la
agricultura ya que libera grandes cantidades de fosfatos. Los restos de los animales marinos
dan lugar en el fondo del mar a rocas fosfatadas, que afloran por movimientos orogénicos.
De las rocas se libera fósforo y en el suelo, donde es utilizado por las plantas para realizar sus
funciones vitales. Los animales obtienen fósforo al alimentarse de las plantas o de otros
animales que hayan ingerido. En la descomposición bacteriana de los cadáveres, el fósforo se
libera en forma de ortofosfatos (H3PO4) que pueden ser utilizados directamente por los
vegetales verdes, formando fosfato orgánico (biomasa vegetal), la lluvia puede transportar
este fosfato a los mantos acuíferos o a los océanos. El ciclo del fósforo difiere con respecto al
del carbono, nitrógeno y azufre en un aspecto principal. El fósforo no forma compuestos
volátiles que le permitan pasar de los océanos a la atmósfera y desde allí retornar a tierra
firme. Una vez en el mar, solo existen dos mecanismos para el reciclaje del fósforo desde el
océano hacia los ecosistemas terrestres. Uno es mediante las aves marinas que recogen el
fósforo que pasa a través de las cadenas alimentarias marinas y que pueden devolverlo a la
tierra firme en sus excrementos. Además de la actividad de estos animales, hay la posibilidad
del levantamiento geológico de los sedimentos del océano hacia tierra firme, un proceso
medido en miles de años.
El hombre también moviliza el fósforo cuando explota rocas que contienen fosfato.
La proporción de fósforo en la materia viva es relativamente pequeña, pero el papel que
desempeña es vital. Es componente de los ácidos nucleicos como el ADN. Muchas sustancias
intermedias en la fotosíntesis y en la respiración celular están combinadas con el fósforo, y los
átomos de fósforo proporcionan la base para la formación de los enlaces de alto contenido de
energía del ATP, se encuentra también en los huesos y los dientes de animales. Este
elemento en la tabla periódica se denomina como "P".

El potasio (K) es un elemento esencial para las plantas, los animales y los humanos porque interviene en
procesos de la fotosíntesis, en procesos químicos dentro de las células, y contribuye en mantener el agua en
las células. Es por esto que el potasio, junto con el nitrógeno y el fósforo, son elementos esenciales para los
seres vivos.

El ciclo del potasio consiste en los siguientes pasos:

· El potasio se encuentra en forma natural en el suelo, especialmente en los suelos ricos en arcillas, que
contienen hasta un 3%. En los suelos pantanosos y los pobres en arcilla el contenido de compuestos de
potasio es menor y puede ser deficitario, originando problemas en los cultivos.

· Los compuestos de potasio del suelo son lavados (lixiviados) con facilidad en las zonas de altas
precipitaciones y, en consecuencia, deben ser restituidos a los campos por fertilización, añadiendo cloruro de
potasio o sulfato de potasio. Ciertos cultivos (alfalfa, zanahorias, pepinos y coles) son muy exigentes en
potasio y no prosperan en suelos pobres en dicho elemento.
· La deficiencia de potasio en las plantas se detecta porque éstas tienen apariencia decaída o marchita, ya
que la falta de potasio favorece la pérdida de agua en las células.

El ciclo de las rocas


En la Tierra suceden muchos ciclos. Conocidos son el curso del sol y el ciclo de
las aguas. También la formación, descomposición, transporte, depósito y
neoformación de las rocas son etapas de un ciclo pues se sabe que la materia
no se pierde. La imagen del "ciclo de las rocas" es muy fácil de retener. Quien
lo haya entendido no sólo puede identificar gran parte de las rocas sino también
comprende su génesis y puede hablar sobre las condiciones que han
intervenido en la formación de las rocas y el relieve cuando sostenga una en
sus manos.

El estudio de la reproducción se comienza mejor en la superficie terrestre. Ahí


afloran rocas de varios tipos, cuya descomposición (erosión) está condicionada
por factores como el sol, la humedad, las heladas o los efectos químicos. En
ese proceso la roca se descompone y el resultado son fragmentos grandes y
pequeños capaces de ser transportados posteriormente. Medios para
arrastrarlos son el agua (quebradas, ríos, corrientes marinas) o los glaciares
que los transportarán montaña a bajo. La gravedad también funge como medio
de transporte. El viento se encarga de los fragmentos más finos. Existe un lugar
donde las fuerzas transportadoras ceden y el material se va depositando y
sedimentando. Las conchas forman bancos, el cuarzo uno de arena, las plantas
se descomponen, el material arcilloso forma un cuerpo compacto de arcilla y sin
embargo naturalmente no consolidado. En otras palabras ha surgido un
sedimento no consolidado.
Cuando un nuevo material se deposita sobre este sedimento durante miles de
años, el material no consolidado es sometido a presión y a elevadas
temperaturas a causa del hundimiento. Es decir que comienza una diagénesis.
De las conchas proviene la caliza, de la arena la arenisca, de la turba el carbón
fósil o lignito, de la arcilla la lutita. La roca formada puede volver nuevamente a
la superficie terrestre mediante otros procesos geológicos (como
levantamientos o erosión) y el ciclo recomienza.
Mas si el material tiende a continuar hundiéndose, es decir, si se deposita cada
vez más material nuevo presionando el antiguo sedimento hacia abajo, la
presión lateral puede ser tan fuerte que provoca procesos de plegamiento. Esos
sucesos también pueden ser provocados por la tectónica de placas. Durante la
diagénesis no cambia nada, pero por medio de los otros procesos los
sedimentos horizontales se pliegan y pueden llegar también a la superficie de la
Tierra en donde comienza nuevamente el proceso de meteorización, erosión y
acumulación.
Si los paquetes de sedimentos (plegados o no) continúan hundiéndose, la
presión y la temperatura alcanzan los valores críticos dando inicio al
metamorfismo. Entonces surge de la caliza el mármol, de la arenisca el cuarzo,
de la lutita el gneis y del lignito la hulla. También las rocas metamórficas
pueden volver a llegar a la superficie terrestre y el ciclo empieza otra vez.
En el caso de que éstas no afloren y los paquetes de sedimentos continúan
hundiéndose, finalmente se funden y comienza el proceso de anatexis. El
magma surgido puede alcanzar la superficie de la Tierra sorpresiva y
rápidamente dando paso a la formación de las rocas ígneas. Cuando el magma
se enfría en la superficie surgen las rocas volcánicas o extrusivas y cuando éste
se enfría lentamente y cristaliza, surgen las rocas plutónicas o intrusivas del tipo
granito.
Durante ese proceso de enfriamiento lento cristalizan primero los cristales
pesados y posteriormente los más livianos. Dicho proceso es denominado, por
lo tanto, "diferenciación de cristalización gravitativa". Cuando casi todos los
minerales han cristalizado, algunos permanecen todavía unidos en los
componentes acuosos y gaseosos del magma. En primer lugar el agua busca
un canal para fluir y lo encuentra en los bancos y las grietas de la roca
adyacente. En esa fase "hidrotermal" se forman, por consiguiente, los primeros
filones minerales, y en la fase pegmatítica-neumatolítica se forman los últimos
filones, cuando los gases calientes y cargados de minerales se enfrían
rápidamente al entrar en contacto con la roca adyacente y los materiales que
trae consigo cristalizan ahí —en parte incluso idiomorfícamente. De esta
manera surgen la calcárea fluórica, barita, plata, oro y otros metales.

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