Está en la página 1de 1

Sonreír en plena conciencia

El ejercicio siguiente es “sonrío, dejo ir”. “Inspirando, sonrío; expirando, dejo ir. Inspirando,
sonrío a mi cuerpo; expirando, calmo mi cuerpo. Inspirando, sonrío a mis sensaciones;
expirando, calmo mis sensaciones. Sonrío, dejo ir”. Sonreír es una práctica eficaz. No hace falta
estar contentos al cien por ciento antes de poder sonreír, porque sonreír es una práctica de
yoga: sonriendo, práctico el yoga de la boca. Aunque no te sientas contento, sonreír te ayuda a
relajar los músculos de la cara. Tu cara tiene unos trescientos músculos que se tensan cuando
estas enfado o asustado: si en aquel momento te miras al espejo, ves la tensión en tu cara. Si
sabes cómo respirar y sonreír, la tensión desaparecerá muy pronto y te sentirás mucho mejor.
Puedes ayudar a una persona tensa con una sonrisa: enseguida se sentirá mucho mejor.
“Inspirando, sonrío. Expirando, dejo ir la tensión.”

Inspirando quizás te des cuenta de estar enfadado por aquello que te ha hecho o dicho la
persona que amas; expirando sonríes porque sabes que eres capaz de abrazar aquellas
palabras o acciones suyas y de estar en paz. Escríbete esta frase en un papelito del tamaño de
una tarjeta de crédito y póntelo en el bolso o en la cartera que llevas al trabajo: “Aunque en
este momento estoy enfadado con la persona que amo, en lo profundo sé que soy capaz de ser
paz”. Después cuando sientes que vas a perder el control de ti mismo, saca el papelito, léelo y
ponte a respirar en plena conciencia. Es esencial actuar rápidamente, antes de perjudicarse a
uno mismo o a la persona amada. Así que ponte el Buda en el bolso o en la cartera; cuando lo
necesites saca la nota, léela y vuelve a la práctica.

También podría gustarte