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ConflictoLaboral ConvenciónColectiva
ConflictoLaboral ConvenciónColectiva
Así las cosas, por conflicto de trabajo o de índole laboral, podemos entender cualquier
discrepancia entre un patrono y un trabajador; entre un patrono y un grupo de
trabajadores; entre varios patronos y varios trabajadores; con origen en una relación de
trabajo o en una negociación colectiva, pasando por todas las etapas previas,
intermedias o posteriores a la situación controvertida.
Y por conflicto colectivo del trabajo el relacionado con aquellas situaciones derivadas
de la negociación colectiva; en términos generales, todo conflicto que tenga interés para
una agrupación de trabajadores como todo aquello que pueda afectarlos de manera
general en su solución, puede ser considerado dentro del criterio doctrinario de un
conflicto colectivo del trabajo.
Para profundizar en este tema se recomienda como lectura de apoyo el siguiente texto:
GONZÁLEZ CHARRY,Guillermo: DERECHO LABORAL COLOMBIANO,
RELACIONES COLECTIVAS - CONFLICTOS COLECTIVOS Volumen III – Tomo
II, 4ª Edición, EDICIONES DOCTRINA Y LEY LTDA., SANTAFÉ DE BOGOTÁ,
D.C., COLOMBIA, 1997, páginas 11 a 38:
* Capítulo Preliminar: Importancia de los Conflictos Colectivos
* Capítulo I: Definición y Concepto
* Capítulo II: Examen de la Naturaleza Jurídica y Clasificación de los Conflictos
* Capítulo III: Reglamentación del Conflicto Colectivo
Antes de dar inicio formal a la negociación colectiva las partes deben proceder a la
designación de sus negociadores, teniendo en cuenta lo siguiente:
Respecto del sindicato, el artículo 376 del Código Sustantivo del Trabajo expresa que es
función de la asamblea designar los negociadores que presentarán al empleador en
nombre del sindicato el pliego de peticiones y el artículo 432 advierte que las personas
designadas en nombre de la organización sindical deberán presentarlo al patrono o a
quien lo represente.
Tales delegados, según el numeral 2º del artículo 432 ibídem, deben ser mayores de
edad, trabajadores actuales de la empresa o establecimiento y que hayan estado a su
servicio por más de seis (6) meses, o por todo el tiempo que hubiere funcionado el
establecimiento cuando fuere menor de seis (6) meses, cuando se trata de negociaciones
colectivas de sindicatos de empresa. En los demás casos, el delegado debe ser trabajador
del gremio o de la industria o rama de actividad económica, según sea el caso.
De otra parte y conforme a lo advertido en el artículo 435 del Código Sustantivo del
Trabajo, los negociadores de los pliegos de peticiones deben estar investidos de plenos
poderes que se presumen para celebrar y suscribir en nombre de las partes los acuerdos
a que lleguen en la etapa de arreglo directo, para evitar que sean objeto de
replanteamientos o modificaciones una vez suscritos.
PLIEGO DE PETICIONES
El artículo 374 del Código Sustantivo del Trabajo en su numeral 2º considera que entre
las funciones a cumplir por los sindicatos está la de presentar pliegos de peticiones
relativos a las condiciones de trabajo o a las diferencias con los empleadores, cualquiera
que sea su origen, siempre y cuando no estén sometidas por ley o convención a un
procedimiento distinto, o que no hayan podido ser resueltas por otros medios.
La misma disposición (artículo 374 C.S.T.) contempla en su numeral 3º que otra función
de los sindicatos es adelantar la tramitación legal de los pliegos de peticiones, así como
designar y autorizar a los que deban negociarlos.
La iniciación de la etapa de arreglo directo surge con la presentación del pliego de
peticiones que la asamblea del sindicato adopta previa observancia de los mecanismos
procedimentales señalados en sus estatutos, por así disponerlo el artículo 376 del
Código Sustantivo del Trabajo; norma según la cual la adopción del pliego de peticiones
es una atribución exclusiva de la asamblea general del sindicato. Además, se establece
la obligación de presentar dicho pliego al empleador dos (2) meses después de su
adopción.
Igual puede afirmarse respecto del campo de sus pretensiones, las cuales generalmente
desbordan normales consideraciones de orden económico y social sin consecuencia
alguna, pues en nuestro país no existe control administrativo sobre la conducencia de las
peticiones del pliego que por extremas no podrán tener adecuada respuesta patronal y
por tanto su persistencia durante la negociación sólo contribuye a acentuar las fricciones
que suelen darse durante el transcurso de las negociaciones.
Sobre el particular el artículo 479 del Código Sustantivo del Trabajo contempla los
lineamientos generales de la denuncia de la convención colectiva, norma de la cual se
pueden resaltar los siguientes aspectos:
1. Puede efectuarla cualquiera de las dos partes o las dos que intervienen en el conflicto
(empleador - sindicato), aunque en la práctica tiene consecuencias diferentes para cada
una de ellas. Así, mientras que para el sindicato la denuncia de la convención es
obligatoria como paso previo a la presentación del pliego de peticiones, para el
empleador sólo reviste importancia en la medida en que pretenda la revisión de las
disposiciones de la convención, pero nada ocurre si no hace uso de esta prerrogativa.
De otra parte, si es sólo el empleador quien presenta la denuncia y no el sindicato, no
hay lugar a que inicie la negociación colectiva de trabajo y la convención colectiva
suscrita entre las partes continuaría vigente. Pero si denuncia el sindicato y el empleador
no, surge el conflicto colectivo de trabajo sobre la base del pliego de peticiones
presentado por el sindicato a continuación de la denuncia.
En buena hora la Ley 50 de 1990 resolvió la forma y momento en que las federaciones y
confederaciones pueden asesorar a los representantes de la parte sindical durante las
conversaciones, al haberse determinado que ella se debe hacer en la mesa de
negociaciones y que no queda al arbitrio de los empleadores aceptarla o rechazarla
como claramente se lee en el parágrafo 2º del artículo 60 de la citada ley (art. 434
C.S.T.).
En igual sentido, el artículo 436 ibídem reitera la obligación de suscribir el acta final,
dejando expresamente establecido el estado en que quedaron las conversaciones sobre el
pliego de peticiones, así como la obligación de precisar en ella los acuerdos parciales
sobre los puntos del pliego y aquellos en los que no se produjo arreglo.
Copia de esta acta final debe entregarse al día siguiente al Ministerio de Trabajo y
Seguridad Social, por así disponerlo la norma citada en último lugar.
La convención colectiva está integrada por cinco tipos de cláusulas que pueden
clasificarse así:
3. Cláusulas obligacionales
En virtud de su contenido las partes firmantes asumen como sujetos contratantes
obligaciones recíprocas para el desarrollo y cumplimiento de la convención colectiva,
en cuyo caso le son aplicables los principios que rigen para los contratos y para las
obligaciones en general.Como ejemplo de estas cláusulas en nuestra legislación laboral,
pueden citarse las derivadas de los artículos 475 y 476 del Código Sustantivo del
Trabajo, en virtud de los cuales se consagran acciones en favor tanto de los trabajadores
como de los sindicatos y respecto del patrono firmante de la convención colectiva.
4. Cláusulas sindicales
Aquellas cláusulas que los sindicatos hacen insertar «... con la aquiescencia más o
menos forzada de los empresarios» (CABANELLAS) para beneficio de la propia
organización sindical. En desarrollo de este tipo de cláusulas los sindicatos pactan en su
favor como sujetos de derechos y obligaciones, aportes o auxilios patronales, obligación
para el patrono de recaudarles las cuotas sindicales, permisos especiales para sus
dirigentes, préstamos bajo condiciones especiales, etc.
5. Revisión
Advierte el artículo 480 que las convenciones colectivas pueden ser objeto de revisión
cuando quiera que sobrevengan situaciones imprevisibles o graves alteraciones de orden
económico en el país. La norma en cuestión deja a las partes decidir acerca de las
estipulaciones que pueden ser objeto de modificación y señala como alternativa acudir a
la jurisdicción laboral ordinaria, sin que las convenciones colectivas en curso pierdan su
vigor.
Conforme al artículo 59 del Decreto 1469 de 1978, el pacto colectivo debe celebrarse
por escrito y se extenderá en tantos ejemplares cuanto sean las partes y uno más que se
depositará necesariamente en la división de relaciones colectivas de trabajo del
ministerio del ramo, a más tardar dentro de los quince días siguientes al de su firma. Sin
el cumplimiento de estos requisitos el pacto colectivo no produce ningún efecto.
En los demás aspectos, los pactos colectivos de trabajo se rigen por las disposiciones
generales previstas para las convenciones colectivas de trabajo.