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INTRODUCCIÓN

La atmósfera es una mezcla de gases que rodea a la Tierra y que contiene


elementos como: nitrógeno, oxígeno, dióxido de carbono, vapor de agua y ozono, entre
otros; sin la existencia de ésta no sería posible respirar el aire para tomar oxigeno que
necesitan los pulmones para poder vivir.
La atmósfera regula la temperatura y el clima, lo que nos permite vivir, nos
protege de los rayos ultravioleta y de posibles impactos de meteoritos, y es el medio por
el cuál viajan las ondas para la telecomunicación.
El oxígeno ayuda a realizar la combustión de sustancias, lo que libera energía
calórica que puede aprovecharse para el funcionamiento de las máquinas. En el XIX,
durante la llamada Revolución Industrial se comenzaron a utilizar máquinas a gran
escala para aumentar la producción.
La energía que se necesitaba para hacer funcionar a las máquinas se extrajo
principalmente de la leña, luego se sustituyó por el carbón mineral y las máquinas se
hicieron más eficientes, es decir, utilizando otros combustibles se obtenía más energía
y se aprovechaba mejor. Actualmente se utilizan el petróleo y sus derivados como los
principales fuentes de energía en nuestro planeta.
Al quemar combustibles se desprende un gas llamado dióxido de carbono (CO2).
Cuando los rayos solares llegan a la tierra, la calienta; el calor se disipa y la Tierra se
enfría. El aumento en la producción de CO2 es un factor que provoca el calentamiento
de la atmosfera y por ello, el aumento general de la temperatura.

¿Qué es el Calentamiento Global?


Es el fenómeno del aumento en la temperatura de la atmósfera terrestre y de los
océanos en las últimas décadas. Los contaminantes del aire se acumulan en la
atmósfera formando una capa cada vez más gruesa, atrapando el calor del sol y
causando el calentamiento del planeta.
Los principales agentes contaminantes son el bióxido de carbono (generados por
las plantas de generación de energía a base de carbón) y el dióxido de carbono CO2
(emitidos por los automóviles). Los países que más contaminan son: Estados Unidos.
China, India y Japón.
El calentamiento global está provocando consecuencias irreparables:
 El derretimiento de glaciares;
 Sequías severas que causan mayor escasez de agua;
 Deforestación que aumenta o hace surgir desiertos;
 Huracanes, ciclones, el calentamiento hace con que se evapore más agua de los
océanos potenciando estos tipos de catástrofes;
 El aumento en los niveles del mar producirá inundaciones costeras;
 El trastorno de hábitats como los arrecifes de coral y los bosques podrían llevar a la
extinción muchas especies vegetales y animales ocasionado variaciones en el
ecosistema.
 Olas de calor que provoca la muerte de ancianos y niños, especialmente en Europa;
 Los bosques, los campos y las ciudades enfrentarán nuevas plagas problemáticas y
más enfermedades transmitidas por mosquitos.
OBJETIVOS:

General:

 Informar a toda la población estudiantil sobre el cambio climático y sus efectos en


la tierra.

Específicos:

 Transferir conocimiento a los jóvenes estudiantes sobre que es el efecto invernadero.

 Divulgar los efectos del clima en el Perú.

CAMBIO CLIMÁTICO, DESERTIFICACIÓN Y RECURSOS HÍDRICOS


CAMBIO CLIMÁTICO

“Cuando hablamos de Cambio climático nos referimos a los cambios del


clima mundial por el aumento de gases de efecto invernadero como el dióxido de
carbono. A lo largo de la historia del planeta el clima siempre cambia, pero la tasa
actual de cambio es única. El cambio climático afecta al medio ambiente y la
sociedad”

¿Cómo se produce el cambio climático?

El cambio climático ocurre por una exacerbada acción del efecto invernadero, resultado
del incremento de las concentraciones de los gases de efecto invernadero, es decir, de
la cantidad y variedad de algunos de los gases que la componen.

De manera natural, la atmósfera está compuesta en un 78.1% de nitrógeno, un


20.9% de oxígeno, y el restante 1% por otros gases, entre los que se encuentran el
argón, el helio, y algunos gases de efecto invernadero, como el bióxido de carbono
(0.035%), el metano (0.00015%), el óxido nitroso (0.0000016%) y el vapor de agua
(0.7%).

Derivado de la actividad humana, una gran cantidad de gases han sido emitidos
a la atmósfera, lo que ha cambiado ligeramente la composición de la misma. Como
ejemplo se puede mencionar que la concentración de varios de los gases de efecto
invernadero ha aumentado.

En los últimos trescientos años la cantidad de bióxido de carbono aumentó de


280 a 368 miligramos por metro cúbico (mg/m3 o partes por millón); la de metano, de
0.7 a 1.75 mg/m3 ; y la de óxido nitroso, de 0.27 a 0.316 mg/m3. Esto significa que, en
volumen, ahora el bióxido de carbono es el 0.046% de la atmósfera en lugar del 0.035%;
el metano ahora es el 0.00037% en lugar del 0.00015%, y el óxido nitroso es el
0.00000187% en vez del 0.0000016%.

Aunque estas concentraciones son muy pequeñas comparadas con las del
oxígeno o el nitrógeno, el cambio en ellas realmente esta afectado al planeta.

Para comprender mejor el cambio climático, es entonces necesario saber lo que


son el efecto invernadero y los gases de efecto invernadero.

El efecto invernadero

El efecto invernadero es un fenómeno atmosférico


natural que permite mantener la temperatura del planeta al
retener parte de la energía proveniente del Sol*.

La Tierra recibe de forma permanente un flujo de


rayos solares; una parte de los rayos del Sol son reflejados
al espacio por las nubes, pero la mayor parte de estas
ondas luminosas atraviesan la atmósfera y alcanzan la
superficie terrestre. La energía recibida del Sol calienta la
superficie de la Tierra y los océanos.

A su vez, la superficie de la Tierra emite su energía de vuelta hacia la atmósfera


y hacia el espacio exterior en forma de ondas térmicas conocidas como radiación de
onda larga (radiación infrarroja).

Sin embargo, no toda la energía liberada por la Tierra es devuelta al espacio;


parte de ella queda atrapada en la atmósfera debido a la existencia de ciertos gases,
denominados gases de efecto invernadero, que tienen la propiedad de absorber y re-
emitir la radiación proveniente de la superficie de la Tierra.

Los gases de efecto invernadero atrapan el calor emitido por la Tierra y lo


mantienen dentro de la atmósfera, actuando a modo de un "gigantesco invernadero". A
este fenómeno se le conoce como Efecto Invernadero

Sin los gases de efecto invernadero la Tierra sería demasiado fría para albergar
la vida.
Es importante señalar que no todo el calor que es absorbido por el efecto
invernadero se mantiene en la atmósfera, sino que una parte regresa al espacio exterior.
El clima terrestre depende, precisamente, del balance energético entre la radiación solar
y la radiación emitida por la Tierra. Los gases de efecto invernadero son, como ya se ha
reiterado, claves en este proceso.

La importancia de las características de la superficie envolvente

La intensidad del efecto invernadero depende, en gran medida, de las


características de la superficie envolvente que permite y/o impide el paso de la energía
radiante y por las formas en las que se presenta la energía.

Precisamente, en un invernadero se tiene una envolvente transparente que


permite el paso de la radiación solar pero que impide que el calor producido por esa
radiación salga rápidamente del interior. Esto da lugar a que se acumule el calor y que
suba la temperatura del espacio interior.

Para efectos de entender este fenómeno en nuestro planeta, esa superficie es,
precisamente, la atmósfera. Por medio de ésta, los rayos provenientes del sol son
absorbidos por las diferentes partes del sistema climático: la propia atmósfera, los
océanos, las zonas glaciares, los suelos y varias formas de vida. También a través de
la atmósfera, un porcentaje del calor absorbido es reflejado de regreso al espacio
exterior.

El clima terrestre depende, precisamente, del balance energético entre la


radiación solar recibida y la radiación térmica emitida por la Tierra y las manifestaciones
del flujo de energía en la atmósfera son, precisamente, las manifestaciones del clima:
calor, frío, lluvias, tormentas, vientos.

III. Los gases de efecto invernadero

De acuerdo con la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio


Climático (CMNUCC): "Por gases de efecto invernadero se entiende aquellos
componentes gaseosos de la atmósfera, tanto naturales como antropógenos (de origen
humano), que absorben y reemiten radiación infrarroja" (Artículo 1 de la CMNUCC,
1992).

Debido a que estos gases tienen la capacidad de retener el calor emitido por la
superficie terrestre, actúan a manera de un gigantesco invernadero que mantiene y
regula la temperatura en la Tierra. Aunque solo representan el 1% de la composición
atmosférica, cumplen funciones primordiales, ya que sin su existencia la Tierra sería
demasiado fría para albergar la vida.

Los gases de efecto invernadero naturales son los responsables de la existencia


del efecto invernadero, fenómeno que mantiene la temperatura de la Tierra y que
permite la presencia de vida en el planeta.

Los gases de efecto invernadero son:

· Vapor de agua (H2O)


· Bióxido de carbono (CO2)
· Metano (CH4)
· Óxido nitroso (N2O)
· Ozono (O3)
Por su parte, los gases de efecto invernadero generados por las actividades del
hombre son:

· Bióxido de carbono (CO2)


· Metano (CH4)
· Óxido nitroso (N2O)
· Perfluorometano (CF4) y perfluoroetano (C2F6)
· Hidrofluorocarbonos (nombres comerciales: HFC-23, HFCS-134a, HFC-152a)
· Hexafluoruro de azufre (SF6)

Los gases previamente mencionados están regulados por la CMNUCC y por su


Protocolo de Kioto.

Los gases son:

· Clorofluorocarbonos (nombres comerciales: CFC-11, CFC-12, CFC-113, CFC-


114, etc.)
· Halones (nombres comerciales: Halon-1211, Halon-1301, Halon-2402, Halon-
1202)
· Clorocarbonos: bromuro de metilo (CH3Br), tetracloruro de carbono (CCl4) metil
cloroformo (CH3CCl3)
· Hidroclorofluorocarbonos (nombres comerciales: HCFC-22, HCFC-141b)

Estos gases tienen diferentes potenciales de retención de calor, es decir, algunos


tienen una mayor capacidad que otros para detener la radiación de onda larga
emitida por la Tierra, a dicha capacidad se le ha llamado Potencial de
Calentamiento Global.

Estudios científicos han identificado el potencial de calentamiento global que


tienen diversos gases, es decir, la medida en que éstos tienen impactos en el efecto
invernadero que provoca el cambio climático. Para establecer este potencial, se utiliza
como referencia para el análisis el bióxido de carbono, el gas predominante en el efecto
invernadero.

Por otro lado, este potencial de calentamiento global considera el tiempo de vida
en la atmósfera de los gases que se estudian, y entonces se establece el potencial,
contemplando un horizonte de tiempo de 20, 100 y 500 años, considerando los efectos
directos o indirectos que pudiese tener un gas determinado en el calentamiento global
de la atmósfera. El carácter directo o indirecto de un gas de efecto invernadero se da
por el hecho de que influya directamente en ocasionar el fenómeno o porque afecta el
tiempo que otros gases permanecen en la atmósfera.

La siguiente tabla muestra los gases de efecto invernadero que han sido mejor
identificados como causantes del fenómeno, sus potenciales de calentamiento global en
20, 100 y 500 años y su tiempo de vida en la atmósfera.

Potenciales de calentamiento global (en una base másica) en relación


con el bióxido de carbono para algunos gases cuyas vidas medias
han sido bien caracterizadas
Potencial de Calentamiento Global
GAS Vida Media (Años) Horizonte Temporal
20 AÑOS 100 AÑOS 500 AÑOS
Bióxido de carbono CO2 1 1 1
Metano CH4 12 72 25 7.6
Óxido Nitroso N2O 114 289 298 153
CFC – 12 CCl2F2 100 11, 0200 10, 900 5,200
HCFC - 22 CHClF2 12 5,160 1,810 549

Fuente: Cuarto Informe de Evaluación, IPCC, 2007. Grupo I

La tabla muestra, además del bióxido de carbono, otros gases como el metano
y el óxido nitroso, los cuales tienen también un efecto importante en el cambio climático
global, por el potencial de calentamiento global que tienen y el periodo que permanecen
en la atmósfera.

También existen los que se llaman gases de efecto invernadero indirecto y se le


considera así porque tienen la capacidad de influir en la concentración atmosférica de
otros gases de efecto invernadero. Estos gases son:

· Óxidos de nitrógeno (NOx). Este es un gas que es producto,


principalmente, de la combustión.
· Monóxido de carbono (CO). Este es un gas que es producto,
principalmente, de la combustión.
· Bióxido de azufre. Este es un gas que es producto, principalmente,
de la combustión de combustibles con alto contenido de azufre.
· Compuestos orgánicos volátiles no metálicos (COVNM).

Todos estos gases, aunque solo representan el uno por ciento de la composición
atmosférica, cumplen funciones primordiales, ya que sin su existencia la Tierra sería
demasiado fría para albergar la vida.

Las emisiones de gases de efecto invernadero

La actividad humana ha alterado el volumen y la proporción de los gases de efecto


invernadero en la atmósfera. En particular, el volumen de estos gases ha ido
aumentando cada vez de manera más acelerada y, por lo mismo, el efecto también.
Debido a la relación entre los gases de efecto
invernadero y el cambio climático, es importante
identificar los sectores emisores de dichos gases y
las cantidades que liberan. Lo anterior, permite
conocer los sectores con mayor responsabilidad en la
emisión de gases de efecto invernadero, y sirve de
base para el diseño de políticas y acciones de captura
o reducción de emisiones.

Estudios desarrollados por investigadores alrededor del mundo permiten identificar las
fuentes de origen humano de los gases de efecto invernadero.

Los porcentajes y períodos de aumento en las cantidades de carbono y metano


indican que la transferencia de carbono hacia la atmósfera no responde a procesos
naturales, sino más bien a formas de organización social y productiva. Estos aumentos
en la cantidad de gases de efecto invernadero, resultado de actividades humanas, han
ocasionado que un fenómeno benéfico para la vida -como lo es el efecto invernadero-,
se torne en un tema de preocupación para los científicos, los políticos, y para la sociedad
que se encuentra expuesta a las consecuencias de un cambio en el clima.

Las emisiones de gases de efecto invernadero se estiman en 6 categorías contempladas


por el Protocolo de Kioto:

- Energía(Consumo de combustibles fósiles y Emisiones fugitivas de metano)


- Procesos Industriales
- Solventes
- Agricultura
- Uso de Suelo, Cambio de Uso de Suelo y Silvicultura (USCUSS)
De acuerdo al Inventario Nacional de Emisiones de Gases de Efecto Invernadero
1990 -2002(INEGEI), las emisiones en México en el año 2002, son de 553,329 Gg de
CO2eq. 1990.

Fuente: TERCERA COMUNICACIÓN


NACIONAL ANTE LA CMNUCC

Entre 1901-2012 casi todo el


planeta experimentó un
calentamiento de la superficie
terrestre que se tradujo en la duplicación del número de olas de calor y el incremento de
eventos climáticos extremos, la existencia de más días y noches calientes y menos días
y noches fríos; la disminución de la capa de nieve de primavera en el hemisferio
noroeste, y las mantas de hielo en Groenlandia y Antárctica; y la desaparición de
muchos glaciares que contribuyen también al crecimiento del nivel del mar.
Por otro lado, los océanos han absorbido 30% del dióxido de carbono, por lo
tanto se acidifican y esto altera las condiciones de vida marina, generando impactos en
los ecosistemas y en muchas actividades pesqueras.
Desertificación

La desertificación es la degradación de las tierras áridas, semiáridas y zonas


subhúmedas secas. Causado principalmente por variaciones climáticas Y actividades
humanas tales como el cultivo y el pastoreo excesivo, la deforestación y la falta de riego.
La desertificación no se refiere a la expansión de los desiertos existentes. Sucede
porque los ecosistemas de las tierras áridas, que cubren una tercera parte del total de
la tierra, es
extremadamente
vulnerable a la
sobreexplotación y a un
uso inapropiado de la
tierra.

Según el
Programa de las
Naciones Unidas para el
Medio Ambiente
(PNUMA), la
desertificación amenaza
a la cuarta parte del planeta, afecta directamente a más de 250 millones de personas y
pone en peligro los medios de vida de más de 1 000 millones de habitantes de más de
100 países al reducir la productividad de las toerras destinadas a la agricultura y la
ganadería. Estas personas incluyen muchas de los países más pobres, los más
marginados y los ciudadanos políticamente más débiles. Aunque la desertificación
puede ser provocada por las sequías, en general su causa principal es la actividad
humana: el cultivo y el pastoreo exceivos, la deforestación y la falta de riego.

En el Perú

En los últimos 20 años, en el Perú se degradó más del 15% del territorio, lo que
afectó a casi el 11% de la población, principalmente en las regiones de Apurímac, Piura,
Lambayeque, Moquegua y Tacna. Si esta tendencia se mantiene, se calcula que al
2100, el 64% del territorio peruano podría estar afectado por procesos de esta
naturaleza.

Ante este alarmante escenario, el Ministerio del Ambiente (MINAM) ha puesto en


marcha diversas estrategias que combaten las prácticas inadecuadas de cultivo, de
manejo forestal y ganadero. El objetivo es concentrarse en valorizar los servicios
ecosistémicos hidrológicos y de fertilidad del suelo, así como en propiciar espacios
participativos para la definición de políticas de lucha contra la degradación de la tierra,
la desertificación y la mitigación de los
efectos de la sequía.

Hasta el momento, el Minam ha logrado


resultados positivos y concretos en la
lucha contra la desertificación. Un ejemplo
claro es el programa “Manejo Sostenible
de la Tierra” que el MINAM promueve en
la región Apurímac. Ahí, 2 500 familias de
23 comunidades de Antabamba, Grau y
Cotabambas han conseguido devolverle
vida a la tierra y hacerla hasta 250% más
productiva gracias a la combinación de prácticas ancestrales con nueva tecnología para
la agricultura.

El Día Mundial de la Lucha Contra la Desertificación y Sequía nace con el fin de


crear conciencia en los ciudadanos del mundo sobre los riesgos de la sequía y la
escasez de agua en las tierras secas y más allá de ellas, y llamar la atención sobre la
importancia del manejo sostenible de la tierra. Con el lema: “No dejes que nuestro futuro
se seque”, se pide a todos a adoptar medidas de adaptación y resistencia a la escasez
de agua, la desertificación y la sequía.

RECURSOS HÍDRICOS Y CAMBIO CLIMÁTICO

El agua es indispensable para la vida humana y para los ecosistemas de la


Tierra. Disponer de ella es fundamental para contar con una buena calidad de vida, y
para actividades productivas como la agricultura y la generación eléctrica, que son
fundamentales para nuestra sociedad. Sin embargo, tan solo el 2.5% es agua dulce a
nivel mundial y su panorama es crítico ya que su calidad está disminuyendo y el acceso
a este recurso es limitado. El aumento de la población, la rápida urbanización y el vertido
de residuos son factores que contribuyen al deterioro de la calidad del agua. Cada año
mueren cerca de 1,8 millones de niños en el mundo como consecuencia directa de la
diarrea y otras enfermedades causadas por el agua sucia y por un saneamiento
insuficiente1. Además, las políticas erradas de gestión del agua agravan su escasez y
acrecientan los conflictos por su uso

A ésta situación, el cambio climático (CC) suma nuevas amenazas con el


retroceso glaciar, las sequías e inundaciones como consecuencia de la variación
extrema de las lluvias, lo que a su vez agrava a los problemas la disponibilidad y calidad
del agua. No obstante, ésta situación requiere que las políticas públicas incorporen la
visión del cambio climático y puedan orientar las respuestas del país ante los problemas
actuales del agua, y en general, para facilitar el camino para adaptarnos a este problema

¿Cuánta agua tenemos?, ¿Cómo está distribuida?

El Perú dispone de agua en abundancia, contando con el el 5% del total de agua


dulce disponible en el mundo2 y está distribuida en tres vertientes hidrográficas. La
mayor de ellas es la del Atlántico, donde se genera cerca del 98% de los recursos
hídricos del país. La vertiente del Pacífico provee menos del 2% y la del Titicaca el
0.5%3. También se cuenta con una gran riqueza glaciar – reservas sólidas de agua
dulce – concentrando el 71% de los glaciares tropicales del mundo. No obstante, cerca
del 90% de la población vive en la vertiente del Pacífico y en ella se localiza la mayor
parte de la actividad económica del país. Según el balance hídrico realizado en ésta
vertiente para proyectar los requerimientos de agua y la oferta de ésta, se indica que si
bien en agregado se cubre la demanda de agua de toda la vertiente, en la mayoría de
las cuencas dentro de ella el balance es negativo (68%)

El balance es negativo porque llueve intensamente durante 3 a 4 meses del año


y el resto de meses no se cuenta con el recurso hídrico suficiente para la demanda. En
la franja costera del país, la extrema variabilidad de los regímenes de los ríos resulta en
déficits crónicos de suministro de agua para fines productivos en aproximadamente 80%
de las cuencas. A esto se suma que en el país hay un alto desperdicio del recurso, por
ejemplo en el uso productivo por la falta de riego tecnificado o por el uso humano por la
falta de conciencia. En el Perú, alrededor del 25% de la población no cuenta con acceso
a agua potable y solo el 62.8% de la población tiene servicio de desagüe por la red
pública.7 La falta de abastecimiento de agua y/o su uso contaminado genera
enfermedades como la diarrea; en el país hay cerca de 8.4 millones de casos anuales
de morbilidad en niños y 11.8 millones de casos en adultos por tal enfermedad.

¿Cómo afecta el Cambio


Climático al Recurso Hídrico?

El calentamiento global
incrementa la variabilidad del clima,
alterando los componentes del ciclo
hidrológico (precipitación,
evapotranspiración y transpiración).
Ello significa que en aquellas regiones
donde las lluvias son intensas en una
determinada época del año, es muy
posible que llueva aún más, y que las
áreas que tienen períodos largos de
sequía puedan ser aún más áridas.
Pero también podría suceder lo
contrario, es decir, que donde antes no
llovía, es posible que llueva en el
futuro.

En el Perú, el cambio climático produce el incremento o la disminución


significativa de las lluvias en forma localizada; así como la intensificación del Fenómeno
del Niño (FEN). Al año 2030, en la costa y sierra norte, parte de la sierra central y selva
sur, se registrarían incrementos de la precipitación de hasta 20%.

Los cambios en los caudales extremos afectan también a la calidad del agua,
debido al mayor escurrimiento y arrastre de sedimentos y elementos contaminantes en
épocas de lluvia y una menor capacidad de dilución en épocas de estiaje. Los impactos
de ello se extenderán hasta los ecosistemas acuáticos y la salud humana

En otras áreas con distintas condiciones atmosféricas, en donde por ejemplo la


temperatura del aire disminuya debido al cambio climático, la evaporación también
disminuirá y se espera menos lluvias. Además, cuando deje de fluir el agua dulce de los
glaciares a los océanos, se tendrá menos agua que se evapore y así menos
precipitación. En la selva norte y parte de la sierra central y sur se espera disminución
de precipitación de hasta 20% al año 2030. Asimismo, las lluvias extremas estimadas
mostrarían un probable decrecimiento en los próximos 30 años en gran parte del país.
El cambio climático también implica una evaporación más rápida del agua de la
superficie de la tierra, de manera que menos precipitaciones llegarán a los ríos.

Por otro lado, los glaciares de los Andes están experimentando un rápido
retroceso debido al cambio climático. La deglaciación implica la pérdida de los
reservorios de agua del Perú. El país ha perdido, desde 1960, más de una quinta parte
de la superficie de sus glaciares debido al calentamiento global, una pérdida de masa lo
suficientemente grande como para suministrar agua a Lima durante una década.12
Además, la deglaciación incrementa del número de lagunas y sus volúmenes
aumentando los riesgos de desastres por aludes; y altera los caudales en los ríos, que
acrecentaría el proceso de desertificación y en otros casos, incrementaría los
deslizamientos e inundaciones.13 Los cambios en los patrones de precipitación y el
retroceso de los glaciares andinos afectan la vida de las personas, los ecosistemas y
las actividades productivas como la agricultura (degradación de tierras) y la generación
hidroeléctrica del Perú. Además, en las zonas costeras se prevé que el aumento del
nivel del mar provoque una contaminación de las aguas salinas en las aguas
subterráneas reduciendo la disponibilidad de agua dulce para los hombres y los
ecosistemas en las zonas costeras

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El cambio de las pautas de las precipitaciones ya está afectando los


abastecimientos de agua.

Cada vez caen más lluvias torrenciales y nieves intensas en las latitudes medias y
elevadas del Hemisferio Norte, al mismo tiempo que las lluvias han disminuido en las
zonas tropicales y subtropicales en ambos he-misferios. En extensas partes de Europa
oriental, Rusia occidental, Canadá central y California, las corrientes de agua máximas
se han desplazado de la primavera al invierno, en la medida en que las precipitaciones
caen más en forma de lluvia que de nieve, y el agua alcanza los ríos más rápidamente.
Mientras tanto, en las grandes cuencas africanas del Níger, el Lago Chad y el Senegal
el agua total disponible ha disminuido de un 40 a 60%.

El cambio climático ha de provocar más precipitaciones, pero también mayor


evaporación.

En general, esta aceleración del ciclo hidrológico ha de dar como resultado un mundo
más húmedo. La cuestión es determinar en qué medida esta humedad ha de finalizar
cuando sea necesario.

Las precipitaciones probablemente aumentarán en algunas zonas y disminuirán


en otras.

La realización de predicciones regionales se complica por la extrema complejidad del


ciclo hidrológico; un cambio en las precipitaciones puede afectar la humedad de la
superficie, la reflectividad y la vegetación, que luego han de tener repercusiones en la
evapotranspiración y la formación de nubes, lo que a su vez afecta a las precipitaciones.
Además, el sistema hidrológico responde no sólo a los cambios en el clima y las
precipitacio-nes, si no también a las actividades humanas como la deforestación, la
urbanización y la utilización excesiva de los abastecimientos de agua.

El cambio de las pautas de precipitaciones ha de afectar la cantidad de agua que


se capta.

Muchos modelos climáticos indican que los aguaceros en general se vuelven más
intensos. Esto ha de incre-mentar las escorrentías y e inundaciones y reducir al mismo
tiempo la capacidad del agua para infiltrarse en el suelo. El cambio en las pautas
estacionales puede afectar la distribución regional de los suministros de agua
subterránea y superficial. En el plano local, la vegetación y las propiedades físicas de
las zonas de captación influirán aún más en la cantidad de agua que se retenga.

Cuanto más seco sea el clima, más sensible es la hidrología local.

En los climas secos, cambios relativamente pequeños de la temperatura y las


precipitaciones pueden causar cambios relativamente grandes en las escorrentías. Por
consiguiente, las regiones áridas y semiáridas serán particularmente sensibles a la
disminución de las lluvias y a la mayor evaporación y transpiración de las plantas.
Muchos modelos climáticos proyectan una reducción de las precipitaciones en las
regiones ya secas de Asia central, el Mediterráneo, África meridional y Australia.

Los embalses y depósitos también resultarían afectados.


El almacenamiento de agua artificial podría disminuir en la me-dida en que las lluvias
extremas y deslizamientos de terreno estimulan la sedimentación y, de esta manera,
reducen la capacidad de depósito. Un aumento en las lluvias extremas e inundaciones
también llevaría a que se pierda más agua en forma de escorrentías. A largo plazo, esto
también afectaría los acuíferos. Los cambios en la cantidad y frecuencia de las
precipitaciones también podrían influir en la calidad del agua.

La elevación de los mares podría invadir las fuentes costeras de agua dulce.

Los acuíferos costeros de agua dulce podrían quedar contaminados por una intrusión
salina en la medida en que se eleva el agua subterránea salada. El movimiento de los
estuarios situados al frente del agua salada afectaría a las centrales de bombeo de agua
dulce ríoarriba, las pesquerías en las aguas mezcladas y la agricultura.

Un menor abastecimiento de agua crearía una tensión adicional para las


poblaciones, la agricultura y el medio ambiente.

Ya unos 1.700 millones de personas, es decir la tercera parte de la población mundial,


vive en países en que los recursos hídricos están sujetos a tensión, cifra que debería
ascender a 5.000 millones para 2025. El cambio ha de exacerbar las tensiones
causadas por la contaminación, el crecimiento de la población y las economías. Las
regiones más vulnerables son las regiones áridas y semiáridas, algunas costas bajas,
los delta y las pequeñas islas.
Podrían aumentar las tensiones debido a la presión adicional.

Los vínculos entre el cambio climático, la disponibilidad de agua, la producción de


alimentos, el crecimiento de la población y el crecimiento económico son muchos y
complejos. Sin embargo, es probable que el cambio climático agrave las tensiones
económicas y políticas, particularmente en las regiones afectadas por la escasez de
recursos hídricos. Una serie de importantes sistemas hídricos están compartidos por
uno o más países, y en muchos casos ello ha sido fuente de conflictos internacionales.
Una mejor gestión de los recursos hídricos podría contribuir a reducir la
vulnerabilidad.

Es preciso desarrollar nuevos abastecimientos y utilizar más eficientemente los


actuales. Las estrategias a largo plazo para el suministro y la gestión de la de-manda
podrían incluir reglamentaciones y tecnologías para controlar directamente la utilización
de la tierra y el agua, e incentivos e impuestos que afectan indirectamente los
comportamientos, la construcción de nuevos depósitos y tuberías para impulsar los
suministros, mejoras en las operaciones e instituciones de gestión del agua, y el
estímulo de soluciones locales o tradicionales. Entre otras medidas de adaptación
podrían mencionarse proteger la vegetación al lado del agua, restablecer los canales
fluviales a su forma natural y reducir la contaminación del agua.

Impactos en las sociedades


El cambio climático afecta a la población humana de maneras directas e
indirectas. Eventos extremos como inundaciones impactan directamente en los
habitantes de una comunidad y también en los recursos que se pierden y que no pueden
ser comercializados (alimentos por ejemplo). Los efectos en cada comunidad dependen
de la región geográfica y factores socioeconómicos, como niveles de recursos y
desarrollo.
En general los países desarrollados, que contribuyen la mayoría de las
emisiones de GEI, sienten los efectos a un nivel menor que los menos desarrollados por
sus capacidades para afrontar los impactos y los daños. En Latinoamérica, los impactos
y riesgos pronosticados incluyen amenazas a la producción de comida, cambios a los
ecosistemas marinos y terrestres, incendios forestales, inundaciones, y cambios en los
niveles de nieve. El mundo podría enfrentarse a problemas de desplazamiento de gente
por desastres (refugiados climáticos) y de seguridad alimentaria generada por cambios
a la cantidad y calidad de recursos de agua; los cambios en el hábitat natural de los
animales generarían cambios en los patrones migratorios de muchas especies
animales. Los efectos del cambio climático acentúan desafíos del desarrollo, en
particular la falta de recursos y la lucha contra la pobreza. Las regiones más vulnerables
al cambio climático necesitan tomar en cuenta aspectos de mitigación orientados a un
desarrollo sustentable que no repita los errores de los países industrializados, y
principalmente aspectos de adaptación a los escenarios climático futuros sus programas
de desarrollo

Lo que hay que hacer


El punto crítico para evitar un clima peligroso es un aumento de 2º C a nivel
global. De todas formas, y más allá de lo que se lleve a cabo, la inercia de cambio
generará impactos. Para evitar un daño severo e irreversible a ecosistemas vulnerables,
la meta es que la temperatura no supere los 2º y para lograrlo es necesario llevar la
cantidad neta de emisiones hacia cero en el transcurso de la segunda mitad del siglo.
Según el IPCC, hay más de 900 combinaciones de estrategias de mitigación y
adaptación. Dado que globalmente el sector de energía contribuye con la mitad del
crecimiento de emisiones y el uso de tierra representa un 25% (en Argentina es
alrededor del 50%) las estrategias de reducción de emisiones más significativas se
relacionan con estos dos sectores.
En temas de energía, es necesario establecer hábitos de menor consumo y más
eficiencia. Un cambio de perspectiva cultural debe incluir eficiencia en todos los niveles,
se deben minimizar los residuos y excedentes desde la fabricación hasta el consumo,
la reutilización, el reciclaje, y la mejora de la calidad de productos. Mayores inversiones
en fuentes de energía renovables sin emisiones son necesarias para una transición
desde combustibles fósiles.
Por el tema del uso de tierra, se debe implementar planes de manejo sustentable
de la tierra de cultiva, los pastizales, y hacer reforestación donde se haya degradado el
bosque. Los tratados internacionales e incentivos económicos pueden facilitar esos
cambios a escalas locales e internacionales. Algunos incentivos económicos existentes
son: los impuestos al carbono y subsidios para el uso de energías renovable, la
fabricación de productos más eficientes, modernización del diseño de edificios antiguos
y otras prácticas sostenibles en lugar de los subsidios actuales a los combustos fósiles.
Finalmente, una mitigación y adaptación exitosa no es posible sin colaboración entre los
niveles gubernamentales y de todos los miembros del sistema internacional.
CONCLUSIONES

El Cambio Climático Global es un hecho, aunque existen escépticos no


representan de manera alguna un grupo mayoritario. Es por ello que los Gobiernos a
nivel mundial han reaccionado ante esta amenaza cada vez más cercana: alteraciones
climáticas graves que podrán colocar sus economías en peligro.

El Cambio Climático Global, por otro lado, ha dejado muy clara la globalización
de los problemas ambientales, es imposible e inútil enfrentar uno de los problemas
más apremiantes en la temática ambiental si no es una empresa que involucre a todas
las naciones.

El cambio climático ya está afectando negativamente el rendimiento de los


cultivos, y esta tendencia probablemente continuará. A pesar de los esfuerzos de
adaptación, el cambio climático reducirá el rendimiento mediano de las cosechas hasta
en un 2 % por década hasta 2100, en comparación con un mundo sin cambio climático

Además, el crecimiento demográfico hará que la demanda de alimentos continúe


aumentando hasta un 14% por década hasta el 2050. Los riesgos que ello conlleva
serán mayores especialmente en países tropicales, debido a su menor capacidad de
adaptación y mayores tasas de pobreza que las latitudes templadas.

Al menos hasta ahora, el cambio climático está teniendo un impacto menor en el


rendimiento de los cultivos de arroz y soja, pero ya ha afectado gravemente los de trigo
y maíz. Eventos de calor extremo, como los que ya vimos en Rusia en 2010 y EE.UU
en 2012, pueden reducir significativamente los rendimientos de los cultivos, sobre todo
cuando las temperaturas sobrepasan los 30 ºC durante la temporada de crecimiento.
Estos eventos además pueden conducir a cambios repentinos en los precios de los
alimentos.

>> ¿Qué puedes hacer tú?

 Compra alimentos producidos localmente para reducir tu huella energética,


disminuyendo el número de kilómetros (y litros de gasolina) que deben recorrer
antes de llegar a tu mesa
 Compra alimentos de temporada para así reducir los pesticidas y herbicidas
aplicados a los alimentos, producidos con petróleo. Si fuera posible, compra
productos orgánicos, o mejor aún (aunque a menudo se
confunden) agroecológicos
 Produce tu propia comida

El cambio climático está aquí para quedarse: la elección entre mitigación y adaptación ya no
existe
Estas dos categorías, mitigación y adaptación, solían analizarse por separado en las
discusiones sobre el cambio climático. Mientras que mitigación implica la reducción de
emisiones de gases de efecto invernadero para disminuir la gravedad del impacto del
cambio climático, adaptación se refiere a las medidas que se toman para hacerle frente.

Sin embargo, esta distinción ya no es posible debido principalmente a la larga


vida atmosférica de algunos de los principales gases de efecto invernadero, como el
dióxido de carbono. El cambio climático ya no es un futuro hipotético, sino que vivimos
en un mundo alterado por el cambio climático.

>> ¿Qué puedes hacer tú?

Usa la bicicleta en lugar del auto

Reduce tu consumo de energía en casa utilizando ropa adaptada a la temporada.

Un calentamiento globalizado a niveles altos y extremos tendrá mayor riesgo de


desencadenar “puntos de no retorno”
Un aumento de la temperatura media de la superficie terrestre de 4 ºC o más hará que
la probabilidad de impactos climáticos más graves y generalizados sea mucho mayor
Los investigadores saben que en el pasado la capa de hielo de Groenlandia y partes de
la Antártida se derritió rápidamente al llegar el clima a un punto determinado. Sin
embargo, no existe consenso sobre dicho punto

Se sabe sin embargo que un calentamiento sostenido superior a este umbral conduciría
a la pérdida casi completa de la capa de hielo de Groenlandia durante un milenio o más,
causando un aumento promedio global del nivel del mar de hasta 7 metros.
Las estimaciones actuales sitúan este límite en alguna parte entre 2 y 4 grados
centígrados de calentamiento en comparación con los niveles preindustriales.
Dirección General de Cambio Climático, Desertificación y Recursos Hídricos
La Dirección General de Cambio Climático, Desertificación y Recursos Hídricos
(DGCDRH) es la autoridad nacional designada para cumplir con los compromisos
asumidos en la Convención Marco de las Naciones Unidas para el Cambio
Climático (1992). Asimismo, es la entidad responsable en materia de recursos hídricos
y de la estrategia contra la desertificación y la sequía. La DGCDRH elabora, actualiza y
coordina la estrategia nacional de cambio climático con las entidades que conforman la
Comisión Nacional de Cambio Climático. También conduce la implementación del
sistema nacional de inventario de gases de efecto invernadero (GEI), es responsable de
elaborar la política nacional del ambiente en materia de recursos hídricos y de la
estrategia nacional de lucha contra la desertificación y la sequía.

La Autoridad Nacional del Agua


La Autoridad Nacional del Agua (ANA), del Ministerio de Agricultura y Riego, de
acuerdo a la Ley Nº 29338 - Ley de Recursos Hídricos, es el ente rector y máxima
autoridad técnico normativa del Sistema Nacional de Gestión de los Recursos Hídricos,
el cual es parte del Sistema Nacional de Gestión Ambiental.
Historia
La ANA fue creada el 13 de marzo del 2008 por el Decreto Legislativo N°997,
con el fin de administrar conservar, proteger y aprovechar los recursos hídricos de las
diferentes cuencas de manera sostenible, promoviendo a su vez la cultura del agua.
La ANA es un organismo especializado, que pertenece al Ministerio de
Agricultura y Riego (MINAGRI).
¿Qué hace la Autoridad Nacional del Agua?

 Administra y vigila las fuentes naturales de agua.


 Autoriza volúmenes de agua que utilizan y/o distribuyen los prestadores de
servicios de agua (EPS y Juntas de regantes).
 Evalúa instrumentos ambientales.
 Otorga derechos de uso de agua, autorizaciones de vertimiento y reúso de agua
residual tratada.
 Autoriza obras en fuentes naturales de agua.
 Conduce el Sistema Nacional de Gestión de Recursos Hídricos.

¿Cuál es la labor de las Autoridades Administrativas de Agua?


A través de ellas, se dirige y ejecuta el manejo de los recursos hídricos a nivel
de cuencas de gestión; se aprueban estudios y obras de aprovechamiento de agua; se
otorga derechos de uso de agua y autorizaciones de reúso de aguas residuales tratadas
y de ejecución de obras; se vigila el uso de las fuentes de agua y se supervisa el
cumplimiento del pago de retribución económica. Además se realizan estudios,
inventarios, monitoreos y la gestión de riesgos en glaciares, lagunas y fuentes de aguas
subterráneas.
¿Cúal es la labor de las Administraciones Locales de Agua?
A través de ellas, se administra los recursos hídricos en sus respectivos ámbitos
territoriales. Las ALAs apoyan a las AAA en sus funciones, entre ellas, capacitaciones,
acciones de sensibilización y campañas de comunicación orientadas a promover la
cultura del agua a nivel nacional.
¿Qué son los Consejos de Recursos Hídricos de Cuenca?
Son espacios institucionales de diálogo, donde los actores relacionados a la
gestión del agua en las cuencas (atores locales y regionales) discuten sus problemas a
fin de llegar a consensos, tomando acuerdos y comprometiéndose con la
implementación de las acciones que planifiquen en sus respectivas cuencas.
UNIVERSIDAD PRIVADA
SAN PEDRO
SULLANA

FACULTAD : INGENIERIA CIVIL

CURSO : GESTION AMBIENTAL

TEMA: CALENTAMIENTO GLOBAL,

DESERTIFICACIÓN Y RECURSOS HÍDRICOS

ALUMNO: VERA CÓRDOVA FRANKLIN

CICLO : IX

2016

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