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Sobre la Importancia de la Investigación en Educación y Pedagogía

Michael Steven Molano Rivera


Universidad INCCA de Colombia

En el artículo Algunas problemáticas de la investigación en educación y pedagogía


en Colombia: estrategias para enfrentarlas y resolverlas (2011) de Giovanni M. Iafrancesco,
se plantea fundamentalmente la necesidad de un ejercicio de revisión aguda y constante sobre
el panorama educativo actual, la necesidad de que en los programas de formación en
educación se abran espacios para la reflexión y la problematización desde los diferentes
sectores que tiene relación con el acto educativo, y, finalmente, la importancia de delimitar
el accionar investigativo y clarificarlo, apuntando a develar las problemáticas reales que
atacan el crecimiento cultural y social del país y la anhelada calidad educativa. A mi forma
de verlo, el autor pretende vigorizar una idea que se encuentra en el subtexto del artículo:
¿Por qué investigar? ¿Qué es lo que hace que la investigación sea tan importante?

En primer lugar, pienso que debemos dejar de señalar las preguntas sobre la educación
hacia el exterior, es decir, dejar de suponer que el problema está fuera de mí, que el problema
se haya en el sistema educativo que intensifica la inequidad social, lo cual es cierto, pero se
debe orientar la preguntar hacia cuál es nuestra responsabilidad como maestros, qué es lo que
estamos haciendo en materia de pedagogía y construcción social, qué herramientas usamos
para hallar problemas. En este sentido debemos ser más autocríticos y enfrentarnos a la
pregunta de qué tipo de sociedad es la que estamos construyendo y cuál es nuestro papel en
el devenir de la cultura, aunque ciertamente esto no resta la responsabilidad formativa de la
familia, el estado, el Ministerio de Educación, entre otros. La pregunta sería entonces, ¿cómo
entendemos la investigación en cuanto que ésta es el insumo principal para que, en palabras
de Ianfrancesco (2011): “tomemos la palabra, reflexionemos, ofrezcamos nuevas opciones y
alternativas y entremos, de lleno, (…) en el sendero de buscar la calidad en educación”?

Es evidente en este punto que la manera en la que el docente se interroga, se evalúa e


interpreta sus propias prácticas es elemental para el maestro innovador, pero, ¿tenemos la
voluntad para identificar nuestras falencias?, ¿realizamos procesos investigativos que
apunten a abrir nuevos espacios pedagógicos propios de la realidad colombiana? Estoy
convencido de que venimos a la universidad a hacerle preguntas a la vida, y tristemente eso
no sucede en la escuela. Mi vivencia como estudiante, en buena medida, se ha basado en
responder la pregunta del otro, la que alguien más ha formulado, y me pregunto:
¿propiciamos espacios para que los estudiantes elaboren sus preguntas y den sus primeros
pasos hacia resolver sus propios cuestionamientos? Visto desde esta perspectiva podemos
decir que la investigación es un proceso constante e inacabado, y que en sí misma una
investigación no es inmediata, no va a cambiar una realidad particular per se, sino que
prepara el campo de acción para el cambio, para la implementación de proyectos de
desarrollo, y sin este paso previo de fundamentación e indagación no es posible la
transformación.

Investigar apacigua la tendencia al tradicionalismo que tanto ha lacerado a la


creatividad y el pensamiento crítico, permite sistematizar la experiencia y crear una
comunidad que se apoya en sus propios hallazgos, permite pasar de la práctica a la praxis,
investigar sirve para saber si vamos por buen camino, y hoy en día, con una Colombia
segregada, con un medio cultural empobrecido y banalizado, investigar es el camino hacia la
construcción de una sociedad pensante y empoderada de sí misma.

Referencias

Ianfrancesco G. (2011). Algunas problemáticas de la investigación en educación y pedagogía


en Colombia: Estrategias para enfrentarlas y resolverlas. Revista Investigación, Desarrollo e
Innovación. Vol 1, N°2

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