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CUESTIÓN DE SENSIBILIDAD

Erase una mujer vestida de rojo,


erase que esta señora
era mi vecina de enfrente,
erase su ropa tirada en el suelo
y ella acostada en mi cama.
Erase que un hombre llama a la puerta
preguntando si he visto a su esposa,
erase que este hombre era mi vecino
y me dice estoy muy preocupado por ella
pues nunca ha faltado así de casa.
Erase que vuelvo a mi cuarto
y la encuentro riendo a mandíbula suelta
y montándose encima me susurra al oido
el pobre cornudo todavía me ama.
Erase que su risa me hiela la sangre
y sus palabras bajan mi deseo
que ya no se levanta en toda la noche.
Es que ya no me gusta mi vecina
porque a mí me gustan mucho las mujeres
pero no soy un hombre insensible.
Eladio Parreño Elías
22-Enero-2018

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