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INGENIERÍA Y GEOTECNIA LTDA.

INGENIEROS CONSULTORES

ASME IPG-2013 - TUTORIAL A

DISEÑO GEOTÉCNICO DE DERECHOS DE VÍA DE LÍNEAS DE TRANSPORTE DE


HIDROCARBUROS Y ESTUDIOS PARA EL DISEÑO DE CRUCES DE CUERPOS
DE AGUA1

Motivación:

Las líneas de transporte de hidrocarburos pueden cruzar por terrenos de características y


comportamiento diferentes, que se pueden ver afectados por las actividades de construcción,
también al tener un comportamiento diferente, el terreno puede inducir esfuerzos
indeseables a los ductos. Otra variable del terreno es la ocurrencia de procesos naturales
que se pueden convertir en amenazas para la integridad de los sistemas de transporte de
hidrocarburos, entre ellos los cuerpos de agua. De ahí la necesidad de incluir las variables
de comportamiento del terreno (geotecnia) y adelantar los estudios de geomorfología fluvial e
hidráulica en el diseño de los ductos para el transporte de hidrocarburos.

Objetivos:

El Objetivo del tutorial es mostrar las amenazas naturales o provenientes del terreno que
puedan afectar la integridad de los ductos, los criterios para el trazado de los ductos, la
constructibilidad de estos sistemas, los parámetros de diseño de las obras y acciones de
refuerzo del terreno, los estudios para determinar el comportamiento de los cuerpos de agua
durante la vida útil del sistema y las técnicas de construcción y protección de cauces. Se
incluirán criterios de monitoreo y mantenimiento del derecho de vía y los cruces de cuerpos
de agua.

Temario:

En el tutorial se cubrirán los siguientes temas: las necesidades de ancho del derecho de vía,
en función de la tubería por instalar, las características de instalación de la tubería, la
geometría de los ductos y sus instalaciones asociadas, los criterios de trazado de acuerdo
con las características del terreno y del tubo por instalar, y el diseño de las obras y acciones
para la contención de los materiales de excavación, las obras y acciones para el control de
erosión y refuerzo del terreno y las acciones para la restauración del terreno ocupado por el
ducto. Se incluye temas sobre la morfología fluvial, transporte de sedimentos, características
hidrológicas e hidráulicas de las corrientes de agua, los criterios para el diseño de los cruces
de tubería, aéreos o subfluviales, las técnicas de instalación de las tuberías y las formas de
restauración de márgenes y lecho y los procedimientos de monitoreo y mantenimiento.

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La primera parte del presente texto fue elaborada por José Vicente Amórtegui, como parte de la
preparación del Tutorial.

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PRIMERA PARTE:
DISEÑO GEOTÉCNICO DE DERECHOS DE VÍA DE LÍNEAS DE TRANSFERENCIA DE
HIDROCARBUROS

1. VARIABLES DE DISEÑO

Una de las formas de transporte de hidrocarburos es por medio de tuberías, para su diseño
se debe cubrir un proceso de determinación de las propiedades del producto por transportar
y las condiciones del terreno que se podría ocupar con la posible tubería.

1.1 Origen y Destino

La primera etapa es determinar la zona de origen del sistema de transporte, un sitio donde
se pueda recolectar el producto y disponer de las facilidades de bombeo, inicialmente,
dependiendo de la evolución del proyecto, esta zona puede ser mucho más amplia de la
necesaria para estas facilidades, también es posible que se tengan varias posibilidades de
emplazamiento de dichas instalaciones. El tamaño y conformación del sitio para las
instalaciones iniciales será definido de acuerdo con la necesidad de almacenamiento inicial,
el tratamiento que se requiera para la transportabilidad del producto y las características del
terreno.

El producto se debe llevar a un puerto de exportación, a una refinería o a centros de


distribución, en el caso de los productos refinados. Definido el punto de destino es
importante determinar sitios de paso obligados o convenientes. En mapas generales a
escala 1:500000 se localizan estos puntos y se determinan corredores amplios del orden de
20 km de ancho. Aquí son de gran ayuda las imágenes satelitales públicas.

1.2 Transportabilidad del producto

Con base en las características del producto: densidad, viscosidad, temperatura de manejo,
necesidad de aditamentos o diluyentes; se definirán la necesidad y los parámetros para la
determinación de los sitios de las estaciones de bombeo y las características que deben
cumplir, similar para las reductoras de presión; en caso del transporte de gas, se
determinarán las características de las compresoras.

Se determinarán las características mecánicas de los ductos requeridos y la necesidad de


complementos, tales como trampas de raspadores, válvulas, venteos, drenajes, sensores y
medidores, entre otros.

La operación del sistema es otra variante que se debe tener en cuenta en la determinación
de la localización del ducto.

1.3 Restricciones

Se deben determinar las restricciones al uso que pueda tener el terreno, de acuerdo con las
normas nacionales y regionales: Parques Nacionales, Reservas, Resguardos Indígenas,
territorios de minorías étnicas. Esta información se puede adquirir en las dependencias
oficiales encargadas de estos territorios o en el control de los mismos.
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Se deben tener en cuenta los Planes de Ordenamiento Territorial de los municipios, la


infraestructura existente y proyectada y el Desarrolló potencial de las Regiones. Esta
información se debe obtener de las oficinas de planeación de los municipios que sean
interceptados por el corredor, así como en las entidades encargadas de la infraestructura.

Todas estas restricciones legales al uso del territorio, se plasman en los mapas base a
escala 1:100000, en los corredores previamente determinados.

En lo posible es conveniente determinar el estado de la propiedad del terreno en los


corredores propuestos, así como la situación de seguridad.

1.4 Amenazas naturales

Sobre las líneas de transporte de hidrocarburos se tienen amenazas naturales, por efecto de
procesos de inestabilidad del terreno, debidos a la acción de las corrientes de agua, a
procesos de erosión o de movimientos en masa, a la actividad tectónica manifestada como
movimientos de fallas y cambios de pendiente del terreno los procesos de meteorización del
terreno. Los deslizamientos son provocados por lluvias de fuerte intensidad o muy
prolongadas, por inundación de terrenos, por movimientos de tierra cercanos (para vías,
excavaciones mineras o para edificaciones), por cambios en las condiciones del agua
subsuperficial debidas a recarga por embalses o descargas de sistemas de desagüe;
también los sismos han provocado deslizamientos y las erupciones volcánicas han generado
avalanchas. Estas características se pueden plasmar en mapas y planos a escala 1:25000,
con el trazado de la línea, evitando la mayor cantidad de áreas susceptibles a dichas
amenazas.

Los tubos enterrados son destapados por socavación de cauces, divagación de corrientes,
profundización de cauces, erosión del DV, deslizamientos. Los tubos aéreos son afectados
por pérdida de soporte, al moverse algún apoyo, al ser arrastrados por deslizamientos o
avalanchas, al ser golpeados.

Para el control de las amenazas naturales sobre las líneas de transporte de hidrocarburos,
se han puesto en práctica acciones, que van desde el trazado de las líneas, donde se busca
localizarlas por terrenos de la menor susceptibilidad a éstas amenazas, el diseño y
construcción de sistemas de refuerzo y protección y el mantenimiento de dichos sistemas.
Sin embargo, debido a la dinámica de los procesos naturales, algunos de difícil predicción,
con las acciones adelantadas sólo se logra minimizar el efecto de dichas amenazas sobre la
integridad de los ductos.

1.5 Constructibilidad del sistema de transporte

Para el diseño y construcción de los sistemas de transporte, se deben tener en cuenta


inicialmente las normas definidas por las Autoridades, las de entidades internacionales que
se hayan adoptado (API, ANSI) u otras que impongan los propietarios de los terrenos o
cuando se transcurra por la inmediata vecindad de otros sistemas.

Se debe tener en cuenta la existencia, estado y uso de los accesos existentes o por
construir. También la presencia de otros ductos o líneas de vida.
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Es importante determinar la necesidad de ancho de derecho de vía, de acuerdo con el


diámetro de la tubería y las características del terreno y definir su adecuación y los
requerimientos de refuerzo.

Para la instalación de la tubería se debe tener en cuenta la cantidad y tamaño de los equipos
requeridos, así como el proceso de movilización de los tubos, las uniones, el recubrimiento
anticorrosivo, la disposición de la zanja y el material de tapado de la misma.

Si la tubería se instalará enterrada, se requerirá de los sistemas para la protección


anticorrosiva, lo que requiere conocer las características de resistividad del terreno y la oferta
de energía eléctrica a lo largo de la línea.

Finalmente se debe tener en cuenta la actividad de restauración del terreno, de manera que
soporte los procesos naturales a que podría estar sometido, así como para restaurar el uso
del terreno, con la limitación que un derecho de vía impone a los predios que se ocupen.

2. PROCESOS NATURALES CONSIDERADOS AMENAZAS

La mayoría de los procesos geológicos y meteorológicos naturales se han considerado como


amenazas, así:

Procesos geodinámicos internos: Terremotos y tsunamis, Vulcanismo, Diapirismo.

Procesos geodinámicos externos: Deslizamientos y desprendimientos, Hundimientos y


subsidencia, Erosión, Expansividad y colapsabilidad de suelos

Procesos meteorológicos: Lluvias torrenciales y precipitaciones intensas, Inundaciones y


avenidas, Procesos de arroyada, Huracanes y Tornados.

Procesos astronómicos: Impacto o explosión de Meteoritos, cambios periódicos en la


geometría de la orbita terrestre.

Las amenazas por procesos geológicos y meteorológicos están enmarcadas dentro del
denominado Ciclo Geológico, que en realidad es un conjunto de subciclos que incluyen:

El ciclo tectónico, el ciclo de las rocas, el ciclo hidrológico y los ciclos biogeoquímicos.

El término Ciclo Tectónico se refiere a los procesos geológicos a gran escala que deforman
la corteza terrestre, generando formas del terreno como cuencas oceánicas, continentes y
montañas. Los procesos tectónicos está dirigidos por fuerzas generadas en el interior de la
tierra. El ciclo tectónico supone la creación, movimiento y destrucción de placas tectónicas.

La tierra tiene varias capas internas que difieren en composición o propiedades físicas: La
capa más exterior llamada litosfera, es más fuerte y rígida que el material más profundo.
Debajo de ella está la astenosfera, una capa caliente de roca fluida y baja resistencia, que se
encuentra a una profundidad media de 250 Km
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Se ha establecido que la litosfera tiene un espesor medio de 100 Km (desde unos pocos
kilómetros en la cresta de las dorsales oceánicas, 120 Km bajo las cuencas oceánicas y
hasta 400 Km bajo los continentes). La parte superior de la litosfera es la corteza, donde las
rocas son menos densas. Se tienen dos tipos de corteza, la oceánica y la continental, la
primera ligeramente más densa que la continental, además la oceánica es más delgada, 7
Km en promedio, mientras que la continental varía entre 7 y 70 kilómetros de espesor, con
un valor medio de 30 Km

La astenosfera por su condición fluida se considera continua, mientras que la litosfera está
partida en grandes trozos que se han denominado placas litosféricas o tectónicas que se
desplazan en relación unas con las otras. Estos procesos asociados con el origen,
movimiento y destrucción de éstas placas se conoce como tectónica de placas. Tanto la
formación como la destrucción de placas tectónicas tienen lugar a lo largo de sus bordes o
límites, los cuales puede ser divergentes, convergentes o transformantes. Estos límites no
son grietas estrechas sino zonas de fallas geológicas que tienen decenas a cientos de
kilómetros de ancho y es donde se generan los terremotos y los volcanes.

Los límites divergentes se producen cuando las placas se alejan entre sí y se va produciendo
litosfera nueva; esto ocurre en el centro de las cadenas montañosas submarinas conocidas
como dorsales oceánicas y es proceso denominado expansión del fondo marino, donde la
dorsal desarrolla una serie de grietas de extensión mas o menos paralelas a la cresta de la
dorsal; a lo largo de estas grietas, la litosfera se escinde formando fisuras, las cuales
resultan inyectadas con roca fundida de la parte inferior. Cuando estas grietas solidifican, se
forma litosfera nueva y las placas tectónicas a cada lado se separan a una velocidad que va
de decenas a cientos de milímetros al año.

Los límites convergentes se producen cuando las placas colisionan, allí la de mayor
densidad se hundirá por debajo de la placa de menor densidad. El proceso de hundimiento
de una placa se denomina subducción, por ello los límites de convergencia de placas se les
llama zonas de subducción y se caracterizan por fosas profundas en el fondo marino. Si los
bordes de las placas están compuestos por material de densidad similar, resulta más difícil
que comience la subducción, caso en el cual se puede producir un límite de colisión
continental en el que los bordes de las placas se arrugan formando montañas.

El mapa del fondo marino indica que las dorsales oceánicas no son continuas, sino que
consisten de una serie de fisuras cortas desplazadas entre sí. En estas zonas de desfase se
encuentra el tercer tipo de límite de placas, el límite transformante, donde las dos placas se
deslizan una frente a la otra a lo largo de fallas geológicas conocidas como fallas
transformantes. La mayoría de las fallas transformantes se dan en la corteza oceánica, sin
embargo, algunas ocurren en los continentes.

No toda la actividad tectónica tiene lugar en los límites de placas, en varios lugares de la
tierra se forman volcanes en el interior de una placa, esos sitios se denominan puntos
calientes y se sospecha que pueden ser el origen de un nuevo límite de placa o el
fracturamiento de una placa.

Este ciclo tectónico es el responsable de la mayoría de las amenazas naturales: sismos,


volcanes, modificación de los patrones de las corrientes oceánicas, que a su vez influyen en
el clima global y en las variaciones regionales de la precipitación.
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El ciclo de las rocas, es el subciclo geológico mayor y está relacionado con los demás
subciclos. Depende del ciclo tectónico como fuente de calor y energía, del ciclo
biogeoquímico para los materiales y del ciclo hidrológico para el agua.

El agua se utiliza en los procesos de meteorización, erosión, transporte, deposición y


litificación de sedimentos.

Las rocas pueden clasificarse en tres tipos generales o familias, dependiendo de cómo se
formaron en el ciclo de las rocas. Se puede considerar este ciclo como un proceso de
reciclado de rocas mundial, dirigido por el calor interno de la tierra, que funde las rocas
subducidas en el ciclo tectónico. La cristalización de roca fundida produce rocas ígneas. Las
rocas situadas en la superficie o cerca de ella se disgregan química y físicamente por
meteorización para formar partículas, conocidas como sedimento; el tamaño de éstas
partículas varia desde arcilla hasta gravas y cantos rodados.

Este sedimento formado por meteorización es transportado por el viento, el agua, el hielo y la
gravedad hasta cuencas de deposición. Cuando las corrientes de viento o agua se hacen
más lentas, el hielo se funde o la pendiente del terreno disminuye, el sedimento se asienta y
se acumula en un proceso denominado deposición.

Las capas de sedimento acumuladas experimentan con el tiempo una litificación, formando
las rocas sedimentarias. La litificación tiene lugar por cementación y compactación, al quedar
sepultado un sedimento por debajo de otro.

Cuando el enterramiento es profundo, las rocas sedimentarias pueden experimentar


metamorfismo (alteración de la forma) por el calor, la presión o por fluidos químicamente
activos, produciendo rocas metamórficas.

Las rocas metamórficas pueden estar enterradas a profundidades donde las condiciones de
presión y temperatura hacen que se fundan, comenzando de nuevo el ciclo de las rocas.

Como en los otros ciclos de la tierra hay excepciones o variaciones, respecto a la secuencia
idealizada. Por ejemplo una roca ígnea o metamórfica puede ser transformada en una nueva
roca metamórfica sin experimentar meteorización o erosión, o las rocas metamórficas
pueden ser elevadas y alteradas antes de que puedan pasar a la siguiente etapa del ciclo.

Existen otras fuentes de sedimentos de origen biológico o químico y tipos de metamorfismo


que no suponen el enterramiento profundo. En general el tipo de roca formada en el ciclo de
las rocas depende del ambiente de la roca.

Al movimiento del agua desde los océanos a la atmósfera y de vuelta a los océanos, se le
denomina ciclo hidrológico. Dirigido por la energía solar, el ciclo funciona por medio de la
evaporación, precipitación, escorrentía y flujo subterráneo, el agua se almacena en
diferentes compartimentos a lo largo del camino, tales como los océanos, la atmósfera, los
arroyos y ríos, aguas subterráneas, lagos, casquetes polares y glaciares.

El tiempo de residencia del agua en los diferentes compartimentos puede variar desde unos
días en la atmósfera hasta decenas de miles de años en los glaciares. Sólo un cantidad muy
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pequeña del agua total del ciclo es activa, cerca de la superficie de la tierra, en un
determinado momento, se estima en sólo el 0,3% del total, sin embargo esta agua es
extremadamente importante para la vida en la tierra, para el ciclo de las rocas y para los
ciclos biogeoquímicos.

Esta agua superficial o casi superficial ayuda a trasladar y organizar elementos químicos en
disolución, esculpir el paisaje, erosionar rocas, transportar y depositar sedimentos y
proporcionar nuestros recursos hídricos.

Un ciclo biogeoquímico es la transferencia o circulación de un elemento o elementos a través


de la atmósfera, la litosfera, la hidrosfera y la biosfera. De ésta definición se deduce que los
ciclos biogeoquímicos están estrechamente relacionados con los ciclos tectónico, de las
rocas e hidrológico.

El Ciclo tectónico suministra agua en los procesos volcánicos, además de calor y la energía
necesarios para formar y cambiar los materiales de la tierra transferidos en los ciclos
biogeoquímicos. El ciclo de las rocas y el hidrológico intervienen en muchos procesos que
transfieren y almacenan elementos químicos en el agua, el suelo y las rocas. Por ejemplo,
los animales exhalan carbono que entra en la atmósfera y es absorbido por las plantas, las
cuales producen oxigeno que participa en procesos de oxidación de rocas.

La velocidad de transferencia, o flujo entre los compartimentos se desconoce, y su


determinación es una tarea compleja y difícil. La cantidad de elementos tan importantes
como carbono, nitrógeno y fósforo en cada compartimiento y su velocidad de transferencia
entre compartimentos sólo se conoce de forma muy aproximada.

Los procesos astronómicos, si bien tienen periodos de recurrencia muy largos, pueden
inducir cambios en los ciclos geológicos. Por ejemplo, en ésta época nos encontramos en un
periodo interglaciar (calentamiento global) que puede acelerar o agudizar los procesos
meteorológicos.

De acuerdo con los anterior, las amenazas naturales se pueden predecir a partir de una
evaluación científica. Los terremotos, erupciones volcánicas, desprendimientos de tierras e
inundaciones son procesos naturales que pueden ser identificados y estudiados utilizando el
método científico. La mayoría de los sucesos y procesos peligrosos pueden seguirse,
trazarse y predecir su actividad futura con base en la frecuencia de sucesos pasados, pautas
de su incidencia y tipos de sucesos precursores.

A los procesos amenazantes se les puede hacer un análisis de riesgo, donde se estime su
probabilidad de ocurrencia y sus consecuencias.

Las amenazas están conectadas de muchas maneras, por ejemplo los terremotos pueden
producir desprendimientos de tierra, licuación de suelos, tsunamis, etc. Los huracanes
provocan con frecuencia inundaciones, deslizamientos y erosión costera. Los volcanes
pueden provocar avalanchas.

La magnitud, o el tamaño, de un suceso amenazante, así como su frecuencia, pueden estar


influidos por la actividad humana, como consecuencia del aumento de la población, el
aprovechamiento o manejo de la tierra (o del territorio).
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Algunas de las actividades humanas pueden desencadenar o potenciar procesos naturales


considerados amenazas, entre ellas se tienen el uso del territorio, los cambios en la
cobertura vegetal, las actividades mineras, las actividades agrícolas, el manejo del agua y las
obras de infraestructura, entre otras.

Las consecuencias de los riesgos puede ser minimizada, mediante una evaluación integrada
que incluya el conocimiento científico, la planificación y regulación del uso del territorio, la
ingeniería y la preparación previa (seguimiento y planes de contingencia).

2.1 Características físicas de Colombia

Colombia está situada en el extremo norte de Sudamérica, en la zona intertropical, con


costas sobre los océanos Atlántico y Pacífico, cuenta con tres cordilleras geológicamente
jóvenes y extensas zonas planas, algunas potencialmente inundables, además se tienen
regiones donde las precipitaciones están entre las más altas del planeta. Por éstas razones
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nuestro país está expuesto a la mayor cantidad de amenazas naturales, algunas de alta
severidad.

3. ANÁLISIS DE RIESGOS

Teniendo en cuenta las amenazas a que están expuestos los sistemas de transporte de
hidrocarburos, a las cuales se les puede evaluar una probabilidad de ocurrencia, se procede
a evaluar la vulnerabilidad y exposición del sistema y las consecuencias de un daño en él.

Para la evaluación de los riesgos se tienen varios procedimientos, en los que se


interrelacionan la probabilidad de ocurrencia del proceso amenazante, la capacidad del
sistema para soportar éste proceso, el tiempo a que va estar expuesto al proceso y las
consecuencias del daño:

R = Pa x V x C

Donde R es el riesgo a que está expuestos un sistema, el cual se puede expresar unidades
de valor,
Pa es la probabilidad de ocurrencia de una amenaza durante el tiempo de exposición del
sistema a esa amenaza,
V es la vulnerabilidad del sistema a la amenaza, se puede expresar como la fracción de daño
esperado y
C es la consecuencia que se puede expresar en el valor del daño o daños.

Para la avaluación de la vulnerabilidad del sistema se debe tener en cuenta las


características del sistema: resistencia y flexibilidad de la conducción (por ejemplo un tubo
enterrado puede resistir la acción de un sismo, debido a que su flexibilidad le permite
deformarse con amplitudes y frecuencias superiores a las impuestas por el sismo, lo que el
tubo no puede soportar son los desplazamientos de las fallas por efecto del sismo o los
deslizamientos provocados por el sismo), la presencia y confiabilidad de las obras de
protección, la existencia y tipo de sistemas de monitoreo (por ejemplo si un tubo enterrado
pasa por una zona sometida a movimientos lentos del terreno, el monitoreo de
deformaciones puede indicar cuando el tubo está próximo a su límite de deformación y
programar una acción de liberación de deformaciones), la intensidad de los procesos de
mantenimiento, de manera que los sistemas de protección se mantengan en funcionamiento
permanente.

Para la determinación de la amenaza se debe realizar un inventario de ellas en cada sector


del sistema de transporte de hidrocarburos, para ello los mapas son una buena herramienta,
cada amenaza se debe analizar, para determinar su intensidad posible, los procesos que la
pueden generar o magnificar, por ejemplo los deslizamientos pueden ser provocados por
sismos, por lluvias de alta intensidad o duración, en terrenos susceptibles a deslizarse, de
acuerdo con sus condiciones geológicas y topográficas, la susceptibilidad al deslizamiento se
puede aumentar por efecto de otros procesos como la erosión o algunas actividades
humanas como la minería. Esto muestra que la evaluación de la amenaza es una actividad
permanente, debido a lo cambiante de las condiciones, para lo cual el monitoreo es la
herramienta que permite actualizar permanentemente los análisis.
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Las consecuencias se pueden evaluar con base en los antecedentes, muchos de los cuales
están registrados en las bases de datos de las Empresas operadoras de los sistemas de
transporte de hidrocarburos.

En la evaluación de consecuencias se debe tener en cuenta que al afectarse una


conducción, este hecho se convierte en una amenaza para los vecinos a la zona de daño, ya
que los productos que se transportan pueden contaminar las fuentes de agua, afectar a la
vegetación, provocar incendios o explosiones y si en el área se tienen instalaciones de
habitación o actividad humana, estas podrán ser afectadas, así como a sus usuarios.

4. MITIGACIÓN DE LOS RIESGOS

Para mitigar los riesgos por amenazas naturales se tienen varias estrategias, unas
encaminadas a controlar la amenaza y otras a disminuir las consecuencias, disminuir la
vulnerabilidad de las conducciones tiene sus limitaciones, debido a la magnitud de los
procesos amenazantes, sin embargo con los sistemas de monitoreo se han logrado avances
importantes.

La mitigación de los riesgos se inicia con el planeamiento del sistema, su trazado y diseño,
allí es donde se logra evitar el paso por la mayoría de los terrenos susceptibles a las
amenazas, sin embargo casi nunca es posible eludir todos los sitios susceptibles.

Por ejemplo en Colombia, por sus condiciones geológicas, se tienen las zonas de producción
de hidrocarburos al oriente del país, en el valle del Magdalena y en el valle del Catatumbo,
los puertos de exportación en los océanos Atlántico y Pacífico, separados por las cordilleras,
las refinerías principales en el Magdalena medio y en la costa Atlántica y los centros de
consumo en la zona Andina; entonces los crudos de exportación deben cruzar las cordilleras,
los productos refinados deben cruzar las cordilleras para llegar a los sitios de consumo.

En éstos recorridos se deben cruzar terrenos susceptibles a las amenazas y es donde se


recurre a prácticas de refuerzo del terreno o a facilitar que los tubos soporten las
deformaciones que se les impondrán.

En las zonas planas del oriente del país, en los valles interandinos y las llanuras costeras, se
tiene un gran número de corrientes de agua, las cuales al transportar los sedimentos,
cambian de curso (divagan) y pueden afectar a los sistemas de transporte que las cruzan o
cuando pasan por el lado de ellos. Para su control se adelantan estudios de dinámica fluvial
y morfológicos, con los que se pueden estimar los movimientos del cauce y localizar las
conducciones por fuera del área de influencia, dentro de la vida útil del sistema de transporte
de hidrocarburos, sin embargo esta dinámica puede ser más activa de lo previsto, por
razones diversas, entre ellas las actividades antrópicas: de uso del terreno, de cambios en
los cursos de agua y de modificaciones de la cobertura vegetal; por lo que es fundamental
contar con sistemas de monitoreo y seguimiento que permitan en forma oportuna introducir
los correctivos necesarios.

En la gran mayoría de las obras se cuenta con la cobertura vegetal del terreno, sin embargo,
mientras la vegetación se implanta y desarrolla se utilizan estructuras sencillas de control de
erosión y manejo de aguas, que faciliten el desarrollo de la vegetación; cuando se pasa por
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zonas de bosque se recurre a técnicas basadas en los procesos de sucesión vegetal natural,
para que el desarrollo de la vegetación del derecho de vía se integre al bosque.

5. CRITERIOS DE DISEÑO GEOTÉCNICO

La instalación de tuberías para el transporte de hidrocarburos (oleoductos, poliductos,


gasoductos, etc.) requiere una pista de ancho importante, para que se puedan movilizar los
equipos de construcción: carga tubos, tiendetubos, zanjadoras, soldadoras y dobladoras,
entre otros; esto impone la intervención de fajas del terreno de las cuales se retira la
cobertura vegetal, dejando desprotegido el terreno durante el tiempo de construcción a
merced de los agentes erosivos.

En el medio tropical el principal agente erosivo es la lluvia, la cual provoca el


desprendimiento de partículas del suelo con el golpe de las gotas, luego estas partículas son
arrastradas por la escorrentía que en su camino desprende nuevas partículas dando lugar a
procesos de erosión, que si no se controlan, se pone en peligro la estabilidad de la tubería,
se afectan los terrenos vecinos y los cuerpos de agua, ocasionando problemas ambientales
y legales severos.

En Colombia, a partir del auge en la construcción de sistemas de transferencia de


hidrocarburos en las décadas 80 y 90, se desarrollaron algunas tecnologías para controlar la
erosión y mantener la estabilidad de los terrenos. Al comienzo las acciones se encaminaron
a controlar el arrastre de las partículas por la escorrentía, posteriormente se incluyó el control
al desprendimiento de dichas partículas.

Estos desarrollos fueron adelantados por equipos de profesionales de diferentes disciplinas,


sobretodo de las ciencias agrarias y biológicas y la ingeniería geotécnica; se encontró que la
geotecnia por su capacidad de respuesta y su carácter interdisciplinario es la mejor
herramienta para enfrentar estos procesos. Como resultado surgió un nuevo Item en la
construcción de oleoductos, "la protección geotécnica y ambiental".

5.1 Factores de evaluación geotécnica

La selección del tipo de obras y del procedimiento de construcción de un oleoducto o un


gasoducto, en lo tocante a la estabilidad del terreno que se ocupa y la protección del
sistema, dependen de las características geotécnicas y topográficas, las cuales se definen
por medio de una zonificación del corredor adoptado. Para realizar la zonificación se aplican
conceptos de la geología, la geomorfología, la interpretación de imágenes de sensores
remotos, la hidrología y la hidráulica fluvial, que la geotecnia aglutina, decanta y analiza,
adiciona sus propios criterios, para dar como resultado el diseño, localización aproximada y
especificaciones de construcción de esas obras.

En los estudios geotécnicos de oleoductos se acostumbra elaborar un mapa geológico


general, casi siempre en escala 1: 25000, en el cual se describen las unidades geológicas
mayores, las distintas formaciones y los depósitos de ladera de mayor extensión, y se
indican las trazas de fallas geológicas. La información básica proviene de mapas regionales
existentes en Los Servicios Geológicos de cada país o en las oficinas de cartografía
nacionales, mapas locales incluidos en estudios de ingeniería, ponencias de congresos y
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artículos de revistas u otras publicaciones técnicas, y de la interpretación de fotografías


aéreas realizada para el proyecto específico. Además, en campo se identifican y delimitan
los procesos de inestabilidad activos, los casos antiguos y aquellos casos "potenciales" en
sitios en los cuales se reúnen ciertos factores físicos que pueden conducir a la falla del
terreno posteriormente.

A lo anterior se suman consideraciones sobre la topografía, el patrón de drenaje natural y el


uso de la tierra; con frecuencia se dibuja un mapa de pendientes que ayuda a la
interpretación de las formas del terreno. Mediante el análisis de toda esta información relativa
al terreno en el cual se desarrolla el proyecto, se elabora una zonificación del corredor,
agrupando en forma simplificada las áreas que presentan atributos comunes o rasgos
similares, y cuya respuesta ante las modificaciones impuestas por las obras de ingeniería,
puede esperarse que muestre cierta uniformidad.

A los factores anteriores se suman otros relacionados con la actividad humana o los
referentes a la práctica de la construcción y la operación eficiente de oleoductos:

• El uso de la tierra.
• La facilidad de acceso.
• La existencia de sitios críticos y áreas urbanizadas que no fue posible eludir en el
trazado.
• La localización de otros proyectos de ingeniería o de zonas afectadas por procesos de
explotación minera.
• La disponibilidad de materiales de construcción.
• La seguridad y las posibilidades de mantenimiento rutinario.
• La economía del proyecto.
Desde luego, que la selección adecuada del alineamiento no exime de adoptar las
precauciones de diseño necesarias, tanto para las tuberías como para lo tocante a
estructuras complementarias como los puentes, estaciones de bombeo, válvulas, tanques y
plantas de tratamiento.

5.2 control y protección del derecho de vía ante de procesos de erosión

La erosión es un fenómeno que abarca la separación, el transporte y el depósito de los


materiales que componen el suelo. Los elementos que actúan se denominan agentes
erosivos, siendo los principales: el agua, el viento, el hielo y la fuerza de gravedad.

5.2.1 Tipos de erosión

La erosión representa una amenaza no sólo para los cultivos y la ganadería, la alimentación
humana, el ecosistema acuático, sino para la estabilidad de las obras de ingeniería y el
período de servicio de sistemas de drenaje y de generación de energía. Se considera de
gran interés presentar aquí algunos conceptos de Hénensal (1987) que ayudan a precisar
términos e ilustrar sobre los procesos de erosión y su control.
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Se acostumbra distinguir dos grandes tipos de erosión:

a) Geológica o Natural:

Desgaste del suelo en su medio normal por la acción de las diversas fuerzas de la
naturaleza.

b) Acelerada o Antrópica:

Se deriva de las actividades del hombre cuando altera las condiciones del suelo o del
ambiente.

De acuerdo con Hénensal (op. cit.), la acción del agua superficial causa erosión externa,
laminar (extendida en una cierta área) o concentrada (lineal) y se debe al impacto de las
gotas de lluvia o al arrastre ejercido por los hilos de agua temporales que se concentran en
canalículos o zanjillas durante la lluvia y un tiempo después de ella. Las partículas de suelo
sacadas de su sitio y de diferentes dimensiones, son llevadas por el agua de escorrentía y se
depositan a una distancia que es función de su diámetro. Las gravas y arenas se depositarán
con mayor rapidez, en los primeros sitios de cambio de pendiente, por ejemplo en las
depresiones del terreno o en las cajas de entrada o salida de obras de drenaje, mientras que
los limos y arcillas alcanzarán mayores distancias, sedimentándose en las partes más bajas
o continuando en suspensión en los ríos hasta depositarse en condiciones de agua tranquila,
por ejemplo en los embalses y lagos que se van a colmatar progresivamente.

5.2.2 Parámetros y Factores de Erosión y los Riesgos Correspondientes

"La importancia de la erosión en un territorio dado depende en términos generales de dos


grandes factores: la erosividad y la erodabilidad.

El parámetro o factor de erosividad R designa el poder del agente o agentes erosivos, es


decir, el poder relativo de arrancar y transportar que pueden tener las fuerzas hídricas
destructoras. Es evidente que entre mayor sea la erosividad, mayor será la erosión. Se
distingue entre la erosividad la de las lluvias y la del agua corriente, en el sentido de que
sobre las primeras no puede intervenir el hombre; sólo puede prever, y esto hasta cierto
grado, una erosividad media anual o mensual en un lugar dado.

El parámetro de erodabilidad en sentido amplio corresponde a la aptitud global del terreno y


del territorio considerado a ser atacado por los agentes de la erosión. Entre mayor sea la
erodabilidad, mayor será la erosión.

Se puede escribir entonces:

Erosión = Erosividad R x Erodabilidad

De hecho la erodabilidad está compuesta por un conjunto de tres parámetros. El primero es


la erodabilidad K de los suelos. El segundo tiene en cuenta la calidad y la intensidad de la
modificación de la topografía por el hombre, ya sea por la parcelación entre diferentes
usuarios o por una mejor explotación; el territorio se considera subdividido en "parcelas"
14

relativamente homogéneas, cada una con una pendiente S y una longitud L. El tercer
parámetro corresponde al "arte" del agricultor o de otros usuarios del terreno en las
"parcelas" ya definidas; abarca dos aspectos complementarios: por una parte el tratamiento
del suelo y de las superficies, que se representa por el factor P y por otra la finalidad misma
del tratamiento efectuado, es decir, el tipo de cultivo, la vegetación natural o la
impermeabilización que se desee obtener, todo lo cual es representado por el factor C.

Se llega en definitiva a los seis factores R, K, S, L, P y C de la Ecuación Universal de


Pérdida de Suelos (de Wishmeier), según la cual las pérdidas de suelo de una superficie
determinada están dadas por:

Erosión E = R • K • (SLPC)

La agrupación de los factores S, L, P y C se debe a que son los únicos sobre los cuales el
hombre puede ejercer algún control notable. Cada uno de los factores incluidos en la
expresión puede asociarse con un riesgo de erosión particular: R corresponde al Riesgo
climático, K al pedológico y (SLPC) al antrópico. En relación con el riesgo climático se
encuentra ante todo la pluviosidad que es variable dentro de un territorio dado. Así, la
precipitación total anual o mensual varía de una zona a otra. Sin embargo, desde el punto de
vista de la acción sobre el suelo, parece más importante la manera como el agua es
suministrada al terreno que las cantidades de precipitación pluvial, al definir la erosividad de
las lluvias. Los procesos de erosión más importantes se deben a fenómenos meteorológicos
extremos como los siguientes:

• Grandes aguaceros de fuerte intensidad sobre áreas reducidas, ligados a corrientes de


convección (tormentas locales).

• Lluvias continuas de larga duración e intensidad media sobre una región, debidas a
desplazamientos horizontales de gran distancia de masas de aire oceánicas
(movimientos de advección).

• Períodos de recalentamiento brusco a menudo acompañados de fuertes precipitaciones,


que imponen la caída de nieve y el deshielo del suelo.

En la tabla 1, tomada de García et al (1988), se resumen varios de los puntos tratados hasta
ahora.

Continuando con la cita que hacemos de los conceptos presentados por Hénensal, viene lo
relativo a los riesgos pedológicos en la erosión hídrica:

Es evidente que el riesgo de erosión será mayor entre mayor sea la erodabilidad de los
suelos, pero ésta es una noción compleja debido a que para ser erodados los suelos, sus
partículas deben ser sacadas del sitio y transportadas. Por lo tanto, la erodabilidad depende
de un alto número de factores los cuales intervendrán solos o en conjunto según la
naturaleza de los suelos, los lugares y las circunstancias.
15

TABLA 1. ACCIÓN Y EFECTOS DE LA LLUVIA EN LA EROSIÓN DE TERRENOS

Acción erosiva directa Efectos erosivos, directos o


Mecanismo de acción
o indirecta de la lluvia indirectos

Erosión por escurrimiento


Impacto de las gotas Disgregación
laminar.

Erosión diferencial, por


Disgregación diferentes resistencias al
Escurrimiento superficial
Transporte fenómeno en las distintas
capas del terreno.

Deslizamientos de tierra.
Nivel freático colgado.
Infiltraciones Erosión interna, tubificación,
Elevación del nivel freático.
etc.

Fisuramiento.
Humedecimiento y
Expansión y contracción. Pérdida de cohesión.
secado
Flujos estacionales.

a) Factores texturales:

Están ligados a la granulometría o distribución de partículas del suelo por tamaños. Al


respecto se han propuesto ciertos valores del porcentaje de partículas de un determinado
tamaño presentes en el suelo (contenidos de arena fina, limo, arcilla y materiales orgánicos)
o del coeficiente de uniformidad Cu=D60/D10, donde Dx es el tamaño -abertura del tamiz-
que deja pasar x% del material; por ejemplo, se dice que Cu inferior a 5 denota suelos muy
erodables.

b) Factores físico-químicos:

La plasticidad, como un índice de la presencia de suelos arcillosos que debe


complementarse con la debida consideración al carácter mineralógico de la arcilla presente;
será más desfavorable una arcilla del tipo de montmorillonita saturada de sodio que una
caolinita. La condición dispersiva que se trata más adelante también es muy importante en
este contexto.

La fracción arcillosa puede ser expresada por la capacidad de intercambio catiónico, el valor
del ensayo de azul de metileno, etc. Desde el punto de vista granulométrico se ha
establecido que es la porción del suelo cuyas partículas son de tamaño menor a 0.002 mm.
16

c) Factores estructurales:

La compacidad y la porosidad, la agregación en terrones y la fisuración, la existencia de una


costra o cobertura en la superficie y la biomasa: raíces, lombrices de tierra, insectos,
pequeños mamíferos, micro-organismos.

Se mencionó antes la dispersividad de los suelos arcillosos; esta propiedad los hace
altamente erosionables en presencia del agua y se debe a un proceso electroquímico de
"defloculación" o "dispersión" en el cual se pierde la microestructura o arreglo de las
partículas minerales individuales que entonces, ya separadas unas de otras (dispersadas),
pueden ser arrastradas a través de los poros del suelo "propiciando la formación de
canalículos que dan lugar a fallas por tubificación", a veces muy graves en diques y presas
construidas con dichos materiales (Orozco et al, 1975).

La dispersividad depende de la concentración de cationes de sodio (Na) disueltos en el agua


de los poros, en relación con la de iones de calcio (Ca) y magnesio (Mg), del contenido de
sales disueltas en el agua que va a pasar por los poros del suelo y de la velocidad del flujo.
El carácter expansivo de las arcillas tiene en este último aspecto cierta importancia “si el flujo
tiene una velocidad suficientemente baja, la arcilla que rodea el canal de flujo se expande y
lo sella”; “si la velocidad inicial de flujo es suficientemente alta, las partículas de arcilla
dispersiva son arrastradas, lo cual agranda el canal de flujo y conduce a una falla progresiva
por tubificación o sifonamiento”. (Orozco et al, op. cit.).

El carácter dispersivo se puede determinar mediante ensayos químicos que permiten hallar
la concentración de cationes ya mencionada. En la geotecnia se utiliza con éxito como guía
para esta determinación el ensayo de "Pin Hole", en el cual se hace pasar agua por un
agujero hecho con una aguja ("pin") en el centro de una muestra cilíndrica bajo diferentes
alturas (o carga hidráulica); se observa si el agua recogida en una probeta, ha arrastrado
partículas del suelo así como el aspecto del orificio después de la prueba.

5.2.3 Riesgos antrópicos

Se encuentra que los riesgos antrópicos de la erosión dependen de la demografía y del


estado de desarrollo económico de la sociedad en general y de las comunidades rurales en
particular. En esta forma toda variación importante de la población rural ejerce en un sentido
u otro una influencia sobre la erosión.

Otros riesgos antrópicos están asociados con el desarrollo urbano, los medios de transporte
y las obras de infraestructura. La inexistencia o la deficiencia de sistemas de alcantarillado
de aguas lluvias y residuales, ligada al crecimiento de la población urbana, hace que las
aguas concentradas por flujo sobre superficies impermeabilizadas como los techos y
cubiertas de edificaciones, las calles y zonas de parqueo pavimentadas, en un momento
dado excedan la capacidad del sistema, se desborden y fluyan por las calles. Si las calles
son de pendiente notable y no están estabilizadas o pavimentadas, poco a poco se
convertirán en cárcavas y se perderá su función.
En las zonas de invasión o tuguriales de la periferia de las grandes ciudades es frecuente
que la población (compuesta casi siempre de inmigrantes procedentes de las áreas rurales),
ocupe áreas de suelo erosionable o cañadas y cauces intermitentes en los cuales pueden
ocurrir deslizamientos y flujos de detritos y de lodos, con consecuencias lamentables. Los
17

sitios de construcción son muy sensibles a la erosión. Se tiene que los grandes proyectos de
construcción urbana mantienen los sitios sin cobertura y vulnerables durante uno a tres años.
En lo relacionado con los sistemas de transporte como las carreteras y los oleoductos, se
encuentra que los derechos de vía tienden a ser zonas de concentración de las aguas. Si las
estructuras o medios de drenaje fueron bien concebidos el efecto será menor. En el caso
contrario la concentración excesiva del flujo interceptado en la cuenca atravesada por el
proyecto, causará un incremento apreciable de la erosividad y con rapidez se profundizará y
ampliará el cauce natural receptor, llegando casi siempre al carcavamiento grave.

Un diseño defectuoso (conductos de capacidad insuficiente) o un mantenimiento descuidado


pueden dar lugar a la colmatación de las obras de drenaje y las aguas rebasarán la
estructura arrastrando parte del derecho de vía. Si la cuenca está en degradación avanzada
este peligro se incrementará y pueden presentarse flujos y avalanchas de detritos. Puede
suceder en terrenos montañosos que las vías capten las aguas de una cuenca dada y las
conduzcan a la cuenca vecina; se presentarán crecientes súbitas y de gran volumen que
implicarán peligro grave para la población, los vehículos y las estructuras de cruce, al
desbordarse las aguas.

Se comprende entonces que las técnicas de ejecución de proyectos lineales como los
oleoductos, poliductos y gasoductos deben incluir en el diseño y la construcción las
estructuras de drenaje adecuadas aún para evacuar crecientes, y las obras de protección
contra erosión, las de control de sedimentación y otras. Será indispensable la adopción de
medidas de protección en terrenos montañosos, tales como los dispositivos de drenaje y
sedimentación y la empradización inmediata o "precoz".

5.2.4 Relaciones entre la erosión y la remoción en masa

Bajo los términos "remoción en masa" se designan en la geomorfología los movimientos de


falla del terreno que abarcan volumen apreciable de suelos o rocas, o sea:

• Caídas
• Deslizamientos traslacionales y rotacionales,
• Flujos de detritos y de tierra,
• Flujos de lodo y avalanchas,
• Casos complejos de deslizamiento múltiple retrogresivo o de combinación de dos o más
tipos de movimiento como los hundimientos-flujos de tierra.
La erosión puede actuar como factor contribuyente o disparador de movimientos en masa al
ir debilitando paulatina o súbitamente el terreno, por remoción de materiales en la base o
flancos de zonas susceptibles. Por lo tanto, en los oleoductos resulta conveniente estudiar y
controlar en conjunto los dos tipos de fenómenos o procesos.

En la tabla 2 se resumen los tipos y modalidad de acción de los procesos de erosión y


remoción en masa. (García et al, 1988; IGL 1988). En general, son de la mayor importancia
los procesos de erosión, tanto laminar o extendida sobre la superficie del terreno que ha
sido descapotado, como concentrada en zanjillas y surcos. En los casos avanzados se
forman cárcavas y barrancas, perdiéndose el relleno de la zanja en la cual esta el tubo, o
18

desapareciendo parte de la banca del derecho de vía, o quitando soporte a las laderas
vecinas, con lo cual se pueden inducir problemas de inestabilidad mayores.

Los procesos de remoción en masa abarcan el desplazamiento más o menos simultáneo de


volúmenes apreciables de suelo o roca de un talud de excavación en obras de ingeniería, o
de una zona de una ladera. Pueden deberse a la excavación de taludes con altura excesiva
o con ángulo demasiado fuerte comparados con lo que pueden aguantar los materiales
existentes por su propia resistencia al corte y sus condiciones estructurales (estratificación,
diaclasamiento, heterogeneidad), a pérdida de soporte por erosión, y a socavación en la
base de la ladera por corrientes de agua.

TABLA 2 - PROCESOS DE EROSIÓN Y REMOCIÓN EN MASA

TIPO MODALIDAD
- Impacto de gotas de lluvia y
1. Erosión pluvial
desprendimiento de partículas del suelo.
- Escurrimiento difuso.
- Erosión laminar.
2. Escurrimiento superficial de agua.
- Erosión en surcos.
- Erosión en cárcavas.
- Difuso.
3. Flujo sub-superficial de agua.
- Concentrado o en sofusión.
- Erosión eólica.
4. Abrasión eólica.
- Sedimentación (dunas, médanos).
- Socavación.
5. Acción de aguas corrientes.
- Sedimentación.
- Caídas de suelo o roca.
- Deslizamiento traslacional.
- Hundimiento o deslizamiento rotacional.
6. Remoción en masa. - Flujo de detritos o flujo de tierras.
- Flujo de lodos y avalanchas.
- Deslizamientos compuestos o múltiples.

5.3 Criterios de diseño geotecnico y ambiental

5.3.1 Conceptos básicos

La vulnerabilidad de los sistemas de transferencia de hidrocarburos ha evolucionado en las


décadas recientes; inicialmente la situación más crítica se presentaba en la calidad de los
tubos y hubo muchas roturas por falla en las costuras longitudinales o en el mismo material,
posteriormente fueron las uniones entre tubos. Estas situaciones se resolvieron mediante un
estricto control en la fabricación de los tubos y en la calidad del acero; las bridas de unión se
cambiaron por juntas soldadas donde los procedimientos son controlados y probados para
garantizar la calidad de las pegas; finalmente se realiza una prueba hidrostática en
condiciones más exigentes que las de operación, antes de dar al servicio la tubería.
19

Resuelta esta vulnerabilidad mecánica, se encontró que la corrosión amenazaba seriamente


el funcionamiento de las tuberías, pues éstas perdían espesor y por consiguiente capacidad,
entonces las tuberías se protegieron con recubrimientos anticorrosivos y se dotaron las
líneas enterradas con sistemas de protección catódica, quedando así protegidos contra esta
amenaza química.

Solucionados los puntos anteriores de naturaleza mecánica y química, vino el hecho de que
los tubos quedan expuestos a la acción socavante de las corrientes de agua, a los
movimientos del terreno y a la erosión; es entonces cuando la Geotecnia es tenida en cuenta
en las labores de mantenimiento, inicialmente y luego en el diseño y construcción de
sistemas de transferencia de hidrocarburos, al punto de llegar a liderar la actividad;
adicionalmente la geotecnia introdujo el Manejo Ambiental a los oleoductos y se han dado
respuestas que disminuyen la vulnerabilidad de los sistemas ante las amenazas naturales.

Actualmente la principal amenaza que afecta los sistemas de transferencia de hidrocarburos


está dada por la situación sociopolítica y de orden público que existe en el país, la cual se
manifiesta en los actos terroristas y el hurto de los fluidos transportados. Para controlar esta
amenaza y reforzar el sistema se han intentado muchas acciones, prácticamente
infructuosas.

5.3.2 Obras preventivas y correctivas de procesos de inestabilidad

Para el control geotécnico se introdujeron inicialmente acciones y obras correctivas de


procesos de inestabilidad, posteriormente se adelantaron acciones preventivas, para lo cual
se modificaron los procedimientos constructivos tradicionales, con el fin de disminuir el ancho
de afectación del terreno; se adelantaron los trazados con criterio geotécnico buscando
eludir los sectores inestables (activos o potenciales) y adelantando labores de adecuación y
protección del terreno previas a la apertura del derecho de vía.

Dentro de la protección se tiene como el principal, el control de la erosión pluvial, la cual


como ya se ha indicado se presenta en dos formas, por el golpe de las gotas de lluvia y por
el arrastre de partículas que efectúa la escorrentía.

El planteamiento de respuesta se enfocó a controlar el arrastre por escorrentía para la


mayoría de los casos y sólo para los muy críticos se adelantaron obras que controlaran los
dos procesos.

Para manejar la escorrentía se diseñaron sistemas de drenaje con base en cortacorrientes,


canales laterales y entregas del agua o “descoles” a sitios seguros.

El criterio de manejo está dado por la capacidad del flujo de agua de arrastrar las partículas
del suelo, donde intervienen el tamaño de la partícula y la velocidad del flujo (Hjulström,
1935), figura 1; la velocidad es una función del caudal y la pendiente (Manning) y el caudal
es función de la intensidad de la lluvia (Q = CIA) , resultando en últimas que las variables que
controlan el proceso son el tamaño de partículas (granulometría), la pendiente del terreno y
la intensidad de la lluvia cuando el terreno está completamente desnudo. De esta manera se
define la separación entre cortacorrientes, buscando que entre ellos no alcance a producirse
el arrastre de partículas. Con estos mismos criterios se determina la sección y tipo de
recubrimiento de los canales y obras de entrega.
20

Figura 1- Relación entre la


velocidad de flujo del agua y
diámetro de partículas de suelos en
el proceso general de erosión.
(Hjulström, 1935).

5.3.3 Obras o acciones incluidas en el diseño geotécnico de oleoductos y


gasoductos.

Entre las acciones que se han diseñado para controlar los procesos erosivos, se tienen las
siguientes:

a) Trazado

Partiendo de estas consideraciones se busca el alineamiento teniendo en cuenta factores


como la estabilidad geotécnica, menor longitud, proximidad a centros poblados, menor
afectación ambiental, uso del suelo y facilidad de construcción entre otros.

b) Adecuación del derecho de vía

Las labores de adecuación están encaminadas a dotar al terreno de una serie de elementos
que le permitan soportar sin mayores contratiempos las labores de construcción,
especialmente las relacionadas con los cruces de corrientes y los movimientos de tierra.

c) Alcantarillas provisionales

Se propone ejecutarlas con tubería tipo ARMCO encajable, dada su facilidad de instalación y
retiro, y la posibilidad de reutilizarlas; las más convenientes son las de 36" y 48" de diámetro.

Para definir el número de tubos por donde pueda pasar sin problemas el agua de la
corriente, en cada caso, por medio de evaluaciones hidrológicas se encontró que si se
coloca la cantidad de tubos necesarios para ocupar el ancho frecuente del cauce, la
alcantarilla puede funcionar eficientemente para el 90 % de las crecientes que ocurran
durante la construcción.
21

La longitud de las alcantarillas debe ser la que permita el tránsito de vehículos y equipos de
construcción que son los de mayor efecto sobre los cauces.

d) Contención lateral de residuos térreos

En principio se busca disponer los residuos al lado del Derecho de Vía, para lo cual se han
diseñado y puesto en práctica durante la construcción de diferentes líneas (Caño Limón-
Coveñas, Villavicencio-Bogotá, Santiago-El Porvenir, Oleoducto de Colombia entre los más
importantes) una serie de estructuras sencillas, elaboradas con elementos de la región, tales
como los trinchos de madera construidos con los árboles que es necesario talar o los diques
de sacos rellenos de suelo.

Para fines de las Normas de Ingeniería de Oleoductos se consideró una densidad de los
residuos térreos 1.8 ton/m3, coeficiente de empuje de tierras de 0.5 y ángulo de fricción en la
base de la estructura de 30°; de esta manera se tiene que para los trinchos de altura inferior
a 1.5 m, construidos con sacos rellenos de suelo, el factor de seguridad al deslizamiento es
superior a 1.25, valor aceptable para una estructura temporal.

Los trinchos apoyados contra los árboles de los bordes del derecho de vía no han sido
sometidos a análisis, pero si a verificación de campo.

Cuando se tienen alturas mayores de 2 m o se requieren estructuras de mayor permanencia,


se construyen elementos de contención con gaviones, los cuales se diseñan para que
trabajen en forma integral con el relleno, a manera de tierra reforzada. Esto se logra con los
gaviones de punta (contrafuertes internos) colocados generalmente en las filas superiores,
que hacen las veces de anclaje. Estas estructuras de gaviones están en capacidad de
deformarse sin fallar; se aceptan deformaciones de la cabeza de hasta un 5% de la altura del
muro.

Para las obras de contención lateral en las Normas de Ingeniería de Oleoductos se


adoptaron los siguientes parámetros: densidad del relleno 1.8 ton/m3, coeficiente de empuje
0.3 a 0.5, ángulo de fricción en la base de la estructura 30o y densidad de los gaviones de
1.7 ton/m3. Se obtiene un factor de seguridad al deslizamiento superior a 1.5, que se
considera aceptable.

e) Escombreras:

En algunos sectores donde se esperan excavaciones mayores para conformar el Derecho de


Vía y los residuos térreos no se pueden disponer en su totalidad al lado de aquél, se buscan
sitios cercanos estables y con geometría favorable para su disposición permanente. Estos
sitios se adecuan mediante descapote, intercepción, captación y conducción de aguas
superficiales y subsuperficiales con zanjas y filtros, y la construcción de estructuras de
contención.

f) Protección de la zanja en la cual se coloca el tubo

Para confinar el material de tapado dentro de la zanja, en las zonas de pendiente, se ha


desarrollado la instalación de barreras construidas con sacos rellenos de suelo. Estas
22

barreras se construyen con facilidad rellenando los sacos con material del sitio y dejándolas
ligeramente empotradas dentro de las paredes de la zanja. La curva de distribución de las
barreras (separación de éstas en función de la pendiente longitudinal del derecho de vía) se
ha planteado de manera que aunque se erode el suelo del llenado de la zanja no se destape
el tubo, quedando parte del material de llenado entre las barreras con un ángulo que impida
la erosión del material durante un tiempo que permita tomar las acciones necesarias para
corregir la situación.

g) Protección del derecho de vía

El derecho de vía de una línea de transferencia es amenazado por los agentes meteóricos
que tienden a producir erosión del terreno; el principal agente causal de erosión es el agua,
la cual se puede controlar mediante sistemas de captación y conducción a cauces naturales
estables.

En un Derecho de Vía el terreno se protege del impacto directo de la lluvia con coberturas
vegetales o pañetes y la escorrentía se controla mediante cortacorrientes que conducen el
agua hacia los lados a canales laterales que desaguan en cauces naturales, además se
adelantan prácticas de revegetalización que ayudan a la recuperación del terreno.

h) Cortacorrientes

Son elementos que cruzan el Derecho de Vía tienen una altura variable entre 0.2 y 0.6 m y
conforman un "cauce" de baja pendiente, de manera que no ocasionen erosión del fondo.

La distribución de los cortacorrientes es función de la geometría del terreno, la erodabilidad


del suelo y la intensidad de la precipitación como las más importantes.

La forma general del terreno define si el desagüe se hace a ambos lados cuando el Derecho
de Vía, se desarrolla sobre un lomo y hay posibilidad de entregar a cauces naturales, en
laderas, o cuando solo se pueda entregar a un solo lado se tienen elementos que desaguan
hacia ese costado del Derecho de Vía.

La influencia de la pendiente longitudinal del Derecho de Vía, la erodabilidad y la


precipitación definen una curva pendiente-separación, la cual fue planteada y puesta a
prueba en campo, mediante la observación del comportamiento en el Oleoducto Caño
Limón-Coveñas, En el Gasoducto Villavicencio-Bogotá y el Oleoducto Santiago-El Porvenir
se introdujeron modificaciones y ajustes al planteamiento inicial. Atendiendo a facilidades
constructivas se establecieron tres tipos de cortacorrientes para diferentes rangos de
pendiente, diferentes tipos de suelo y para dos condiciones meteorológicas (alta y baja
pluviosidad).

i) Canales laterales

Cuando no sea conveniente desaguar cada cortacorriente directamente a la ladera vecina,


se construyen canales laterales que reciban el agua y la lleven a cauces naturales. Estos
canales se diseñan con base en criterios hidrológicos, generalmente empleando las
ecuaciones “Racional” y de Manning. Para evitar erosión del fondo de los canales se ha
23

ensayado con éxito la instalación de recubrimientos con enrocado o sacos rellenos de suelo-
cemento y de diques disipadores de energía.

j) Disipadores de energía

El diseño de estas estructuras se basa en las curvas de diseño propuestas por Hecde en
1976, a partir de trabajos empíricos; para el caso de las Normas de Oleoductos se han
introducido pequeños ajustes obtenidos a partir de la observación del comportamiento de
dichas estructuras en varias líneas colombianas.

k) Descoles

Son estructuras que sirven para entregar el agua de los sistemas de drenaje del Derecho de
Vía a las corrientes naturales en forma segura y eficiente, de manera que no se presente
arranque de materiales del fondo de los canales de desagüe, ni se induzca erosión
concentrada en los cruces o cañadas receptoras. Se construyen generalmente en forma de
escalinata, utilizando gaviones o sacos rellenos de suelo-cemento o mampostería de piedra.

l) Coberturas o revestimientos

En los últimos años la protección de los Derechos de Vía de Oleoductos ha evolucionado al


control del impacto de las gotas de lluvia, para lo cual se han empleado las coberturas,
inicialmente de cespedón de pasto, de malla y concreto o piedra pegada con mortero, en
sectores muy susceptibles a la erosión; y recientemente con biomantos, construídos con
fibras vegetales que protegen al terreno del impacto y favorecen la germinación y crecimiento
de la vegetación.

En éstos sistemas se presenta flujo de agua bajo el biomanto, el cual genera arrastre de
partículas, proceso que se puede controlar con ayuda de cortacorrientes y haciendo que la
tela del biomanto quede pegada al terreno. Se procura utilizar al máximo la tela de fique.

j) Cruce de brechas de falla potencialmente activas

En sitios de paso por terrenos donde se esperen desplazamientos lentos, se acostumbra a


colocar el tubo dentro de una camisa de acero corrugado de un diámetro varias veces
superior al del tubo, de manera que esta camisa se acomode a los movimientos del terreno,
e impida que durante un tiempo el Oleoducto soporte estos empujes; esto se acompaña de
procedimientos de monitoreo que permitan establecer cuando la camisa deja de cumplir su
función, para realizar los correctivos necesarios.

Durante la etapa de diseño se deben prever estos pasos, con base en análisis
geomorfológicos y de Neotectónica.

5.4 Sistemas de seguimiento, monitoreo y mantenimiento.

Para controlar la eficacia y el comportamiento de las medidas adoptadas para mitigar los
riesgos, se deben poner en práctica sistemas de seguimiento y monitoreo que orienten las
labores de mantenimiento y que permitan alertar oportunamente sobre cambios en las
24

condiciones de amenaza, para introducir a tiempo los correctivos necesarios. Es fundamental


que el diseño incluya el planteamiento del sistema de monitoreo.

Una primera acción está relacionada con el inventario y zonificación de los procesos que se
pueden considerar amenazas, para ello una recopilación de mapas con el trazado, las
condiciones geológicas del corredor ocupado, los procesos geológicos, geotécnicos e
hidrotécnicos que han tenido lugar, complementando con la interpretación de fotografías
aéreas de diferentes épocas y el control de campo geológico-geotécnico mediante
reconocimientos directos del terreno por personal especializado en éstos temas; de estas
labores se obtendrían los mapas de susceptibilidad a las diferentes amenazas y serían la
base para la determinación de las probabilidades de ocurrencia de aquellas. Los resultados
de los estudios de trazado y diseño son una buena base de partida, la que se
complementaría con los procesos de inestabilidad que se hayan presentado durante
construcción y los incidentes que la construcción haya provocado. Se debe complementar
con los registros y evaluaciones hidrometeorológicas de las zonas ocupadas por el sistema
de conducción.

Como segunda acción se propone el inventario de las obras de protección que se hayan
puesto en práctica: Trinchos, filtros con sus descoles, barreras en la zanja, cortacorrientes,
canales con sus descoles, muros de contención, rellenos de reconformación, tipo y estado
de la cobertura del derecho de vía y los terrenos afectados por la construcción, tales como
escombreras, accesos, sitios de acopio y campamentos, zonas inestables durante la
construcción, por efecto de ella o no. Los planos de cómo fue construido el sistema son una
buena herramienta para esta parte de la labor.

Con ésta información se adelantan los análisis iniciales de vulnerabilidad del sistema y se
identifican los sitios críticos, en los que se adelantan estudios especiales para determinar con
mayor aproximación sus condiciones de riesgo y poner en práctica obras especiales de
refuerzo y manejo.

Con base en el diagnóstico inicial se diseña la estrategia de seguimiento, que incluirá


reconocimientos periódicos por parte de recorredores de línea entrenados para tal efecto,
mediciones topográficas periódicas en sitios especiales, evaluación de los registros
hidrometeorológicos de las estaciones que se hayan identificado a lo largo del corredor, si se
detectan deficiencias en la cantidad de estaciones de la red nacional del IDEAM y las
Corporaciones ambientales se deben tener instrumentos propios, por ejemplo en las
estaciones de bombeo o en sitios operativos, en los cuerpos de agua se deben instalar
sistemas de medición de los niveles del agua y en lo posible contar con elementos de
medición de caudales. Estar atentos a los reportes de las autoridades sobre sismos,
inundaciones u otras amenazas naturales que puedan tener influencia sobre el sistema de
transporte de hidrocarburos. Muchos de estos reportes se encuentran en las páginas web de
las instituciones del sistema nacional de alertas, o ellas pueden suministrar los registros,
mediante convenios con la entidad operadora del sistema de transporte.

Los recorredores de línea deben informar sobre el estado de las obras de refuerzo y drenaje
del derecho de vía (cortacorrientes, filtros, canales y descoles), el avance de la cobertura
vegetal, el uso del terreno aledaño, la presencia de edificaciones en la vecindad del DV, en
una distancia de 50 m, los cambios en los cursos de las corrientes de agua, la presencia de
vías, excavaciones, instalaciones de minería o de manejo de aguas en una vecindad de por
25

lo menos 50 m del DV, la presencia de procesos de erosión o inestabilidad en el derecho de


vía y en una vecindad de 50 m de él, la presencia de hundimientos o levantamientos del
terreno en el DV. Es importante diseñar formatos con listas de chequeo que permitan cubrir
la totalidad de los elementos que se deben evaluar, incluyendo fotografías.

Con la información obtenida en las labores de seguimiento se realizan análisis tendientes a


actualizar el conocimiento sobre las condiciones del sistema de transporte y poder evaluar su
comportamiento.

Otra herramienta eficiente de seguimiento son los sobrevuelos en helicóptero o avioneta


(dependiendo de la topografía del terreno ocupado) realizados por personal entrenado y con
buen conocimiento de la línea. Durante estos sobrevuelos se deben tomar fotografías y
videos, las que se pueden comparar con las tomadas en sobrevuelos anteriores y estimar los
cambios que se hayan presentado en las condiciones del terreno ocupado por el corredor del
sistema de transporte.

Cuando se detecten modificaciones sustanciales en las condiciones que lleven a temer por
un agravamiento de la situación de estabilidad, se deben realizar reconocimientos detallados
por personal experto y eventualmente estudios detallados que permitan recomendar
acciones y obras correctivas.

De cada recorrido o inspección se debe preparar un reporte, que debe ser entregado a los
encargados de los análisis del comportamiento del terreno y de las labores de
mantenimiento.

Un diseño típico de un programa de seguimiento y monitoreo hidro-geotécnico puede


contener:

Diagnósticos especializados, al año de construcción de la línea y luego cada 5 años.


Inspecciones generales del derecho de vía por los recorredores de línea cada 4 a 6 meses,
dependiendo de la evolución de las condiciones.
Inspecciones puntuales a sitios críticos por recorredores de linea cada mes.
Inspecciones aéreas cada 3 meses.

Cuando se tengan sectores con movimientos lentos del terreno, las mediciones topográficas
pueden tener inicialmente una frecuencia semanal, mientras se determina la velocidad del
movimiento, posteriormente se pueden espaciar hasta cada 6 meses, sin embargo es
prudente realizar mediciones después de cada temporada de lluvias.

La recolección y análisis de los reportes hidrometeorológicos, de sismos e inundaciones


debe ser permanente, si el sistema de transporte está expuesto a amenazas volcánicas o
huracanes o tornados se debe incluir la información sobre éstas amenazas.

Las labores de mantenimiento en principio deben estar enfocadas a mantener en


funcionamiento los sistemas de refuerzo del terreno, las obras de manejo de aguas, fomentar
el desarrollo de la cobertura vegetal, mantener los accesos al derecho de vía y adelantar las
reparaciones que se requieran, de acuerdo con los resultados del seguimiento, para
asegurar la integridad del derecho de vía del sistema de transporte de hidrocarburos.
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6. PASOS ESPECIALES

Son aquellos donde las condiciones de líneas regular no se cumplen, los puede haber por
las condiciones del terreno, tales como el paso por zonas empinadas, o por zonas angostas,
o por terrenos de estabilidad marginal, o por sitios de restricción ambiental (páramos,
humedales, reservas, bosques o ecosistemas sensibles).

Se tienen también los cruces de infraestructura, tales como el cruce de carreteras, o de


ferrocarriles, o de otros ductos, o de líneas de vida. Se incluyen también los tramos por el
borde de vías o compartiendo derecho de vía con otros ductos.

Los principales o tradicionales cruces especiales han sido los cruces de cuerpos de agua,
tales como los cruces de corrientes (ríos, quebradas, canales) y el paso por lagos, lagunas,
esteros, embalses, etc.

Para cada uno de éstos pasos se deben adelantar estudios detallados, en la disciplina que
corresponda: Topografía, geotecnia, hidráulica, biología, tránsito y determinar las limitaciones
y condicionantes, para con ello diseñar los procedimientos constructivos y las obras y
acciones necesarias para poder instalar la tubería en forma segura. En la segunda parte de
éste Tutorial se incluye lo relacionado con los cruces de cuerpos de agua.

Bogotá D.C. 24 de julio de 2013.

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