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En el artículo especial que hoy te dedicamos como lector VIP, queremos

mostrarte algunos consejos para fotografiar un elemento natural como es el


fuego, aunque no tan cotidiano como puede ser el agua.

El fuego suele ser muy atractivo (aunque se haga de respetar, y con razón) pero
en ocasiones resulta casi tan complicado de fotografiar como su antagónica
agua. Y en realidad no lo es tanto, lo parece, pero si conoces algunos trucos y las
claves para lograrlo verás que no debe asustarnos tanto como el fuego en sí y la
posibilidad de quemarnos. Eso es lo que te vamos a mostrar hoy.

Fotografía de Skeeze bajo licencia Creative Commons

A la hora de fotografiar el fuego, el equipo dependerá principalmente del


momento y de qué tipo de fuego sea. No es lo mismo fotografiar un incendio
forestal que la vela de una tarta de cumpleaños. Aun así, te recomendamos el
siguiente equipo que podrás adaptar a tus necesidades.
Cámara réflex o similar. Una cámara que te permita variar los tiempos de
exposición o elegir el modo de disparo sí te será necesaria a la hora de lograr
unos determinados resultados.
Trípode. Lo dicho, quizás para fotografiar a tu sobrino soplando las velas no es
lo más práctico, pero para otras situaciones te será muy útil.

Como no es lo mismo fotografiar el minúsculo fuego de una vela (o una cerilla)


que el de las fallas de Valencia o un incendio forestal, vamos a especificar un
poco más.

Fotografía de Shan Sheehan bajo licencia Creative Commons

Para lograr una fotografía como esta, deberás seguir los consejos que te
indicamos a continuación:
 Apaga el flash. Lo primerísimo es apagar el flash o el resultado será
completamente distinto a este.
 Subexpón. Además de apagar las luces de ambiente y bajar persianas si
es de día, puedes subexponer un paso para que el fondo salga más
oscuro.
 ISO. Utiliza un valor ISO lo más bajo posible con el fin de evitar el gránulo
tan molesto que se puede generar.
 Cuidado con el aire. En este caso la llama está en movimiento, puedes
buscar este efecto creativo, o de lo contrario, si deseas una llama
vertical, evita las corrientes de aire cerrando puertas y ventanas.
 Trípode. Esta vez sí que te será muy útil para evitar trepidaciones.
 Velocidad de exposición. Esta imagen está tomada a 1/20 y con un ISO
de 400. Para evitar el movimiento de la llama tendrías que usar
velocidades algo más altas. Lo más complicado será encontrar el
equilibrio perfecto, te tocará hacer más de una prueba jugando con el
triángulo de exposición (ISO, apertura, velocidad) para lograr
exactamente el resultado que deseas.
 Enfoca manualmente. En estos casos tu cámara se puede volver un poco
loca con el enfoque, por lo que te recomendamos que enfoques de
forma manual a la mecha.
 Medición puntual. Puesto que buscas destacar la llama de la vela y dejar
el resto de la escena a oscuras, tendrás que utilizar el modo de medición
puntual. Si no sabes de qué te estamos hablando, echa un vistazo a esto
y lo entenderás enseguida.
 Ajuste de blancos. Si disparas en RAW podrás ajustarlo en el procesado,
si no es el caso, no confíes en el modo automático pues intentará
corregir el anaranjado de la luz. Algunas cámaras traen un modo
específico para estas situaciones, si no es así puedes poner el modo
nublado.

Más de una vez te habrán declarado fotógrafo oficial de un cumpleaños,


¿verdad? ¿Y qué ha pasado con la foto de soplar las velas? Nos equivocaremos
poco si afirmamos que alguna vez te ha salido movida, demasiado oscura o
demasiado quemada. No es lo más fácil de un cumpleaños, desde luego, pero si
tienes en cuenta estos consejos tu próximo retrato a la luz de las velas de la
tarta no te decepcionará.
Fotografía de Thierry Leclerc bajo licencia Creative Commons

 Trípode. Lo hemos dicho, tal vez no sea lo más práctico en estos


momentos, pero si lo puedes usar mucho mejor. Evitarás movimientos
indeseados en la foto. Si no es posible, procura apoyar la cámara en
algún lugar para conseguir una mayor estabilidad.
 Apaga el flash. Si quieres algo similar a la foto de arriba, ni se te ocurra
encenderlo.
 Disparo en ráfaga. Si disparas 3 o 4 fotos en ráfaga, tendrás más
posibilidades de que alguna de ellas no salga movida.
 Otras luces. Para que destaque la luz de las velas, lo ideal es que el
entorno esté oscuro, que no se vea eclipsada por otras fuentes de luz.
Apaga luces, baja persianas o corre cortinas…
 ISO. El entorno es oscuro y la velocidad de obturación tendrá que ser alta
para evitar movimientos, por lo que no te quedará más remedio que
subirlo un poco, pero ojo, no te pases. Dependerá de tu cámara, del
ruido que genere. Con algunas a 800 ya es bastante molesto, pero hay
otras que aguantan muchísimo más. Prueba con 400 y si te deja subir
más, adelante, aunque siempre con moderación y supervisión ;).
 Apertura. Utiliza una apertura grande (número f/ pequeño).
 Velocidad de obturación. Aun usando trípode, al salir en la foto una
persona (y más si es un niño) no esperes que quede tan inmóvil como
una estatua, por lo que tendrás que usar velocidades por encima de 1/20
aproximadamente. Esto dependerá también de tu pulso si no está
estabilizada la cámara.
 Modo de medición puntual. En este caso también te recomendamos una
medición puntual, aunque si lo que quieres es destacar la cara del
cumpleañero (que será lo normal) mide sobre su rostro y no sobre la
llama.
 Reflectores. Para que se ilumine el rostro de la persona homenajeada,
reflejar la luz suele ser muy útil y da buenos resultados. También
entendemos que desplegar un reflector en un momento como este no es
una buena idea, pero sí lo es usar un mantel blanco, vestir con ropa
blanca o colocar a quien lleve camiseta o vestido blanco cerca del
cumpleañero. Serán reflectores “naturales” que te ayudarán a la vez que
pasarán inadvertidos ;)

 Velocidad de obturación baja. En este


caso, si no hay personas en movimiento que
desees que aparezcan nítidas te
recomendamos velocidades de obturación
bajas para que puedas capturar con todo
detalle la fogata, las chispas que saltan y el
baile de las llamas. Prueba con unos cinco
segundos y sube o baja la velocidad según el
resultado que quieras obtener.
 Enfoca manualmente, por lo que te
hemos contado antes, aunque esta vez a los
troncos.
 ISO baja. Si vas a usar velocidades
lentas te puedes permitir bajar el valor ISO al
mínimo para minimizar el ruido.
 Recuerda ¡¡¡apagar el flash!!!
Puede ser una buena oportunidad para incluir
elementos o personas a contraluz. De este
modo añadirás atractivo a la escena.

Si se trata de una fogata muy grande o un


incendio, usa un objetivo gran angular para

Fotografía de Hans bajo licencia Creative Commons


abarcar mayor parte de la escena y mostrar así al espectador las verdaderas
dimensiones del fuego.

No te olvides de ajustar el balance de blancos para lograr los resultados más


acordes a tus expectativas.

Antes de despedirnos no nos queda más remedio que insistirte en que tomes
las precauciones adecuadas.

Si vas a provocar un pequeño fuego para fotografiarlo toma las siguientes


medidas de seguridad:
 No lo hagas cerca de objetos o productos inflamables, y mucho menos
cerca de arbustos, matojos o árboles.
 Evita encenderlo si hace aire.
 Ten a mano agua o cualquier producto o herramienta que te sirva para
extinguirlo en caso necesario.
 No dejes nunca un fuego sin apagar por completo al aire libre.

En caso de fotografiar un fuego ya existente recuerda:


 Si es un incendio, nunca, nunca entorpecer las labores de extinción.
 No acercarte demasiado, proteger tu equipo es importante, pero mucho
más cuidarte tú. ¡Sin foto no hay fotógrafo!
 El humo puede ser casi tan peligroso como el fuego.

No nos cansamos de repetir que la práctica hace al maestro. Por mucho que
leas o estudies, de nada te servirá si no prácticas y lo haces tuyo.
Esto son consejos útiles, pero cuando estás experimentando es cuando
entiendes de verdad los conceptos, cuando aprendes realmente si necesitas un
ISO más alto o más bajo y a adaptarte a las distintas situaciones, pues no hay
dos momentos exactamente iguales y, por tanto, no existe una fórmula mágica,
sino indicaciones generales a partir de las cuales debes trabajar y encontrar tu
propio equilibrio según las condiciones reales y el resultado que esperas.

Por eso… ¡practica! ¡Experimenta! ¡Y disfruta!

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