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Por qué los jóvenes no "pescan" la política

por Angello Giorgio 29 julio, 2012

Estos últimos meses intencionalmente nos hemos puesto las pilas (los estudiantes) para
presionar a los parlamentarios a legislar a favor de cambios reales en la educación,
(apuntando a la institucionalidad, dejando esos actos “violentos” de lado, confiando en estos
“políticos” y sus vías), ¿y qué sucede?, nos dan la espalda. Ahí estábamos, creyendo en las
instituciones, creyendo en lo que ellos llaman las vías correctas, ¡los caminos a seguir!, pero
claro… ¿qué ilusos somos no?

Pues sin tocar el binominal; sin siquiera rozar verdaderas reformas a la educación; sin meterse
en la fiscalización de las universidades; sin darle importancia a las leyes que tomen en cuenta
la diversidad sexual; sin proponer nuevas caras en la política, sin, sin, sin… Créanme que los
jóvenes chilenos tenemos suficientes razones para seguir repudiando a la “clase” política del
Chile 2012.

Mientras hoy los noticiarios anuncian que sube el pan y que mañana estará más caro el
Transantiago, hay un grupo de políticos/empresarios que se dan espaldarazos en alguna
morada del sector oriente, pues sus negocios (en la mitad de los casos), o los negocios de
sus familiares (en el resto de los casos), firmaron un año más de vida.

Ganaron. Sí, ganaron. Pero no ganaron quienes ellos representan: ganaron ellos.

La Cámara de Diputados protagonizó una votación rodeada de un ambiente tenso y no menos


ácido. Se debía decidir la aprobación o rechazo al famoso documento de la comisión
investigadora destinada a analizar el funcionamiento de la Educación Superior. 46 votos
aprobaron, 45 votos rechazaron, y 1 voto se abstuvo. RN y la UDI completaron los votos por
el No, mientras la Concertación y amigos votaron por la opción Sí. Quien se abstuvo fue el
diputado Gaspar Rivas (RN), quien anteriormente había dicho a través de su twitter que
estaba a favor de los estudiantes y votaría un Sí rotundo y enérgico. Después renunció a su
militancia.

Estos últimos meses intencionalmente nos hemos puesto las pilas (los estudiantes) para
presionar a los parlamentarios a legislar a favor de cambios reales en la educación,
(apuntando a la institucionalidad, dejando esos actos “violentos” de lado, confiando en estos
“políticos” y sus vías), ¿y qué sucede?, nos dan la espalda. Ahí estábamos, creyendo en las
instituciones, creyendo en lo que ellos llaman las vías correctas, ¡los caminos a seguir!, pero
claro… ¿qué ilusos somos no?

En las tribunas figurábamos nosotros, estudiantes de las más diversas universidades de este
país, pidiendo con todas las fuerzas aprobar el documento y dar un paso más para terminar
con los temas bajo la mesa, confiando en que ese día podía ser decidor en el rumbo de la
educación superior chilena: pero no fue así. Aunque la mayoría votó Sí, la abstención se
sumó al No, y el empate rechazó el documento.
Cuando he tenido la oportunidad de conversar con políticos conservadores, siempre me
mencionan su descontento para con las marchas, acusándolas de “violentas”, y “que atentan
contra la “seguridad y libertad”.

Estos últimos meses intencionalmente nos hemos puesto las pilas (los estudiantes) para
presionar a los parlamentarios a legislar a favor de cambios reales en la educación,
(apuntando a la institucionalidad, dejando esos actos “violentos” de lado, confiando en estos
“políticos” y sus vías), ¿y qué sucede?, nos dan la espalda.

Ahí estábamos, creyendo en las instituciones, creyendo en lo que ellos llaman las vías
correctas, ¡los caminos a seguir!, pero claro… ¿qué ilusos somos no?

Cardemil, Moreira, y otros fieles representantes del pueblo chileno, dieron como razón del
“No” que el documento sólo integraba a algunas universidades y no a todas.

Alejandra Sepúlveda (PRI), quien presentase el documento al principio de la sesión, dijo


(anteponiéndose a la crítica de Moreira) en pocas palabras: "Estamos absolutamente
conscientes de que este documento no integra a todas las universidades involucradas en estas
ilegalidades, y tenemos la obligación de seguir investigando este tipo de casos. Pero los datos
que se manejan en este documento son los únicos que pudimos recabar con toda certeza y
responsabilidad para poder ser presentados".

Aún así, los diputados del No seguían insistiendo en que el documento no mostraba toda la
verdad, y que éste buscaba perjudicar sólo a un sector político/empresarial y no a todos.

Quedé pálido cuando aterricé esas palabras. Es el simple juego del “o caemos todos, o no cae
ninguno”.

Yo les hago la pregunta señores diputados del No: aún cuando este documento no presenta a
todas las instituciones de la educación superior privada ¿Por qué negarla? ¿Por qué no
aprobarla e iniciar investigaciones profundas para sancionar/cerrar instituciones si es
necesario?

Que la Cámara aprobara el documento simplemente sería dar un paso más en esta búsqueda
de transparentar los ilícitos. En ningún caso significaba retroceder.

Si es que existen más universidades que lucran ¡Vamos!¡Sigamos con el trabajo


investigativo!, pero no detengamos lo que se ha hecho, que bastante nos ha costado poner
sobre la mesa. ¿Será que hay algo más que no han dicho?

¿Será que esto dejó de ser una pelea por aclarar irregularidades, y pasó a ser una pelea por
defender patrimonios de coaliciones?

No me queda otra opción que pensar que aquí hay intereses, grandes intereses en el sistema
de educación. La transparencia y cumplimiento de la ley parece no ser objetivo para todos
los actores involucrados.
Fortuitamente hoy acuso a la Alianza, pues fui testigo omnipresente de cómo le ha dado
completa espalda al movimiento estudiantil, a las demandas ciudadanas, y a las necesidades
más imperantes de los sectores que dicen representar. Pero ojo, mañana puede ser la
Concertación: los empresarios/políticos de la educación pueden aparecer bajo cualquier
piedra sin importar el color.

Aclaro que jamás me opondré al emprendimiento empresarial, pues creo que las libertades
del mercado chileno nos han propiciado, y nos proporcionarán, desarrollo, estabilidad
económica, y otros etcéteras positivos que sustentan hoy al Chile del futuro.

Pero les recuerdo camaradas que el lucro en la educación es ilegal. La discusión del lucro no
es tema. Si a Ud le gusta, o no le gusta, la verdad es que poco importa, nosotros estamos aquí
para hacer cumplir la ley, para transparentar a quienes soslayan las normas.

No sé cómo le explicaré a mis niños que sí es posible hacer dinero en instituciones “sin fines
de lucro”: Ardua tarea contra la lógica clásica.

Únicamente, y luego de que en el caso hipotético logremos de que en Chile se cumpla la ley
sin resistencias, entonces recién ahí podremos pensar en poner nuestras ideas sobre el lucro
a combatir en el mapa de la educación de nuestros niños.

Me parece que “The Chilean Way” no convence a la juventud ¿o es muy tonto lo que estoy
diciendo?

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