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EL NIÑO Y LOS DULCES

Pedro no sabía de la avaricia o la ambición, ni de todo el daño que esto podía hacer
a las personas.
Era un niño sano y juguetón como otro cualquiera, pero su glotonería y su afición
por los dulces eran los atributos por los que más se le conocía.
Un día descubrió un recipiente repleto de dulces y sin pensarlo ni averiguar de
quién eran, introdujo su mano y agarró tantas golosinas como pudo. Cuando trató
de retirar su mano se dio cuenta que no podía y como no quería dejar escapar
ningún dulce de los que había cogido, lo cual le permitiría sacar la mano, empezó
a llorar desconsoladamente.
Su amigo Juan lo vio y le dijo:
-Pedro, si te conformas con la mitad o un poco menos de lo que has tomado podrás
sacar tu mano de ahí y disfrutar algunos dulces. La avaricia no te permitirá hacer
ni lo uno ni lo otro.
Así, Pedro siguió el consejo y disfrutó de sabrosos dulces.
Moraleja Desde ese día comprendió que la ambición y la avaricia pueden ser
verdaderamente dañinas y prohibitivas para el desarrollo y crecimiento de un ser
humano.
EL CERDO MALTRATADO
Érase una vez, hace mucho pero muchos años, se escapó de una granja un cerdo
que era muy maltratado por el resto de sus compañeros. Partió de la granja y estuvo
muchos días caminando sin encontrar un rumbo hasta que encontró un gran rebaño
de carneros que se encontraban comiendo pacíficamente en un extenso prado.
El pobre cerdito se acerco muy despacio y sin hacer ruido, esperando poder
mezclarse con ellos si que lo dañaran. Los carneros no le hicieron ningún daño y
además le permitieron que se incorporara al rebaño como si fuera otros de ellos.
Pasaron varios días y el cerdito continuó con los carneros hasta el día que el pastor
se dio cuenta de que estaba ahí y lo cogió y lo llevó a su casa. Cuando él se vio
atrapado por aquel hombre, comenzó a gruñir fuertemente y hacer todo lo posible
para tratar de liberarse de las manos del pastor. Los carneros al ver esa situación
comenzaron a reñirle fuertemente al pobre cerdo:
– Oye amigo no hagas tanto escándalo. Nosotros también somos agarrados por el
pastor y no formamos tanta bulla.
El cerdo muy molesto les respondió:
– No comparen, pues la situación no es la misma ya que cuando el los agarra a
ustedes es solo para quitarle la lana, a mi me quiere para quitarme la carne.
Moraleja: Hay cosas que ya no puedes volver a tener y por eso si merece la pena
llorar pero no debes llorar por aquello que puedes reparar.
EL RATÓN INDISCIPLINADO
Esta es la historia de un pequeño ratoncito al que su padre cada día antes de salir
rumbo a la escuela le advertía:
– Hijo mío, recuerda que en este mundo existen muchísimos peligros y debes tener
mucho cuidado. Estate siempre a la viva principalmente si te encuentras un gato
en tu camino. Fíjate siempre en cada paso que das y nuca vayas a correr sin tener
un rumbo fijo. Y lo más importante, antes de poner tus dedos en algo revísalo muy
bien. Solo si eres precavido podrás tener una vida larga y placentera.
El ratoncito prácticamente no escuchaba a su padre y a pesar de todos los consejos
que le daba, él andaba de un lado a otro en la casa donde estaba su ratonera sin
prestar mucha atención.
En una ocasión, el travieso roedor, encontró en un rincón muy alejado un extraño
equipo que sujetaba un pedazo de queso. Después de mirarlo por unos instantes
pensó:
– Yo no creo que ese aparato constituya peligro alguno, y como nadie le ha
prestado atención alguna me comeré ese pedazo de queso completamente.
La glotonería del ratoncillo lo hizo tratar de agarrar el queso y fue solo en
cuestiones de segundos cuando quedó prisionero en la trampa.
Moraleja: Los mayores siempre te aconsejan por tu bien, así que debes escucharlo
y solo así te evitarás muchos males.
LA GRAN IDEA DEL PESCADOR EGOÍSTA

Este era un hombre que ya estaba harto de no poder conseguir pescado para poder
vivir un poco más cómodo que antes, y es por esto que decidió poner en práctica
un nuevo sistema que hace solo algunos días había inventado.
Lo que pretendía era emplear redes que al ubicarlas en el rio se impidiera que el
agua las atravesara y de este modo el rio se quedaría sin corriente que les facilitaba
el escape a los peces. Además el toque final del invento consistía en una cuerda de
cáñamo que estaba sujeta a uno de los extremos y de la que colgaba una piedra con
la que se iba golpeando el agua. Mientras esto sucedía aquel hombre pensaba:
– Con esta idea lograré que los peces tengan tantas ganas de escapar que acudan
directamente a mi trampa.
Un pescador que pasaba por el lugar, al ver lo que estaba haciendo, muy molesto
le dijo:
– ¿No te das cuenta que con esto el agua que recibimos en el pueblo está llena de
fango porque no dejas de ensuciar el agua del río?
– Mil disculpas, me apena mucho saber que esto los molestara, pero es que esta es
la única forma que tengo de alimentarme y salir de una vez de esta pobreza – dijo
el pescador desesperado.
Moraleja: Tus objetivos en la vida son importantes pero nunca lo hagas
perjudicando a los demás.

JÚPITER Y LOS DEFECTOS

Esta historia ocurrió hace mucho tiempo cuando el dios Júpiter envió un mensaje
a todos los animales del mundo a reunirse con el objetivo de que le pidieran que
corrigieran sus defectos.
El primer animal citado fue el mono y a este le pregunto que si estaba de acuerdo
con su cuerpo
– ¿Tengo algún motivo para no estar de acuerdo con él? Mi cuerpo es igual que el
de otro animal, esto no lo puede decir el oso pues su cuerpo parece estar a medio
hacer.
Después llegó el oso y todo el mundo pensó que empezaría a quejarse. En vez de
quejarse este comenzó a resaltar las cualidades de su figura y diciéndole
posteriormente que el elefante podría estar mejor si cola fuera mas largo y si sus
orejas fueran mas pequeñas su cuerpo luciría mucho mas bello.
Debido a como se estaba desarrollando la reunión era de esperar que el elefante se
comenzara a quejar de alguien mas; y así lo hizo pues empezó hablar de la ballena,
la hormiga y del resto de los presentes.
Esta reunión se desarrolló de un modo inusual y Júpiter al ver que todos lo que
hacían era relevar los defectos de los demás suspendió la reunión y les dijo que se
marcharan. El gran Dios se quedó pensando un rato y después de un gran análisis
arribó a una gran conclusión, y es que de todos los animales el hombre es el peor.
A este le dieron unas alforjas con el objetivo de echar delante los defectos de los
otros y olvidar los propios.
Moraleja: Primero trata de corregir tus propios defectos y después destaca las
faltas de los demás.

LOS SUEÑOS DE UNA LECHERA

Había una vez una joven, hija de un granjero que iba al pueblo a vender leche, y
mientras trasladaba la vasija llena de leche, planificaba su futuro.
– Cuando termine de vender toda la leche, invertiré el dinero en trescientos huevos.
De estos una parte no va a nacer, pero de seguro que al menos 200 pollos tendré.
Cada pollo podrá ser vendido a precios altos ya que para la época para la que estén
listos los precios en el mercado habrán subido. Si logro esto tendré el dinero
necesario para comprarme un vestido de fiesta muy bello con el que podré asistir
causando sensación. Al asistir a los bailes tan hermosa lograré que todos los
jóvenes me pretendan, pudiendo yo valorar a cada uno de los presentes.
De repente tropezó con una piedra y cayó al suelo junto con el recipiente de leche
el cual se derramó completamente, destruyéndose también cada uno de los planes
que había hecho.
Moraleja: los planes a futuro son buenos pero primero tienes que asegurar tu
presente enfocarte en lo que estás haciendo, así tu futuro tendrá mejores resultados.

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