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Porqué Estudiar Historia? Pensamiento Histérico y Otros Actos Antinaturales La eleccién entre los dos parecia absurda pero esto era exactamente en Io que los esténdares nacionales de historia se habian convertido. “George Washington o Bart Simpson’, pregunto el Senador Slade Gordon (Republicano-Washington) durante los debates del Congreso sobre este tema: que figura representa “una parte importante de la historia de nuestra Nacién para que estudien nuestros hijos?” Para Gordon los esténdares nacionales propuestos representaban un ataque frontal a la civilizacién norteamericana, un monumento llevado por la ideologia anti-oeste hacia una caricatura politicamente correcta’ * El Senado en aparente concordancia, rechazé los estandares 99-1. Los arquitectos de los esténdares no se dejaron intimidar por este rechazo. Gary Nash, Charlotte Crabtree y Ross Dunn, el equipo principalmente responsable de recopilar los reportes de muchos paneles y comités, hicieron una refutacién de 318 paginas sobre las refutaciones de Gordon, su patrocinador en jefe, Lynne Cheney, en ese entonces jefa del Fondo Nacional para las Humanidades (National Endowment for the Humanities) y de varios de sus aliados conservadores muchos de ellos principales columnistas y anfiriones de programas de radio. Gordon tenia razén, Nash y sus colegas lo admitieron, al decir que ningiin estdndar explicitamente nombraba a George Washington como el primer presidente. Pero esto representaba meramente un tecnicismo, Los estandares pedian a los estudiantes que “analizaran cuestiones principales que confrontaban a la joven nacién durante la presidencia (de Washington)", y habia mas material disponible, sobre Washington como “el padre de la patria” en los estandares correspondientes a los afios K-4 °, Para replicar la aseveracién de Cheney de que los Norteamericanos como Robert E. Lee o los Hermanos Right eliminados porque tenfan la desgracia de estar muertos, ser blancos y varones, Nash y sus colegas agregaron nombres de personas que cumplian con esas descripciones ~ mas de 700 — y anunciaron que estos representaban por mucho “al gran total de todas las mujeres, afro = americanos, latinos, e indios nombrados individualmente.”* Ejercicios similares se hicieron rapidamente habituales en el debate sobre los esténdares. Pero de pronto, el conteo de nombres tomo un lado obscuro: Cada bando sintié la necesidad de imponer al ‘otro stis motivos mas bajos. Asi que para Bob Dole, el candidato republicano a la presidencia en 1996, los, esténdares nacionales eran el trabajo de personas “peores que los enemigos ‘externos®.*Para el equipo de Nash, los criticos de los estndares propuestos se dejaron llevar por ‘sus miedos latentes sobre una Norteamérica diversa en donde ‘las nuevas caras que llenaron el ‘escenario de la historia arruinaron la simetria y seguridad de las version mds antigua del pasado”.” En términos coloquiales, aquellos que escribieron los estandares fueron traidores; y aquellos que ‘se opusieron a ellos racistas. El rencor de este debate fue tierra fértl para el pensamiento dicotémico, Tomemos, por ejemplo, el foro organizado por el diario American Scholar, la publicacién oficial de la sociedad honoraria nacional Phi Bela Kappa. American Scholar le pidié a once prominentes historiadores que escribieran mil palabras respondiendo a la pregunta, “Qué historia deberian de aprender nuestros nifios?"Los nifios deberian aprender “el patriotsmo, heroismo e ideales de la nacion?” 0 “las injusticias, las derrotas e hipocresias de sus lideres y las clases dominantes?” En caso de que los panelistas no entendieran la cuestién, también se les pregunto si los Estados Unidos de América representaban “una gran historia de gran éxito histrico?” o “la historia de una oportunidad después de una gran pérdida?”’ Por fortuna, predomino la cordura. Edmund Morgan de Yale, autor de ‘Stamp Act Crisis y por lo tanto viejo conocedor del tema de la propaganda, hizo notar que cualquier respuesta necesariamente se veria “mas como un eslogan que cualquier enfoque razonado de la historia’, afiadiendo irdnicamente, “que é! no necesitaba utilizar mil palabras para decirlo’.” Dado el tono del debate, algunos se podrén preguntar pore! la historia/ fue! considerada cone arte de las humanidades, como una de esas disciplinas que se supone que nos ensefian a techazar las consignas, tolerar la complejidad y a conservar el matiz. Escribiendo a finales del ‘siglo, Woodrow Wilson y otros miembros del Comité de los Diez (Committee of Ten) hicieron notar que ia historia iba mas alld de historias y nombres en particular para lograr una aspiracién mas {grande al dotamos con “el invaluable poder menial al que llamamos juicio”*Tristemente, el debate actual se ha vuelto tan fijo en la pregunta de “que historia’ que hemos olvidado una pregunta mas bésica: Porqué estudiar la historia? La respuesta a esta olvidada pregunta dificilmente es evidente. Los norteamericanos nunca han estado plenamente convencidos del lugar de la historia en el curriculo. El estudio de la historia puede estar teniendo en estos momentos un pico de interés, pero sus raices no estén bien ‘cimentadas. Muchos estados establecen requisites minimos para estudiar historia. Las escuelas de ‘educacién oftecen a los futuros maestros cursos en ensefianza de las matematicas, ensefianza de la ciencia, y ensefianza de la literatura, pero nos costaria mucho trabajo encontrar mas de un par de cursos en toda la nacién dedicados a la ensefianza de la historia. La historia esta teniendo ‘mucha popularidad en los debates de politicas nacionales, pero en los lugares en donde es mas importante - las escuelas en donde fos nifios aprenden y las universidades en donde ensefian los ‘maestros ~ el estatus de Ia historia no es seguro. En este capitulo mi enfoque no esté basado en que historia es mejor — la de los vencedores, los vencidos, 0 alguna combinacién Saloménica de los dos. Mas bien, prefiero tomar varios pasos atras de las Guerras Histéricas para ponderar otra pregunta: Para qué'es buena la historia? Porque Mi argumento repercute en la tensién que hay debajo de cada encuentro con el pasado: la tensién. rte amir lo exrafo, en ls sonminie de carcania le setiniontes do stance ‘elacién con las personas que buscamos entender. Ninguno de estos extremios hace Justicia a la comploliad hstenca, y mirar aun lado o hacia elo entorpece los bordes ireguares de la ' 8 8 a z 8 Pero al ver el pasado como utilizable, como algo que nos habla sin intermediarios o traducciones, acabamos convittiéndolo en otro artfculo de consumo instanténeo. Descartamos 0 solamente ignoramos vastas regiones del pasado que contradicen nuestras necesidades actuales 0 fracasamos al alineamos ordenadamente con ellas. EI pasado ullzable reliene una cieta fascinacién, pero es una fascinacién como de mercado de pulgas, con sus baratijas interminables y antigiiedades y adornos chillones, Porque nosotros mas 0 menos sabemos lo que estamos buscando antes de entrar en este pasado, nuestro encuentro raramente nos va a cambiar o causar ‘que volvamos a pensar en quienes somos. El pasado se convierte en barro en nuestras manos. No ‘se nos pide que ampliemos nuestro entendimiento para aprender del pasado. A contrario, nosotros contorsionamos el pasado para que coincida con los significados predeterminados que ya hemos establecido, No existe una manera facil de evitar la tensién entre para nuestras necesidades presentes, y el raro e inaccesible pasado, cuya aplicabilidad no ‘manifiesta inmediatamente. La tensién existe porque ambos aspectos de la historia son esenciales ¢ ieductibles. Por un lado, necesitamos sentir parentesco con las personas que estudiamos, porque esto es exactamente lo que capta nuestro interés y nos hace sentimos conectados. Nos ‘vemos a nosotros mismos como herederos de una tradicién que provee amarras y seguridad en contra de la fugacidad de! mundo modemo. z E = g i 2 & 2 g § a : Pero esto es solo un lado de la historia. Yo abordo estos temas no como historiador, alguien que pasa tlempo utlizando documentos para ‘econstruir el pasado, sino como psicdlogo, alguien que disefia tareas y entrevistas que iluminan la ‘manera en que llegamos a entender quienes somos. De manera similar, mis datos no se ‘encuentran en archivos sino que son creados cuando me siento a entrevistar a personas de todo tipo ~ maestros, historiadores practicantes, jévenes de secundaria y padres de familia. En las siguientes tres viietas, dejo ver pedazos de este programa de investigacién. La primera viene de un encuentro entre estudiantes de secundaria y documentos sobre la Guerra Revolucionaria; la ‘segunda, de la reaccién de un director de una escuela primaria después de leer el diario de una partera de finales del siglo diecinueve: y Ia tercera del encuentro de un historiador con documentos que visualizan el punto de vista racial de Abraham Lincoln. .a8 probabilidades de lograr un ‘entendimiento histérico maduro se amontonan en contra de nosotros en un mundo en donde Disney y MTV sobresalen. Pero son precisamente los usos para los que se utiliza el pasado lo que dota estas otras aspiraciones con aun mas importancia. EL INSALVABLE RUBICON Empezaremos con Derek, un estudiante de historia de 17 afios (y més tarde el orador de su clase), que participé en uno de mis primeros estudios. Me acuerdo claramente de Derek porque fue trabajando con el que las preguntas que trato aqui surgieron.”* Derek participé en un estudio en donde estudiantes de secundaria (e historiadores profesionales) leyeron una serie de recursos primarios sobre la Batalla de Lexington. Derek ley6 que las fuerzas briténicas encontraron a los minutemen bloquedndoles el paso en Lexington Green. El coments sobre el disparejo numero de combatientes — algo parecido a cientos de briténicos se oponian a ssetenta colonos, de acuerdo con el documento, Se dio cuenta de que cuando termino el encuentro, ‘ocho colonas yacian muertos, mientras que solo habia un muerto del lado de los britdnicos. Esto le parecié que el compromiso pudo haber estado cargado mas de un lado de lo que siguiere ol término “batalla’. Estas fueron observaciones astutas que reflejaban la inteligencia aguda de Derek y lo hicieron destacarse entre sus iguales. Sin embargo, cuando se le pidié que seleccionara la imagen que reflejaba mejor la evidencia escrita que habia revisado, Derek no escogié la que mostraba a los colonos en desventaja, que hubiera sido la eleccién légica dada su anterior ‘observacién. En vez de eso, el seleccioné la imagen que mostraba a los colonos detrés de una pared, recargando sus mosquetes, y apuntando a los briténicos. Derek creyé que esta fepresentacién era mas precisa debido a Que da (a los minutemen) en cierta manera ...una posicién ventajosa, porque se encuentran en una ‘especie de colina y yo presumo que en algin lugar hay una especie de pared...Los minutemen van a estar esparcidos, escondides detras de los postes y todo lo demas, en vez de estar abiertamente tenfrenténdose a los (Briténicos)...Sabes que debe de haber algo parecido a una colina, y ellos estén pensando que tienen que esconderse detrés de algo, conseguir un lugar en donde no puedan ispararles por estar en campo abierto, y estar de esta manera preparados para matar. Su ‘mentalidad seria absurda si solo estuvieran ahi parados ahi nomas (la representacion muestra a los. ‘minutemen en desorden) esperando a que les disparen. Juzgando con definiciones convencionales sobre lo que nosotros queremos que los niffos hagan fen a clase de historia la lectura de Derek es ejemplar. En las palabras de la Comision Bradley, el reporte impulso el actual movimiento de reformas en la ensefianza de la historia, los estudiantes deben de entrar ’en un mundo de drama ~ suspendiendo (su) conocimiento del final de los hechos fa que puedan obtener un sentido de otra era — ‘sino_que trato de reconstruir su vision del mundo, su “mentalidad’. Sin embargo la reconstruccién de Derek solo es verdadera si estas personas comparten sus propias nociones modernas de normas de batalla: la idea de que cuando enfrentas a un adversario mas fuerte, tU te escondes detras de una pared y haces un enfrentamiento guerrilero. La lectura de Derek tiene una ironia asombrosa. Lo que parece que guié su punto de vista en este evento es un juego de supuestos ‘sobre cémo se comportan las personas normales. Estos supuestos, en cambio, nublaron sus propias observaciones, mismas que realizé durante la revisién del testimonio escrito. Irénicamente, lo que Derek percibié ‘como natural, fue percibido como horroroso por los Puritanos cuando se ‘enfrentaron por primera vez a esta forma de combate, En el siglo dieciséis, la guerra en Europa habia evolucionado para convertirse en una forma altamente compleja de encuentro caballeroso. No era insdlito que los combatientes pelearan durante el dia y en la noche cenaran juntos. Los ‘combates de batalla se conformaban con una etiqueta muy elaborada, parte como resultado de la engorrosa secuencia de acciones - hasta 42 pasos — que involucraba el disparar y recargar el mosquete,”® La cultura de guerra a gran escala entro en conflicto con las costumbres de los indigenas que encontraron los Puritanos a lo largo de la costa de Nueva Inglaterra, Entre los Pequots, por ejemplo, prevalecia una cultura militar de actos simbélicos. La norma no era encuentros cara a ‘cara con gran derramamiento de sangre, sino pequefios asaltos que resolvian desacuerdos con tributos simbélicos precisos. Este choque de tradiciones llevo a confrontaciones ruinosas, como ‘cuando los Puritanos rodearon toda la aldea india de Mystic River en 1637 y la quemaron entera. ‘Solomon Stoddard, escribiéndole a Joseph Dudley en 1703 explicaba: SS los Indios fueran como las demas personas, y manejaran la guerra de manera similar a otras nraciones, podria parecer inhumano perseguirios de manera contraria a la practica Cristiana... Pero ellos se ven como ladrones y asesinos...no aparecen de manera abierta en el campo de batalia para combatimos, ellos matiratan crueimente a aquellos que han caldo en sus manos...Ellos actan como lobos y por eso serdn tratados como lobos."* No era que Derek fuera un lector descuidado. Al contraro, su lectura era fuida, y su habilidad para ‘monitorear su propia cognicién (lo que llaman los psicélogos “metacognicién’) era envidiable, Pero a final de cuentas, el encuentro de Derek con estos documentos del siglo dieciocho ni siquiera lo nmutaron. La lectura de Derek provoca que surjan preguntas sobre el fondo del entendimiento histérico. Dado lo que sabemos de la arraigada naturaleza de las creencias, ‘que sabemos para entender el pensamiento de las personas del pasado? Esto no es una tarea facil. La nocién de que podemos deshacemos de lo que sabemos, de que podemos detener la “difusion de activacién’ que se enciende cuando leemos ciertas palabras, nos recuerda a la nocién de Allan Megill sobre ingenuidad hermenéutica, 0 la creencia en la “percepcién inmaculada’””Entre los filésofos, Hans-Georg Gadamer ha sido el mas instructive sobre los problemas que conlleva esta posicién. Como podemos sobreponemos a modos establecidos de pensamiento, se pregunta ‘Gadamer, cuando son estos modos los que permiten el entendimiento en primer lugar?"*Nosotros ‘somos, al igual que las personas que estudiamos, seres histéricos. Tratar de deshacerse de lo que ‘sabemos para echar un vistazo al pasado “real” es como tratar de examinar microbios solamente ‘con Ios ojos: Los instrumentos que abandonamos son los que nos permiten ver. Esta posicién difiere considerablemente de la postura histérica clasica que uno encuentra en Robin Collingwood y otros autores. Para Collingwood, “toda la historia es la historia del pensamiento’, la habilidad de ios historiadores de ponerse en la mente de Julio Cesar, imaginando...la situacién en {a que se encontraba Cesar, y pensando lo que Cesar mismo estaba pensando sobre la situacion y las diferentes maneras con las que podia lidiar con es0""’Collingwood creia que de alguna manera podiamos “conocer a Cesar” porque las formas humanas de pensamiento, de manera profunda y esencial, trascienden el tiempo y el espacio. No tan rapido cont Ginzburg, taron los historiadores contempordneos. Consideren las palabras de Carlo historiador italiano y autor de bestseller "The Cheese and the Worms”: O las palabras de Robert Damton, autor del libro ganador de premios “The Great Cat Massacre": Hh ‘Un buen historiador empieza por lo extrato. El pasado no debe de ser cémodo. El pasado no debe de ser un eco familiar del presente, porque si es familiar para que revisarlo? El pasado debe de ser tan extrafo que te haga preguntarte como ti y las personas que conoces y quieres provienen de ese tiempo atrés. Empiezo a entender como nosotros diferimos con Cesar. Podremos alguna vez “conocerlo" en la ‘manera en que él se conocia a si mismo 0 en la manera que sus contemporéneos lo conocian? Incluso si estuviéramos convencidos de la posibilidad, como podriamos saber si tuvimos éxito, aun apelando a la necromancia? En otras palabras, el punto de vista de estos historiadores ccontemporéneos parece ser el opuesto al cito anteriormente — que la meta del entendimiento histérico debe de ser “ver a través de los ojos de las personas que estuvieron ahi". Si Ginzburg y ‘otros estan en lo correcto, el fin del estudio histérico debe ser ensefiarnos que no podemos ver, para familiarizarnos con la vision borrosa genital de nuestra visién. Incluso la nocién de que el conocimiento histérico debe de servir como un banco de ejemplos para ccontemplar los problemas del presente has sido disputado. Entre més sabemos del pasado, clama €l flosofo de la historia Louis O. Mink, mas cuidado debemnos tener antes de sacar analogias de él El conocimiento histérico desde el punto de vista de Mink, puede servir para nuestra conexién con el pasado, haciéndonos vernos a nosotros mismos como discontinuos con las personas que estudiamos. John Locke, por ejemplo, ya no es mas nuestro contemporéneo por virtud de su ‘entendimiento “modemo” del gobierno y motivacién humana. Al contrario, nuestra consciencla di discontinuidad con Locke nos fuerza a reconciiar dos fuerzas contradictorias: proximidad intelectual con el libro de Locke, “Segundo Tratado sobre el Gobierno Civil’ y el distanciamiento intelectual del anti-empirista Locke, autor del poco leido “Essay on the Reasonableness of Christianity’. Al estudiar al Locke que corresponde con nuestra imagen y al Locke que nos la ‘complica, podemos llegar a conocer una personalidad mas matizada de él. Locke se convierte en ‘m8s que una proyeccién de nuestras propias visiones. “EI nuevo Locke", escribe Mink, “es accesible en su lejania y rareza; es precisamente su malhumorado Calvinismo lo que cambi ‘nuestro entendimiento de todos sus puntos de vista aunque destruye la ilusién de que en las discusiones politicas y filosdficas estamos en comunién con Locke y con un “Puesto de manera diferente, cuando nosotros reflexionamos acerca de los, dibujos Egipcios y la representacion de la va, Por ‘mucho que tratemos, nunca podremos cruzar totalmente el Rubicon que flota entre nuestra mente yla del Cesar. Continuidad y Cambio Que tan lejos llegaremos para probar este punto? Exactamente cuando el flujo de experiencia humana el mes pasado se vuelve extrafio, y el aio pasado remoto? En efecto, cuando lo llevamos i i : i ingenuo con un rigido sentido de desconexién es jugar a las sillas musicales mentalmente, darse por vencido de un reduccionismo solamente para adoptar otro. | precisamente esta paradoja que me llevo al libro “A Midwife's Tale’, de Laurel Thatcher Ulrich, que narra la historia de Martha Ballard, una partera que vivié entre 1735 y 1812. Como escribié Car Degler en su resefia del libro, Ulrich “aclara la fescinante vida de una comunidad que es tan ajen y ala vez tan similar a la nuestra’.”? Por el mismo tiempo en que estaba leyendo ese libro, me pidié un grupo de educadores de Minnesota que desarroliara un taller sobre historia como una “manera de conocer” algo mas alla ‘que los compendios de nombres y datos, que era en lo que se habia convertido la historia al ser un asunto de estado con la “educacion basada en resultados™”. En los dos dias del taller, escog! ccontrastar el aprendizaje de la historia con libros como el de Ulrich con el enfoque més familiar de los participantes: aprender historia de los libros de texto de historia. ‘Como vehiculos para crear entendimiento histérico, los libros de texto presentan retos fascinantes y crean una serie de problemas propios. Los libres de texto giran’en tomo a lo que Roland Barthes Para lograr esta ilusién, los libros de texto explotan varias convenciones lingUlsticas. Primero, los libros de texto eliminan e| “metadiscurso”, 0 la existencia de lugares en el texto en donde se entromete el autor para indicar la posiciOn y la Postura. El metadiscurso es comin en la escritura que hacen los historiadores entre ellos mismos, Pero es editada del escrito que ellos hacen para los alumnos“.Ademés, los indicios de cémo nacié ‘1 texto son escondidos o borrados: los libros de texto rara vez citan el documento original; si ‘aparece material primario, se pone generalmente en “columnas laterales” (sidebars) para que no interfiera con el texto principal. Finalmente el texto habla en la omnisciente tercera persona. Ningiin autor confronta al lector; al contrario, un autor corporativo habla desde una posicion de trascendencia, una posicién de tener conocimiento superior. Yo empecs el seminario de Minnesota entregandoles @ los veintidés participantes una seleccién de “The Americans”, de Winthrop Jordan, una seleccién amplamente utiizada en los libros de texto de historia norteamericanos para el onceavo grado”. Al describir la economia colonial durante casi el mismo periodo que el diario de Ballard, Jordan se enfoca en un “comercio triangular’, el nexo de las raices involucradas en el intercambio de esclavos, cafia de aztcar, y ron entre las colonias, las Indias Occidentales y Africa, La historia esta organizada bajo ol encabezados en negritas “El Norte Desarrolia Comercio y Ciudades - Melaza y Ron’, las mujeres solo aparecen en la historia en la seccién titulada "Granjas Familares’. El siguiente pérrafo sobre el rol de la mujer en la vida fecondmica se conviro, durante esos dos dias, on la piedra angular en contra de del ensayamos nuestro propio entendimiento en desarrlio «i texto que, en las horas finales del taller, tratamos de reeseribir Cualquiera que haya vivido en una granja familiar sabe que dicha vida involucra largas horas de trabajo pesade para todos. Los nifies trabajan por lo menos medio tiempo desde la edad en que ellos. ppueden polar chicharos, plantar maiz o recolectar lefa. Las mujeres realizan tareas interminables. Ellas cocinan en ollas de metal quo cuelgan de cocinas abiertas. Ellas homean en un compartimento hhueco en la chimenea que les sirve de homo. Hilan estambres asperos y cosen el tejido para hacer ropa para la familia Ellas lavan la ropa y sabanas en cubetas de madera con jabén que hacen elias Después de examinar este pasaje y la narrativa relacionada, nos referimos al libro de Ulrich. Como Un texto para explorar el pensamiento historico, este trabajo ofrece miltiples puntos de vista, Cada capitulo comienza con varias paginas del diario de Martha, con ortografia del siglo dieciocho y convencionalismos gramaticales intactos. Solamente después de darle al lector una sensacién del tipo de evidencia que ella trata, es que Ulrich prosigue explorando temas y tendencias que provienen de la vida de Martha. El siguiente extracto del diario representa el tipo de materiales que estudiaron los participantes: Noviembre 15, 6 en Sr. Parkers. Sra, Holdman estén aqui Nublado y frio, Sra, Holdman esta aqui para hacerse un vestido. Sra. Benjamin para cortarse una ‘capa. Polly Rust después del trabajo. Yo fui llamada por Sr. Parkers después. Sr. Ballard esté mejor. 17 F. En Ditoes y Sr Pores. Nacimiento 47 de una hija. También en Capt Meloys. Lluvioso. Me llamaron de Sr. Parkers alas 2 de la mafiana para Sr. Poores Doctor Page fue llamado antes de mi legada. Yo extraje al nifio. El escogié cerrar las entraias. Rogrese a mi casa a las 8 horas de la manana, Recibi § como recompensa. Sr. Ballad y Ephm fueron alla ceremonia religiosa, Dolly y Sally después. Charls y John Coks pasaron por aqul, Me llamaron de Capt. Meloys a las 11 horas de la tarde, Lloviendo, Nacimiento de la hija de Sr. Poores X X."* Dichos extractos formaron una parte de nuestra investigacién. También examinamos tablas de compilacién de datos que realizo Ulrich del diario de Martha, y los comparamos con estadisticas del Dr. James Farrington (1824 — §9), nacido una generacién después que Martha, cuando las parteras habian caido en desuso y los doctores utilizaban la sangria y el uso de derivados del opio ‘como el ldudano durante el parto. “'Nos sorprendimos por el cambio tan dramatico en la percepcién de las parteras, a finales del siglo dieciocho, cuando Martha se paraba junto a los doctores en las autopsias, y 20 afios después, cuando un profesor de Harvard escribié “no podemos instruir a las mujeres de la misma manera que a los hombres en la ciencia de la medicina; no podemos llevarias a la sala de diseccién...sin destrulr esas cualidades morales del ‘caracter que son esenciales para el oficio’ de partera o mujer™. Al corregir y expandir la versi6n inicial del libro de texto, incursionamos en cuestionar los supuesto rara ve7 articulados que guian la escritura de los libros de texto. Estos supuestos fueron de gran alivio cuando colocamos el libro de texto al lado del relato de Ulrich. Laurel Thatcher Ulrich esta presente en la historia que cuenta, compartiendo como unié las laberinticas relaciones sociales en Nueva Inglaterra colonial con vagas referencias; como se sumergié en el mundo de la medicina herbolaria para decodificar las alusiones cripticas a los remedios tradicionales; ja manera en que, para entender el trabajo del esposo de Martha, Ephraim, aprendié acerca de los aserraderos en los siglos dieciocho y diecinueve. ‘Al sumergimos mas en el mundo y el trabajo de Martha, no podemos evitar pensar sobre el mundo y el trabajo del historiador. Nos maravillamos ante la dura determinacién del autor que se enfrenta cara a cara con la pregunta persistente: “Cuando estara terminado el libro?”Encontramos imposible aprender sobre Martha Ballard sin aprender acerca de Laurel Thatcher Ulrich. Fue de gran ayuda que el autor no trato de esconderse, De hecho, Ulrich se coloco de leno a si misma en 1 texto, por ejemplo, cuando ella describié la manera en que otros historiadores encontraron el diario de Martha “trivial y sin importancia’. Que este punto de vista pudiera venir de los hombres del siglo diecinueve era, a lo mejor, entendible, pero cuando una historia feminista escrita en los 1970s describié el diario como “lleno de trivialidades”, fue demasiado para Ulrich, Es la misma cotidianeidad, la exhaustiva y repottva cotidianeidad, en la que el verdadero poder del libro sobre Martha Ballard yace. Extraer el cruce del ro sin notar los frios dias “remendando’ medias, resumir los nacimientos sin registrar los largos otovios dedicados a tejer colchas, encurtiendo came, y separando y escogiendo coles, es destrui la hebra principal de este serio, firme, suave y valiente documento...cuando(Martha) se sintié abrumada o animada por las “trviaidades’ que los historiadores han desechado, ella djo no, no como si estuviera buscando en lo profundo de su alma ‘como un Puritano ni can el auto-conacimianto de un sentimentalsta, sino de manera simple, con una voz dificil de olvidar. Por mas de 27 afios, 9965 dias para ser exacto, ella religiosamente llevo su registro... ahora este afi llega a su fn’, escribié el 31 de diciembre de 1800, “y felices estamos por hhaber hecho un perfeccionamiento sabio del tiempo". Para ella, la vida se media en logros. Nada era trivial Este corto extracto es testigo de los profundos cambios en la escritura histérica de la dltima mitad del siglo pasado.”La narrativa histérica ya no esta restringida a grandes actos politicos sino que ahora abarca actos cotidianos como nacimientos y las rutinas diarias de gente comun tratando de lograr sus objetivos diarios. Al mismo tiempo que este pasaje refleja la influencia de Ia historia social y el feminismo, también subraya el nuevo y mas activo rol de los historiadores al narrar el pasado — algo que distinguié la escritura de Ulrich de la prosa del libro de texto que reconocieron los participantes. La narradora Ulrich es parte de su historia,compartiendo su enojo con los pasados historiadores que rechazaron el diario de Martha, identificdndose con la paciencia y determinacién de su protagonista, mostrando tristeza cuando la vida de Martha llego a su final. Al revelar a Martha Ballard, la partera, Laurel Thatcher Ulrich se revela a si misma. El poder de la voz de Ulrich y el poder del espirity indomable de Martha, en este extracto, hicieron que al leerse en voz alta, varios participantes lloraran, Colleen fue una de ellas. La directora de una escuela primaria, Colleen estudio historia por tltima vez cuando estaba en estudiando en la secundaria. Ella se inscribié al taller porque su escuela se estaba interesando en un curriculo interdisciplinario y ella queria entender cémo se podia combinar la historia con otras materias. Al principio del taller, ella admitio tener “mala memoria’, una declaracién de deficiencia sobre el atributo que ella crefa era el mas importante para estudiar historia. Pero Colleen se sorprendié al final del taller. Ella se sintié inmediatamente atraida a estos documentos, identificandose con el interminable ciclo de trabajo dentro y fuera de casa de Martha, y las demandas competitivas de su rol como mama, mujer profesional, esposa y lider de la ‘comunidad. La oportunidad de trabajar con fuentes originales era nueva para Colleen, y ella lo ‘encontré estimulante. Durante los dos dias de! taller, ella fue de las participantes mas activas y apasionadas. Al final del segundo dia, les pedimos a los participantes que “reescribieran la historia" tomando lo que hablan aprendido y compusieran una narrativa sobre el rol de la mujer en la vida econémica colonial y de la Norteamérica post-revolucionaria. Les dimos la opcién de corregir la seleccién de libros de texto de Jordan o hacer una nueva empezando de cero. Colleen eligié empezar de cero. Ella tomo una pluma y se puso a escribir frenéticamente, anotando rapidamente unas pocas oraciones, murmurando sobre lo molesta que estaba con el libro de texlo, arrugando el papel, y ‘empezando de nuevo. Y por fin puedo escribir ininterrumpidamente por treinta y cinco minutos. ‘Se puede predecir que el ensayo de Colleen contaria con trazos de su pasién y daba voz a toda la gama de sus emociones ~ de la identifcacion y reconacimlento hasta el enojo y resentimiento — {ue ella sintié mientras trabajaba con el documento. Pero este no fue el caso. La escritura objetiva de Colleen se arrastraba con dificultad como la prosa del libro de texto que buscaba desaparecer. Narrada en tercera persona, la version de Colleen se esforzaba por lograr objetividad, 0 como explico ella mas tarde, para “mantener mis emociones fuera de ella". En ningtn lado de la historia de dos paginas aparece la palabra “yo". Hay una ausencia de indicaciones de énfasis, juicio, y duda. De seguro, el contenido cambio. De Colleen aprendemos que las mujeres como Martha Ballard contribuyeron a la economia colonial como parteras, al involucrarse en la pequefia produccién de textiles, al criar aves de corral, y al realizar una multitud de otras actividades. Los hechos pudieron haber cambiado, pero la postura epistemologica del texto permaneci6 firmemente intacta. De la misma manera en que Derek antes que ella, Colleen se enfrento con el conflicto entre dos esferas de experiencia; su experiencia inmediata ‘al leer los textos i allot 1s textos y sus experencis proves, especialmente sus memorias de la secundar ‘desapasionado, ser cientifico y objetivo. Al reescribir la historia Colleen se confronto a si misma, pero en vez de engancharse con ella misma y hacerlo parte de su historia, ella interpreto su trabajo ‘como uno de humildad - removiendo de la historia su pasién, su enojo, e incluso su propia ‘experiencia como madre. Como resultado no se pudo encontrar ningin rasgo de Colleen es su creacién. La pasién desmedida distorsiona la historia que buscamos contar. Balancear las perspectivas requiere que demos un paso atrds y veamos las cosas de diferente manera, una cosa muy dificil de realizar cuando el enojo nos invade. Pero Colleen se fue al otro extremo. En vez de compartir ‘con el lector su punto de vista, compensando su subjetividad ella trato de construir una historia sin un narrador — de ocuparse de sus sentimientos mas profundos pretendiendo que no existen. Al final, Martha Ballard, una persona con vida en los documentos primarios, regreso a una vida sin movimiento en el documento que Colleen compuso. lrénicamente, entonces, el texto de Colleen tuvo mas parecido con el de The Americans de Jordan que con el de A Midwife's Tale de Ulrich, Ellibro de texto y todo lo que simbolizaba se convirtié ara Colleen. y otros participantes del taller. no en una manera de transmitir la historia del pasado, sino en la dnica manera. ‘TEJIENDO EL CONTEXTO ‘Cémo navegamos entre la tensién de lo familiar y lo extrafio? Cémo abrazamos lo que ‘compartimos con el pasado pero permanecemos abiertos a aspectos que puedan sobresaltarnos al reconsiderar lo que significa ser humano? El pasado distante — las practicas funerarias del antiguo Egipto, las practicas medicas de la Edad Media, el ahorcamiento de brujas en Salem: Estas nos ‘sacuden con su extrafieza. Pero que hay sobre el pasado mas reciente, un tiempo como el de nosotros con televisién, radio, coches y aviones, un tiempo que se parece superficialmente al presente excepto por la ropa y los peinados pasados de moda? Como nos acercamos a este pasado para que emerja como algo mas que una versién desteida del presente? Estas preguntas surgieron cuando visité una secundaria en Seattle para observar una clase que habia visto la serie de PBS “Eyes on the Prize’. El dia que yo llegue, los estudiantes habian visto o! ‘segmento en donde el Gobernador Ross Bamett bioquea fisicamente a James Meredith para que 1no se inscriba en la Universidad de Misisipi. En la consiguiente discusién, el maestro le pregunté a los estudiantes porque Barnett se oponia a la inscripcién de Meredith. Un niffo alzo la mano y dijo “Prejuicio’. La maestra asintié y la discusi6n contindo. Esa simple respuesta ‘Projuicio” me perturbo. Cuatrocientos afios de historia racial reducidas a una ‘respuesta de una palabra?”*Esto me puso a pensar en que es necesario ante empezar a pensar histéricamente sobre dichos conceptos como ‘prejuicio’, “racismo", “Yolerancia", “justicia’ y “equidad", En qué punto llegamos a ver estas palabras no como verdades trascendentales que van ‘en aumento sobre el tiempo y el espacio, sino como patrones de pensamiento que tienen raices en ‘momentos histéricos particulares, desarrollo, crecimiento, y emergen en nuevas formas en las ‘generaciones sucesives mientras que todavia tienen trazos de su antiguo ser?"S| el problema de Ross Barnett era que él era “prejuiciado’, como consideran los’ estudiantes’y sus maestros @ i i B Yo le presenté estos documentos a un grupo de estudiantes universitarios, algunos contaban con tuna especializacién en historia y otros no, todos estaban inscritos en un programa de cinco afios para convertirse en maestros de escuelas piblicas. Les pedi que leyeran estos documentos y me dlijeran su opinién acerca del pensamiento de Lincoln. Hubo una gran variedad en las respuestas de los participantes pero sobresalieron dos corrientes. Un grupo tomo las palabras de Lincoln de ‘manera literal. Ellos vieron estas palabras como una oferta para ver directamente la mente de Lincoln, sin obstéculos de parte de las circunstancias particulares en las que fueron realizadas 0 por el paso del tiempo entre 1860 y la actualidad. Lincoln era un racista, puro y simple. Otro grupo ‘mas culdadoso, reconocié que necesitaba un contexto para estas palabras. Pero en lugar de ‘crearse un contexto basado en los materiales crudos que les proporcionaban los documentos, ellos tomaron prestado un contexto del mundo social contempordneo, ‘A| enftentarse con las incongruencias aparentes sobre Ia posicién de Lincoln, tenemos a la mano una seleccién de formas e instituciones sociales contempordneas — conferencias de prensa, ‘grupos de relaciones piiblicas, lineas de atencién al publico — que nos permiten armonizar instanténeamente la discrepancia de la informacion. incluso si reconocemos los grandes cambios, tecnolégicos en el proceso politico entre 1860 y la actualidad, podemos percibir una unidad en la manera de pensar que cruza la brecha del tiempo. En muchas lecturas para los estudiantes universitarios, se convierten un nuestros contemporéneos con sombrero de copa, de manera parecida a los personajes de la novela de James Michener que se visten de manera chistosa pero ‘cuyo comportamiento y maneras son iguales a las de nuestros vecinos. En otras palabras, “presentismo" — el acto de ver el pasado a través de los lentes del presente — no ‘88 un mai habito en el que hemos caido. Es, por el contrario, nuestra condicién psicologica latente, una manera de pensamiento que requiere poco esfuerzo y nos llega de manera natural. Si parece que Lincoln esta diciendo dos cosas diferentes, es porque él esta hablando a dos diferentes audiencias, porque en nuestro mundo sabemos exactamente que George W. Bush les dice una cosa a los granjeros de Kansas y otra diferente a los corredores de bolsa de Nueva York. Al resolver las contradicciones en las palabras de Lincoln, lo convertimos en uno mas de nosotros. Su meta es lograr ser electo, y el tiene un grupo de relaciones publicas para ayudarlo.” Amplié mi estudia al pedirle a varios historiadores que leyeran los mismos documentos. Algunos de ellos sabian mucho acerca de Lincoln y habian escrito libros sobre él; otros sabian un poco mas de lo que se requiere para dar cinco conferencias en un curso para estudiantes universitarios."* Bob Alston, un maduro Americanista Caucdsico, encajo perfecto en el tiltimo grupo, Como muchos miembros de su departamento, el ensefiaba cursos universitarios que abarcaban toda la historia de Norteamérica, pero la mayoria de sus cursos para estudiantes de nivel de especializaci6n eran de temas diferentes. Durante su postgrado, el habla presentado examenes que abarcaban la Guerra Civil pero no habia estudiado de manera extensiva ese periodo desde entonces. Alston no la paso bien, y al principio su lectura es virtualmente indistinguible de aquella de los ‘estudiantes de universidades mas estrictas. Del Documento 1, el discurso de apertura de Douglas en Ottawa, Alston se dio cuenta de su falta de conocimiento en este tema: No $e lo suficiente sobre la visién de Lincoln como pensé que sabia. Me refiero a que mientras leo y ‘veo a Douglas poniendo palabras en la boca de Lincoln, no estoy muy seguro de la que se 0 no sé sobre Lincoln. Douglas hace parecer que Lincoln crela que eran iguales, negros y blancos, Virualmente en cada nivel pero yo no sé a ciencia cierta si Lincoln erela 0 no en eso, Yo se que él estaba muy al tanto de las preocupaciones de juntarlos como si fueran iguales en la misma sociedad, pero no conozco lo sufciente sobre la visién de Lincoln como para hacer los juicios que he estado haciendo. En el segundo documento, Ia refutacién de Lincoln a Douglas, Lincoln declara que el "no tiene el propésito de introducir la igualdad politica ni social’ entre las razas. En este punto Alston hizo una pausa: "Estoy releyendo la oracién otra vez. Tratando de pensar sobre como la declaracién de Douglas sobre el pensamiento de Lincoln de que los dos eran iguales pudiera tener algo de verdad fuera de! mundo de lo que Lincoln identifica como igualdad politica y social”. Siete lineas después, Alston se detuvo nuevamente: “Voy a regresarme y volver a leer la oracién. Estos oradores del siglo diecinueve hablan en oraciones mas complicadas. No estaban acostumbrados a sonidos con ritmo. Me pregunté lo que quiere decir con ‘diferencia fisica”: Silos negros tienen “el derecho natural a la vida, libertad, y ala bisqueda de la felicidad” uno podria, ‘asumir que la libertad y Ia busqueda de la felicidad indicarian que ellos no pueden ser esclavos al ‘mismo tiempo. De manera similar, si los negros tienen el “derecho a comer el pan que se han ganado ‘con sus propias manos”, ellos tienen el derecho al producto de su trabajo, eso es la busqueda de su felicidad 0 libertad, de una forma y otra, entonces si eso es su derecho natural, la esclavitud va en contra de esos derechos naturales Cuando los estudiantes universitarios llegaron a este punto, tendieron a localizar esta contradiccién ‘en Lincoln 0 a crear multiples Lincolns que dijeron diferentes cosas a diferentes personas. Pero Alston respondié al hacer nolar las contradicciones, no disolviéndolas. En los siguientes cinco documentos, su lectura fue un ejercicio prolongado en la “especificacién de la ignorancia’ El se hizo un aproximado de 4.2 preguntas por document, y sefialé lo que no sabia como por ejemplo “no tengo el conocimiento suficiente para continuar’ o “esto no me hace sentido alguno” en un total de calorce veces. Al final de la tarea Alston llego a algo parecido a una interpretacién. Lo hizo en respuesta al pasaje en donde John Bell Robinson recurre a Dios para prover una aprobacién para la esclavitud. En este punto Alston hizo el siguiente comentario (los asterisoos indican los lugares de la lectura en donde él se regreso a documentos previos): Lincoln... menciona que los Negros estén dotados con ciertas cosas por Dios, pero él no menciona “la Utlidad de los esciavos’ o el estatus de los esclavos. [voy a] ver algunos de los anteriores. [documentos}, Lo que estoy buscando en su discurso [sobre] las diferencias fisicas entre los dos y su diseusién sobre los derechos naturales [para] ver si el vincula esto a Dios," Fue Douglas * quien Vinculo a Lincoln con los Negros y Dios y con la Declaracién de Independencia. Pero en esto, * en la respuesta de Lincoln, el se raffere — estoy buscando aqui la referencia con Dios ~ no la he tencontrado pero no he terminado aun, se reflere a la Declaracién de Independencia, Pero en la carta, ‘a Mary Speed * el dijo “que cierto @s que Dios hace que lo peor de la condicién humana sea tolerable”. Pero Dios no creo la esclavitud como una condicién en la que los Negros se encontraron, ssegin Lincoln. Lincoln continua evitando este tema, el habla acerca de la Declaracién de Independencia, * acerca de los derechos naturales — no estoy seguro de donde provienen estos en sus mente — y también habla acerca de las diferencias naturales, Peto el no involucra a Dios nicamente para decir que Dios hace, Dios permite que las personas hagan fo peor de la condicién humana tolerable. * Y esta os una forma de misericordia, no una clase de restriccién en su estatus 0 ‘comportamiento. Lo que pensaba — Douglas * acuso a'Lincoln de decir que los Negros tenian los, rmismos derechos de la Declaracién de Independencia y Dios. Lincoln no dio que estas cosas [el no lo mencional nada acerca de Dios, solamente sobre la Declaracién de Independencia * y los derechos naturales, de dondequiera que salieron Este es un extracto denso que por sf solo necesita interpretacién. Las referencias de John Bell Robinson a Dios desataron confusién y mandaron de vuelta a Alston a la respuesta de Lincoln a Douglas. Ahi, of busco la invocacién a Dios de Lincoln. Encontrando solo una referencia en la Declaracién de Independencia, el historiador regreso al discurso inaugural de Douglas. Entonces el salto al ver la carta de Mary Speed, escrita en 1841, en donde la palabra “Dios” se encuentra con diferentes connotaciones a las que hace Robinson. De la carta de Speed, Alston se regresé al ‘segundo documento, la respuesta de Lincoln a Douglas, para echar otro vistazo a la referencia de la Declaracién de Independencia y los “derechos naturales” Siguiendo el zigzagueante curso de sus comentarios, Alston se refiere a los documentos previos ‘ocho veces. El aprendié que mientras Robinson apela a Dios para justficar la esclavitud como una institucién apropiada a una forma mas baja de humanidad, Lincoln apela a Dios para conectar las razas en una humanidad comun. A través de esta ola intertextual, Alston aprendié que Lincoln justifica la equidad de los africanos, no al apelar a Dios, sino al apelar a los “derechos naturales’ una visién,de Lincoln que esta considerablemente cerca de la inlerpretacién “argumentacién por definicién™ de Richard Weaver. Aunque Alston empezé la tarea confuso y lleno de preguntas, ‘acabo con un entendimiento matizado y sofisticado de la posicién de Lincoln. Lo que hizo Alston aqui es malinterpretado por la nocién de “colocar” o "poner" a Lincoln dentro de contexto, verbos que evocan imagenes de rompecabezas en donde las piezas encajan en los ‘marcos pre existentes. Los contextos no son “encontrados” ni “localizados', y las palabras no son Las preguntas que se hizo Alston son las herramientas para la creacién, la morada en el espacio ‘entre su conocimiento actual y las circunstancias del pasado. Alston es un experto, pero no en el sentido en que se utiliza tipicamente el término. Su experiencia no radica en el conocimiento de ‘este tema sino en su habilidad de recuperarse tras una caida, de componer lo que él no sabe, y en generar un mapa para guiar su nuevo conocimiento. El fue un experto en cultivar la perplejidad, Fue la habilidad de Alston de apartarse de la primera impresién, de cuestionar sus saltos mentales, y de llevar la cuenta de sus preguntas lo que en conjunto le sefialo la direccién hacia el nuevo conocimiento, Dicho enfoque requiere de habilided, técnica y mucho eonvcimiento, Pero es mayor la cognicién histérica madura: es un acto que compromete al corazén. ‘Asi que, por ejemplo, cuando Alston se encontré con la frase “tenemos hombres...capaces de pensar como hombres Blancos” pronunciada por Lincoln al dirgirse a los esclavos liberados, el no solo se confundié por el lenguaje sino que también se sacudié visiblemente por él. Pero en vez de resolver su inconformidad al concluir que Lincoln era un racista, Alston se quedo con su inconformidad y reviso varios documentos. Cuando dijo meneando la cabeza, ‘no tengo idea de lo ‘que Lincoln esta hablando” el no se referia a que estaba confundido por la palabras de la pagina, sino a algo més grande: que el estaba confundido por las palabras utlizadas, un mundo en el que tun ser humano podia ir al mercado a comprar a otro ser humano. Que querian decir las palabras Utlizadas en ese mundo?“Qué es Io que él como historiador modemo no sabia que le impedia entrar de lleno al mundo de Lincoin? UNICORNIO © RINOCERONTE? Varios afios atrds fui a ver la pelicula La Lista de Schindler. Hace mucho que he estado familiarizado con la obra de Steven Spielberg ~ que padre de familia no lo esta? — asi que estaba preacupado. Me enganche en la pelicula inmediatamente, pero lo que se quedo conmigo afios més tarde es lo que sucedié después de que aparecieron los créditos. Observe como el hombre ‘enfrente de mi se volteo a decirle a su esposa, “nunca entendia lo que habia pasado en esa época hasta ahora, en este momento. Ahora lo sé”, No quiero comentar mucho al respecto en este documento, solamente hacer notar que fue un fragmento del presente, filmado en una locacién de Cracovia, lo que hizo al hombre entender. Mientras estuve sentado en el cine, mis pensamientos se fiaron en un rompecabezas de tentendimiento fjado por el quimico italiano Primo Levi, cuya obra sobre el Holocausto, lirica © inolvidable, siempre ofrecié entendimiento. “Entre todas las preguntas que se nos hacen’, escrbié Levi, “una pregunta en efecto nunca esté ausente; conforme pasan los ajjos, se formula con una ersistencia aumentada y con un acento menos escondido de acusacién’.“*La pregunta ala que se refiere Levi consta de tres partes: 1. Porqué no te escapaste? 2. Porqué note rebelaste? 3. Porque no evadiste la captura antes de “llegaran a ti"? Levi describié lo que sucedié cuando hablo para un grupo de ninos de quinto de primaria: Un nifio muy alerta, aparentemente a la cabeza de la clase, me hizo la pregunta obligada:"Pero porqué no te escapaste?"Yo brevemente le explique lo que escrbl en el libro. No tan convencido, me pidié que le dibujara un bosquejo del campo en el pizarrén indicando la locacion de las torres de Vigilancia, las puertas, la cerca alambrada y la fuente de poder. Yo hice mi mejor esfuerzo, vigilado or treinta pares de ojos. Mi interlocutor estudio el dibujo por unos instantes, me hizo un par de Preguntas mas, y luego me presento el plan que habia hecho: aqui en la noche, le cortas la garganta, al centinela; luego te pones su ropa; inmediatamente después de esto, corres a la fuente de poder y cortas la electrcidad, para quo las luces de busqueda no enciendan la cerca de alta tension se desactive; después de eso puedes irte sin ningun problema. Y finalmente dijo muy serio: °si esto to ‘welve a suceder, haz lo que te digo. Vas a ver qué vas a poder hacerio’ Este nifo hizo todo lo que nosotros esperamos de nuestros alunos. El se involucré con el tema, ‘saco su conocimiento previo, formulé preguntas y oftecié soluciones. Para no atribuir la pregunta del nifio a su tiema edad, debemos de tener en cuenta que estas mismas preguntas las han realizado personas mucho més viejas y més informadas. Para este nifio como para muchos de nosotros, la experiencia de Levi inspira inoredulidad: Este joven no puede creer que muchos puedan no ver lo que es, en su mente, algo tan simple. En su respuesta, Primo Levi repite uno de los temas principales que he explorado aqui: la seduccién de conocer personas del pasado por el hecho de depender en las dimensiones de nuestra “experiencia vivida’. Pero para Levi el problema es mas grande que el conocimiento histérico, ‘crucial para nuestra época, en donde cuestiones de diversidad dominan la agenda nacional. Llegar ‘a conocer a otfos, ya sea que vivan en el otre lado de las vias 0 en el otro lado del milenio, ‘equiere la educacién de nuestra sensibilidad) Esto es lo que la historia, cuando se ensefia bien, nos da practica al realizarlo. Paradéjicamente, lo que nos permite llegar a conocer a otros es nuestra desconfianza en nuestra capacidad para conocerlos, un escepticismo sobre las extraordinarias habilidades para hacer sentido que nos permiten construir el mundo alrededor de nosotros. Un escepticismo hacia los productos de la mente puede a veces deslizarse hacia un cinismo o solipsismo, Pero esto no necesariamente es el caso. La conciencia de que las contradicciones que vemos en otros puede decimos més sobre nosotros mismo es la semilla de la caridad intelectual. Es un sntendiniano que contraresta of nacalame, Porque narcalte ve of mundo - 0 pasado y el presente — en su propia imagen. El conocimiento histérico maduro nos ensefia a hacer Io ‘opuesto: ir mas alla de nuestra propia imagen, a it mas alla de nuestra corta vida, e ir mas alla de! ‘momento emer n-la‘historia “humana en 6l-que hemos nacido, Lavhistoa educa (leva a) exterior” en Latin) en el sentido mAs profundo. De las materias del curriculo secular, es mejor ensefiar aquellas virtudes una vez reservadas para la teologia — humildad de frente a nuestra limitada habilidad para conocer, un sobrecogimiento en la cara de la expansion de la historia humana. En sus viajes por China e India, el viajero veneciano Marco Polo se topo con Basman, se cree que fue Sumatra, en donde tuvo la oportunidad de conocer una especie que nunca antes habia visto: el rinoceronte. Pero Polo no lo vio de esa manera. Tal como lo registré su diario, el vio Unicorios, que son un poco més pequefios que los elefantes. Tentan el pelo de un bifalo...{y] un ‘solo cuemo grande y negro en medio de la frente. Ellos no atacan con su cuemo, solamente con su lengua y sus rodillas; porque su lengua esta provista de espinas largas y afiladas...Son bestias muy -vista...pero no tanto como las describimos cuando ...s dejan capturar por virgenes. NOTAS Este capitulo empez6 como una plética de la reunién anual de la Asociacién Historica Americana (American Historical Association), en Nueva York en enero de 1997.Fue impresa en el Phi Delta Kappan (marzo 1999). Al escribir, trate de hacer dos cosas: lograr un orden conceptual para trabajar en la ensefianza y aprendizaje hist6ricos con los que habia trabajado desde finales de los Fra de los estandares” que se extendia de costa a costa, Las versiones beneficiaron de los comentarios de Peter Seixas, Peter Stearns, Susan Mosborg, Debby Kerdeman, David Lowenthal, Veronica Boix Mansilla, Howard Gardner, Chris Browning, Kent Jewell, y los perspicaces pero gentiles miembros del “Aspects of Historical Cognition” un ‘sominario en Ia Universidad de Haifa (1997 - 1998). Rise Koben en Kappan me dio una retroalimentacion editorial invaluable y gran apoyo. Les agradezco a todos, {Ctado one! lro History on Thal: Culture Wers and the Teaching of the Past (Nueva York, 1997), 282; de Gary B. Nash, Charlotte Crabtree y Ross E. Dunn wid, 294 ia, 107 * tia, 204, * id, 245, * ‘bid, 10-11. Como sefiala Todd Gitin, as guerras de la historia no pueden reducirse a una simple lucha poitice de cnquierda 0 derecha sino que se han manifestado como amargas luchas intemas dentro de la 2quierda misma. Ver fa versi6n de Gin sobre el proceso de adopcidn del libro de texto en Oakland, California en el libro Twilight of Common Droams: Why America ls Wacked by Culture Wars {Nueva York, 1888}. 7 american Scholar 67 (Winter 1998), 1. * wa, 109, ° citado en “Hlston/'s Roe in Civic Education: The Precondlion for PolicalInteligencs", de Paul Gagnon: y en Educating ‘the Domocratic Mind, de Walter C. Parker (Albany, 1996), 263. Vor ol incsivo comentatio de T.S, Hamerow en el bre Refloctions on History and Historians (Madison, 1987) (Car N. Degler en "Remaking American History’, Joumal of American History 67 (1960), 24 * Ver capitulo 3, Para copias de todos los documentos utlizados ver “Historical Problem Solving: A Study af the Cogritve Processes Used in the Evaluation of Documentary and Pictorial Evidence” Journal of Educational Psychology 83 (1991), T3 = 87, de Samuel S. Winedurg “Derek” coma el nombre de los ots participates, es un peeudénimo, * tid, 79 * Bradley Commission on History in Schools, Bullding @ History Curculum: Guidelines for Teaching History in Schools (Washington, D.C. 1988). * dam Hirsh en “The Collision of Miltary Cultures in Seventeenth-Century New England", Joumal af American History 74 (1988), 1187 - 1212 * Solomon Stoddart eseribiando a Joseph Dudley, Octubre 22, 1703, ctado por Hirsh ‘Colson’, 1208, * pulan Mogi en “Recounting the Past: ‘Deserption’ Explanation, and Narrative i Historiography", American Historica! Reviow 94 (1989), 632, * Vera Hans-Georg Gadamer en “The Problem of Historical Consciousness’, en Paul Rabinow y Willam M. Sulivan, eds., Interpretative Socal Science (Berkeley, 1973) ® Robin 6, Colingwood on The idea of History (Oxford, 1946), 215, 2° Jonathan Kandall en Was the Worl Made Out of Cneese? Carlo Ginzburg Is Facnated by Questions That Others Ignore" Now York Times Magazine (17 de noviembre de 1991), 47 * Robert Damton en The Groat Cat Massacre (Nueva York, 1985), 4 ® Richare White on Remembering Ahanagran: Storing ina Fanily’s Past (Nueva York, 1998), 13, ® Louis O. Mink en Historica Understanding (ithaca, 1987), 103. * i ® David Lowenthal en The Past Is a Forign Country (Cambridge, Ingatera, 1985). * La cta de Degler aparece en la sobrecublerta de iro: A Midwite's Tale: The Life of Martha Balad, Base on Her Diary, 1705 1012.60 Laure! Thalcher Ulich (Nueva York, 1990). ! tale fue ura ereacion de Randy Schonkat y so ensefio de manora colaboratva con la Profesora Kathy Roth do la Universidad Estalal de Michigan, una especilsta en la ensefanza de Ia biologi. La intensién del taller era modelar un ‘enfoque interelscplinario que uniera fuerzas al mismo tiempo que mantenia las poderosas dpticas que dos discilinas alferentestraen un problema comin, Ver la etca de Roth al enfoque tipico del curfulo inter scplnario en el marco del K -12:*Seconé Thoughts about inerciscplnary Sludies", American Educator 19 (1994), 44 8, Roland Barthes on “Historical Discourse, en Michae! Lane, od, Inroduetion to Stucturaism (Nuova York, 1970), 145 ~ 58, yon Crismore en “The Rhetoric of Textbooks: Metadiscourse", Journal of Curculum Studies 16 (1984), 279 ~ 96. Ver también Richard Paxton en “Someone with Like a Life Wrote it) The Effects of a Visible Author on High School History ‘Sudents* Journal of Edveational Psychology 69 (1997), 235 ~ 50, » cr ibro es corporativamente escrito por Jordan como historador principal y dos colaboradores mas: Wintwop D. Jordan y Miriam Greenblatt, y The Americans: The Histor of @ People and @ Nation de John S. Bowes, (Evanston, Il, 1985) > i, 68, sive’ Talo do Ulich, 162. © id, 251 * i * iw. 44 * ia. 9 *” Ver “That Nobel Dream: The “Objectivity Question” and the American Historical Profession” de Peter Novick, (Cambrigge, Inglaterra 1988), * Los navegantes ingleses legaron a las costas de Atica Occidental alrededor de 1960. Ver White over Black: American Atitudes Toward the Negro, 1550 - 1812 de Winthrop D. Jordan (Nueva York, 1968) capitulo 1. Ver e!captula 4 de este volumen, Mi planteamiento da estas proguntas se dabe al ensayo de David Lowenthal, The Timeless Past: Some Anglo -American Historical Preconception” Joumal of American Historica 75 (1988), 1263 ~ 80. Ver también el loro A Diltront Miror History of Mulicutural Amarica. de Ronald T. Takaki (Boston, 1980). “ Bara una introduccién sobre las maneras on que se ha visto Lincoln, ver el iovo de Mert Peterson, Lincoln in Amorcan ‘Memory (Nuova York, 1994). Para una decaracién concisa sobre los puntos de vista de Lincoln sobre la raza ver el libro de ‘Arthur Ziversmit, Lincoln and the Problem of Race: A Decade of Interpretations, Papers of the Abraham Lincoln Association {Springfel, I, 1980), 22 ~45, Para ver un ejamplo sobre cémo era visto Lincoln durante la cispide cel movimiento Black Power en los 1960s, ver el ibro de Lerone Bennett Jr, "Was Abe Lincoln a White Supremadist”” Etony 29 (Febrero, 1968), 38-42, “yi ingpiracén para situar a Lincoln ene sus conlempordneos en este ite Mina de George M. Frecickson (Nueva York, 1971 reise pravino del ibro The Black Image inthe * ara ser justo, este estudiante esta en compania en esta lactura.En The American Poltical Tradition and the Men Who ‘Made it (Nueva York, 1948), Richard Hofstaster se pregunto la mente de Lincoln era “una casa dividida en su conta, En ‘cualquier caso os tcl de ver el comportamiento de un plltca profesional en busca de votes" (p. 116) * Vere capitulo 4 para obtener coplas de os documentos. Para una deserpcién compa dela metodologa, vere oro de ‘Sam Wineburg, "Reading Abraham Lincoln: An Exper-Expert Study in the Interpretation of Historcal Texts" Cognitive Scionce 22 (1998), 319-46, “Richard M. Weaver en The Ethics of Rhetoric (Chicago, 1983) “ Vor an este punto particular @ Quentin Skinner , “The Meaning and Understanding inthe History of ideas", History and Theory 8 (1968), 3-53, “ prano Lov en The Drowned and the Saved (Nueva York, 1988), 150-51 © i * oid, 151 “ Marco Polo en The Travels (Suffok. Inglaterra, 1958), 253. Mi agradecimionto a Mike Bryant por ensofiarme este pasaje

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