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EVELYN TRENT

Un manifiesto comunista indio

Redactado: Escrito en Berlín, en 1920, camino de México a Moscú para asistir al II


Congreso de la Comintern.
Publicado por vez primera: En ingles, "An Indian Communist Manifesto", en el
periodico Glasgow Socialist, 24 de junio de 1920.
Compilado por: Miguel G. Macho
Ha llegado el momento para los revolucionarios indios hagan una declaración de sus
principios con el fin interesar al proletariado europeo y americano en la lucha de las masas indias,
que se está convirtiendo en una lucha por la emancipación económica y social y la abolición de la
dominación de clase. La apelación se hace al proletariado inglés debido a su relación con los
movimientos revolucionarios en los países dominados por el imperialismo británico.
El movimiento nacionalista en la India ha fallado en apelar a las masas, porque se esfuerza por
lograr una democracia burguesa y no puede decir cómo las masas se verán beneficiadas por la
existencia nacional independiente. La emancipación de la clase obrera se encuentra en la revolución
social y la fundación de un estado comunista. Por lo tanto, el creciente espíritu de rebelión en las
masas debe de organizarse en base a la lucha de clases en estrecha cooperación con los
movimientos proletarios del mundo.
Pero, debido a que la dominación británica priva a los indios de los derechos elementales
imprescindibles para la organización de esta lucha, el movimiento revolucionario debe destacar en
su programa la liberación política del país. Esto no hace que su objetivo final sea una democracia
burguesa en la que la clase privilegiada nativa domine y explote a los trabajadores nativos en el
lugar de los burócratas y los capitalistas británicos. Todo lo que se le permite conocer al mundo
sobre el movimiento revolucionario de la India es de la agitación por la autonomía política. Eso,
naturalmente, no ha podido ganar la simpatía de la clase obrera en ningún país, la que siempre debe
ser indiferente a las aspiraciones puramente nacionalistas.
La idea de la rebelión clasista contra la explotación capitalista, ha ido ganando terreno en la India,
inmensamente estimulada por la guerra. La vida industrial acelerada, el aumento en el costo de la
vida, el empleo de tropas indias en el extranjero y los ecos de la revolución rusa han avivado el
descontento siempre existente en las masas. El movimiento nacionalista revolucionario, reclutado
de entre los jóvenes educados de la clase media, trató de convertir el descontento de un
levantamiento armado contra la dominación extranjera. Desde el comienzo del presente siglo, el
terrorismo, las insurrecciones locales, las conspiraciones y los intentos de rebelión se han vuelto
más y más frecuentes hasta que al final casi todo el país estuvo bajo la ley marcial. Estas
actividades no inspiran a las masas con entusiasmo duradero: los líderes no prescriben remedios
para los males sociales y económicos que sufren los trabajadores. Pero fuerzas económicas
dinámicas, que están destinadas a provocar una revuelta proletaria en todos los países, se han vuelto
agudos en la India y por lo tanto el espíritu de rebelión ha crecido más y se manifiesta más entre las
personas no conmovidas por la doctrina predicada por los nacionalistas revolucionarios. Hoy en día
existen dos tendencias, , distintas en los principios y objetivos, en el movimiento indio. Los
nacionalistas abogan por una India autónoma e incitan a las masas a derrocar a los explotadores
extranjeros sobre un programa democrático poco definido o sin programa alguno. El movimiento
revolucionario verdadero aboga por la emancipación económica de los trabajadores y se basa en la
creciente fuerza de un proletariado industrial con conciencia de clase y de campesinos sin tierra.
Este último movimiento es demasiado grande para los dirigentes burgueses y sólo puede ser
satisfecho con la revolución social. Este manifiesto se publica para los que llenan las filas del
segundo movimiento. Queremos que el mundo sepa que el nacionalismo se limita a la burguesía,
pero las masas están despertando al llamado de la revolución social.
El crecimiento de la conciencia de clase en el proletariado indio era desconocido para el mundo
exterior hasta el año pasado, cuando uno de las más poderosas y mejor organizados huelgas en la
historia fue declarada por los revolucionarios de la India. Aunque los nacionalistas la utilizaron
como un arma contra la opresión política, fue realmente la rebelión espontánea del proletariado
contra insoportable explotación económica. Como los trabajadores de las fábricas de algodón de
propiedad de los capitalistas nativos fueron los primeros en salir, no se puede mantener que la
huelga no era más que una manifestación nacionalista.
Es sabido en Inglaterra como esa revuelta de obreros famélicos fue aplastada por el imperialismo
británico. Pero la clase obrera inglesa fue engañada hasta creer que no fue más que una
manifestación nacionalista, por lo que se abstuvo de tomar medidas concretas acordes con los
principios de solidaridad de clase. Una huelga general simultánea habría asestado un golpe vital
para el capitalismo imperialista en el país y el extranjero, pero el proletariado inglés no estuvo a la
altura de la ocasión.
La única medida tomada fue muy débil y de carácter pequeño - la protesta contra la manera en que
se debelo la revuelta firmada por Smillie, Williams, Lansbury y Thomas. Esta no fue la voz del
proletariado revolucionario alzada para defender los intereses de clase.
El movimiento nacionalista burgués no puede ser significativo para la lucha mundial del
proletariado o la clase obrera británica, que está aprendiendo la inutilidad de la mera independencia
política y del falso gobierno representativo bajo el capitalismo. Pero el movimiento del proletariado
indio es de interés vital. La tremenda fuerza que el capitalismo imperialista deriva extensas
posesiones coloniales ricas en recursos naturales y mano de obra barata ya no puede ser ignorado.
En tanto que la India y otros países subyugados siguen siendo víctimas indefensas de la explotación
capitalista y que el capitalista británico esté seguro de su dominio absoluto sobre millones y
millones de bestias de carga humanas, podrá conceder las demandas de los sindicalistas británicos y
retrasar la revolución proletaria que lo derrocará. A fin de destruirlo por completo, el capitalismo
mundial debe ser atacado de manera simultánea en todos los frentes. El proletariado británico no
puede marchar hacia la victoria final a menos que lleve consigo a sus compañeros en las colonias a
luchar contra el enemigo común.
La pérdida de las colonias podría alarmar la psicología sindical ortodoxa con la amenaza del
desempleo, pero un proletariado revolucionario con conciencia de clase, destinado a la destrucción
total de la propiedad capitalista y el establecimiento de un estado comunista, no puede sino acoger
un colapso tal del presente sistema, ya que llevaría a la bancarrota económica del capitalismo - una
condición necesaria para su destrucción final.
Ante todas las dudas posibles de los compañeros británicos declaramos que nuestro objetivo es
impedir el establecimiento de un gobierno nacionalista burgués, que sería otro baluarte del
capitalismo. Queremos organizar la rebeldía creciente de las masas indias sobre los principios de la
lucha de clases, para que cuando llegue la revolución será una revolución social. La idea de la
revolución proletaria distinta al nacionalismo ha llegado a la India y se está mostrando en huelgas
sin precedentes. Es primitiva y no claramente clasista por lo que es a veces víctima de las ideas
nacionalistas. Pero aquellos en la vanguardia ven la meta y la lucha, y rechazan la idea de unir a
todo el país en el nacionalismo con el único propósito de expulsar a los extranjeros, porque se dan
cuenta que los príncipes nativos, los terratenientes, dueños de las fábricas, los prestamistas, que
controlarían la gobierno, no serían menos opresivos que los extranjeros. "Tierra para quien la
trabaja" será nuestro lema más potente, porque la India es un país agrícola y la mayoría de la
población pertenece al campesinado sin tierra. Nuestro programa también llama por la organización
del proletariado indio sobre la base de la lucha de clases para la fundación de un estado comunista,
basado durante el período de transición en la dictadura del proletariado.
Hacemos un llamado a los trabajadores de todos los países, especialmente de Gran Bretaña, a que
nos ayuden a realizar nuestro programa. La lucha del proletariado en la India, así como en otras
dependencias de Gran Bretaña deben ser considerados como factores vitales en el movimiento
proletario internacional. La autodeterminación de la India se limita a fomentar la idea del
nacionalismo burgués. Denuncien a los imperialistas enmascarados que la reclaman y desgracias
sus nombres (como trabajadores británicos). El hecho de que la India esté gobernada por el
imperialismo más poderoso conocido en la historia hace cualquier tipo de organización
revolucionaria entre la clase trabajadora casi imposible. El primer paso hacia la revolución social
debe ser crear una situación favorable para la organización de las masas para la lucha final. Esta
situación sólo se puede crear por la caída o por lo menos el debilitamiento del imperialismo
extranjero, que se mantiene por el poderío militar.
Dejen de ser víctimas del grito imperialista que las masas de Oriente son razas atrasadas y debe
pasar por las hogueras de la explotación capitalista de la que ustedes están luchando por escapar.
Les hacemos un llamado a que reconozcan al movimiento revolucionario indio como una parte vital
de la lucha proletaria mundial contra el capitalismo. Ayúdennos a izar la bandera de la revolución
social en la India y a liberarnos del imperialismo capitalista a fin de que los podamos ayudar en la
lucha final para la realización del estado comunista universal.

Manabendra Nath Roy


Abani Mukhetji
Santi Devi[1]

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[1] Seudónimo de Evelyn Trent Roy

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